Ubuntu, la filosofía africana del respeto.

 

La conexión del individuo con la comunidad y de esta con la tierra a través de ubuntu, una noción que se presenta como un tejido de fraternidad integral en el que nadie queda fuera, en el que nadie queda atrás, porque si un solo individuo sufre una injusticia, todos sucumben. El ubuntu es el hilo dorado que teje el alma africana y la resplandece ante la eterna amenaza del depredador.

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Empatía, solidaridad, reconciliación, fraternidad, perdón y pluralidad: ubuntu es un compendio de la filosofía del respeto que ha sido fundamental para la resistencia y prosperidad de numerosas comunidades africanas que se han visto amenazadas en los últimos tiempos por crisis humanitarias devastadoras. 

A continuación, indagamos sobre el significado y la trascendencia de ubuntu y su repercusión en la sociedad contemporánea. 

Ubuntu, el humanismo africano 

Ubuntu, la filosofía africana del respeto. Fuente: Unsplash

La conexión del individuo con la comunidad y de esta con la tierra a través de una noción que se presenta como un tejido de fraternidad integral en el que nadie queda fuera, en el que nadie queda atrás, porque si un solo individuo pierde, todos pierden, porque si un solo individuo sufre una injusticia, todos sucumben. El ubuntu es el hilo dorado que teje el alma africana y la resplandece ante la eterna amenaza del depredador. 

Proveniente de las lenguas xhosa y zulú que, a su vez, derivan del bantú, ubuntu es una noción que nutre el sentido de colectividad de los pueblos subsaharianos. 

Frente al egoísmo y al individualismo, ubuntu propone una forma de vida solidaria, fraternal y respetuosa con el otro a través de proverbios como ‘umuntu ngumuntu ngabantu’ que se traduciría como “somos a través de los demás”, “tú eres, luego yo soy”. 

Esta relación honesta, tolerante y generosa con el otro, con los demás, se plantea como el cimiento de una sociedad integradora en la que las diferencias no son un impedimento ni un estorbo para el progreso: al contrario, son las que lo impulsan, asumiendo que el progreso social es la suma de todos y cada uno de los individuos que forman parte de una comunidad. 

Así, ubuntu es una suerte de red integradora que, traducido a nuestro lenguaje occidental, conectaría lo local con lo global, una red sostenible que, en última instancia, vincularía a las comunidades con la tierra, con la naturaleza: una armonía plena e incorruptible entre individuo, colectivo y entorno natural. 

En definitiva, el humanismo africano que sigue deslumbrando al resto del mundo con su resiliencia, tal y como nos gusta decir a este lado del planeta. 

Ubuntu y la reconciliación nacional 

Ubuntu, la filosofía africana del respeto. Fuente: Unsplash

Hasta principios de los 90, Sudáfrica vivió una situación social repugnante marcada por el apartheid, un sistema de segregación racial que consistía en la creación de lugares separados entre negros y blancos cuyo verdadero objetivo —mantener el poder para la minoría blanca— era disfrazado de progreso para todas las comunidades.  

La irrupción de líderes como Nelson Mandela o Desmond Tutu, inspirados por ubuntu, consiguieron poner fin a la tragedia, evitando otra tal vez mayor, al reconducir la rabia y el deseo de venganza hacia la reconciliación nacional: junto con la resistencia no violenta o satyagraha de Gandhi, uno de los mayores logros sociales de la historia contemporánea. 

En este sentido, y ante un panorama extraordinariamente delicado que podría haberse convertido en un conflicto de consecuencias catastróficas, Desmond Tutu rescató la noción humanística de ubuntu para fortalecer una apuesta por la justicia reparadora, en lugar de vengativa.  

Tal y como afirma la antropóloga de la Universidad de Granada Ester Massó Guijarro en su estudio sobre la relación entre ubuntu y los derechos humanos, la construcción del futuro de Sudáfrica se cimentó sobre los pilares conceptuales de ubuntu.  

Ubuntu

En vez de una venganza que no supondría para la víctima una liberación, sino al contrario una nueva prisión, se opta por una reconciliación con el culpable, por el perdón del victimario, asumiendo que él también forma parte de la comunidad, porque todos, incluso los ‘culpables’, tiene su papel en la armonía social. No se trata de olvidar, sino de perdonar para crecer juntos: un paradigmático ejemplo histórico de la inmensa potencialidad de la filosofía del ubuntu aplicado a un dilema social de compleja resolución.

No obstante, y a pesar de sus connotaciones extraordinariamente positivas, —o quizás justamente por ellas— ubuntu también ha sido descrito como una filosofía inventada sin raíces reales en la cosmovisión africana, un artificioso valor universal africano, “independiente del contexto histórico real de las sociedades que lo practicaron”, tal y como señala el investigador del Center for African Studies de la Universidad de Stanford Michael Onyebuchi Eze.  

Y es que no hay que olvidar que, a menudo, desde el punto de vista occidental, se tiende a descifrar África como un todo histórico y social, cuando es una suma de pueblos con enormes diferencias. 

En este sentido, ubuntu sería o “una varita mágica política para capear cada nueva crisis social”, tal y como señala el propio Onyebuchi. 

Ubuntu, el regalo de África al mundo 

Ubuntu, la filosofía africana del respeto. Fuente: Unsplash

¿Es posible trasladar ubuntu a la sociedad occidental? ¿Nuestra sociedad líquida está preparada para aparcar la feroz competitividad, la cultura del odio y el permanente latido de venganza para una reconstrucción social (y espiritual) basada en el perdón, la solidaridad y la fraternidad?  

Y es que nociones como ubuntu son la llave que abre la puerta del futuro de la humanidad, un futuro que solo puede entenderse a través de parábolas como la del globo y los niños: 

Un profesor propone un juego a los niños de su clase. Cada uno debe hinchar un globo y pintar su nombre en él. A continuación, se revuelven los globos. El objetivo es que cada niño encuentre el globo con su nombre. Entre risas y búsquedas infructuosas, nadie es capaz de encontrar el globo con su nombre. Entonces el profesor dice a los niños: “Ahora, parad un momento, coged un globo cualquiera y entregárselo a su dueño”. En un momento, todos los niños tienen su globo. 

Ubuntu es hacer feliz a los demás, a los que tienes a tu alrededor, para alcanzar la felicidad propia; es asumir que la desgracia ajena es la desgracia propia y que los triunfos y las capacidades de los demás no son una amenaza, ni una competencia, sino una ayuda para alcanzar nuestros propios sueños. Ubuntu es, en definitiva, la respuesta a la pregunta: ¿cómo debemos construir nuestro futuro?

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest

FUENTE RESPONSABLE: Microsismos. Por David Rubio. Mayo 2022

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¿Por qué nos asusta el silencio?

El silencio evoca vacío, soledad, temores y heridas pasadas que preferimos seguir tapando con ruido externo. Pero, ¿sabes todo lo que el silencio puede ofrecernos?

Entras al coche y prendes la radio. Llegas a casa y enciendes el televisor. Pones música en tu teléfono mientras te duchas, cantas o piensas. Nos asusta el silencio y lo demostramos de mil maneras. El vacío que sugiere la ausencia de ruido nos atormenta; y con este temor perdemos oportunidades importantes. Y es que, tal vez, si conociéramos el valor del silencio, dejaríamos de huir de él como de un enemigo.

¿Cuándo fue la última vez que estuviste en silencio?¿Cuándo experimentaste la completa ausencia de estímulos exteriores e interiores? Para la mayoría de las personas esto es casi una utopía, un estado imposible de alcanzar y sostener. Es además, a su modo de ver, algo peligroso y perturbador. Pero, ¿por qué nos sucede esto? y ¿qué podemos hacer al respecto?

Hombre triste mirando por la ventana

Nos asusta el silencio

Tal vez, ya te hayas dado cuenta de que existe esta tendencia generalizada en nuestra sociedad o tal vez no. Puede que incluso hayas detectado en ti mismo este temor al silencio, aunque no sepas bien a qué se debe. La realidad es que cada día damos muestras de este fenómeno.

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Nos rodeamos de todo tipo de aparatos tecnológicos que nos proporcionan estimulación visual y auditiva. Y no solo lo hacemos como un modo de entretenimiento en nuestro tiempo de ocio, sino que recurrimos a ellos en cualquier actividad cotidiana. Mientras cocinamos, limpiamos o hacemos deporte, el ruido externo nos acompaña.

Lo mismo ocurre cuando pasamos tiempo con compañeros, amigos o familiares. Incluso si nos cruzamos con un vecino en el ascensor, preferimos iniciar una conversación banal y condescendiente que permanecer en silencio. Muchas veces no tenemos algo que decir, y aun así hacemos el esfuerzo por llenar esos aterradores vacíos con palabras.

Pero incluso cuando estamos en un aparente silencio, sin ruido exterior que cope nuestros sentidos, recurrimos a nuestros recursos internos para huir. ¿Alguna vez te ha ocurrido que, al irte a dormir, en la quietud de la noche, tu mente parece acelerarse llevándote del pasado al futuro en una rumiación constante? Esto no son más que mecanismos para evitar el silencio del presente.

¿Por qué nos asusta el silencio?

Porque no nos conocemos

Nos asusta el silencio porque este implica entrar en contacto con nosotros mismos. Huimos de él porque huimos de nosotros. Se trata de un temor a quedarnos a solas con una parte de nuestro ser que nos negamos a ver, con los miedos y heridas que hemos ido ignorando. Nos aterra escuchar nuestra propia voz, un grito interior que hemos sepultado durante años bajo voces ajenas y ruidos exteriores.

No nos conocemos porque nunca nos hemos quedado solos. No nos conocemos y nos asusta hacerlo. Cuando el silencio aparece trae consigo los sonidos de nuestras sombras, de esas partes oscuras que no reconocemos como propias cuando sí lo son. ¿De dónde sale esa ansiedad, ese sentimiento de soledad y vacío, esa ira contenida que surge cuando estamos en silencio? Todo ello somos nosotros, aunque nos hayamos negado a vernos durante décadas.

Porque no estamos acostumbrados

Sin embargo, no toda la culpa es nuestra. Hemos nacido y vivimos inmersos en una sociedad que no nos enseña a conectar ni a escucharnos, sino que nos ocupa y nos distrae constantemente.

El autoconocimiento, el desarrollo personal, la meditacióntodas estas prácticas parecen reservadas para una minoría que sufre y necesita repararse, cuando en realidad todos deberíamos practicarlas.

El silencio está estigmatizado y nos enseñan a verlo como algo negativo, como una señal de que la persona callada está enfadada, ofendida, triste o ausente. El silencio nos evoca soledad y vacío, timidez y emociones negativas, cuando esto no tendría que ser así.

Mujer meditando con una mariposa en su mano

Comienza a practicar el silencio

Practicar el silencio nos ayuda a conectar con nuestros temores, heridas y deseos. Nos permite reconocernos, sanarnos y volver a nosotros. Nos ofrece la oportunidad de descubrir nuestros anhelos y opiniones, de recuperar nuestra fuerza y nuestra voz. Cuando te conoces y te aceptas, cuando aprendes a amarte y a estar contigo, no hay otro lugar comparable en el mundo.

Solo tú puedes llenar tus vacíos, curar tus heridas y vencer tus miedos. Solo tú puedes trabajar por tus sueños y objetivos. Entonces, ¿por qué temes estar contigo? Date una oportunidad, descubrirás cuánta falta te has hecho todo este tiempo.

Imagen de portada: Gentileza de La Mente es Maravillosa

FUENTE RESPONSABLE. La Mente es Maravillosa

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