Un equipo de arqueólogos españoles descubren en Oxirrinco 22 tumbas de diversos períodos.

Hallazgos en Egipto

La Misión Arqueológica de Oxirrinco ha anunciado los resultados de la campaña de excavaciones llevada a cabo en 2022, y que ha tenido lugar en la Necrópolis Alta del yacimiento. Entre sus numerosos hallazgos destacan diversas tumbas, así como la realización de importantes labores de restauración y consolidación de estructuras.

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La antigua Oxirrinco (la actual El-Bahnasa), una localidad egipcia que estuvo habitada entre los años 664 a.C. y 7 d.C., situada en la región de Minia, a unos 200 kilómetros al sur de El Cairo, fue un importante núcleo comercial en la antigüedad. De hecho, se trata de uno de los yacimientos más extensos y mejor conservados de Egipto. La ciudad estuvo ocupada por egipcios y posteriormente por griegos, romanos, bizantinos, cristianos y, finalmente, por los árabes.

En esta antigua ciudad lleva años excavando la Misión Arqueológica de Oxirrinco, de la Universidad de Barcelona-Instituto del Próximo Oriente Antiguo (IPOA), financiada por la Fundación Palarq, el Ministerio de Cultura y Deporte y la Societat Catalana d’Egiptologia. Dirigida por las egiptólogas Maite Mascort y Esther Pons, cuenta con la colaboración del Servicio de Antigüedades de Egipto y la Universidad de El Cairo. Las sucesivas campañas que se han llevado a cabo en el yacimiento han proporcionado hasta la fecha importantes descubrimientos.

Tmbas persas localizadas en el Sector 36 de la Necrópolis Alta de Oxirrinco.

Tumbas persas localizadas en el Sector 36 de la Necrópolis Alta de Oxirrinco.Misión Arqueológica de Oxirrinco

SORPRENDENTES HALLAZGOS

Hace pocos días, la Misión Arqueológica de Oxirrinco ha anunciado los resultados de la última campaña de excavaciones, llevada a cabo entre noviembre y diciembre de 2022, que, de nuevo, han resultado de gran interés. 

El equipo arqueológico ha descubierto en la zona de la Necrópolis Alta del yacimiento 22 tumbas datadas en distintos períodos: romano, persa, bizantino y copto. El Consejo Supremo de Antigüedades se ha hecho eco en un comunicado de la importancia de estos descubrimientos realizados por el equipo de arqueólogos españoles. 

Vista general de las tumbas romanas descubiertas en Oxirrinco. Misión Arqueológica de Oxirrinco

Entre las tumbas localizadas, hay tres de piedra caliza de época romana, tres de época persa y dieciséis bizantinas y coptas. Algunas de las tumbas aún contenían los cuerpos, que estaban envueltos en sudarios decorados. Aunque tal vez lo más relevante de todo sea el hallazgo, en una tumba bizantina de entre los siglos VI y VII, de dos ofrendas consistentes en dos ranas dispuestas en el interior de dos jarras, posiblemente una muestra de sincretismo religioso. De hecho, la diosa egipcia Heket, representada como una rana, simbolizaba la metamorfosis y el renacimiento para los antiguos egipcios. Esa idea fue adoptada por los cristianos, como demuestran estas singulares ofrendas. Asimismo, los arqueólogos llevaron a cabo la restauración de la estructura de una basílica y de las pinturas murales de la cripta. 

Los restos de una de las ranas que sirvieron como ofrenda, en el interior de una vasija. Misión Arqueológica de Oxirrinco

Fragmento de sarcófago pintado con la imagen de Nut, la diosa del cielo egipcia.

Fragmento de sarcófago pintado con la imagen de Nut, la diosa del cielo egipcia.Misión Arqueológica de Oxirrinco

Las excavaciones de la necrópolis de Oxirrinco, que está dividida en cuatro sectores, han ofrecido, así, resultados significativos y que van a ser objeto de estudio. Los arqueólogos esperan que los hallazgos revelen muchos de los secretos que aún oculta la que fue una floreciente ciudad egipcia. Por otro lado, la egiptóloga Maite Mascort ha destacado que el equipo de restauración ha llevado a cabo numerosos trabajos de consolidación y restauración in situ, tanto como en el laboratorio.

Todo ello se ha completado, asimismo, con el uso de las más modernas técnicas aplicadas a la arqueología, como las fotografías aéreas, estudios en 3D de estructuras y piezas, así como topografía y fotogrametría parcial y general del yacimiento.

Imagen de portada: Imagen de la basílica que ha sido acondicionada en el sector 24 y cuyas pinturas y cripta han sido restauradas.Misión Arqueológica de Oxirrinco

FUENTE RESPONSABLE: Historia National Geographic. Por J.M. Sadurni. 8 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Antiguo Egipto/Descubrimientos/Tumbas.

La diferencia entre la realidad y la ciencia ficción de los ovni.

IGNORAN EL MÉTODO CIENTÍFICO

El astrofísico de Harvard Avi Loeb denuncia tanto a los creyentes como a los negacionistas de los ovnis alienígenas, ambos grupos cegados por el dogmatismo y su desprecio del método científico.

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El pensamiento mágico postula que todo lo imaginable es posible. Es una droga recreativa adictiva que consumen no sólo los aficionados, sino también algunos científicos de la corriente dominante que creen en el multiverso y sostienen que «todo lo que puede suceder sucederá un número infinito de veces«. 

Al parecer, el sentido común no es común. Ambos lados de la discusión prefieren evitar el método científico para preservar su forma dogmática de pensar. 

En una reciente entrevista con Stephen Colbert, Steven Spielberg sugirió que los Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI) podrían ser de origen extraterrestre. Su umbral para sugerir este extremo es aceptable para los guiones de ciencia ficción en Hollywood, pero no para la ciencia. ¿Qué diferencia a la ciencia de la ficción? En una palabra: pruebas.

La gente puede decir lo que quiera. Algunos, como Bob Lazar, han dicho lo mismo sobre el origen alienígena de los ovni, insistentemente, durante décadas. Pero la persistencia no convierte en verdad lo que dice sin las pruebas directas que puedan corroborar sus afirmaciones. Una persona que insiste durante décadas en que es Napoleón Bonaparte sin mostrar pruebas que lo corroboren no saldrá a la palestra política en Francia, sino que será internada en un psiquiátrico. ¿Cuál es la diferencia entre estos dos resultados? Las pruebas y el sentido común. Napoleón tendría 254 años si estuviera vivo hoy.

La necesidad de basarse en pruebas, independientemente de los testimonios humanos, resulta obvia en los informes contradictorios de testigos presenciales de accidentes de tráfico o de aficionados a los acontecimientos deportivos.

Todos son testigos de la misma realidad, pero la cuentan de forma diferente y a veces contradictoria. Los vídeos de alta resolución pueden resolver esas controversias, como ha demostrado recientemente la FIFA en el Mundial de Fútbol de 2022.

Un asteroide quemándose en la entrada a la atmósfera terrestre.

De forma similar al servicio que prestan las cámaras de vídeo a los árbitros de fútbol, unos instrumentos científicos bien calibrados podrían guiarnos hacia una visión sobria de la realidad, sin ilusiones sobre lo que queremos que sea. Cuando el personal militar informa sobre los ovni, como se comenta en el informe de 2022 del Director de Inteligencia Nacional al Congreso de Estados Unidos, deberíamos sentirnos intrigados.

No hay duda de que los informes indican algo inusual, pero las pruebas públicas que tenemos a mano no son suficientes para apoyar la afirmación de Spielberg. Para corroborar cualquier interpretación con hechos, debemos seguir el método científico y recopilar nuevos datos.

La agenda científica del Proyecto Galileo subraya esta necesidad.

Es el primer programa de investigación sistemática destinado a recopilar amplios datos de fenómenos aéreos no identificados durante mucho tiempo y en muchos lugares con instrumentos bien calibrados, usando la clasificación de la inteligencia artificial para determinar si los objetos son familiares, ya sean naturales (como bichos, pájaros o meteoritos rocosos) o fabricados por el hombre (como globos, drones, aviones, satélites o cohetes). Los instrumentos de medición actuales son mucho mejores que los que teníamos hace décadas.

Además, el cielo no es secreto. Por tanto, no debemos obsesionarnos con los datos incompletos de los informes antiguos del Pentágono, sino recoger nuevos datos de alta calidad y averiguar si hay objetos extraterrestres en nuestro cielo.

Un F-22 Raptor lanzando un AIM-9 Sidewinder como el que abatió al OVNI sobre el Yukón. (USAF)

Por mucho que este tema sea de sentido común, soy testigo de las reacciones en contra del proyecto, tanto de los escépticos como de los creyentes en el origen extraterrestre de estos fenómenos.

Al parecer, el sentido común no es común.

Ambos lados de la discusión prefieren evitar el método científico para preservar su forma dogmática de pensar. La historia de la humanidad no tiene por qué sorprendernos. Los cambios de paradigma requieren personas dispuestas a examinar posibilidades ridiculizadas por los científicos convencionales.

Pero la ardua batalla es aún más catastrófica para las propuestas que no se ajustan a las normas sociales, como la sugerencia de Giordano Bruno de que podrían existir exoplanetas alrededor de otras estrellas.

La lección aprendida es que la validez de las ideas no debe juzgarse mediante concursos de popularidad medidos por el número de «me gusta» que obtienen en Twitter, sino por las pruebas científicas que las respaldan. 

Reunir estas pruebas es un trabajo duro.

Requiere financiación, diseño y montaje de instrumentos de última generación, pruebas y calibración, una cuidadosa recopilación de datos y un análisis cuantitativo de los mismos. Por ejemplo, conocer la distancia a los objetos observados es crucial para deducir su velocidad y aceleración. Una medición fiable de la distancia requiere la triangulación desde varios sitios o un pulso de radar activo.

Alex Delacroix (derecha), el ingeniero mecánico que se pasó del Observatorio Palomar de Caltech a Harvard y diseñó la arquitectura del Observatorio del Proyecto Galileo, junto a Avi Loeb, el 24 de enero de 2023.

Cuando los astrónomos ucranianos informaron sus mediciones de la distancia a fenómenos aéreos oscuros desde un solo lugar, señalé en un artículo que sus velocidades inferidas eran probablemente incorrectas porque a esas distancias la velocidad de los objetos los habría convertido en bolas de fuego brillantes y no habrían parecido oscuros.

Los partidarios de la hipótesis del fenómeno extraterrestre rechazaron de inmediato mi afirmación y sugirieron una nueva física para explicar la discrepancia. Lo que se les escapa es que el listón para crear una nueva física es mucho más alto que unos datos incompletos.

Para argumentar una nueva física, o incluso de tecnologías no humanas basadas en la física conocida, hay que disponer de datos de alta calidad que descarten cualquier otra interpretación, como esas mediciones de distancia incorrectas, más allá de toda duda razonable. La carga de la prueba recae en quienes afirman que existe una nueva física.

El progreso de nuestros conocimientos científicos no avanza gracias a nuestra imaginación, sino a pruebas irrefutables. Sin mediciones precisas de la distancia, las observaciones del UAP no pueden utilizarse para sugerir una nueva física. Por razonable que parezca, el principio de guiarse por la evidencia no es popular.

La naturaleza humana favorece una realidad virtual más excitante o halagadora que la realidad real. Si no nos gusta cómo nos vemos en el espejo o en las fotografías, nos maquillamos, retocamos nuestras fotos o nos suscribimos a una aplicación de citas que mejora nuestro aspecto en el mundo virtual. 

Esta tendencia explica la popularidad del multiverso en la ciencia y del metaverso en Silicon Valley. Carl Sagan dijo que se necesitan pruebas extraordinarias para probar afirmaciones extraordinarias.

Pero hay esperanza. Aunque la tendencia anterior caracteriza a los adultos, es menos frecuente entre los niños que desean humilde y sinceramente aprender sobre el mundo a partir de la evidencia, sin prejuicios ni ilusiones.

Esperemos que todos conservemos nuestra curiosidad infantil hasta bien entrada la edad adulta y mantengamos la mente del principiante (Shoshin) preconizada por el budismo zen.

La motivación para atender a la realidad que todos compartimos es sencilla: nos permite adaptarnos a su verdadera naturaleza e impulsa nuestros futuros avances tecnológicos.

Los físicos de principios del siglo XX nunca imaginaron la Mecánica Cuántica, que sentó las bases de los ordenadores modernos, los láseres, los teléfonos móviles e Internet.

Pero también hay un beneficio secundario.

Buscar pruebas en lugar de un pensamiento mágico para guiarnos elevará nuestro estatus en la clase de civilizaciones inteligentes dentro de la Vía Láctea.

Imagen de portada: Fotograma de Star Trek. (Paramount)

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Avi Loeb. Actualizado 10 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Espacio/Universo/Ciencia.

Lo que hay detrás de las múltiples desapariciones de multimillonarios en China.

La desaparición el mes pasado de Bao Fan, banquero e inversor de la industria tecnológica, ha reavivado el interés en un fenómeno chino reciente: la desaparición de multimillonarios.

El fundador del grupo empresarial China Renaissance, con una lista de clientes que incluye a los gigantes de internet Tencent, Alibaba y Baidu, es considerado un gigante del sector tecnológico del país.

El caso de Bao ha seguido un camino ya conocido: desapareció durante días antes de que su empresa anunciara que estaba «cooperando en una investigación que estaban llevando a cabo ciertas autoridades de la República Popular China».

Como también se ha vuelto habitual, aún no se sabe qué organismo gubernamental está llevando a cabo la investigación, de qué se trata o cuál es el paradero de Bao.

El misterio que envuelve su desaparición se produce después de que otros líderes empresariales chinos desaparecieran en los últimos años, incluido el jefe de Alibaba, Jack Ma.

Si bien los multimillonarios que desaparecen tienden a recibir mucha más atención, también ha habido una serie de casos menos publicitados de ciudadanos chinos desaparecidos después de participar, por ejemplo, en protestas contra el gobierno o campañas de derechos humanos.

La desaparición de Bao una vez más ha puesto la atención en la opinión de que esta es una de las formas en que el presidente Xi Jinping está reforzando su control sobre la economía de China.

Mayor vigilancia financiera

Esta última desaparición se produjo en el período previo a la Asamblea Popular Nacional (APN) anual, un parlamento donde se formalizan las políticas y reformas, en el que esta semana se anunciaron los planes para la mayor revisión en años del sistema de regulación financiera de China.

Por ejemplo, se establecerá un nuevo organismo de regulación financiera para vigilar la mayoría de los sectores de finanzas.

Las autoridades dijeron que esto cerraría las lagunas actuales causadas por múltiples agencias que monitorean diferentes aspectos de la industria de servicios financieros de China, avaluada en billones de dólares.

Guo Guangchang

FUENTE DE LA IMAGEN, GETTY IMAGES. Guo Guangchang, dueño del club de fútbol de la Liga Premier inglesa, Wolverhampton Wanderers, desapareció en 2015.

Solo en 2015, fue imposible localizar a al menos cinco ejecutivos, incluido Guo Guangchang, presidente del conglomerado Fosun International, mejor conocido en Occidente por ser dueño del club de fútbol de la Liga Premier inglesa, Wolverhampton Wanderers.

Guo desapareció en diciembre de ese año y su compañía anunció, después de su reaparición, que había estado ayudando con las investigaciones.

Dos años después, el empresario chino-canadiense Xiao Jianhua fue secuestrado en un hotel de lujo en Hong Kong.

Era una de las personas más ricas de China y el año pasado fue encarcelado por corrupción.

En marzo de 2020, el magnate inmobiliario multimillonario Ren Zhiqiang desapareció después de llamar a Xi «payaso» por su manejo de la pandemia.

Ese mismo año, después de un juicio de un día, Ren fue sentenciado a 18 años de prisión por cargos de corrupción.

El multimillonario desaparecido de más alto perfil es el fundador de Alibaba, Jack Ma. El que era la persona más rica de China en ese momento desapareció a fines de 2020 después de criticar a los reguladores financieros del país.

Jack Ma

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. Jack Ma desapareció a fines de 2020 después de criticar a los reguladores financieros del país.

Entonces, planeada mega cotización de acciones del gigante de tecnología financiera Ant Group fue archivada.

Y a pesar de haber donado casi US$10.000 millones al fondo «Prosperidad Común», no se le ha visto en China desde hace más de dos años. Tampoco ha sido acusado de ningún delito.

El paradero de Ma sigue sin conocerse, aunque ha habido informes de que lo han visto en Japón, Tailandia y Australia en los últimos meses.

Contra «la corrupción»

El gobierno chino insiste en que las acciones tomadas contra algunas de las personas más ricas del país tienen un fundamento puramente legal y se ha comprometido a erradicar la corrupción.

Pero las acciones de Pekín también se producen en el contexto de décadas de liberalización de la que ahora es la segunda economía más grande del mundo.

Esta apertura ayudó a crear un grupo de multimillonarios que, con su inmensa riqueza, tienen el potencial de ejercer un poder considerable.

Ahora, algunos observadores dicen que bajo el mando de Xi, el Partido Comunista Chino quiere recuperar ese poder y está llevando a cabo la tarea de formas que a menudo quedan rodeadas por el misterio.

La teoría es la siguiente: las grandes empresas, especialmente la industria de la tecnología, vieron crecer su poder bajo las políticas de los predecesores de Xi: Jiang Zemin y Hu Jintao.

Antes de eso, el enfoque de Pekín se había enfocado en los centros de poder tradicionales, incluidos el ejército, la industria pesada y los gobiernos locales.

Aunque mantiene un estricto control sobre estas áreas, Xi ha ampliado su enfoque para controlar aún más la economía.

Su política de Prosperidad Común ha aplicado medidas severas en gran parte de la economía, y la industria tecnológica ha sido objeto de un escrutinio particular.

«A veces, estos incidentes se organizan para poder enviar un mensaje más amplio, particularmente a una industria o grupo de interés específico», le dijo a la BBC Nick Marro, de The Economist Intelligence Unit.

«Al final del día, refleja un intento de centralizar el control y la autoridad sobre cierta parte de la economía, que ha sido una característica clave del estilo de gobierno de Xi durante la última década», agregó.

«Pekín sigue enfocado en garantizar que las grandes plataformas tecnológicas y los operadores no desarrollen sus propias marcas e influencia que los haga difíciles de controlar y más propensos a ir en contra de las preferencias de Pekín», señala Paul Triolo, jefe de política tecnológica de China de la firma de asesoría global Albright Stonebridge Group.

Xi Jinping

FUENTE DE LA IMAGEN, REUTERS. La política de Prosperidad Común de Xi Jinping ha llevado a medidas severas en gran parte de la economía.

Desigualdad

También es clave para la política de Prosperidad Común el estado de derecho y que las reglas se apliquen tanto a los ricos como a los pobres.

Pekín sostiene que la política tiene como objetivo reducir la creciente brecha de riqueza, que muchos están de acuerdo en que si no se aborda será un problema importante que podría socavar la posición del Partido Comunista.

El país ha visto una creciente desigualdad, y se dice que Xi enfrenta la presión de los ultraizquierdistas que quieren acercarse a las raíces socialistas del partido.

El misterio que rodea a las desapariciones de los multimillonarios, así como las preocupaciones más amplias sobre el enfoque empresarial de Pekín, pueden tener importantes consecuencias no deseadas.

Algunos observadores de China indican que el gobierno corre el riesgo de disuadir a los nuevos talentos empresariales.

«El peligro para Pekín al convertir a los multimillonarios tecnológicos en objetivos es que está ejerciendo más presión sobre los empresarios que esperan convertirse en el próximo Jack Ma», afirma Triolo.

Xi parece consciente del riesgo de asustar la confianza empresarial y, en un discurso ante los delegados de la APN esta semana, enfatizó la importancia del sector privado para China.

Pero también llamó a las empresas y empresarios privados a «ser ricos y responsables, ricos y justos, ricos y amorosos».

Además del anuncio de un nuevo organismo de control financiero, el mes pasado también se advirtió a los banqueros que no sigan el ejemplo de sus contrapartes occidentales «hedonistas».

Los comentaristas ven esto como una prueba más de que Xi tiene el sistema financiero en la mira.

«En los últimos meses, hemos visto indicios de la agenda de Prosperidad Común en los servicios financieros, particularmente en lo que respecta a la remuneración y los esquemas de bonificación para los altos ejecutivos, así como las brechas salariales entre la gerencia y el personal subalterno», afirma Marro.

Queda por ver si la mano dura de Xi contra los multimillonarios lo ayudará o no a reforzar significativamente su control sobre el poder.

Sin embargo, lo que ciertamente está en riesgo es la confianza en los mercados financieros, las empresas y, en última instancia, la economía de China en su conjunto.

Imagen de portada: GETTY IMAGES. El banquero multimillonario Bao Fan.

FUENTE RESPONSABLE: Peter Hoskins; Reportero de Negocios, BBC. 9 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Economía/Asia/China

La poeta del corazón enmascarado.

En Grand Central Station me senté y lloré, publicado en Inglaterra en 1945, es el legado poético de esta mujer que a pesar de su inteligencia, eligió subordinarse al amor de un hombre y a sus hijos.

Guardaba entres las sábanas de su cama el boleto del autobús donde se encontró con George Barker por primera vez, se había enamorado de él antes de verlo, cuando leyó sus poemas publicados en revistas literarias amparado por T.S. Eliot (el mecenas de Barker) y cuando descubrió uno de sus libros en Better Books, la famosa librería de Charing Cross Road en Londres. 

Después, solo tuvo que escribirle haciéndose pasar por una coleccionista de manuscritos a la Universidad de Sendai (en Japón, donde Barker era profesor de inglés), gracias a una celestina sin intenciones: Lawrence Durrell, editor en ese momento de The Booster, que le pasó el dato. 

El boleto que ahora exhibe la Biblioteca Nacional de Canadá y que fue encontrado cuando Elizabeth murió es el vestigio inaugural de un amor cuestionado. 

Ella era una canadiense rica, él, un británico casado, se fueron a vivir a California, tuvieron cuatro hijos y se peleaban a diario con un portazo estelar donde George quedaba del lado de afuera y volvía (cuando volvía) muchos días después. La mujer que se había enamorado del sonido de sus palabras, de ese “sonido jugoso que corre, burbujea, embriaga”, crió sola a sus hijos y escribió un libro para contar ese amor: En Grand Central Station me senté y lloré, publicado en Inglaterra en 1945. 

Un legado ensordecedor, un tratado poético, un libro de culto, un espanto, una gloria y el lugar de la memoria que nombra sin nombrar porque para ella “él era un objeto de amor y no podía ser nombrado». La escena del boleto testigo, esa escena en la que está parada en una esquina “y todos los músculos de mi voluntad están reteniendo mi terror para enfrentar el momento que más deseo”, inicia el viaje iracundo. 

Pero la vida en furia de Elizabeth no terminaba con la salida de George ni con los restos sangrientos sobre el cuerpo ni con las borracheras ni con los labios mordidos tras la pelea, la vida en furia, era -según escribió Christopher, uno de sus hijos- una vida en continuado dependiente: “a pesar de ser una autora consumada, siempre jugó un papel subordinado a los hombres en su vida (…) mi madre, la mujer de ‘corazón enmascarado’ solía preguntarle a mi padre si era una desventaja en la vida que una mujer tenga inteligencia”. 

“Que nadie por más exquisita que sea su prosa poética escriba un libro así”, pidió en los años sesenta Angela Carter en una reseña en la que agregaba que era “como Madame Bovary atravesada por un rayo”, un rayo con versos que Morrissey rescató y cantó en los años ochenta. 

Elizabeth que sabía de memoria los sonetos de Shakespeare, publicó su primer poema a los diez años y su primer libro a los quince. Su romane con Barker duró intermitentes décadas, él nunca se separó, tuvo muchos hijos con otras mujeres (dicen que quince) y ella vivió romances con algunos hombres, con algunas mujeres. Fue redactora de anuncios publicitarios que hoy serían un éxito en Instagram, vendió alfombras, tiaras y radios hasta que llegó a ser una de las editoras con mejor sueldo en la Inglaterra de los años sesenta. 

Cuando su novela se reeditó en 1966 y se convirtió en un éxito de ventas se instaló en Suffolk, en una casa de campo y escribió relatos, poemas, novelas, libros de cocina, de vino y de jardinería. Lejos había quedado su familia canadiense que horrorizada por su amor publicado la había dejado sin dinero (su madre tiró los ejemplares que pudo y prohibió la publicación en Canadá), lejos los años de platos semi vacíos, las noches de los retratos (uno de Lucian Freud) y el aluvión de vodka, lejos las anfetaminas que la mantenían despierta toda la noche para trabajar en publicidad y pagar la escuela, todo estaba lejos, todo menos el rumor de las palabras de George y su boleto almohada. 

Imagen de portada: Elizabeth Smart, la poeta desmesurada, en la época en que conoció a George Barker.

FUENTE RESPONSABLE: Página 12. Por Marisa Avigliano. 3 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Literatura/Narrativa/Poesía.

4 poemas de Beatriz Iriart.

ESTADO DE SITIO

Hay estado de sitio

en la ropa raída

en los pesares diarios.

Hay estado de sitio

en las barricadas

cuando amanece

y no hay amor

y hay hambre.

MIESES

Te doy

mis genuinos girasoles

me das

una canción

con tus manos de matar

y ambos componemos

la melodía cruel y devastadora

de un exilio prematuro.

PARNASO Y ABISMO

Me hiere la risa que apuñala

como antes.

Los silencios extensos

por donde emergen los fantasmas.

No tener respuestas

al túnel de sombras.

Los fuegos estólidos.

Los profanadores de esperanzas.

Los rostros que se esfuman

Desconociendo

que como ayer

los estamos esperando.

INSOMNIO

Soy una pesadilla errante

un sueño mal parido

un blues en madrugada

una ilusión perdida

un duelo de antemano

en las gélidas noches de

un otoño anunciado.

Imagen de Portada: Beatriz Iriart – https://beatriziriart.blogspot.com/

FUENTE RESPONSABLE: Beatriz Iriart. 9 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Literatura/Poesía.

BIO: BEATRIZ IRIART

Nace en otoño (12 de mayo) en La Plata, Argentina.

Miembro de la "Sociedad de Escritores

Latinoamericanos de California y Capítulo Internacional en Internet (SELC y CII), California, Estados Unidos.  Ha recibido premios y menciones de la S.A.D.E (Sociedad Argentina de Escritores), S.E.P (Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires). 

Miembro de la Sociedad de Escritores Latinoamericanos de California y Capítulo Internacional en Internet (SELC y CII), California, Estados Unidos, entre otros reconocimientos.

Publicó los libros:

"Perspectivas" (1977)

"Collage de Cinco" (1981)

“Extraño Linaje” (1984)

"La Muerte Quiere” (2003)

"La Muerte Quiere" segunda edición (2016)

"Te He Soñado Tanto Libertad" (2017)

Su obra es publicada en inglés y portugués en varios países y en   diferentes antologías en su país y en el extranjero.

Estudió cerámica y pintura.

Formó parte del movimiento underground en la década del '70, colaborando con la revista literaria "Machu Picchu ".

La afamada compositora venezolana Diana Arismendi, compuso en el año 2015 la obra “In memoriam”,  para conmemorar el HOLOCAUSTO, inspirándose el segundo movimiento de la obra en el poema “Yo estuve en Auschwitz” de la poeta Beatriz Iriart. 

El concierto fue organizado por  el Espacio Anna Frank de Caracas y participó la orquesta Sinfónica de Venezuela dirigida por el maestro Alfredo Rugeles.

Holocausto: Con poemas de Maiakovski, Elsa Langer, Beatriz Iriart y un texto de Javier Romañach, la Fundación Rey Ardid recordó al millón de personas con discapacidad asesinadas por los nazis / España, 3 de febrero de 2015.

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Poemas en video:

¿Quiénes fueron los neandertales y por qué se extinguieron?

Se pensaba que estos antiguos homínidos, desaparecidos hace 40 000 años, eran unos brutos. Según descubrimientos recientes, eran más parecidos a nosotros de lo que pensábamos.

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Cuando los trabajadores de una cantera de piedra caliza del valle alemán de Neander descubrieron unos huesos fosilizados en 1856, pensaron que habían hallado los restos de un oso. En realidad, habían tropezado con algo que cambiaría la historia: pruebas de una especie extinguida de antiguos predecesores humanos que caminaron por la Tierra entre hace al menos 400 000 y 40.000 años.

Los investigadores pronto se dieron cuenta de que ya habían encontrado a estos parientes humanos en fósiles anteriores que habían sido hallados e identificados erróneamente a lo largo de principios del siglo XIX. El descubrimiento galvanizó a los científicos deseosos de explorar nuevas teorías de la evolución, desencadenando una caza mundial de fósiles y tentando al público con la posibilidad de una misteriosa especie hermana que antaño dominó Europa.

Ahora conocidos como neandertales (así los bautizó el geólogo William King), los Homo neanderthalensis son los parientes más cercanos conocidos de los humanos. Esto es lo que hay que saber sobre nuestros antepasados humanos, cómo vivían y por qué desaparecieron.

El cráneo de una mujer neandertal descansa junto a otros restos neandertales descubiertos en la Cueva de Gorham. Situado en el lado oriental del Peñón de Gibraltar, este yacimiento arqueológico ha aportado importantes datos sobre la vida de los neandertales. FOTOGRAFÍA DE KENNETH GARRETT, NAT GEO IMAGE COLLECTION

¿Qué es un neandertal?

A primera vista, los huesos fosilizados de un neandertal parecen humanos. Pero una mirada más atenta revela las características que diferencian a nuestros antiguos antepasados del Homo sapiens moderno.

El aspecto de los neandertales era similar al de los humanos, pero tenían cejas más prominentes y dientes y ojos grandes. Los investigadores creen que los cerebros neandertales tenían aproximadamente el mismo tamaño que los nuestros, aunque eran más alargados. Aunque todavía hoy se debate sobre el tamaño y la estructura del cerebro de los neandertales, los investigadores coinciden en que la estatura media de un neandertal macho rondaba el metro setenta y cinco, mientras que la de las hembras rondaba el metro setenta y cinco.

Estos homínidos vivieron en toda Eurasia. Los investigadores creen que, debido a la adaptación de la especie a los climas fríos de la región, los neandertales tenían una musculatura compacta y masiva, y habrían necesitado hasta 4480 calorías al día para sobrevivir.

Un trozo de hueso de ciervo tallado con líneas inclinadas sugiere que los neandertales eran capaces de expresión creativa. FOTOGRAFÍA DE MARCO ANSALONI, SCIENCE PHOTO LIBRARY.

Megafauna como mamuts, elefantes y rinocerontes lanudos hicieron de la caza una faceta importante de la vida de los neandertales. Vivían y viajaban en pequeños grupos y utilizaban herramientas como lanzas para saciar su dieta rica en carne. También comían plantas, lo que, según la geobióloga española del MIT (Estados Unidos) Ainara Sistiaga, demuestra que los neandertales «probablemente comían lo que estaba disponible en diferentes situaciones, estaciones y climas».

A veces, esto incluía comerse entre ellos: en 2016, los científicos que estudian los restos neandertales de una cueva en lo que hoy es Bélgica encontraron «pruebas inequívocas de canibalismo neandertal en el norte de Europa.»

¿Eran inteligentes los neandertales?

En un principio, los investigadores asumieron que los neandertales eran brutos, matones peludos capaces solo de un pensamiento burdo y una caza sangrienta. Pero algunos científicos han cambiado de opinión a medida que se acumulan pruebas de algunas características sorprendentemente humanas entre estos antepasados humanos.

Los neandertales utilizaban herramientas tanto en el ámbito doméstico como en la caza, tallando rocas para crear armas, raspadores y hachas. También trabajaban la madera: cortaban y tallaban palos que utilizaban para cavar o formar lanzas.

Los neandertales utilizaban materiales como el sílex para fabricar herramientas que utilizaban como armas, hachas, etc. Este ejemplar procede del yacimiento de Pinilla del Valle, en el valle del Lozoya, cerca de Madrid (España). Aquí se han encontrado varios fósiles neandertales desde que se iniciaron las excavaciones a principios de la década de 2000. FOTOGRAFÍA DE ROBBIE SHONE, NAT GEO IMAGE COLLECTION.

A pesar de su supuesta capacidad para resistir el frío, también se cree que los neandertales procesaban pieles de animales y confeccionaban prendas que podían cubrir hasta el 80% de su cuerpo. Al igual que los humanos, se cree que se cubrían los pies y otras partes sensibles del cuerpo, pero como la ropa hace tiempo que se desintegró, los investigadores sólo pueden inferir cómo se vestían los neandertales.

Otro avance fue el descubrimiento de que los neandertales podían tener un pensamiento simbólico. En algunos yacimientos arqueológicos se han hallado garras de águila decoradas y objetos que se cree que se utilizaban en rituales funerarios, pruebas, según algunos, de un pensamiento y una tradición avanzados. Luego, en 2018, los investigadores anunciaron que habían descubierto pruebas de pinturas rupestres de hace 65.000 años, las obras de arte más antiguas de su tipo. Pero la naturaleza abstracta de este arte sigue alimentando los debates entre los científicos sobre cuán complejas eran realmente sus capacidades mentales.

¿Cuándo y por qué se extinguieron los neandertales?

Independientemente de sus capacidades cognitivas, los neandertales estaban condenados al fracaso. Sin embargo, su extinción es tan controvertida como otras facetas de su vida, y los científicos siguen debatiendo qué provocó su desaparición hace unos 40.000 años.

Los investigadores saben que, al menos en algunos casos, los neandertales coexistieron e incluso se aparearon con el Homo sapiens, que surgió en África hace unos 300.000 años. Esa mezcla de especies significa que algunos humanos actuales evolucionaron a partir de los neandertales, aunque los humanos acabaron imponiéndose genéticamente. Algunos conjeturan que la competencia de los humanos por la comida y el cobijo, o la evolución que seleccionó rasgos humanos más exitosos, contribuyeron a la extinción de los neandertales. Otros creen que, como los neandertales vivían en grupos tan pequeños, se vieron superados en número por los humanos.

Otra hipótesis tiene que ver con el cambio climático: los científicos han documentado una ola de frío de 1000 años de duración en Europa central que coincidió con la extinción de los neandertales hace unos 40 000 años y que podría haber despoblado la especie. Se cree que el enfriamiento fue menos intenso en las zonas pobladas por Homo sapiens, y los partidarios de esta teoría creen que, una vez que las poblaciones neandertales disminuyeron, los humanos se trasladaron y acabaron convirtiéndose en la especie dominante en todo el mundo.

Otra teoría tiene que ver con las armas: quizá los primeros humanos tenían mejores armas y simplemente superaron a los neandertales.

Pinturas rupestres neandertales creadas hace unos 65.000 años en el interior de la cueva andaluza de Ardales. Los investigadores han encontrado pinturas de este tipo en tres cuevas de España, incluida ésta. FOTOGRAFÍA DE JORGE GUERRERO, AFP, GETTY IMAGES

Los humanos modernos y el ADN neandertal

A pesar de la desaparición de su especie, en el material genético de algunos humanos modernos pueden encontrarse restos fascinantes de neandertales. Hasta un 4% del ADN de los humanos sin ascendencia africana, la cuna del Homo sapiens, puede remontarse a los neandertales. Este solapamiento demuestra que los neandertales se cruzaron con los humanos.

«Irónicamente», escriben los expertos en prehistoria Peter C. Kjærgaard, Mark Maslin y Trine Kellberg Nielsen, «con una población mundial actual de unos 8000 millones de personas, esto significa que nunca ha habido más ADN neandertal en la Tierra».

Dado el tiempo transcurrido desde que los neandertales vagaban por Eurasia, es imposible reconstruir realmente cómo vivieron y murieron. Pero el misterio de estos antepasados humanos (y los tentadores indicios de que eran muy parecidos a nosotros) sigue impulsando la investigación y la controversia hasta nuestros días.

Imagen de portada: Esta reconstrucción de una mujer neandertal se realizó utilizando pruebas antiguas de ADN. Nuestros ancestrales antepasados tenían un aspecto similar al de los humanos modernos, pero con cejas más prominentes y grandes dientes y ojos. Los científicos creen que también eran más inteligentes de lo que se pensaba. FOTOGRAFÍA DE JOE MCNALLY, NAT GEO IMAGE COLLECTION

FUENTE RESPONSABLE: Historia National Geographic. Por Erin Blakemore. 

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Ediciones Godot rescata otro clásico.

A 15 años de su fundación, la editorial comienza una nueva colección que tiene como protagonista la obra del gran escritor y periodista austríaco. Como ya lo hizo con Stefan Zweig en excelentes ediciones y con traducciones propias, pone ahora en circulación la obra de otro de los grandes autores del siglo XX.

En el mundo editorial existen fundamentalmente dos lógicas de edición, la de los grandes grupos y la de las editoriales independientes. La primera consiste en saturar el mercado con libros que apuntan a la coyuntura política y social, a generar un impacto inmediato y a diversificarse en distintos sellos para diferentes grupos de lectores. La segunda, en cambio, apunta a formar un catálogo cuya capacidad de venta no se agote en un solo disparo, sino que perdure a través del tiempo.

Hace 15 años, Víctor Malumian y Hernán López Winne se lanzaban a la incierta aventura de la edición con una nueva editorial que se inscribía en el segundo grupo: Godot. Los buenos títulos, las ediciones cuidadas y las traducciones propias  hicieron que de inmediato alcanzara un lugar de visibilidad entre las editoriales independientes y que su catálogo creciera de manera significativa.

Hoy, tienen una nueva apuesta como es la creación de una colección, la Biblioteca Joseph Roth, que pone un clásico al alcance de las nuevas generaciones como ya lo hicieron con Stefan Zweig.

“En febrero cumplimos 15 años –le dice Malumián a Tiempo Argentino–  Este proyecto se encuadra en este aniversario y en la idea de mantener viva la editorial sacando nuevas colecciones y reeditando autores que están un poco olvidados. En su momento lo hicimos con Woolf y nos fue muy bien, porque fue muy leída. Creo que quienes no conozcan a Roth, deben a animarse a leerlo porque es un gran autor.”

Esta nueva colección se abre con dos novelas: De izquierda a derecha y La rebelión. 

En la primera, “Roth describe un mundo particular conformado a la luz de la posguerra luego de la Primera Guerra Mundial: el de la familia Bernheim, Paul y Theodor,  hermanos, exhiben dos caracteres que emergen de una familia que se ha venido abajo, tanto a nivel económico como a nivel moral”, resumen los editores.  La segunda,  pone en escena a un ex combatiente que, condecorado por el gobierno, obtiene una licencia para tocar el organillo. A pesar de haber sufrido la desdicha de perder una pierna en la guerra, está convencido de que el mundo se rige por un orden moral. Pero su visión del mundo cambiará cuando un incidente en un tranvía lo lleva a la cárcel.

Cuando se le pregunta a Malumian con qué criterio Godot decidió publicar a un autor como Joseph Roth, contesta: “Nosotros ya habíamos publicado a Stefan Zweig. Además de que en sus vidas reales Zweig y Roth eran amigos, creemos que sus libros dialogan entre sí. A ambos los atravesó la guerra, pero en Zweig la guerra está más de fondo. En Roth, en cambio, no es un fondo, está más en primer plano e impacta muchas veces de forma directa en las tramas. Creemos que hay una tríada austríaca integrada por Roth, Zweig y Musil.”

Y agrega: “Nos pareció que era una buena forma de seguir completando nuestro catálogo reeditar a autores de gran calidad que en su momento fueron muy masivos y a los que hoy es difícil encontrar o se encuentran en traducciones con un español que es muy de España”.

El plan de publicación de  la Biblioteca Roth contempla en principio de diez libros. Malumián aclara: “No sé si luego agregaremos otros materiales como correspondencia, por ejemplo. Este año ya sacamos dos y seguramente agregaremos La leyenda del santo bebedor cerca de fin de año. Vamos a publicar a un ritmo de tres o cuatro libros por año. Es probable que surjan en el transcurso de las publicaciones  libros de artículos periodísticos, por ejemplo. Lo que nosotros hicimos fue iniciar la Biblioteca Roth lo que no significa necesariamente que vayamos a publicar su obra completa. Lo mismo hacemos con Zweig. Por ejemplo, el mes que viene vamos a publicar Momentos estelares de la humanidad que es el primer libro suyo de no ficción que publicaremos.”

Según cuenta Malumián, la jugada de traducir y publicar a Zweig les generó al principio el temor que suele provocar lo nuevo, pero los resultados confirmaron que la decisión era acertada.

“En principio –cuenta- pensamos que lo leerían lectores ya mayores, pero para nuestra sorpresa vimos que hubo otro rango etario conformado por gente de 25 años que lo leyó mucho, creo que por la fuerza que tienen sus historias. Quizá la gente que ya leyó a estos autores piense que publicarlos hoy no tiene tanto sentido, sin embargo, hay toda una generación que no los leyó y que demuestra mucho interés en hacerlo.”

Los dos libros de Roth se lanzan juntos en una promoción que incluye una taza que tiene de un lado un dibujo del Roth y, del otro, una frase suya.

Alguna vez, tanto Malumián como Hernán López Winne dijeron que en su proyecto editorial comenzó con la publicación de libros que a ellos, por una razón u otra, los fascinaron y que no se conseguían fácilmente por estar agotados. Al cabo de 15 años, dado el crecimiento sostenido de Godot, ese criterio parece revalidarse. Se expresa no sólo en su catálogo, sino también en las ediciones realizadas con el cuidado que es el resultado de una verdadera pasión por los libros y con traducciones  en las que el lector de habla hispana que no es español puede reconocer en el lenguaje. Suele decirse que “para muestra basta un botón”. Basta con ver la gráfica de las tapas de los dos primeros libros de la Biblioteca Roth para comprender que ambas cumplen sobradamente con la condición que debería tener toda cubierta: constituyen por sí mismas una promesa de varias horas de inmersión placentera en mundo dentro del mundo que el autor creó solo con palabras.

Imagen de portada: Joseph Roth

FUENTE RESPONSABLE: Tiempo Argentino. Por Mónica López Ocón. 7 de marzo 2023.

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Los caminos del sentido

Poner atención al verso y no al poema. Poner atención al poema, y no al verso. Abrirle un tajo a las palabras, capilarizarlas. Añadir capas de sentido. Pensar: qué quiso decir. Pensar: qué dice. Pensar: qué me dice. Pensar: qué quiero que me diga.

No es original Mariano Peyrou en las tesis que defiende en Tensión y sentido (Taurus, 2021). En el libro, que no es un manual, que no es una historia de la poesía, como se explica en la nota de la contracubierta, el poeta y teórico no hace más que reflejar algunos puntos de la teoría literaria contemporánea y ponerlos en acción. Además de sumar a estos sus propias meditaciones al respecto y jugar con una completa serie de ejemplos extraídos de autores que van desde Shakespeare a William Carlos Williams, desde Wallace Stevens a García Valdés. Y, de ahí, a la pintura, a la música clásica contemporánea, a la idea de Vanguardia y a las filosofías relacionada con la creación artística.

Qué es el sentido. Cómo las palabras ayudan a construirlo. De qué manera el lector asume ese juego de comunicación con el poeta. Y, sobre todo, qué herramientas ofrece el lenguaje para ello. A partir de estas preguntas Peyrou inicia un repaso por algunos de los recursos habituales de la lírica histórica —pero, sobre todo, contemporánea— en un texto que, como él mismo reconoce, está «lleno de incoherencias, contradicciones, ideas sueltas y relacionadas muy débilmente», pero que ayudan a pensar el poema desde su concepción hasta el momento de su lectura. Y darle vueltas a todas las metamorfosis que su sentido sufre a lo largo del proceso y de la vida real del texto, una vez publicado.

Dividido en siete capítulos donde el autor analiza recursos estéticos como la yuxtaposición, la repetición, la ironía y lo prosaico, el argentino propone una reflexión para que quien acuda al libro pueda realizar el ejercicio de repensarse como lector de poesía.

Porque más allá de plantearse como una relación de técnicas para el escritor, Tensión y sentido parece configurado para que el lector comprenda que la lectura no es un ejercicio pasivo, sino que existen sendas —más oscuras e intrincadas, más oníricas, más realistas y basadas en el recuerdo, más abstractas, más luminosas y evidentes— que se puede decidir recorrer junto al poema. O no. Y que todo sea válido.

Con su habitual encantamiento discursivo —solo hay que escucharle, una vez por semana, en las propuesta de lectura que ofrece en el programa de radio La Estación Azul, de RTVE— Peyrou se apega, sobre todo, a la sugerencia en este libro. ¿Y qué sugiere? Rebasar límites, hilar conceptos aparentemente desvinculados, anatomizar el poema para diseccionarlo. Pero no desde un punto de vista filológico o lingüístico, sino sensorial. Esa es la clave de Tensión y sentido. Como el mismo autor afirma, el objetivo es «entender que la mayoría de las veces un poema no es más que un espacio para escuchar al otro que hay en uno, para llegar a las zonas de uno mismo que no conocemos del todo bien, que no solemos transitar en la vida cotidiana».

Un libro fallido no es un libro erróneo

Tensión y sentido nace con un destino naufrago. Lo hemos dicho, el autor lo asume al inicio: «No soy un erudito ni tengo una teoría». Por eso, el texto es una tentativa de abordar ciertos problemas que surgen a la hora de leer y de escribir. Más aún: un intento de acercarse a la poesía contemporánea, pero también a la más antigua y a la vez a otras disciplinas artísticas sin el prejuicio habitual de quien teme no entender, no alinearse con los autores y autoras, con lo que han querido —si acaso lo han querido— decir algo.

El objetivo que Mariano Peyrou parece haberse planteado en su trabajo es recordar al lector que en su bolsillo están las llaves de una libertad que a veces olvida. Cabe pensar que el trabajo del poeta está hecho. Ahora es el turno del lector. Es el momento de la lectura, el disfrute, el goce, el dolor, el recuerdo… Todo lo que nazca de la interpretación: más literal y acertada; más divagante y errónea —¿puede haber errores en la lectura?—. Porque, en el fondo, el objetivo es el espacio en blanco que se cuela entre las sílabas de la palabra diálogo.

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Autor: Mariano Peyrou. Título: Tensión y sentido. Editorial: Taurus. Venta: Todostuslibros

Imagen: Cubierta de portada de “Tensión y sentido”

FUENTE RESPONSABLE: Zenda. Apuntes, Libros y Cía. Por Daniel J. Rodríguez. Editor: Arturo Pérez-Reverte. 7 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Literatura/Poesía/Reflexiones literarias.

Los textos de las Pirámides, el Corpus Religioso más antiguo de Egipto.

A finales del siglo XIX, los arqueólogos descubrieron en numerosas cámaras funerarias de faraones del Reino Antiguo una serie de textos religiosos de contenido muy complejo que bautizaron como «Textos de las pirámides». El cometido de este corpus religioso era ayudar al alma del rey difunto en su renacimiento y a reunirse con los dioses en el más allá.

Cuando el año 1881 acababa de echar a andar, Gaston Maspero, que por entonces era director del Instituto Francés de El Cairo, quedó absolutamente sorprendido por algo que le mostró Auguste Mariette, director del Servicio de Antigüedades de Egipto y compatriota suyo. El anciano arqueólogo le enseñó los calcos de un texto religioso, de tamaño considerable, escrito en jeroglíficos y distribuido en columnas verticales. Los calcos le habían sido proporcionados por sus colaboradores, los hermanos Heinrich y Émile Brugsch, quienes los habían descubierto en la cámara funeraria de una tumba de la necrópolis de Saqqara. 

Mariette le dijo a Maspero que se trataba de la mastaba de un tal Pepinen, que había vivido durante el Reino Antiguo (2543-2120 a.C.). Aunque Maspero estaba seguro de que eso no era correcto y de que en realidad el nombre debía leerse Pepi, en referencia al faraón Pepi I, de la dinastía VI, y no «Pepinen». Maspero estaba convencido de que aquellas inscripciones procedían, sin lugar a dudas, de la cámara funeraria de su pirámide en Saqqara.

Recipiente para contener ungüentos con el nombre de Pepi I. MET, Nueva York. PD

LAS PIRÁMIDES YA NO SON «SILENCIOSAS»

El caso es que Mariette no podía admitir de ninguna de las maneras que un dogma de la egiptología de la época, como era el de «la pirámide silenciosa», fuera puesto en duda. De hecho, los investigadores de aquellos tiempos, con Mariette al frente, estaban seguros de que los muros de las pirámides no contenían ningún tipo de texto. Y este descubrimiento cambiaba totalmente el paradigma imperante. 

Finalmente, tras el hallazgo de la pirámide del sucesor de Pepi I, Merenre (que contenía, sorprendentemente, los restos del faraón), en la primera quincena de enero de 1881, Mariette tuvo que admitir que estaba equivocado. En efecto, en la cámara funeraria de Merenre aparecieron más inscripciones de ese tipo. El anciano arqueólogo fallecería pocos días después, el 18 de enero de 1881. Ese mismo año se descubrieron más cámaras funerarias decoradas con textos de las mismas características en diversas pirámides del Reino Antiguo. Entre el 14 y el 28 de febrero, en la pirámide de Unas, faraón de la dinastía V; entre febrero y marzo, en la de Pepi II, y entre el 18 de abril y el 29 de mayo, en la de Teti, ambos de la dinastía VI.

Los Textos de las pirámides inscritos en la cámara funeraria del faraón Teti. iStock

En realidad, Maspero participó activamente en todas las excavaciones. Tanto que durante la exploración de la pirámide de Pepi II, el arqueólogo vivió una situación realmente peligrosa, tal como se describe un un periódico de la época: «El señor Maspero quedó sepultado en una de las cámaras al derrumbarse la mampostería. E. Brugsch Bey consiguió salvarle tras muchas dificultades». 

EL «HIMNO CANÍBAL»

Pero ¿de qué clase de textos estamos hablando? Pues se trata de los conocidos como Textos de las Pirámides, una serie de textos sagrados que, según averiguó el propio Maspero, describían los diversos estadios del renacimiento del alma del rey difunto en el más allá. Estas inscripciones jeroglíficas se dispusieron en los muros de las cámaras funerarias en columnas verticales, de modo que pudieran ser leídas por el fallecido. «Duermes para que despiertes, mueres para que vivas», rezan algunos de estos textos.

La pirámide de Unas, en la necrópolis de Saqqara. Olaf Tausch (CC BY 3.0)

Son textos con un contenido religioso complejo. Por ejemplo, hay que destacar que en la pirámide de Unas, y en la de su sucesor Teti, los arqueólogos identificaron un texto que, por su sorprendente contenido, bautizaron como «Himno caníbal». El rey aparece aquí como «devorador de los dioses», para, con ello, hacerse con sus poderes y magia. «El rey es el toro del cielo que vive de la esencia de cada dios, que se ha comido sus vísceras cuando han venido», puede leerse en un fragmento.

TEXTOS POR DOQUIER

Con todo, los Textos de las Pirámides no son textos unitarios, al igual que ocurre con textos posteriores como los Textos de los Sarcófagos o en el Libro de los muertos. De hecho, el corpus incluido en los Textos de las Pirámides es muy amplio, y en cada caso se usaba una selección distinta de textos. Maspero llegó a recopilar más de 4.000 líneas de la que está considerada la más antigua plasmación de pensamiento religioso de la historia egipcia. El egiptólogo francés estudió a fondo los textos y también los publicó, una tarea titánica que fue descrita por Wallis Budge, orientalista y conservador del Museo Británico de Londres, como «uno de los grandes triunfos de la disciplina».

Estatuilla de la reina Ankhesenpepi. Museo de Brooklyn. Nueva York. PD

Años después, se descubrieron más cámaras funerarias en pirámides que contenían este tipo de textos religiosos. Es el caso de cuatro pirámides que fueron excavadas entre 1926 y 1933 por el arqueólogo suizo Gustave Jéquier: la del rey Ibi, de la dinastía VIII, y la de las reinas Wedjebten, Neith e Ipu, de la dinastía VI, lo que demuestra que las mujeres también tenían derecho a que hubiese textos religiosos inscritos en sus cámaras funerarias. A todos estos hallazgos se unió hace unos años, en 2000, el descubrimiento de la pirámide de la reina Ankhesenpepi, también en Saqqara. Y seguramente no será el último.

Imagen de portada: Interior de la cámara funeraria del faraón Unas, de la dinastía V, con sus muros recubiertos con los Textos de las pirámides. iStock

FUENTE RESPONSABLE: Historia National Geographic. Por Carme Mayans; Redactora de Historia. 7 de marzo 2023.

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Contra las hosquedades del mundo.

El andén fantasma

El tren que me ha traído hasta aquí partió a las tres y veinte de la tarde de un andén que no existe. Hasta ese momento había conseguido cumplir punto por punto las indicaciones que Edoardo me trasladó semanas atrás en su correo. 

Me bajé del avión, recogí la maleta, salí del aeropuerto. A mano izquierda, tal y como me había avanzado, encontré la parada del tranvía. Había mucha gente en la cola de las máquinas dispensadoras de billetes. Un hombrecillo menudo, con bigote blanco y aspecto de haber aprendido todos los trucos necesarios para sortear las dificultades de la vida, se puso a vender pasajes por su cuenta a quienes disponíamos de dinero en metálico. 

Me había gastado casi todas las monedas durante la espera en la T4 de Barajas, y las pocas que conservaba en un bolsillo de la mochila no bastaban para completar el precio. Le tendí un billete de veinte euros y me pidió que me subiera, tomara asiento y esperase, confiado en que los pagos de otros pasajeros le permitieran darme el cambio. No le dio tiempo a despachar más de dos o tres, porque enseguida un pitido intermitente anunció la inminencia del viaje. Me preparé para recoger mis cosas y bajarme, pero extendió hacia mí su mano abierta para indicarme que no me moviese: se hacía cargo de las circunstancias y me permitiría hacer el trayecto gratis. 

Ni él hablaba inglés ni yo acertaba a entender del todo su italiano, así que le dirigí una mirada que pretendía trasladar mi gratitud y él me devolvió otra en la que impostaba algo parecido a la camaradería. 

Tardamos unos quince minutos en llegar a la estación de Santa Maria Novella, cuyo aspecto desmiente categóricamente las solemnidades de su nombre. La terminal más bien parece un tendejón, aunque los carteles de los negocios que jalonan su vestíbulo intenten imprimirle el aire señorial de aquellos tiempos en que los viajes en ferrocarril alimentaban las fantasías de los autores románticos. 

Las pantallas informativas anunciaban que mi tren saldría de la vía diecisiete, pero al buscar la puerta correspondiente descubrí que la estación sólo cuenta con dieciséis andenes. 

Desconcertado, me dirigí a una mujer que ocupaba un asiento dentro de una pequeña cabina y a la que supuse encargada de dar respuesta a las solicitudes o las quejas airadas de los viajeros. La breve conversación tuvo un carácter tan surrealista que no me resisto a transcribirla en su literalidad más absoluta: «Perdone», la abordé, «en la pantalla pone que mi tren saldrá del andén número diecisiete, pero el último andén de la estación lleva el número dieciséis». Ella me observó con una sonrisa condescendiente: «Es que esta estación sólo tiene dieciséis andenes; a ver, ¿cuál es su tren?». «El 18771 con destino a Arezzo». Señalé hacia el panel, que quedaba justo frente a la cabina. 

Ella entrecerró los ojos para distinguir las letras y los números que brillaban en la pantalla y, acto seguido, su expresión adoptó un rictus de incredulidad. «Aquí nunca ha existido un andén diecisiete», dijo. Luego, como si quisiera esforzarse para disimular que se encontraba tan desconcertada como yo, añadió: «Mejor pregunte a otra persona». 

Pensé que aquello podía ser la coartada perfecta para emprender una fabulación borgiana o, cuando menos, un inicio aseado para un cuento de Cortázar, pero la realidad terminó siendo tan prosaica como acostumbra: el inexistente andén diecisiete era una prolongación del dieciséis. 

El crecimiento de la red ferroviaria había motivado la construcción de nuevas vías en una época en que la expansión urbanística de la ciudad hacía imposible cualquier intento de ampliar la estación, por lo que los nuevos andenes se levantaron al final de los que ya existían. Me contaron todo esto los agentes que custodiaban el acceso a la decimosexta puerta del gran vestíbulo, y tras mostrarles mi billete —esta vez había logrado adquirirlo a tiempo— recorrí en toda su longitud el andén correspondiente para dar a su término con aquel otro que figuraba en las pantallas y cuya numeración ni siquiera debía de ser fija, porque se exhibía tan sólo en otro panel luminoso y parpadeante cuyas trazas rudimentarias daban cuenta de su provisionalidad, y en el que aguardaba ya el tren que habría de llevarme a Sant’Ellero.

Un hombre a tientas camina

La imaginación prefigura la realidad antes de que la realidad se manifieste y, en consecuencia, tiende a generar unas expectativas que a la larga veremos inevitablemente defraudadas. 

Cuando me envió su primer correo electrónico —en el que dejaba muy claras las normas y de manera sutil, pero efectiva, daba a entender que bajo ningún concepto se admitirían excepciones—, me imaginé a Edoardo como un hombre de edad avanzada y personalidad adusta, con el ceño fruncido y las cejas pobladas, quizá también el cuello ligeramente encorvado. Anticipé una voz áspera, un tono seco y unos andares torpes o bruscos, y me había preparado para la eventualidad de una tensión que de alguna manera tendríamos que sortear durante el trayecto que nos correspondería hacer juntos. 

Pero cuando llego a la estación de Sant’Ellero y me lo encuentro esperando en el andén, Edoardo resulta ser un chico joven, que apenas ha cumplido la treintena, y cuya sonrisa de bienvenida es el preludio de una amabilidad exquisita. Me pregunta qué tal he hecho el viaje y se ofrece a hacerse cargo de mi equipaje para introducirlo en el maletero del coche. Se disculpa por el aspecto del vehículo —«el invierno ha sido duro y este coche no está pensado para el campo»— y me cuenta que tiene un hermano en Barcelona, que va por allí con cierta frecuencia, que le hace gracia que en España conozcamos a Eros Ramazotti. 

Dedicamos unos minutos a recordar lo bueno que fue Franco Battiato y, mientras arrancamos y comenzamos a rodar por unas carreteras estrechas que van sorteando las laderas toscanas, me explica que lleva diez meses trabajando en la casa, donde viene a ejercer las funciones de asistente. Ha cursado un grado en estudios europeos y pensaba perseverar en ese empeño hasta que la pandemia trastocó su plan vital: resolvió aislarse en una casa que su familia tiene por los alrededores y buscar en la naturaleza el alivio a los excesos de la civilización. 

No me dice de qué modo consiguió el trabajo que ahora le ocupa ni le pregunto cuánto tiempo piensa mantenerlo, si se plantea abandonar una vez que concluya el año o su propósito es permanecer allí de forma más o menos indefinida. 

El coche abandona la carretera y enfila un camino estrecho y pedregoso que se precipita en descensos repentinos y remonta poco después pendientes inverosímiles. A nuestro alrededor sólo hay bosque, una inmensa arboleda que apenas filtra los rayos del sol y cuyos troncos y ramajes se anudan hasta confundirse en un solo entramado laberíntico que parece el forjado de una reja encaminada a proteger los secretos de un paisaje orgulloso de su inexpugnabilidad. 

Creo entrever en algún momento, entre las líneas difusas que dibujan los contornos de los árboles altísimos y esqueléticos, la figura difuminada de un hombre  que camina con pasos titubeantes —«un hombre a tientas camina», acude a mi memoria el verso de Machado—, como si se hubiera perdido o anduviese buscando algo que se le ha caído del bolsillo. 

Pienso en decírselo a Edoardo, pero él está comentando algo sobre el clima y no quiero interrumpirlo, y cuando al fin podría hacer referencia al asunto éste ha quedado lo suficientemente lejos como para que cualquier formulación resulte inútil. Me dice que no estaré solo a mi llegada, que hay un poeta y dos traductores que están pasando unos días en la casa. 

Me pregunto si corresponderá a alguno de ellos esa silueta humana que he discernido desde la ventanilla, deambulando por el bosque. Recuerdo también el mensaje que me escribió Borja Ortiz de Gondra después de que hace unos días yo le enviara otro para comunicarle que me encontraba a punto de emprender el viaje: «Cuéntame, por favor, cómo está Beatrice».

El paisaje y los perros

Estoy instalado en una torre que se erigió en la Edad Media y cuyas ventanas se abren a la perspectiva idílica de un valle frondoso tras el que asoma, allá al fondo, el perfil suave de unos montes. En el cielo soleado viaja el presagio de la primavera. 

Me he despertado con el sol y he permanecido en la cama unos minutos, atento únicamente al canto de unos pájaros que saludan con alborozo al nuevo día. Cuando salgo al exterior, un ladrido celebratorio desvela la presencia de Pushkin y Clocló, dos de las mascotas del lugar. Están a las puertas de la casa, al otro lado del jardín, porque nunca se acercan a la torre, no sé si por pereza o porque están educados para que mantengan una distancia prudencial con los invitados. 

Clocló es una perrita de aguas, juguetona y cariñosa, con la que he hecho buenas migas desde mi llegada. En cuanto me ve, adopta la postura que considera más adecuada para recibir mimos y se deja acariciar con una docilidad entusiasta. Nació con un problema en la espina dorsal y camina con la cadera hundida, arrastrando las patitas traseras, pero la deformación no le impide correr y brincar con esa alegría infantil de la que hacen gala las criaturas de su especie. 

Pushkin suele mantenerse en un segundo plano. Cuesta acariciarlo porque rehúye a los extraños. Puede que lo maltrataran de cachorro y que arrastre desde entonces una comprensible desconfianza hacia mis congéneres. 

«Es todo un caballero», me dijo Beatrice anoche, cuando nos sentamos a charlar antes de la cena y él se repantigó en uno de los sillones de la sala de estar, indiferente a nuestras elucubraciones. Tanto él como Clocló proceden de un refugio para animales que hay por los alrededores. 

Beatrice, que lo visita con cierta frecuencia, los adoptó cuando supo que, a causa de la invalidez de la una y del carácter huraño del otro, nadie se decidía a acogerlos. También está Rosina, una carlino que es la reina del lugar y que prefiere moverse, lenta y discreta, por el interior. Ha habido otros perros antes. Dicen que sus cenizas están esparcidas por el jardín, y sus nombres se inscriben en placas que aquí y allá recuerdan que una vez existieron y fueron felices en estos mismos predios por los que pasean ahora Clocló, Pushkin y Rosina. La primera se recuesta complacida mientras le rasco la tripita y la espalda, y su mirada de gratitud es el antídoto contra las hosquedades del mundo.

Imagen: “Hosquedades del mundo”

FUENTE RESPONSABLE: Zenda. Apuntes, Libros y Cía. Por Miguel Barrero. Editor: Arturo Pérez-Reverte. 7 de marzo 2023.

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