Estudian instalar una «media sombra» en la atmósfera para enfriar la Tierra.

Se trata de una de las tecnologías más controversiales para enfrentar el cambio climático que se está evaluando en el mundo y en nuestro país investiga la climatóloga Inés Camilloni, quién repasó los posibles riesgos y beneficios de modificar la radiación solar.

Bajar la temperatura del planeta inyectando en la estratósfera millones de toneladas de partículas en aerosol para formar una especie de «media sombra» es una de las tecnologías más controversiales para enfrentar el cambio climático que se está evaluando en el mundo y en nuestro país investiga la climatóloga Inés Camilloni, quien conversó con Télam en el marco de las charlas TEDxRíodelaPlata que se realizaron esta tarde.

«Ojalá no haga falta usarse», agregó sobre esa especie de filtro espacial, y afirmó que en Argentina se debe «despertar el tema» para tener una mayor participación en las discusiones internacionales.

«Es como si uno envolviera al planeta en una media sombra que atenuaría la energía que recibimos del Sol entre un 1 y un 2%. No vamos a hacer una sombra muy notoria, pero llegaría menos energía a la superficie y así bajaría la temperatura», explicó Camilloni, doctora en Ciencias de la Atmósfera y profesora en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

En diálogo con Télam, la investigadora del Conicet repasó los posibles riesgos y beneficios de modificar la radiación solar, los dilemas éticos de esta tecnología y señaló que, si bien todavía se encuentra en fase de investigación, «en los próximos diez o quince años ya estaría todo listo para implementarse».

La manipulación del clima terrestre a gran escala se denomina geoingeniería y aparece como una herramienta que, en caso de necesidad, permitiría «bajar rápidamente la temperatura de la Tierra», aseguró Camilloni, quien disertó sobre esta técnica en las charlas TEDxRíodelaPlata que tuvieron una multitudinaria edición en el estadio Movistar Arena.

En un contexto catastrófico donde el mundo se encamina hacia un aumento del calentamiento global de 2,8 grados para el final del siglo, la geoingeniería empieza a ser estudiada como una tecnología para aliviar las olas de calor que causan cada vez más muertes y mitigar las sequías e inundaciones extremas, entre otros desastres climáticos.

La estrategia busca replicar artificialmente el efecto de los volcanes: «Cuando hay una erupción, se liberan cenizas que llegan hasta la estratósfera, alrededor de 20 kilómetros de altura. Desde ahí, reflejan más energía del Sol hacia el espacio y hacen bajar la temperatura», graficó Camilloni.

La idea es imitar las cenizas incorporando en la estratósfera pequeñas partículas en aerosol para reflejar más radiación solar de regreso al espacio y contrarrestar el aumento de temperatura causado por los gases de efecto invernadero.

Para que las partículas químicas lleguen hasta esa capa de la atmósfera se necesitará enviar varias veces al día aviones especialmente diseñados para alcanzar los 20 kilómetros de altura.

Aunque parezca ciencia ficción, «es tecnológicamente factible y eficaz para bajar la temperatura», indicó la climatóloga y agregó que para la economía mundial no sería costoso mantener esta «media sombra» porque demandaría entre 10.000 y 20.000 millones de dólares por año.

La doctora en Ciencias de la Atmsfera y profesora en la UBA Ins Camilloni disert en las charlas TEDxRodelaPlataFoto gentileza prensa Ted

La doctora en Ciencias de la Atmósfera y profesora en la UBA, Inés Camilloni disertó en las charlas TEDxRíodelaPlata.//Foto gentileza prensa Ted

A pocos días de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27) que comenzará el domingo, Camilloni sostuvo que, aunque en las reuniones internacionales se habla cada vez más de estas tecnologías disruptivas, «no son la solución frente al cambio climático».

«Sería un enorme fracaso de la humanidad tener que recurrir a esto porque sabiendo cuáles son las causas de un problema no hemos actuado, no hemos hecho una transición hacia las energías renovables, ni logramos descarbonizar las economías», afirmó la investigadora que participará de la COP 27 en un panel sobre ingeniería climática.

Cómo impactaría la geoingeniería en sudamérica

Desde el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA), dependiente del Conicet y de la UBA, Camilloni investiga junto con su equipo cuáles serían los impactos en Sudamérica y en la Cuenca del Plata si la geoingeniería solar se implementara.

A través de modelos computacionales simularon incorporar 50 teragramos (50 millones de toneladas) de partículas de azufre en la estratósfera para compensar las emisiones récord de dióxido de carbono del presente.

Eligieron el azufre porque es el elemento que se libera en las erupciones volcánicas y ya saben cómo responde la atmósfera gracias a la histórica erupción del volcán Pinatubo en Filipinas.

Fue en 1991 cuando este volcán inyectó 20 millones de toneladas de dióxido de azufre a la estratósfera y enfrió la temperatura del planeta medio grado en los meses posteriores.

Todavía en ninguna parte del mundo se pasó de la simulación al experimento y, en caso de hacerlo, se debería utilizar otra sustancia como el carbonato de calcio, ya que el azufre en la estratósfera dañaría la capa de ozono.

Entre los resultados del estudio publicado este año en la prestigiosa revista científica Frontiers, Camilloni destacó que «efectivamente bajaría la temperatura entre uno y dos grados centígrados entre el 2021 y el 2050, bajarían los extremos de precipitación, pero en promedio la lluvia aumentaría en la parte alta de la Cuenca del Plata y disminuiría hacia abajo».

Como la geoingeniería provocaría cambios en el ciclo del agua, el río Paraná en Posadas y Corrientes tendría más caudal, al igual que el río Uruguay en Salto Grande, por lo que sería necesario evaluar cómo afectaría a las represas hidroeléctricas de la región.

«Uno podría pensar que más agua disponible podría ser beneficioso, pero los caudales máximos tenderían a ser más máximos y ahí la cuestión es si las represas están dimensionadas para caudales más altos», advirtió la investigadora.

Consultada sobre si es ético modificar deliberadamente el clima, la científica aseguró: «No es ético, pero ya lo estamos haciendo. El cambio climático es consecuencia de una manipulación del clima».

«La ética de la geoingeniería tiene que ver con contrastar cuáles son los riesgos que nos está imponiendo el cambio climático versus los riesgos de pensar en esta estrategia como una solución temporal mientras actuamos sobre las causas de fondo», precisó Camilloni, quien fue incorporada recientemente a la Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y la Tecnología de la Unesco.

Y agregó: «Creo que la discusión ética pasa ahora por ver de qué forma evitamos más el sufrimiento humano que implica vivir con cambio climático».

Para Camilloni no se trata de estar a favor o en contra de la geoingeniería, sino de «seguir investigando para entender cuáles son los riesgos y si podemos disminuirlos».

También, apuntó que en países en desarrollo como el nuestro hay que «despertar el tema» porque esta técnica produciría efectos desiguales en las diferentes regiones y generaría un «clima nuevo» con países ganadores y perdedores.

En este sentido, la investigadora remarcó que antes de implementar estas nuevas tecnologías es necesario un acuerdo global y subrayó que «si Argentina en alguna instancia tiene que decidir, que sea una decisión informada por la ciencia local».

Y concluyó: «Ojalá que esto no haga falta usarse y se puedan afrontar las causas reales del cambio climático».

Imagen de portada: La geoingeniería aparece como una herramienta que permitiría «bajar rápidamente la temperatura de la Tierra».

FUENTE RESPONSABLE: Télam. 1° de noviembre 2022.

Sociedad/Cambio climático/Calentamiento global/Geoingeniería/CONICET (Argentina)/

 

Descubren trazas fósiles de un cardumen de 430 millones de años de antigüedad.

Un equipo de investigación del CONICET halló rastros de peces que habitaron los mares someros de la zona de Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina hace más de 430 millones de años.

Un equipo de especialistas en paleontología y geología del CONICET halló más de 120 trazas fósiles en una cantera de roca cuarcita, más conocida como piedra Mar del Plata. Las marcas se encontraron en una superficie de cinco mil metros cuadrados y pertenecerían a peces, denominados Raederichnus dondasi, que habitaron los mares someros de la zona hace más de 430 millones de años. El grupo halló las marcas fósiles en cuarcitas de origen marino que pertenecen a la Formación Balcarce, un afloramiento de roca presente en el Sudeste de la provincia de Buenos Aires, en serranías del Sistema de Tandilia. Estas rocas pueden encontrarse, además, en las defensas costeras de los balnearios bonaerenses luego de ser extraídas a través de actividad minera.

Las investigadoras del CONICET Karen Halpern, del Centro de Geología de Costas del Cuaternario (CGCyC, CIC-UNMDP) y Soledad Gouiric-Cavalli del Museo de La Plata, junto a Matías Taglioretti y Fernando Scaglia, del Museo Municipal de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, Marcelo Farenga y Julio Del Río del CGCyC y Lydia Calvo Marcilese, del Área de Geociencias de YPF Tecnología S.A, publicaron recientemente el descubrimiento en la revista científica Palaios.

Karen Halpern explica que las trazas son el molde que dejaron los vientres de los peces, que se recostaron en el fondo del mar hace millones de años. Al irse se cubrieron con sedimentos que, a través de procesos de fosilización y litificación, se transformaron en la traza fósil encontrada en la actualidad. “Lo importante de este hallazgo es que no había registro de peces en la formación Balcarce en Mar del Plata”,  afirma Halpern. Taglioretti agrega: “Además son trazas asociadas, es decir,  son grupales y nos muestran el comportamiento de los peces, que era gregario desde hace 450 millones de años. El comportamiento suele ser difícil de interpretar a partir de fósiles, pero en este caso era bastante claro y eso lo convierte en un hallazgo único en Argentina y en el mundo”.

¿Cómo llegaron a saber que se trataba de peces? Halpern y Taglioretti cuentan que el proceso fue complejo y desafiante, porque en las rocas no encontraron material que indicara directamente que se trataba de peces, como podría haber sido una escama. Sin embargo, el grupo de investigación continuó su búsqueda de información hasta inferir que las trazas eran de peces que descansaban en el fondo del mar, como si fueran lenguados actuales, por varios detalles que detallan a continuación.

Inicialmente el tamaño de las huellas indicaba que no se trataba de los invertebrados conocidos para aquella época, ya que las marcas encontradas eran de treinta y cinco centímetros, cuando los invertebrados no superan los diez. Algo semejante sucedió con la posibilidad de que hubieran sido cangrejos herradura ancestrales, conocidos como xifosuros, pero los de aquella época eran mucho más pequeños y sus trazas son bastante diferentes, sobre todo en la cola. En los cangrejos herradura la parte posterior es como un filamento y en el caso de las trazas fósiles marplatenses los especialistas observaban un volumen que no coincidía. De hecho, analizando en detalle los fósiles, encontraron marcas de arrastre que señalan una especie de cola con volumen semejante a la que tienen los peces.

Por otra parte, no encontraron marcas de patas, lo que descartó a los cangrejos prehistóricos. Además, el hecho de contar con más de 120 muestras permitió desestimar esta posibilidad porque resulta poco probable que en todas las trazas se hayan borrado las marcas de extremidades. Por el contrario, lo que sí encontraron fueron marcas de apoyo pareadas en los costados que podrían haber sido generadas por las aletas. La conclusión a la que llegaron a partir de las huellas es que estos peces habrían tenido una forma batoidea, como las rayas, pero con una cola más gruesa, como la que se encuentra en los peces guitarra.

Los paleontólogos añaden que no existía una traza para esa época con estas características, por lo que tuvieron que nombrar a la especie que la habría originado. El nombre elegido fue Raederichnus dondasi. Halpern indica que el nombre Raederichnus surge de la palabra raedera que eran unos artefactos hechos en piedra Mar del Plata con forma de gota que realizaban los nativos pampeanos para raspar y cortar, cuya forma se asemeja mucho a las marcas dejadas por el pez fósil. El nombre se postuló como homenaje a estos antiguos pobladores de estas tierras. Por otra parte, dondasi tiene origen en el apellido de Alejandro Donda, quien fue el encargado del laboratorio de paleontología del Museo Municipal de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia y aportó a las investigaciones y al cuidado del patrimonio en la ciudad. “Por eso decidimos homenajearlo con el epíteto de la especie”, comenta el paleontólogo Taglioretti.

Halpern comenta que la especie Raederichnus habitaba mares tranquilos de poca energía y el paisaje de esta zona se caracterizaba por presentar grandes planicies mareales someras con amplitudes de marea bien marcadas, como las que se encuentran hoy en el balneario Las Grutas o San Antonio Oeste. Taglioretti añade: “Hay que tener en cuenta que la luna tenía un efecto más marcado sobre las mareas que el que conocemos hoy, porque estaba mucho más cerca. El planeta era completamente diferente y, si bien hay discusión al respecto, se puede decir que en aquel momento la vida sucedía principalmente en los mares”.

El descubrimiento de las trazas de Raederichnus dondasi es de suma importancia porque no existía registro de peces para el paleozoico inferior en la Formación Balcarce y porque resulta una evidencia fuerte del comportamiento en cardumen de estos peces. Pero, además, la presencia de peces en aquellos ambientes indica que se trataba de comunidades más complejas, lo que abre la puerta a una nueva línea de investigación sobre estas rocas para la época en la que Raederichnus habitó los mares.

Referencia bibliográfica

Halpern, K., Gouiric-Cavalli, S., Taglioretti, M. L., Farenga, M., Scaglia, F., Marcilese, L. C., & Del Río, J. L. (2022). Raederichnus Dondasi a New Trace Fossil from the Early Paleozoic of Argentina Reveals Shoaling Behavior in Early Fish. Palaios, 37(8), 418-432.https://doi.org/10.2110/palo.2021.023

 

Imagen de portada: Un equipo de especialistas en paleontología y geología del CONICET halló más de 120 trazas fósiles en una cantera de roca cuarcita en la Formación Balcarce. Fotos: gentileza equipo de investigación.

FUENTE RESPONSABLE: CONICET Argentina.Por Daniela Garanzini – Área de comunicación del CONICET Mar del Plata. 30 de septiembre 2022.

Paleontología/Geología/CONICET/Investigación/Argentina.

 

Científicos argentinos investigan la cura del cáncer a través de una vacuna.

Científicos del Conicet junto con investigadores de la Fundación Sales, se encuentran en pleno trabajo sobre diferentes métodos para abordar el tratamiento de la enfermedad.

Tres equipos de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y Cáncer con Ciencia, de la Fundación Sales, trabajan en torno a la inmunoterapia para la cura del cáncer a través de una vacuna, en nuevas terapias para el cáncer de mama y en el estudio del rol de una proteína, informó el Conicet.

 

Uno de estos avances es la vacuna terapéutica Vaccimel, que «demostró activar una fuerte respuesta inmune contra el melanoma», luego de décadas de investigación, sostuvo el doctor José Mordoh, líder del equipo de científicos.

 

La vacuna obtuvo la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para comenzar la última etapa del ensayo clínico, y se espera que para fin de este año ya esté disponible para tratar el melanoma, el más grave cáncer de piel.

 

«Lo interesante del estudio es que también pudimos determinar que el tratamiento con Vaccimel es compatible con los llamados ‘inhibidores de los puntos de control inmunológico’, un tipo de inmunoterapia que en los últimos años ha probado mejorar enormemente las perspectivas de estos pacientes», señaló Mordoh.

 

Y agregó que «la combinación de ambos tratamientos es segura y potenciaría la respuesta inmune contra este agresivo tumor de la piel».

 

De esta forma, los resultados mostraron que los pacientes tratados con Vaccimel recayeron a los 96 meses, mientras que el 50% de los pacientes tratados con interferón (una sustancia natural que ayuda al sistema inmunitario a combatir el cáncer) lo hicieron a los 13 meses, al tiempo que la vacuna inhibió la metástasis del tumor a otros órganos.

 

Más estudios

 

Otro equipo de investigación, dirigido por el doctor Gabriel Rabinovich, gira en torno al estudio de la Galectina-1, una proteína que se encuentra en un gran número de tumores, entre ellos el melanoma, cáncer de pulmón y cáncer de mama, y es la responsable de evadir el ataque a la enfermedad a partir del propio sistema inmunológico.

 

Este trabajo permitirá, en el mediano plazo, profundizar «la incorporación de nuevas herramientas para que el sistema inmune se active en enfermedades en las que su acción está reducida, tales como el cáncer y otras», explicó Rabinovich.

 

A su vez, añadió que también se analiza la producción de anticuerpos «para bloquear las moléculas que inhiben al sistema inmune, para que se active y combata los tumores».

 

Finalmente, el tercer equipo de investigación estudia el comportamiento de la hormona progesterona y su implicancia en algunos tipos de cáncer de mama.

 

La líder de la investigación, la doctora Claudia Lanari, postuló por primera vez en el mundo que la progesterona podía producir cáncer de mama, cuando se creía que sólo la hormona estrógeno lo generaba.

 

Con el estudio clínico en marcha, el equipo se prepara para evaluar el efecto terapéutico de un antiprogestágeno sobre un grupo seleccionado de pacientes con cáncer de mama.

 

Frente a este avance, será posible desarrollar «métodos de diagnóstico que ayuden a elegir a las pacientes que respondan a este tratamiento», concluyó Lanari.

Imagen de portada: Sede del Conicet / Foto: Street View.

FUENTE RESPONSABLE: Télam. 20 de septiembre 2022.

Argentina/Ciencia/Investigación y Desarrollo/CONICET/Cáncer /Vacunas/Inmunoterapia.

 

Nuevos paradigmas sobre la vejez: Argentina alcanzó el mayor número de personas mayores.

En sólo seis décadas, la cantidad de adultos mayores de 60 años en la Argentina pasó de 1 millón a 7 millones. Especialistas reflexionaron en diálogo con Télam sobre los desafíos para dar respuestas que atiendan la heterogeneidad de las vejeces en una sociedad que privilegia el ser o parecer joven.

Argentina es uno de los cuatro países con mayor proporción de población envejecida en la región, con más de 7 millones de personas mayores de 60 años, una condición demográfica que, según proyecciones, escalará a uno de cada cuatro argentinos en 2050, un fenómeno que especialistas se resisten a ver como un «problema sociodemográfico» y reflexionan sobre los desafíos y estrategias necesarias para dar respuestas que atiendan la heterogeneidad de las vejeces.

Aunque a un ritmo menos acelerado que otros países del mundo y de la región, Argentina empezó hace algunas décadas atrás este sostenido camino hacia el envejecimiento poblacional, que obliga a Estados y comunidades a dar ciertos debates generalmente postergados por discusiones de corto plazo.

El demógrafo e investigador del Conicet en el Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad (Ciecs) de Córdoba, Enrique Peláez, aseguró que se trata de «uno de los mayores logros de la historia de la humanidad, pero también uno de los mayores desafíos».

Consultado por Télam, explicó que el envejecimiento de la población es el resultado de un descenso en la tasa de fecundidad, que en Argentina pasó de 3,2 hijos por mujer en 1950 a 2,3 hijos por mujer en 2015; y, en simultáneo, de la disminución de los índices de mortandad en todas las edades, aparejado al aumento de la expectativa de vida, que escaló de 61,4 años en 1950 a 76,5 años en 2018.

Enrique Peláez, demógrafo e investigador del Conicet en el Centro de Investigaciones y Estudios sobre Cultura y Sociedad / Foto: Laura Lescano.

Se querían vivir más años y, gracias a avances científicos y tecnológicos, se logró ganarle años a la vida. Sin embargo, en general esto no es acompañado por una valorización de la vejez, en una sociedad que privilegia el ser o parecer joven.

«Nos resistimos a ver el envejecimiento como un problema, como suele ser visto, aunque sí está claro que trae importantes desafíos desde el punto de vista de la organización de las sociedades y las políticas públicas», sostuvo Peláez.

Desafíos que atañen no sólo a los sistemas de jubilaciones, de salud o de cuidados, sino también a la creación de actividades sociales y de participación ciudadana, de trabajo, de educación o lo referido a adecuaciones en las ciudades, las viviendas o el transporte público.

«Nos resistimos a ver el envejecimiento como un problema, como suele ser visto, aunque sí está claro que trae importantes desafíos desde el punto de vista de la organización de las sociedades y las políticas públicas»

Enrique Peláez, demógrafo e investigador del Conicet

«Ante todo, implica avanzar en un cambio de paradigma, que abandone la visión reduccionista de que la vejez es igual a enfermedad y pérdida de autonomía», dijo la psicogerontóloga Gabriela Williams, coordinadora del dispositivo para personas mayores de la asociación civil Proyecto Suma.

Y continuó: «Ciertamente, es una etapa en la que hay mayor prevalencia de enfermedades, pero la vejez es algo mucho más complejo y heterogéneo que eso».

Es que los años de vida que se ganaron «no son años de vida que ganamos enfermos, los años de vida saludable han aumentado muchísimo también y la mayoría llega bien a su vejez», explicó por su parte Olga Chiadó, gerontóloga y docente de la Universidad Maimónides.

Ilustración: Pablo Blasberg.

En ese contexto, resaltaron la importancia de propiciar un abordaje biopsicosocial de la vejez, que promueva un envejecimiento activo desde la salud física como también la psíquica y emocional, la autonomía y la participación social, al tiempo que atienda la diversidad en la vejez.

«Parece absurdo aclararlo, pero muchas veces no se tiene en cuenta que no hay dos vejeces iguales, todos envejecemos distinto, de acuerdo a nuestras trayectorias y condiciones de vida y a cómo podemos, sabemos y queremos envejecer», expresó Chiadó.

Las especialistas coincidieron en que resulta indispensable habilitar la palabra y escuchar las demandas de las personas mayores y de sus redes, que no se limitan a demandas por límites físicos sino también deseos, proyectos y expectativas, que «nada de eso se pierde en la vejez».

«Muchas veces se cree que las personas mayores pierden el interés y las ganas de hacer. La realidad es que, excepto que haya ciertas patologías, el cuerpo envejece pero su psiquis no, al contrario, se desarrolla», aseguró Williams.

De cara a una sociedad cada vez más envejecida, destacaron la necesidad de seguir creando programas desde los gobiernos y la sociedad civil que promuevan espacios de inserción social y la posibilidad de recreación, de consumo cultural, de seguir estudiando o incluso trabajando, especialmente cuando se atraviesan duelos por la viudez, la pérdida de amigos o la jubilación.

«Muchas veces se cree que las personas mayores pierden el interés y las ganas de hacer. La realidad es que, excepto que haya ciertas patologías, el cuerpo envejece pero su psiquis no, al contrario, se desarrolla»

Gabriela Williams, psicogerontóloga

Son numerosos «los prejuicios que recaen sobre la vejez», pero los especialistas coincidieron en que «uno de los más dañinos es el de pensar que ‘el aluvión de viejos’ que vendrá significará un problema o carga económica» al modificarse la relación entre personas en edades laborales y en edades jubilatorias.

«Transferirlo inmediatamente a una conclusión económica es erróneo y no es más que un prejuicio edadista de asociar a las personas mayores con problemas de salud, dependencia funcional y una carga económica», explicó Sol Minoldo, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Conicet.

«Esto tiene detrás una premisa muy fuerte de que las personas únicamente son útiles en la medida en que pueden producir para el mercado, lo cual es discutible», agregó.

Sol Minoldo, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Conicet / Foto: Laura Lescano.

La socióloga aseguró que es necesario analizar «con más contexto» y ver qué pasó con los cambios en las maneras de producir durante estas décadas, y enfatizó en que no se puede asumir que «una reducción de personas en edad laboral automáticamente implica reducir la capacidad de producir riqueza».

«Cuando hacemos proyecciones de PBI es muy raro que se prevea una caída del mismo por causas demográficas», indicó Minoldo y apuntó que, además, son muchas las personas mayores que «siguen aportando a la producción de riqueza desde trabajos mercantiles y no mercantiles».

«Nadie quiere que el Estado transfiera a los mayores una mayor proporción de la riqueza. Entonces, el verdadero problema que enfrentamos no es técnico, sino distributivo y ante todo político»

Sol Minoldo

Asimismo, la capacidad de consumo de estas personas «se puede sostener con cambios tanto en los bienes y servicios que produzca el mercado, con un mayor peso del consumo de personas mayores, como en aceptar que la inversión en el sistema previsional incremente su peso en el conjunto del gasto social del Estado para que el envejecimiento sea sostenible», sostuvo.

«Nadie quiere que el Estado transfiera a los mayores una mayor proporción de la riqueza. Entonces, el verdadero problema que enfrentamos no es técnico, sino distributivo y ante todo político», concluyó.

Imagen de portada: Gentileza de Télam

FUENTE RESPONSABLE: Télam. Por María Clara Olmos. 27 de agosto 2022.

Sociedad y Cultura/Argentina/Vejez/Demografía/Mortalidad/Calidad de Vida/CONICET.

 

 

 

 

El importante hallazgo de investigadores argentinos sobre las regiones del cerebro y la memoria episódica.

Un equipo del Conicet establecieron que la activación de la memoria episódica depende de la comunicación coordinada entre dos regiones del cerebro.

Si deseas profundizar esta entrada; cliquea por favor donde se encuentre escrito en “azul”. Muchas gracias.

Investigadores del Conicet establecieron que la activación de la memoria episódica depende de la comunicación coordinada entre dos regiones del cerebro, proceso que puede ser alterado por enfermedades neurológicas y psiquiátricas.

Según la investigación, financiada por la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) y la UBA (Ubacyt 2018-2020), un aumento en la sincronización entre dos regiones del cerebro, el hipocampo ventral y la corteza prefrontal, es fundamental para la evocación de la traza de memoria de mayor importancia y la correcta resolución de tareas.

El equipo de investigación llegó a la conclusión después de evaluar la respuesta electrofisiológica de las neuronas de un grupo de ratas mientras resolvían una tarea de memoria episódica.

El hallazgo fue divulgado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA (PNAS), publicación oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

«La memoria episódica es aquella relacionada con sucesos autobiográficos y otros eventos, asociados a un contexto espacial y temporal, que pueden relatarse de forma explícita», explicó Camila Zold, líder del trabajo e investigadora del Conicet en el Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay (IFIBIO, Conicet-UBA).

Zold remarcó que este proceso mental está alterado en enfermedades neurodegenerativas como «Alzheimer y patologías psiquiátricas», y cuyo conocimiento permitirá conocer los mecanismos que lo regulan, que podrán ser útiles para «el desarrollo de tratamientos más específicos y efectivos».

La investigadora también destaca que «reconocer los circuitos neuronales de las memorias episódicas y los mecanismos que controlan su evocación tiene relevancia para conocer mejor un proceso fundamental para la supervivencia de los seres vivos».

Cómo fue el experimento

En este experimento, los animales utilizaban la información contextual para discriminar entre un objeto (un frasco o una botella) que ya conocían, pero que nunca habían visto previamente en ese contexto (objeto incongruente), y otro que ya habían visto en ese lugar (objeto congruente).

«Encontramos que la comunicación entre el hipocampo ventral y la corteza prefrontal aumenta durante la exploración del objeto que es incongruente con el contexto y se logra establecer una nueva asociación objeto-contexto como novedosa», destaca Noelia Weisstaub, que también lideró el trabajo y es investigadora del Conicet en el Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (INCYT, Conicet-Fundación INECO-Universidad Favaloro).

A raíz de los resultados obtenidos, los próximos pasos de esta línea de investigación van en la dirección de demostrar el rol específico de la sincronización theta (un tipo de actividad eléctrica del cerebro que coordina el encendido y apagado de millones de neuronas a un ritmo de varias veces por segundo) en la evocación de los trazos de memoria.

«Sería interesante observar si modificando la sincronización theta se puede mejorar o empeorar la interferencia durante la evocación», concluye Weisstaub.

Imagen de portada: Gentileza de CONICET

FUENTE RESPONSABLE: El Destape. Argentina. 12 de julio 2022.

Sociedad/Argentina/Salud/CONICET/Cerebro

 

Ciertos tipos de memoria estarían mejor conservados en mujeres que en hombres durante la mediana edad.

CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD

La inferencia surge de experimentos realizados por un equipo del CONICET, que muestran diferencias en el deterioro cognitivo entre ratas macho y hembra.

¿En qué circunstancias te enteraste de la caída de las Torres Gemelas? ¿Con quién estabas el día que Maradona quedó excluido del Mundial en 1994? ¿Cómo supiste de la muerte de Rodrigo, el cantante de cuarteto? Es probable que la respuesta a alguna de estas preguntas aparezca casi sin esfuerzo: la mayoría de las personas puede recordar detalles que ocurrieron en su vida alrededor de esos sucesos. Es porque a partir de una situación ligada a un impacto emocional fuerte, se genera una traza de memoria mucho más robusta, que los neurocientíficos denominan “memorias perdurables”, en contraposición a eventos cercanos en el tiempo, pero menos relevantes, que muchas veces no es posible recordar. En relación con esto, según un reciente estudio de un equipo del CONICET, se puede inferir que las mujeres durante la llamada “mediana edad” podrían tener una mayor capacidad de memoria perdurable que los hombres. Algo similar ocurre en torno a los objetos que las personas suelen perder de forma cotidiana: preguntas como “¿dónde dejé las llaves?”, “¿la tijera?” o “¿la billetera?” podrían ser respondidas con mayor eficacia por mujeres de mediana edad, ya que, según el estudio, en ellas la memoria espacial se deterioraría menos que en los hombres.

“Existen muchas diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, y lo que ocurre con el cerebro no es la excepción. Esas diferencias incluso se acentúan más en la mediana edad, cuando comienza la menopausia en las mujeres y la andropausia en los hombres, que es una etapa asociada típicamente con el inicio de una declinación cognitiva progresiva”, explica Natalia Colettis, científica del CONICET en el Instituto de Química y Fisicoquímica Biológicas (IQUIFIB, CONICET-UBA) y una de las autoras del trabajo, que acaba de publicarse en la revista Learning & Memory. “Y si nos centramos particularmente en el hipocampo, un área del cerebro especializada en la formación de memorias, encontramos que, durante la mediana edad, ocurren allí diversos cambios fisiológicos que siguen dinámicas diferentes entre los distintos sexos”.

Para conocer la naturaleza de esas diferencias en la memoria entre los sexos, el equipo trabajó con un modelo de ratas utilizando machos y hembras. Se trata de una práctica poco frecuente ya que, llamativamente, “la ciencia en general tiende a usar exclusivamente a modelos basados en animales macho en todos sus estudios”, señala Martín Habif, investigador en el Laboratorio de Neuroplasticidad y Neurotoxinas (LaN&N) del Instituto de Biología Celular y Neurociencia “Prof. Eduardo De Robertis” (IBCN), UBA-CONICET). “Tiene que ver con que, generalmente, las hembras suelen usarse para el estudio de funciones reproductivas o de hormonas sexuales. Por otra parte, estas presentan variaciones hormonales que son difíciles de controlar para el experimentador. Es así como existe un sesgo hacia el uso de animales macho, que resultan más homogéneos en este sentido, pero que, por otro lado, generan descubrimientos poco representativos de la población en su conjunto. En el caso de estar evaluando potenciales fármacos, estos podrían resultar muchas veces ineficaces para la mujer y eventualmente dañinos”.

Al encarar este estudio a acerca de las diferencias entre ratas macho y hembras, el equipo científico sabía que había diferencias a nivel cerebral entre los sexos en torno a aspectos como la densidad de neuronas, la vascularización del cerebro e incluso cambios en la expresión de algunos genes. Eso llevó a que se preguntaran qué sucede en relación con los fenómenos de aprendizaje y memoria en la mediana edad ante los primeros indicios de deterioro cognitivo. Para averiguarlo, realizaron pruebas conductuales en ratas de mediana edad, que en esta especie equivale a los 12 y los 13 meses de vida, y que en humanos se traslada a una edad promedio de entre los 35 y 45 años.

Lo que observaron fundamentalmente es que en la mediana edad los machos, a diferencia de las hembras, presentan dificultad para establecer lo que se llaman “memorias espaciales de larga duración”. También notaron que los machos tenían mayor dificultad para recordar eventos aversivos, que se habían presentado dos semanas antes, es decir que tuvieron afectada lo que llamamos la “persistencia de la memoria”. “Lo relevante de este hecho, es que los eventos aversivos suelen generar trazas de memoria muy fuerte”, apunta Colettis, y agrega: “Por otro lado, no observamos diferencias en otros tipos de memoria, como la vinculada al reconocimiento de objetos, memorias espaciales y en la habituación a un ambiente”.

Tanto Habif como Colettis subrayan, a partir de este estudio, la necesidad de que en la ciencia se comiencen a realizar experimentos de modo comparativo entre los sexos y no solo utilizando modelos basados en machos. “Para nosotros este estudio es un punto de inflexión en nuestros experimentos. En el laboratorio trabajamos con patologías neurodegenerativas como el Alzheimer utilizando modelos de ratas transgénicas que recapitulan la enfermedad, y al hacer un uso equilibrado de machos y hembras encontramos diferencias entre los dos sexos. Al hallar estas diferencias, entendimos la necesidad de un cambio de percepción general en la ciencia, donde se tome conciencia del impacto de este sesgo”, apunta Habif.

A partir de estos resultados, el equipo científico dirigido por la investigadora del CONICET Diana Jerusalinsky continuará en sus investigaciones, tanto en torno al Alzheimer como en el estudio de los mecanismos de memoria y aprendizaje, utilizando ambos sexos en sus experimentos. “Estamos trabajando con un sesgo que se viene arrastrando y tiene que comenzar a modificarse. Si bien en este trabajo describimos diferencias fisiológicas centradas en lo cognitivo, esas diferencias son el emergente de un montón de diferencias fisiológicas en otros planos subyacentes. Y el hecho de profundizar en el conocimiento de estas diferencias, considero que contribuirá a que las mujeres estemos más protegidas e incluidas el día de mañana”, concluye Colettis.

Este trabajo fue realizado en el Laboratorio de Neuroplasticidad y Neurotoxinas (LaN&N) en el Instituto de Biología Celular y Neurociencias “Profesor Eduardo De Robertis” (IBCN) dependiente del CONICET-UBA bajo la dirección de la investigadora del CONICET Diana Jerusalinsky.

Referencia bibliográfica

Differences in learning and memory between middle-aged female and male rats. Natalia Claudia Colettis(*), Martín Habif(*), María Victoria Oberholzer, Federico Filippin and Diana Alicia Jerusalinsky. Learning & Memory, CSHL Press. 2022. 29: 120-125.

Imagen de portada: El equipo de investigación integrado por Habif y Colettis y liderado por Jerusalinsky. Foto: gentileza Valentina Pastore.

FUENTE RESPONSABLE: CONICET. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Mayo 2022.

Ciencia/Argentina/CONICET/Cerebro/Memoria/Salud/Salud Mental.