El cambio climático y la actividad humana provocaron la extinción de la megafauna australiana, revela un estudio.

Una nueva investigación sugiere que la extinción de canguros, wombats gigantes y otros herbívoros enormes se debió a una combinación de factores humanos y ambientales.

Un equipo integrado por geólogos, paleontólogos y modeladores informáticos de cinco universidades distintas recreó a detalle el ecosistema de Naracoorte, una región localizada a 380 kilómetros de Melbourne, en el sur de Australia, donde coexistían enormes marsupiales hace 10,000 años.

Incluyendo invertebrados, plantas, animales herbívoros y carnívoros, el modelo trató de explicar a detalle cómo fue que algunas especies subsistieron y otras más sucumbieron durante la transición entre el Pleistoceno y el Holoceno.

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La investigación publicada en Ecography reveló que una vez que las especies de plantas comenzaron a cambiar debido al uso de la tierra por los humanos y los cambios climáticos del Pleistoceno tardío, las especies de megafauna herbívora especializadas en alimentarse de unas cuantas plantas específicas resultaron especialmente vulnerables.

“NUESTROS MODELOS REVELARON QUE LAS ESPECIES EXTINTAS DE MEGAFAUNA, ESPECIALMENTE LOS GRANDES HERBÍVOROS, ERAN MÁS VULNERABLES A LA EXTINCIÓN EN MASA QUE COMENZÓ CON LAS PLANTAS Y AVANZABA COMO CASCADA, DE ABAJO HACIA ARRIBA, PROVOCADA POR CAMBIOS EN LAS ESPECIES VEGETALES QUE AÚN TENEMOS HOY”, EXPLICA JOHN LLEWELYN, ECÓLOGO EVOLUTIVO DE LA UNIVERSIDAD DE FLINDERS Y AUTOR PRINCIPAL DEL ESTUDIO.

Diprotodon megafauna australiana

Foto: Yun Huang Yong / Wikimedia

A partir de la megafauna herbívora, el cambio de las plantas que utilizaban de alimento alteró el resto de la cadena alimenticia. Y aunque usualmente se considera que la extinción de estos gigantes fue multifactorial, aún no está del todo claro el papel de la caza humana, un tema discutido cuando se trata de explicar extinciones como la del mamut lanudo (Mammuthus primigenius).

Entre las especies que desaparecieron de Australia hace 10,000 años se encuentran los  simostenurus, un pariente cercano de los canguros contemporáneos con hocico corto y un enorme dedo en cada pata y los diprotodontes, un marsupial del tamaño de un rinoceronte considerado un ancestro común de los wombats y koalas actuales.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España. Por Alejandro I. López. Diciembre 2021.

Animales extintos/Animales prehistóricos/Megafauna/Australia

Así era el Quetzalcoatlus, el animal volador más grande de la historia.

Tan alto como una jirafa, cuando el Quetzalcoatlus abría sus alas alcanzaba una envergadura de 13 metros de punta a punta.

Hace 70 millones de años, antes del cóndor de los Andes o el albatros (las dos aves voladoras más grandes del mundo), el cielo del Cretácico superior era dominado por el animal volador más grande que jamás ha existido: el Quetzalcoatlus.

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Con más de 3.6 metros de altura y alas de 6 metros que tocaban el suelo cuando se encontraba en tierra, el Quetzalcoatlus era una especie de pterosaurio que poseía un cuello largo y un enorme pico afilado con una cresta craneal.

Y aunque el primer hallazgo fósil de la especie ocurrió en la década de los 70 al borde del Río Bravo en Texas, la apariencia real de este gigante volador sigue siendo un misterio para los paleontólogos.

Sin embargo, una serie de seis nuevos estudios científicos publicados en Society of Vertebrate Paleontology describen por primera vez la apariencia y el comportamiento del Quetzalcoatlus más allá de la concepción artística dominante en el gran público hasta el momento.

Quetzalcoatlus

Foto: Philippe Roy / Aurimages via AFP)

Un depredador aéreo de más de 200 kilos 

Los paleontólogos coinciden en que esta especie poseía un comportamiento similar al de una garza mientras cazaba o al emprender el vuelo; sin embargo, su movimiento en tierra difería de estas aves debido al enorme tamaño de sus alas recubiertas de pelo en vez de plumas.

De ahí que cada vez sea más clara la forma en que el Quetzalcoatlus emprendía el vuelo: si bien algunos paleontólogos consideraban que esta especie tomaba impulso desde el suelo para ganar altura (tal y como ocurre con un avión), las nuevas evidencias demuestran que el despegue dependía enteramente de su fuerza en las patas traseras. 

Aunque el Quetzalcoatlus tenía un andar bípedo en tierra firme, sus alas tocaban inevitablemente el suelo cuando se desplazaba sobre el piso. Los hallazgos más recientes sugieren que necesitaba levantar el brazo y la pierna izquierda para dar un paso, que era correspondido con el mismo movimiento en el lado derecho. 

En vez de hacer una carrera corta para empezar a volar, bastaba un salto seguido de un aleteo firme para que esta especie desafiara a la gravedad y lograra elevar sus más de 200 kilos de peso. 

Con pectorales muy desarrollados y crestas óseas que se anclaban con los músculos responsables del movimiento de sus, estudios previos consideran que un individuo promedio podía alcanzar una velocidad de vuelo de hasta 88 kilómetros por hora y era capaz de recorrer más de 16,000 kilómetros sin detenerse en tierra firme, una distancia similar a la que separa Nueva York de Sidney en línea recta.

Imagen de portada: Ilustración James Kuether

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España. Por Alejandro I. López. Diciembre 2021.

Animales prehistóricos/Dinosaurios

Los primeros dinosaurios vivían en manadas y eran altamente sociales, revela un estudio.

Un grupo de más de 100 huevos y esqueletos de adultos y jóvenes demuestra que los dinosaurios compartían tareas de crianza entre la manada hace 193 millones de años.

Aunque la mayoría de comportamientos sociales de los dinosaurios siguen siendo un misterio para la ciencia, la evidencia de que los grandes herbívoros se movían en manadas se limita a un periodo de tiempo breve antes de su extinción, hace unos 66 millones de años.

Sin embargo, un grupo de investigadores del Massachussets Institute of Technology (MIT), Sudáfrica y Argentina sugiere haber encontrado las pruebas definitivas de que los primeros dinosaurios vivían en manadas y poseían un comportamiento social avanzado, que probablemente funcionó como una estrategia evolutiva para subsistir.

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La investigación publicada en Scientific Reports da cuenta de una serie de hallazgos realizados desde 2013 en la Formación Laguna Colorada, al sur de la Patagonia, Argentina. 

guardería de dinosaurios

Ilustración: Getty Images

En el yacimiento fósil, el equipo ha encontrado cerca de 100 huevos de dinosaurio y los esqueletos parciales de 80 ejemplares adultos y juveniles desde entonces, todos con una sorprendente condición: 

A pesar de las distintas edades, se trata únicamente de restos de Mussaurus patagonicus, una especie de herbívoro de cráneo corto con ojos grandes y una cola larga, que precedió a los saurópodos de cuello largo.

“ESTO PODRÍA SIGNIFICAR QUE LAS CRÍAS NO SEGUÍAN A SUS PADRES EN UNA ESTRUCTURA FAMILIAR, SINO QUE HABÍA UNA ESTRUCTURA COMUNITARIA MÁS AMPLIA, EN LA QUE LOS ADULTOS COMPARTÍAN Y PARTICIPABAN EN LA CRIANZA DE TODA LA COMUNIDAD”, EXPLICA JAHANDRA RAMEZANI, INVESTIGADOR DEL DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA TIERRA, ATMOSFÉRICAS Y PLANETARIAS DEL INSTITUTO TECNOLÓGICO DEL MIT.

Los investigadores confirmaron que los dinosaurios se encontraban agrupados por edades: mientras los huevos y las crías se encontraban en una zona, los dinosaurios más jóvenes compartían un sitio cercano y los adultos se encontraban repartidos en el resto del yacimiento fósil.

A partir de tomografías, los científicos examinaron el contenido fosilizado de los huevos sin romperlos, hallando embriones bien preservados de Mussaurus en su interior. El grupo de fósiles se encuentra ‘excepcionalmente preservado’ y podría ser la evidencia más antigua de un complejo comportamiento de manada que data de hace 193 millones de años, es decir, 40 millones antes de los registros previos.

“HEMOS OBSERVADO Y DOCUMENTADO EL PRIMER COMPORTAMIENTO SOCIAL EN LOS DINOSAURIOS. ESTO PLANTEA LA CUESTIÓN SOBRE SI VIVIR EN MANADA PUDO HABER TENIDO UN PAPEL IMPORTANTE EN EL ÉXITO EVOLUTIVO TEMPRANO DE LOS DINOSAURIOS Y NOS DA ALGUNAS PISTAS SOBRE CÓMO EVOLUCIONARON”.

guardería de dinosaurios

Ilustración: Getty Images

El resultado implica que el Mussaurus poseía una estructura social compleja que dividía las labores como el cuidado de los huevos y las crías y la búsqueda de alimento. Como cualquier especie que se mueve en manada en la actualidad, el grupo se protegía contra depredadores; sin embargo, era más sensible a sufrir de enfermedades contagiosas.

Aunque se sabe que los dinosaurios herbívoros vivían en manadas y compartían sitios de anidación previo a su extinción, hasta ahora no existían indicios que guiaran a comprender los orígenes de este comportamiento social y las primeras especies que lo llevaron a cabo.

La investigacion marca un nuevo hito en el conocimiento sobre los dinosaurios y confirma que hace 193 millones de años, el Mussaurus ya presentaba un comportamiento gregario que pudo haber sido clave para su subsistencia y la aparición posterior de saurópodos de cuello largo.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: NATIONAL GEOGRAPHIC en Español. Por Alejandro I. López. Octubre 2021

Animales prehistóricos/Dinosaurios/Manada

Descubren cuál fue el primer animal con colmillos y las pistas de cómo evolucionaron hasta hoy.

Mucho antes de la aparición de los dinosaurios, una extraña criatura  prehistórica desarrolló colmillos por primera vez.

Un equipo de paleontólogos de la Universidad de Harvard, el Field Museum, la Universidad de Washington y la Universidad Estatal de Idaho rastreó la historia evolutiva de los primeros colmillos y para su sorpresa, descubrió que estos dientes especiales que jamás dejan de crecer fueron desarrollados incluso antes de la aparición de los dinosaurios:

Para delimitar el tema de estudio, el equipo primero redefinió qué es un colmillo, un término que calificaron de «increíblemente ambiguo» debido a su amplio uso. Desde su perspectiva, un colmillo debe cumplir con tres requisitos: debe seguir creciendo durante toda la vida, tiene que sobresalir del resto de la dentición y hacerlo más allá de la boca y sobre todo, el material de la superficie debe estar compuesto de dentina.

colmillos evolución

Foto: Getty Images

De ahí que los colmillos sean un rasgo único de los mamíferos, nunca reportado en reptiles, aves, peces o alguna otra especie.

Rastreando el origen de los colmillos

Decenas de millones de años antes de los elefantes, las morsas o los jabalíes, un ancestro de los mamíferos llamado dicinodonte desarrolló los colmillos más antiguos jamás conocidos. 

Con un cuerpo similar al de un cerdo con patas y pico propias de un reptil, estos animales habitaron la tierra entre 270 a 201 millones de años previo a los dinosaurios y durante un tiempo fueron los herbívoros más comunes en el planeta.

La principal característica de los dicinodontes es el par de colmillos que asoman sobre su mandíbula superior

Con un pico similar al de las tortugas y un tamaño que varía desde una rata hasta un elefante, fueron descubiertos hace 176 años; sin embargo, un nuevo estudio encontró que además de tratarse de los primeros colmillos, esta característica apareció a partir de una evolución convergente, es decir, distintas especies desarrollaron colmillos con estructuras similares de forma independiente, un rasgo que se repite al analizar la historia evolutiva de los dicinodontes.

El hecho de que los colmillos hayan evolucionado en distintas ocasiones abre un sinfín de nuevas interrogantes para los científicos sobre las condiciones anatómicas necesarias para su aparición. 

colmillo evolución

Foto: Ken Angielczyk

En el caso de los dicinodontes, una adaptación que dio origen a un ligamento flexible y una baja variación en el reemplazo de piezas dentales pudo haber propiciado el surgimiento de los primeros colmillos:

“LOS COLMILLOS DE LOS DICINODONTES PUEDEN DECIRNOS MUCHO SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LOS COLMILLOS DE LOS MAMÍFEROS EN GENERAL. ESTE ESTUDIO MUESTRA QUE SE NECESITAN TASAS REDUCIDAS DE SUSTITUCIÓN DE DIENTES Y UN LIGAMENTO FLEXIBLE QUE FIJE EL DIENTE A LA MANDÍBULA PARA QUE LOS VERDADEROS COLMILLOS EVOLUCIONEN. ESTO NOS PERMITE COMPRENDER MEJOR LOS COLMILLOS QUE ENCONTRAMOS HOY EN LOS MAMÍFEROS”, EXPLICA KENNETH ANGIELCZYK, COAUTOR DEL ESTUDIO.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: NATIONAL GEOGRAPHIC Por Alejandro López

Animales prehistóricos/Evolución/Antropología