Cuatro animales «callejeros» para explicar los retos de India antes de convertirse en la ‘nueva’ China.

LO QUE TODAVÍA FALTA POR CONOCER

India está siguiendo la estela de China para convertirse en uno de los países más importantes del mundo. Pero aún falta mucho por conocer de este gigante asiático.

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India es el país más singular del globo. Posiblemente, sea la gran incógnita del siglo XXI. China se convirtió en solo 20 años en el gigante asiático, e India pretende seguir su senda. El resto del mundo mira allí, inquieto, para saber si emerge otra superpotencia. Alrededor de 1.400 millones de habitantes gestionan el caos de un continente encerrado en un país. Todo superlativo, todo inabarcable. No paran de nacer más y más personas. Los que tienen suerte nacen niños; los que no, decenas de millones, nacen ya ancianos. ¿Cómo intentar descifrar estos retos? Quizá India se puede comprender mirando a sus animales de la calle.

Vagabundos con alas

«Hospital de caridad de pájaros», dice un cartel. En un templo jainista (religión de India que cree que todos los seres vivos deben ser tratados iguales), una puerta a la izquierda indica la entrada del que, según dicen, es el único hospital en el mundo con estas características: una residencia de beneficencia para aves. «Vivimos de las donaciones», explican. Se suben unas escaleras y se entra en una sala donde en el centro hay dos hileras de jaulas con cientos de aves dentro. En uno de los pasillos hay pajareras algo más grandes donde hay rapaces y aves de mayor tamaño. El olor es fuerte, apenas corre el aire. Sobre dos mesas, dos hombres sujetan fuerte unas palomas con las manos. Les meten líquido y alimentos en la boca. «Son paralíticas. No pueden moverse», dicen.

Hospital de aves. (J. Brandoli)

Las sacan, las alimentan y las introducen de nuevo en sus jaulas. Los pájaros más enfermos, los que no tienen cura, morirán allí, entre los cuidados de los jainistas. 

Un cartel en la sala de entrada dice «nuestros pájaros deberían estar sanos y libres de enfermedades. Ellos deberían volar libres en el cielo». Al lado, otro cartel recuerda que «un valiente y misericordioso rey puso trozos de su propia carne y finalmente su entera vida a cambio de salvar una paloma». 

Todo aquel recinto es una residencia de vagabundos con alas. Pájaros pobres a los que cuidan otros pobres. Fuera, en el bullicio de la Vieja Delhi, la mayoritaria pobreza camina sobre dos patas. En la calle Chandni Chowk Road, arteria principal de la parte más vieja de la ciudad, los sin techo duermen tirados sobre bancos, en la acera, en medio del bullicio de un enorme mercado que se pierde entre cientos de callejuelas.

Limpiadores de orejas. (J. Brandoli)

Los oficios son variados. «Aquellos hombres se dedican a limpiar orejas», nos comenta Bhaskar, un amigo. Señala a unos hombres que con un palillo que sacan cera del oído de otros. Alrededor hay miles de personas con su vida hecha jirones. ¿Son toda esa gente pobre? Lo son seguramente bajo criterios de países desarrollados. La mayoría no lo son bajo criterios de la India. 

La pobreza en este país de 1400 millones de habitantes tiene capas. «Desde el tren India parece un país muy pobre. Por ley, hay una zona protegida desde las vías que no pertenece a nadie. Así que allí levantan sus casas ilegalmente decenas de miles de personas. Es gente sin recursos y el Gobierno no los echa porque no tienen donde ir», explica en Chandigarh el arquitecto Pamaljeet Singh. La entrada por tren a esta ciudad, una de las ciudades más prósperas del país, es impactante. La miseria obscena fermenta junto a las vías.

Pero la pobreza es un concepto variable al aplicarse a la realidad de cada país. El Banco Mundial califica como extrema pobreza vivir con menos de 2,15 dólares al día. 

¿Vivir con 3 o 5 dólares al día no es pobreza extrema? Hay además factores sociales: tener agua, luz, recogida de basuras, educación, servicios médicos…, Todo eso forma parte de la ecuación para entender el nivel de pobreza. 

«Hay un 6% de población en India que vive sin acceso a agua potable y un 15% que defeca al aire libre por carencia de baños», señala la ONG Water.org. 

En términos generales, India tiene millones de personas que viven como las aves del hospital de caridad. Porque India es un país muy rico, lleno de pobres. Esto se entiende con simples matemáticas. 

La India, según el Banco Mundial, es el sexto país del mundo en Producto Interior Bruto en 2021, con 3,1 trillones de dólares, adelantando a países como Francia o Canadá. Sin embargo, en renta per cápita, la renta media de un francés es de 43.518 dólares al año, la de un canadiense 52.051, mientras que la de un indio es de 2.277 dólares.

La esperanza es que India tiene un mercado interior de cientos de millones de potenciales consumidores que le posibilita crecer al entorno anual del 8%. 

Según la ONU, India ha sacado en 15 años a 415 millones de personas de la pobreza extrema que ha pasado de un 55% en 2005 a un 16% en 2021. «Aquí no hay pobreza. Esta gente tiene arroz para comer, leche de las vacas. Esta no es una zona pobre», afirma Eric Cunha, biólogo, en la aldea de Samnapur, en el estado Madhya Pradesh. 

A unos cientos de metros de esa conversación tropezamos a un grupo de niños que dan clases tirados en el suelo, al aire libre, sentados sobre una esterilla, con una única pizarra apoyada en un muro y junto a un pozo. Tiene ropa aceptable, comen, son niños que estudian. Efectivamente, no son pobres en India, como dice Cunha.

Manadas de perros callejeros

En la ciudad de Jabalpur, en una rotonda atestada de coches, un perro duerme plácidamente entre miles de motos y coches que pasan a su lado sobre el asfalto. Nadie la inoportuna y los vehículos se limitan a esquivarle. 

«Mi mujer, el primer pan que hace por la mañana primero se lo da a las vacas, luego a los perros de la calle y luego comemos la familia. En el hinduismo es sagrado cuidar a los animales», nos explica Kiran.

La misma imagen, la de perros callejeros cuidados o vagando por todas partes, se ve en ciudades como Agra, Delhi, Nagpur, Amritsar… —¿Las autoridades no intenta controlar al menos con castración el crecimiento de la población de perros callejeros? No paramos de ver perras que tienen las ubres de haber parido recientemente— preguntamos en Delhi. —Hay algunos programas, pero en general no hay recursos y la población de perros callejeros no para de aumentar en esta ciudad— responde Rajeesh, conductor. —¿Nunca atropellas ninguno? —No, pasa como con las vacas. 

Uno conduce sabiendo que puede aparecer un animal.

Perros callejeros. (J. Brandoli)

El crecimiento de los perros que vagan por las calles es un gran problema en el país. Algunas cifras apuntan a un crecimiento descontrolado de estos animales con alrededor de 15 millones de ejemplares, según un censo de población hecho por el Gobierno indio en 2019. Los problemas de esta superpoblación se multiplican. 

Los menos graves son el olor a orín y excrementos que hay por muchas partes. Los más graves son ataques a personas. Se calcula que 20.000 personas mueren cado año por rabia en el país por ataques de canes vagabundos, dice la Organización Mundial de la Salud. 

La rabia, según la OMS, es una enfermedad endémica de India, donde existen el 36% de todos los casos que se producen en el mundo. El 96% de ellos se producen por mordeduras de perro. Las leyes cambiaron en 2001 y se hizo mucho más complicado practicar controles de especie por parte de los municipios. Una elección político-ética que ha generado que haya decenas de miles de perros abandonados y mal nutridos por todas partes.

El crecimiento poblacional de perros que acaban mal viviendo en las calles tiene su espejo en el crecimiento de población humana. 

El gran desafío al que se enfrenta India es el de su población. A inicios del siglo XVIII, en India había 137 millones de habitantes. Es en la segunda mitad del siglo XX cuando el crecimiento se dispara y se pasa de menos de 500 millones de habitantes a 1000 millones. En los próximos años, India superará a China y alcanzará los 1500 millones de habitantes

Algunos estudios, incluso, afirman que ese sorpasso ya se ha producido. Los intentos en las últimas décadas de practicar políticas de control de natalidad han chocado con políticas ineficaces y creencias religiosas. Una de las obsesiones de los extremistas hinduistas es garantizar superar en número a la población musulmana.

Por contra, costumbres en zonas remotas, como matar a las niñas nacidas por los propios padres por preferir tener niños varones más «rentables», se han perseguido y prohibido. «En algunas aldeas, pese a estar muy perseguido, esa costumbre se sigue realizando», nos reconocen en Jaipur cuando tocamos el tema. 

Se cree que millones de niñas han muerto bajo esta criminal costumbre. Hoy, el progreso, educación y mayor acceso a la información reproductiva, al menos, está deteniendo el ritmo de crecimiento. 

Las familias hindús, un 80% de la población, tiene de media algo menos de dos hijos por pareja, y las musulmanas, un 14% de la población, elevan esa cifra a 2,3.

Residencias nacionales para vacas

«Una de las cosas que hizo el presidente Modi para enfatizar el ultranacionalismo hindú de su Gobierno fue empezar a construir establos para las vacas callejeras por todo el país. Esa medida es un símbolo de su ideología de que todo lo relacionado con lo hindú es prioritario y se debe promover», explica en el coche, a las afueras de Agra, Rajeev, profesor de historia, mientras unas 20 vacas han ocupado la calzada.

Una vaca en Samnapur. (J. Brandoli)

«Respetar a las vacas es una costumbre que viene de muy antaño, posiblemente dos milenios. Entonces comenzó a haber falta de alimentos y muchos niños morían pequeños. 

La gente empezó a conservar las vacas por su leche y abono para cultivos. La leche era una fuente de alimento muy importante para los menores. A una costumbre social se le acabó dando un matiz religioso y se convirtió al animal en intocable», dice Rajeev. 

El escenario de las vacas en India es impactante. En medio de una autovía o caminando por la arteria de una ciudad se pueden encontrar rumiantes entre viandantes o vehículos. La mayoría de ellas tienen un dueño. Los bovinos vagan libres y comen restos de basura, matojos o alimento que les dan las personas. Otras, sin embargo, cuando son viejas o mueren sus dueños, acaban vagando por las calles sin control. Es complicado dar un número exacto del número de vacas que hay en India, pero algunos estudios las cifran entre 200 y 300 millones. De ellas, al menos, hay más de 5 millones de vacas callejeras que no pertenecen a nadie.

«Antes de que el primer ministro Modi llegará al poder, una parte de ellas acaba en mataderos clandestinos de población musulmana o eran vendidas a países limítrofes con la vista gorda de las autoridades», explica Rajeev. 

Hoy, el hinduismo de Modi ha convertido a la vaca en un símbolo y se persigue a cualquiera que les haga daño. Las viejas o poco productivas vacas tienen un coste y muchos dueños las abandonan para no matarlas. Acaban vagando por las calles. El intocable animal es un símbolo del nuevo nacionalismo, especialmente anti musulmán. 

«Hay patrullas ciudadanas y ha habido linchamientos de personas que comerciaban su carne por parte de grupos ultra-religiosos hindús. Cada vez hay más arrestos. Igual que en los países musulmanes no se come cerdo, en India no se come ternera. Ahora, los nuevos establos que ha construido el Gobierno han hecho que su población vuelva a crecer y generen problemas en explotaciones agrícolas. Se reproducen sin control y veterinarios gubernamentales deben cuidarlas», nos explican.

«Aquí no se come ternera. Hasta nuestros Mc Donalds son los únicos en el mundo vegetarianos«, bromean en la norteña ciudad de Amritsar vecina a Pakistán junto a efectivamente un Mc Donalds vegetariano que hay en la ciudad. 

El extremo cuidado de las tradiciones supone además un gasto público en un país aún hecho a parches. En Gujarat, la región de la que viene Modi, se han construido 1750 refugios para vacas y se han destinado partidas de hasta 500 millones de rupias para protegerlas (5,6 millones de euros). «La vaca es nuestra madre sagrada», dice el primer ministro.

El elefante limusina

Aparcado en doble fila, cerca del Palacio del Maharajá de Jaipur, junto a una de las puertas de entrada de la muralla, espera el «vehículo» de un adinerado novio. Esa noche, en el propio palacio se celebra su boda a la que están invitadas cientos de relevantes personas. 

El conductor del extraño vehículo, mientras, espera la llegada del prometido junto a una hilera de coches y motos que pasan a su alrededor. «¿Quieren tocarle la trompa?», pregunta el «chófer» subido a un elefante. El paquidermo tiene pintada la cara y unas enormes telas de seda con un asiento encima. 

«En Japipur, los novios ricos acuden a la boda subida a un elefante. Es un signo de distinción de las castas altas», nos explica un guía local. El enorme animal genera una cierta tristeza pintada como una mascota. No es algo único, son decenas los elefantes en Jaipur que se ven por las calles. 

«Antes se usaban mucho para subir al castillo o dar paseos por la ciudad, pero ahora el turismo empieza rechazar que se les dé ese trato y empieza a haber menos. El elefante en India siempre ha sido un signo de riqueza», nos explican.

Un elefante limusina. (J. Brandoli)

El clasismo indio tiene algo de especial por estar reglado. El sistema de castas es una singularidad de este país que ha regido y rige la vida social. Pese a estar prohibido tras la Independencia su uso, el país se divide en cinco castas: brahmanes (religiosos y letrados), kshatriyas (gobernantes y guerreros), vaishyas (artesanos y comerciantes), sudras (obreros y sirvientes) y los dalit o intocables (los encargados de limpiar y estar en contacto con basura y excrementos). 

Esta pirámide social ha regido el país durante siglos y aun en muchos lugares, especialmente rurales, tiene total importancia. «Yo soy brahmán y me casé con una persona de mi casta», nos explica Bhaskar. ¿Te hubieras casado con otra casta? «Mi matrimonio fue concertado por mis padres. Está bien así». ¿Elegirás tú el esposo de tu hija? «Yo quiero que ella sea feliz. 

Me parece bien casarse con gente de nuestra casta, pero yo quiero la felicidad de ella«, responde con evasivas. El sistema de castas tiene algo de apartheid social. Las castas altas vivían y viven segregadas de las castas bajas. Eso ha provocado en la historia el nacimiento de algunas religiones en India, como el budismo, jainismo o los sij, que estaban contra de un sistema que privilegiaba a unos pocos. «Muchos dalit y sudras se convirtieron al cristianismo con la llegada de los europeos para salir de la marginación a la que estaban condenados«, afirma Bhaskar. Hoy se calcula que hay unos 30 millones de cristianos en India, un 2,8% de la población.

La pelea por los derechos es ahora pareja a pareja. Pese a lo que diga la ley y a que el país tuvo hasta julio de 2022 un presidente, Ram Nath Kovind, perteneciente a la casta de los intocables, al que ha sucedido por primera vez una presidenta de origen tribal, Droupadi Murmu, las castas siguen vigentes. 

Hay matrimonios que rechazan los padres por pretender ella o él casarse con una casta inferior. Eso acaba en denuncias y hasta asesinatos por parte de progenitores que se sienten traicionados por sus vástagos. A este tipo de asesinato se les llama asesinato de honor. 

Las cifras oficiales de estos crímenes son poco fiables, ya que hay un absoluto ostracismo. En 2020 se reportaron 25 casos, pero algunas ONG multiplican esa cifra por cuatro. En todo caso, según un estudio del Gobierno de 2019, «solo el 5% de los matrimonios se producen entre castas diversas». 

Es decir, la India sigue creyendo en su base social que hay novios que deben ir a la boda en elefante, otros a caballo, otros en coche y otros andando.

Imagen de portada: Un hombre ordeña una vaca en una «gaushala» o refugio de vacas en el sur de Nueva Delhi. (EFE / Neeshu Shukla).

FUENTE RESPONSABLE: El Confidencial. Por Javier Brandoli. Nueva Delhi. 20 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/India/Demografía/Economía/Castas/Tradiciones/Religiones.

La niña de 8 años heredera de un emporio de diamantes que decidió ser monja.

Devanshi Sanghvi, de ocho años, es una niña que podría haber crecido con la tranquilidad de saber que era la heredera de un negocio multimillonario de diamantes.

Pero la hija de un acaudalado comerciante indio vive un presente muy distinto: vestida con toscos saris blancos, descalza y yendo de puerta en puerta en busca de limosna.

Todo porque hace unos días, Devanshi, la mayor de las dos hijas de Dhanesh y Ami Sanghvi, renunció al mundo en el que vivía y se hizo monja.

La familia Sanghvi forma parte de los 4,5 millones de fieles que siguen el jainismo, una de las religiones más antiguas del mundo, que se originó en India hace más de 2.500 años.

Los estudiosos de esta doctrina afirman que el número de jainistas que renuncian al mundo material ha aumentado rápidamente en los últimos años, aunque los casos de niños tan pequeños como el de Devanshi son poco frecuentes.

A su ceremonia de iniciación -que tuvo lugar el pasado miércoles en la ciudad de Surat, en el estado de Gujarat, en el oeste del país- asistieron decenas de miles de personas.

Devanshi llegó acompañada de sus padres, vestida con un traje de finas sedas y joyas para tomar sus votos de renuncia, el diksha, en presencia de monjes jainistas de alto rango. Una corona de diamantes descansaba sobre su cabeza.

Devanshi con sus padres el día de la ceremonia.

FUENTE DE LA IMAGEN.RUPESH SONAWANE. Para su ceremonia de iniciación Devanshi estuvo vestida con joyas, una corona y ropa costosa.

Tras la ceremonia, permaneció junto a otras monjas, vestida con un sari blanco que también cubría su cabeza rapada. En las fotografías se la ve sosteniendo una escoba que ahora utiliza para apartar los insectos de su camino y evitar pisarlos accidentalmente.

Desde entonces, Devanshi reside en una Upashraya, un monasterio donde viven monjes y monjas jainistas.

«Ya no puede quedarse en casa, sus padres ya no son sus padres, ahora es una sadhvi (monja)», dice Kirti Shah, un comerciante de diamantes amigo de la familia.

«La vida de una monja jainista es muy austera. Ahora tendrá que ir andando a todas partes, no podrá coger ningún tipo de transporte, dormirá sobre una sábana blanca en el suelo y no podrá comer después de la puesta de sol», añadió.

La celebración

La familia de Devanshi pertenece a la única secta jainista que acepta niños monjes; las otras tres sólo admiten adultos.

Sus padres siempre fueron conocidos por ser «extremadamente religiosos» y los medios de comunicación en India han citado a amigos de la familia diciendo que la niña siempre fue guiada hacia una «vida espiritual desde muy temprana edad».

«Devanshi nunca ha visto la televisión, ni películas, ni ha ido a centros comerciales o restaurantes», informó el Times of India.

«Desde muy pequeña, Devanshi rezaba tres veces al día e incluso ayunaba a los dos años», añadió el periódico.

Devanshi y su familia en una carroza que es tirada por un elefante rodeados de miles de personas

FUENTE DE LA IMAGEN. RUPESH SONAWANE. Un día antes de la ceremonia de iniciación Devanshi y su familia participaron en una procesión montados en una carroza tirada por un elefante.

Un día antes de la ceremonia de renuncia, la familia organizó una gran procesión de celebración en Surat.

Miles de personas presenciaron el espectáculo en el que camellos, caballos, carros tirados por bueyes, tamborileros y hombres con turbante que portaban toldos recorrían las calles. También hubo bailarines y artistas sobre zancos como entretenimiento.

Devanshi y su familia se sentaron en una carroza tirada por un elefante, mientras la multitud los colmaba de pétalos de rosa.

También se organizaron procesiones en Bombay y en la ciudad belga de Amberes, donde la familia Sanghvi tiene negocios.

«Repercutirá en toda su vida»

Aunque la comunidad jainista apoya esta práctica, la renuncia siendo tan niña ha suscitado un intenso debate, y muchos se preguntan por qué la familia no esperó a que llegara a ser mayor de edad para tomar decisiones tan importantes en su nombre.

Uno de ellos fue el señor Shah, quien fue invitado a la ceremonia del diksha pero decidió no asistir.

Devanshi with her parents Dhanesh and Ami Sanghvi at the ceremony

FUENTE DE LA IMAGEN. RUPESH SONAWANE. Los padres de Devanshi, Dhanesh y Ami Sanghvi, guiaron a su hija hacia una vida espiritual.

A él le incomoda la idea de que una niña renuncie al mundo e insistió en que «ninguna religión debería permitir que los niños se conviertan en monjes».

«Es una niña, ¿qué entiende ella de todo esto?», se preguntó.

«Los niños ni siquiera pueden decidir qué curso estudiar en la universidad hasta los 16 años. ¿Cómo pueden tomar una decisión sobre algo que repercutirá en toda su vida?».

Cuando una niña que renuncia al mundo es deificada y la comunidad lo celebra, todo puede parecerle una gran fiesta, pero la profesora Nilima Mehta, consultora de una organización de protección infantil en Bombay, afirma que «las dificultades y privaciones por las que pasará la niña son inmensas».

«La vida de una monja jainista es muy, muy dura», afirma.

Otros miembros de la comunidad también han expresado su malestar por el hecho de que una niña sea separada de su familia a una edad tan temprana.

«Asunto delicado»

Desde que se conoció la noticia, muchos han criticado a la familia en las redes sociales, acusándolos de violar los derechos de la niña.

Para el señor Shah el gobierno debe implicarse y poner fin a esta práctica de que los niños renuncien al mundo.

Pero eso es algo muy poco probable.

Devanshi

FUENTE DE LA IMAGEN – RUPESH SONAWANE. Según algunas personas cercanas a la familia, que citan en medios en India, Devanshi rezaba tres veces al día y ayunaba desde los dos años.

Como ejemplo me puse en contacto con la oficina de Priyank Kanungo, jefe de la Comisión Nacional para la Protección de los Derechos del Niño (NCPCR), para preguntarle si el gobierno iba a hacer algo con respecto al caso de Devanshi.

Su oficina dijo que no quería comentar el tema porque era un «asunto delicado».

Para los activistas que han salido en su defensa la situación es muy clara y afirman que se han violado los derechos de Devanshi.

Y frente a los que dicen que la niña se convirtió «por voluntad propia», la profesora Mehta señala que «el consentimiento de un niño no es consentimiento ante la ley».

«Legalmente, los 18 años es la edad en la que alguien toma una decisión independiente. Hasta entonces, la decisión en su nombre la toma un adulto -como sus padres-, que tiene que considerar si es lo mejor para ella», explicó .

«Y si esa decisión priva a la niña de educación y ocio, entonces es una violación de sus derechos».

Inclinaciones espirituales

Pero el doctor Bipin Doshi, profesor de filosofía jainista en la Universidad de Bombay, considera que «no se pueden aplicar principios jurídicos en el mundo espiritual».

«Algunos dicen que un niño no es lo bastante maduro para tomar esas decisiones, pero hay niños con mejores capacidades intelectuales que pueden lograr mucho más que adultos a una edad temprana», aseguró.

«Del mismo modo, hay niños con inclinaciones espirituales, así que ¿qué hay de malo en que se conviertan en monjes?», se preguntó el doctor Doshi.

Devanshi después de la ceremonia.

FUENTE DE LA IMAGEN. RUPESH SONAWANE. Como monja Devanshi lleva una vida austera, vestida de blanco, descalza y pidiendo limosna.

Bajo su punto de vista a Devanshi no se le está haciendo ningún daño.

«Puede que se la prive de las diversiones tradicionales, pero ¿es eso realmente necesario para todos?», insistió.

«Y no estoy de acuerdo en que se la prive de amor o educación: recibirá amor de su gurú y aprenderá honestidad y desapego. ¿No es eso mejor?».

El doctor Doshi también dice que en caso de que Devanshi cambie de opinión más adelante y piense que «tomó una decisión equivocada bajo los efectos hipnotizadores de su gurú», siempre puede regresar al mundo que dejó.

«Un niño no es tu posesión»

Pero ese es el punto que cuestiona la profesora Mehta, el porqué no dejarla decidir cuando sea adulta.

«Las mentes jóvenes son impresionables y dentro de unos años puede que piense que esa no es la vida que quiere», dice, y añade que ha habido casos de mujeres que han cambiado de opinión una vez que han crecido.

Según recuerda, hace unos años se ocupó del caso de una joven monja jainista que había huido de su centro porque estaba muy traumatizada.

Otra chica que se había hecho asceta a los nueve años causó una especie de escándalo en 2009, después de cumplir 21 y fugarse para casarse con su novio.

En el pasado se ha llegado incluso a presentar peticiones ante los tribunales para evitar este tipo de situaciones, pero la profesora Mehta cree que cualquier reforma social es un reto debido a las sensibilidades de las personas implicadas.

«Es algo que no ocurre sólo entre los jainistas. Las niñas hindúes se casan con seres divinos y se convierten en una devadasi {práctica que se prohibió en 1947}, y hay niños pequeños que ingresan en centros religiosos», resaltó.

«Mientras que el budismo envía a los niños a vivir en monasterios como monjes».

«Los niños sufren en todas las religiones, pero cuestionarlo es una blasfemia», lamentó, y agregó que hay que educar a las familias y las sociedades en que «un niño no es tu posesión».

Imagen de portada: RUPESH SONAWANE. Devanshi Sanghvi creció rodeada de lujo gracias al multimillonario negocio de su padre.

FUENTE RESPONSABLE: BBC News, Delhi. Por Geeta Pandey. 27 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/India/Religión/Derechos Humanos/Derechos del niño/Controversias.

India le reclama a Reino Unido el regreso del diamante de la corona real.

La polémica sobre uno de los diamantes más deseados del mundo revivió luego de que la reina Isabel II falleciera el pasado jueves 8 de septiembre.

La muerte de la reina Isabel II dejó muchos interrogantes a su alrededor, su fortuna, su testamento y a quién le quedarán sus joyas. Pero es el diamante Koh-i-noor, incrustado en su imponente corona, el que sigue causando atención, después que la India lo volviera a reclamar al Reino Unido.

Este martes fue tendencia en Twitter el pedido para que el gobierno británico devuelva las joyas que consideran pertenecen al gobierno indio, entre ellos el famoso Kohinoor, un diamante de 105 quilates arrebatado por “el imperio saqueador”.

La historia del Koh-i-noor

El Koh-i-noor, que significa «Montaña de la Luz», tenía originalmente unos 186 quilates y, aunque se desconocen sus orígenes exactos, lo más probable es que se descubriera en el sur de la India en el siglo XIII. El diamante pasó por las manos de varias dinastías, comenzando con los mogoles en el siglo XVI, luego los persas y luego los afganos, antes de que el sikh Maharaja Ranjit Singh lo obtuviera en 1813.

Maharaja Duleep Singh, el hijo y sucesor de Maharaja Ranjit Singh, mantuvo el diamante hasta que los británicos se quedaron con Punjab en 1849. A Duleep, de solo 11 años, le tocó firmar el Tratado de Lahore, que también estipulaba que entregaría el diamante a la Reina de Inglaterra.

Lord Dalhousie, un estadista escocés y gobernador general de la India, obligó a Singh a «regalar» el diamante a la reina Victoria, escribió Dalhousie en una carta en agosto de 1849 a su amigo Sir George Couper. “Tenía visiones de que se convertiría en la pieza central de la corona imperial británica y tenía visiones de sí mismo haciéndose famoso por facilitar la apropiación de la piedra por parte de la corona”, dijo Dalhousie en ese momento.

El diamante se envió a Inglaterra y, después de una inspección, se dio a conocer al público en la Gran Exposición de 1851, donde muchos quedaron impresionados con él.

Para mitigar el escándalo, el príncipe consorte Alberto hizo volver a cortar y pulir el diamante, dejándolo casi a la mitad de su tamaño original, unos 105 quilates, pero más brillante, según un informe de la BBC. 

Inicialmente usado con moderación como broche por la reina Victoria, el Koh-i-noor se convirtió en parte de las joyas de la corona: primero se colocó en la corona de la reina Alexandra y luego en la corona de la coronación de la reina madre en 1937. La reina Isabel II también la usó durante su coronación en 1953, según Royal Trust Collection.

Oídos sordos

El impulso para que Gran Bretaña devuelva el diamante no es nuevo. India, Pakistán, Irán y Afganistán exigieron repetidamente que los británicos lo devuelvan, pero los británicos se negaron rotundamente. El argumento fue que lo consiguieron legalmente, tras el tratado de Lahore, que no deja de ser un tratado firmado tras una guerra de conquista, con elementos coercitivos.

Se desconoce a quién otorgará el rey la corona y el diamante. Muchos comentaristas especulan que se entregarán a Camilla, la nueva reina consorte. Si se mantiene el patrón de lo que sucedió con los monarcas anteriores, debería convertirse en parte de las joyas disponibles para que las use el rey.

Imagen de portada: El disputado diamante de la corona de la Reina Madre de Inglaterra que India quiere de regreso. (Foto:EFE).

FUENTE RESPONSABLE: Página 12. 13 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/Reina Isabel II/India/Diamante.

 

El país donde durante décadas solo los ricos podían obtener pasaportes.

En 1967, el Tribunal Supremo de India sentenció que tener un pasaporte y viajar al extranjero era un derecho fundamental de todo ciudadano de ese país.

Fue una decisión histórica porque hasta ese momento este documento se consideraba como un privilegio que sólo se concedía a quienes eran lo suficientemente «respetables» o «dignos» de representar al país y «defender su honor en el exterior».

Durante mucho tiempo, el pasaporte se consideraba una «credencial civil» destinada únicamente a los indios con «medios económicos, educación y posición», explicó Radhika Singha, historiadora de la Universidad Jawaharlal Nehru de Delhi.

Esta interpretación explica por qué no tenían pasaportes quienes trabajaron en las colonias de Malasia Británica, Ceilán (actual Sri Lanka) y Birmania (actual Myanmar) ni los llamados «coolies», que formaban parte de más de un millón de indios que emigraron a todos los rincones del entonces imperio británico para realizar trabajos en régimen de servidumbre.

GETTY IMAGES. Durante décadas las autoridades indias mantuvieron una política discriminatoria de entrega de pasaportes.

No apto para cualquiera

El criterio para adjudicar los pasaportes convirtió a sus titulares en representantes deseables de India, avalados por el Estado, en oposición al «indeseable coolie, una narrativa que continuó dando forma al régimen de pasaportes de la India después de 1947», aseguró Kalathmika Natarajan, historiadora de la Universidad de Exeter.

Natarajan buscó en los archivos para averiguar más sobre el discriminatorio sistema de concesión de pasaportes en India.

La liberación de la dominación británica no cambió las cosas: el nuevo Estado poscolonial, siguió tratando a «una cierta categoría de sus propios ciudadanos como ‘indeseables’ con una óptica muy similar a la del Estado colonial, jerárquica y discriminatoria».

Esta segregación, apuntó la experta, estaba profundamente arraigada en la mentalidad de que viajar al extranjero implicaba «el respeto a sí mismo y el ‘izzat’ (honor) de India y sólo podían hacerlo quienes poseyeran el ‘pedacito de India’ adecuado, por así decirlo».

Así que el gobierno pidió a los funcionarios que identificaran a los ciudadanos que no «avergonzarían» al país en el extranjero.

El hecho de que los gobiernos estatales fueran los encargados de expedir los pasaportes hasta 1954 ayudó a impulsar esta política, pues ellos negaron los pasaportes a la mayoría de los solicitantes. El fin de las autoridades indias era construir una diáspora «deseable».

Aprobado por la antigua metrópolis

Estudiosos como Natarajan han descubierto que esta política discriminatoria se puso en marcha en connivencia con funcionarios británicos, quienes querían impedir la movilidad de los ciudadanos de castas y clases bajas que querían emigrar a Reino Unido después de 1947, año en que India consiguió su independencia de Londres.

Dos niñas indias en una escuela británica.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. La política de los primeros gobiernos de la India independiente buscaron limitar la emigración de analfabetas y pobres, reveló una investigadora.

La Ley de Nacionalidad Británica de 1948 permitió a los emigrantes indios entrar libremente al Reino Unido después de la secesión del país. ¿La razón? Según la ley, los residentes indios dentro y fuera de India eran súbditos británicos.

Los funcionarios de ambos países construyeron una categoría de indios que eran considerados -en distintos grados, por ambas partes- como «indeseables» para emigrar a las islas británicas.

Ambos países ganaban con la política. Para el gobierno indio, esto significaba ahogar la movilidad de los ciudadanos «inadecuados» de casta inferior y más pobres que probablemente «avergonzarían a la India en Occidente».

Por su parte, para Reino Unido esto ayudaría a frenar la marea de «inmigrantes de color» y la «clase de los vendedores ambulantes» de indios en particular, según Natarajan.

En un informe fechado en 1958 las autoridades británicas advertían de los «problemas» derivados de la afluencia de inmigrantes de color y exponía las diferencias con los inmigrantes de las Indias Occidentales.

«Son en su mayoría de buen tipo y encajan con bastante facilidad en la sociedad británica». Así se refería el reporte a los inmigrantes del Caribe anglófono, mientras que de los indios y pakistaníes decía que «están muy perjudicados por su incapacidad para hablar inglés y su falta de cualquier tipo de habilidad».

El edificio Parlamento británico

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Los investigadores encontraron que la política discriminatoria india se puso en marcha en connivencia con funcionarios británicos.

El origen de clase de los inmigrantes que «en su mayoría simples campesinos sin cualificación que no sabían inglés» parecían «siniestros» para los británicos, dijo Natarajan.

Un funcionario británico de la Oficina de Relaciones con la Mancomunidad de Naciones a principios de la década de 1950, afirmó en una carta que los funcionarios indios habían «expresado un indisimulado placer» por el hecho de que el Ministerio británico del Interior «considerara posible rechazar a ciertos emigrantes».

Los más pobres, lo más perjudicados

A las comunidades más marginadas -como las castas «registradas» o dalits, que representan más de 230 millones de los 1.400 millones de habitantes actuales de India- se les negó el pasaporte junto a los políticos «indeseables», como los miembros del Partido Comunista, según los estudiosos.

En la década de 1960 se incumplieron las directrices para proporcionar pasaportes a diputados y concejales sin importar sus bienes ni su ideología, por lo cual se le negó el documento a miembros de una serie de partidos regionales anteriormente secesionistas, como el Dravida Munnetra Kazhagam (DMK).

Había muchas formas de restringir los pasaportes. Los solicitantes debían someterse a pruebas de alfabetización -e inglés-, tener suficiente dinero y cumplir las normas de salud pública.

El escritor británico de origen indio Dilip Hiro relató que en 1957 tardó seis meses en conseguir un pasaporte en India «a pesar de tener buenas calificaciones académicas y referencias financieras».

El primer ministro indio Narendra Modi

FUENTE DE LA IMAGEN -GETTY IMAGES. Hace cuatro años el gobierno del nacionalista Narendra Modi intentó crear un pasaporte para «pobres», idea que debió ser desechada por la controversia y las protestas que provocó.

Este control opresivo tuvo consecuencias imprevistas: muchos indios adquirieron pasaportes falsos.

A raíz de este escándalo, los «indios analfabetos o semianalfabetos» que no sabían inglés fueron inhabilitados brevemente para obtener un pasaporte entre 1959 y 1960.

Durante casi dos décadas, el sistema de pasaportes de India siguió siendo excluyente.

En 2018 el gobierno del actual primer ministro Narendra Modi pretendió desenterrar la política al anunciar una nueva categoría de pasaportes «naranja» -en contraposición a los azul marino vigentes- para indios no calificados y con educación limitada «con miras a ayudarlos y asistirlos de manera prioritaria».

Las protestas provocaron que el gobierno desechara la propuesta. Según Natarajan, este plan no hacía más que reflejar la «antigua visión de lo internacional como un espacio para los indios de casta y clase alta».

Imagen de portada: PRINT COLLECTOR/GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Soutik Biswas BBC News, corresponsal en India. 27 de agosto 2022.

Sociedad y Cultura/India/Historia/Viajes/Derechos Humanos.

 

 

 

El «milagroso» escape de una niña que fue raptada hace 9 años y logró encontrar a su familia.

Después de nueve largos años, Pooja Gaud finalmente puede descansar en el regazo de su madre.

Pooja desapareció el 22 de enero de 2013 cuando tenía siete años. Dice que una pareja la recogió fuera de su escuela en la ciudad de Bombay, en el estado de Maharashtra, al oeste de India.

El pasado 4 de agosto, la encontraron en lo que su madre describe como «un escape milagroso». Ahora tiene 16 años.

«Había perdido la esperanza de encontrar a mi hija. Pero los dioses han sido amables conmigo», dice su madre, Poonam Gaud.

La policía ha alegado que la niña fue secuestrada por Harry D’Souza y su esposa, Soni D’Souza, porque la pareja no tenía un hijo propio.

Harry D’Souza fue arrestado.

Antes de desaparecer, Pooja vivía con sus dos hermanos y sus padres en una pequeña casa en un barrio marginal suburbano.

El día que desapareció, se había ido a la escuela con su hermano mayor, pero tuvieron una pelea y su hermano entró en la escuela y la dejó atrás porque llegaba tarde. Fue entonces cuando la pareja prometió comprarle un helado y se la llevó.

Vecinos de Pooja Gaud.

FUENTE DE LA IMAGEN -CORTESÍA DE RAFIQ. Desde que Pooja regresó a casa, sus vecinos han ido a visitarla.

Pooja dice que la pareja inicialmente la llevó a Goa y luego a Karnataka, estados en el oeste y sur de la India, y la amenazaban con lastimarla si lloraba o llamaba la atención.

Dice que le permitieron asistir a la escuela por poco tiempo. Sin embargo, después de que la pareja tuvo un hijo propio, la sacaron y todos se mudaron a Bombay.

Pooja asegura que el abuso empeoró después de que nació el bebé.

«Me golpeaban con un cinturón, me pateaban, me daban puñetazos. Una vez me golpearon con un rodillo tan fuerte que me empezó a sangrar la espalda. También me obligaban a hacer tareas domésticas y a trabajar de 12 a 24 horas fuera de casa».

La casa donde vivía D’Souza estaba cerca de la de su familia, pero ella no estaba familiarizada con las carreteras, siempre la vigilaban y no tenía dinero ni teléfono, y no podía pedir ayuda ni tratar de encontrarla.

Un escape afortunado

Un día, Pooja tomó el móvil de la pareja cuando estaban dormidos y escribió su nombre en YouTube. Encontró videos y carteles que mencionaban su secuestro y números a los que podía llamar para pedir ayuda.

«Fue entonces cuando decidí buscar ayuda y escapar», dice ella.

Pero le tomó siete meses reunir el coraje suficiente para discutirlo con Pramila Devendra, de 35 años, una empleada doméstica que trabajaba en la misma casa donde Pooja trabajaba como niñera.

Pramila Devendra

FUENTE DE LA IMAGEN – CORTESÍA DE PRAMILA DEVENDRA. Pramila Devendra tomó medidas inmediatas para ayudar a Pooja.

Devendra inmediatamente accedió a ayudarla. Uno de los números en el cartel de desaparecidos era de Rafiq, un vecino de la madre de Pooja. Primero hablaron madre e hija por videollamada y luego se concertó un encuentro.

Su madre dice que buscó una marca de nacimiento que solo ella sabía que existía en su hija y, al encontrarla, se llenó de emoción. «Todas mis dudas desaparecieron de inmediato. Sabía que había encontrado a mi hija», asegura.

Devendra está feliz de haber formado parte de ese reencuentro. «Toda madre debería ayudar a un niño que acude a ella en busca de ayuda. Puede que no seamos sus madres biológicas, pero seguimos siendo madres», dice.

Una vez que se reencontraron, Pooja, algunos familiares y Devendra fueron a la comisaría para presentar una denuncia. «Le dije todo a la policía. Incluso les dije dónde vivían mis secuestradores», contó la adolescente.

Gracias a su relato, la policía logró identificar y arrestar a los acusados.

Milind Kurde, inspector principal de la estación de policía DN Nagar de Bombay, dijo a la BBC que se han registrado varios casos contra los acusados ​​por secuestro, amenazas, violencia física y por violar las leyes de trabajo infantil.

El amor lo puede todo

El regreso de Pooja a casa ha traído alegría no solo a su familia, sino a todos los que la conocieron. Los vecinos que la vieron cuando era pequeña van a visitarla.

Mientras tanto, su madre está tratando de recuperar el tiempo perdido con su hija, cocinando su comida favorita y peinándola. Tratan de pasar el mayor tiempo posible juntas, pero la vida en este momento es difícil para ellas.

Pooja Gaud

FUENTE DE LA IMAGEN – DIPALI JAGTAP. La madre de Pooja dice que la situación financiera de su familia es difícil.

El padre de Pooja, quien era el único sostén de la familia, murió hace cuatro meses de cáncer. Entonces, su madre asumió su trabajo de venta de bocadillos en una estación de tren para mantener a sus tres hijos. Pero las ganancias son escasas y lucha para llegar a fin de mes.

«Ahora también tengo gastos legales. Nuestra condición es tal que si pierdo un día de trabajo, no tendremos dinero para comer al día siguiente».

Pooja todavía está procesando su trauma. Tiene pesadillas y se siente triste porque nunca podrá volver a ver a su padre. Por su seguridad, pasa la mayor parte del tiempo en casa o está acompañada por un familiar cuando sale.

«Quiero ayudar económicamente a mi madre, pero no me lo permiten. También quiero estudiar», asegura.

A pesar de estos problemas, la madre sostiene que no podría estar más feliz. «El trabajo es agotador, pero cada vez que veo a Pooja, encuentro fuerza nuevamente. Estoy tan feliz de que haya regresado».

Imagen de portada: BBC Y LA POLICÍA DE BOMBAY. La madre de Pooja había perdido toda esperanza de encontrar a su hija.

FUENTE RESPONSABLE: Por Dipali Jagtap; BBC. 21 de agosto 2022.

India/Secuestro/Infancia

 

India y Pakistán: 3 preguntas para entender la separación de los dos países hace 75 años y qué consecuencias tiene aún hoy.

Tras más de un siglo de dominio colonial, el Imperio Británico concedió la independencia a India en 1947.

El hito, del que ahora se cumplen 75 años, supuso también la partición en dos del país.

El territorio se dividió entre la actual India y el nuevo Estado de Pakistán, cuya parte oriental se convirtió años después en Bangladesh.

El proceso desató una ola de violencia con aproximadamente un millón de muertos y 15 millones de desplazados.

Y marcó el inicio de una larga enemistad entre India y Pakistán cuyas disputas y efectos persisten hoy en día.

A continuación presentamos 3 preguntas para entender el origen de la separación, el conflicto y sus repercusiones actuales.

1. Por qué se dividió el país

La India bajo control británico abarcaba 4,3 millones de kilómetros cuadrados, más del doble del tamaño de México.

Sus entonces 400 millones de habitantes se repartían en un complejo entramado de antiguos reinos con una amplia diversidad religiosa.

Los hindús conformaban aproximadamente el 65% de la población, mientras los musulmanes eran la principal minoría con el 25%, por delante de sijes, jainas, budistas, cristianos, parsis y judíos.

Mapa de la partición de India

Estos colectivos coexistían con la mayoría hindú en las regiones del sur, centro y parte del norte, y con la mayoría musulmana en provincias del noreste y noroeste del país.

Con el Imperio Británico inmerso en la II Guerra Mundial (1939-45), el movimiento pacifista por la independencia de India liderado por Mohandas Karamchand Gandhi ganó protagonismo.

Una India soberana y emancipada de Londres era cuestión de tiempo. Pero, ¿cómo sería?

Además de Gandhi, dos figuras marcaron el devenir del país: Jawaharlal Nehru y Mohamed Ali Jinnah.

Nehru y Ghandi en 1946.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Nehru y Ghandi en 1946.

Nehru, de ascendencia hindú, aunque agnóstico declarado, era un popular líder independentista que, al igual que Gandhi, anhelaba una India unida en la que convivieran personas de distintos credos.

Jinnah, por su parte, presidía la Liga Musulmana, el partido político que demandaba una nación separada para los indios seguidores del Islam y que gozaba de un fuerte respaldo popular en las provincias donde se profesaba esa religión.

«A medida que veían más cerca la independencia, a más musulmanes indios les preocupaba vivir en un país gobernado por una mayoría hindú», explica el académico Gareth Price, del instituto de política exterior Chatham House de Reino Unido.

Mohamed Ali Jinnah

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Educado en Londres, donde adoptó su aspecto y costumbres occidentales, Mohamed Ali Jinnah tenía una visión moderada e idealista del Islam.

En aquellos años los colonizadores británicos acostumbraban a dividir a la población local por grupos religiosos, destaca la profesora Navtej Purewal, miembro del Consejo de Investigación de Artes y Humanidades de India.

«Por ejemplo, creaban listas separadas de votantes musulmanes e hindúes para las elecciones locales. También había escaños reservados para políticos musulmanes y para hindúes. La religión se convirtió en un factor en la política», apunta.

Tras varios motines en sus destacamentos militares en India, en 1946 Londres accedió a abandonar el país y organizar una transición pacífica del poder a las autoridades locales en un plazo máximo de dos años.

Mapa pakistaní de India

El Imperio, urgido a zanjar el asunto cuanto antes por la creciente inestabilidad social en la colonia, decidió que la mejor opción era dividir India en dos.

«Llegar a un acuerdo sobre cómo funcionaría una India unida habría llevado mucho tiempo», por lo que la partición «parecía ser una solución rápida y sencilla», explica Price.

Y, para trazar las nuevas fronteras entre hindúes y musulmanes, Londres designó al abogado británico Cyril Radcliffe.

GETTY IMAGES. Radcliffe (en el medio) participa en una reunión con Nehru (izquierda) y Jinnah (derecha) sobre la partición de India en dos estados.

Radcliffe, que nunca antes había estado en India y desconocía su complejo crisol cultural y religioso, viajó al país con el cometido de diseñar las líneas divisorias en solo 5 semanas.

Fue así que el 15 de agosto de 1947 nacieron India, de mayoría hindú, y Pakistán, de mayoría musulmana.

Nehru fue primer ministro de India hasta fallecer en 1964 y Jinnah gobernó Pakistán también hasta su muerte, aunque esta ocurrió solo un año después de la independencia, en 1948.

2. Cuál fue el costo humano de la división

La nueva frontera de unos 3.000 kilómetros delimitaba dos territorios separados para Pakistán: el que ocupa actualmente y Pakistán del Este, que en 1971 se desvinculó políticamente de Islamabad para convertirse en la República de Bangladesh.

Tras la partición se produjo la mayor migración en masa de la historia, con una cifra estimada de 15 millones de desplazados.

Hindús y sijs que vivían en territorio asignado a Pakistán emprendieron el camino hacia un futuro incierto en India, mientras musulmanes hacían el recorrido opuesto.

En muchos casos se trataba de distancias de miles de kilómetros que por lo general las mayoritarias clases bajas recorrían a pie, las clases medias en trenes y las clases acomodadas en vehículos y aviones.

La gran matanza de Calcuta

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

El preludio de lo que pasaría a gran escala un año después: en agosto de 1946 hindúes y musulmanes se enfrentaron en la Gran Matanza de Calcuta, en la que murieron unas 2.000 personas.

Tren indio en 1947

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Los trenes en la segunda mitad de 1947 se abarrotaron de refugiados hindúes y musulmanes en busca de una nueva vida en el lado de la frontera que correspondía a su religión.

Los meses posteriores a la independencia también estuvieron marcados por la radicalización del conflicto étnico, que produjo un derramamiento de sangre en un ambiente de caos e impunidad.

En los meses de 1947 que siguieron a la independencia grupos de soldados acostumbraban a atacar trenes y puntos de concentración de desplazados, dejando entre cientos de miles y dos millones de muertos, según estimaciones.

«La Liga Musulmana formó milicias, al igual que los grupos hindúes de extrema derecha», explica Eleanor Newbigin, profesora de historia del sur de Asia de la Universidad de Londres SOAS.

«Los grupos terroristas expulsaban a la gente de sus aldeas para ganar control en su bando», afirma.

Gran parte de la violencia ocurrió en el estado fronterizo noroccidental de Punjab, donde las turbas se ensañaron especialmente con las mujeres, que sufrieron violaciones y mutilaciones.

Solo en ese estado se estima que unas 100.000 mujeres fueron secuestradas, violadas y en muchos casos forzadas a casarse con sus captores.

Además, la casi impenetrable alambrada que separa a los dos países dejó a millones de familias divididas de forma permanente.

Y las fronteras siguieron siendo objeto de disputa entre India y Pakistán hasta el día de hoy.

3. Qué consecuencias tiene aún la partición

Frontera entre India y Pakistán

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Los alambres de espino para evitar cruces no autorizados se extienden por gran parte de los 3.323 kilómetros de la actual frontera entre India y Pakistán.

Cachemira, una región del Himalaya conocida por la belleza natural de sus paisajes y también por su diversidad étnica, ha sido el principal foco de conflicto desde la independencia hasta hoy.

Según el plan de reparto contemplado por el Acta de Independencia de India, Cachemira podía elegir libremente si ser parte de India o de Pakistán.

En 1947, el gobernante local, marajá Hari Singh, eligió India, lo que provocó el estallido de una guerra que duró dos años.

Desde entonces India mantiene el control de aproximadamente la mitad de la región, mientras Pakistán domina algo más de un tercio en las áreas del noroeste, y China administra los territorios restantes, en el norte y noreste.

La región es frecuente foco de conflicto de mayor o menor intensidad.

Mapa de Cachemira

India y Pakistán entraron de nuevo en guerra por la región en 1965, y en 1999 protagonizaron un choque bélico conocido como el conflicto de Kargil.

A finales del siglo XX ambos países ya eran potencias nucleares.

India también luchó contra Pakistán en 1971, cuando intervino para apoyar la independencia de Bangladesh.

Aproximadamente un 14% de la población de la actual India es musulmana, mientras solo un 2% de los pakistaníes practica el hinduismo.

«Pakistán se ha vuelto cada vez más islámico», afirma Price.

E India, asegura el académico, «está cada vez más bajo la influencia del nacionalismo hindú».

Newbigin califica como «muy preocupante» el legado de la partición, ya que «ha creado poderosas mayorías religiosas en ambos países», mientras las minorías «se han vuelto más pequeñas y vulnerables».

Tropas indias y pakistaníes celebran la ceremonia de bajada de banderas en el paso fronterizo de Wagah

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. La violencia no es el único legado de la partición: cada tarde desde 1959, tropas indias y pakistaníes celebran la ceremonia de bajada de banderas en el paso fronterizo de Wagah.

Para la profesora Navtej Purewal, la división del país podría haberse evitado.

«Crear una India unida pudo haber sido posible en 1947. Habría sido una federación flexible de estados, incluidos aquellos donde los musulmanes eran mayoría», dice.

«Pero tanto Gandhi como Nehru insistieron en construir un estado unificado, controlado desde el centro. Realmente no tuvieron en cuenta cómo podría vivir una minoría musulmana en ese modelo de país».

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 15 de agosto 2022.

Atahualpa Amerise/Asia Central/India/Guerra/Pakistán/Reino Unido/ Asia del Sur

 

 

 

Las jóvenes que escribieron una carta con su propia sangre y lograron que condenaran a su padre a cadena perpetua.

Seis años después de que escribiera una carta, con su propia sangre, pidiendo justicia para su madre, que fue quemada viva, una joven india ha visto como el asesino ha sido castigado.

Basándose en los testimonios de Latika Bansal -que ahora tiene 21 años- y de su hermana menor, un tribunal ha condenado a cárcel de por vida al padre de ambas y esposo de la víctima, Manoj Bansal.

Las jóvenes relataron en el juicio que su progenitor solía golpear a su madre por «no darle a un hijo varón».

Bansal negó las acusaciones y dijo que su mujer había muerto por suicidio. Una versión que el tribunal de la ciudad Bulandshahr, en el estado norteño de Uttar Pradesh, no creyó.

Todo por un varón

La preferencia por los hijos varones que hay en India tiene su origen en una creencia cultural muy arraigada y extendida. La tradición dicta que un hijo llevará adelante el legado familiar y cuidará de los padres en su vejez, mientras que las hijas no acarrean un costo (por la dote que hay que pagar al momento de casarlas), sino que además dejan sus familias por la de sus esposos.

Activistas atribuyen a estas costumbres el abandono y el mal trato que padecen las niñas, así como la sesgada desproporción entre sexos, causada por la eliminación de decenas de millones de fetos femeninos mediante abortos selectivos por sexo, conocidos como feticidio femenino.

Durante el juicio, las hermanas Bansal relataron que crecieron viendo cómo su padre y su familia se burlaban y agredían a menudo a su madre por sólo dar a luz niñas.

El tribunal también escuchó que la víctima había sido obligada a abortar seis veces, luego que pruebas ilegales para determinar del sexo de fetos mostraran que estaba embarazada de una niñas.

Anu Bansal

FUENTE DE LA IMAGEN – SANJAY SHARMA. Anu Bansal fue asesinada por su esposo porque no fue capaz de darle un hijo varón.

Con ayuda de la familia

La hermana dijo que su vida cambió la mañana del 14 de junio de 2016 cuando su padre -supuestamente apoyado por otros miembros de su familia, quienes niegan los señalamientos- roció a su madre con queroseno y le prendió fuego.

«A las 6:30 de la mañana nos despertaron los gritos de nuestra madre. No pudimos ayudarla porque la puerta de nuestra habitación estaba cerrada por fuera. La vimos arder», dijeron las jóvenes.

Tras relatar que después de que sus llamadas a la policía local y a los servicios de emergencia fueron ignoradas, Latika dijo que llamaron a su tío materno y a su abuela, quienes llegaron rápidamente y llevaron a su madre al hospital.

Los médicos que trataron a Anu Bansal aseguraron que 80% de su cuerpo sufrió quemaduras. La profundidad de las heridas ocasionó su deceso días después.

Una protesta de mujeres indias

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

En India la violencia contra las mujeres es un problema serio que provoca constantes movilizaciones, como esta registrada en septiembre de 2021 en la capital del país.

La famosa carta

El femicidio saltó a la palestra sólo después de que las niñas -entonces de 15 y 11 años- escribieran una carta con su propia sangre al entonces ministro jefe Akhilesh Yadav, acusando al funcionario de la policía local que tuvo el caso al inicio de alterar el expediente y cambiar la tipología de asesinato a suicidio.

El agente denunciado fue suspendido por no realizar una investigación adecuada y Yadav ordenó una nueva averiguación.

«Hemos tardado seis años, un mes y trece días en conseguir por fin que se haga justicia», declaró a la BBC Sanjay Sharma, el abogado que representó a las hermanas en el juicio.

«Se trata de un caso poco frecuente en el que las hijas llevan un caso contra su propio padre y finalmente obtienen justicia», dijo, añadiendo que en los últimos seis años las jóvenes comparecieron ante el tribunal «más de 100 veces» y «nunca faltaron a una sola citación».

Sharma aseguró que no le cobró ningún dinero a la familia, porque carecían de recursos y también porque quería llamar la atención sobre el drama de las mujeres maltratadas por no alumbrar varones.

«No se trata sólo del asesinato de una mujer. Es un crimen contra la sociedad», dijo. «No está en manos de una mujer decidir el sexo de un bebé, así que ¿por qué debe ser torturada y castigada? Esto es el mal».

Imagen de portada: SANJAY SHARMA

FUENTE RESPONSABLE: Geeta Pandey; BBC News, Delhi. 7 de agosto 2022.

Sociedad y Cultura/India/Mujeres

 

 

 

 

 

 

 

 

El impostor que se hizo pasar por el hijo desaparecido de un terrateniente durante 41 años.

Un tribunal de India ha condenado a siete años de prisión a un hombre por hacerse pasar por el hijo de un rico terrateniente durante 41 años. La BBC ha reconstruido este caso, el cual exhibe serios fallos en la actuación de la policía y de la justicia del país asiático.

Los hechos se remontan a febrero de 1977, cuando Kanhaiya Singh, el único hijo de un acaudalado e influyente «zamindar» (terrateniente) del distrito de Nalanda, en el oriental estado de Bihar, no volvió a su casa tras unos exámenes en la escuela.

La familia denunció la desaparición del joven ante la policía, pero los esfuerzos por hallar al chico fueron inútiles.

El anciano terrateniente, llamado Kameshwar Singh, cayó en una depresión y empezó a visitar a curanderos. Un chamán del pueblo le dijo que su hijo estaba vivo y que «aparecería» pronto.

El origen del caso

En septiembre de 1981, un hombre de unos 20 años llegó a un pueblo, a apenas 15 kilómetros de donde vivía Kanhaiya.

Iba vestido de azafrán y dijo que cantaba canciones y mendigaba para ganarse la vida. También aseguró a los lugareños que era «hijo de una persona importante» de Murgawan, el pueblo del joven desaparecido.

Una imagen del pueblo indicio de Murgawan

FUENTE DE LA IMAGEN – RONNY SEN

Murgawan es una pequeña aldea de 1.500 personas en el estado de Bihar, la cual está en el centro una trama digna de una novela policial.

Lo que ocurrió después no está del todo claro. Pero lo que sí se sabe es que cuando los rumores de que su desaparecido hijo había regresado llegaron a oídos del afligido padre, este viajó al pueblo para comprobarlo por sí mismo.

Algunos de los vecinos del anciano terrateniente le dijeron que el hombre era su hijo y este lo llevó a casa.

«Me fallan los ojos y no puedo verlo bien. Si dicen que es mi hijo, me lo quedaré», le dijo Singh a los hombres, según los registros policiales.

Sin embargo, la esposa del terrateniente, Ramsakhi Devi, al ver al hombre aseguró que este no era su hijo perdido.

Kanhaiya, dijo ella, tenía «una marca de corte en el lado izquierdo de la cabeza» que este hombre no tenía. Además,fue incapaz de reconocer a uno de sus profesores de escuela. Pese a estos indicios, el anciano estaba convencido de su hijo había vuelto.

La madre, por su parte, acudió a la policía y denunció al hombre por suplantación de identidad y consiguió que fuera detenido, aunque solo pasó un mes en la cárcel antes de ser puesto en libertad bajo fianza.

Lo que sucedió durante las siguientes cuatro décadas es una escalofriante historia de engaño en la que un hombre se hizo pasar por el hijo desaparecido del propietario y se metió en su casa.

Asumiendo el papel

Mientras estaba en libertad bajo fianza, el impostor asumió una nueva identidad, fue a la universidad, se casó, formó una familia y obtuvo múltiples identidades falsas.

Con esas identificaciones distintas, votó, pagó impuestos, obtuvo un permiso para portar armas y vendió 92 hectáreas propiedad de los Singh.

Dayanand Gosain en su boda

FUENTE DE LA IMAGEN – RONNY SEN. Una fotografía del impostor Dayanand Gosain durante su boda en 1982.

Para evitar ser descubierto, se negó rotundamente a proporcionar una muestra de ADN para cotejarla con la hija de su supuesto padre y así demostrar que eran hermanos. Y en una maniobra que dejó atónito al tribunal, incluso intentó «matar» su identidad original al hacerse con un certificado de defunción falso.

La historia ha sacado a la luz la incompetencia de la policía y la lentitud del sistema judicial indio. Casi 50 millones de casos aguardan una respuesta en los tribunales del país asiático y más de 180.000 de ellos tienen más 30 años abiertos.

En los registros oficiales, el hombre está curiosamente registrado como Kanhaiya Ji, un honorífico indio. Pero, según los jueces que lo declararon culpable de suplantación de identidad, engaño y conspiración y lo enviaron a prisión por siete años, su verdadero nombre es Dayanand Gosain, originario de una aldea del distrito de Jamui, ubicada a unos 100 kilómetros de su hogar «adoptado».

El porte de armas de Dayanand Gosain, uno de los tantos documentos que tiene ese impostor

FUENTE DE LA IMAGEN – RONNY SEN

Gran parte de los datos sobre el impostor antes de entrar en la casa de los Singh son confusos.

Sus documentos oficiales muestran una fecha de nacimiento diferente en cada uno de ellos. Sus registros de la escuela secundaria dicen que nació en enero de 1966, mientras que su documento de identidad dice que fue en febrero de 1960 y su tarjeta de identidad de votante en 1965. Por su parte, en un carnet emitido en 2009 por el Gobierno local para acceder a las raciones de alimentos figuraba que había nacido en 1964.

La familia de Gosain, entretanto, dijo que tenía «unos 62 años», lo que coincidiría con su fecha de nacimiento en el documento nacional.

Lo que los investigadores sí pudieron confirmar es que Gosain era el menor de los cuatro hijos de un agricultor de Jamui, que cantaba y pedía limosna para ganarse la vida y que dejó su casa en 1981. Chittaranjan Kumar, un alto cargo de la policía de Jamui, dice que Gosain se casó pronto, pero que su mujer le dejó poco después.

Haciendo familia

Gosain consiguió formar una nueva familia gracias a Singh, quien lo desposó con una mujer de su misma casta terrateniente un año después de llevarlo a casa.

Según un documento disponible de la familia, Gosain obtuvo una licenciatura en inglés, política y filosofía en una universidad local, que encontró su conducta «satisfactoria».

Con los años, Gosain tuvo dos hijos y tres hijas. Tras la muerte del terrateniente, heredó la mitad de una mansión casi centenaria de dos plantas en Murgawan. (La otra mitad, dividida por un muro bajo, pertenece a otra rama de la familia de Singh).

El hijo mayor del impostor, Gautam Kumar, dijo que su padre generalmente permanecía en casa y desde allí administraba una finca de 75 hectáreas. La explotación agrícola produce arroz, trigo y legumbres, y es cultivada principalmente por trabajadores contratados.

Kumar asegura que la familia nunca discutió el «caso de suplantación» con su padre.

Gautam Kumar en la cada de la familia Singh

FUENTE DE LA IMAGEN – RONNY SEN. Gautam Kumar el hijo mayor de Dayanand Gosain, niega que su padre sea un impostor, pese a que las pruebas así lo aseguran.

«Es nuestro padre. Si mi abuelo lo aceptó como su hijo, ¿quiénes somos nosotros para cuestionarlo? ¿Cómo puedes no confiar en tu padre?», replicó.

«Ahora, después de todos estos años, nuestras vidas e identidades penden de un hilo porque a mi padre le han quitado la identidad. Vivimos con mucha ansiedad», comentó.

En el juicio, el juez Manvendra Mishra preguntó a Gosain dónde vivió y con quién durante los cuatro años que estuvo desaparecido. Las evasivas respuestas que dio no le ayudaron.

El acusado dijo que estuvo con un hombre santo en el vecino estado de Uttar Pradesh. Pero no pudo aportar ningún testigo que respaldara su afirmación. Asimismo, negó haber afirmado ser el hijo perdido del terrateniente y dijo que Singh sólo «me aceptó como su hijo y me llevó a casa».

«No engañé a nadie haciéndome pasar por él. Soy Kanhaiya», declaró en el tribunal.

El olvidado

La ironía es que el verdadero Kanhaiya Singh, que tenía 16 años cuando desapareció, fue casi olvidado por sus vecinos de Murgawan.

Kanaiya

Del joven apenas se conserva una fotografía. En la imagen de estudio en blanco y negro, mutilada con alfileres de grapadora en los documentos judiciales, el joven mira directamente a la cámara y luce el pelo bien recogido y una camisa de color claro.

Gopal Singh, un magistrado del Tribunal Supremo y pariente del desaparecido, recuerda al chico como alguien «tímido y amable». «Crecimos juntos, solíamos jugar juntos. Cuando desapareció, se armó un revuelo», dijo. 

«Y cuando el hombre apareció cuatro años después, no se parecía en nada a Kanhaiya. Pero su padre insistía en que era su hijo perdido. Así que, ¿qué podíamos hacer?».

El afligido padre, quien murió en 1991, tuvo siete hijas y un hijo (Kanhaiya) de dos matrimonios; el niño era el más joven y, según todos los indicios, su favorito y heredero natural. Curiosamente, el enfermo terrateniente nunca acudió al tribunal para defender a Gosain.

«Les había dicho a los aldeanos que si descubrimos que este hombre no es mi hijo, lo devolveremos», le dijo a la policía.

Una foto de la familia Singh

FUENTE DE LA IMAGEN – RONNY SEN. Gosain, a la izquierda, con una de sus hijas en brazos posa con su «padres» Kameshwar Singh y Ramsakhi Devi.

Una conspiración a gran escala

El caso fue conocido durante las últimas cuatro décadas por al menos una docena de jueces. Sin embargo, apenas en febrero pasado un tribunal de primera instancia celebró un juicio, que se extendió por 44 días, y a principios de abril halló al acusado culpable.

Un fallo que un tribunal superior confirmó en junio.

Imagen del falso certificado de defunción

El falso certificado de defunción que los abogados del impostor presentaron en el juicio.

La justicia consideró que ninguno de los siete testigos aportados por la defensa eran fiables. «Nunca nos tomamos este caso en serio. Deberíamos haber reunido mejor las pruebas. Nunca pensamos que hubiera dudas sobre la identidad de mi padre», se lamentó Kumar.

El momento más dramático del proceso se produjo cuando los representantes legales del acusado presentaron un certificado de defunción en el que se declaraba que Dayanand Gosain había muerto en enero de 1982. El documento estaba plagado de inconsistencias, una de ellas es que estaba fechado en mayo de 2014.

Las pesquisas de la policía confirmaron la falsedad del certificado y, por ello, el tribunal lo desechó.

«Para probar que era Kanhaiya, Gosain se suicidó», declaró el juez Mishra.

Sin embargo, la prueba decisiva contra Gosain fue su negativa a dar una muestra de ADN, que la Fiscalía solicitó por primera vez en 2014.

«Ahora no se necesita ninguna otra prueba», dijo el tribunal en su fallo. «El acusado sabe que una prueba de ADN pondría al descubierto su falsa afirmación»,remató el juzgado.

Fotos de Dayanand Gosain y Kanhaiya Singh

Las fotografías de Dayanand Gosain y del desaparecido Kanhaiya Singh revelan que no hay similitud entre ellos.

La condena de Gosain podría ser la punta del iceberg de un complot con claros intereses económicos, dicen los abogados.

El tribunal cree que hubo una conspiración más amplia en la que participaron varias personas de Murgawan, las cuales ayudaron a «plantar» a Gosain en la familia de Singh como su hijo perdido. ¿Con qué propósito? Hacerse con las tierras del afligido terrateniente.

«Hubo una gran conspiración contra mi familia [para apoderarse] de nuestras propiedades, aprovechando la mala salud de mi marido y su falta de visión», ya dijo décadas atrás la madre del desaparecido Kanhaiya Singh, Ramsakhi Devi, quien murió en 1995.

No obstante, aun quedan muchas preguntas sin responder en esta historia de engaños y duplicidades.

¿Qué ocurrirá con los terrenos que Gosain vendió haciendo uso de su falsa identidad? ¿Se anularán esas operaciones y se devolverán a las hijas de Singh, que son las herederas naturales? Y lo más importante, ¿dónde está Kanhaiya?

Según la legislación india, una persona desaparecida durante más de siete años se da por muerta. ¿Por qué la policía no ha cerrado el caso? ¿Está vivo?

Imagen de portada: Gentileza de BBC News

FUENTE RESPONSABLE: BBC News. Por Soutik Biswas, corresponsal en India. 4 de julio 2022.

India/Sociedad y Cultura/Justicia/Leyes.

El misterioso portal a las estrellas construido por un rey de India hace 300 años.

Una semana después del equinoccio de primavera, en una tarde despejada y calurosa, caminé en medio del frenesí del bazar de Johri, el principal mercado de Jaipur, con sus muros de coral, delicadas celosías y arcos mogoles.

Quizás fuera un mal momento para aventurarse a hacer turismo en la capital del desierto de Rajasthan, pero era perfecto para medir el tiempo con las sombras proyectadas por el Sol.

Me dirigía hacia el Jantar Mantar, el misterioso portal de India a las estrellas.

A primera vista, este complejo al aire libre -lleno de extraños muros triangulares y escaleras a ninguna parte- parece fuera de lugar: no es ni ornamentado como el Palacio de la Ciudad que lo rodea ni intrincado como el venerado Templo Govind Dev Ji y el cercano Hawa Mahal.

El sitio, una colección de 300 años de antigüedad de 20 esculturas científicas llamadas ‘yantra’ -que pueden medir las posiciones de estrellas y planetas, y decir la hora con precisión-, me había desconcertado desde mi infancia aquí en Jaipur, cuando las estructuras parecían versiones gigantes de las delicadas herramientas que guardaba en mi kit de geometría escolar.

Pero años más tarde, como arquitecto profesional, pude comprender mejor su uso.

Son soluciones arquitectónicas ingeniosas para comprender la mecánica de la astronomía, así como herramientas clave para que los astrólogos hindúes tradicionales elaboren cartas natales y pronostiquen fechas auspiciosas.

Ciudades alineadas con las estrellas

En 1727, cuando el rey de la región, Sawai Jai Singh, concibió a Jaipur como su capital y como la primera ciudad planificada del país, quiso diseñarla en consonancia con los principios de Vastu Shastra, que se basan en la naturaleza, la astronomía y la astrología para la arquitectura y la ubicación.

Se dio cuenta de que para alinear perfectamente Jaipur con las estrellas, ayudar en las prácticas astrológicas y predecir eventos climáticos clave para los cultivos, necesitaría instrumentos que fueran precisos y accesibles.

Samrat Yantra

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. El Samrat Yantra es un enorme reloj de sol que da la hora precisa.

Sin embargo, después de enviar equipos de investigación a Asia Central y Europa para recopilar datos basados ​​en el conocimiento de científicos islámicos y europeos, Sawai Jai Singh encontró discrepancias entre las lecturas de los instrumentos de metal que se usaban generalmente en ese momento.

Para mejorar la precisión, aumentó el tamaño de las herramientas, las estabilizó reduciendo las partes móviles y las hizo resistentes al desgaste y a la intemperie al fabricarlas con mármol y piedra local.

Luego utilizó estas innovaciones para construir cinco observatorios al aire libre en las ciudades indias de Jaipur, Delhi, Ujjain, Varanasi y Mathura.

Sobreviven cuatro: el de Mathura fue demolido.

Pero el de Jaipur, completado en 1734, es el más grande y completo.

Hoy en día, es un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco , no sólo porque es el observatorio mejor conservado de su tipo en India, sino que, como explica la inscripción de la Unesco, representa innovaciones en arquitectura, astronomía y cosmología, así como aprendizajes y tradiciones de culturas occidentales, mediorientales, asiáticas y africanas.

Matemáticas del cielo

En sánscrito, ‘jantar’ significa instrumentos y ‘mantar’ denota calculadora, por lo que cada uno de los yantra del complejo tiene un propósito matemático: algunos son relojes de sol para indicar la hora local y señalar la posición del Sol en el hemisferio; mientras que otros miden las constelaciones y los movimientos planetarios para detectar los signos del zodíaco y guiar los pronósticos.

El más destacado de todos es un enorme reloj de sol equinoccial llamado Samrat Yantra, una pared triangular de 27 metros de altura con dos delgadas rampas semicirculares que irradian como alas desde sus lados.

De pie debajo de él, mi guía señaló la sombra en una de las rampas mientras se movía con precisión 1 milímetro cada segundo e indicaba la hora local con una precisión de dos segundos.

Jai Prakash Yantra

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. El Jai Prakash Yantra mide la trayectoria del sol a través de los signos del zodíaco védico indio para determinar los horóscopos.

Otro yantra, el Jai Prakash, mide la trayectoria del Sol a través de los signos del zodíaco védico indio para determinar los horóscopos.

Su estructura en forma de cuenco, que se encuentra en el suelo, es como un mapa invertido del cielo, y una pequeña placa de metal suspendida en un alambre cruzado proyecta una sombra para mostrar la posición de una estrella o planeta elegido.

«Usé estos instrumentos en mis dos años de programa de maestría frecuentemente», dijo Neha Sharma, quien ahora tiene un doctorado en Jyotish Shastra (astrología védica) de la Universidad de Rajasthan.

«Aprender a leer y calcular con estos instrumentos sigue siendo una parte obligatoria del plan de estudios para quien quiera seguir la astrología como opción profesional».

Más que una curiosidad

La mayor parte del mundo científico moderno vio los observatorios Jantar Mantar como una curiosidad hasta que la renombrada astrofísica india Nandivada Rathnasree argumentó que las estructuras aún eran pertinentes.

En su papel como directora del Nehru Planetarium de Delhi (desde 1999 hasta su muerte en 2021), alentó a los estudiantes a adquirir experiencia práctica en astronomía posicional en los distintos Jantar Mantar y presionó para obtener su reconocimiento académico e internacional.

Nadivalaya Yantra

FUENTE DE LA IMAGEN – SHALBHA SARDA. El Nadivalaya Yantra puede calcular la hora local y la posición del sol en cualquiera de los hemisferios.

«Fue Nandivada Rathnasree quien puso a Jantar Mantar en el centro de atención de la fraternidad científica», dijo Rima Hooja, arqueóloga y directora consultora del Museo Maharaja Sawai Man Singh II en el Palacio de la Ciudad.

«También desempeñó un papel fundamental para que Jantar Mantar Jaipur fuera reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco».

El Jantar Manatar sigue ganando fama, no sólo por su ingenio arquitectónico sino también por su estilo clásico.

«Superficialmente, Jantar Mantar puede no parecer una arquitectura autóctona», dijo la arquitecta de conservación Kavita Jain.

«Pero cuando lo miras de cerca, el reloj de sol de gran altura se estabiliza mediante la creación de vacíos en forma de arcos. Las marquesinas hindúes que coronan los instrumentos, el mármol y la piedra utilizados en la construcción evocan los valores arquitectónicos locales».

Hoy, estudiantes, científicos y turistas de muchas disciplinas y culturas de todo el mundo entienden que el Jantar Mantar de Jaipur es mucho más que un monumento histórico.

Situado en el centro de una próspera ciudad antigua de fortalezas y palacios, sus estructuras monolíticas continúan reflejando el cosmos y creando un legado duradero.

Esta historia fue publicada originalmente en BBC Travel.Lee aquí el artículo en inglés.

Imagen de portada: GETTY IMAGES. Creado hace tres siglos, el Jantar Mantar de Jaipur es un complejo al aire libre lleno de gigantescas herramientas astronómicas que aún son precisas.

FUENTE RESPONSABLE: BBC Travel* Por Shalbha Sarda. Junio 2022

Sociedad y Cultura/India/Arquitectura/Astronomía/Ciencia

 

 

 

 

 

 

 

La estrella de cine que ocultó su pasado para pasar por blanca y triunfar en Hollywood.

Merle Oberon, una estrella de Hollywood de la era del blanco y negro, es un icono olvidado en la India, su país natal.

Mejor conocida por interpretar el papel principal en el clásico «Cumbres Borrascosas» (1939), Oberon era una angloindia nacida en Bombay en 1911.

Pero como estrella en la Edad de Oro de Hollywood, mantuvo sus antecedentes en secreto, haciéndose pasar por blanca durante toda su vida.

Mayukh Sen, un escritor y académico radicado en Estados Unidos, tropezó con su nombre por primera vez en 2009 cuando descubrió que Oberon había sido la primera persona de origen sudasiático nominada a un Oscar.

Su fascinación creció cuando vio sus películas y profundizó en su pasado.

«Como queer que soy, empatizo con este sentimiento de que debes ocultar una parte de tu identidad para sobrevivir en una sociedad hostil que no está realmente lista para aceptar quién eres», dice.

Sen está trabajando en una biografía para contar la historia de la actriz desde una perspectiva del sur de Asia.

Una madre que no era la madre

Oberon, cuyo nombre real era Estelle Merle O’Brien Thompson, nació en Bombay en 1911, épocas en las que la India era una colonia británica.

Su madre era en parte originaria de Ceilán -hoy Sri Lanka- y en parte maorí, mientras que su padre era británico.

La familia se mudó a Calcuta en 1917 después de que el padre de Oberon muriera en 1914, y comenzó a actuar gracias a la Sociedad Teatral Amateur de esa ciudad en la década de 1920.

Después de ver por primera vez una película en 1925, el filme mudo «El ángel de las tinieblas», Oberon se inspiró en su protagonista, Vilma Bánky, para convertirse en actriz, según Sen.

Se fue a Francia en 1928, después de que un coronel del ejército le presentara al director Rex Ingram, quien le dio pequeños papeles en sus películas.

La madre de Oberon, Charlotte Selby, que tenía la piel más oscura, la acompañó como su mucama.

Merle Oberon con Laurence Olivier en una escena de "Cumbres Borrascosas".

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La actuación de Oberon en «Cumbres Borrascosas», junto a Laurence Olivier, consolidó su lugar en Hollywood.

Un documental de 2002 llamado The Trouble with Merle (en español, «El problema con Merle») descubrió más tarde que Selby era, de hecho, la abuela de Oberon.

La hija de Selby, Constance, tuvo a Oberon cuando era adolescente, pero las dos presuntamente fueron criadas juntas como hermanas durante algunos años.

La mentira de Tasmania

La primera gran oportunidad de Oberon vino de Alexander Korda, un cineasta con el que se casaría más tarde, quien la eligió como Ana Bolena en «La vida privada de Enrique VIII» (1933).

Los publicistas de Korda supuestamente tuvieron que inventar una historia para explicar sus orígenes.

«Tasmania fue elegida como su nuevo lugar de nacimiento porque estaba muy lejos de Estados Unidos y Europa (en Australia) y, en general, se la consideraba ‘británica’ hasta la médula», escribió Marée Delofski, directora de The Trouble with Merle, en sus notas sobre el documental.

Merle Oberon interpretando a Lady Marguerite Blakeney en "La pimpinela escarlata".

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Merle Oberon interpretando a Lady Marguerite Blakeney en «La pimpinela escarlata».

Oberon se hizo pasar por una chica de clase alta de Hobart (capital de Tasmania) que se mudó a la India después de que su padre muriera en un accidente de caza, dijo Delofski.

Sin embargo, la actriz pronto se convirtió en una parte intrínseca de la tradición local en Tasmania y, durante el resto de su carrera, los medios australianos la siguieron de cerca con orgullo y curiosidad.

Incluso reconoció a Tasmania como su origen y rara vez mencionó a la India.

Merle Oberon como Ana Bolena en "La vida privada de Enrique VIII".

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Uno de los papeles más destacados de Oberon fue el de Ana Bolena en «La vida privada de Enrique VIII».

Pero Calcuta la recordaba. «En las décadas de 1920 y 1930 hubo menciones pasajeras sobre ella en las memorias de muchos hombres ingleses» que vivían en la ciudad india, cuenta la periodista Sunanda K. Datta Ray.

«La gente decía que nació en la ciudad, que era operadora de la central telefónica y que ganó un concurso en el restaurante Firpo», agrega.

Llegada a Hollywood

Como fue haciendo más películas en Hollywood, Oberon se mudó a Estados Unidos y en 1935 fue nominada a un Oscar por su papel en una nueva versión de «El ángel de las tinieblas».

Pero fue su actuación en «Cumbres Borrascosas», junto a la leyenda de la interpretación Laurence Olivier, lo que consolidó su lugar en la industria.

Merle Oberon en una escena de baile de "Jack, el destripador" (1944).

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Merle Oberon en una escena de baile de «Jack, el destripador» (1944).

Supuestamente la eligieron a ella sobre Vivien Leigh, otra actriz nacida en la India, porque el equipo detrás de la película sintió que era un nombre más importante, dice Sen.

Una reseña de la película publicada en The New York Times cuando se estrenó afirmaba que Oberon había «captado perfectamente el espíritu cambiante e inquieto de la heroína de (Emily) Brontë».

El final de la década de 1930 catapultó a Oberon a las llamadas grandes ligas, narra Sen. Su círculo íntimo incluía figuras como el compositor de música Cole Porter y el dramaturgo Noël Coward.

Desprenderse de su acento

Merle Oberon con su primer marido, el productor de cine Alexander Korda, leyendo juntos un guion, alrededor de 1939-1945.

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El cineasta Alexander Korda fue el primer marido de Oberon.

Korda y el veterano productor Samuel Goldwyn ayudaron a Oberon a cambiar algunos aspectos como su acento, que hubieran delatado sus orígenes del sur de Asia, dice Sen.

Pero el secreto de Oberon pesaba sobre ella, a pesar de que su color de piel claro le facilitaba pasar por blanca en la pantalla.

«A menudo todavía sentía la necesidad de silenciar los frecuentes murmullos de que era mestiza. Los periodistas de cine de su época notaban su tez más bronceada», dice Sen.

Algunos reportes afirman que la piel de Oberon se dañó por tratamientos de blanqueamiento.

Después de que Oberon resultó herida y con cicatrices en la cara en un accidente automovilístico en 1937, el director de fotografía Lucien Ballard desarrolló una técnica que la iluminaba de una manera que disimulaba lo ocurrido (Oberon se divorció de Korda y se casó con Ballard en 1945).

Merle Oberon en Acapulco (México) en 1966.

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Merle Oberon en Acapulco (México) en 1966.

«Algunas fuentes han sugerido que la técnica también era una forma de blanquear el rostro de Merle ante la cámara», dice Sen.

El sobrino de Oberon, Michael Korda, quien publicó un libro de memorias familiares llamado «Alexander Korda: Una vida de ensueño» en 1979, dijo que ocultó detalles de su pasado después de que ella lo amenazó con demandarlo por incluir su nombre real y lugar de nacimiento.

Merle Oberon al volante de una lancha a motor en su película "Mi corazón te guía".

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Oberon y sus patrocinadores hicieron esfuerzos concertados para mantener oculto su pasado.

«Supuse que había pasado suficiente agua por debajo del puente, pero a ella todavía le importaba mucho su pasado», dijo en una entrevista con el diario Los Angeles Times.

Huir de las preguntas

Con el paso del tiempo, la farsa se volvió más difícil de sostener.

En 1965, Oberon canceló apariciones públicas y acortó un viaje a Australia después de enterarse de que los periodistas locales tenían curiosidad por sus antecedentes.

Reportes de esa época afirmaban que estaba angustiada durante su última visita a Tasmania en 1978, ya que las preguntas sobre su identidad seguían surgiendo.

Pero ella nunca admitió la verdad en público. Murió en 1979, de un derrame cerebral.

Merle Oberon junto al presentador de televisión Mike Walsh en 1978.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Merle Oberon junto al presentador de televisión Mike Walsh en una entrega de premios en 1978.

En 1983, su herencia angloindia se reveló en una biografía, Princess Merle: The Romantic Life of Merle Oberon (en español, «Princesa Merle: la vida romántica de Merle Oberon»).

Los autores encontraron su partida de nacimiento en Bombay, su certificado de bautismo y cartas y fotografías que tenían sus parientes indios.

A través de su libro, Sen espera transmitir las enormes presiones que Oberon enfrentó como mujer del sur de Asia «navegando en una industria que no fue diseñada para adaptarse a ella y produciendo un trabajo tan conmovedor mientras luchaba esas batallas».

«Lidiar con esas luchas no pudo haber sido fácil. Es más útil sentir empatía por ella que juzgarla».

Imagen de portada: GETTY IMAGES.  Merle Oberon nació en Bombay.

FUENTE RESPONSABLE: BBC News, Delhi. India. Por Meyl Sebastian. Abril 2022

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