Los neurólogos alertan del aumento de la esclerosis en jóvenes: «El incremento en niños es aplastante».

En sólo siete años, la cifra de menores de 18 diagnosticados con la enfermedad ha pasado de 7.000 a 30.000 en todo el mundo.

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La esclerosis múltiple lleva poniendo en jaque a la comunidad médica desde largo tiempo atrás. Fue hace dos siglos cuando el considerado ‘padre de la neurología’, Jean Martin Charcot, habló por primera vez de ella en una conferencia. 

Desde entonces, se ha conseguido avanzar en el desarrollo de fármacos que retrasen su progreso, pero todavía no se ha dado con la fórmula que consiga frenar y revertir sus daños, algo que se torna acuciante teniendo en cuenta que las cifras de esta enfermedad no paran de crecer.

Así lo señala Ana Belén Caminero, jefa de la Sección de Neurología del Complejo Asistencial de Ávila y recién nombrada coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología (SEN). «Los datos que tenemos indican que su incidencia y prevalencia han aumentado prácticamente en todos los países del mundo», comenta a EL ESPAÑOL.

Para realizar semejante afirmación, la experta se basa en el Atlas (2020) que elabora la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple (MSIF) y que recoge datos de 115 países, lo que abarca, aproximadamente, al 90% de la población mundial. Según las cifras, esta enfermedad afecta a 2,8 millones de personas, un número que evidencia un aumento sustancial respecto a la edición anterior del documento, 2013. En aquel año, eran 2,3 millones.

La esclerosis múltiple puede ocurrir a cualquier edad, pero, como aclara la neuróloga, normalmente, se produce entre los 20 y los 40 años. De hecho, según los datos que aporta la SEN, el 70% de los casos que se diagnostican en España corresponden a esta franja de edad. Por eso, a diferencia de otras enfermedades neurológicas, como el alzhéimer, se considera que es una dolencia de gente joven.

España sobresale en prevalencia

En España, la entidad calcula que, cada año, se diagnostican 1.800 nuevos casos, unas cifra que lleva creciendo desde décadas atrás y que sigue la tónica de los datos del Atlas, entre que también recoge los de país. Estudios nacionales más actualizados, como uno elaborado en 2022 y comandado por el Centro Nacional de Epidemiología, también advierten de este crecimiento, tanto en incidencia como en prevalencia. Así, España se coloca como una de las naciones con mayor prevalencia de esta enfermedad del mundo.

Prevalencia de la esclerosis múltiple en el mundo.

Prevalencia de la esclerosis múltiple en el mundo. Atlas de la esclerosis múltiple.

Si las cifras sobre su aumento preocupan a la comunidad científica, más lo hace el hecho de que también haya crecido en población pediátrica. Según el informe, por lo menos 30.000 niños y adolescentes menores de 18 años viven con esclerosis múltiple, 23.000 más que los 7.000 que se contabilizaron en 2013. «El aumento en niños ha sido bastante aplastante», lamenta Caminero, que, además, explica que en estas edades esta patología es «un arma de doble filo».

Mientras que en otras enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson, se puede considerar una ventaja el inicio temprano, pues en ellos la progresión es más lenta y hay menor deterioro cognitivo, en este caso, aunque tienen el pro de que responden mejor a los tratamientos, su desgaste deterioro se produce de una manera más acelerada. «En cualquier caso, no es muy halagüeño empezar esta enfermedad en una edad joven», sentencia la representante de la SEN.

Por todo ello, es fundamental conocer a qué se debe este aumento de casos. Uno de los factores más remarcados, tanto por el informe como por Caminero, es que se ha mejorado bastante en el diagnóstico, por lo que una mayor detección es una de las claves que está detrás. Sin embargo, como incide la propia doctora, «aunque las mejores terapéuticas han influido, se piensa que hay un incremento real cuya causa no se sabe».

La mononucleosis infecciosa

En un desglose de hipótesis, la neuróloga apunta a que puede estar relacionado con factores ambientales, como una mayor polución o un incremento de infecciones virales, como la mononucleosis infecciosa, causa por el virus de Epstein-Barr.

En enero de 2022, la revista Science publicó un macroestudio que reveló que las personas infectadas con este virus poseían 32 veces más de probabilidades de tener esclerosis múltiple, en comparación con aquellas que no se habían contagiado. «Sin duda, se puede estimar que el virus es un factor que tiene una asociación intensa, ahora, ¿hasta qué punto es la causa última de la enfermedad? Eso es lo que está todavía un poco en entredicho», responde Caminero.

Y es que, según la investigación, el 99% de las personas con esclerosis múltiple tiene el Epstein-Barr. Sin embargo, la presencia de este virus es altísima en la población, pero no todo el mundo desarrolla el trastorno neurodegenerativo. Así, el misterio continúa en el aire.

«Todas las causas son muy especulativas», resume la experta, que pide sobre todo a la población estar atentos a las señales de alerta de la enfermedad, como visión borrosa, pérdida de movilidad, sensación de hormigueo, problemas de equilibrio o en el aparato excretor.

Cuanto antes se encuentre la enfermedad, más rápido se puede empezar con el tratamiento, un punto que sí valora de forma positiva la doctora: «El control de la enfermedad es muchísimo mejor que hace 25 años. Cada vez tenemos más esperanza para dar a nuestros pacientes y su expectativa de vida es mucho mejor».

Imagen de portada: Un escáner del cerebro.

FUENTE RESPONSABLE: El Español. Por María P. Bonmati. 10 de febrero 2023.

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Estos son los 3 signos que ‘anuncian’ que vas a sufrir alzhéimer en unos años.

Un nuevo trabajo publicado en la revista ‘JAMA Neurology’ identifica los tres hábitos que podemos modificar para reducir el riesgo degenerativo.

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Como ya han ido adelantando diferentes estudios en los últimos años, los hábitos que mantenemos durante la infancia y adolescencia puede repercutir en la edad adulta. Y a su vez, lo que hacemos cuando somos adultos tiene consecuencias significativas en edades más avanzadas.

En este ámbito, la enfermedad de Alzheimer sigue siendo el tipo de demencia más diagnosticada en todo el mundo, y se sabe que ciertos factores de estilo de vida pueden aumentar su riesgo de forma más significativa que otros.

Así pues, según un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Neurology, existirían tres factores en particular que aumentarían el riesgo de sufrir esta demencia:la obesidad, la falta de ejercicio y el bajo nivel educativo.

Hace tan solo una década, eran otros los factores de riesgo que se asociaban más a la enfermedad. De hecho, en 2011, los estudios apuntaban a la falta de ejercicio, la depresión y el tabaquismo como principales factores.

Hoy en día la lista ha cambiado, aunque la falta de ejercicio sigue manteniéndose entre los tres primeros puestos, junto a la obesidad en la mediana edad y un bajo nivel educativo, entendido como inferior al graduado de secundaria.

El estudio analizó datos médicos de 378.000 adultos estadounidenses que participaron en una encuesta anual de salud gubernamental. Una de los aspectos que sugiere es que estos tres «nuevos» factores no son iguales para todos, y varían según la raza y el origen étnico.

Por ejemplo, la obesidad fue el primer factor de riesgo entre adultos blancos, los de raza negra y nativos americanos. La falta de ejercicio, por su parte, fue el principal factor de riesgo para los estadounidenses de origen asiático. Así mismo, el bajo nivel educativo fue el principal factor de riesgo modificable entre los hispanoamericanos.

Por otro lado, también hubo diferencias entre hombres y mujeres. Los factores de riesgo modificables se relacionaban con un 36% de los casos de demencia en hombres, pero solo con un 30% de los casos de las mujeres.

Según valora Deborah Barnes, profesora de psiquiatría en la Universidad de California en San Francisco y autora del estudio, estos resultados indicarían que las personas podrían reducir su riesgo de desarrollar alzhéimer y otros tipos de demencia mediante mejoras en el estilo de vida.

También es cierto, cabe recordar, que hay otros factores no modificables que se asocian a un mayor riesgo de sufrir alzhéimer. La edad avanzada o la susceptibilidad genética a través de la variante APOE4 son dos de estos factores que aumentan el riesgo y, de momento, no pueden evitarse ni modificarse.

Aún así, se calcula que alrededor del 37-40% de los casos de demencia en todo el mundo son atribuibles a estos factores de riesgo modificables. Esto implica que una parte significativa de las personas que acaban sufriendo la enfermedad podrían evitarla. 

Estos factores incluirían, además de los tres ya mencionados, una tensión arterial elevada, la diabetes, el consumo excesivo de alcohol y la pérdida de audición entre otros.

De momento no está claro el vínculo directo entre estos factores de riesgo y la enfermedad de Alzheimer, pero se sospecha que la salud cardiovascular está íntimamente relacionada con la enfermedad. La obesidad, la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo y un estilo de vida sedentario dañan los vasos sanguíneos, que no solo producirían perjuicios a nivel cardiológico sino también neurológico.

Por su parte, en cuanto al nivel educativo se refiere, los investigadores hablan de la conocida como hipótesis de la «reserva cognitiva». Así, las personas con más educación podrían estar mejor equipadas para resistir los cambios cerebrales patológicos observados en la demencia, y mantener tanto su memoria como su capacidad de pensamiento durante más tiempo.

Finalmente, recordando otros factores previos, cabe destacar que la depresión fue un factor más importante entre mujeres que entre hombres.

Casi el 11% de los casos de demencia en mujeres se relacionarían con este factor, y casi un 25% de las mujeres que participaron en el estudio habían sigo diagnosticadas de depresión en algún momento de sus vidas.

Imagen de portada: Un científico analiza la reproducción de un cerebro

FUENTE RESPONSABLE: El Español. España. Por Roberto Mendez. Mayo 2022

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