En pleno siglo XXI todavía existe la brecha de género en el mundo de la ciencia.

El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia para reivindicar el papel de las científicas a lo largo de la historia y concienciar sobre la falta de igualdad en las carreras STEM.

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Desde el inicio de la historia, las mujeres han formado parte de la ciencia y la tecnología y su contribución ha sido clave para el progreso de estas disciplinas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, sus logros y descubrimientos han sido sistemáticamente ignorados y ellas rara vez han recibido el reconocimiento que merecían.

Más allá de las pocas científicas que han sido galardonadas con premios Nobel o que se han incluido en los libros de texto, como Marie Curie o Rosalind Franklin, existen decenas de físicas, químicas, matemáticas, biólogas e informáticas que han caído en el olvido. A día de hoy, las carreras científicas siguen estando protagonizadas por los hombres y la brecha de genero presente en este ámbito se mantiene. 

Valorando esta realidad, en diciembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con la intención de reivindicar el papel de la mujer en la historia de la ciencia y concienciar sobre la falta de paridad en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés).

Pero ¿qué factores determinan que exista esta brecha de género? ¿A qué dificultades deben enfrentarse las mujeres que eligen una carrera científica? 

ESTEREOTIPOS DE GÉNERO Y FALTA DE REFERENTES

La brecha de género no empieza en la carrera o en las primeras oportunidades laborales, empieza en la infancia. Desde pequeños, los niños y las niñas se ven expuestos a una serie de estereotipos y prejuicios ligados a los roles de género que condicionan su desarrollo y su comportamiento. 

Según un estudio publicado en la revistaScience, a los seis años las niñas ya se creen menos brillantes que sus compañeros y evitan participar en juegos presentados como actividades “para personas muy listas”.

“A menudo se cría a las niñas con la idea de que las disciplinas STEM son temas masculinos y que las aptitudes femeninas en estos campos son innatamente inferiores a las de los varones”, advierten en el informeDescifrar el código: la educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) elaborado por la UNESCO en 2017.

Existe una alarmante falta de referentes femeninos en los programas académicos

A causa de esto, muchas niñas deciden no cursar asignaturas STEM cuando llegan a la secundaria, pese a tener calificaciones iguales o superiores a las de sus compañeros. 

Por otro lado, durante estos primeros años de formación, hay una alarmante falta de referentes femeninos

El mayor estudio sobre presencia de mujeres en los materiales educativos, elaborado por Ana López-Navajas, revela que actualmente hay una media de 7,5% apariciones de mujeres en todas las asignaturas de la educación obligatoria. El no tener químicas, físicas, informáticas o tecnólogas en las que inspirarse y con las que identificarse hace que muchas niñas no se visualicen a sí mismas en esos roles y que no proyecten su futuro ligado al ámbito científico. 

CC. Mileva Maric, matemática, física y posible coautora de algunas de las teorías de Albert Einstein, su primer marido.

BAJO PORCENTAJE DE MUJERES EN CARRERAS STEM

En España, solo el 30% de mujeres decide matricularse en carreras STEM, tal y como refleja el estudioTo be smart, the digital revolution will need to be inclusive elaborado por la UNESCO en 2021. En la Unión Europea, el porcentaje es apenas un poco mayor, situándose en el 34%.

Del 30% total de las matriculadas, el 3% se decanta por las tecnologías de la información y la comunicación, el 5% por las ciencias naturales, el 8% por la ingeniería y la construcción y el 15% por la salud y el bienestar. Por lo tanto, el mayor porcentaje de mujeres que se matricula en carreras STEM elige aquellas que están directamente relacionadas con el cuidado, como la enfermería (donde las mujeres representan el 81,7%), la biomedicina (75%), la medicina (68,7%) o la biotecnología (61,7%).

A lo largo de la carrera, la tasa de abandono de las mujeres que cursan estudios STEM es mucho mayor a la de sus compañeros, tal y como señala el ya citado estudio de la UNESCO. 

En la transición al mundo laboral o durante la etapa profesional, otro alto porcentaje de mujeres acaban dejando estas carreras.

INVESTIGACIÓN Y TECHO DE CRISTAL

Menos del 33% de las personas que se dedican a la investigación en áreas STEM de todo el mundo son mujeres. En la Unión Europea, ellas únicamente representan el 34% de estos puestos. 

En España, esta cifra se sitúa en el 44,5%. Sin embargo, tal y como demuestra el estudio Científicas en cifras, a medida que se avanza en la carrera, el porcentaje de mujeres presentes en este ámbito disminuye, quedando relegadas a un segundo lugar con respecto a sus compañeros de profesión. 

A partir de la etapa postdoctoral, los puestos más altos de la carrera de investigación los ocupan los hombres. De hecho, en España, 3 de cada 4 catedráticos son hombres (un 75,9% de catedráticos frente a un 24,1% de catedráticas) y solo un 23% de los rectores y directores de las 80 universidades del país son mujeres. 

Esta diferencia hace que la falta de referentes no solo se perciba en los libros de texto o en el contenido de las asignaturas, sino también en quienes las imparten. 

9 de cada 10 científicas consideran que ser madre puede suponer un freno en su carrera laboral.

EL FUTURO LABORAL DE LAS CIENTÍFICAS

Según un estudio elaborado por Milagros Sáinz, investigadora y directora del grupo GenTIC (Género y TIC: Investigando el Género en la Sociedad Red) de la Universitat Oberta de Catalunya, algunos de los factores que más influyen en las mujeres a la hora de dejar la carrera de investigación son la incertidumbre frente a sus perspectivas laborales, el miedo a qué puede pasar si se quedan embarazadas y la imposibilidad de compaginar la vida personal y la profesional. 

En el mismo estudio, 9 de cada 10 entrevistadas afirmaron que consideran que ser madre puede suponer un freno en su desarrollo profesional e impedir que tengan una carrera exitosa, a diferencia de sus compañeros. 

Los tiempos de las carreras científicas no coinciden ni se adecuan con los tiempos sociales y biológicos de las mujeres, de ahí que muchas de ellas se queden atrás y ellos avancen hasta ocupar los cargos con más prestigio. 

PRESENCIA DE CIENTÍFICAS EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Pese a que, en el último siglo, cientos de mujeres han dedicado su vida a la ciencia, desde que Marie Curie obtuvo el Premio Nobel de la Física en 1903, solo 23 mujeres han ganado un Nobel de física, química o medicina, comparado con 615 hombres.

Recientemente, han surgido varias iniciativas que luchan contra esta desigualdad, reivindicando las historias y los hallazgos de muchas científicas que han quedado en la sombra. Un ejemplo es el movimiento ‘No More Matildas’, una campaña impulsada por la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) que denuncia la falta de visibilidad de las científicas y ofrece material académico para incluir algunas de estas grandes figuras en los libros escolares. 

ISTOCK. Menos del 33% de las personas dedicadas a la investigación en todo el mundo son mujeres.

BARRERAS EN EL MUNDO LABORAL

A lo largo de la carrera científica y de investigación, las mujeres se topan con múltiples barreras a las que tienen que sobreponerse. Por un lado, la falta de reconocimiento con respecto a sus compañeros, que reciben muchos más premios que ellas. Por otro lado, que su contribución no se acredite tanto como la de los hombres en publicaciones científicas, tal y como informa un estudio compartido en Nature, y que sus proyectos reciban menos financiación. 

Además, las mujeres sufren una mayor tasa de acoso sexual en el contexto laboral, cosa que puede determinar drásticamente su carrera, y se enfrentan constantemente a prejuicios de género, cosa que les obliga a estar en una permanente lucha por demostrar sus capacidades y por no sentirse ninguneada o desplazadas. 

La pandemia del coronavirus también ha acareado peores consecuencias para ellas que para ellos. 

En el reportaje ¿Dónde están las científicas en la pandemia? 

La covid-19 las borra del mapa publicado en SINC, la periodista Cristina Sáez afirmó: «Aunque hombres y mujeres se han visto afectados por la crisis y han aumentado su dedicación a tareas del hogar, son las mujeres —alumnos, profesorado y personal administrativo— las que se han encargado mayoritariamente de esas tareas y del cuidado de personas dependientes”. 

La manera de citar a las científicas en los medios determina la percepción de los lectores sobre ellas.

La falta de reconocimiento también se percibe en los medios de comunicación. Según el estudio La visibilidad de las científicas españolas elaborado por la Universidad Rey Juan Carlos, en 2018, la prensa española solo citó a científicas en 1 de cada 4 ocasiones

De todos modos, según otro estudio elaborado por el proyecto Monitoreo Global de Medios en 2020, entre 2015 y 2020, en España se incrementó el número de veces que las mujeres eran citadas como expertas, pasando de un 9% a un 34%.

La cantidad de científicas que aparece en los medios es importante y la manera de citarlas también. Por ejemplo, citar a mujeres científicas (o de otras profesiones) por su nombre, en vez de por el nombre y el apellido, o hacerles preguntas más personales que a sus compañeros, determina el prestigio que los lectores asocian a ellas. 

ISTOCK

La manera en la que se cita a las mujeres en los medios de comunicación determina el prestigio que los lectores asocian a ellas.

UN LARGO CAMINO HASTA LA IGUALDAD

«Todavía hoy, en el siglo XXI, las mujeres y las niñas son marginadas en la esfera científica debido a su sexo», afirmó la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, sin embargo «las mujeres deben saber que tienen un lugar en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y que tienen derecho a participar en el progreso científico”.

Para lograr esto será necesario educar en la igualdad, animar a las mujeres a apostar por carreras STEM, mejorar las posibilidades de conciliación familiar, aminorar las barreras que aparecen en el terreno laboral y reconocer y visibilizar el trabajo de las científicas y tecnólogas. Solo así se podrán revertir los datos y paliar la brecha de género que existe en la actualidad. 

Imagen de portada: iSTOCK

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España. Por Aitana Palomar S.10 de febrero 2023.

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Concepción Arenal, una feminista en el siglo XIX.

Efemérides de la Historia.

El 31 de enero de 1820 nació Concepción Arenal, escritora, periodista, experta en derecho y pionera del feminismo en España. 

Para llevar a cabo su sueño de estudiar en la universidad tuvo que disfrazarse de hombre. Cuando se descubrió su identidad tuvo que hacer un examen, que aprobó y le permitió continuar con su carrera.

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¿Quién fue Concepción Arenal?

Heredera de las ideas liberales y del sentido de la justicia de su padre, desde muy joven fue una ferviente defensora de los derechos de las mujeres. Con su ejemplo permitió romper con tabúes y luchar contra los convencionalismos que impedían acceder a las mujeres a la educación y la cultura. 

Su ideario político estuvo cercano a Karl Krause y Francisco Giner de los Ríos. Sus primeras obras las escribió para denunciar la vida carcelaria. De entre todas las frases famosas de Concepción Arenal destacó: «Abrid escuelas y se cerrarán cárceles». 

Como seguidora de las ideas de Pedro Dorado Montero, ella defendía aplicar la educación al sistema penal para conseguir reformar al delincuente en lugar de limitarse a castigarlo. Arenal comprobó cómo era la vida en las cárceles españolas cuando trabajó como visitadora de prisiones de mujeres.

Aunque se convirtió en una figura pública destacada por sus acciones y sus obras, su vida privada siempre quedó en un segundo plano por decisión propia. 

Arenal llegó a negarse a suministrar una nota biográfica a sus editores para acompañar sus libros. Además de por los derechos de las mujeres y los presos, Concepción Arenal también luchó por los marginados de la sociedad y los mendigos —siempre desde posiciones cercanas a un catolicismo social—, y propuso una política de beneficencia estatal muy adelantada para su tiempo. 

Destacó por su extensa obra de no ficción, pero también publicó piezas literarias y colaboró en numerosos periódicos. 

Su obra más conocida fue La mujer del porvenir, un valioso documento en el que Arenal rebatió las teorías que se apoyaban en razones biológicas para defender la inferioridad de la mujer.

Imagen de portada: Concepción Arenal

FUENTE RESPONSABLE: Zenda. Apuntes, Libros y Cía. Por Paca Pérez. Editor: Arturo Pérez-Reverte. 31 de enero 2023.

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Raros y maravillosos retratos de la joven Frida Kahlo, por su padre Guillermo Kahlo.

Frida Kahlo (1907 – 1954), fue una pintora mexicana, principalmente conocida por sus autorretratos. La obra de Kahlo es recordada por su «dolor y pasión», y sus colores intensos y vibrantes.

Su trabajo ha sido celebrado, en México, como emblema de la tradición nacional e indígena y por las feministas, por su pintura sin concesiones sobre la experiencia y las formas femeninas.

A continuación os mostramos una colección de retratos raros y hermosos de la joven Frida Kahlo, tomados por su padre Guillermo Kahlo desde la década de 1910 hasta principios de 1930.

 Frida Kahlo a la edad de 2 años, 1909

 Frida Kahlo a la edad de 2 años, 1909

Frida Kahlo a la edad de 4 años, 1911

Frida Kahlo a la edad de 4 años, 1911

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 Frida Kahlo a la edad de 5 años, 1912

Frida Kahlo a la edad de 5 años, 1912

 Frida Kahlo a la edad de 6 años, 1913

 Frida Kahlo a la edad de 6 años, 1913

 Frida (derecha) a los 12 años, con su hermana Cristina (izquierda) y su mejor amiga, Isabel Campos (centro), 1919

Frida (derecha) a los 12 años, con su hermana Cristina (izquierda) y su mejor amiga, Isabel Campos (centro), 1919

 Frida Kahlo de traje, con sus hermanas Adriana y Cristina y sus primos Carmen y Carlos Verasa, 1926

Frida Kahlo de traje, con sus hermanas Adriana y Cristina y sus primos Carmen y Carlos Verasa, 1926

 Frida Kahlo a los 18 años, 1926

Frida Kahlo a los 18 años, 1926

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Frida Kahlo, 1929

Frida Kahlo, 1929

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 Frida Kahlo, 1930

 Frida Kahlo, 1930

Frida Kahlo, 1932

Frida Kahlo, 1932

Imagen de portada: Frida Kahlo (Por Guillermo Kahlo)

FUENTE RESPONSABLE: Cultura Inquieta. Por Juan Yuste. 31 de diciembre 2014.

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10 citas de Simone de Beauvoir para conocer su pensamiento.

Es una de las filósofas más importantes del siglo XX y hoy sigue siendo un icono de la filosofía feminista. Su obra abrió la puerta a nuevas formas de considerar la opresión hacia las mujeres. La filosofía de esta pensadora francesa se basa en una comprensión de la naturaleza del ser humano que tiene mucho más que ver con su carácter político-social que con su simple naturaleza biológica. Recogemos 10 citas de Simone de Beauvoir que ayudan a entender su pensamiento en general, sus ideas feministas y su concepción del amor.

1 «No hay muerte natural: nada de lo que sucede al hombre es natural puesto que su sola presencia pone en cuestión al mundo»

Una muerte muy dulce.

El ser humano es un punto y aparte entre los seres, porque es el único animal que cuenta con una naturaleza política que se suma a su otra naturaleza biológica. La antropología de Simone de Beauvoir, basada en considerar al ser humano como fruto de las condiciones político-sociales del momento, y no solamente como un ente biológico, permite pensar el feminismo como una reivindicación. Reivindicación porque la opresión a las mujeres no es algo natural, sino fruto de decisiones sociales transformables.

Considerar que la mujer es débil «por naturaleza» es fruto de una decisión política. Considerar al ser humano desde su fuerza y su potencialidad, y construir una feminidad desde la libertad, también lo es.

2 «No se nace mujer, se llega a serlo»

El segundo sexo

En el mismo sentido que señalábamos antes, la noción de «mujer» no es algo que venga dado por unos determinantes biológicos, sino que tiene que ver con condicionantes sociales. La socialización construye un determinado modelo de mujer que está subordinada al hombre; pero la socialización puede construir otros modelos.

Esto no quiere decir que Simone de Beauvoir rechace la biología, sino que más bien señala que la forma de ordenar a los seres humanos según determinados rasgos biológicos es injusta y se debe cambiar.

La antropología de Simone de Beauvoir, basada en considerar al ser humano como fruto de las condiciones político-sociales del momento, y no solamente como un ente biológico, permite pensar el feminismo como una reivindicación

3 «Las restricciones que la educación y la costumbre imponen a la mujer limitan su poder sobre el universo»

El segundo sexo

Uno de los problemas que más trató Simone de Beauvoir es la cuestión de la opresión a la mujer. Esta opresión, que es fruto de la socialización, comienza desde la infancia, cuando a niñas y niños se les obliga a jugar y aprender valores distintos.

Esto limita tanto la visión que los hombres tienen de las mujeres, a las que consideran el sexo débil, como la visión que ellas tienen de sí mismas. Por eso, para la filósofa, cambiar las costumbres sociales y la concepción que se tiene de las mujeres pasa también por transformar radicalmente la educación para que las mujeres accedan a las mismas cuotas de reconocimiento, libertad y poder que los hombres.

4 «El hombre no puede escapar a la filosofía porque no puede escapar a su libertad»

El existencialismo y la sabiduría popular

Precisamente porque el ser humano es cultura en una gran parte, la reflexión y el pensamiento forman parte de su naturaleza. Esto no solo abre la posibilidad a que se dé una libertad de elección y pensamiento, sino que también es una imposición. El ser humano es libre, pero no porque decida serlo, sino porque, paradójicamente, se le viene impuesta la libertad. En este sentido, la filosofía es inevitable en tanto reflexión profunda sobre la naturaleza del mundo y de su propio ser.

Además, como es el hombre y no la mujer quien puede disponer de esa libertad, pues así se le ha privilegiado en la socialización, suya es la filosofía. Beauvoir propone que con el acceso de la mujer a la libertad llegue también su acceso a la filosofía; no como objeto o problema (pues el «problema» de la mujer solo lo ha sido para los hombres), sino como sujeto pensante.

5 «Simplemente, dado que en la mujer [la libertad] es abstracta y vacía, solo se puede asumir auténticamente en la rebeldía: es el único camino que se abre a los que no tienen la posibilidad de construir nada; tienen que vencer los límites de su situación y tratar de abrirse los caminos del futuro; la resignación solo es una capitulación y una huida; para la mujer no hay más salida que trabajar por su liberación»

El segundo sexo

El mundo en que vivió la autora se ha edificado, en parte, gracias a la opresión a las mujeres. Es un mundo por y para hombres y el mayor acto de construcción de un modelo social diferente no puede darse desde dentro del modelo patriarcal, sino como rebelión hacia él. Por eso, Simone de Beauvoir considera que es desde la rebeldía que la mujer puede abrir posibilidades de construcción social nuevas.

Este mundo nuevo implica una vida cotidiana diferente y unas posibilidades todavía imprevistas, porque hasta ahora la feminidad ha sido mera negación, resistencia. Cuando las mujeres puedan edificar su vida desde la construcción, esas posibilidades y esa vida cotidiana florecerán en sus posibilidades.

Beauvoir propone que con el acceso de la mujer a la libertad llegue también su acceso a la filosofía; no como objeto o problema (pues el «problema» de la mujer solo lo ha sido para los hombres), sino como sujeto pensante.

6 «El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente»

Entrevista con Francis Jeanson

El patriarcado no solo se reproduce por las instituciones a nivel social y político. También existe una subjetividad patriarcal que le pone más cadenas a las mujeres. Es en este sentido que Simone de Beauvoir considera que el feminismo puede ser otra forma de vivir individualmente. Nos enseña que nuestra personalidad y cotidianidad está viciada por el patriarcado y requerimos una nueva subjetividad feminista.

Esta subjetividad puede basarse en las relaciones mediadas por los cuidados, el amor libre que ella siempre defendió y por cambiar los gustos y las aspiraciones a través de un proceso de toma de conciencia en el cual el componente colectivo es muy importante; porque es necesario para que el cambio no solo sea individual, sino también social.

7 «Mediante el trabajo ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizarle una libertad completa»

El segundo sexo

A menudo se ha considerado que el hacer de las mujeres no era trabajo. Pero una parte importante del trabajo necesario para la subsistencia humana es ese hacer que tradicionalmente ha recaído en las mujeres de manera no reconocida y no remunerada. Lo que Beauvoir quiere reconocer aquí es, por un lado, que mediante el hacer de las mujeres se puede reducir la distancia entre estas y los hombres, porque ambos realizan trabajos necesarios para la supervivencia personal y familiar.

Pero, por otro lado, en un mundo capitalista, una parte importante de la identidad es el trabajo que se desempeña a cambio de un salario. Cuando conocemos a alguien, le preguntamos su nombre y a qué se dedica. Esa parte de la identidad ha sido arrebatada históricamente a la mujer, a la que se ha relegado a una posición no productiva o no reconocida como tal y no remunerada. Como parte de la lucha por la emancipación de la mujer, Simone de Beauvoir considera que su incorporación al mercado de trabajo es un hito importante.

El feminismo nos enseña que nuestra personalidad y cotidianidad está viciada por el patriarcado y requerimos una nueva subjetividad feminista

8 «El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal»

El segundo sexo

Uno de los temas a los que más reflexión dedicó Simone de Beauvoir es el amor. Ha sido, para ella, una de las muchas herramientas sociales y políticas por las que se ha subyugado a las mujeres, porque se las ha relegado a través del matrimonio a la consideración de propiedades del marido. Pero, para la filósofa, el amor también puede ser una herramienta de liberación del patriarcado. Esto es así porque en tanto el feminismo es una herramienta, no solo colectiva, sino individual, nos permite aprender a sentir y hacer de un modo diferente.

Nuestra vida personal puede convertirse en un acto de rebeldía y liberación si consideramos así el feminismo. El feminismo como herramienta de socialización de las mujeres, de afirmación de su libertad y su deseo puede conjugarse en una forma de amar donde el otro no es una propiedad, sino otro ser humano al que libremente nos asociamos.

9 «El amor auténtico debería basarse en el reconocimiento recíproco de dos libertades; cada uno de los amantes se viviría como sí mismo y como otro; ninguno renunciaría a su trascendencia, ninguno se mutilaría»

El segundo sexo

Siguiendo la estela de lo anterior, para que se dé un amor realmente libre, debemos considerar al otro como un sujeto libre e igual a nosotros. Un amor de verdad emancipador debe ser aquel en el que ya no se considere al otro como una propiedad.

Simone de Beauvoir critica el modelo imperante de relaciones amorosas, que no solo han creído a la mujer como una propiedad o como un objeto (en oposición al sujeto, que es el hombre), sino que la han tratado filosóficamente como lo Otro del yo. Entender que la mujer es tan sujeto como el hombre y aproximarse a su mirada del mundo permite entender el amor como un vínculo recíproco.

El amor es una de las muchas herramientas sociales y políticas por las que se ha subyugado a las mujeres, porque se las ha relegado a través del matrimonio a la consideración de propiedades del marido

10 «Entre mujeres el amor es contemplación; las caricias no están tan destinadas a apropiarse de la alteridad como a recrearse lentamente a través de ella; una vez abolida la separación, no hay ni lucha, ni victoria, ni derrota; en una reciprocidad exacta cada una es al mismo tiempo sujeto y objeto, soberana y esclava; la dualidad es complicidad»

El segundo sexo

En un mundo hecho a la medida del varón, las relaciones entre mujeres son un lugar privilegiado al que ir a buscar referentes, para la filósofa. Por eso, las pone de ejemplo sobre cómo podrían ser esas relaciones amorosas donde el patriarcado ya no juega un papel. La autora se da cuenta de que estas relaciones no están marcadas por las violencias que atraviesan el sexo heterosexual ni por el coito como lugar central de la relación entre seres humanos.

Es por este motivo que en la amistad y el amor entre mujeres encontramos nuevas formas de relación, menos violentas y más abiertas a la complicidad y a la reciprocidad. Como los dos sujetos que intervienen se ven como iguales, no hay dominación patriarcal ni necesidad de posesión de la otra persona. Este es el modelo que, para la autora francesa, deberían seguir las relaciones amorosas.

Imagen de portada:Simone de Beauvoir, una de las mayores exponentes de la filosofía feminista. Diseño creado a partir de imagen de la filósofa distribuida por Wikimedia Commons (CC 4.0)

FUENTE RESPONSABLE: Filosofía y Cía. Por Irene Gómez-Olano

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Frida Kahlo: sus mejores frases y pensamientos.

Doce frases de Frida Kahlo que te dejarán sin aliento. Repasamos algunas de las lecciones de vida que nos dio y que no queremos olvidar.

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La pintora mexicana Frida Kahlo es uno de los grandes iconos feministas del siglo XX. Nació como Magdalena Carmen Frieda Kahlo y Calderón el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, Ciudad de México. Su padre era un fotógrafo alemán que emigró al país azteca donde se casó con la madre de familia, Matilde. Frida Kahlo tuvo otras tres hermanas, así que creció en un ambiente mayoritariamente femenino.

A los seis años, Frida contrajo la poliomielitis y tuvo que guardar cama nueve meses. La recuperación fue inusual para una niña de su época: su padre le animó a practicar fútbol, natación o lucha para mejorar la cojera que le había quedado tras la enfermedad, dado que su pierna derecha era más corta. A los 15 años, entró en una de las principales escuelas de México D.F; allí era una de las pocas mujeres estudiantes y llamó ya la atención por su manera de vestir colorista. Fue precisamente en ese lugar donde comenzó su interés por la política y se afilió al Partido Comunista, siendo miembro de este y fiel activista.

En 1925 sufrió un gravísimo accidente de autobús que le produjo fracturas en la columna vertebral y en la pelvis. Mientras se recuperaba, comenzó a pintar en la Casa Azul, la que fue su residencia familiar y donde vivió la mayor parte de su vida —ahora convertida en museo—. Cuatro años después se casó con el pintor Diego Rivera, al que había conocido cuando él acudió al instituto de Kahlo a dar una conferencia. Fue una unión poco convencional, con casas separadas, algunas de las infidelidades más famosas de la historia, momentos de separación salpicados por reunirse para la lucha política. Kahlo se divorció del muralista en 1939, para volver a contraer nupcias con él un año después.

Artísticamente, nunca se consideró una pintora surrealista. De hecho, la propia Frida afirmaba no pintar sus sueños, sino su realidad. Sin embargo, igualmente se la relacionó con pintores de este movimiento, como André Breton. Al irse a vivir a París durante un tiempo y exponer sus cuadros, trabó amistad con artistas como Marcel Duchamp y Pablo Picasso. Poco a poco crecía en popularidad, la década de los 40 fue muy importante para ella pues fue incluida en numerosas exposiciones colectivas en esa época. De entre los cuadros que conforman su obra, algunos de los más célebres son La columna rota, Las dos Fridas, Viva la Vida, Unos cuantos piquetitos y Diego en mi pensamiento.

En 1953, Kahlo recibió su primera exposición individual en México. Tras su muerte en 1954, el movimiento feminista de los 70 recuperó su personalidad, ya que muchos la consideraban un icono de la creatividad femenina. En definitiva, la pintora mexicana Frida Kahlo, cuyos cuadros hay que ver al menos una vez en la vida, ha trascendido por su estilo, por rescatar las raíces del arte popular mexicano, por su sabiduría, su compromiso y su talento, no solo ante un lienzo, sino también para verbalizar auténticas lecciones de amor y dolor que hemos querido recoger aquí.

«Y tú bien sabes que el atractivo sexual en las mujeres se acaba voladamente, y después no les queda más lo que tengan en su cabezota para poderse defender en esta cochina vida del carajo».

GETTY IMAGES

«Enamórate de ti, de la vida. Y luego de quien tú quieras».

«Yo le duro lo que usted me cuide, yo le hablo como usted me trate y le creo lo que usted me demuestre».

«Todo puede tener belleza, incluso lo más horrible».

«Donde no puedas amar, no te demores».

«Cada tic-tac es un segundo de la vida que pasa, huye y no se repite. Y hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el problema es solo saberla vivir. Que cada uno lo resuelva como pueda».

«¡Quién diría que las manchas viven y ayudan a vivir? Tinta, sangre, olor… ¿Qué haría yo sin lo absurdo y lo fugaz?».

«Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior».

«Sigo mal y seguiré peor, pero voy aprendiendo a estar sola y eso ya es una ventaja y un pequeño triunfo».

«Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú».

«Pies para qué los quiero, si tengo alas para volar”.

“¿Se pueden inventar verbos? Quiero decirte uno: yo te cielo, así mis alas se extienden enormes para amarte sin medida… somos de las misma materia, de las mismas ondas…”

Imagen de portada: MICHAEL OCHS ARCHIVES GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: ELLE. Por Begoña Alonso. Febrero 2022

Begoña Alonso coordina la sección de Living en la web de ELLE: series, cine, música, televisión, libros, planes, viajes, tecnología… Con más de 20 años de experiencia en la profesión, estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

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«Como mujer negra en el campo de la ciencia me han usado para sacarme en fotografías»: Cynthia Chapple.

Cynthia Chapple, es química y líder de una organización sin fines de lucro que fomenta el acceso de las jóvenes negras en la ciencia.

Cuando le pidieron a Cynthia Chapple ayudar a fotografiar a un investigador y su personal, presumió que sería ella quien tomaría la foto.

La imagen iba a ser utilizada por el profesor para solicitar una subvención económica.

Chapple, quien para ese entonces realizaba investigaciones sobre química en una universidad de EE.UU., no trabajaba directamente en dicho equipo y tenía interacciones mínimas con ellos.

Sin embargo, cuando llegó para tomar la foto le pidieron también colocarse frente a la cámara. Confundida, sonrió antes de darse cuenta de algo incómodo.

Miró a su alrededor: el equipo de investigación estaba compuesto por hombres blancos y ella era la única mujer negra.

«Este fue un ejemplo de la diversidad de Photoshop, cuando las mujeres negras son utilizadas para tomar fotografías», le dice a la BBC, «Me estaban utilizando para demostrar que trabajaban en un equipo inclusivo y para asegurarle la financiación. Estaba avergonzada».

La joven de 31 años creció en un barrio del sur de Chicago. Es parte de una familia numerosa de siete hermanos. Y en su juventud, todo su universo eran dos cuadras.

Su padre trabajaba como guardia de seguridad y su madre como auxiliar de enfermería. La escuela de Cynthia, su familia extendida y todos sus amigos estaban a solo cinco minutos. En las tardes se dedicaban a explorar el vecindario.

Una niña observa a través de un microscopio.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

El interés de Chapple es extender su proyecto a todo Estados Unidos.

«Hacía listas sobre cómo mejorar la comunidad», dijo.

«Contaba la cantidad de licorerías o espacios sin usar en el área y escribía propuestas sobre cómo podrían reemplazarse para mejorar… estaba recopilando datos», agregó.

Cuando tenía nueve años, un maestro comprometido fomentó en ella el amor por las matemáticas.

«El señor Estes era un joven profesor negro a quien quería impresionar. Fue mi entrada al campo de las STEM (siglas en inglés de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)».

A través de él, conoció campamentos de verano de ciencias y clubes extracurriculares.

«Yo era la única chica negra en esos clubes», recordó. «Realmente no había muchas actividades relacionadas con las STEM que pudiera hacer en mi vecindario. Entonces, me encontré dejando mi comunidad y yendo a otro lugar para exponerme a otras actividades».

Una «tubería con fugas»

Pero dejar el sur de Chicago no significó encontrar más mujeres interesadas en las STEM. Todavía se sentía en minoría mientras estudiaba para obtener su licenciatura en química en la Universidad de Purdue, en Indianápolis. Las cosas no fueron diferentes al ingresar a un programa de maestría.

«Yo era una de los dos estudiantes negros [en el programa] nacidos en Estados Unidos», contó.

Cuando se graduó y se convirtió en investigadora, notó otra tendencia. No veía a mujeres de color, especialmente mujeres negras, ascender a rangos más altos en el mundo académico estadounidense, sobre todo en los campos de las STEM.

Cynthia atribuye esta situación a la teoría de la «tubería interseccional con fugas»; su versión de la llamada «tubería con fugas», que es una metáfora de la pérdida progresiva de mujeres competentes de puestos de responsabilidad en los campos de las STEM.

Los investigadores dicen que la «tubería con fugas» se refiere a las mujeres, y en particular a las mujeres de color, que enfrentan muchas barreras y obstáculos para avanzar en sus campos, como la obligación de cuidar a los niños o menos oportunidades para ser promovidas.

Un estudio de Pew Research de 2021 dice que las personas negras constituían solo el 9% de toda la fuerza laboral relacionada con las STEM en EE.UU. Ese número no ha cambiado desde 2016.

De manera similar, según la Asociación Estadounidense de Psicología, las mujeres de color representan solo el 2,3 % del personal docente universitario permanente en los EE.UU., mientras que las mujeres blancas representan el 23,4 %.

Una idea contra la falta de representación

Cynthia tuvo una idea mientras hacía su maestría en 2015: crearía un club para atraer a mujeres como ella al mundo de la ciencia.

En 2018, Black Girls Do STEM se convirtió en una comunidad extracurricular en San Luis, Misuri, donde ahora vive.

El objetivo del club es brindarles a las niñas negras de secundaria y preparatoria de los barrios pobres la oportunidad de involucrarse emocionalmente con la ciencia y aplicarla a la vida real.

Imagen de un experimento científico

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

La investigadora también quiere derribar la idea elitista de que la ciencia es solo para unas pocas personas.

«Diseñamos nuestras clases en torno a lo que les gusta, lo que necesitan, sus intereses», contó.

«Tenemos clases que muestran a las niñas cómo hacer bálsamo labial como parte de un módulo de química cosmética. También analizamos productos para el hogar y probamos su pH (una medida de su alcalinidad o acidez)».

Durante la pandemia, los cursos se ofrecen en línea. La intención es que nuevamente se ofrezcan en persona.

«Queremos que sea una experiencia inmersiva», dijo.

Actualmente, alrededor de 100 niñas participan en Black Girls Do STEM.

Chapple ha ampliado el esquema para atraer a otras mentoras negras e introdujo clases para enseñar a las niñas sobre la resiliencia y el establecimiento de límites.

«Como mujer joven negra, necesitas una variedad de herramientas para tener éxito en el lugar de trabajo y queremos equipar a las niñas para algo más que el éxito académico», explicó.

Más de 160 niñas han expresado interés en participar de las clases para 2022 y Cynthia espera expandir su proyecto a todo el país.

«Las comunidades del interior urbano de las ciudades permiten una mayor creatividad», opinó.

«Tenemos más ruido, más contaminación, más personas, así que tenemos que encontrar soluciones creativas a esos problemas. Nuestras comunidades han creado algunas de las mejores canciones o tendencias de moda. Quizás también tenemos algunas de las mentes científicas más grandes, si les damos la oportunidad», sostuvo.

Chapple también quiere cambiar la reputación de «inaccesibles» que pesa sobre las ciencias.

«Miramos a la ciencia como algo de élite, algo que solo pocas personas pueden aprender. Y eso no es cierto», dijo. «Tienes que empezar desde temprano y darles a los niños una base y ellos cumplirán con nuestras expectativas».

Esta historia es una coproducción de la BBC y Nobel Prize Outreach.

Imagen de portada: Gentileza de BBC News Mundo

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo

Feminismo/Ciencia/EE.UU./Mujeres afroamericanas

Chimamanda Ngozi Adichie: «La escritura es el amor de mi vida».

Desde su casa en Lagos, la capital de su país, la escritora y activista nigeriana dialogó extensamente con Télam vía Zoom. Durante la entrevista abogó por un feminismo que se desmarque de la teoría, abandone las etiquetas y recupere la frescura en las pequeñas historias de mujeres.

Traducida a más de 30 idiomas, candidata al Nobel de Literatura, referente contra el racismo y el colonialismo y catapultada a la categoría de icono pop luego de que su charla “Todos deberíamos ser feministas” se viralizó, la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie (1977) se desmarca de las lógicas simplificadoras de la época y defiende la esfera autónoma de su obra literaria: “Mis libros de ficción no son ideológicamente feministas. Allí hay mujeres que no son fuertes porque el mundo real es así”.

Desde su casa en Lagos, al sudoeste de Nigeria, la activista dialogó con Télam por Zoom y abogó por un feminismo que se desmarque de la teoría, abandone las etiquetas y recupere la frescura en las pequeñas historias de mujeres: “Me interesa escucharlas, hablar con ellas, observar su mundo. No me interesa la teoría feminista y en parte es porque puede achatar la experiencia de la gente”.

Nació en Nigeria, en la aldea de Abba, y es la quinta hija del matrimonio de la etnia igbo entre un profesor de estadística y una secretaria académica; ambos murieron durante la pandemia. Pasó su infancia en la ciudad de Nsukka, sede de la Universidad de Nigeria, y en el seno de esa familia de clase media ilustrada comenzó a leer literatura inglesa y norteamericana a los cinco años.

Si deseas ver la entrevista; pincha en el siguiente link. Muchas gracias.

Entrevista exclusiva: Chimamanda Ngozi Adichie

A los diecinueve, viajó a Estados Unidos becada para estudiar Comunicación y Ciencias Políticas y, desde entonces, como contadora de historias edifica una obra de ficción en la que los personajes nigerianos se desmarcan de los estereotipos, una apuesta por narrar la diversidad.

“La flor púrpura”, la novela que escribió a los veintiséis años, fue seleccionada para el Man Booker Prize en 2004. “Medio sol amarillo”, que narra la lucha del pueblo igbo por la independencia en la guerra de Biafra, ganó el Orange Prize 2007 a la Mejor Ficción. En 2013 publicó “Americanah”, que cuenta las experiencias de una estudiante nigeriana que se muda a Estados Unidos y es el bestseller de largo recorrido que cimentó su éxito literario. Publicó “Querida Ijewels. Cómo educar en el feminismo’” en 2016 y en su último libro, “Sobre el duelo”, da cuenta de cómo llevó la muerte de su padre.

Junto a autores de la talla de Haruki Murakami, Jamaïca Kincaid, Michel Houellebecq y Margaret Atwood, el año pasado sonó entre los candidatos al Nobel.

Pero fue “Todos deberíamos ser feministas”, la charla TED de 2015 que se viralizó como uno de los manifiestos feministas más interesantes de la época y que Beyoncé sampleó en su canción “Flawless”, la que la convirtió en una portavoz didáctica, fresca y refinada que logra que el mensaje de igualdad trascienda las fronteras. En Nigeria, muchos la acusan de traicionar su cultura por autodenominarse “feminista”, algo que consideran parte del imaginario blanco y europeo. Desde entonces, a ella le gusta definirse como una “feminista negra, feliz y africana” y reparte sus días entre la escritura, la vida académica y la crianza de su hija entre los dos continentes.

Una charla de Lagos a Buenos Aires

Exposición de Chimamanda Ngozi Adichie en el Berlin State Museums, Alemania (Foto: AFP)

-Chimamanda, usted vive entre Nigeria y Estados Unidos. ¿Cómo cambió la vida de las mujeres en estos países durante la pandemia?

-La pandemia puso de relieve las líneas que ya sabíamos que existían. La mayoría de los puestos de trabajo que se perdieron, los perdieron las mujeres. Sin importar la clase social, incluso las mujeres que antes tenían ayuda doméstica se encontraron haciendo gran parte del trabajo doméstico. Además, los casos de violencia machista aumentaron exponencialmente. Pasaron muchas cosas en el mundo, todos nos vimos afectados, tanto hombres como mujeres, pero las mujeres sufrieron más porque vivimos en un mundo dominado por hombres y simplemente por eso terminamos sufriendo más.

-¿Deberíamos repensar el feminismo en este contexto?

-¡No! No veo por qué deberíamos repensarlo. Sí creo que es importante hablar de qué es el feminismo y de cuál es su objetivo porque especialmente en Occidente la palabra “feminismo” se ha vuelto pesada, se la malinterpreta y se la carga con todo tipo de estereotipos negativos. Por ejemplo, cuando yo todavía no hablaba de feminismo, era conocida solo como escritora. Soy escritora de ficción porque lo que más me gusta hacer es leer y escribir. Quisiera no tener que hablar de feminismo, preferiría hablar de literatura y de poesía pero hay un problema muy grande en el mundo y soy una persona pública, así que elijo hablar de esto. Ni bien empecé a hablar de feminismo me volví “polémica” en Nigeria. Todavía vivimos en un mundo donde una mujer que alza la voz para hablar de cómo somos excluidas y oprimidas automáticamente pasa a ser “polémica”. La pregunta es por qué. La gente se siente muy incómoda cuando las mujeres hablamos de las formas en que somos oprimidas y excluidas.

-Su padre falleció durante la pandemia, no pudo despedirlo y en “Sobre el Duelo”, su último libro, decidió abordar el tema. ¿Qué rol cumple la escritura en los momentos difíciles?

-La escritura es el amor de mi vida. Nací para escribir. Cuando se murió mi papá, mi vida cambió para siempre: sentí que me convertía en otra persona, me transformó el duelo. Entonces, empecé a escribir para intentar encontrarle un sentido a eso. Cuando se experimenta un duelo, sentís muchas cosas: estás confundida, asustada, enojada, triste, culpable, perdida. Aparecen todos estos sentimientos y te cuestionas lo que sentís. El duelo es una mezcla muy compleja de emociones y yo no estaba preparada. Escribir fue mi forma para encontrar un sentido y también de honrar a mi papá. Cuando amamos a alguien profundamente, y yo amaba a mi papá profundamente, la escritura puede ser una forma de conmemorar ese amor.

-Hace un año, las mujeres en la Argentina ganaron el derecho al aborto, tras años de debates y manifestaciones. ¿Las luchas en el mundo nos unen? ¿Funcionan como espejos?

-Sí. Una cosa que aprendí es que existen diferencias culturales, de clase, raciales, pero también hay una realidad femenina universal. Hablando con mujeres de distintas partes del mundo he notado que las historias son parecidas. Tiene que ver con la forma en que las diferentes culturas manejan el tema del cuerpo de las mujeres. Lo hacen de forma diferente, pero el rasgo común es que todas encuentran formas para controlarlo. Vos me decís esto de Argentina…

En muchos lugares del mundo el aborto sigue siendo ilegal. En Nigeria es ilegal. En muchos países latinoamericanos las mujeres se siguen muriendo. La cuestión de fondo es si se considera a la mujer como un ser humano completo. Respeto a las personas que están en contra del aborto, siempre y cuando esa objeción sea solo para sí mismas. 

Y por otra parte, en todo el mundo son las mujeres las que renuncian a sus sueños y reciben elogios si se sacrifican. Desde chicas, nos enseñan que nuestra capacidad de amar se mide por nuestra capacidad de sacrificar nuestros deseos. El amor debe ser dar y recibir. 

Si dos personas se aman, las dos deberían poder hacer sacrificios. Por otra parte, muchas veces hablamos de que las mujeres no ocupan posiciones de poder político y económico en distintas partes del mundo y eso es verdad, pero hay cuestiones culturales que hacen difícil que las mujeres lleguemos. Una amiga de Lagos me dijo: “No se trata solo de llegar a la sala de reuniones. El dormitorio impacta en la sala de reuniones”.

-Es escritora y suele advertir que las pequeñas historias sobre mujeres dicen más que la teoría feminista. ¿Qué encuentra ahí?

-Me interesa escuchar a las mujeres, hablar con ellas, observar su mundo. No me interesa la teoría feminista y en parte es porque puede achatar la experiencia de la gente. Generalmente son mujeres jóvenes las que quieren estudiar feminismo o lo que en muchos lugares llaman “Estudios de Género” (y que me gustaría que se volvieran a llamar “Estudios de la Mujer”, pero bueno). Quienes estudian mucha teoría después tratan de aplicar esas teorías a las vidas de las mujeres y para mí debería ser al revés: no deberíamos empezar con la teoría, deberíamos empezar con las historias cotidianas sobre cómo se las arreglan las mujeres de distinta clase social, de distintos países y qué aspectos culturales las restringen. 

Por eso, defiendo la idea de escuchar historias de mujeres y es algo que les pido a los hombres porque sabemos que -y esto se ha demostrado en estudios- las mujeres leemos libros escritos por hombres y por mujeres pero los hombres leen solo libros escritos por hombres. 

Y esto es un problema: vivimos en un mundo dominado por el poder masculino en el que muchos hombres no están familiarizados con las historias de las mujeres. Aprendí con el #metoo, un movimiento principalmente occidental que no tuvo mucha presencia en Nigeria, cuántos hombres se sorprendían. Muchos no podían creer que a las mujeres les estaban pasando estas cosas y por supuesto, las mujeres sí lo sabíamos. Contar estas historias es esencial porque no se podrá poner fin a la opresión y a la exclusión sin que esto se conozca.

«Es difícil criar yendo en contra de lo que se considera ‘normal'»

Chimamanda Ngozi Adichie y la exprimera dama estadounidense Michelle Obama en Londres. (Foto AFP).

Con un registro cálido y directo, Chimamanda Ngozi Adichie escribió en 2016 “Querida Ijewels. Cómo educar en el feminismo” una carta a una joven madre a días del nacimiento de su primera hija, en la que a partir de quince consejos que van de la dulzura al pragmatismo la escritora nigeriana le propone a su amiga una pedagogía de la igualdad y el respeto.

“En lugar de enseñarle a tu hija a agradar, enséñale a ser sincera. Y amable. Y valiente. Anímala a decir lo que piensa, lo que opina en realidad, a decir la verdad. 

Dile que si algo la incomoda, se queje, grite”, enumera la autora en uno de los capítulos. Pero va más allá y se distancia explícitamente de toda la literatura sobre sobre crianza con la que Occidente pareciera hacer frente a las contradicciones o desfasajes entre la maternidad y el rol que las mujeres aspiran a jugar en el mundo en el Siglo XXI: “Desearía que criar no se hubiera convertido en un verbo, porque lo considero la raíz de ese fenómeno global de clase media que hace de la crianza una travesía inquietante, interminable, cargada de culpa”.

Un año después de aquel acercamiento afectivo y teórico a la maternidad, la escritora quedó embarazada. Junto a su marido, un médico norteamericano de ascendencia nigeriana llamado Ivara Esege, afrontaron la tarea (ahora real) de “educar en el feminismo” a su pequeña hija.

A través de la pantalla, Chimamanda ofreció la más extensa entrevista con un medio argentino. (Foto: Eliana Obregón)

-¿Cómo fue criar a su hija después de escribir “Querida Ijewels”?

-Cuando escribí Dear I Jeweled no tenía una hija. Es muy fácil dar consejos sobre crianza cuando no tienes hijos, pero cuando sos madre te das cuenta de que no es tan fácil. Todo lo que escribí y todas las sugerencias que le doy a mi amiga en el libro son cosas en las que creo firmemente. Intento seguir esas premisas pero es difícil criar a tu hija yendo en contra de muchas cosas que son consideradas “convencionales” y “normales”.

Cuando algo se ha hecho de una manera durante mucho tiempo, la gente piensa que se tiene que hacer así. Por ejemplo, estoy convencida de que no debemos imponer juguetes específicos según el sexo, pero a alguna gente, eso le parece raro. 

Algunas personas creen que es “natural” que les demos los camiones a los varones. Cuando nació mi hija -y por suerte mi marido y yo coincidimos en esto- queríamos darle los juguetes que le gustaran sin antes decirle “como sos una nena, te tiene que gustar la muñeca”. 

Hasta que empezó a ir a la escuela fue extraordinario: le gustaban los bloques, apilar cosas y los autitos que le traía mi marido. Pero la socialización escolar de alguna forma la cambió y de pronto nos decía cosas como “eso es de nena” y “eso es de nene”, algo que nosotros nunca le dijimos. Es importante entender las diferencias biológicas entre hombres y mujeres y aceptarlas porque básicamente son la base de la opresión a las mujeres

Si no fuéramos las mujeres las que parimos o si las mujeres no fuéramos físicamente más débiles, en términos generales, no habríamos sido tan oprimidas a lo largo de la civilización humana. 

Eso es importante. Pero a veces exageramos esas diferencias y no les permitimos a los niños ser ellos mismos. Es importante que relajemos y ampliemos las expectativas que depositamos en los niños según su sexo biológico.

“Acercarse a la literatura desde lo autoritario es malísimo para la creatividad»

La escritora nacida en Lagos, durante una sesión de fotos en París (Foto: AFP)

“Cuento historias. Y me gustaría contarles algunas historias personales sobre lo que llamo ‘el peligro de la única historia’. Crecí en un campus universitario al este de Nigeria. Mi madre dice que comencé a leer a los dos años, creo que más bien fue a los cuatro, a decir verdad. 

Fui una lectora precoz y lo que leía era literatura infantil inglesa y estadounidense”, recuerda Chimamanda Ngozi Adichie en “El peligro de la única historia”, la primera charla TED que dio y que suma 12 millones de reproducciones.

En aquellos veinte minutos que ensayó en 2009, la autora traza un manifiesto y un llamado a rechazar los relatos únicos.

Cuenta que cuando empezó a escribir sus primeras historias en Nigeria, a los cinco años, sus personajes eran blancos de ojos azules que jugaban en la nieve, comían manzanas y hablaban maravillados de los días en los que sale el sol. Poco podía decir su tierra natal donde se comen mangos y siempre hay un sol brillante. 

Esta paradoja, admite la autora, se daba porque su carrera como escritora empezó copiando aquello que había leído en la literatura europea. “Los relatos nos definen, nos modelan, nos implican”, sostiene tras haber descubierto la riqueza de la literatura africana años después.

-En aquella famosa charla TED advertiste sobre los peligros de la historia única. ¿Existe hoy una historia única en Estados Unidos?

-Es una pregunta interesante. Quizás no haya una historia única, pero está muy presente esta idea de que la gente tiene que opinar lo mismo sobre todo. Eso promueve una historia única porque reprime cualquier diversidad de pensamiento. 

Lo que pasa hoy en Estados Unidos, y cada vez más en otras partes del mundo, es esta insistencia en una única mirada, muy ideológica, que a menudo carece de complejidad y de matices. En ese sentido, creo que es algo peligroso, no sé cómo va a terminar y me preocupa de cara al futuro.

-¿Cómo impactan la censura en internet y la cultura de la cancelación en las universidades en la creatividad de los artistas?

-Internet generó muchas cosas buenas en el mundo, obviamente. En Nigeria, por ejemplo, Twitter le permitió a los jóvenes tener voz propia. Pero lo que creo que está pasando -y esto se originó en Estados Unidos y se está exportando a todo el mundo por su poderío cultural- es esta idea de lo que no se puede decir y qué castigo tiene el decir algo que se considera “incorrecto”. 

Por cierto, esto lo originó la izquierda norteamericana. Hay que ser amable, inclusivo, no herir los sentimientos de nadie, lo cual siempre es una buena idea. El problema es que se abusa y ahora se convirtió en una forma de lograr que todos se ciñan a una ortodoxia particular, a una forma de pensar particular, y si no lo hacés, la gente te persigue, te agrede, son “cancelados”. Pero existen consecuencias reales y no son solo individuales.

La escritora nigeriana en una producción fotográfica para Dior en París. (Foto: AFP)

La persona que es atacada y denigrada es un ser humano y a menudo la gente se olvida de esto. Cada vez que leo de alguien joven que se suicida porque recibió burlas en internet, se me parte el corazón: todos somos emocionalmente frágiles. Y, por otro lado, está el impacto en la creatividad: acercarse a la literatura desde lo autoritario es malísimo para la creatividad. Muchas personas tienen miedo de decir algo incorrecto o de ser “canceladas” y por eso no escriben lo que les gustaría escribir o no abordan cierto temas o lo hacen de formas que son “ideológicamente correctas” y esto es un verdadero desastre para la creación de literatura de verdad.

Imagen de portada: Chimamanda Ngozi Adichie

FUENTE RESPONSABLE: TELAM. Cultura. República Argentina. Por Ana Pérez Cotten. 10 febrero 2022.

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Clara Campoamor: una vida de lucha por los derechos de la mujer

HISTORIA DEL SUFRAGISMO EN ESPAÑA

La Segunda República Española, proclamada en 1931, supuso el mayor intento reformista en la historia de España hasta aquel momento. Entre las propuestas progresistas se encontraba la de extender el derecho de voto a las mujeres, una reivindicación liderada por la abogada Clara Campoamor.

Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar, a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras”. Era el año 1935 cuando Clara Campoamor escribía estas palabras en El voto femenino y yo: mi pecado mortal, una obra en la que exponía la lucha por el derecho de voto de las mujeres y en la que había invertido muchas horas los años anteriores. En diciembre de 1931 había sido aprobada la nueva Constitución que reconocía ese derecho, un triunfo logrado tras muchas dificultades y decepciones.

UNA VIDA DE MILITANCIA POLÍTICA

Nacida en Madrid el 12 de febrero de 1888, Clara Campoamor tuvo que abrirse paso desde muy pequeña en una sociedad especialmente dura para las mujeres: la muerte de su padre la obligó a empezar a trabajar cuando apenas tenía diez años. Puede que fuera esta desgracia, no obstante, la que la forzara a buscarse la vida y conseguir un empleo público como profesora de mecanografía con solo 26 años.

“Clara Campoamor consiguió un trabajo como profesora de mecanografía con solo 26 años, empezó a frecuentar los ambientes intelectuales madrileños y entró en contacto con activistas feministas”

Fue precisamente en esta época cuando Clara empezó a frecuentar los ambientes intelectuales madrileños y entró en contacto con activistas feministas como la sufragista Carmen de Burgos. También empezó a escribir para el diario conservador La Tribuna, donde conocería a su futura compañera en las Cortes Españolas, Eva Nelken. Todo ello despertó en ella el interés por la política y en particular por la situación de la mujer. Empezó a colaborar en diversas asociaciones feministas, dando conferencias y escribiendo para la prensa.

Aunque el activismo feminista estaba presente en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, se trataba mayoritariamente de agrupaciones de carácter profesional y académico. La propia Campoamor, que se había licenciado en Derecho y había sido la segunda mujer en ingresar al Colegio de Abogados de Madrid después de Victoria Kent, participó en la fundación de dos de estas agrupaciones: la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas y el Instituto Internacional de Uniones Intelectuales.

EL SALTO A LA POLÍTICA

Sin embargo, en el panorama legislativo la alternancia de liberales y conservadores en el gobierno impedía la implantación real de medidas prácticas. Fue por ello que Clara Campoamor tomó la decisión de dar el salto a la política con el Partido Radical de Alejandro Lerroux. La influencia de sus compañeros liberales la llevó a entrar también al mundo de la masonería, un hecho que sería determinante para ella en un futuro próximo.

En las elecciones de 1931, que siguieron a la proclamación de la Segunda República, las mujeres pudieron presentarse aunque no votar. Campoamor resultó elegida junto con Victoria Kent, que se presentó por el Partido Radical Socialista. Parecía su mejor oportunidad para llevar los derechos de la mujer al ámbito legislativo. Sin embargo, sus propios compañeros pronto la empezarían a mirar con recelo.

“Campoamor no luchó solo por el voto de las mujeres sino también por el divorcio y la igualdad de los hijos e hijas nacidos fuera del matrimonio, además de la abolición de la prostitución.”

La primera lucha para lograr sus objetivos fue la redacción de la nueva Constitución republicana. Las expectativas de Clara eran ambiciosas y contemplaban no solo el voto de las mujeres sino el divorcio y la igualdad de los hijos e hijas nacidos fuera del matrimonio, además de la abolición de la prostitución. Incluso dentro de los sectores progresistas, había la opinión de que no sería fácil implantar cambios tan profundos en una sociedad muy machista e influenciada por un catolicismo muy conservador, especialmente en el medio rural. A pesar de ello, logró que se incorporara a la Constitución una gran parte de sus demandas, salvo lo relativo a la prostitución y al sufragio femenino.

LA CULMINACIÓN DE UN PROYECTO

La batalla por el voto de las mujeres no estaba del todo perdida, sin embargo, ya que finalmente se debatió en las Cortes a finales de ese mismo año. En ese momento se evidenciaron los recelos y el tacticismo de los partidos alrededor de su propuesta: más que defender u oponerse a los valores del proyecto, muchos grupos estaban más preocupados del beneficio electoral que podían sacar de ello.

A pesar de que el sufragio femenino fue finalmente aprobado, Clara Campoamor no ocultaba su decepción por lo que sentía como una traición de los suyos, el Partido Radical al que se había unido por sus ideales republicanos. Con la excepción de cuatro compañeros, su propio grupo le había negado el apoyo por miedo a que las mujeres españolas, según ellos muy influenciadas por la Iglesia, votaran mayoritariamente a los partidos conservadores -parte de los cuales, por ese mismo motivo, votaron a favor.

“Su antigua compañera Victoria Kent opinaba que antes de legislar había que cambiar profundamente la mentalidad de la sociedad española, o sus propuestas fracasarían.”

La mayor decepción para Clara, además de la falta de respaldo de su partido, fue la oposición de su antigua compañera Victoria Kent. Aunque ambas compartían ideales, estaban en desacuerdo sobre el camino para aplicarlos: Kent opinaba que antes que legislar había que trabajar mucho en el cambio de mentalidad de la sociedad española, o sus propuestas fracasarían. Su enfrentamiento era un reflejo del miedo que había por la fragilidad del proyecto republicano, en esos años previos a la insurrección militar, en los que a menudo pesó más el cálculo interesado que los ideales.

Ninguna de las dos renovó su escaño en las elecciones de 1933, aunque Alejandro Lerroux le ofreció a Clara un cargo como Directora General de Beneficencia y Asistencia Social. Sin embargo, dos decepciones más la llevaron a abandonar definitivamente la actividad política: la alianza del Partido Radical con la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), ganadora de las elecciones de 1933; y finalmente, la dura represión de la insurrección obrera en Asturias en octubre de 1934.

Alejandro LerrouxALEJANDRO LERROUX

La Constitución de 1812 reconoció por primera vez el derecho de las mujeres a ser elegidas como parlamentarias, aunque no a votar. Sin embargo, eran muy pocas en las Cortes y casi ninguna en el gobierno. Sentado en el centro de la fotografía está Alejandro Lerroux, líder del Partido Radical con el que se presentó Clara Campoamor.Cordon Press

EL EXILIO

Al estallar la Guerra Civil Campoamor se exilió en París, donde permaneció hasta 1955 trabajando como traductora. Sobre ella pesaba el peligro evidente, tras la victoria franquista, de ser republicana, feminista y lo peor a ojos del régimen, masona: por este último motivo se abrió un proceso contra ella, en el que habría sido condenada a 12 años de cárcel de haber regresado a España. Posteriormente se trasladó a Lausana (Suiza) para continuar con su actividad como abogada y allí murió en 1972.

“Por ser masona se abrió un proceso contra ella en el que habría sido condenada a 12 años de cárcel de haber regresado a España”

A lo largo de su exilio compaginó sus empleos con la escritura de diversas obras sobre el feminismo y, en particular, su experiencia en el ámbito político. En estas se muestra muy crítica con los parlamentarios, especialmente con los republicanos, quienes considera que obstaculizaron la mejor oportunidad que había existido para lograr una mayor igualdad de género. Una oportunidad que el franquismo echó abajo junto con su recuerdo, que solo en años recientes se ha recuperado a pesar de la gran importancia que tuvo como pionera de los derechos de la mujer en España.

Imagen de portada: Archivo

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic. Por Abel G.M. Periodista especializado en el ámbito de la historia y los viajes. Febrero 2020.

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Simone de Beauvoir, la filósofa existencialista y feminista.

MUJERES PIONERAS

Formada como filósofa en la universidad de La Sorbona de París, De Beauvoir se incluye entre los grandes pensadores existencialistas del siglo XX. La escritora francesa publicó en 1949 un libro que todavía hoy es una obra referente dentro del movimiento feminista.

“Este mundo ha pertenecido siempre a los hombres”. Publicado por primera vez bajo el sello de la editorial francesa Gallimard en 1949, así empezaba El segundo sexo, obra esencial de la filósofa existencialista Simone de Beauvoir que contiene en sus casi mil páginas todo lo que significó la tercera ola del feminismo que estalló con determinación durante la segunda mitad del siglo XX.

Como en la mayoría de seres humanos, en el relato de la vida de Simone de Beauvoir reinan las contradicciones. Nacida el 9 de enero de 1908, su familia pertenecía a la clase pudiente parisina aunque su situación económica era mala debido a las malas inversiones de su padre. A pesar de estas dificultades, Simone y su hermana recibieron una educación elitista y católica, doctrina que una joven De Beauvoir de 15 años rechazó con convencimiento.

Simone de Beauvoir (derecha) junto con su hermana Hélène y su madre en 1912, cuando la escritora tenía cuatro años.

SIMONE DE BEAUVOIR (DERECHA) JUNTO CON SU HERMANA HÉLÈNE Y SU MADRE EN 1912, CUANDO LA ESCRITORA TENÍA CUATRO AÑOS.Foto: Cordon Press

EMANCIPACIÓN FAMILIAR

El fuerte determinismo de su pensamiento liberal y de izquierdas la alejó de su familia, especialmente de su madre y del círculo de amigos al que supuestamente pertenecía. Pronto consiguió emanciparse y empezó estudios de filosofía y letras en la Universidad de París, la Sorbona. Desde su etapa de estudiante de instituto, Simone de Beauvoir destacó por su brillantez, una línea que mantuvo durante sus estudios superiores y que le permitió convertirse en profesora.

Su primer destino como docente fue Marsella pero, a pesar de que suponía su realización profesional, había un inconveniente. En La Sorbona había conocido a Jean Paul Sartre, con quien había establecido una relación amorosa, y el traslado suponía un duro alejamiento físico. Sin embargo, los principios de libertad y tolerancia sobre los que cimentaron su relación permitieron que ésta durase hasta la muerte de Sartre en 1980.

“Los principios de libertad y tolerancia sobre los que se cimentó la relación de Sartre y De Beauvoir fueron la base de su éxito”

Después de Marsella vino Ruán y, a continuación, su periplo como profesora la condujo de nuevo a París, donde siguió trabajando hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). 

En 1943, un escándalo sexual que vinculaba a la filósofa con una alumna suya precipitó el fin de su carrera docente, aunque no el de su relación sentimental, pues las aventuras de Sartre y de De Beauvoir fueron consentidas por ambos a lo largo de toda su vida en común. Dos de las más importantes para ella fueron la que mantuvo durante varios años con el escritor estadounidense Nelson Algren y con el director de cine Claude Lanzmann, quien la acompañaría hasta su último aliento.

TRAS TERMINAR SUS ESTUDIOS DE FILOSOFÍA Y LETRAS EN LA UNIVERSIDAD DE PARÍS, SIMONE DE BEAUVOIR SE CONVIRTIÓ EN PROFESORA, UNA PROFESIÓN QUE LA LLEVÓ A TRABAJAR EN MARSELLA. EN LA IMAGEN SE LA PUEDE VER EN EL CENTRO RODEADA DE SUS ALUMNAS DEL LYCÉE MONTGRAND. Foto: CordonPress

UNA ESCRITORA CONSOLIDADA Y COMPROMETIDA

La siguiente etapa vital de Simone de Beauvoir estuvo marcada por su éxito como escritora y por la militancia política motivada por la deriva de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias. En 1943 publicó su segunda obra titulada La invitada, que se convirtió en un gran éxito editorial y la animó a dedicarse a la escritura a tiempo completo.

Durante la contienda participó en programas de la radio libre de Vichy, y en 1945 fundó junto a Sartre y Merleau-Ponty la revista política Les Temps Modernes (Tiempos modernos), en alusión a la obra de Charles Chaplin. En sus ensayos se reafirma como una ferviente defensora del pensamiento marxista y existencialista, y del ateísmo como única visión del mundo espiritual.

Plenamente dedicada a su faceta de escritora y pensadora, emprendió una serie de viajes junto a Jean Paul Sartre que la llevarán a conocer a grandes personalidades del siglo XX vinculadas al comunismo como Fidel Castro y el Che Guevara en Cuba o Mao Zedong en China. Este periplo se alargaría hasta la década de 1960.

Tras conocer al también filósofo Jean Paul Sartre en la universidad, se estableció una relación sentimental entre ellos que nunca fue formalizada, pues ella rechazaba el matrimonio. La imagen sobre estas líneas fue tomada cuando la pareja visitaba Pekín en 1955.

TRAS CONOCER AL TAMBIÉN FILÓSOFO JEAN PAUL SARTRE EN LA UNIVERSIDAD, SE ESTABLECIÓ UNA RELACIÓN SENTIMENTAL ENTRE ELLOS QUE NUNCA FUE FORMALIZADA, PUES ELLA RECHAZABA EL MATRIMONIO. LA IMAGEN SOBRE ESTAS LÍNEAS FUE TOMADA CUANDO LA PAREJA VISITABA PEKÍN EN 1955. Foto: CordonPress

EL SEGUNDO SEXO

Con tres novelas y varios ensayos recibidos con éxito por el público y la crítica, en 1949 ve la luz una de sus obras cumbre: El segundo sexo. Publicado hace más de 70 años, las ideas que reivindica el texto siguen siendo hoy en día de plena actualidad. “No se nace mujer, se llega a serlo”, afirma De Beauvoir en el que se convirtió en libro de cabecera del feminismo. En él la autora explica que el sistema ha creado una construcción social de la idea de mujer basada en la biología, cuyos principios y diferencia entre sexos son utilizados para justificar una supuesta debilidad femenina.

“Defiende que la mujer debe ponerse al mismo nivel que el hombre, definiendo así el concepto básico de la teoría feminista”

La solución pasa por la emancipación de la mujer, con la libertad como concepto central y directamente vinculado con el existencialismo latente en toda su obra. Y, puesto que concluye que no hay diferencias entre géneros, no se trata de un enfrentamiento entre sexos, sino de una igualación, de ponerse al mismo nivel que los hombres; el punto de partida que define el movimiento feminista que ella misma revitalizó y revolucionó.

Portada de "El segundo" sexo publicado en 1949 por la editorial francesa Gallimard.

PORTADA DE «EL SEGUNDO» SEXO PUBLICADO EN 1949 POR LA EDITORIAL FRANCESA GALLIMARD. Foto: CC

De Beauvoir, en línea con sus principios, no podía entender la literatura sin compromiso político. Además de en El segundo sexo, así como en la mayoría de sus escritos, es algo que se hace evidente en la novela Los mandarines (1954), por la que recibió el Premio Goncourt, y que trata sobre como los intelectuales toman partido en la nueva realidad de pos guerra.

Durante su activismo político, se posicionó en contra del dominio colonial francés en Argelia, de la guerra de Vietnam y participó de manera activa en las protestas del Mayo del 68.

EXISTENCIALISMO HASTA LA MUERTE

En sus ensayos posteriores se puede identificar otro tema central y que de nuevo lleva implícito una fuerte relación con la filosofía existencialista como fue el acercamiento a la muerte mediante profundos análisis (e incluso apologías) de la vejez. Son ejemplo de ello Una muerte muy dulce (1964), La vejez (1970) o La ceremonia del adiós (1981), este último escrito en motivo de la muerte de Sartre en 1980.

Además de tratar temas tan polémicos para el momento como la eutanasia, Simone de Beauvoir siguió luchando de manera activa a favor del feminismo. En 1971 apareció como firmante de El Manifiesto de las 343, un documento compuesto por una lista de nombres de mujeres públicas que se habían sometido a un aborto. Mediante esta acción se pretendía reclamar el derecho al aborto, un hito que se conseguiría cuatro años después gracias a reinvindicaciones de este tipo.

Retratada en la terraza de un bar en 1978, De Beauvoir mantuvo su activismo también durante los últimos años de su vida. Trataba temas polémicos como la eutanasia y reivindicaba el derecho al aborto.

RETRATADA EN LA TERRAZA DE UN BAR EN 1978, DE BEAUVOIR MANTUVO SU ACTIVISMO TAMBIÉN DURANTE LOS ÚLTIMOS AÑOS DE SU VIDA. TRATABA TEMAS POLÉMICOS COMO LA EUTANASIA Y REIVINDICABA EL DERECHO AL ABORTO. Foto: Cordon Press

Durante los últimos años de su vida siguió escribiendo instalada en su casa de la calle Victor-Schœlcher, en París. Falleció el 14 de abril de 1986 a los 78 años y sus restos fueron enterrados en el cementerio de Montparnasse. Sabía que su muerte no iba reunirla con Sartre. “Así es.” Había afirmado, “Ya es demasiado bonito que nuestras vidas hayan podido juntarse durante tanto tiempo.”

Imagen de portada: Gentileza de Cordon Press

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic. Por Giomar Huguet Pané. Redactora. Enero 2022

Sociedad y Cultura/Mujeres pioneras/Biografías

Victoria Ocampo, la mujer que rompió todas las reglas.

 

Mecenas, editora, escritora, traductora, intelectual… Victoria Ocampo hizo de todo, siempre retorciendo el canon, siempre buscando la libertad de la mujer. 

Fue una de las figuras claves de la Argentina del siglo XX. Villa Ocampo fue el centro del universo cultural y su legado todavía pervive actual y transgresor como entonces.

¿Quién fue Victoria Ocampo?

Victoria Ocampo nació en 1890 en una familia aristocrática de Argentina. 

Su padre frustró sus deseos de convertirse en actriz, pero pronto derivó sus impulsos artísticos en la escritura. En 1924 publicó su primera obra. Aunque su primera lengua, por su educación, era el francés, eligió el español para sus libros. 

También fue precoz a la hora de tomar posición en la política. Desde muy joven participó en los movimientos feministas, y en 1936 creó la Unión Argentina de Mujeres (UMA). Junto con Susana Larguía y María Rosa Oliver luchó por evitar que fuesen derogadas las leyes de 1926 que habían permitido dotar de derechos a las mujeres argentinas. 

La UMA estuvo muy activa a lo largo de todo el país: realizaban conferencias y se repartían panfletos escritos por la propia Victoria. Pero su visión no solo se centraba en la mujer argentina; aspiraba a que el movimiento tuviese una repercusión mundial, como recogía en su famoso discurso «La mujer y su expresión». En 1938 dejó la UMA por las diferencias con las integrantes comunistas.

«Estos ejemplares fueron revolucionarios para su tiempo: dentro había un cuestionario anónimo con preguntas sobre temas tan comprometidos como el aborto»

En la década de los 30 descubrió también otra de sus grandes pasiones, el periodismo. Fundó la revista Sur —nombre sugerido por su amigo el filósofo español José Ortega y Gasset, quien le había ayudado con sus primeras publicaciones—, que llegó a los 300 números y por cuyas páginas pasaron autores como Albert Camus, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares o su hermana Silvina. 

En 1970 la revista le dedicó tres importantes números a «la mujer». En ellos escribieron personalidades de la cultura como Alejandra Pizarnik, Indira Gandhi y Golda Meier. Estos ejemplares fueron revolucionarios para su tiempo: dentro había un cuestionario anónimo con preguntas sobre temas tan comprometidos como el aborto.

¿Por qué la encarceló Perón?

«En 1951, Ocampo empezó a estar en la diana de los seguidores del general»

Victoria Ocampo es uno de los personajes que más odio ha generado en el peronismo de izquierdas, pese a haber sido una mujer progresista, motor cultural de Argentina e introductora de debates sociales tan innovadores como el aborto y el control de la natalidad. 

Su feminismo le convirtió en antiperonista. Su primer posicionamiento claro contra el gobierno del general fue cuando se anunció la aprobación del sufragio femenino. Ocampo denunció esta medida como oportunista al buscar el control de la mujer de una forma demagógica.

En 1951, Ocampo empezó a estar en la diana de los seguidores del general.

Cuando comenzaron las amenazas decidió sacar todos los papeles y la correspondencia de su casa por las posibles represalias. 

Dos años más tarde, unas bombas estallaron en la Plaza de Mayo después de un acto de protesta de la CGT (Confederación General del Trabajo de la República Argentina). Fue capturada y tratada como una presa política. 

La escritora fue enviada a la prisión de El Buen Pastor. El escritor Aldous Huxley lideró un movimiento internacional para exigir su liberación. Después de casi un mes retenida fue puesta en libertad, pero con restricciones para poder salir del país.

Ocampo tuvo relación con los más importantes intelectuales y artistas de su tiempo, como Gabriela Mistral, Igor Stravinski, Le Corbusier, Marguerite Yourcenar, Rabindranath Tagore, Albert Camus, Graham Greene… También conoció a dirigentes como Mussolini. 

En 1934 fue invitada a unas charlas en Italia donde conoció al Duce. Ocampo le interrogó en esa ocasión por el papel de la mujer en las sociedades fascistas, a lo que Mussolini le contestó que su único rol era el de dar hijos al estado. 

Dos años más tarde, en su ensayo La historia viva, la autora argentina expresaba sus peores temores sobre las intenciones del líder fascista. En ese mismo viaje conoció a otra destacada escritora del siglo XX, Virginia Woolf, con quien inició una intermitente relación epistolar.

«Después del derrocamiento de Perón en 1955, la Villa Ocampo recuperó su febril actividad intelectual. Fue un periodo de reconocimientos y nombramientos»

Durante la II Guerra Mundial ayudó a artistas judías y se posicionó contra el nazismo a través de diversos actos. Participó en la celebración en Buenos Aires de la liberación de París en 1944. 

El general Perón decidió disolver la manifestación de forma violenta y acusó a las organizadoras de causar los incidentes. En 1946 fue invitada —la única latinoamericana— a presenciar los juicios de Núremberg que juzgaron los crímenes contra la humanidad de los gobernantes nazis.

Después del derrocamiento de Perón en 1955, la Villa Ocampo recuperó su febril actividad intelectual. Fue un periodo de reconocimientos y nombramientos. 

Victoria fue designada presidenta del Fondo Nacional de las Artes y elegida por Francia Comendadora de la Orden de las Artes y las Letras. 

Los premios siguieron durante toda la década posterior, pero en 1964 le fue diagnosticado un cáncer del cual se recuperó. Falleció el 27 de enero de 1979. 

Reconocida como humanista y mecenas, su legado sigue vivo gracias a sus libros, traducciones y el legado de su lucha por los derechos de la mujer en Argentina.

Imagen de portada: Gentileza de Zenda.

FUENTE RESPONSABLE: Zenda. Autores, Libros y Cía. Por Paca Pérez. Paca Pérez nació en Burgos un año no muy lejano del siglo XX. Estudió Historia y escribe historias.Noviembre 2021

Silvina Ocampo/Victoria Ocampo/Feminismo/Literatura/Villa Ocampo/Sociedad y Cultura