La trágica muerte de uno de los ejecutivos de origen latino de más alto rango en Estados Unidos, Gustavo Arnal, ha puesto de relieve la grave crisis que atraviesa una de las cadenas más famosas de ese país: Bed Bath & Beyond.
El empresario venezolano de 52 años, quien era director financiero (CFO en inglés) de la empresa de artículos para el hogar, murió el viernes en Nueva York tras caer desde el balcón de su apartamento en el piso 18 de un rascacielos en Manhattan.
La oficina del forense de la ciudad de Nueva York le dijo al canal CNBC que Arnal murió a causa de múltiples lesiones por contusión y que se quitó la vida.
Aunque Arnal no dejó una nota, muchos han vinculado su muerte con la crisis que viene atravesando la empresa a la que se sumó en 2020, en plena pandemia.
Tras conocerse la noticia de su dramático fallecimiento las acciones de Bed Bath & Beyond cayeron casi un 20%.
Días antes de que perdiera la vida su «número dos», la empresa había anunciado el cierre de 150 tiendas y el despido de cerca del 20% de sus empleados.
La cadena viene padeciendo problemas financieros causados primero por las cuarentenas generadas por el coronavirus y luego por el cambio en los hábitos de consumo debido a la inflación post pandémica.
En agosto, la empresa reportó una caída del 26% en las ventas durante el segundo trimestre.
Y las acciones de la cadena cayeron un 65% en el último año, con una volatilidad que las llevaron a ser catalogadas como «acciones meme», como se conoce a las que tienen precios basados más en rumores en redes sociales que en datos financieros de la empresa.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Bed Bath & Beyond es una de las tiendas por departamento especializadas en productos del hogar más importantes de EE.UU.
Escándalo
Diez días antes de morir, Arnal, quien también ocupó altos cargos ejecutivos en la empresa de cosméticos Avon y el gigante de bienes de consumo Procter & Gamble, se vio involucrado en un escándalo por presunto fraude financiero.
El pasado 23 de agosto, el CFO y otros grandes accionistas de Bed Bath & Beyond, entre ellos el presidente de GameStop, Ryan Cohen, fueron acusados en una demanda colectiva de haber inflado artificialmente el precio de las acciones a través del uso de información privilegiada para luego venderlas.
Según los demandantes, que reclaman US$1.200 millones, en la primera mitad de agosto la cotización de esos títulos aumentó casi un 600%, para luego desplomarse.
Durante ese período, Arnal vendió acciones de la empresa por un importe de US$1,4 millones.
En tanto, Cohen vendió toda su participación, equivalente al 10% del total de las acciones de Bed Bath & Beyond, llevando a que la cotización se hundiera.
Imagen de portada: GETTY IMAGES
FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 7 de septiembre 2022.
Sociedad y Cultura/Economía/Negocios/Venezuela/EE.UU./Salud Mental.
Los críticos y el público aclaman su obra a tal punto que ha sido coronada como la «reina del arte pop». Pero, como ocurre con muchas artistas femeninas, la historia ha olvidado en gran parte sus contribuciones, mientras se resaltan las de sus contrapartes masculinos.
En la década de 1960, Marisol Escobar (1930-2016), de ascendencia venezolana pero nacida en París, era uno de los personajes más importantes de la mítica escena artística de Nueva York.
Expertos afirman que tuvo una importante influencia en el afamado Andy Warhol, de quien fue amiga íntima y con quien asistía a las lujosas fiestas de la élite de la ciudad.
Sus piezas, a menudo esculturas satíricas inspiradas en el día a día que reflejaban los medios estadounidenses, ocuparon -y ocupan- espacios en importantes galerías, ferias y museos como el mueso MoMa y la Sidney Janis Gallery, en Nueva York, y la Bienal de Venecia.
Marisol (a secas, como decidió darse a conocer) también fue ensalzada por su personalidad introvertida y silenciosa, así como su belleza física, algo que no pasaba con los artistas hombres de su época.
GETTY IMAGES
«Marisol tuvo un papel importante en este movimiento [del arte pop]», afirma la curadora Jessica Beck, quien trabaja en el Museo Andy Warhol de Pittsburg, en Pennsylvania y quien recientemente curó una muestra que compara los trabajos de ambos artistas en el Perez Museum de Miami.
«También fue una especie de socialité, que era vista como alguien con mucho estilo y que era reseñada por revistas como Vogue», añade.
No obstante, en la cúspide de su carrera, a finales de la década de 1960, Marisol desapareció del mundo del arte y nunca regresó, pese a que se mantuvo trabajando hasta el final de su vida.
Aquí repasamos su historia, su ascenso como ícono artístico y las razones de su desaparición.
Una joven prodigiosa
Marisol, quien era parte de una acomodada familia venezolana, vivió su niñez entre Francia, Venezuela y Los Ángeles.
Pero fue en París donde un suceso trágico marcó para siempre a la artista. Cuando tenía 11 años, su madre se suicidó.
Lo que ocurrió influyó en su personalidad silenciosa, y en lo parco de su obra, mayormente realizada en madera y yeso, colorida pero plagada de rostros inexpresivos.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
«El silencio se convirtió en tal hábito que realmente no tenía nada que decirle a nadie», sostuvo la artista al filo de sus 30 años, según cuenta el crítico de arte del Washington Post y ganador del Pulitzer Sebastian Smee.
Pese al trauma, su talento siempre se mantuvo intacto.
Marisol, indica la curadora Jessica Beck, recibió educación artística desde temprana edad, que consolidó en su adultez pasando por instituciones como la École des Beaux-Arts de París, la Arts Students League de Nueva York y New School for Social Research, también en la Gran Manzana.
Fue precisamente en la ciudad de los rascacielos -en la que conoció a artistas como Hans Hofmann, Jackson Pollock y Franz Kline- donde su talento fue descubierto y explotado.
«Lo maravilloso sobre su historia es que en cuanto llega a Nueva York, ella encuentra reconocimiento», explica Beck, quien agrega que fue el coleccionista Leo Castelli quien en 1957 le ofreció la oportunidad de tener una primera exposición en solitario.
A partir de ese momento, solo cosechó éxitos. Sus piezas, descritas como una mezcla de pop, arte folk e influencias precolombinas, pasaron por las mejores galerías de Nueva York, pero también llegaron a lugares como Francia, Venezuela, Italia y España.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
Marisol Escobar en Venecia en 1968 cuando representó a Venezuela en la Bienal que se celebra en la ciudad italiana.
Miles de personas asistían a sus eventos y publicaciones como Glamour, Time y The New York Times escribían sobre ella.
Un ejemplo para Warhol
Andy Warhol y Marisol se conocieron en 1962. Hay anotaciones de Warhol sobre un encuentro entre ambos ese año en una cena con el también artista Frank Stella, según explica el Carnegie Magazine.
Para ese momento, ya Marisol era famosa, señala Beck. Warhol, por su parte, no alcanzaba el mismo nivel de reconocimiento.
«Son ambos de la misma generación, pero ella encuentra la fama y el éxito antes. A él le tomó 10 años lograr lo que Marisol hizo muy rápido en Nueva York», dice la experta.
Beck afirma que Warhol, quien es el artista plástico de la corriente pop más conocido y cotizado actualmente, «aspiraba a ser como Marisol».
Excéntrico y controvertido, se aseguró durante su carrera de siempre dar de qué hablar, ya fuera por sus relaciones con personajes influyentes, por los comentados encuentros en su taller «La Fábrica» o transformándose en un modelo profesional en contra de los paradigmas de belleza de la época.
FUENTE DE LA IMAGEN – PÉREZ ART MUSEUM MIAMI. Obra «Paris Review» (1967) de Marisol Escobar.
Y fue de Marisol, opina Beck, de quien él aprendió a lidiar con la prensa. En su silencio, en sus entrevistas cortantes, ella encontró una defensa «suave, pero a la vez firme» contra el excesivo escrutinio público.
«Warhol intentaba encontrarse. Se moría por ser famoso y tener atención. Pero a la vez buscaba cómo presentarse ante los medios, siendo un hombre homosexual, algo tan criticado en los años 50», cuenta Beck.
FUENTE DE LA IMAGEN – PÉREZ ART MUSEUM MIAMI. Obra «Three Coke Bottles» (1962) de Andy Warhol.
En una entrevista publicada en The New York Times en 1965, Warhol se refiere a Marisol como «la primera artista con glamur».
Mientras, en términos artísticos ambos se influenciaron entre sí. Trabajaron temas parecidos, como lo relacionado a la política y cultura consumista estadounidense, con obras en las que aparecen botellas de Coca Cola o la familia Kennedy.
Además, Marisol tiene entre su acervo una escultura de Andy y él la hizo aparecer en dos de sus filmes realizados entre 1963 y 1964: «Beso» y «Las trece mujeres más bellas».
FUENTE DE LA IMAGEN -GETTY IMAGES. Escultura «Andy» trabajada por Marisol entre 1962 y 1963.
¿Por qué Marisol fue olvidada?
En 1968, Marisol representó a Venezuela en la Bienal de Venecia, evento en el que presentó varias esculturas, como su obra Andy y su instalación The Party, una serie de piezas de madera en tamaño real que simulan los personajes de una fiesta, aunque todos tienen su rostro.
No era la primera vez que la artista escapaba luego de ser el «centro» del ojo público, indica Beck. Luego de encontrar el éxito tras exponer en la galería de Leo Castelli se fue a Italia una temporada.
FUENTE DE LA IMAGEN – PÉREZ ART MUSEUM MIAMI. Instalación «The Party» de Marisol Escobar, rodeada de las vacas de Andy Warhol.
Cuando regresó de ese primer viaje, encontró la escena del arte pop en todo su esplendor. No ocurrió lo mismo la segunda vez, cuando esta corriente artística había sido desplazada.
«Creo que algo pasó con ella. Regresó a su propia visión [del arte] y no necesariamente se alineaba con las tendencias que estaban ocurriendo en 1970 y 1980 en el mundo del arte», dice la experta.
Marisol produjo obras durante todos esos años, incluso en América Latina, en donde hizo varias piezas de arte público. Pero la prensa dejó de hablar de ella.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES- Retrato de Marisol Escobar en 1981 en la ciudad de Nueva York. La artista murió en 2016.
Su muerte, en abril de 2016 en Nueva York, trajo de nuevo atención a su trabajo. Pero todavía hoy es menos conocido que el de muchos otros artistas pop masculinos, como el de su amigo Andy Warhol.
«Hay una visión de que él [Andy Warhol] tiene una trayectoria de éxito, pero no es necesariamente real. Es solo la forma en la que se ha escrito sobre él», dice Beck.
«Pienso que a Marisol le pasó lo que a muchas artistas femeninas, que el mundo de la historia del arte es predominantemente masculino y blanco».
Imagen de portada: GETTY IMAGES
FUENTE RESPONSABLE: Ronald Ávila-Claudio. BBC News Mundo. 19 de agosto 2022
A Emilet Neda Granados le gusta acostarse sobre el pasto húmedo del parque Hellisgerði -más conocido como el parque de las flores- en el sur de Reikiavik, la capital de Islandia, porque de alguna manera le recuerda la brisa de las playas de La Guaira, la ciudad venezolana donde nació.
«Me encantan los ríos, el agua, la playa y me acuerdo de todo eso en este lugar».
La distancia entre La Guaira y Reikiavik es de 6.800 kilómetros, que Emilet intenta conjurar con solo cerrar los ojos y pensar en el mar que baña su ciudad natal. Cuando los abre de nuevo, se incorpora con dificultad y para caminar debe pelearle a su pierna derecha, que apenas puede mover.
Hace ocho meses, mientras arreglaba su pequeño apartamento en el centro de Reikiavik, una tabla que estaba destinada a ser una mesa le cayó en la mitad del pie derecho y se lo fracturó.
Desde entonces comenzó un trajín médico que la llevó a la depresión -el pie sigue sin curarse – y de allí, a su rutina de acostarse sobre la hierba de Hellisgerði para conectarse a ojos cerrados con su Venezuela natal y olvidarse de su dolor por un rato.
«Yo la he pasado mal. Yo lo único que sé es que, si tuviera mi aguardiente de culebra y mi loción de árnica, yo me habría curado en un mes», opina.
«Mejor dicho, si yo hubiera estado en Venezuela no hubiera padecido esto».
Pero no está. Emilet, como millones de venezolanos, huyó de su país debido a la crisis económica y política que ha marcado a Venezuela en la última década.
Lo curioso es que una isla, más cerca del círculo polar ártico que del Caribe y donde en invierno apenas hay cuatro horas de sol y temperaturas cercanas a los 20 grados bajo cero, se ha convertido en uno de los destinos elegidos por los venezolanos para empezar una nueva vida.
Emilet viaja desde su casa hacia el centro de idiomas.
Protección subsidiaria
De acuerdo con el gobierno islandés, en 2019 y 2021 Venezuela fue la nacionalidad con el mayor número de solicitudes de asilo aceptadas y en lo que va de 2022 solo ha sido superada por otra nacionalidad cuyo territorio se encuentra en jaque: Ucrania.
«Desde hace algunos años, especialmente desde 2017, los venezolanos gozan de lo que se llama protección subsidiaria, esto es un tipo de asilo que toma más en cuenta la situación del país que los casos particulares»,le explica a BBC Mundo Francisco Gimeno, líder de proyectos de la Cruz Roja de Islandia.
Si deseas ver el vídeo; pincha el link siguiente. Muchas gracias.
En 2019, Islandia aceptó 180 solicitudes de asilo de venezolanos, por encima de otras nacionalidades como iraquíes o sirios. En 2020 ese número, debido a la pandemia, se redujo a 104, pero en 2021 se duplicó respecto de 2019, con 361 casos.
Y hasta abril de 2022 ya van 265 solicitudes aprobadas a los venezolanos.
Esto, en un país donde la población total es de unas 365.000 personas.
«Eso es un número muy importante, teniendo en cuenta lo diferente que es el clima, el idioma y, sobre todo, lo lejos que queda Islandia de Venezuela. Pero muchos de ellos se han adaptado bien a un país como este», añade Gimeno.
Sin embargo, el aumento del flujo migratorio ha llevado a las autoridades islandesas a intentar cambiar el trámite de asilo para los venezolanos.
Caryna Bolívar hace su clase de zumba en uno de los lugares emblemáticos de Islandia.
La oficina de Migración de Islandia señala en un documento enviado a BBC Mundo que, en diciembre de 2021, publicaron «una notificación sobre un cambio en la práctica administrativa con respecto a las solicitudes de protección internacional de ciudadanos venezolanos».
Y ese cambio no es una buena noticia para los emigrados: radicalmente señala que, debido al «mejoramiento de las condiciones» en Venezuela, los ciudadanos del país dejarían de recibir la protección subsidiaria y deberían argumentar su caso de forma individual.
«Esa decisión, que también se intentó en 2020, fue denunciada ante una corte islandesa. En el caso del año pasado se logró revertir al explicarse que la situación en cuestión de derechos humanos en ese país continúa siendo delicada, pero este año estamos esperando la decisión de la corte», explica Gimeno.
Aprender como niños
Emilet supo que se tenía que ir de Venezuela cuando su sueldo de radióloga en el Centro de Salud de La Guaira apenas le alcanzaba para comprar un par de utensilios de limpieza.
«Por esos días, en 2015, mi papá murió y un sobrino, recién nacido, también falleció. Y como el hospital se quedó sin suministros para atender a los pacientes, yo lo único que hacía era presentarme, meterme en la sala de radiología y llorar todo el día», recuerda.
Aunque ella también trabajaba los fines de semana haciendo arreglos de fiestas infantiles para completar el sueldo, decidió que lo mejor era abandonar el país. Su primer destino fue Perú, «pero allá aguanté más hambre que en Venezuela».
El idioma es una de las principales dificultades que tienen los venezolanos para adaptarse a la vida en Islandia.
«Con un amigo investigamos y nos dimos cuenta de que Islandia podía ser un buen destino. Entonces comencé a hacer las vueltas».
Además de la amplitud que contemplaba la normativa de asilo, Islandia también es reconocido de forma global como uno de los países «más amigables» para los inmigrantes.
De acuerdo a una encuesta de Gallup publicada el año anterior, lo ubica en segundo lugar, solo detrás de Canadá.
En 2019 finalmente aterrizó en el aeropuerto de Keflavík de la capital islandesa y comenzó con los papeles de asilo. Ya los pocos meses obtuvo la aprobación. «Sentí que había llegado a la tierra prometida: nos daban un lugar, ayudas».
Pero la pandemia del covid-19, en marzo de 2020, puso un freno súbito a todo eso. No había trabajo y la pasó mal. Cuando a principios de 2021 la economía volvía a reactivarse, ocurrió el accidente de su pie.
«Y caí en una depresión muy fuerte. Mi pie primero se fracturó por la parte de arriba, después se desprendió por la parte de abajo y pasaban y pasaban los meses y no se soldaba. Había algo que no funcionaba bien».
Es llamativo el número de solicitudes de asilo, teniendo en cuenta lo distinto del clima, del idioma y, sobre todo, lo lejos que queda de Venezuela». Francisco Gimeno. Cruz Roja Islandia.
Emilet se toma la cabeza al hablar sobre el tema médico. Ella señala que cuando fue a urgencias para que le revisaran el pie tras el accidente con la tabla, le dijeron que no estaba fracturada y la enviaron de regresó a la casa.
«No se si me entendían o no. Primero no registraron la fractura y después, cuando por fin me ponen un yeso, no entendieron que yo era una mujer que acababa de comenzar la menopausia y que necesitaba un tratamiento de vitaminas para poderme curar la pierna», relata.
Uno de los diagnósticos que recibió de los doctores que la atendieron es que la demora en sanar tenía causas psicológicas, lo que para algunos especialistas representa uno de los principales desafíos que tienen las personas que huyen de un país como Venezuela y llegan a un país como Islandia: reparar su trauma mientras se adaptan a un país totalmente distinto al suyo.
«Muchas de las personas que llegan de Venezuela vienen muy dañadas», señala Alma Serrato, una psicóloga que trabaja en la asistencia social con los asilados que llegan a Islandia.
«Algunos fueron víctimas de la violencia, pero, sobre todo, les cuesta muchísimo procesar que esos ataques o la razón por la que huyes de tu país te los cause la entidad o las personas que se suponen eran las encargadas de cuidarte, de darte protección», opina.
Muchas familias venezolanos han llegado en los últimos años a Islandia y están de acuerdo en afirmar que es el «mejor país para criar un niño».
Y mientras procesan el desarraigo, muchos de los venezolanos tienen que enfrentarse a una especie de renacimiento en un país totalmente opuesto al que vivían.
«Son personas que ven por primera vez la nieve. Y que tienen que aprender cosas tan básicas como vestirse para el frío. Aprender cosas en tu nivel de adulto responsable. Y vuelves a ser como un niñito. Aprender a caminar en el hielo, en la nieve, aprender a comer, a hablar».
Hablar. Para muchos aprender el islandés se ha convertido en un desafío para la integración.
«Yo no sé en qué estaban pensando los vikingos cuando formaron estas palabras en este idioma», bromea y se queja Emilet. «Uno tiene que estar loco para entenderlo».
Islandés y español, agua y aceite
En el segundo piso de un edificio blanco ubicado en medio de un mall comercial del centro de Reikiavik funciona Multikulti, un centro de estudio de idiomas.
Uno de los requisitos que exige Islandia a las personas que reciben protección internacional es asistir a los cursos de islandés que brinda el gobierno.
Las clases de islandés en un centro de idiomas cerca del centro de Reikiavik.
En esta clase de español todos los estudiantes son venezolanos.
Esta tarde el salón que corresponde al curso de español está lleno de venezolanos. Hay un receso de 15 minutos. La mayoría de ellos se sirve café caliente de una jarra y habla, como ocurre frecuentemente entre la comunidad de inmigrantes por estos días, sobre los posibles cambios en la política de asilo.
Uno de ellos comenta que escuchó un rumor a que se han presentado muchos robos en el país hechos por venezolanos(información que no es confirmada por la policía) y que tal vez eso dé pie a que se considere el cambio de política. Emilet, que es una de las alumnas del curso, ignora la charla y se concentra en el papel donde está la palabra «nautakjöt», carne de vaca en islandés, que es parte del nuevo vocabulario del día.
«El islandés es un idioma con raíces germánicas muy difícil de aprender, en especial para las personas que hablan español, por varias razones: no ha evolucionado mucho en los últimos años y la construcción de las palabras es totalmente distinta al español», explica Mariel, docente de Multikulti.
Y pone un ejemplo con un animal: el pingüino. «En inglés se dice penguin… y en islandés se dice mörgæs, que viene de ‘mor’ o grasa y ‘gaes’, ganso. O sea, ganso obeso. El islandés no quiere parecerse a ningún otro idioma y por eso es tan difícil de aprender».
Para ella, el problema de fondo es que el país no estaba preparado para recibir a los venezolanos.
«Se nota por ejemplo en que no hay un diccionario de islandés-español y tampoco hay textos educativos para enseñarlo, así que eso es una dificultad», agrega.
BBC
Yo no sé en qué estaban pensando los vikingos cuando formaron estas palabras en este idioma. Uno tiene que estar loco para entenderlo»
Emilet
Y eso tiene consecuencias directas en la adaptación de los recién llegados.
«Evidentemente las personas que vienen con protección no son todas iguales, hay diferentes niveles de educación, niveles de experiencia laboral, pero si no se habla el islandés es muy difícil acceder al mercado laboral o, en otros casos, estudiar en una universidad», señala Gimeno.
Esto lo ha vivido en carne propia Angelei Quintero. Ella llegó en 2019 y le concedieron asilo político a los pocos meses, pero debido a que no habla el islandés le ha costado acceder a un empleo estable desde que arribó al país.
«Yo en Venezuela trabajé como funcionaria de la Policía Metropolitana de Caracas durante varios años y después cuando la absorbió la Policía Nacional Bolivariana», relata.
Ella estuvo en el frente policial durante las violentas manifestaciones de 2017 en contra del gobierno de Nicolás Maduro y allí fue donde su vida dio un vuelco.
«En mi perfil de Whatsapp pusé una foto de un líder social que murió durante las protestas que tenía el mensaje ‘Abajo la dictadura’. Y uno de mis compañeros me reportó y me iniciaron un proceso».
Angelei Quintero recuerda los días en que era funcionaria
Sintió que debía huir. «Me iban a meter presa. Y yo sabía que un preso político en Venezuela nunca sale de la cárcel».
Entre las opciones que tenía para irse había varios países nórdicos, que tenían políticas amables hacia los refugiados.
«Escogí Islandia entre otros países porque acá no había embajada ni consulado donde me pudieran echar mano», dice ella, vestida todavía con el uniforme del supermercado Krónan, donde comenzó a trabajar medio tiempo hace un par de semanas y es su primer empleo estable en el tiempo que lleva viviendo en la isla.
Islandia, ubicada unos 1.500 kilómetros al norte de Noruega y que fue habitada principalmente por colonos escandinavos que huyeron de los vikingos hacia finales del siglo IX, basa su industria en dos actividades fundamentales: la pesca y el turismo.
Ambas industrias combinadas representan el 19% de Producto Interno Bruto del país y el turismo es la industria obvia en la que recalan – o lo intentan- muchos de quienes recién llegan.
«Para entrar en la industria del turismo hay que hablar al menos inglés y yo no sabía. Eso me ha causado mucha angustia», cuenta Angelei.
Y su angustia tenía un afán: al marcharse, sus dos hijos quedaron en Venezuela y ella necesitaba juntar el dinero suficiente para traerlos.
A sus limitaciones a la hora de comunicarse con propiedad -conoció a un novio hablando a través del traductor del celular- y las restricciones a la socialización que impuso la pandemia del covid-19, se sumó otra dificultad: el clima.
«El invierno en Islandia es muy duro. Hay días enteros en que no ves una gota de sol. Y nosotros somos de Venezuela, imagínate», señala.
BBC- Muchos de ellos vienen muy dañados. Nunca pensaron que iban a ser atacados por la institución que se suponía debía protegerlos». Alma Serrato. Psicóloga
La tierra del hielo y la oscuridad
En 1990 se levantó sobre una de las playas de Reikiavik una enorme escultura con forma de barco y hecha de acero inoxidable que recuerda a los primeros viajeros que llegaron a este país.
La escultura, conocida como Solfar o «los viajeros del sol» y obra del escultor islandés Jón Gunnar Árnason, se convirtió en un símbolo de la ciudad.
Acaba de comenzar el verano y las decenas de turistas que se acercan a la enorme escultura para tomarse su respectiva foto se ven sorprendidos por una clase de gimnasia. Un grupo que se mueve al ritmo de una salsa de Marc Anthony.
Frente a un grupo de gimnastas que se ejercitan al lado de la escultura icónica de la ciudad está Caryna Bolívar. Ella es de Venezuela, de Caracas, pero no hace parte de la diáspora creada por la crisis reciente sino que ya estaba acá desde antes: hace 20 años salió de su país con la idea de vivir en Nueva York.
Y terminó en Islandia.
«He visto cómo ha aumentado la población de venezolanos y creo que todos coincidimos en que el clima es algo muy difícil de llevar: el invierno es muy largo. Hace frío todo el año. Incluso ahora en verano», señala.
Angelei Quintero junto a su familia en Islandia.
Caryna se dedica a dar clases de zumba y gimnasia en distintas partes de Reikiavik y ha visto que el invierno, donde las temperaturas pueden bajar hasta -30C, lleva a la depresión incluso a los propios islandeses.
«No se ve la luz del sol por meses y ese aspecto para personas que vienen de un país tropical como Venezuela, donde hay sol todo el año, puede ser impactante».
En esto está de acuerdo Alberto Marcano. Él llegó hace dos años a Islandia. Había salido de Venezuela por razones económicas y se había refugiado en Chile. Pero entonces llegó el estallido social de octubre de 2019 en el país del Cono Sur.
«Decidí irme porque no quería que mi hija, que estaba a punto de nacer, estuviera rodeada de ese ambiente donde lo estaban destruyendo todo», opina.
Alberto, que también es conocido por su alias de Kuzco y su profesión de comediante, se ha hecho famoso por sus tutoriales en YouTube sobre la vida en el país nórdico.
En ellos explica cómo es el idioma, las principales atracciones turísticas, qué se necesita para sobrevivir, pero también cómo es el día a día de un venezolano en Islandia.
Por ejemplo, recomienda a dos hermanas venezolanas que hacen los mejores tequeños y patacones «maracuchos» de Islandia, sus partidos de fútbol donde siempre va acompañado con la «vinotinto y oro» de la selección nacional de fútbol y datos útiles sobre la creciente comunidad de venezolanos que ahora habitan el país.
«Yo creo que el clima es mucho más difícil que el idioma… el idioma al final lo aprendes, pero el clima sigue siendo el mismo», señala.
Caryna Bolívar llegó hace 20 años a Islandia.
«Solo hay luz como por tres horas y está esa oscuridad total que dura desde diciembre hasta marzo. Eso es muy difícil porque parece que nunca te puedes despertar y vas como un zombi por la calle, como entre dormido y despierto».
Angelei tuvo que sobreponerse a la impresión que le provocaba la oscuridad -y no tanto el frío- a través de su experiencia como funcionaria de la policía: «Habrán sido las largas horas de guardia, pero ya puedo controlar muy bien cuando me da sueño», cuenta.
Esa capacidad de adaptarse a horarios y condiciones extremas le permitió conseguir una seguidilla de empleos hasta que pudo juntar el dinero para traer a sus dos hijos. Tras dos años de distancia, Angelei volvió a verlos y abrazarlos en diciembre de 2021.
«Fue un momento muy emocionante», dice mientras se seca las lágrimas. Y tenerlos cerca ahora le permite afirmar que emigrar a Islandia ha sido la mejor decisión que ha tomado.
«Cuando ellos van a la escuela yo no me preocupo si me los van a secuestrar o no. Cuando me acuesto, no me acuesto con el miedo de que se van a meter a mi casa. Para mí la Venezuela que yo conocí, y en la que crecí, ya no existe más. Es un recuerdo».
«Y es muy difícil regresar a lo que ya no existe».
Imagen de portada:ALBERTO MARCANO/KUZKO. Alberto Marcano llegó hace un par de años desde Chile, el país que había escogido después de salir de Venezuela.
FUENTE RESPONSABLE: Alejandro Millán Valencia. Enviado especial a Reikiavik. 20 de julio 2022.
Siempre he sostenido que Juan Carlos Santaella es uno de los más lúcidos ensayistas y críticos de las letras venezolanas. Sin aspavientos, guardado como un monje, nuestro escritor se mantiene atento desde su atalaya. Desde su casa los libros y los seres reales, como los imaginarios, lo visitan y lo revelan en silencio creador, para confirmar la densa materia de su inteligencia.
Quienes lo leíamos en los diarios, en los suplementos literarios, lo teníamos siempre como consulta. Destacaba su carácter intelectual, su capacidad académica sin abusar de las terminologías, como suele suceder hoy con quienes sostienen que es necesaria una exigente metodología para poder entrarle a un libro, sea éste bueno, regular o sospechosamente flojo. De esa tela hay mucho que cortarle porque algunos críticos, sumados al extremo teórico de las tesis ilegibles, se lanzan al ruedo para cotizar —con la verba atlética escolar— lecturas que pocos días después dejan de ser, de nombrarse, de respirar.
Juan Carlos Santaella sigue siendo un hombre joven. Nació en 1965 y desde hace mucho tiempo ha sido un nombre para destacar. Ha publicado, entre otros títulos: La literatura y el miedo (1990), con el que se alzó con el Premio Fundarte; El fuego y la hoguera, publicado por Monte Ávila en 1991, y Manifiestos literarios (1992), también con el sello de Monte Ávila, entre otros.
Con El huerto secreto (Monte Ávila, 1999), Santaella logra alcanzar una escritura que anima al lector por la cantidad de conocimiento crítico y una sensibilidad expresiva en el uso del idioma, al que convierte en objeto elegante.
2
El índice recoge los siguientes trabajos: Una introducción titulada “Los escritores felices no tienen historia”, luego el recorrido orgánico del volumen: “Ex Libris”, “La imaginación del ensayo: ¿qué sujeto nombra el ensayo?”, “Saber y poder de la crítica literaria venezolana”, “La literatura ya no va a la escuela”, “Oferentes de lo extraño”, “Mariano Picón Salas o la pasión autobiográfica”, “El huerto secreto”, “Ha muerto la poesía?: la inmensa minoría, poesía de fin de siglo, poesía y subversión”, “Las metáforas del futuro”, “Contra la lengua”, “Cuando la literatura ya no nos alcance”, “El sentido solitario de la crítica”, “La posmodernidad y sus discursos” y “Las aventuras del disimulo”.
Dada la importancia de cada uno de estos ensayos, mostraré al lector algunos fragmentos de ellos.
Buen provecho:
Los escritores no son héroes (…). El escritor es un héroe derrotado y sumido, por lo mismo, en una obstinante infelicidad (…). A partir de la infelicidad y de todas sus derivaciones secretas, surge el principio de la escritura, brota el poder de la palabra para dar testimonio de esta insoslayable pesadumbre. Con esto no quiero decir que la felicidad no sea, asimismo, un horizonte deseable en la vida y en la escritura de todo escritor (p. XI).
La relación mundo-escritor es una relación fundamentada en el miedo, la desconfianza, el odio y la segregación (…). La tragedia del escritor pertenece a un orden estrictamente espiritual (pp. XII-XIII).
Toda reflexión sobre el libro comienza por ser, de alguna manera, una reflexión sobre la memoria y también sobre el olvido (p. 1).
El libro deviene, así, en un objeto sagrado, en un artefacto cuidadoso que intenta explicar el sentido, el origen y las razones que mueven el alma atormentada de todos los pueblos (p. 3).
Como todos sabemos, la gran mayoría de las leyendas surgidas en torno al desarrollo de la colonización de América (amazonas, gigantes, animales fantásticos, riquezas insólitas, tesoros ocultos, etc.) se debieron a estas fábulas narradas en los libros de caballería. América inventada, narrada en un libro. Somos un continente que antes fue leído y escritor y que seguimos leyendo y escribiendo (p. 5).
Sigo con las citas porque bien valen la pena:
Después de muchos años soportando y padeciendo el rigor mezquino de los métodos, la implacable soledad interpretativa de las exégesis, el terror académico de los análisis literarios, pareciera que estuviésemos regresando, lentamente, a un tono y a una escritura de carácter ensayístico (p. 7).
Por lo que respecta al ensayo literario, éste sólo trata de reivindicar una serie de elementos que le son propios, vale decir, la brevedad, la audacia analítica, la parquedad, el humor, la sensualidad, las divagaciones conceptuales y la ponderada erudición. Al contrario de la crítica, sólo el ensayo es capaz de procurar en el ánimo del lector un proceso mediante el cual la escritura actúa como una sugestión infinita: no enseña, no prescribe, pero sí encanta y persuade en el placer de la letra escrita (p. 12).
(El fragmento anterior da pie para seguir en mi insistencia de afirmar que las tesis de grado, las notas críticas de algunos críticos, expertos en ladrillos y glosarios, sólo sirven para hinchar el ego de quienes las escriben y voltear los ojos de los autores “criticados”, tasados por experimentos que si bien intentan poner a pensar, hacen que el lector se aleje. De manera que no se trata de facilitarle las cosas al lector, no, se trata de que la lectura no exagere en el uso del diccionario de los métodos, en una demostración pedante de quien cree estar en un salón de clase de trigonometría verbal).
3
Podría seguir citando a Juan Carlos Santaella. Se puede recalcar con él:
Las palabras detentan el poder, y una palabra animada por un habla prepotente y definitiva es una palabra estéril, es una palabra paradójicamente muerta (p. 16).
La lectura de este libro de ensayos del autor venezolano revisa, escudriña la conciencia de quienes aún siguen siendo los amanuenses totémicos de la escritura crítica literaria. Quienes avalados por una larga lista de términos se convierten en impenetrables fantasmas.
Bien vale la pena volver a este libro, sabrosamente escrito, bellamente escrito, de nuestro autor Juan Carlos Santaella.
Imagen de portada: Gentileza de Letralia. Juan Carlos Santaella escudriña en este libro de 1999 la conciencia de quienes aún siguen siendo los amanuenses totémicos de la escritura crítica literaria.
FUENTE RESPONSABLE: Letralia. Tierra de Letras. Por Alberto Hernandez. 4 de julio 2022.
Organismos multilaterales, bancos de inversión y numerosos expertos prevén que en 2022 el país sudamericano verá crecer su Producto Interior Bruto (PIB), aunque difieren en la magnitud.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ubica este año a Venezuela como uno de los países que más crecerá en la región con un estimado de 5%, mientras el Fondo Monetario Internacional apunta a un más modesto 1,5%. La mejor previsión que se ha hecho pública hasta ahora la hizo en abril el banco de inversión Credit Suisse, que apuntó a un 20%.
En todo caso, se trata de un cambio bienvenido para un país cuyo PIB se encogió en 80% desde 2013.
Pese a la nueva tendencia favorable, algunos expertos han alertado que el rebote de la economía en Venezuela está tomando una dirección preocupante pues se trataría de una recuperación en forma de K.
¿Qué quiere decir esto?
A diferencia de la recuperación con forma de V, que indica una caída y una recuperación rápida; o de una U, que señala una recuperación más lenta; la K apunta hacia una caída rápida tras la cual hay una recuperación desigual en la cual algunos sectores resultan ganadores y otros, perdedores.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. La dolarización ha contribuido a la recuperación de la economía venezolana.
«Aunque los resultados económicos siempre varían entre las distintas partes de la economía, los economistas suelen entender que los ciclos económicos de recesión y recuperación están ampliamente correlacionados entre todos o la mayoría de los sectores de la economía.
«Lo que hace que una recuperación en forma de K sea diferente es que, mientras que algunas partes de la economía pueden disfrutar de una recuperación floreciente inmediatamente después de la recesión, otras pueden permanecer sumidas en un crecimiento lento o incluso seguir cayendo», se explica en la web Investopedia.
El concepto de una recuperación en forma de K se hizo popular a partir de los análisis que se hicieron en 2020 a propósito de la respuesta que estaba teniendo la economía de Estados Unidos ante la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus.
Pero, ¿cómo se refleja esto en el caso venezolano?
Una recuperación asimétrica
«Yo la llamo la peligrosa recuperación en forma de K», dice Leonardo Buniak, economista y calificador de riesgo, a BBC Mundo.
«Es una recuperación económica en donde el crecimiento no basta, es una recuperación económica bifurcada, asimétrica. La K es una letra que tiene una línea vertical y dos patitas: una que mira hacia arriba y otra que mira hacia abajo. La que va hacia arriba representa los sectores económicos de la economía venezolana que están resultando ganadores; y la que mira hacia abajo son los sectores económicos que se están perjudicando», explica.
Indica que eso quiere decir que pese a las estimaciones de crecimiento que se manejan sobre Venezuela, no todos los sectores van a estar creciendo, por lo que esos cálculos no reflejan realmente lo que está ocurriendo al interior de la economía venezolana.
José Manuel Puente, profesor de Economía del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), considera que aún es muy pronto para saber si la recuperación tendrá forma de K.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. La recuperación en K exacerba las desigualdades.
Este experto elaboró una «proyección de consenso» tomando como referencia las estimaciones elaboradas por una docena de instituciones reconocidas que hacen seguimiento a la economía de Venezuela -incluyendo organismos multilaterales, bancos de inversión, etc- y concluyó que este año el PIB de ese país aumentará entre 4% y 5%.
Sin embargo, señala que existe gran incertidumbre en torno a la posibilidad de que esa recuperación se mantenga en el tiempo, entre otras cosas, porque en parte está alimentada por un fenómeno exógeno, como es el aumento de precios del petróleo ocasionado por la invasión rusa de Ucrania.
«Hay muchas dudas sobre la sostenibilidad de ese crecimiento en el tiempo porque Venezuela no ha implementado un programa de estabilización con política fiscal, monetaria y cambiaria. Básicamente los fundamentos macroeconómicos de Venezuela siguen siendo los mismos y los problemas que llevaron a Venezuela a ese ciclo recesivo tan agudo siguen estando presentes ahí», explica Puente.
Ganadores y perdedores
Entre los principales beneficiarios de este crecimiento, Buniak menciona el comercio, los supermercados, las farmacias, las telecomunicaciones, los servicios y la alimentación.
Los llamado bodegones, tiendas que venden productos importados a altos precios en Venezuela, están entre los ganadores de la recuperación económica.
«Entre los sectores que están creciendo hay muchos vinculados a la importación. En Venezuela, el gobierno ha mantenido una marcada sobrevaluación del tipo de cambio, donde la tasa de deslizamiento del tipo de cambio con respecto al dólar es mucho más lenta que la inflación», explica.
Entre quienes están resultando perdedores, el economista menciona a los productores venezolanos de bienes transables, como el sector manufacturero, textil, automotor y la industria en general, ya que deben competir con productos importados cuyo precio es artificialmente más bajo debido a la sobrevaluación del bolívar.
También están entre los sectores perjudicados el turismo y el sector de la construcción.
Un país más desigual
José Manuel Puente indica que esta recuperación divergente tiene varias consecuencias estrictamente económicas como, por ejemplo, que algunos sectores que son muy importantes para generar crecimiento a largo plazo del país, como la industria, no registran mejoría.
FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS. La Venezuela de a pie convive con la Venezuela de los Ferrari.
Indica que también hay impactos desde el punto de vista distributivo porque hay algunos sectores que generan muchos empleos que no se están recuperando.
«La construcción es el sector que mayor cantidad de mano de obra absorbe y donde muchos de esos empleados son de estratos socioeconómicos bajos, y ese sector no se está dinamizando como consecuencia de este boom coyuntural», apunta.
Buniak, por su parte, hace énfasis en las consecuencias socioeconómicas.
«Cuando hablamos de sectores que se benefician o se perjudican tenemos que recordar que estos están vinculados a familias y, por tanto, esa K afecta socioeconómicamente a la población. En otras palabras, cuando la economía crece en forma de K lo que te está indicando es que las desigualdades económicas y sociales se están ampliando en Venezuela», apunta.
El experto señala que las desigualdades que se están gestando también son de tipo territorial, pues no todas las regiones o ciudades de Venezuela se están beneficiando de la recuperación económica.
«Caracas ha concentrado los beneficios de ser la capital de la República con mejores servicios, infraestructura, agua, electricidad, combustible, etc… Pero el interior del país, la provincia, está sumamente afectada [por fallas en esos servicios]. Por lo tanto, se marcan también desigualdades territoriales muy importantes en Venezuela», afirma.
A la hora de resumir su visión sobre este crecimiento desigual, José Manuel Puente apunta a la división de la población del país en dos bloques.
«Hay una serie de rubros de altos precios destinados al consumo del 5% o 6% de la población, los que están teniendo gran dinamismo, mientras que un 94% de la población queda execrada de todos los beneficios. La última encuesta de condiciones de vida Encovi cuantifica que el 94,5% de la población vive en pobreza, es decir, no tiene un ingreso para acceder a la canasta básica normativa de alimentos y medicinas», dice.
«Así, solamente un 5,5% de la población queda fuera de esa clasificación y son los que pueden llenar bodegones [supermercados que venden productos importados y de lujo], los que pueden llenar restaurantes y vuelos a Europa.
«Lo que se está generando es un modelo dual en el cual, en esencia, o la gente está comprando productos importados de lujo en un bodegón y montándose en un Ferrari o está desgarrando las bolsas de basura (para buscar qué comer)», concluye.
Imagen de portada:GETTY IMAGES. Luego de ocho años de caídas constantes, la economía de Venezuela ha retomado la senda del crecimiento.
FUENTE RESPONSABLE: BBC News Mundo. Por Ángel Bermúdez. 30 de junio 2022.
Una veterinaria venezolana ha decidido proteger al animal y darle los debidos cuidados dentro de una Fundación que rescata animales silvestres.
Si deseas conocer mas sobre este tema, cliquea por favor donde se encuentra escrito en “negrita”. Muchas gracias.
Un bebé de ajolote mexicano fue encontrado por una familia cuando visitaban una iglesia en Venezuela. La cría del anfibio —amenazado en peligro crítico de extinción— estaba dentro de una pequeña bolsa que abandonaron debajo de una imagen de la Virgen del Carmen, reconocida dentro de la creencia católica como la patrona del mar y de los marineros.
Tras el hallazgo de esta especie, única en sus características físicas y genéticas, la familia llamó a la médico veterinario, artista plástico y directora de la Fundación Plumas y Colas en Libertad,Grecia Marquís, quien sostuvo una conversación con RT para explicar cómo fue el rescate del animal.
Rostro del ajolote resguardado en Caracas Grecia Marquis / Fundación Plumas y Colas en Libertad
Marquís, que tiene 20 años de experiencia de trabajo con animales y fauna silvestre, añade que el ajolote «es uno de los animales más impresionantes, maravillosos y extraños del planeta», porque es un anfibio que no hace metamorfosis, como ocurre con la Salamandra; y es capaz de regenerar partes y tejidos de su cuerpo.
«Es impresionante cómo puede regenerar su cuerpo, lo que lo convierte en el único vertebrado capaz de regenerar sus extremidades y tejidos de sus pulmones, corazón, ojos, ovarios, médula espinal y cerebro. Esto lo hace gracias a su carga genética, a su genoma, que es diez veces mayor a la del humano, de allí sus increíbles capacidades».
Otras características
Marquís resalta que el ajolote, cuyo nombre científico es Ambystoma mexicanum, es uno de los animales más estudiados por los científicos, pues sus características regenerativaspodrían ser claves para encontrar la cura contra el cáncer.
El ajolote es un animal longevo, que puede vivir en su hábitat natural unos 10 años y en cautiverio hasta 20. Además puede llegar a medir 25 centímetros y se alimenta principalmente de moluscos, gusanos, larvas de insectos, crustáceos y algunos peces pequeños.
Son ovíparos y capaces de reproducirse una vez al año con dos métodos: uno sexual y otro asexual. Las hembras pueden poner entre 100 a 300 huevos, pero no todos eclosionan. Para nacer tardan entre 10 y 14 días.
La Comisión Nacional Forestal de Méxicoindicaque esta especie heredó su nombre del náhuatl Axolotl, que significa monstruo de agua, y vive entre los bosques de Oyamel y en los humedales de Xochimilco, donde puede encontrarse en arroyos y ríos. Su presencia indica además que hay agua limpia y un ecosistema sano.
La conservación del ajolote va más allá del ámbito científico y biológico. También existe un vínculo cultural ancestral con esta especie al ser considerada, segúnexplicala Fundación UNAM, como la hermana gemela de Quetzalcóatl, el Dios bueno, de la vida hermosa y feliz, que representaba la unión del plano terrenal con el espiritual para los pueblos prehispánicos de Mesoamérica.
En el pasado, los ajolotes tenían un hábitat que se extendía a los lagos de Texcoco, Xochimilco, Zumpango y Xaltocan, en el Valle de México, pero la presencia del ser humano, la destrucción de sus hogares y su extracción para tenerlos como mascotas, han generado la amenaza de extinción que presentan en la actualidad.
¿Cuál es la principal amenaza del ajolote?
Para la doctora Marquís, la presencia de este animal en Venezuela deja ver que existe al menos una persona que se dedica a reproducirlo en cautiverio. «Su historia es muy curiosa, alguien lo dejó allí por alguna razón, y al ver que es un animalito que está en peligro de extinción decidí quedarme con él».
«La reproducción en cautiverio ha logrado frenar los números rojos sobre su extinción», agrega la veterinaria y señala que una de las principales amenazas para este anfibio es la destrucción de su hábitat por la presencia del humano.
Marquís explica que la destrucción de los ambientes naturales se han convertido en un problema mundial que afecta a todas las especies. Por ejemplo, dice, en Venezuela hay en la actualidad una tala indiscriminada de árboles que está destruyendo el hábitat natural de muchas especies que pone en riesgo la biodiversidad y el ecosistema.
«En Caracas y en todo el país hay una tala masiva que afecta directamente la vida de todos. Al cortarse un árbol, las aves rapaces pierden sus lugares de anidación y la oportunidad de alimentarse. Además, con la tala de cada árbol se elimina un pequeño mundo de biodiversidad muy valioso, que acaba con la vida de colonias de insectos, invertebrados, nidos de aves y de mamíferos como ardillas, rabipelados, perezosos, puercoespines, entro otros».
¿Qué hace la Fundación Plumas y Colas en Libertad?
Marquis, que cuenta con una maestría en Gestión Ambiental, explica que desde la Fundacióncon la que trabaja desde hace 15 años, además de velar por las distintas especies que llegan heridas tras ser rescatadas por activistas, realizan una campaña para sensibilizar sobre el tráfico de animales silvestres, la importancia de que vivan en libertad y la conservación de sus hábitats.
La campaña, llamada ‘Mascota o prisionero’, busca generar empatía con animales como aves, tortugas, iguanas, monos, culebras, entre otros, que suelen se vendidos por traficantes en las carreteras del país. «Lo que queremos es que las personas sientan lo que puede vivir un animal enjaulado o encadenado, cuando debe vivir en libertad. Una mascota te recibe alegre, moviéndote la cola, corriendo por la casa, pero no un animalito encerrado o con una cadena en el cuello como pasa con los monos».
Aunque en Venezuela hay leyes que condenan el tráfico y tenencia de animales silvestres, Marquis considera que pese al trabajo de las autoridades en los últimos años, todavía queda mucho por hacer. «Los entes que regulan y que vigilan, como Guardería Ambiental (de la Guardia Nacional Bolivariana), que tiene una gran participación, deben tener más presencia en las carreteras para enfrentar a los traficantes de animales. No es solamente hacer campañas educativas para que la gente no compre animales silvestres, el tráfico de fauna tiene que ser penado. Debe haber castigo y vigilancia».
Marquís señala que cuando las autoridades decomisan animales a traficantes, deberían también procurar devolverlos a sus hábitats naturales y no encerrarlos en un zoológico, donde se les priva de libertad de por vida. «Desde mi experiencia, cuando recibo a estos animales que una vez fueron libres, evalúo cómo puedo ayudarlos para que vuelvan a la libertad y no queden en cautiverio. Por eso las experiencias más bonitas que tengo son las liberaciones».
La doctora resalta que las personas pueden llegar a tener como mascotas especies sumamente extrañas. «Una vez me llevaron a consulta privada un inmenso cangrejo azul y un escorpión gigante de EE.UU». También ha atendido halcones, búhos, gavilanes, guacamayas, roedores, entre otros.
«Nos han llegado búhos pequeños que se caen de sus nidos y nos toca enseñarlos como si fuéramos sus padres porque quedan huérfanos. Los entrenamos para que puedan vivir en libertad y puedan sobrevivir, porque los depredadores como ellos, las rapaces, están en lo más alto de la pirámide alimenticia y cumplen una función muy importante en el ecosistema».
¿Cómo financia su trabajo?
La Fundación que dirige Marquis trabaja a través de la autogestión, pues no cuenta con apoyo financiero privado o gubernamental.
Los pocos recursos que maneja para atender a los animales que rescatan se obtienen a través de donaciones y de laventade pinturas y otras piezas de arte que ella misma realiza.
«La situación económica actual ha puesto un poco difícil la venta de arte, pero igual lo sigo haciendo. También hago llamados para que las personas aporten lo que puedan, porque todas las donaciones son valiosas».
La fundación a cargo de la doctora Marquís se encuentra ubicada en La Trinidad, en el estado Miranda, cerca del llamado Bosque del Volcán, entre los municipios Baruta y El Hatillo, un lugar que —advierte— está siendo dañado por la recurrente actividad humana que ha venido en aumento para realizar actividades turísticas y deportivas.
En la isla de La Palma, cada año se festeja el retorno de los emigrantes canarios desde Cuba. La fiesta se conoce como el Carnaval de los Indianos.
En Canarias no se toma el autobús, como en buena parte de España, se toma la guagua. No se come cacahuete, se come maní. La basura no se tira, se bota.
Un viaje por cualquiera de sus islas y el acento y vocabulario pueden desorientar a un despistado, que puede pensar que ha llegado a Cuba o a Venezuela. Incluso a ambos países a la vez.
Las coincidencias no son casualidad.
Desde el siglo XVI hasta nuestros días, Canarias y América Latina, en particular el Caribe, han mantenido una relación muy estrecha.
Es por ello que los lingüistas no dudan en afirmar que «no hay español más europeo que el del Caribe y no hay español más latinoamericano que el de Canarias».
Pero, ¿por qué entre los mismos canarios algunos nos recuerdan el acento de venezolanos y otros de cubanos?
Colonizaciones simultáneas
La lengua española llegó a Canarias y a América Latina prácticamente al mismo tiempo.
Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro y La Gomera fueron conquistadas en la primera mitad del siglo XV, y en 1496, la corona de Castilla culminó su conquista sobre el resto de islas, Gran Canaria, Tenerife y La Palma.
Es decir, solo cuatro años después de que Cristóbal Colón llegara a América.
Antes de la llegada de los europeos, en Canarias existían distintas comunidades aborígenes que hablaban lenguas de origen bereber.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
El español de Canarias y América Latina es muy parecido porque ambas regiones tuvieron procesos de colonización paralelos.
«Canarias fue el primer gran experimento del español fuera de España y esto influyó mucho en cómo se terminó hablando en América Latina», afirma el historiador Manuel Hernández, de la Universidad de La Laguna en Canarias.
El español que llegó a Canarias ya tenía ciertas particularidades que lo hacían diferente al que se hablaba en Castilla.
Estaba muy influido por el andaluz, dado que muchos de los conquistadores procedían de Andalucía occidental, en el sur de España, y Extremadura, en el suroeste.
De ahí que en general, los canarios sesean y en la práctica generalmente no distingan entre la C, la Z y la S.
Sí, como también sucede en América Latina.
Además de este seseo, los expertos también observan como rasgo común la debilidad a la hora de pronunciar consonantes al final de cada sílaba.
Luego, en cuanto al vocabulario, hubo gran influencia de los portugueses, que llegaron a Canarias muy poco después de la conquista y fueron protagonistas de los sectores primarios de la economía, como la agricultura, la pesca o la producción del vino y el azúcar.
«Los portugueses manejan un vocabulario atlántico que nutrió al español de Canarias. Los castellanos eran de tierra adentro y algunos andaluces conocían el Mediterráneo, pero la nueva realidad necesitó palabras nuevas que no existían», indica Marcial Morera, miembro de la Academia Canaria de la Lengua.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
La geografía y climatología de Canarias, muy distinta a la peninsular española, fomenta la adaptación de un español distinto que luego se transmitió en América.
Así, muchas palabras canarias son adaptaciones del portugués al español, lo que se conoce como portuguesismos.
Ejemplos hay varios en el español que usamos a diario en muchos países de América Latina. Amarrar en lugar de atar, botar en vez de echar, gavetas en lugar de cajón o fósforo en vez de cerilla.
«Muchas son palabras sobre todo derivadas del lenguaje marinero de los portugueses», explica Morera.
Al igual que en Canarias, la mayoría de conquistadores que llegaron a América procedían de Extremadura y Andalucía.
Esto nos lleva a la pregunta de por qué es el modo de hablar canario el que acaba imponiéndose en el Caribe.
Migración constante y familiar
Una razón puede encontrarse en el tipo de migrantes.
A diferencia de los procedentes de Andalucía, Extremadura y Castilla, en su mayoría varones, cuando los canarios buscaron oportunidades en el «nuevo mundo», lo hicieron desplazándose en familia y con gran presencia femenina, incluso desde barrios y municipios enteros.
«Esa migración familiar y comunitaria permitió la transformación del habla. En Cuba, Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana hay pueblos enteros que fueron fundados por familias canarias», cuenta Hernández.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
Grabado del puerto de La Habana, en Cuba.
También influyó en la rápida absorción del canario en las Antillas -a diferencia de en otras regiones de América Latina-, lo diezmada que quedó la población autóctona tras las primeras décadas de conquista.
«En 1650, en Cuba apenas había 20.000 habitantes. Las Canarias, mucho más pequeñas en territorio, tenían más de 100.000», dice el experto.
Eso propició que el acento y vocabulario de Las Canarias se impusieran sobre otros acentos.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
La industria azucarera cubana atrajo miles de migrantes canarios por más de 300 años.
Viajes de ida y vuelta
El caso de Cuba es especialmente notorio porque el flujo migratorio se mantuvo durante siglos.
«Emigraban una y otra vez para trabajar en la industria azucarera y tabacalera. Allí había oportunidades laborales que no encontraban en Canarias», comenta Hernández.
«El parecido del canario con el cubano es evidente y es quizás donde se encuentren las mayores similitudes. Algo lógico, porque la presencia canaria en la conformación cubana de los siglos XVI, XVII Y XVIII es enorme», completa Morera.
Todavía en el siglo XIX y comienzos del XX, los canarios seguían buscando fortuna en Cuba.
Aunque el profesor Francisco Jesús Moreno, del Centro Heidelberg para estudios Iberoamericanos, advierte que entonces se daba un tipo de migración diferente.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
El auge del petróleo en Venezuela fue reclamo migratorio de muchos rincones del mundo, incluyendo las Islas Canarias.
«Ya no solo emigraban para vivir por siempre. Muchos iban, trabajaban de sol a sol durante dos o tres años, y regresaban a Canarias para comprarse allí un terreno».
La migración a Cuba empezó a disminuir a partir del crac de 1929 y prácticamente terminó en 1959, con la llegada de Fidel Castro al poder.
La revolución comunista hizo que muchos emigrados canarios, de primera y otras generaciones, apresuraron su regreso a sus islas tras la expropiación de negocios y propiedades.
«Regresaron con una mano delante y otra detrás», afirma Morera.
Esto, a su vez, hizo que los nuevos emigrados influyeran en el español canario.
El boom de Venezuela
En ese contexto, Venezuela, que a mitad de siglo XX ofrecía grandes oportunidades económicas gracias a la industria petrolera, se convirtió en el destino preferido de los canarios.
Marcial Morera también vincula el impulso migratorio a Venezuela al idioma y la similitud del acento.
«El español venezolano se conforma a partir del español del Caribe en el que, como comentamos, Canarias participó de forma importante», dice.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
La modernización y auge económico de Venezuela atrajo mucha más migración canaria, especialmente tras la llegada del comunismo a Cuba.
Si bien los canarios comenzaron a asentarse en este país también desde tiempos de la conquista, la mayor oleada se produjo entre los 40 y los 70 del siglo pasado.
Emigraron algo más de 100.000 personas desde Canarias, especialmente desde las islas occidentales como El Hierro, Tenerife y en menor medida Gran Canaria.
Fue la época de la posguerra y los años de aislamiento español durante el franquismo, caracterizados por la precariedad económica.
«La crisis en Canarias y la última época dorada del petróleo llevó a numerosos migrantes, generalmente jóvenes, a arraigarse allí. Las mujeres supusieron más de la mitad de la emigración», comenta Hernández.
Sin embargo, con el empeoramiento de la economía venezolana desde los 90 , la transición democrática en España y el desarrollo del turismo, varias generaciones regresaron a las islas.
«Lo mismo que pasó con Cuba, pero unas décadas después. Muchos nietos de canarios han venido ahora para acá», agrega Hernández.
Acentos uniformes y diferencias
El aislamiento entre las propias islas Canarias y el resultado de cientos de años de migración y retornos ha hecho que en cada isla, incluso municipio, se hable de forma distinta.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
Tanto en Canarias como Cuba se conoce como pan con timba al pan con guayaba.
«Las islas no tienen una forma uniforme de hablar. En Las Palmas o Lanzarote suenan más parecido a los cubanos. Luego, las canarias occidentales como Tenerife o El Hierro han tenido mucho más influencia del mundo venezolano. Más del 70% de los migrantes a Venezuela vinieron de esas islas», apunta Hernández.
«Es normal que en El Hierro, por ejemplo, se note más la similitud al venezolano. En una isla tan pequeña, el peso de los retornados ha sido más fuerte», añade.
Moreno agrega que, a pesar de las diferencias entre islas, ahora que la gente se mueve entre unas y otras, los acentos y vocabularios están más mezclados.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
En algunas islas más pequeñas, como El Hierro, el peso de los retornados ha tenido un impacto más visible en el habla y vocabulario.
Las diferencias a veces son casi imperceptibles y dependen de la entonación y el origen de algunas palabras del vocabulario.
Aunque en el primer caso, como apunta Moreno, «se han hecho estudios en que la curva del habla entre Las Palmas de Gran Canaria y La Habana, o incluso Santo Domingo, las similitudes son idénticas».
Luego, en cuanto al vocabulario, el español de Canarias y el Caribe también fue influido por los pobladores originales
«En Canarias se usan ‘guanchismos’, palabras derivadas de los indígenas guanches, entre las que destacan ejemplos como ‘gofio’ para referirse a la harina de maíz o ‘mareta’, para nombrar un estanque de agua de lluvia», dice Moreno.
Y añade que en el Caribe se usan «indigenismos de diversas lenguas como ‘guajiro’ para sinónimo de campesino y africanismos como ‘bemba’ para los labios o ‘malanga’ para un tipo de tubérculo».
Toda esta inverosímil mezcla ha resultado en la extraordinaria vivacidad y creatividad el español caribeño.
FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES
Las Islas Canarias son famosas por sus carnavales.
Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES
FUENTE RESPONSABLE: HayFestivalArequipa@BBC Mundo por José Carlos Cueto
Rafaela Baroni tiene 82 años y vive en un pueblo de Venezuela. Estuvieron a punto de enterrarla dos veces. Los detalles.
Rafaela Baroni es una venezolana muy particular. En el pequeño pueblo de Betijoque, en el estado de Trujillo, es una celebridad, en parte por sus valiosas obras como artista plástica, casi todas apuntadas al arte religioso, pero mucho más porque «volvió dos veces de la muerte», experiencias de las que Rafaela, hoy de 82 años, cuenta vivencias con una precisión sIngular.
La primera vez que Rafaela «murió» era una niña, tenía apenas 11 años, ya había perdido a su padre y su madre se había vuelto a casar mudándose a Mérida, donde una tarde de 1945 la encontraron inmóvil y sin signos vitales.
La llevaron de urgencia a un médico que vivía en las cercanías y el médico, tras revisar, confirmó la peor noticia: «la pequeña ha muerto». Luego de tan terrible desenlace, inexplicable porque Rafaela parecía gozar de buena salud, se hizo el velatorio, y cuando estaban por sepultarla la nena empezó a moverse, sumiendo a todos en shock. Desde entonces sería «Rafaela, la que volvió de la muerte».
Ella recuerda el tema «como si fuera hoy», dice, «recuerdo que oía todas las conversaciones, hasta veía a los asistentes, me alegré incluso cuando vi que habían venido mis abuelos, me acuerdo de mi desesperación cuando veía que me iban a enterrar y yo trataba de moverme y decirles que estaba viva…».
«El milagro de Rafaela» ganó todas las conversaciones, y le dio un aire de misticismo que la acompañaría toda su vida, señalando incluso su tarea como artista plástica. «Recuerdo que quería ayudar a todos, una vez murió una vecina de lepra y nadie quería tocarla para vestirla antes de enterrarla para no contagiarse, yo fui y me encargué de vestirla y la metía en el ataúd, lo que hizo que luego cuando alguien tenía desgracias en la familia me llamara para ‘preparar a sus muertos’, hice ese trabajo unos cuantos años…», indica con una sonrisa.
El matrimonio de Rafaela con Leopoldo Sánchez, un hombre con el que recuerda haberse casado «en contra de mi voluntad», no duró mucho y a los 31 años se volvió a casar con «el amor de mi vida, Rogelio Albornoz», hasta que en 1977, después llegaría «su segunda muerte».
«Estuve muy enferma, pasé 19 días en coma y finalmente me dieron por muerta otra vez, llegue a estar así casi tres días, no me enterraron porque había unos papeles que faltaban, así que me llevaron a la morgue de Boconó y me dejaron en el piso hasta que aparecieran esos papeles», contó Rafaela de aquella situación,recordando que también «podía ver y escuchar todo, cuando los empleados de la Morgue vinieron finalmente a buscarme, empecé a moverme y allí casi se mueren ellos del susto. Salieron corriendo gritando que estaba viva…», apuntó.
Hoy, en Betijoque, a «la mujer que murió dos veces» la gente le lleva a familiares con diversos problemas de salud «para que los cure», sobre todo chicos.
Gente de todas partes de Venezuela peregrina a su casa, y como anécdota Rafaela recuerda que en 1997, cuando Hugo Chávez pasó en campaña por la zona, ella le tomó las manos y vio el final que tendría: «Le dije ‘Presidente, no necesitas buscar votos, tú tienes que cuidarte porque te viene algo muy bravo'».
La foto de Rafaela con Hugo Chávez, en la campaña de 1997. «Ví lo que iba a pasar», dijo la mujer.
Esa «segunda muerte», hizo que los médicos estudiarán detenidamente su caso y fue cuando al fin le diagnosticaron «catalepsia», un estado en el que se yace sin poder moverse, incluso sin signos vitales, pero en estado de consciencia.
Las razones por las que se puede producir son múltiples y en el caso de Rafaela nunca fue explícito. Ese segundo episodio que lleva a que la entierran viva no fue sin graves secuelas, perdió el habla durante meses. Luego llegaría un accidente de tránsito, varias circunstancias traumáticas, incluso una internación por varios meses en un hospital psiquiátrico, ceguera temporal, hasta que Rafaela cuenta que apareció en mis sueños la Virgen del Espejo, y en homenaje a ella empecé a tallar en madera, y seguirán diversas manifestaciones artísticas, todas con el tono religioso como norte.
Las pinturas y esculturas de Rafaela Baroni remiten casi siempre a motivos religiosos.
«Ya he pasado los 80 años y espero la muerte todos los días», señala, espero que me entierren en la cripta que yo misma he hecho en Paraíso de Aleafar, taparán mi cara con un blanco lienzo, me vestirán de azul como yo quiero (…) Volará mi alma no sé si al cielo o al infierno, donde Dios tiene reservado mi lugar…».