El milenario tesoro arqueológico escondido bajo tierra en Godoy Cruz, que investigan en la UNCuyo.

Hace dos semanas especialistas hallaron restos humanos que datan de hace más de 1.500 años, en el marco de una investigación realizada en una obra en construcción en Godoy Cruz. El primer paso, una vez que concluya el informe, será brindar información a representantes de comunidades originarias.

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La forma de vida, creencias, hábitos y rituales que configuraban la matriz de las culturas prehispánicas que habitaban estas tierras de desierto y aguas que dan vida al bajar desde la cordillera, es motivo de arduas investigaciones que a lo largo de años han movilizado a científicos de Mendoza.

Recientemente, un nuevo hallazgo arqueológico ha motivado nuevas expectativas por parte de un grupo de especialistas de la Universidad Nacional de Cuyo, quienes aseguran que en un plazo mínimo de un mes podría haber avances del trabajo que se está llevando adelante en el laboratorio de Arqueología Histórica de la Facultad de Filosofía y Letras.

Hasta el momento, los especialistas de la institución han puesto el foco en tres esqueletos humanos que fueron hallados de manera reciente en el marco de una intervención solicitada por el área de Patrimonio de la Provincia, luego de que se despertaran sospechas de la existencia de piezas de origen arqueológico en una obra en construcción ubicada en calle Pedro J. Godoy, a la altura del 1198. Allí, los trabajos para avanzar con la construcción de un mega edificio continúan, en tanto que dentro del predio los investigadores acordaron realizar las correspondientes excavaciones en un perímetro de cuatro metros cuadrados donde -de acuerdo a instancias previas de investigación- se sospechaba la posible presencia de restos óseos humanos. 

Lo cierto es que el martes 6 de septiembre, el equipo de especialistas mendocinos halló tres esqueletos humanos que de acuerdo a los protocolos establecidos, fueron trasladados para su investigación al laboratorio de la facultad. 

Entre los datos preliminares, se descubrió que los cuerpos tienen una antigüedad de 1.500 años y que habrían pertenecido a un enterratorio de comunidades originarias. No hay materiales o utensilios en sus cercanías ni tampoco vestimentas o indicios que hasta ahora permitan a los investigadores dilucidar otros detalles en relación al contexto en el que los cuerpos fueron dispuestos allí, en las cercanías del zanjón Frías.

El protocolo

Horacio Chiavazza, director de Patrimonio de Mendoza, destacó en este sentido, que por ahora no es posible adelantar información más detallada respecto de este hallazgo debido a que en esta instancia inicial existe un acuerdo de confidencialidad por parte de los científicos, quienes una vez que cuenten con todas las conclusiones, en primera instancia deberán informar los resultados a los representantes de comunidades originarias.

LAS INVESTIGACIONES SE INICIARON EN EL MARCO DE UNA CAUSA QUE TIENE AL MENOS TRES AÑOS/ IMAGEN ILUSTRATIVA.

«Hasta ahora todo indica que se puede haber tratado de un enterratorio de las comunidades originarias; los esqueletos hallados tienen una antigüedad mínima de 1500 años, por lo que el primer paso del equipo de científicos ha sido cumplir con el protocolo de limpieza de los huesos para focalizarse a su estudio. 

El resultado del informe completo podría tardar meses», indicó a MDZ Chiavazza y aclaró que este enterratorio prehispánico podría ser una fosa común, ya que los esqueletos «fueron encontrados en posición secundaria, sin ajuar ni objetos que den cuenta de su pertenencia a una clase social». Datos como las características antropométricas de los cuerpos y las posibles edades que habrían tenido los cuerpos al fallecer, forman parte de los interrogantes que por estos días intenta responder el equipo arqueológico que lleva adelante la investigación.

Sebastión Gianotti, es uno de los investigadores que lleva adelante este proceso de rescate con alto valor patrimonial para los mendocinos. Indicó que por el momento, no es posible difundir más detalles sobre los avances de las investigaciones, ya que solo se podrá acceder a tal información una vez que se concluyan todas las etapas dispuestas por protocolo en estos casos. 

«Existe una política de comunicarnos y dar información en primer lugar, a los representantes de las comunidades. Es posible que este mes o el que viene tengamos una reunión con ellos y allí recién podremos dar más detalles de este hallazgo arqueológico», explicó el investigador al confirmar el hallazgo arqueológico dentro del perímetro del edificio en construcción, ubicado sobre un terreno cercano al colegio San Jorge.

Antecedentes

La investigación que lleva adelante la UNCuyo está en sintonía con las excavaciones que desde 2018 se vienen realizando en este sector de Godoy Cruz. En 2019, en el marco de una investigación solicitada por la fiscal Claudia Ríos, se hallaron restos óseos que de acuerdo a las mediciones científicas con carbono 14 dieron por resultado una antigüedad de más de 1300 años.

A principio de agosto de pasado, MDZ difundió la denuncia realizada por un anónimo que alertaba sobre la existencia de huesos hallados debajo de la tierra en el marco de la obra en construcción y que habrían estado siendo arrojados a contenedores por solicitud de la empresa a cargo de las obras de construcción del edificio. Luego de llevar adelante la investigación necesaria, la fiscal de instrucción de Homicidios, Andrea Lazo indicó que no fue posible determinar tal procedimiento.

Sin embargo, de acuerdo a Chiavazza, el pedido de intervención para que los equipos de investigadores retornaran al lugar para continuar con las excavaciones, dio por resultado el reciente hallazgo.

Imagen de portada: El hallazgo descubierto bajo un edificio en construcción. Foto ilustrativa.

FUENTE RESPONSABLE: Mdz Mendoza. Por Zulema Usach. 20 de septiembre 2022.

Argentina/Godoy Cruz; Mendoza/Arqueología/Hallazgos.

 

 

 

Hallan un impresionante mosaico romano en Reino Unido con un final alternativo de la ‘Ilíada’.

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El conjunto se encontraba en una villa romana datada entre los siglos III y IV AD. Los arqueólogos han definido el descubrimiento como uno de los más importantes de los últimos 100 años. 

La Ilíada marcó muchas de las representaciones artísticas en la Antigua Grecia durante siglos, llevando parte de su legado a los pueblos latinos de la península itálica. La historia de Eneas sirvió a Virgilio para establecer una conexión entre la lejana Troya y los pueblos romanos a través de Homero. Sin embargo, no son habituales en Europa, y especialmente en Reino Unido, las representaciones del poema homérico en los mosaicos que decoraban muchas de las villas de la antigua provincia de Britannia.

No al menos hasta agosto del año pasado, cuando el hijo de un granjero de Rutland, Jim Irvine, descubrió durante un paseo varios restos de arcilla que sobresalían de entre los campos de trigo. La curiosidad le llevó a comprobar a través de imágenes de satélite el perímetro de la plantación, descubriendo que dibujaban un rectángulo perfecto en su superficie. Lo que aguardaba bajo la tierra era un impresionante mosaico romano que ya ha sido catalogado por los arqueólogos ingleses como «el más emocionante descubrimiento de este tipo en los últimos cien años».

Un arqueólogo recoge los restos humanos encontrados sobre el mosaico romano.

Un arqueólogo recoge los restos humanos encontrados sobre el mosaico romano. Historic England Archive.

El hallazgo ha permitido la localización de una antigua villa, construida entre los siglos III y IV d.C. por una familia romana adinerada. El conjunto habría formado parte del comedor de la casa, que estaba rodeada por edificios de otras tipologías. Uno de ellos ha sido identificado como unas termas, así como varias estructuras alargadas, catalogadas como graneros. 

Su dueño debió de pertenecer a la aristocracia romana de la zona, «alguien culto con conocimiento sobre las obras clásicas, a juzgar por la temática decorativa», han explicado los responsables del hallazgo. Sin embargo, también han sido localizados restos humanos, así como daños por fuego que se corresponderían con el periodo entre la caída del Imperio romano y el principio de la Edad Media. Una etapa poco estudiada y de la que se podrán extraer nuevas informaciones a través de este descubrimiento. 

El experto en mosaicos, David Neal, junto a un grupo de estudiantes en el área del hallazgo.

El experto en mosaicos, David Neal, junto a un grupo de estudiantes en el área del hallazgo. Historic England Archive.

El dueño de los campos, Brian Naylor, se encargó junto con su hijo de alertar a las autoridades locales, que a su vez contactaron con el subdirector del área de arqueología de la Universidad de Leicester, John Thomas. El arqueólogo ha explicado que «mientras que otras excavaciones solo han permitido la recuperación parcial de este tipo de villas, esta parece contar con un estado de preservación excepcional». 

«Este descubrimiento nos ofrece perspectivas nuevas sobre la relación del mundo antiguo con la literatura clásica, así como una gran cantidad de información sobre los individuos que encargaron la pieza», ha subrayado Thomas en un comunicado publicado por la organización Historic England, encargada de la conservación del patrimonio nacional británico. 

El conjunto de teselas, de 11 metros de largo por 7 m de ancho, representan el triunfo de Aquiles sobre Héctor, aunque con una particularidad. El final planteado por sus constructores no se corresponde con la visión de Homero, sino con un desenlace alternativo. Su protagonista, tras el fallecimiento de Patroclo, vengó la muerte de su compañero atravesando la garganta de Héctor con una lanza.

Aquiles y Héctor enfrentándose en el panel inferior del mosaico.

Aquiles y Héctor enfrentándose en el panel inferior del mosaico. Historic England Archive.

El padre de su enemigo, Príamo, ofreció al héroe el peso de su hijo en oro con tal de recuperar su cuerpo. En la versión del poeta griego la oferta es rechazada, mientras que el mosaico ofrece ambas versiones, representando también al patriarca cargando de oro varias balanzas para preparar el tributo por el cadáver de Héctor. David Neal, experto en este tipo de obras artísticas, se encuentra al frente de una investigación en la que también participa el área de arqueología de la Universidad de Leicester.  

Los investigadores han cubierto el hallazgo a la espera de contar con una mejor tecnología en el futuro con la que realizar nuevos descubrimientos sobre el terreno. Aunque ya se han anunciado nuevas investigaciones en 2022, así como la recreación de parte del conjunto con intenciones divulgativas.

Al tratarse de un campo de usufructo privado, la familia se ha comprometido a utilizar el lugar como zona de pasto, evitando que futuras labores de arado puedan destruir los restos. El conjunto ha sido catalogado como ‘monumento planificado’, una categoría que le protege de futuras modificaciones del terreno. Su descubridor, Jim Irvine, ha subrayado la «profunda emoción» que le ha provocado este descubrimiento, mostrándose deseoso por «conocer qué desenterraron en el futuro». 

Imagen de portada: Gentileza de Historic England Archive.

FUENTE RESPONSABLE: El Español. Por Gonzalo Barbero. Noviembre 2021.

Antigua Roma/Hallazgos Arqueológicos/Historia/Reino Unido.

 

 

La fascinante historia de la «cultura chinchorro» que logró momificar a sus muertos más de dos mil años antes que los egipcios.

Tras más de 20 años de investigación, la Unesco incluyó a las momias de la cultura chinchorro en la Lista de Patrimonio Mundial.

Hace más de 7 mil años, la árida costa del desierto de Atacama era habitada por un grupo de cazadores y recolectores marinos que desarrollaron una increíble tecnología que hoy es admirada por el mundo.

Se trata de la «cultura chinchorro» que, de acuerdo con la investigación de sus restos arqueológicos, tuvo especial cuidado en el tratamiento que recibían sus muertos, aplicando hábiles técnicas de momificación más de dos mil años antes que los egipcios.

El trabajo de este grupo fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que este martes incluyó a los asentamientos y momificación artificial de la cultura chinchorro en la Lista de Patrimonio Mundial.

De acuerdo con la organización internacional, esta cultura presenta «la evidencia arqueológica más antigua conocida de la momificación artificial de cuerpos», lo que refleja el «papel fundamental» de los muertos en esta sociedad.

Momias chinchorro

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Esta cultura aplicó complejas técnicas mortuorias, que reflejan la enorme importancia que le entregaban al culto a la muerte y a los antepasados.

Pero ¿quiénes eran realmente los chinchorros y cómo desarrollaban esta prematura y espectacular técnica para tratar a sus familiares difuntos?

Un pueblo pescador

La cultura chinchorro se asentó específicamente entre los puertos de Ilo, en Perú, y Antofagasta, en Chile.

Pese a su extrema aridez, esta zona era increíblemente rica en recursos marinos por los efectos de la fría corriente de Humboldt y las diferentes quebradas que llegan al mar.

De esta forma, los chinchorros se especializaron en la explotación de recursos marinos para lo cual idearon diversas herramientas. Entre ellas, un anzuelo de espinas de cactus y puntas de arpón.

De acuerdo con la Unesco, «se han encontrado herramientas de materiales minerales y vegetales, así como simples instrumentos de hueso y conchas» que les permitieron una «explotación intensiva de los recursos marinos».

Momias chinchorro

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Además, según asegura el Museo Chileno de Arte Precolombino, «a partir de tumores encontrados en los oídos de las momias de la época, se sabe que buceaban a gran profundidad».

Este talento pescador les permitió generar asentamientos semipermanentes en las desembocaduras de los ríos y quebradas de la zona.

Aunque existe poca información sobre su organización, se cree que se reunían en bandas o grupos pequeños de entre 30 y 50 personas aproximadamente, al parecer emparentadas entre sí.

¿Cómo momificaban a sus muertos?

Pero lo que más resalta de esta cultura son sus complejas técnicas mortuorias, que reflejan la enorme importancia que le entregaban al culto a la muerte y a los antepasados.

De acuerdo con información de la Universidad de Tarapacá de Chile —que ha liderado la investigación y conservación de la cultura chinchorro—, el proceso consistía en la extracción de los órganos y las vísceras del difunto a través de incisiones, que eran sustituidos por vegetales, plumas, trozos de cuero, vellones de lana y otros materiales.

Momias chinchorro

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Hasta el momento, han sido estudiadas 208 momias y se ha descubierto que las técnicas de embalsamamiento variaron a lo largo del tiempo.

Además, se extraía el cuero cabelludo y la piel del rostro, e intervenía el cráneo para sacarle el cerebro, en cuyo lugar, una vez seco, ponían cenizas, tierras, arcillas y pelos de animal.

Luego se modelaba el rostro, se le colocaba una peluca confeccionada con pelo humano y se le ponía una vestimenta de tejido vegetal. Finalmente, el cuerpo era cubierto con una capa de arcilla.

Si bien al comienzo los chichorros solo momificaban a los recién nacidos y a los niños —acompañándolos con figurillas de barro—, en el período de apogeo de la cultura (hacia el año 3000 a.C.), se momificaban representantes de todos los miembros de la sociedad y de todas las edades.

Diferentes tipos de momias

Según la Universidad de Tarapacá, hasta el momento han sido estudiadas 208 momias y se ha descubierto que las técnicas de embalsamamiento variaron a lo largo del tiempo y se fueron simplificando en las etapas tardías, a diferencia de lo que sucedió con los egipcios, que fueron sofisticando sus técnicas a través del tiempo.

En la cultura chinchorro hubo momias negras, cubiertas por óxido de manganeso; momias rojas, pintadas con óxido de hierro; y momias vendadas.

Todas ellas comparten similitudes como el uso de peluca, mascarilla facial y palos para reforzar el cuerpo.

Momias chinchorro

FUENTE DE LA IMAGEN – IMAGEN DE CHILE/FELIPE CANTILLANA

En la cultura chinchorro hubo momias negras, rojas y vendadas.

«La cultura chinchorro consideraba a sus momias como parte del mundo de los vivos, lo que explica que les dejaran los ojos y la boca abiertos, y que usaran camillas, hechas de fibra vegetal o de pieles de animales, para transportarlas. Después de un tiempo eran enterradas de forma colectiva», explican en la Universidad de Tarapacá.

Las avanzadas técnicas de embalsamamiento, y al ambiente desértico y de salinidad, hicieron que alrededor de 120 momias lograron preservarse y hoy están en la colección del Museo Arqueológico San Miguel de Azapa, en Chile.

Imagen de portada: Gentileza de BBC News Mundo

FUENTE RESPONSABLE. BBC News Mundo

Sociedad y Cultura/Arqueología/Ciencia/Historia

Sorprendente hallazgo: descubren una nueva especie de ballena de cuatro patas en Egipto.

Según los investigadores a cargo, estos animales surgieron de mamíferos parecidos a los ciervos que habitaron la Tierra durante 10 millones de años.

Imagen de portada – Científicos egipcios anunciaron que identificaron una nueva especie de este extraordinario espécimen

DR ROBERT W. BOESSENECKER

Hace 43 millones de años, una ballena de cuatro patas vivía en nuestro planeta. El arcaico anfibio, que además de nadar también caminaba por la tierra, es considerado un antepasado de las ballenas modernas.

Este miércoles, científicos egipcios anunciaron que identificaron una nueva especie de este extraordinario espécimen. El fósil del anfibio Phiomicetus anubis fue descubierto originalmente en el desierto Occidental de Egipto. Su nombre fue escogido porque su cráneo se asemeja al de Anubis, el antiguo dios egipcio de los muertos con cabeza de chacal.

Estos animales surgieron de mamíferos parecidos a los ciervos que habitaron la Tierra durante 10 millones de años.

Con un peso estimado de 600 kg y tres metros de longitud, el Phiomicetus anubis gozaba de fuertes mandíbulas para atrapar a sus presas, según un estudio publicado por la revista Proceedings of the Royal Society B. El esqueleto fue encontrado en la Depresión de Fayum, al oeste del río Nilo, por científicos de la Universidad de Mansoura.

Aunque el área ahora es desértica, en algún momento llegó a estar cubierta por el mar y es una rica fuente de fósiles.

El anfibio cuadrúpedo, llamado Phiomicetus Anubis, arroja información sobre la transición de de las ballenas la tierra al océano – Reuters

Nueva especie

“El Phiomicetus anubis es una nueva especie de ballena que constituye un descubrimiento crítico para la paleontología egipcia y africana”, le dijo Abdullah Gohar, el autor principal del estudio, a la agencia de noticias Reuters. Si bien esta no es la primera vez que se encuentra el fósil de una ballena con patas, «Phiomicetus anubis podría ser el primer tipo de ballena semiacuática que se ha descubierto en África.

Hesham Sallam, fundador del Centro de Paleontología de Vertebrados de la Universidad de Mansoura, celebró el descubrimiento y compartió en Twitter la ubicación del hallazgo en el desierto egipcio. La evolución temprana de las ballenas en África sigue siendo en gran parte un misterio, dijeron los investigadores.

Hesham Sallam, fundador del Centro de Paleontología de Vertebrados de la Universidad de Mansoura, celebró el descubrimiento y compartió en Twitter la ubicación del hallazgo en el desierto egipcio.

Se cree que las primeras ballenas evolucionaron en el sur de Asia hace unos 50 millones de años. En 2011, un equipo de paleontólogos en Perú descubrió un fósil de ballena de 43 millones de años con cuatro patas, patas palmeadas y pezuñas.

FUENTE: LA NACIÓN – BBC Mundo News 

Mtoto, el entierro de un niño de tres años que revela el funeral más antiguo del mundo.

Hace 78 mil años, una madre acostó a su bebé por última vez. En una cama de tierra, con un velo especial, Mtoto encontró su lugar de perpetuo descanso.

África es un campo fértil para descubrimientos arqueológicos. No es extraño encontrar vestigios de humanos en el sistema de cuevas conocido como ‘Cuna de la Humanidad’, en Sudáfrica, donde diversos científicos identifican el origen de nuestra especie. El reciente hallazgo de la tumba de Mtoto, un niño encontrado al sureste de Kenia, es prueba fehaciente de esto.

Restos de un niño de 78 mil años

En swahili, «Mtoto» se traduce como niño. De acuerdo con el equipo de investigadores que lo hallaron en Kenia, sus restos datan de hace 78 mil años y forman parte del funeral más antiguo del que se tiene registro hasta hoy.

La tumba de Mtoto se encontró a unos 16 kilómetros de la playa en Kenia. Se trataba de un niño de apenas dos o tres años. Sin embargo, lo que verdaderamente destaca del entierro fue el cuidado con el que fue dispuesto, en ese pasado tan remoto.

De acuerdo con los científicos, el niño perteneció a una vieja comunidad de Homo sapiens que, en busca de comida y mejores condiciones climáticas, pudo haberse asentado en la actual zona costera de Kenia. Si bien es cierto que existen ejemplos más antiguos en Europa y Asia, ninguno se había encontrado con tal detalle de preparación, como si hubiera sido parte de un rito funerario.

Paul Pettitt, un experto en entierros del Paleolítico que no participó en la investigación, lo describió sencillamente como «muy impresionante» para National Geographic. No sólo por la manufactura de la tumba, sino por las pistas que revela a propósito del pensamiento mágico y el sentir de los seres humanos primigenios con respecto a la muerte.

Pensamiento mágico y prácticas rituales prehistóricas

Mtoto

Así se ve la cueva en donde fue encontrada la tumba de Mtoto. Foto: MOHAMMAD JAVAD SHOAEE

Si alguna certeza tenemos como seres humanos, es que la muerte nos espera. Esta seguridad parece haber acompañado también a los seres humanos prehistóricos, que conformaban sus comunidades en torno a la caza y a la recolección. Sin embargo, parece ser que esta premisa flaqueaba en torno al fallecimiento accidental de niños y bebés.

El sistema de cuevas Panga ya Saidi, lugar en donde se encontró la tumba de Mtoto, da indicios claros del dolor que acompañó a las madres en aquel pasado remoto al perder a sus hijos pequeños. Envueltos de manera ceremonial, los restos del niño parecen haber estado preparados para pasar a mejor vida. En torno suyo, se encontraron herramientas de piedra, cuentas de conchas y restos de animales sacrificados, posiblemente con motivo de su deceso.

Los restos del niño eran demasiado frágiles para transportarse a un laboratorio para su análisis, después de las múltiples excavaciones realizadas en el sitio. Por esta razón, sólo se tienen reconstrucciones digitales de lo que fueron sus huesos: los investigadores privilegiaron su preservación in situ para evitar una posible pérdida de material al relocalizarlo.

Mtoto: el niño dormido

Esta reconstrucción virtual muestra la posición original de los huesos de un niño en una tumba keniana excavada hace unos 78.300 años, lo que lo convierte en el entierro humano más antiguo conocido de África.

Ilustración Imagen portada: JORGE GONZÁLEZ, ELENA SANTOS

Al enterarse de la existencia de los restos orgánicos de Mtoto, María Martinón-Torres, directora del CENIEH, no pudo ocultar su sorpresa: “Todo estaba en su lugar”, dice la experta, quien dirigió la investigación. “No era solo un fósil. Tenemos un cuerpo. Tenemos un niño».

Para entonces, ya se habían exhumado la totalidad de su columna vertebral perfectamente articulada, así como la base de su cráneo.

Los científicos a cargo de Martinón-Torres se percataron de que todavía quedaba la mandíbula inferior del niño, así como las raíces de sus dientes primarios.

En otro bloque próximo, se encontraron las costillas y algunos huesos de los hombros, que conservaban sus posiciones anatómicas naturales.

“Los huesos se estaban convirtiendo literalmente en polvo”, dice Martinón-Torres.

«Llegamos justo a tiempo, antes de que finalmente desaparecieran». Dada la relación de la cabeza con las vértebras cervicales, los expertos determinaron que el cuerpo había sido envuelto en un velo después de ser acostado sobre alguna especie de almohada, que se perdió con el paso del tiempo.

Por esta razón, Mtoto fue apodado como «el niño dormido».

Según los científicos, sus restos podrían revelar —así como los de otros casos similares— un extenso pensamiento trascendental de los seres humanos primigenios.

El cuidado con el que   fue dispuesto no sólo evidencia del dolor de los padres, sino la esperanza de que su hijo hubiera cruzado un umbral hacia otro mundo.

FUENTE: NATIONAL GEOGRAPHIC en ESPAÑOL – Por Andrea Fischer