Cómo Francia está utilizando fotos aéreas e inteligencia artificial para encontrar piscinas ocultas y recaudar más impuestos.

El hallazgo de miles de piscinas privadas ocultas en Francia le ha dado un inesperado empuje a los ingresos fiscales del país europeo.

Gracias a un experimento con el uso de inteligencia artificial (AI), las autoridades fiscales francesas descubrieron más de 20.000 piscinas ocultas.

Según los medios franceses, el hallazgo ha logrado recaudar unos 10 millones de euros (US$10 millones) en ingresos.

Tener piscinas en Francia puede obligar a sus propietarios a pagar un mayor impuesto sobre bienes inmuebles porque aumentan el valor de la propiedad, por eso deben declararse al fisco, según la ley francesa.

Las 20.000 piscinas fueron detectadas durante una prueba en octubre de 2021 utilizando un software desarrollado por Google y la consultora francesa Capgemini con imágenes aéreas de nueve regiones del país.

Las regiones de Alpes-Maritimes, Var, Bouches-du-Rhône, Ardèche, Rhône, Haute-Savoie, Vendée, Maine-et-Loire y Morbihan formaron parte de la prueba, pero los funcionarios fiscales aseguran que ahora puede implementarse en todo el país.

En el año 2020 ya había más de 3,2 millones de piscinas privadas en Francia, según cifras de la Federación de Profesionales de la Piscina, y las ventas ya estaban en auge antes de la pandemia de covid.

Pero con la llegada del coronavirus hubo un aumento adicional en las instalaciones de piscinas a medida que cada vez más empleados trabajaban desde casa.

Según el diario Le Parisien, por una piscina promedio de 30 metros cuadrados se debe pagar anualmente al fisco unos 200 euros (US$200).

Fallas

La Dirección General de Finanzas Públicas (DGFiP) de Francia está utilizando específicamente algoritmos que le permiten extraer a partir de tomas aéreas los contornos de piscinas y estructuras para comprobar si tienen los impuestos que, según la ley, deberían tener.

En su defecto, se invita al propietario del inmueble a regularizar su situación y pagarle lo que debe al fisco.

La piscina en los terrenos de la lujosa villa de Joan Collins en las colinas de San Tropez.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Las autoridades fiscales afirman que el software también podría ser utilizado en el futuro para hallar extensiones no declaradas de casas, patios o kioskos de jardín, que también hacen que el impuesto sobre bienes inmuebles aumente.

«Tenemos como objetivo particularmente extensiones de casas, como terrazas», le dijo Antoine Magnant, subdirector de la DGFiP, a Le Parisien.

«Debemos estar seguros de que el software podrá encontrar edificios con grandes superficies y no la caseta del perro o una casita de juegos para niños», agregó.

Pero medios franceses han reportado que, por el momento, el software de Google y Capgemini configurado para identificar piscinas tiene fallas a la hora de encontrar extensiones de casas.

«¿Cómo puede estar seguro de que una mancha rectangular negra, vista desde el cielo, es una ampliación y no una lona colocada en el suelo, una carpa o incluso una terraza?», interroga Le Parisien.

¿Prohibir piscinas nuevas?

La mano dura del gobierno francés en contra de las piscinas no declaradas se produce después de que Julien Bayou, secretario general del partido ecologista Europa Ecología Los Verdes y consejero de la región Île-de-France, no descartara la prohibición de construir nuevas piscinas privadas.

En declaraciones a BFMTV, Bayou señaló que Francia necesita una «relación diferente con el agua» y que la prohibición sería un «último recurso».

«El desafío no es prohibir las piscinas, es garantizar nuestras necesidades vitales de agua», agregó.

Sus comentarios toman aún más relevancia en un momento en que Francia atraviesa la peor sequía de la que se tiene registro, en la que más de 100 municipios se han quedado sin agua potable.

En julio, Francia tuvo apenas 9,7 mm de lluvia, lo que lo convirtió en el mes más seco desde marzo de 1961, según el servicio meteorológico nacional Meteo-France.

La crisis es tan grave que en el noroeste y sureste del país se ha prohibido el riego con el objetivo de tratar de conservar el agua.

Francia es el segundo país con más piscinas per cápita en el mundo, solo por detrás de Estados Unidos, y el mercado está en pleno auge.

Solo en 2021, los franceses construyeron cerca de 244.000 piscinas, según la Federación de Profesionales de la Piscina.

Imagen de portada: GETTY IMAGES. Muchos en Francia ocultan sus piscinas para pagar menos impuestos.

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 31 de agosto 2022.

Sociedad y Cultura/Francia/Economía/Conservación/Cambio climático/Ciencia/Tecnología

 

 

 

Así es la zona crepuscular del océano: la región más oscura de los mares que rebosa en especies multicolor.

La zona crepuscular oceánica se encuentra a 1,000 metros de profundidad en el mar. Ahí, donde ni siquiera la luz del Sol alcanza a llegar.

A la zona crepuscular oceánica no llega la luz del Sol. Está tan por debajo de la superficie en los mares, que la vida transcurre completamente a oscuras.

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Por ello, un ecosistema que parece traído de otro mundo se desarrolla mayormente en silencio. Animales con luces integradas. Peces ciegos con fauces que parecen desproporcionadas a su tamaño. Especies minúsculas que integran un ecosistema microscópico. Todos ellos integran este reino de sombras.

Aunque parezca completamente ajena a la vida sobre la superficie, la zona crepuscular oceánica es fundamental para regular la temperatura del planeta, explica Woods Hole Oceanographic Institution. A pesar de encontrarse a tantos metros por debajo de las olas, actualmente está en riesgo a causa de la crisis climática global. Éstas podrían ser las consecuencias.

¿Dónde está la zona crepuscular oceánica?

Value Beyond View: The Ocean Twilight Zone

La zona crepuscular oceánica se encuentra de 200 a 1,000 metros por debajo de la superficie. Por esta razón, la luz no llega a penetrar esta región del mar. Conocida también como zona mesopelágica, ha desarrollado su propia bioquímica y ecosistemas, como si se tratara de una biosfera completamente diferente a la que se encuentra bajo la influencia del Sol.

En las profundidades del mar, se almacenan entre 2 y 6 mil millones de toneladas de carbon al año. Comparativamente, asegura Woods Hole Oceanographic Institution, esta cantidad es «6 veces la magnitud de emisiones que producen los coches en todo el mundo». Por ello, según los registros de la institución, la zona crepuscular oceánica se entiende como una cápsula de gases de efecto invernadero.

Un calamar de cristal juvenil. Crédito: Institución Oceanográfica Woods Hole / Paul Caiger

Además, esta región en los océanos contiene 10 veces más animales marinos que los que proliferan en la superficie. Por ello, también se puede entender como un banco de alimentos para otras especies que habitan los mares. A pesar de que contiene esta riqueza, y es uno de los ejes primordiales en la regulación de la temperatura global, se conoce muy poco sobre la zona crepuscular oceánica.

¿Qué organismos viven ahí?

La boca de cerda alargada (Sigmops elongatus) es abundante en la zona crepuscular de los océanos. Crédito: Institución Oceanográfica Woods Hole / Paul Caiger.

La zona crepuscular oceánica es mayormente un misterio para la ciencia contemporánea. Dada la profundidad a la que se encuentra, es difícil de estudiar porque alcanzarla puede ser muy costoso —y peligroso— para los investigadores. Y lo que es más: muchas de las especies son demasiado frágiles para aguantar otras condiciones ambientales.

Aún así, la vida florece entre las sombras del planeta, de acuerdo con el estudio publicado en Nature:

«[…] la zona es poco conocida, física, biogeoquímica y ecológicamente. Incluso la cantidad de organismos que viven allí sigue siendo un misterio, por no hablar de su diversidad y función», escriben los autores.

Además, «la zona crepuscular también está al tanto de la migración más grande de la Tierra«. Los científicos aseguran que una amplia variedad de «peces y zooplancton se mueven cientos de metros hacia la superficie cada noche para alimentarse«. Antes de que el Sol aparezca de nuevo, todos ellos se retiran a las sombras nuevamente. , antes de retirarse al amanecer.

Antes de que sea demasiado tarde

El alza en las temperaturas globales representa una amenaza para la zona crepuscular oceánica. Con la creciente celeridad con la que los océanos se calientan, las especies que habitan este espacio desprovisto de luz también podrían verse gravemente afectadas. Y con ellas, uno de los receptores principales de carbono en el planeta podría venirse abajo también.

«Lamentablemente», reconocen los autores del estudio, «es demasiado tarde para evitar un daño ambiental generalizado en estas regiones costeras. En cambio, los esfuerzos de investigación y las políticas locales deben apuntar a mitigar los peores efectos».

A pesar de que los efectos de la crisis climática global ya aquejan a quienes vivimos en la superficie,»la zona crepuscular es casi prístina«. Y lo que es más: es completamente irregular, por lo que no existe una legislación que la proteja. Por ello, enfatizan los científicos, «esto hace que sea de interés y responsabilidad común, y hace necesario un acuerdo global para gestionarlo».

Iniciativa Hope for Reefs de la Academia de Ciencias de California

Sobre la posibilidad de que los gobiernos del mundo empiecen a explotar los recursos disponibles ahí, los científicos no tienen preocupaciones. La zona crepuscular oceánica es todavía inaccesible con la tecnología que existe en la actualidad. Aunque parezca increíble, es más fácil mandar a multimillonarios como Jeff Bezos al espacio que investigar esta región de los mares.

Antes que sea demasiado tarde, los científicos están interesados en aprender más sobre la zona crepuscular oceánica. Tal vez, entre las sombras más profundas del planeta, encontremos las respuestas que necesitamos para mantener las temperaturas del planeta a raya —si la crisis climática global lo permite.

Imagen de portada: WOODS HOLE OCEANOGRAPHIC INSTITUTION

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic en Español. 26 de agosto 2022.

Océanos/Biodiversidad/Conservación/Zona crepuscular oceánica/ Ecología 

 

 

 

Quiénes son los 2 científicos latinoamericanos premiados con el «Oscar Verde».

Dos científicos de América Latina recibieron este miércoles en Londres uno de los premios de conservación más prestigiosos a nivel internacional.

Micaela Camino, de Argentina, y Pablo Hoffmann, de Brasil, fueron galardonados con el Premio Whitley, que la fundación británica del mismo nombre otorga cada año a líderes conservacionistas de Asia, África y América Latina.

Los ganadores latinoamericanos trabajan en regiones de Sudamérica que rara vez son noticia, pero están gravemente amenazadas.

Camino fue distinguida por «empoderar a comunidades en el Chaco seco argentino para defender sus derechos» y proteger a una especie clave de mamífero que podría desaparecer en solo tres décadas.

Hoffman fue premiado por su lucha por salvaguardar a verdaderos sobrevivientes de la historia del planeta: el bosque de araucarias en el sur de Brasil.

El galardón, conocido como el «Oscar Verde», otorga un fondo de 40.000 libras (cerca de US$50.000) a cada ganador y es concedido cada año a seis conservacionistas considerados «pioneros en soluciones a la crisis de biodiversidad». También hay un premio especial de 100.000 libras (US$125.000) para un ganador previo.

«Con un millón de especies en riesgo de extinción y vínculos inextricables entre la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, los ganadores utilizarán los fondos para acelerar su trabajo innovador con el fin de revertir la disminución de especies», señaló la Fundación Whitley para la Naturaleza.

Micaela Camino y Pablo Hoffmann explicaron a BBC Mundo en qué consiste su trabajo de conservación y cuáles son los principales desafíos que enfrentan.

Micaela Camino: salvaguardar el bosque del Chaco seco en Argentina

Micaela Camino haciendo trabajo de campo en el bosque del Chaco

FUENTE DE LA IMAGEN -WHITLEY FUND FOR NATURE

Micaela Camino está basada en la provincia del Chaco. «Tenemos un mundo muy hermoso y si abrimos los ojos y el corazón vemos que la naturaleza es parte de nosotros y desde cada lugar en que estamos podemos ayudar».

La bióloga nació en Buenos Aires pero decidió dedicar su vida a proteger un ecosistema a más de 1.000 km de distancia.

«El Gran Chaco sudamericano es la ecorregión más grande de Sudamérica después de la Amazonía y tiene dos partes: la región húmeda y la región seca», señaló Camino a BBC Mundo.

Esa vasta ecorregión cubre un territorio de cerca de 1.140 000 km2.

«El Chaco seco está en Argentina, Bolivia y Paraguay. Es el bosque seco subtropical más grande del mundo».

Camino explicó a BBC Mundo que el Chaco seco alberga especies únicas.

«Muchas de esas especies sólo existen en esa región porque son bosques muy especiales, ya que al ser secos hay estaciones en las que no cae agua por mucho tiempo. Entonces toda la vida se adaptó a esas condiciones, y entre esas especies está la que yo trabajo, el chancho quimilero».

La mayor parte de los esfuerzos de conservación de la científica están centrados en esa especie de pecarí o chancho de monte.

Pecarí quimilero con su cría mamando

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

Pecarí quimilero: «Está desapareciendo su hábitat… Si no hacemos algo ya, en 30 años esta especie estará extinta».

«A diferencia de otros pecaríes que existen en América, esta especie solo existe en los bosques secos del Chaco y está muy, muy amenazada porque esta región tiene una de las tasas más de deforestación más altas del mundo».

El nombre de «quimilero» se debe que este pecarí se alimenta de un cactus típico de la región llamado quimil.

«Justamente por comer los cactus es que puede atravesar muy bien las temporadas tan largas de sequía, mientras que otros mamíferos empiezan a caminar desesperados. A veces los encontrás muertos por lo seco que se pone».

Salvar al pecarí quimilero requieres esfuerzos urgentes, afirmó Camino.

«Está desapareciendo su hábitat y es una especie que representa un camino evolutivo único y si se extingue ahí se extingue del mundo. Nosotros estimamos que solo enfocándonos en lo que es pérdida de hábitat si no hacemos algo ya, en 30 años esta especie estará extinta».

«Lo que hacemos al enfocarnos en esta especie es que como salvarla requiere sí o sí, salvar los bosques en su hábitat. Esto nos permite usarla como un guardián, como un paraguas que protege a todo el sistema boscoso con su diversidad de especies y gente y culturas».

La lucha por salvar a esta especie y su hábitat está indisolublemente ligada a empoderar a los habitantes locales, como las comunidades indígenas wichí.

Micaela Camino mostrando un mapa de tierras a un integrante de una comunidad en el Chaco argentino

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

«Habíamos planeado 15 talleres pero la gente local nos empezó a llamar de todos los lugares del bosque e hicimos como 100».

«Hace algunos años empezamos a ver que comenzaba a faltar el bosque, incluso en las comunidades donde trabajábamos por ahí llegabas y el bosque había desaparecido. La comunidad a veces parecía no haber recibido nada a cambio o parecían obligados a retirarse de sus casas», relató Camino.

«No terminábamos de entender qué estaba pasando, no había transparencia en lo que sucedía porque la gente no tiene la seguridad en la tenencia de la tierra. La mayoría no tienen los títulos, no porque no deberían tenerlos, sino porque el Estado no se los ha reconocido».

«De repente aparecen empresas que se quedan con las tierras, consiguen los títulos y cortan todo el bosque. Es una deforestación enorme de hectáreas y hectáreas y hectáreas con máquinas enormes y cadenas que arrastran todos los árboles para después sembrar generalmente soja para exportación».

«Son grandes inversiones que llegan a la zona, que se aprovechan de toda esta situación, de que las comunidades no tienen los títulos, de que están aisladas y no tienen información sobre sus derechos sobre cómo hacer los trámites, de que la sociedad no tiene información sobre la riqueza de esta zona «.

Desforestación en el Chaco seco de Argentina. Un tractor con cadenas arrastra y destruye toda la vegetación.

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

«Las leyes en Argentina no permiten una deforestación como la que estamos viendo hoy día».

Camino y sus colegas han venido realizando talleres, con ayuda de abogados y organizaciones de derechos humanos, para explicar a las comunidades cuáles son las leyes nacionales que protegen los bosques.

«Las leyes en Argentina no permiten una deforestación como la que estamos viendo hoy día. Hay muchas leyes distintas, sobre derechos a la tierra o derechos indígenas o sobre conservación de los bosques. Hay muchas leyes por las cuales esto no debería estar sucediendo, pero no se están aplicando».

Camino trabaja en el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL)-CONICET.

«Habíamos planeado 15 talleres pero la gente local nos empezó a llamar de todos los lugares del bosque e hicimos como 100».

«Nosotros sabemos sobre las leyes y ellos saben sobre lo que ellos mismos necesitan. La idea es pensar juntos cómo construir una solución para llevársela a los decisores políticos y trabajar con ellos también, porque no todo el gobierno está con ganas de que avance la deforestación, sino que son casos a veces muy particulares».

Taller con jóvenes en una comunidad local

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

Parte del trabajo de Camino y sus colegas está dirigido a empoderar a comunidades locales.

El mensaje de Micaela Camino a los lectores de BBC Mundo es que «tenemos un mundo muy hermoso y si abrimos los ojos y el corazón vemos que la naturaleza es parte de nosotros y desde cada lugar en que estamos podamos ayudar, averiguar qué consumimos, donar».

Y siempre escuchar a las personas que viven en los propios ecosistemas, aclara.

«Porque muchas veces la naturaleza tiene sus habitantes. Son sus guardianes y son las personas más marginadas y más vulneradas. Ellos nos pueden pueden ayudar a conservar nuestro mundo».

Pablo Hoffmann: restaurar el bosque de araucarias en Brasil

Pablo Hoffmann estudiando y clasificando semillas recolectadas en el bosque de araucarias

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

Pablo Hoffmann: «Cualquier ecosistema fuera de equilibrio es un peligro global a largo plazo».

El ingeniero forestal Pablo Hoffman y sus colegas están creando el vivero de araucarias más diverso del mundo.

El bosque de araucarias de Brasil se encuentra sobre todo en los estados del sur del país (Paraná, Santa Catarina y Rio Grande del Sur) y es parte del vasto bioma de la Mata Atlántica o Bosque Atlántico.

Actualmente solo subsiste en fragmentos.

«En Paraná el bosque de araucarias cubría más o menos el 40% del estado, pero hoy en día hay menos del 1% de bosques en buen estado, parecidos a los que había en el pasado», señaló Hoffmann.

La araucaria es un árbol muy antiguo. Se han hallado fósiles en Argentina de unos 160 millones de años.

Bosque de araucarias

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

«En el estado de Paraná el bosque de araucarias cubría más o menos el 40% del estado, pero hoy en día hay menos del 1% de bosques en buen estado».

La especie del sur de Brasil es Araucaria angustifolia y destaca por su altura en sitios más elevados del bosque atlántico, de más de 500 metros sobre el nivel del mar.

La destrucción del bosque de araucaria se debe a los «ciclos económicos que ocurrieron en el sur de Brasil», afirmó Hoffmann.

«Primero la crianza de ganado, luego el cultivo de yerba mate, la explotación de la madera».

«Y últimamente lo que pasa es que todas estas áreas se están convirtiendo en áreas agrícolas, sea para pastos o en su mayoría para la siembra de soja, maíz y trigo. Entonces los agronegocios, esta conversión, ha hecho que el bosque esté cada vez más fragmentado».

Y con esa fragmentación aumenta seriamente el peligro de extinción, advirtió el científico.

Vista del vivero de araucarias

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

«Nuestro vivero cubre más del 80% de las especies de árboles conocidas en el bosque de araucarias».

«Imaginen que algunas especies son muy raras de encontrar de forma natural, por lo que cuando eso sucede, corren un riesgo muy alto de extinguirse en poco tiempo porque probablemente ya no tendrán polinizadores, ni dispersores de semillas y se empezarán a cruzar entre parientes por tener muy pocos individuos».

«Con cada especie extinguida perdemos un poco sobre la historia natural del origen de la vida, así como importantes conexiones en las cadenas ecológicas».

«Probablemente con este trabajo somos una de las pocas posibilidades que tienen estas especies en peligro de sobrevivir».

Mientras la deforestación aumenta, los esfuerzos de reforestación han carecido de la diversidad de plantas esencial para ayudar a las araucarias y otras especies del bosque a adaptarse al cambio climático.

Bosque de araucarias

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

La araucaria sobresale por su altura y convive en la región con al menos 250 especies de árboles y más de 700 especies de otras plantas como hierbas, arbustos, orquídeas y bromelias.

Hoffmann y su equipo en la ONG Sociedade Chauá están creando un vivero con más de 215 especies, incluyendo 80 plantas raras.

«Nuestro vivero cubre más del 80% de las especies de árboles conocidas en el bosque de araucaria y, para algunas, pudimos encontrar nuevas poblaciones, más del doble de la cantidad de individuos conocidos en la naturaleza».

«Lo que hacemos es encontrar sobre todo especies en peligro de extinción, recolectar sus semillas, hacer que se reproduzcan en el vivero, y tratar de reintroducirlas en el medio natural nuevamente».

El proyecto también incluye investigación disponible para otros viveros en Brasil o el exterior, así como tareas de educación y el trabajo con propietarios rurales.

«Cualquier ecosistema fuera de equilibrio es un peligro global a largo plazo», señala Hoffmann.

«Nuevos virus, falta de alimentos, falta de lluvia, cadenas de extinción… Estamos completamente conectados; las consecuencias de la destrucción de los bosques en Brasil llegan fácilmente a Reino Unido».

Semillas del bosque de araucarias

FUENTE DE LA IMAGEN – WHITLEY FUND FOR NATURE

«Probablemente con este trabajo somos una de las pocas posibilidades que tienen estas especies en peligro de sobrevivir».

Hoffman reconoce que no es fácil realizar este tipo de trabajo de conservación en Latinoamérica.

«Tenemos que tener mucha esperanza para hacer esto, porque generalmente en los países de América Latina, como Brasil, no siempre hay suficiente incentivo para este tipo de trabajo».

«Así que tienes que tener un equipo de personas apasionadas, que realmente disfruten haciendo esto, y sería muy interesante que todos los lectores conozcan un poco más para poder ayudar también. Gente común, legisladores, políticos, pueden ser detonantes para un cambio de perspectiva sobre la extinción de ecosistemas y especies».

«Mi mensaje principal para los lectores es de perseverancia. Y creo que el premio Whitley puede ayudar a comunicar la gravedad del problema que tenemos en la región, que especies que son importantes para el ecosistema están llegando a la extinción y la extinción es para siempre».

Imagen de portada:Micaela Camino de Argentina y Pablo Hoffmann de Brasil fueron galardonados con el Premio Whitley por ser «pioneros en soluciones a la crisis de biodiversidad».

FUENTE RESPONSABLE: BBC News Mundo. Por Alejandra Martins. Abril 2022

Conservación/Argentina/Brasil/Medio Ambiente/Biología/Ciencia

 

Las selvas de África demuestran que pueden desacelerar la emergencia climática: resisten el calor extremo y la sequía.

Las selvas de África que se han mantenido intactas purifican 1.1 mil millones de toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera, según un estudio.

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Desde el inicio de la actividad industrial, la temperatura del planeta ha aumentado. Los registros que se tienen al respecto de la crisis climática global hasta ahora alarman gravemente a científicos de diversas disciplinas. Sin embargo, parece que algunas selvas de África se han resistido a los obstáculos cada vez más difíciles de sortear decantados de esta problemática.

¿A qué se debe la resiliencia de las selvas de África?

Foto: Jorge Fernández/LightRocket via Getty Images

La resistencia de los bosques húmedos en el continente africano ha asombrado a los científicos que estudian el alza en la temperatura global a raíz de la crisis climática. Un estudio internacional reciente, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, descubrió que las selvas que se han mantenido intactas siguen eliminando carbono de la atmósfera.

La purificación del aire no es la única funemo y la sequía, ción benéfica de los espacios vírgenes. Por el contrario, a pesar del calor extr100 selvas tropicales en 6 países diferentes eliminan un aproximado de 1.1 mil millones de toneladas de CO2 en la atmósfera a lo largo del año. Comparativamente, la cifra es tres veces superior al total de dióxido de carbono que emite el Reino Unido.

De acuerdo con la Dra. Amy Bennett, de la Escuela de Geografía de Leeds, a pesar de la muerte de los árboles por los cambios en el medio ambiente en otras partes del mundo, las selvas de África mostraron un comportamiento diferente:

«NO VIMOS UNA FUERTE DESACELERACIÓN DEL CRECIMIENTO DE LOS ÁRBOLES, NI UN GRAN AUMENTO EN LAS MUERTES DE ÁRBOLES COMO RESULTADO DE LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS EXTREMAS. EN GENERAL, LA ABSORCIÓN DE DIÓXIDO DE CARBONO POR ESTAS SELVAS TROPICALES INTACTAS SE REDUJERON EN UN 36%, PERO CONTINUARON FUNCIONANDO COMO SUMIDEROS DE CARBONO, LO QUE RALENTIZÓ EL RITMO DEL CAMBIO CLIMÁTICO».

El estudio consideró a la República Democrática del Congo, Gabón, Camerún, Ghana, Liberia y la República del Congo, con respecto a cómo reaccionan los bosques tropicales a condiciones más cálidas y secas. Esta desaceleración, sin embargo, no es fortuita. Por el contrario, funcionó gracias a que los espacios se mantuvieron sin intervención de la actividad industrial humana, la agricultura o la caza ilícita.

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Un monitoreo cuidadoso de los bosques tropicales

Foto: Giles Clarke/UNOCHA via Getty Images

A pesar de las dificultades a las que Bennett y su equipo se enfrentaron, los resultados valieron la pena. De acuerdo con el autor principal del estudio, el profesor Simon Lewis, de la Escuela de Geografía de Leeds, «Las selvas tropicales africanas parecen más resistentes a un calentamiento y sequía adicionales en comparación con las selvas tropicales de la Amazonia y Borneo».

Los geólogos aseguran que las selvas de África han existido en condiciones más secas que las de otras partes del mundo, como la Amazonía y el Sudeste asiático. En el contexto de la crisis climática que enfrenta el planeta, esto les ha ganado un terreno considerable con respecto a otros bosques tropicales.

De acuerdo con Lewis, «Estos hallazgos muestran el valor de un monitoreo cuidadoso a largo plazo de los bosques tropicales. Los datos de referencia que se remontan a la década de 1980 nos permitieron evaluar qué tan bien estos bosques tropicales enfrentaron el calor y la sequía récord». Por esta razón, los autores incitan a los gobiernos locales a poner en primer lugar a las selvas de África en su agenda social, política y económica.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic en Español. Por Andrea Fisher. Mayo 2021.

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