La diferencia entre la realidad y la ciencia ficción de los ovni.

IGNORAN EL MÉTODO CIENTÍFICO

El astrofísico de Harvard Avi Loeb denuncia tanto a los creyentes como a los negacionistas de los ovnis alienígenas, ambos grupos cegados por el dogmatismo y su desprecio del método científico.

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El pensamiento mágico postula que todo lo imaginable es posible. Es una droga recreativa adictiva que consumen no sólo los aficionados, sino también algunos científicos de la corriente dominante que creen en el multiverso y sostienen que «todo lo que puede suceder sucederá un número infinito de veces«. 

Al parecer, el sentido común no es común. Ambos lados de la discusión prefieren evitar el método científico para preservar su forma dogmática de pensar. 

En una reciente entrevista con Stephen Colbert, Steven Spielberg sugirió que los Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI) podrían ser de origen extraterrestre. Su umbral para sugerir este extremo es aceptable para los guiones de ciencia ficción en Hollywood, pero no para la ciencia. ¿Qué diferencia a la ciencia de la ficción? En una palabra: pruebas.

La gente puede decir lo que quiera. Algunos, como Bob Lazar, han dicho lo mismo sobre el origen alienígena de los ovni, insistentemente, durante décadas. Pero la persistencia no convierte en verdad lo que dice sin las pruebas directas que puedan corroborar sus afirmaciones. Una persona que insiste durante décadas en que es Napoleón Bonaparte sin mostrar pruebas que lo corroboren no saldrá a la palestra política en Francia, sino que será internada en un psiquiátrico. ¿Cuál es la diferencia entre estos dos resultados? Las pruebas y el sentido común. Napoleón tendría 254 años si estuviera vivo hoy.

La necesidad de basarse en pruebas, independientemente de los testimonios humanos, resulta obvia en los informes contradictorios de testigos presenciales de accidentes de tráfico o de aficionados a los acontecimientos deportivos.

Todos son testigos de la misma realidad, pero la cuentan de forma diferente y a veces contradictoria. Los vídeos de alta resolución pueden resolver esas controversias, como ha demostrado recientemente la FIFA en el Mundial de Fútbol de 2022.

Un asteroide quemándose en la entrada a la atmósfera terrestre.

De forma similar al servicio que prestan las cámaras de vídeo a los árbitros de fútbol, unos instrumentos científicos bien calibrados podrían guiarnos hacia una visión sobria de la realidad, sin ilusiones sobre lo que queremos que sea. Cuando el personal militar informa sobre los ovni, como se comenta en el informe de 2022 del Director de Inteligencia Nacional al Congreso de Estados Unidos, deberíamos sentirnos intrigados.

No hay duda de que los informes indican algo inusual, pero las pruebas públicas que tenemos a mano no son suficientes para apoyar la afirmación de Spielberg. Para corroborar cualquier interpretación con hechos, debemos seguir el método científico y recopilar nuevos datos.

La agenda científica del Proyecto Galileo subraya esta necesidad.

Es el primer programa de investigación sistemática destinado a recopilar amplios datos de fenómenos aéreos no identificados durante mucho tiempo y en muchos lugares con instrumentos bien calibrados, usando la clasificación de la inteligencia artificial para determinar si los objetos son familiares, ya sean naturales (como bichos, pájaros o meteoritos rocosos) o fabricados por el hombre (como globos, drones, aviones, satélites o cohetes). Los instrumentos de medición actuales son mucho mejores que los que teníamos hace décadas.

Además, el cielo no es secreto. Por tanto, no debemos obsesionarnos con los datos incompletos de los informes antiguos del Pentágono, sino recoger nuevos datos de alta calidad y averiguar si hay objetos extraterrestres en nuestro cielo.

Un F-22 Raptor lanzando un AIM-9 Sidewinder como el que abatió al OVNI sobre el Yukón. (USAF)

Por mucho que este tema sea de sentido común, soy testigo de las reacciones en contra del proyecto, tanto de los escépticos como de los creyentes en el origen extraterrestre de estos fenómenos.

Al parecer, el sentido común no es común.

Ambos lados de la discusión prefieren evitar el método científico para preservar su forma dogmática de pensar. La historia de la humanidad no tiene por qué sorprendernos. Los cambios de paradigma requieren personas dispuestas a examinar posibilidades ridiculizadas por los científicos convencionales.

Pero la ardua batalla es aún más catastrófica para las propuestas que no se ajustan a las normas sociales, como la sugerencia de Giordano Bruno de que podrían existir exoplanetas alrededor de otras estrellas.

La lección aprendida es que la validez de las ideas no debe juzgarse mediante concursos de popularidad medidos por el número de «me gusta» que obtienen en Twitter, sino por las pruebas científicas que las respaldan. 

Reunir estas pruebas es un trabajo duro.

Requiere financiación, diseño y montaje de instrumentos de última generación, pruebas y calibración, una cuidadosa recopilación de datos y un análisis cuantitativo de los mismos. Por ejemplo, conocer la distancia a los objetos observados es crucial para deducir su velocidad y aceleración. Una medición fiable de la distancia requiere la triangulación desde varios sitios o un pulso de radar activo.

Alex Delacroix (derecha), el ingeniero mecánico que se pasó del Observatorio Palomar de Caltech a Harvard y diseñó la arquitectura del Observatorio del Proyecto Galileo, junto a Avi Loeb, el 24 de enero de 2023.

Cuando los astrónomos ucranianos informaron sus mediciones de la distancia a fenómenos aéreos oscuros desde un solo lugar, señalé en un artículo que sus velocidades inferidas eran probablemente incorrectas porque a esas distancias la velocidad de los objetos los habría convertido en bolas de fuego brillantes y no habrían parecido oscuros.

Los partidarios de la hipótesis del fenómeno extraterrestre rechazaron de inmediato mi afirmación y sugirieron una nueva física para explicar la discrepancia. Lo que se les escapa es que el listón para crear una nueva física es mucho más alto que unos datos incompletos.

Para argumentar una nueva física, o incluso de tecnologías no humanas basadas en la física conocida, hay que disponer de datos de alta calidad que descarten cualquier otra interpretación, como esas mediciones de distancia incorrectas, más allá de toda duda razonable. La carga de la prueba recae en quienes afirman que existe una nueva física.

El progreso de nuestros conocimientos científicos no avanza gracias a nuestra imaginación, sino a pruebas irrefutables. Sin mediciones precisas de la distancia, las observaciones del UAP no pueden utilizarse para sugerir una nueva física. Por razonable que parezca, el principio de guiarse por la evidencia no es popular.

La naturaleza humana favorece una realidad virtual más excitante o halagadora que la realidad real. Si no nos gusta cómo nos vemos en el espejo o en las fotografías, nos maquillamos, retocamos nuestras fotos o nos suscribimos a una aplicación de citas que mejora nuestro aspecto en el mundo virtual. 

Esta tendencia explica la popularidad del multiverso en la ciencia y del metaverso en Silicon Valley. Carl Sagan dijo que se necesitan pruebas extraordinarias para probar afirmaciones extraordinarias.

Pero hay esperanza. Aunque la tendencia anterior caracteriza a los adultos, es menos frecuente entre los niños que desean humilde y sinceramente aprender sobre el mundo a partir de la evidencia, sin prejuicios ni ilusiones.

Esperemos que todos conservemos nuestra curiosidad infantil hasta bien entrada la edad adulta y mantengamos la mente del principiante (Shoshin) preconizada por el budismo zen.

La motivación para atender a la realidad que todos compartimos es sencilla: nos permite adaptarnos a su verdadera naturaleza e impulsa nuestros futuros avances tecnológicos.

Los físicos de principios del siglo XX nunca imaginaron la Mecánica Cuántica, que sentó las bases de los ordenadores modernos, los láseres, los teléfonos móviles e Internet.

Pero también hay un beneficio secundario.

Buscar pruebas en lugar de un pensamiento mágico para guiarnos elevará nuestro estatus en la clase de civilizaciones inteligentes dentro de la Vía Láctea.

Imagen de portada: Fotograma de Star Trek. (Paramount)

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Avi Loeb. Actualizado 10 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Espacio/Universo/Ciencia.

Se aproxima un cometa que brilla más que las estrellas.

Estiman que un cometa recién descubierto, a medida que se acerque al Sol y a nuestro planeta, podría brillar más en el cielo nocturno de la Tierra que muchas estrellas. La mayor aproximación del cometa al centro del sistema solar se producirá el 28 de septiembre de 2024, antes de alcanzar su punto más cercano a la Tierra, el 13 de octubre.

Se trata del cometa con el largo nombre de C/2023 A3 (Tsuchi Shan-ATLAS), indicó el medio Science Alert. Los astrónomos predicen un brillo de magnitud 0,7 en el perihelio del cometa. Cabe destacar que la estrella Betelgeuse en la constelación de Orión tiene su magnitud en torno a 0,42, Antares —la estrella más brillante en la constelación de Escorpio— un poco más tenue, con un poco más de 1.

Según las estimaciones provisionales, en su punto más cercano a la Tierra, la magnitud del cometa podría alcanzar un -0,2, lo que lo convertiría en uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno. También podría afectar la dispersión frontal, cuando el polvo y el hielo del cometa reflejan la luz del Sol, así prevé que la magnitud alcanzaría -5. Sin embargo, hay que tener en mente que el brillo del cometa es más difuso que el de las estrellas, ya que se trata de un objeto en movimiento con una cola (potencialmente), en lugar de una única fuente de luz.

Existe riesgo de que el cometa pueda chocar con una estrella, así que se espera que este encuentro con el otro objeto cósmico no lo haga pedazos.

Los días cercanos al 13 de octubre son los mejores para ver el brillo. Aparecerá en el cielo del amanecer cerca de las constelaciones de Hidra y Cráter. Se supone que los observadores de estrellas deberían empezar a ver bien el cometa en junio de 2024, aunque el objeto celeste puede cambiar su trayectoria. A pesar de la incertidumbre, se trata de una perspectiva apasionante para los astrónomos observar C/2023 A3 en los próximos meses.

El cometa C/2023 A3 fue detectado el 9 de enero de 2023 en el Observatorio de la Montaña Púrpura, en China. Luego los astrónomos lo captaron de nuevo por el telescopio Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS) en Sudáfrica, el 22 de febrero de 2023. Como resultado, recibe los dos nombres del instituto en su propio nombre (tsu chin shan significa montaña púrpura en mandarín).

Aparte de su brillo, C/2023 A3 avanza a gran velocidad: a unos 290.664 kilómetros por hora, dando una vuelta al sistema solar que, según los cálculos, durará aproximadamente 80.660 años. En estos momentos se encuentra entre las órbitas de Saturno y Júpiter.

Imagen de portada: CC BY 2.0 / NASA Hubble Space Telescope / Asteroid Leaves Odd X Pattern of Trailing Debris.

FUENTE RESPONSABLE: Sputnik Mundo.

Sociedad/Astronomía/Ciencia/Espacio/Cometa.

Qué son los gigantescos arcos de galaxias, las estructuras más grandes del cosmos que desafían lo que sabemos sobre el universo.

En 2021, la estudiante de doctorado británica Alexia Lopez estaba analizando la luz proveniente de cuásares distantes cuando hizo un descubrimiento sorprendente.

Detectó un arco gigante, casi simétrico, de galaxias a 9.300 millones de años luz de distancia en la constelación de Bootes (el Boyero).

Con una extensión masiva de 3.300 millones de años luz, la estructura es 1/15 del radio del universo observable.

Si pudiéramos verla desde la Tierra, tendría el tamaño de 35 lunas llenas desplegadas en el cielo.

Conocida como el Arco Gigante, la estructura cuestiona algunas de las suposiciones básicas sobre el universo.

De acuerdo con el modelo estándar de la cosmología, la teoría en la que se basa nuestra comprensión del universo, la materia debería distribuirse más o menos uniformemente en el espacio.

Cuando los científicos observan el universo a escalas muy grandes, no debería haber irregularidades notables; todo debe verse igual en todas las direcciones.

Sin embargo, el Arco Gigante no es el único ejemplo de este tipo. Estas gigantescas estructuras obligan ahora a los científicos a reevaluar su teoría de cómo evolucionó el universo.

Lopez estaba estudiando para obtener su maestría en la Universidad Central de Lancashire, en Reino Unido, cuando su supervisor sugirió usar un nuevo método para analizar estructuras de gran escala en el universo.

Usó cuásares -galaxias distantes que emiten una cantidad extraordinaria de luz- para buscar magnesio ionizado, un signo seguro de nubes de gas que rodean una galaxia.

Cuando la luz pasa a través de este magnesio ionizado, ciertas frecuencias son absorbidas, dejando «firmas» de luz únicas que los astrónomos pueden detectar.

«Examiné cúmulos de galaxias conocidos y documentados, y luego comencé a trazar cómo se veían estas áreas en el método Magnesio II», dice Lopez.

«Un cúmulo que observé era muy pequeño, pero cuando lo tracé en magnesio II había esta interesante banda densa de absorción de magnesio en todo el campo de visión. Así es cómo lo terminé de descubrir. Fue un feliz accidente y tuve suerte de que fuera yo quien lo encontró».

Lo que descubrió Lopez con su «feliz accidente» fue asombroso. Al mirar hacia la constelación de Bootes, un grupo de entre 45 y 50 nubes de gas, cada una asociada con al menos una galaxia, parecía organizarse en un arco de 3.300 millones de años luz de diámetro.

Ese es un tamaño considerable dado que el universo observable tiene 94.000 millones de años luz de ancho.

Cielo

FUENTE DE LA IMAGEN, STANDRET/GETTY IMAGES

Las gigantescas estructuras obligan ahora a los científicos a reevaluar su teoría de cómo evolucionó el universo.

Según el artículo de Lopez, es extremadamente improbable (una probabilidad de solo el 0,0003 por ciento) que una estructura tan grande haya surgido por casualidad.

Sugiere que puede haberse formado debido a algo en la física natural del universo que actualmente no tenemos en cuenta.

Sus hallazgos desafían directamente una faceta central del modelo cosmológico estándar: la mejor explicación que tenemos de cómo comenzó y evolucionó el universo.

Esta faceta, conocida como el principio cosmológico, establece que, a gran escala, el universo debería verse más o menos igual en todas partes, sin importar tu posición o la dirección en la que estés mirando.

No debe haber estructuras gigantes, sino que el espacio debe ser liso y uniforme. Esto es conveniente, ya que permite a los investigadores sacar conclusiones sobre todo el universo basándose únicamente en lo que vemos desde nuestra ubicación.

Sin embargo, también tiene sentido, ya que después del Big Bang, el universo se expandió hacia afuera, arrojando materia en todas direcciones simultáneamente.

Hay otro problema. Según el modelo estándar, estructuras como el Arco Gigante simplemente no habrían tenido tiempo de formarse.

«La idea actual de cómo se formaron las estructuras en el universo es a través de un proceso conocido como inestabilidad gravitacional», dice Subir Sarkar, profesor de física teórica de la Universidad de Oxford.

Alrededor de un millón de años después del Big Bang, cuando el universo se estaba expandiendo, pequeñas fluctuaciones en la densidad llevaron a que se aglomeraran fragmentos de materia.

Durante miles de millones de años, la atracción de la gravedad finalmente llevó a estos grupos a formar estrellas y galaxias.

Sin embargo, hay un límite de tamaño para este proceso. Algo más grande que unos 1.200 millones de años luz de diámetro simplemente no habría tenido tiempo suficiente para formarse.

«Para formar estructuras, necesitas que las partículas se congreguen cerca unas de otras para que pueda ocurrir un colapso gravitatorio», dice Sarkar. «Esas partículas tendrían que moverse desde el exterior de la estructura para llegar allí».

«Entonces, si tu estructura tiene 500 millones de años luz de diámetro, la luz tardaría 500 millones de años en moverse de un extremo al otro».

«Sin embargo, las partículas de las que estamos hablando se mueven mucho más lentamente que la luz, por lo que se necesitarían miles de millones de años para crear una estructura de este tamaño, y el universo solo existe desde hace unos 14.000 millones de años».

constelación

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Se descubrió que Bootes (el Boyero) contiene un arco gigante de galaxias de unos 3.300 millones de años luz de diámetro.

El Arco Gigante descubierto por Lopez no es la única estructura de gran escala descubierta por los astrónomos.

Está la Gran Muralla (también llamada Gran Muralla CfA2) de galaxias descubierta en 1989 por Margaret Geller y John Huchra.

La muralla tiene aproximadamente 500 millones de años luz de largo, 300 millones de años luz de ancho y 15 millones de años luz de espesor.

Aún más grande es la Gran Muralla Sloan, una estructura cósmica formada por una pared gigante de galaxias, descubierta en 2003 por J Richard Gott III, Mario Juric y sus colegas en la Universidad de Princeton.

Esa muralla tiene casi 1.500 millones de años luz de largo.

En la última década, el descubrimiento de estos gigantes se ha acelerado aún más. En 2014, los científicos descubrieron el supercúmulo de Laniakea, una colección de galaxias en las que reside nuestra propia Vía Láctea.

Laniakea tiene 520 millones de años luz de diámetro y contiene aproximadamente la masa de 100.000 billones de soles.

Luego, en 2016, se descubrió la Gran Muralla BOSS, un complejo de galaxias de más de mil millones de años luz de diámetro. BOSS está formado por 830 galaxias separadas que la gravedad ha atraído en cuatro supercúmulos.

Las galaxias están conectadas por largos filamentos de gas caliente. En 2020, también se agregó a la lista el Muro del Polo Sur, que se extiende a lo largo de 1.400 millones de años luz.

Sin embargo, el actual poseedor del récord de la mayor de estas estructuras es la Gran Muralla Hércules-Corona Borealis.

Descubierta en 2013, abarca 10.000 millones de años luz, más de una décima parte del tamaño del universo visible.

formación de galaxias

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«Lo calculamos y luego nos dimos cuenta, ‘Oh, oh, esto es lo más grande del universo'», dice Jon Hakkila, profesor de física y astronomía en la Universidad de Alabama en Huntsville.

Su preocupación estaba justificada. Tanto Hakkila como Lopez realizaron una serie de pruebas estadísticas para tratar de demostrar que los resultados no podían deberse al azar.

Para el Arco Gigante, los resultados tienen un nivel de confianza del 99,9997%. En la investigación científica, el estándar de oro para la significación estadística se conoce como 5-sigma, que equivale a una probabilidad de aproximadamente 1 en 3,5 millones de que los resultados se deban al azar.

El Arco Gigante alcanzó un significado de 4,5 sigma, por lo que aún existe la posibilidad de que la estructura sea un arreglo aleatorio de estrellas.

«Nuestros ojos son muy buenos para ver patrones. Es posible que veas iniciales en las nubes, pero esa no es una estructura real, tu mente está imponiendo una estructura sobre lo que en realidad es aleatorio», explica Sarkar.

«Sin embargo, no creo que ese sea el caso en esta situación, creo que es una cadena física genuina de supercúmulos».

Si se demuestra que existen más estructuras como el Arco Gigante y la Gran Muralla Hércules-Corona Boreal, los astrónomos se verán obligados a reescribir, o al menos revisar, el modelo estándar de cosmología.

No sería la primera vez que habría que adaptar el modelo. En 1933, el científico de Caltech, Fritz Zwicky, midió la masa de un cúmulo de galaxias y descubrió que el número era menor de lo que esperaba.

De hecho, la masa era tan pequeña que las galaxias deberían haberse separado y escapado a la atracción gravitacional del cúmulo.

Por lo tanto, algo más debe mantener unidos a los cúmulos de galaxias.

Este «algo» es la materia oscura, una sustancia misteriosa que se cree que constituye el 27% del universo.

Después, en 1998, el modelo se adaptó aún más para incluir la energía oscura, después de que dos equipos independientes de astrónomos midieran la expansión del universo y descubrieran que se estaba acelerando.

De cualquier manera, deberíamos saberlo con seguridad en los próximos años. El Legacy Survey of Space and Time (LSST), un estudio planificado de 10 años del cielo del hemisferio sur, puede proporcionar a los astrónomos una visión sin precedentes del universo.

«Se necesita mucho para hacer un cambio de paradigma, especialmente cuando las personas invierten sus vidas y carreras en ello, pero en última instancia, con la ciencia tenemos que comprobar quién tiene la razón», afirma Sarkar.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Jasmin Fox-Skelly; BBC Future. 7 de marzo 2023.

Sociedad/Espacio/Astronomía/Ciencia

Nuevo hallazgo del telescopio James Webb cambiaría la forma en la que los científicos entienden la creación del universo.

La creación, en duda después de décadas de certeza.

En una nueva investigación publicada en Nature por científicos internacionales, informaron la localización de seis galaxias masivas que fueron identificadas en el universo primitivo, lo que estaría cambiando lo que los científicos sabían previamente sobre los orígenes del universo.

De acuerdo con un informe publicado en el sitio web de Infobae, utilizando el primer conjunto de datos publicado por el Telescopio Espacial James Webb de la NASA, el equipo descubrió objetos tan antiguos como la Vía Láctea, cuando el universo tenía solo el 3 por ciento de su edad actual, unos 500-700 millones de años después del Big Bang.

Joel Leja, profesor asistente de astronomía y astrofísica en Penn State, explicó: “Estos objetos son mucho más masivos de lo que nadie esperaba. Esperábamos encontrar galaxias pequeñas, jóvenes y bebés en este momento, pero hemos descubierto galaxias tan maduras como la nuestra en lo que antes se entendía como el amanecer del universo”.

Los investigadores mostraron evidencia de que las seis galaxias encontradas son mucho más masivas de lo que nadie esperaba y cuestionan todo lo narrado antes sobre la creación y el comienzo del universo.

Los científicos, con “la mente abierta”

Por muchos años hemos leído sobre el Big Bang, la principal teoría científica sobre la creación, pero Leja cree que los científicos deben tener la mente abierta tras el hallazgo del James Webb.

“Este es nuestro primer vistazo hasta ahora, por lo que es importante que mantengamos la mente abierta sobre lo que estamos analizando. Si bien los datos indican que probablemente sean galaxias, creo que existe una posibilidad real de que algunos de estos objetos resulten ser agujeros negros supermasivos oscurecidos”, analizó.

“Independientemente, el tamaño de lo que descubrimos significa que la masa conocida en las estrellas en este período de nuestro universo es hasta 100 veces mayor de lo que habíamos pensado anteriormente. Incluso si cortamos la muestra a la mitad, este sigue siendo un cambio asombroso”.

Galaxias masivas

Las galaxias que descubrió el equipo son tan masivas que están en tensión con el 99% de los modelos de cosmología. Una cantidad tan alta de masa requeriría alterar los modelos de cosmología o revisar la comprensión científica de la formación de galaxias en el universo primitivo.

“Cualquiera de los escenarios requiere un cambio fundamental en nuestra comprensión de cómo surgió el universo. Miramos el universo muy primitivo por primera vez y no teníamos idea de lo que íbamos a encontrar. Resulta que nos enfrentamos a algo tan inesperado que en realidad crea problemas para la ciencia”, destaca el informe.

Imagen de portada: Galaxia (Unsplash)

FUENTE RESPONSABLE: Fayer Wayer. Por Guy Acurero. 5 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Ciencia/Espacio/Estudios.

Seleccionadas las 3 fotografías de astronomía más populares de 2022.

Estas son las 3 imágenes elegidas por el gran público en el marco del certamen Astronomy Photographer of the Year organizado por el Real Observatorio de Greenwich, como las mejores del 2022.

Faltan menos de dos semanas para que se cierren las candidaturas a la decimoquinta edición del prestigioso certamen Astronomy Photographer of the Year, organizado cada año por el Real Observatorio de Greenwich en asociación con BBC Sky at Night Magazine, y al que fotógrafos principiantes y profesionales de todo el mundo podrán enviar sus imágenes sobre el universo hasta las 21:00 horas (GMT) del 3 de marzo de 2023.

Con motivo de esta fecha límite, los organizadores han dado a conocer las 3 fotografías astronómicas galardonadas con el premio del gran público de su pasada edición, votadas entre una selección de 24 imágenes finalistas previamente seleccionadas por los  Museos Reales de Greenwich entre más de 3.000 fotografías. 

LA VÍA LÁCTEA DESDE LOS ANDES

Huayhuash, una espectacular imagen de la Vía Láctea desde los Andes Peruanos le ha valido al fotógrafo Daniel Zafra para alzarse con el título de Fotógrafo de Astronomía del Año: People’s Choice Awards 2022.

DANIEL ZAFRA / ASTRONOMY PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2022 PEOPLE´S CHOICE

Para conseguir su preciosa instantánea, Zafra se enfrentó a un viaje físicamente desafiante a través de la cordillera andina. La imagen fue capturada durante la temporada de lluvias en el lago Carhuacocha, ubicado a unos 4.150 metros sobre el nivel del mar por lo que el fotógrafo solo contó con un número muy limitado de oportunidades para obtener una toma del cielo en ausencia de nubes. 

UNA EYECCIÓN DE MASA CORONAL EN EL SOL

El segundo premio fue para el fotógrafo Miguel Claro, por una dramática instantánea titulada A Giant in the Sun’s Limb, en la que su autor capturó una eyección de masa coronal que tuvo lugar en febrero de 2022.

MIGUEL CLARO / ASTRONOMY PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2022 PEOPLE´S CHOICE

LA NEBULOSA DE CABEZA DE DELFÍN

The Dolphin Nebula Towards a Cosmic Reef, de Aleix Roig, que muestra la nebulosa de la cabeza de delfín, una enorme burbuja cósmica compuesta de hidrógeno ionizado situada en las constelación del Can Mayor, se alzó con el tercer premio.

ALEIX ROIG / ASTRONOMY PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2022 PEOPLE´S CHOICE

Para la futura edición del certamen, los participantes, quienes tendrán la posibilidad de competir por un premio de 10.000 libras, podrán enviar a través de este enlace hasta 10 fotografías que se enmarquen en cualquiera de las 9 categorías del concurso. Los ganadores, se anunciarán en una ceremonia de entrega de premios que tendrá lugar el 14 de septiembre de 2023 y se exhibirán en el Museo Marítimo Nacional junto con una colección de imágenes preseleccionadas.

Imagen de portada:  GERALD RHEMANN / ASTRONOMY PHOTOGRAPHER OF THE YEAR 2022

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España. Por Héctor Rodriguez. 23 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Astronomía/Fotos espectaculares/Espacio/Cosmos

El creciente problema para la ciencia y la humanidad al que nadie presta atención.

CIELOS Y OCÉANOS AMENAZADOS

El prestigioso astrofísico Avi Loeb denuncia las constelaciones de satélites innecesarios que solo buscan el beneficio económico privado a costa de un bien de toda la humanidad.

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La decisión más importante de nuestra civilización tecnológica está entre elegir entre beneficios comerciales y la preservación de la naturaleza. Hice mi elección hace mucho tiempo después de haberme criado en una granja.

Me encanta la naturaleza tal como es. A pesar de lo que creen los físicos matemáticos, la verdad no siempre es bella y es mejor no tapar los defectos de la realidad natural con maquillaje artificial. 

Un nuevo y gigantesco satélite de comunicaciones que brilla más fuerte que la mayoría de las estrellas en el cielo nocturno, comenzó a interferir con las observaciones astronómicas. 

Todas las mañanas, al amanecer, corro en compañía de pájaros, conejos, patos y pavos salvajes y, a veces, un manto nevado espectacular, como ocurrió hoy. Para mantener mi mente enfocada en el mundo natural no uso redes sociales.

Como científico, deseo aprender de la evidencia sobre la naturaleza y no de opiniones procesadas. En pocas palabras, mi principio rector es «del campo a la mesa (intelectual)».

Desafortunadamente, no todos están en mi club. Esto es evidente por las obvias cicatrices que las empresas comerciales han dejado en la naturaleza. La Tierra en el siglo XXI no muestra la misma belleza natural que solía tener. Permítanme ilustrar mi frustración con dos ejemplos. Uno implica mirar hacia el cielo y el otro, mirar hacia nuestros océanos.

Como astrónomo, aprecio el cielo oscuro sin la contaminación de las luces de la ciudad. Con Luna nueva, las estrellas de la Vía Láctea parecen las luces de las cabinas de un gigantesco barco que navega a través del oscuro océano del espacio cósmico. A menudo me pregunto si otros pasajeros conscientes ocupan algunas de esas cabinas y miran la luz de nuestro sol con un asombro similar.

Los astrónomos construyen telescopios en lugares remotos y elevados para evitar la contaminación lumínica. Pero los intereses comerciales llevan a empresas como SpaceX a llenar el cielo nocturno con miles de luces artificiales en forma de satélites de Internet que reflejan la luz solar desde su superficie a gran altura, de manera similar a la Luna. Ahora hay más de 3.580 satélites Starlink orbitando la Tierra, y el número podría aumentar a 12.000 en los próximos años con una extensión potencial a 42.000.

Una ilustración de un satélite Starlink en órbita.

Las brillantes trazas de estos satélites en las imágenes de un telescopio contaminarán los estudios del cielo a gran escala.

Por ejemplo, el próximo Large Synoptic Survey Telescope (LSST) — equipado con una cámara de 3.200 millones de píxeles en el Observatorio Vera C. Rubin, en Chile — pretende registrar todo el cielo del Sur cada cuatro días a partir del próximo año.

Me preocupa particularmente que la capacidad de esta investigación para identificar objetos interestelares inusuales como ’Oumuamua, se vea comprometida por las líneas que estos satélites dibujan en nuestro cielo.

Más recientemente, un nuevo y gigantesco satélite de comunicaciones que brilla más fuerte que la mayoría de las estrellas en el cielo nocturno, comenzó a interferir con las observaciones astronómicas. El BlueWalker 3 es un prototipo de antena diseñada y construida por la empresa AST SpaceMobile. 

Su plato en forma de espejo tiene una superficie de aproximadamente 64 metros cuadrados, lo que lo convierte en el sistema de comunicaciones comerciales más grande que se haya puesto en órbita. La compañía planea lanzar una flota de más de cien satélites similares o incluso más grandes en el futuro, para construir una red móvil mundial.

El primer satélite BlueWalker 3.

El daño que los humanos infligen a la naturaleza también se puede observar en nuestros océanos.

Al menos 14 millones de toneladas de plástico terminan en el océano cada año. El plástico constituye el 80% de todos los desechos marinos que se encuentran desde las aguas superficiales hasta los sedimentos de fosas abisales.

Los estudios estiman que ahora hay hasta 51 billones de piezas de plástico en los océanos del mundo, más que el número de galaxias en el volumen observable del universo.

Al ritmo actual, se espera que en 2050 el plástico marino llegue a pesar más que todos los peces del océano juntos. En un par de meses, estaré al frente de una expedición en el Océano Pacífico para recuperar fragmentos del primer meteorito interestelar identificado.

Ayer, en una reunión de Zoom con el equipo de la expedición, pregunté si el plástico interferiría con nuestra misión científica, ya que es probable que nuestro trineo magnético atrape plástico además de cualquier esférula de meteorito. Las especies marinas ingieren desechos plásticos humanos que provocan lesiones y hasta su muerte.

Los productos químicos asociados con los materiales plásticos son cancerígenos y pueden causar trastornos en el desarrollo, reproductivos, neurológicos e inmunológicos tanto en humanos como en cualquier animal que consuma especie marinas.

Como argumentó la visionaria defensora del océano, patrón y artista, Emily Penn: “El problema empieza en la puerta de nuestra casa. Es natural que las soluciones también lo hagan”.

Muestra de partículas de plástico filtradas de agua marina. Estas partículas pasan a los seres humanos en el consumo de peces y marisco, causando daños físicos y cáncer. En 2050, se estima que las partículas de plástico flotando en el océano pesen más que todos los peces en el mar.

Mirar hacia nuestro cielo o hacia nuestros océanos nos ofrece el mismo mensaje. Debemos mirar hacia adentro y cambiar nuestras prioridades.

El Universo nos enseña humildad, siempre que podamos verla a través de la creciente nube de satélites comerciales. Si no cambiamos de rumbo lo suficientemente pronto, nuestro planeta llegará a estar tan contaminado que tendremos que abandonar la Tierra para poder ver la naturaleza.

Correr al amanecer en el desierto helado de Marte no me atrae. Podría haberlo intentado hace unos miles de millones de años, cuando Marte tenía una atmósfera y océanos en su superficie. Pero no ahora.

Y viajar fuera del sistema solar con una nave espacial actual llevaría decenas de miles de años hasta el sistema planetario más cercano, en Proxima Centauri, y medio billón de años en un viaje a un exoplaneta habitable al otro lado de la Vía Láctea.

Nebulosa Carina por James Webb. (NASA)

Sólo por modestia cósmica, debemos hacer un mejor trabajo para mantener limpios nuestro cielo y nuestros océanos.

Éste será un humilde signo de gratitud al único planeta que dio origen a nuestra civilización tecnológica.

El naturalista y filósofo Henry Thoreau — que vivía cerca de mi casa — escribió lo siguiente en su libro Walden: “Fui al bosque porque deseaba vivir deliberadamente, para enfrentarme sólo a los hechos esenciales de la vida, y ver si podía aprender lo que tenía que enseñar, y no, cuando llegué para morir, descubrir que no había vivido.»

Mi esperanza es un futuro donde las únicas luces de ciudades que vemos en nuestro cielo nocturno estén en el lado nocturno de los exoplanetas y los únicos desechos tecnológicos que encontremos en nuestros océanos sean de naves extraterrestres que aparecieron como meteoros interestelares en nuestra atmósfera.

Imagen de portada: Imagen de una constelación de satélites Starlink contra estrellas y galaxias en el firmamento nocturno, tomada en el bosque nación de Carson. en Nuevo México. (M. Lewinsky).

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Avi Loeb. 23 de febrero 2023.

Sociedad/Espacio/Satélites/Ecología

Los nuevos ‘cazadores de ovnis’ de la Casa Blanca que investigarán nuevos objetos.

ALARMA DE SEGURIDAD NACIONAL

Estará formada por elementos del Pentágono, la Administración Federal de Aviación, el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias gubernamentales norteamericanas.

La Casa Blanca ha anunciado la creación urgente de una fuerza especial para estudiar los ovnis de forma constante. Su misión ejecutiva será investigar su naturaleza y los riesgos potenciales para la seguridad nacional de los EEUU, pero, además, como indica el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, valorará las «políticas a implementar» sobre la detección, análisis y disposición de los ovnis detectados.

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Kirby dijo ayer lunes que «cada elemento del Gobierno redoblará sus esfuerzos para comprender y mitigar estos eventos». Según apuntan fuentes oficiales al Wall Street Journal, el responsable final de este grupo es Jack Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden. Esta nueva fuerza de la Administración, afirman, estará compuesta por “elementos” del Pentágono, la Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés), el Departamento de Seguridad Nacional y “otras agencias del Gobierno”.

¿Histeria colectiva o riesgo real?

El grupo especial surge después de la alarma social y política tras el aparente incremento de avistamientos —en realidad, causado por un ajuste en los radares de detección temprana de la defensa aeroespacial norteamericana (NORAD)— después del descubrimiento del globo espía chino. 

Kirby asegura que, después de abatir tres objetos volantes no identificados sobre EEUU y Canadá, no hay ningún ovni sobre suelo estadounidense en estos momentos.

Radio Audio From F-16 Shoot Down Of Object Over Lake Huron

El secretario de defensa Lloyd Austin añadió ayer en rueda de prensa que quería “dejar claro que los tres objetos retirados este fin de semana son muy diferentes de lo que estábamos hablando la semana pasada [el globo espía chino]”. 

Por ahora, saben que el objeto eliminado sobre el lago Hurón [cuyo derribo se puede escuchar en la conversación de los pilotos sobre estas líneas] era un globo metálico de forma cilíndrica, sin propulsión y del tamaño de un coche. El objeto tenía unas cuerdas colgando, lo que indica que podría haber llevado y soltado una carga antes de ser derribado. 

El objeto eliminado en Canadá también llevaba aparejos y ninguna carga. Ni el FBI ni los militares norteamericanos, apunta Austin, han recuperado ningún resto de los tres derribos más recientes todavía. El secretario ha recalcado que confirmarán lo que son una vez que haya recuperado los restos.

Antes de esa rueda de prensa, el general de la Fuerza Aérea de los EEUU, Glen VanHerck, no descartó que los tres ovnis interceptados después del derribo del globo espía chino pudieran ser de origen extraterrestre, una afirmación que fue acotada ayer por la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre: «No hay indicios de alienígenas o de actividad extraterrestre en estos recientes derribos. Quería asegurarme de que el pueblo estadounidense lo supiera y es importante que lo digamos desde aquí».

Esfuerzo militar…

El año pasado, el Pentágono —y a instancias de las comisiones de Defensa del Congreso de los EEUU— abrió una oficina para la investigación de los ovnis a raíz de un largo informe de 2021 sobre avistamientos de estos objetos por parte de aviones y navíos militares: el Grupo de Sincronización de Identificación y Gestión de Objetos Aerotransportados. 

Se desconoce si esa oficina se integrará dentro de esta nueva fuerza especial de urgencia. En enero, la agencia militar anunció que había recibido más de 350 denuncias sobre posibles fenómenos aéreos no identificados. El nuevo informe afirma que 163 de estos avistamientos eran globos o fenómenos parecidos. 

Algunos fueron identificados como drones, pero hay 171 detecciones que todavía no tienen explicación.

El objeto sobre el lago Hurón fue eliminado por un F-16 como el de la imagen.

El Gobierno recibió críticas de políticos republicanos durante el episodio del globo. 

Pero Marco Rubio —uno de los republicanos que lleva años abogando por incrementar la agresividad de las medidas para la detección, intercepción y análisis de los ovnis— dice que esto es algo que ha pasado durante años: «Las últimas 72 horas revelaron al público lo que estaba sucediendo durante años, aeronaves no identificadas operando rutinariamente sobre el espacio aéreo restringido de EEUU». 

Por su parte, Christopher Mellon —que en su día fue subsecretario adjunto de Defensa de Inteligencia con Bill Clinton y George W. Bush— denunció que «la [fuerza aérea norteamericana] realmente tiene que dar explicaciones sobre los fenómenos aéreos no identificados. 

Las personas que se sorprenden por la presencia de estos objetos no han estado prestando atención. [Es] una de las razones por las que he estado pidiendo cambios en nuestros sensores y procedimientos de presentación de informes durante años».

… y civil

Por su parte, la NASA anunció el pasado verano un nuevo estudio independiente sobre los ovnis, puramente desde una perspectiva científica, como nos contaba en estas mismas páginas Avi Loeb el pasado junio. 

El estudio se centrará en la identificación de los datos disponibles, en la mejor manera de recoger los datos futuros y cómo la NASA puede utilizar esos datos para avanzar en la comprensión científica de los ovnis. Este grupo de investigación no está vinculado al del Pentágono ni, que sepamos, a la nueva fuerza especial establecida por la Administración Biden.

Alex Delacroix (derecha), el ingeniero mecánico que se pasó del Observatorio Palomar de Caltech a Harvard y diseñó la arquitectura del Observatorio del Proyecto Galileo, junto a Avi Loeb, el 24 de enero de 2023.

Finalmente, está la red del proyecto Galileo, un programa fundado por Loeb y el Dr. Frank Laukien en la Universidad de Harvard. 

Este proyecto busca la detección y análisis de ovnis desde un punto de vista totalmente agnóstico. Según Loeb, el proyecto “evita el error estratégico de dar por supuestas las respuestas de antemano, utilizando telescopios para recoger nueva evidencia científica sobre objetos interestelares anómalos —como Oumuamua— o fenómenos aéreos no identificados (UAP, en sus siglas en inglés, u ovni en español), como los mencionados en el informe de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) al Congreso [de los Estados Unidos]”. 

Loeb nos contó en Novaceno que el objetivo final del proyecto Galileo “es eliminar el término UAP de nuestro léxico, aclarando la naturaleza de todos los objetos que vemos en el cielo”. Por ahora, sin embargo, parece que tenemos ovnis para rato.

Imagen de portada: Soldado de la US Space Force, el cuerpo militar de los EEUU encargado de la guerra en el espacio. (US Space Force)

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Jesús Díaz. 14 de febrero 2023. 

Sociedad/UU.SS./Aeronautica/Espacio/OVNIS/Sector Militar.

Rusia informa de despresurización en la nave de carga Progress MS-21 acoplada a la EEI.

MOSCÚ (Sputnik) — La corporación espacial rusa Roscosmos informó este sábado sobre la pérdida de presión en la cabina de la nave de carga rusa Progress MS-21 acoplada a la Estación Espacial Internacional (EEI).

«La cabina de la nave de carga Progress MS-21, cuyo hundimiento está programado para el 18 de febrero, ha sufrido una despresurización, lo han confirmado los datos de telemetría», indica el comunicado.

La corporación aseguró que la pérdida de presión en la cabina no supone ningún peligro para la EEI, porque la escotilla entre Progress MS-21 y la estación se encuentra cerrada. Agregó que las causas del incidente se están investigando.

«La temperatura y la presión a bordo de la estación están dentro de las normas, nada amenaza la vida y la salud de la tripulación», enfatizó.

El servicio de prensa de Roscosmos comentó más tarde a esta agencia que el incidente no afectará el desacoplamiento de la nave y su posterior hundimiento en el océano Pacífico programados para el próximo 18 de febrero.

Según el director ejecutivo de los programas tripulados de Roscosmos, Serguéi Krikaliov, en Progress MS-21 se produjo una fuga de refrigerante en el sistema de control térmico, un incidente similar ocurrió en diciembre pasado con la nave Soyuz MS-22 que fue golpeada por un pequeño meteoroide, lo que provocó una fuga en el sistema de refrigeración externa.

«Están supervisando la labor de todos los sistemas de la EEI y de momento no han detectado otros problemas en la estación», señala el comunicado.

La NASA destacó que sigue desconocida la causa de lo ocurrido, al asegurar que la temperatura y la presión en la EEI están dentro de las normas.

«La tripulación que fue informada de lo ocurrido, no está en peligro. Sigue cumpliendo con normalidad sus tareas en la estación espacial», enfatizó.

La noticia sobre Progress MS-21 llegó poco después de que otra nave rusa Progress MS-22, con más de 2,5 toneladas de carga a bordo, se acoplara con éxito a la EEI este 11 de febrero.

Imagen de portada: NASA

FUENTE RESPONSABLE: Sputnik Mundo. 11 de febrero 2023.

Sociedad/Ciencia/Espacio/Estación Espacial Internacional.

Encuentran un posible mundo habitable a solo 31 años luz de distancia de la Tierra.

50 astrónomos de todo el mundo han confirmado el hallazgo. Se trata de Wolf 1069b, un planeta rocoso similar al nuestro. ¿Será lo que estamos buscando?

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Ya hemos descubierto más de 5.200 exoplanetas. Sin embargo, apenas dos centenares de ellos son de carácter rocoso (menos del 1.5 por ciento de ellos tienen masas por debajo de la de dos Tierras), lo que hace que un hallazgo como este sea siempre muy interesante. ¿Cómo es el planeta que acaban de descubrir?

Ha sido bautizado como Wolf 1069 b y orbita una estrella enana roja, Wolf 1069, a solo 31 años luz de distancia de la Tierra. Está realmente cerca en términos astronómicos.

El mundo tiene aproximadamente 1,26 la masa de la Tierra y es prácticamente idéntico en tamaño.

Además, también orbita en la zona habitable de su estrella, lo que convierten a este exoplaneta en uno de las principales candidatos para una futura búsqueda de firmas biológicas en exoplanetas cercanos de la masa de la Tierra.

Potencialmente habitable

Ha sido un equipo de astrónomos liderado por Diana Kossakowski del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) en Alemania quienes han hecho el descubrimiento.

Como parte del proyecto Carmenes, se desarrolló un instrumento específico para la búsqueda de mundos potencialmente habitables. El equipo de Carmenes (Calar Alto High-Resolution Search for M Dwarfs with Exoearths with Near-infrared and Optical Échelle Spectrographs) está utilizando este aparato en el Observatorio de Calar Alto en España.

«Cuando analizamos los datos de la estrella Wolf 1069, descubrimos una señal clara de baja amplitud de lo que parece ser un planeta de aproximadamente la masa de la Tierra», comentó Kossakowski. «Orbita alrededor de la estrella en 15,6 días a una distancia equivalente a una quinceava parte de la separación entre la Tierra y el Sol».

Ilustración artística del planeta a 31 años luz de la TierraNASA/Ames Research Center/Daniel

Debido a que las estrellas enanas M son mucho más frías que nuestro sol, los planetas pueden orbitar mucho más cerca de ellas y aún así tener la oportunidad de retener agua líquida y una atmósfera.

Por ello, aunque Wolf 1069 b está mucho más cerca de su Sol que nosotros del nuestro, en realidad obtiene un 35% menos de la energía radiante de su sol que la Tierra de su estrella.

Precisamente, debido a que está tan cerca, es probable que el planeta esté bloqueado por las mareas de su estrella, lo que significa que el mismo lado del planeta siempre está frente a Wolf 1069, bañado por la tenue luz del día roja.

¿Qué significa esto?

Que si bien sería un planeta un tanto extraño en el que vivir, no sería un escenario imposible.

Los investigadores modelaron la temperatura en la superficie del planeta, en función de la cantidad de energía que debería obtener de su estrella roja y descubrieron que el lado nocturno del planeta estaría helado e inhóspito, pero la mayor parte del lado diurno debería ser habitable, con temperaturas promedio de alrededor de 13 ºC (eso sí, en el nocturno habría una media de -95 ºC). Sea como fuere, el lado diurno todavía podría presumir de condiciones habitables.

«Las simulaciones también revelan una etapa de encuentros violentos con embriones planetarios durante la construcción del sistema planetario, lo que lleva a impactos catastróficos ocasionales», dicen los expertos.

Estos encuentros calentarían al mundo joven, sugiriendo que el núcleo de Wolf 1069b todavía está fundido, como el núcleo de la Tierra, y por lo tanto podría estar generando un campo magnético.

Así, incluso es posible que el planeta tenga un campo magnético que lo proteja de las partículas cargadas del viento estelar. Muchos planetas rocosos tienen un núcleo líquido, que genera un campo magnético a través del efecto dínamo, similar al planeta Tierra.

El siguiente paso

Wolf 1069b no transita por su estrella, por lo que no será posible obtener una imagen directa de su atmósfera como lo ha hecho el Telescopio Espacial James Webb con el exoplaneta gigante gaseoso WASP-39b, pero los científicos creen que con más simulaciones podrían descubrir más datos acerca de cómo podría ser el clima del planeta con diferentes tipos de terreno.

«Probablemente tendremos que esperar otros diez años para esto», dice Kossakowski.

«Aunque es crucial que desarrollemos nuestras instalaciones teniendo en cuenta que la mayoría de los mundos potencialmente habitables más cercanos se detectan solo mediante el método de velocidad radial».

Referencia: D. Kossakowski et al, The CARMENES search for exoplanets around M dwarfs. Wolf 1069 b: Earth-mass planet in the habitable zone of a nearby, very low-mass starr, Astronomy & Astrophysics (2023). DOI: 10.1051/0004-6361/202245322

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest

FUENTE RESPONSABLE: Muy interesante. Por Sarah Romero. 6 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Planetas/Espacio/Astronomía/Ciencia/Clima/Exoplanetas.

Demuestran cómo viajar más rápido que la luz sin violar las teorías de Einstein.

UNA CUESTIÓN DE DIMENSIONES

Un equipo de investigadores asegura que es posible que existan objetos que viajen más rápido que la luz sin violar las leyes de la física.

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Un equipo de físicos de las universidades de Varsovia y Oxford asegura que existe la posibilidad de que haya objetos que viajen más rápido que la velocidad de la luz. Esto, dicen, no es solo cierto en el plano teórico, sino que pueden existir también en la realidad sin violar las leyes de la física.  

Para sus cálculos se han basado en la idea del observador superlumínico, una figura hipotética que observa el universo mientras viaja dentro de un objeto a más velocidad que la luz. Esto, dicen, uniría la teoría de Einstein del espacio-tiempo con la mecánica cuántica, la parte de la física que explica el comportamiento de las partículas subatómicas.

Extendiendo la teoría de la relatividad

Según la teoría espacial de la relatividad de Albert Einstein, no hay nada en el universo que viaje tan rápido como la luz. 

Sin embargo, los investigadores han desarrollado «una extensión de la relatividad especial» que incorpora a esta teoría marcos de referencia que podrían darse a velocidades superiores a la de la luz. 

Einstein basó su teoría en el principio de relatividad de Galileo y la constancia de la velocidad de la luz. El principio de la relatividad dice que en todo sistema inercial —donde un cuerpo se mantiene en movimiento, mientras que ninguna fuerza actúa sobre él— las leyes de la física son las mismas y todos los observadores inerciales son iguales. 

Este principio se suele aplicar a los observadores que se mueven unos respecto a otros a velocidades inferiores a la de la luz. Pero, según Andrzej Dragan, el investigador principal del estudio publicado en la revista Classical and Quantum Gravity, no hay ninguna razón por la que los observadores que se mueven a velocidades superiores a la de la luz no deban estar sujetos a él.

Ilustración de un concepto de nave de vela solar impulsada por la luz de una supernova.

«Hasta hace poco, se creía en general que los postulados que subyacen a la teoría cuántica son fundamentales y no pueden derivarse de nada más básico», señala Dragan. «En este trabajo, demostramos que la justificación de la teoría cuántica mediante la relatividad extendida puede generalizarse de forma natural al espacio-tiempo 1 + 3».

Una cuestión de dimensiones

La clave para que un objeto viaje por encima de la velocidad de la luz está en el número de dimensiones. Los autores parten del concepto de espacio-tiempo que todos conocemos, con tres dimensiones para el espacio y una para el tiempo. 

Sin embargo, desde el punto de vista del observador superlumínico, solo una dimensión de este mundo conserva un carácter espacial, mientras que las otras tres son dimensiones temporales. Esa dimensión espacial es la única que permite el movimiento de una partícula. 

Si la vemos moverse desde el punto de vista del observador superlumínico, la partícula va envejeciendo independientemente en cada uno de los tres tiempos. Mientras que desde nuestro punto de vista —con tres dimensiones de espacio y una de tiempo— se vería como si la partícula se moviera en varias direcciones del espacio simultáneamente.

Concepto de nave espacial con motor de antimateria. (NASA)

«A pesar de nuestra percepción común, el tiempo y el espacio son sorprendentemente similares según la relatividad, y matemáticamente la única diferencia entre ellos es el signo menos en alguna parte de las ecuaciones», explica Dragan. 

Pero cuando el observador va más rápido que la velocidad de la luz, la diferencia de signos cambia. «El tiempo del observador superlumínico se convierte en espacio del sub lumínico, y su espacio se convierte en tiempo», afirma el investigador. Mientras que en las dimensiones 1 + 1 el espacio y tiempo son iguales, si se quiere estudiarlos como cosas distintas hay que añadir un segundo conjunto de dos dimensiones (el espacio y el tiempo 1 representan el espacio, mientras que el tiempo 2 y el tiempo 3, juntos, representan el tiempo).

Del ejercicio matemático a la hipervelocidad

Este trabajo parece querer poner las bases matemáticas de una gran teoría física unificada, una visión en conjunto que lo uniría todo. 

«El marco matemático desarrollado por los autores en este artículo es único. Parece que el beneficio que perciben del esfuerzo es que establece una base matemática de por qué necesitamos un marco teórico de campo», explica para Popular Mechanics Sonny White, antiguo físico de la NASA y fundador del Limitless Space Institute, un grupo que financia y promueve los viajes espaciales lejanos y la investigación en física.

Los vientos solares se pueden usar para propulsar una nave espacial. (NASA)»

Si imaginamos los modelos estándar de la física como un diagrama de Venn, habría dos círculos, uno al lado del otro, que se tocan en un único punto tangente», explica White. 

«La idea de una gran teoría del campo unificado podría concebirse como un círculo mayor que rodea a los dos círculos más pequeños». Toda esta explicación parece un ejercicio teórico que no nos acerca a tener naves con warp drive, como en Star Trek, que nos permitan hacer viajes interestelares en poco tiempo. 

Pero los investigadores no lo ven así. «La última cuestión que queda por resolver es si los objetos superlumínicos son solo una posibilidad matemática o existen realmente en la realidad», asegura Dragan. «Creemos que lo último es posible y ese es el propósito de nuestra próxima investigación».

Imagen de portada: Un concepto de nave con Warp Drive.

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Omar Kardoudi. 3 de febrero 2023.

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