Nuestros vecinos cósmicos son recién llegados: se modifica la historia de la Vía Láctea.

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La mayoría de las galaxias compañeras de la Vía Láctea son recién llegadas a nuestro rincón del espacio: según datos de la misión Gaia de la ESA, y contrariamente a lo que se pensaba hasta hoy, las galaxias enanas que rodean a la Vía Láctea han llegado a nuestra vecindad cósmica en los últimos miles de millones de años.

La misión Gaia de la ESA ha aportado nuevos datos que podrían obligar a los astrónomos a reconsiderar la historia de la Vía Láctea: las galaxias enanas que la rodean no estarían allí prácticamente desde su formación, como se pensaba hasta hoy. Por el contrario, sería su primera “visita” y habrían llegado recientemente para los tiempos cósmicos.

Una galaxia enana es una galaxia pequeña integrada por varios millones de estrellas, pudiendo llegar hasta unos pocos miles de millones. Por el contrario, las galaxias “estándar” poseen muchos miles de millones de estrellas, incluso cientos de miles de millones. En el otro extremo, las galaxias “gigantes” pueden estar integradas hasta por billones de estrellas. La Vía Láctea, por ejemplo, está compuesta por entre 200 y 400 miles de millones de estrellas.

En nuestro cúmulo de galaxias, denominado como Grupo Local, es posible encontrar muchas galaxias enanas. Algunas de ellas orbitan a otras galaxias más grandes: son las llamadas galaxias satélite. Durante décadas, se ha pensado que las galaxias enanas que rodean a la Vía Láctea están atrapadas en órbita alrededor de ella, y han sido nuestras compañeras constantes prácticamente desde el surgimiento de esta región del universo.

Nuestros vecinos cósmicos son recién llegados

Datos más precisos

Ahora, los movimientos de estas galaxias enanas se han calculado con máxima precisión, a partir de los datos brindados por la misión Gaia. Los resultados son sorprendentes: 40 de estas pequeñas galaxias, de un total aproximado de 50 que conforman nuestro vecindario cósmico, han llegado al sitio que ocupan en los últimos miles de millones de años, y no mucho antes como se pensaba. Además, no son satélites de la Vía Láctea.

Como se explica en una nota de prensa y en un nuevo estudio publicado recientemente en The Astrophysical Journal, es probable que algunas de estas galaxias enanas se “acoplen” a la órbita de la Vía Láctea en el futuro, debido a la influencia gravitacional de una estructura de mayor tamaño. Sin embargo, otras seguirán su viaje hacia otros puntos del universo y “salvarán” su vida: al integrarse a la órbita de una galaxia mayor, con el paso del tiempo las galaxias enanas se desintegran y desaparecen.

Junto a los nuevos datos de Gaia, que confirman que el caudal energético y la velocidad de las galaxias enanas que se encuentran alrededor de la Vía Láctea no se condicen con el comportamiento de una galaxia satélite, otro hecho fue crucial para concretar este descubrimiento: la historia de la Gran Nube de Magallanes (LMC).

Hasta el año 2000, la Gran Nube de Magallanes era considerada un satélite de la Vía Láctea, a pesar de sus mayores dimensiones con respecto a esta clase de galaxias. Sin embargo, dos décadas atrás se confirmó que la velocidad que mantenía hacía imposible que estuviese unida gravitacionalmente a nuestra galaxia. De la misma forma que ese descubrimiento cambió la visión que se tenía sobre la Gran Nube de Magallanes, ahora podría suceder lo mismo con respecto a las galaxias enanas del Grupo Local.

Tema relacionado: Encuentran una nueva vecina de la Vía Láctea.

¿Una nueva historia?

Además de comprender que la energía y la forma en que se trasladan estas pequeñas galaxias obliga a redefinir su rol en la dinámica cósmica, también podría modificarse parte de la historia de la Vía Láctea. Siempre se pensó que sus supuestas eternas compañeras estuvieron ahí desde el principio por la acción de la materia oscura, que equilibraba la fuerza de marea generada por la atracción gravitacional de la Vía Láctea.

Ahora se sabe que esto no es así, por lo tanto habrá que “reescribir” parte de la historia de la galaxia. Es probable que el desarrollo de nuevas misiones espaciales, con tecnologías aún más avanzadas, pueda terminar de aclarar el misterio.

Referencia

Gaia EDR3 Proper Motions of Milky Way Dwarfs. II Velocities, Total Energy, and Angular Momentum. Francois Hammer et al. The Astrophysical Journal (2021). DOI:https://doi.org/ 10.3847/1538-4357/ ac27a8

Imagen de portada: Gentileza de la Vía Láctea está rodeada por unas cincuenta galaxias enanas. Tradicionalmente se las ha considerado como satélites en órbita alrededor de la Vía Láctea, ocupando ese lugar durante muchos miles de millones de años. Pero los nuevos datos de la nave espacial Gaia de la ESA han demostrado que la mayoría de estas galaxias enanas pasan por la Vía Láctea por primera vez: son recién llegadas y no son satélites. Crédito: ESA.

Video y podcast: editados por Pablo Javier Piacente en base a elementos y fuentes libres de derechos de autor. Créditos imágenes video: ESA / Yong Chuan Tan, Graham Holtshausen, Kota Hamori, Kristopher Roller y Casey Horner en Unsplash.Música video y podcast: ZakharValaha en Pixabay Music.

FUENTE RESPONSABLE: Tendencias XXI. Por Pablo Javier Piacente. Noviembre 2021.

Galaxias enanas/Galaxias Satélites/Vía Láctea/Universo

Betelgeuse, una de la estrellas más brillantes de la Vía láctea, podría explotar.

La estrella gigante Betelgeuse, una de las más brillantes de la Vía láctea, disminuyó su luminosidad desde hace unas semanas.

AFP.- Este acontecimiento agita a los astrónomos pues podría anunciar su explosión en una supernova. Este es un fenómeno rarísimo en nuestra galaxia.

Situada en la constelación de Orión, esta «super gigante roja», casi mil veces más grande que el sol, brilla con intensidad en el cielo de invierno.

Betelgeuse es visible gracias a su color rojo.

La estrella figuraba entre las 10 más brillantes de la galaxia, pero desde mediados de noviembre, «su luminosidad bajó de manera dramática, en un 70%», declaró a la AFP Pierre Kervalla, del Observatorio de París-PSL.

Alertados por observadores aficionados, los astrónomos iniciaron en diciembre una vasta campaña de observación, movilizando los más grandes telescopios del planeta, entre ellos el telescopio Very large de Chile.

«Instalamos un grupo de investigación en el mundo para utilizar todos los instrumentos con capacidad para captar imágenes de la superficie de Betelgeuse», dice Eric Lagadec, del laboratorio Lagrange del observatorio de la Costa Azul.

Centenares de astrónomos aficionados están contribuyendo y «pasan sus noches en sus jardines o lugares de observación favoritos» para aportar mediciones complementarias, señala el investigador del CNRS.

constelación de Orión Vía Láctea

Una imagen de la constelación de Orión en la Vía Láctea. Imagen: Getty Images

Existen varias hipótesis:

  • Podría tratarse de una eyección de gas que produce polvo y esconde la luminosidad.
  • La muerte de Betelgeuse. Esta última posibilidad llevaría a una explosión en supernova.

Aunque parece poco probable en el futuro próximo, esto hace soñar a los astrónomos: en la medida que el astro al final ya no tiene «combustible» (surgido de la fusión nuclear), su corazón se desplomaría sobre sí mismo y formaría una estrella de neutrones, objeto muy compacto que crea una onda de choque que disloca completamente la estrella, todo eso en sólo unas cuantas horas.

«Un espectáculo inolvidable para la humanidad entera.»

Desde la Tierra se vería a simple vista un punto tan brillante como la Luna en el cielo diurno o nocturno. A lo que se agregaría un bello espectáculo, «el de un eco de luz propagándose alrededor, como olas en el agua», precisa Pierre Kervella.

En unas semanas ese punto desaparecería y formaría una nebulosa, visible en el cielo durante miles de años, como la del Cangrejo, residuo de la supernova surgida en 1054 (registrada por astrónomos chinos).

«Espero poder ver una supernova durante mi vida», dice Eric Lagadec. Pues ese fenómeno solo ocurre pocas veces a través de los siglos en la Vía Láctea, y la última supernova observada fue en 1604.

La explosión de Betelgeuse es esperada, pues el astro, de sólo 10 millones de años, está sobre el final de su vida.

Esta es una ilustración de la constelación de Orión. Es visible desde la mayoría de las partes del mundo. Imagen: MARK GARLICK / SCIENCE PHOTO LIBRA / MGA / SCIENCE PHOTO LIBRARY

Pero es difícil predecir cuándo morirá, pues no existe ningún signo previsor: «es más o menos como un sismo; la víspera de la explosión, la estrella estará igual», subraya Kervalla. Esto podría ocurrir en las próximas semanas o dentro de 100,000 años.

«No tenemos ningún medio para saberlo», reconoce Andrea Chivassia.

¿Existe un peligro en la Tierra si explota?

No hay peligro para nuestro planeta, pues Betelgeuse está a 600 años luz. «Si la vemos explotar aquí, eso significaría que la explosión ocurrió físicamente hace 600 años», señala Pierre Kervalla.

En el plano científico, el acontecimiento facilitaría a los astrónomos seguir en directo y por primera vez en la historia, las diferentes fases de la explosión, una preciosa oportunidad para medir la expansión del Universo.

«Se comprendería de esta manera lo que ocurrirá a la futura generación de estrellas», según Chivassia.

Existen referencias de la constelación de Orión desde los griegos. Imagen: Getty Images.

Imagen de portada: Gentileza de  MARK GARLICK / SCIENCE PHOTO LIBRA / MGA / SCIENCE PHOTO LIBRARY.

FUENTE RESPONSABLE: NATIONAL GEOGRAPHIC

Betelgeuse/Constelación de Orión/Estrella Supernova/Vía Láctea/Espacio

Extraordinario: hallan una señal de radio desde el centro de la Vía Láctea.

La señal existe, pero todavía no se sabe exactamente qué objeto cósmico la origina. 

Ha sido llamada ‘ASKAP J173608.2-321635’.

Parece increíble, pero es cierto: desde el centro de nuestra galaxia, está siendo emitida, con cierta regularidad, una señal de radio. Así lo ha determinado un grupo de expertos de varios países. No obstante, todavía no se sabe exactamente qué tipo de objeto cósmico la genera.

Esta señal, llamada ‘ASKAP J173608.2-321635’, fue detectada seis veces entre enero y septiembre del 2020. Después, pasó un período de completa inactividad y volvió a surgir el 7 de febrero pasado.  

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En un informe sobre el hallazgo, que será publicado en The Astrophysical Journal y que ya desde el 3 de septiembre está disponible en el servidor de preimpresión arXiv, especialistas explican que se trata de «una fuente de radio altamente polarizada, altamente variable y de espectro empinado».

Según los astrónomos, es variable porque las ondas electromagnéticas que emite no respetan un patrón de tiempo específico, y es muy polarizada, pues la orientación de la oscilación de la onda está torcida, tanto lineal como circularmente. 

«ASKAP J173608.2-321635 se descubrió utilizando el Pathfinder de matriz de kilómetros cuadrados de Australia (ASKAP, por sus siglas en inglés), una matriz de radiotelescopio diseñada para analizar el magnetismo cósmico, mapear agujeros negros y explorar los orígenes de las galaxias», aporta la agencia Rt.

«ASKAP J173608.2-321635 puede representar parte de una nueva clase de objetos que se están descubriendo a través de estudios de imágenes de radio» 

«La fuente de la señal, según los astrónomos, es desconocida. Han sido descartados varios tipos de estrellas, como las que brillan con frecuencia, las binarias cercanas con cromosferas activas o las que se eclipsan entre sí debido a la no detección en longitudes de onda de rayos X e infrarrojos cercanos. Tampoco es probable que se trate de un púlsar, un tipo de estrella de neutrones que posee una periodicidad regular», sigue la agencia.

Y cierra: «Aun así, ASKAP J173608.2-321635 comparte algunas propiedades con los Transitorios de Radio del Centro Galáctico (GCRT, por sus siglas en inglés), un tipo de señal que fue identificada en la década del 2000 y que también es emitida desde el centro de la Vía Láctea».

Ahora, se evalúa que «aumentar la cadencia de la investigación y comparar los resultados de esta búsqueda con otras regiones nos ayudará a comprender cuán verdaderamente única es ASKAP J173608.2-321635 y si está relacionada con el plano galáctico, lo que en última instancia debería ayudarnos a deducir su naturaleza», concluye el informe. 

Imagen de portada: Gentileza de Mdz MUNDO

FUENTE: Mdz MUNDO/VIDA EXTRATERRESTRE/VÍA LÁCTEA/SEÑAL DE RADIO/ASTRONOMÍA