LA PLENITUD DEL VACÍO

Un acercamiento a las obras espirituales de Mark Rothko.

Marcus Rothkowitz, más conocido como Mark Rothko, fue uno de los artistas expresionistas y abstractos más importantes e influyentes de la historia del arte. Hoy se cumplen 119 años de su nacimiento, y nos pareció importante hacer un breve recorrido por su vida y obra a modo de homenaje a este gran artista. El gran Rothko.

Mark Rothko fue un pintor y grabador nacido en Letonia en el año 1903. Supo desarrollar su carrera artística en la ciudad de Nueva York en los años 40, dentro de la corriente del expresionismo abstracto, a la cual pertenecía también su entonces colega, y por momentos su rival, Jackson Pollock.

Formación

Mas allá de destacarse en áreas artísticas como la mandolina, el piano y la escritura, sorprendentemente Rothko ingresó becado en 1921 a la universidad de Yale para estudiar Derecho e Ingeniería. Sin embargo, su beca fue cancelada al año de cursar sus estudios, lo que lo obligó a trabajar como ayudante de lavandería y también como mensajero para costearse los estudios.

En Yale recibió todo tipo de ataques antisemitas, lo que llevó al artista a abandonar la Universidad dos años más tarde, aunque 46 años después, lo llamaron para entregarle un título honorario.

Habiendo abandonado Yale, en 1925 Rothko inicia con 22 años y de manera autodidacta su carrera como artista visual. En un principio abordaba estéticas surrealistas influenciado por Adolph Gottlieb, pero ya para 1947 se podría decir que encontró su camino propio, en el que mediante composiciones rectangulares en obras de gran formato y buscando un sentido religioso para su pintura, su intención era ofrecer al espectador una experiencia mística y transcendental.

Estar frente a una de sus flamantes obras de este período, es en sí una experiencia única. Es un misterio cómo composiciones de dos rectángulos con bordes difuminados por veladuras pueden transmitir una sensación de plenitud y de abismo al mismo tiempo a quienes las contemplan. Transmiten vacío y plenitud. Te disuelve el ego y te vuelve uno con el universo, algo que puede ser muy fuerte de experimentar.

Pero no sólo la sensibilidad, el talento y su entrega espiritual hacen de sus obras un arte sumamente movilizante. Rothko había desarrollado algunas técnicas que acompañaban este propósito, como mezclar pigmentos con cola de conejo para que a la hora de volcar la mezcla en los lienzos gigantes no se vean las vetas del pincel, lo que aporta ese toque sumamente sutil, etéreo y mágico que definen sus pinturas.

Su carrera artística

Siguiendo por el camino de la pintura, Rothko se mudó a Nueva York e integró por primera vez la Liga de estudiantes de Arte de Nueva York, donde conoció a Adolph Gottlieb, y formaron junto a otros artistas un grupo que seguía las enseñanzas del maestro Milton Avery, de quien Mark aprendería un vasto conocimiento de la forma y el color, elementos que son de suma importancia en su corpus de obra.

Para este entonces su familia no lo acompañaba más, al no comprender su elección de ser artista en un momento en que Estados Unidos atravesaba la crisis económica de la Gran Depresión. Pero esta situación no frenó a Rotkho, quien con un objetivo muy claro de la función de experiencia espiritual que quería para sus pinturas, realizó una exposición individual de 15 pinturas al óleo que llamaron la atención de críticos de arte por la riqueza y sensibilidad del color.

Capilla Rothko

En 1971 se funda la Capilla Rotkho, un espacio en Houston, Texas, abierto a todas las creencias y religiones que ofrece un santuario espiritual y un espacio de meditación con luz cenital donde uno se puede conectar con las catorce pinturas de gran formato del artista, dispuestas en un espacio octogonal, y donde trabajó a su lado el reconocido arquitecto Philip Johnson. Es tan fuerte lo que ocurre a nivel energético al presenciar sus obras dentro de la capilla, que el compositor Peter Gabriel nombró a una de sus canciones «Catorce pinturas negras» luego de visitarla, así como monjes tibetanos tántricos ejecutaron cantos armónicos en 1986. Aunque en la otra cara de la moneda, un vandalista pintó unos años más tarde con una brocha negra sobre una obra gigante de la serie del artista llamada «Seagram» en la Tate Modern de Londres. Allí la muestra se encontraba en un espacio completamente condicionado como lugar de meditación y capilla para poder contemplar sus obras de arte desde bancos dispuestos a cierta distancia. Nunca falta aquél espectador que está sentado con lágrimas en los ojos atravesado por tanta sensibilidad, viviendo su propia experiencia.

La Capilla de Rothko recibió importantes premios debido al diálogo que se genera entre arte y espiritualidad: El Premio a la Paz de la Comunidad de Houston en 1998, el Premio James L. Tucker de los Ministerios Interconfesionales en el 2004, y reconocimientos del Centro de Paz y Justicia de Houston en el 2008, entre otros.

Desenlace

El 25 de febrero de 1970 tras una ingesta de barbitúricos con alcohol, Rothko se quita la vida trágicamente inmerso en una profunda depresión. Para este entonces sus obras habían comenzado a volverse más oscuras en cuanto a las tonalidades que utilizaba. Hay quienes sostienen que su suicidio formó parte en cierto modo de su praxis artística, culminando el oscuro desenlace de sus obras.

Otros analizan que le fue muy difícil dejar de recibir llamados para nuevos encargos, mientras que su colega Jackson Pollock no paraba de crecer al haber sido apadrinado por Peggy Guggenheim.

Lamentablemente, Rothko no vivió para disfrutarlo, pero actualmente sus obras se subastan en un promedio de 80 millones de dólares y es uno de los artistas abstractos más respetados e influyentes en la historia del arte.

Lo espiritual en su arte

Rothko fue siempre fiel a su premisa: el arte debe transmitir una experiencia espiritual al espectador. En 1958 recibió la comisión para pintar los murales «Seagram» en el restaurante Four Seasons de Manhattan. Al llegar y ver que se perdía la experiencia espiritual por la disposición de las mesas donde se cenaría, devolvió el dinero y pidió que le regresen las pinturas. Dinero que necesitaba, pero no a cualquier costo.

No se pueden describir con palabras las obras de Rothko. Y cualquier imagen o fotografía de las mismas, no le hace justicia a aquello que te generan.

Lo espiritual es intangible, es una fuerza que te atraviesa, te sana, te interpela, te hace reflexionar sobre la existencia humana, y sobre todo te genera una emoción y un sentimiento en el cuerpo y en el alma. No hay nada intelectual allí. Definir su arte con palabras resulta imposible, porque se trata de una experiencia espiritual que hay que vivirla.

Feliz aniversario de nacimiento al trascendental Mark Rothko, y sólo palabras de agradecimiento por ofrecernos honestamente, como lo hacen los grandes, su alma descarnada en esos inmensos lienzos con composiciones simples y a la vez complejas, que nos tocan el espíritu.

Imagen de portada: ROTHKO FRENTE A UNO DE SUS LIENZOS.

FUENTE RESPONSABLE: Época. Pcia. de Corrientes. Argentina. Por Sonsoles Romero Noya. 25 de septiembre 2022.

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