Ondulaciones en el tejido del universo podrían revelar el inicio del tiempo.

Los científicos han avanzado en el descubrimiento de cómo utilizar las ondulaciones en el espacio-tiempo conocidas como ondas gravitacionales para asomarse al principio de todo lo que conocemos. Los investigadores afirman que pueden comprender mejor el estado del cosmos poco después del Big Bang aprendiendo cómo estas ondulaciones en el tejido del universo fluyen a través de los planetas y el gas entre las galaxias.

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No podemos ver el universo primitivo directamente, pero quizá podamos verlo indirectamente si observamos cómo las ondas gravitacionales de aquella época han afectado a la materia y la radiación que podemos observar hoy, explica Deepen Garg, autor principal de un artículo que recoge los resultados en la revista Journal of Cosmology and Astroparticle Physics. Garg es estudiante de posgrado en el Laboratorio de Física del Plasma de Princeton (PPPL) del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE).

Garg y su asesor Ilya Dodin, afiliado tanto a la Universidad de Princeton como al PPPL, adaptaron esta técnica a partir de sus investigaciones sobre la energía de fusión, el proceso que alimenta el sol y las estrellas y que los científicos están desarrollando para crear electricidad en la Tierra sin emitir gases de efecto invernadero ni producir residuos radiactivos de larga vida. 

Los científicos de la fusión calculan cómo se mueven las ondas electromagnéticas a través del plasma, la sopa de electrones y núcleos atómicos que alimenta las instalaciones de fusión conocidas como tokamaks y stellarators.

Foto NASA / WMAP Science Team en Wikimedia Commons

Resulta que este proceso se asemeja al movimiento de las ondas gravitacionales a través de la materia. Básicamente, hemos puesto a trabajar la maquinaria de las ondas de plasma en un problema de ondas gravitacionales, explica Garg.

Las ondas gravitacionales, predichas por primera vez por Albert Einstein en 1916 como consecuencia de su teoría de la relatividad, son perturbaciones en el espacio-tiempo causadas por el movimiento de objetos muy densos. 

Viajan a la velocidad de la luz y fueron detectadas por primera vez en 2015 por el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferómetro Láser (LIGO) a través de detectores en el estado de Washington y Luisiana.

Garg y Dodin crearon fórmulas que, en teoría, podrían llevar a las ondas gravitacionales a revelar propiedades ocultas sobre cuerpos celestes, como estrellas que se encuentran a muchos años luz de distancia. Cuando las ondas fluyen a través de la materia, crean una luz cuyas características dependen de la densidad de la materia.

Visualización de ondas gravitacionales | foto NASA en Wikimedia Commons

Un físico podría analizar esa luz y descubrir propiedades de una estrella situada a millones de años luz. 

Esta técnica también podría dar lugar a descubrimientos sobre el choque entre estrellas de neutrones y agujeros negros, restos ultradensos de la muerte de estrellas. Incluso podrían revelar información sobre lo que ocurría durante el Big Bang y los primeros momentos de nuestro universo.

La investigación comenzó sin tener idea de la importancia que podría llegar a tener. Pensé que se trataría de un pequeño proyecto de seis meses para un estudiante de posgrado que consistiría en resolver algo sencillo, explica Dodin. 

Pero una vez que empezamos a profundizar en el tema, nos dimos cuenta de que se entendía muy poco sobre el problema y que podíamos hacer aquí un trabajo teórico muy básico.

Los científicos planean ahora utilizar la técnica para analizar datos en un futuro próximo. Ahora tenemos algunas fórmulas, pero obtener resultados significativos llevará más trabajo, dijo Garg.


Fuentes: Princeton Plasma Physics Laboratory | Deepen Garg et al., Gravitational wave modes in matter, Journal of Cosmology and Astroparticle Physics (2022). 

Imagen de portada: Simulación numérica de la fusión de estrellas de neutrones para formar un agujero negro, con sus discos de acreción interactuando para producir ondas electromagnéticas | foto L. Rezolla (AEI) & M. Koppitz (AEI & Zuse-Institut Berlin).

FUENTE RESPONSABLE: La Brújula Verde. Magazine Cultural Independiente. Por Guillermo Carvajal. 21 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/Ciencias/Ondas gravitacionales/Espacio/Tiempo/ Investigación.

La teoría de la relatividad: explicación fácil y ejemplos.

La teoría de la relatividad supuso un antes y un después para la Ciencia moderna. Descubre en este artículo todo sobre esta teoría revolucionaria.

Desde Galileo, hasta Einstein, este artículo te ofrece una breve introducción histórica a la invención y desarrollo del principio de la relatividad, así como las principales aplicaciones que se derivan de él.

Principio de relatividad de Galileo

En el siglo XVII, el astrónomo, matemático y físico Galileo Galilei observó que era imposible que un viajero que estuviese encerrado en la bodega de un barco supiera si estaba parado o si, por el contrario, se movía en un mar en calma. 

Según Galileo, ya sea que el barco estuviese atracado o se moviese en línea recta a una velocidad constante, una manzana que cualquier marinero dejase caer desde lo alto del mástil, volvería a caer exactamente a su pie. Así fue como el físico italiano, Galileo, estableció su principio de relatividad que establece la siguiente premisa: «el movimiento en sí es como nada».

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Esto se traduce en la imposibilidad de que el movimiento de traslación rectilíneo y uniforme de un cuerpo móvil por una experiencia que se realiza sólo en su interior, sin referencia al mundo exterior. Las teorías de Galileo pasarían a formar parte de las predicciones más brillantes en el mundo de la física.

Galileo Galilei

Retrato del físico Galileo Galilei

Principio de relatividad de Einstein

El principio de relatividad de Galileo, aplicado como norma a la mecánica, fue prácticamente abandonado a finales del siglo XIX, cuando los físicos pensaron en remarcar el movimiento de la Tierra alrededor del Sol a través de un experimento óptico. Observaron que la luz no podía propagarse en el vacío y por ello idearon un medio particular que permitía esta propagación. 

A este medio lo llamaron «Éter» (que no debe ser confundido con el éter de la Química). Esperaban así que, del mismo modo que la velocidad del sonido se mueve a través del aire, la velocidad de la luz dependiera de la velocidad de la fuente en relación con el éter. Esto permitiría, por ejemplo, resaltar el movimiento de la Tierra en relación con el Éter y, de este modo, invalidar la relatividad galileana.

En el año 1887, Albert Michelson y Edward Morley consiguieron demostrar, gracias a un experimento que se ha hecho famoso a posteriori, que la velocidad de la luz en el vacío, que es aproximadamente de 300.000 kilómetros por segundo, toma el mismo valor que la velocidad de la Tierra alrededor del Sol. Por lo tanto, no logran resaltar el movimiento de la Tierra.

Así fue como este resultado invalidó la teoría del Éter e impuso la idea de que la luz se propagaba sin un soporte material. La velocidad de la luz en el vacío se convirtió entonces en un invariante, es decir, en independiente del estado de movimiento del observador. 

Posteriormente, en un artículo publicado en el año 1905, Albert Einstein extendió el principio de Galileo a todas las leyes de la física entonces conocidas. Entre todas ellas, a la mecánica y el electromagnetismo, lo que implica que la velocidad de la luz es idéntica en todos los marcos de referencia inerciales.

Albert-Einstein

Foto de archivo de Albert Einstein

De la Relatividad Especial (1905) a la Relatividad General (1915)

En 1905, Albert Einstein consiguió establecer que la teoría de la relatividad especial, fundando así la noción de espacio-tiempo y estableciendo un vínculo entre energía y masa. 

La relatividad especial también hace que la velocidad de la luz (en el vacío) sea una cantidad invariable, que permanece invariable sea cual sea la posición del observador. 

A partir de 1907, intentó describir la gravitación basándose para ello en la simple idea de que una persona en caída libre ya no siente su peso. En el año 1912 amplió esta idea al explicar que la luz debe tener una trayectoria curvada por la gravedad, lo que se verificaría durante el eclipse de sol de 1919.

Einstein pasaría los años siguientes desarrollando el formalismo matemático que refleja estas concepciones. 

El 25 de noviembre de 1915 fue capaz de presentar a la Real Academia de Prusia las ecuaciones definitivas de la teoría de la relatividad general. Esto se basa en el principio de equivalencia entre la gravedad y la aceleración, y quedaría remarcado en un artículo que se publicaría el 2 de diciembre de ese mismo año. Estos avances serían cruciales para las posteriores teorías de cuerdas.

La relatividad del tiempo

Para entender las consecuencias de las teorías y postulados de Albert Einstein, debemos pensar en un tren imaginario que viaja a una velocidad cercana a la de la luz en un movimiento rectilíneo y uniforme. 

Uno de los pasajeros del tren nota que dos haces de luz, emitidos simultáneamente en el centro del vagón, alcanzan las paredes opuestas simultáneamente. Por otro lado, esto no es lo que el jefe de estación observa desde el andén. Como la velocidad de la luz es la misma para todos los observadores, los haces de luz alcanzan las paredes opuestas del vagón en momentos diferentes porque uno de los haces debe alcanzar al tren. Así, la primera consecuencia de la relatividad de Einstein es que la simultaneidad de dos eventos es totalmente relativa al observador.

trayectoria luz

La trayectoria de la luz depende de la relatividad del observador

Estas consecuencias se derivan de una importante inversión conceptual. 

Hasta entonces, el tiempo y el espacio formaron el escenario en el que se desarrollaron los acontecimientos. Se consideraban nociones fundamentales y la velocidad era una noción que derivaba de ellas. 

Si el tiempo y el espacio deben adaptarse a una velocidad invariable, entonces se vuelven relativos al marco de referencia del observador y, por lo tanto, ya no son independientes, sino que forman una nueva entidad unificada, el espacio-tiempo. Esto influiría mucho en las teorías posteriores sobre agujeros negros

¿Qué aplicaciones tiene la teoría de la relatividad?

La variación de duraciones con el movimiento del observador ha sido comprobada experimentalmente con gran precisión, gracias a la desintegración de muones atmosféricos o aceleradores de partículas. Hoy en día, el principio de la relatividad del tiempo se usa comúnmente en la física fundamental, pero también es fundamental tener la teoría de la relatividad presente a la hora de sincronizar los relojes de los sistemas de geolocalización por satélite.

Imagen de portada: Gentileza de urban techno.

FUENTE RESPONSABLE: Urban Techno. Por Juan Pablo Longobardo. 24 de enero 2023.

Sociedad/Ciencia/Física/Teoría de la Relatividad/Tiempo.

Los bucles en el tiempo son factibles en nuestro universo, dice un nuevo estudio.

En ciertos universos, es posible lograr un ciclo de tiempo sin romper la física. Un nuevo estudio abre la puerta a esta increíble posibilidad.

Un nuevo análisis publicado en el servidor de preimpresiones arXiv por los científicos V. Vilasini, del ETH Zurich, en Suiza, y Roger Colbeck, de la Universidad de York, en Reino Unido, muestra que los bucles causales no se quedan en el campo de la teoría, sino que podrían darse, realmente, en más universos teóricos de lo que se esperaba anteriormente. Y podría ser que también en el nuestro.

¿Qué es un bucle casual?

Un bucle causal es un enigma clásico de viaje en el tiempo. Para explicarlo de forma sencilla, si envías información al pasado, por ejemplo, le das al científico alemán Albert Einstein la fórmula E=mc ² antes de que él mismo la teorice, luego la publica y tú, por tu parte, la buscas en un libro de texto y la encuentras como tal, con él como su creador, crearías una situación en la que la información no tiene un origen verdadero. El nuevo trabajo de investigación muestra que este tipo de bucle causal es posible en más universos teóricos de lo que se pensaba.

En los universos teóricos en los que esto es posible, no es necesario recurrir a una física que rompa el precepto de que algo se debe mover más rápido que la velocidad de la luz para poder, por ejemplo, enviar mensajes en el tiempo (tal y como nos muestran muchos libros, series y películas de ciencia ficción).

Los físicos han encontrado que los bucles causales, donde dos eventos separados en el tiempo se influyen mutuamente de manera paradójica, están permitidos en muchos universos teóricos, algunos de los cuales comparten características con el nuestro.

Los bucles causales no llevan forzosamente a paradojas dramáticas, pero evidencian que tanto el pasado como el futuro pueden correlacionarse de manera contraria a la intuición.

Imagen de portada: Ilustración ETH Zurich

FUENTE RESPONSABLE: ETH Zurich. Universidad de York. Por Sarah Romero. 18 de julio 2022

Ciencia/Física/Bucles/Tiempo/Investigación

El tiempo podría tener la estructura de un cristal.

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Un equipo de físicos ha detectado que la escala mínima de tiempo medible tiene varios órdenes de magnitud mayor que el tiempo de Planck, el mínimo establecido hasta la fecha. Esto, aplicado a las ecuaciones básicas de la mecánica cuántica, señalaría que la estructura del tiempo podría ser como la de un cristal, consistente en segmentos discretos que se repiten periódicamente.

El filósofo Heráclito (siglo V a.C.) relacionaba el tiempo con el estado de constante fluir de todas las cosas; y del tiempo decía Aristóteles “es un tipo de número”. La ciencia también se ha preguntado sobre la naturaleza del tiempo: ¿Es el tiempo un continuo (fluye sin cesar, como decía Heráclito) o es discreto (se divide en unidades consecutivas, como sugería Aristóteles)? Un nuevo estudio arroja algo de luz -y oscuridad- a esta cuestión.

Para intentar comprender lo que plantea este trabajo hay que comenzar explicando que en física hay establecido un límite temporal. Se trata del tiempo de Planck o cronón, y se considera el intervalo temporal más pequeño físicamente significativo (10-43 segundos).

El nuevo estudio ha demostrado que esa escala mínima de tiempo tendría varios órdenes de magnitud mayor que el tiempo de Planck.  Por otro lado, los autores del trabajo (de la Universidad de Waterloo y de la Universidad de Lethbridge, en Canadá, y de la Universidad de Alejandría, en  Egipto) han constatado que la existencia de ese tiempo tan mínimo alteraría las ecuaciones básicas de la mecánica cuántica.

Dado que la mecánica cuántica describe todos los sistemas físicos a una escala muy pequeña (subatómica), esta nueva medida temporal podría cambiar la descripción de los sistemas mecánico-cuánticos, afirman. Sus resultados han sido publicados The European Physical Journal C.

Buscando la estructura del tiempo

Impulsados por varios estudios teóricos recientes, los investigadores quisieron profundizar en la estructura del tiempo, en particular, en la cuestión largamente debatida (como hemos visto, incluso desde la filosofía clásica) de si el tiempo es un continuo o si es discreto. Para su estudio, partieron del presupuesto de que el tiempo es discreto o discontinuo, explica en Physorg Mir Faizal, uno de los autores del trabajo.  

Probaron este punto con la tasa de emisión espontánea de un átomo de hidrógeno. La emisión espontánea es un proceso por el cual un átomo en un estado excitado, pasa a un estado de energía más bajo, liberando un fotón en el proceso.

Descubrieron así que el tiempo mínimo era de magnitud mayor que el tiempo de Planck, pero no superior a una determinada cifra. Futuros experimentos podrían determinar el valor exacto de este límite de tiempo mínimo. Los efectos propuestos también pueden ser observables en otras tasas de desintegración de partículas y de núcleos inestables.

Implicaciones para el tiempo

Los científicos sugieren que aplicar esta nueva medida a las ecuaciones básicas de la mecánica cuántica modificarían la misma definición de tiempo.

Explican que la estructura del tiempo podría ser pensada a partir de estos resultados como una estructura de cristal, consistente en segmentos discretos que se repiten periódicamente.

En un plano más filosófico, el argumento de que el tiempo es discontinuo sugeriría que nuestra percepción del tiempo como algo que fluye de forma continua es sólo una ilusión.

«El universo físico es realmente como una película, en la que una serie de imágenes fijas crean la ilusión de imágenes en movimiento», afirma Faizal. Una ‘película’ que estaría producida por una estructura matemática subyacente discreta.

La propuesta señalaría a lo que decía Platón, que la verdadera realidad existe independiente de nuestros sentidos. «Sin embargo, a diferencia de otras teorías del idealismo platónico, esto puede ser probado experimentalmente, y no es solo un argumento filosófico», concluye Faizal.

Referencia bibliográfica:

Mir Faizal, et al. Time crystals from minimum time uncertainty.  The European Physical Journal C (2016). DOI: 10.1140/epjc/s10052-016-3884-4.   

Imagen de portada: Gentileza de Tendencias 21.

FUENTE RESPONSABLE: Tendencias 21. Eduardo Martínez de la Fé. Periodista cientifico. Editor de Tendencias 21.

Física cuántica/Tiempo/Medición de tiempo/Estructura/Investigación /Filosofía.