Qué nos enseña la neurociencia sobre el placer (y por qué podemos desear algo que no nos gusta).

Como buen científico, Kent Berridge ha descubierto que algunas de sus ideas sobre el cerebro estaban equivocadas y eso lo ha hecho feliz.

«He aprendido que muchas de esas decepciones pueden ser muy gratificantes cuando el cerebro susurra sus secretos y nos sorprende».

Profesor de psicología y neurociencia en la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, lleva décadas investigando cómo se genera el placer en el cerebro, cuáles son las bases neuronales del deseo y el gusto, o qué causa las adicciones.

Esas investigaciones han permitido entender mucho mejor y tratar condiciones como el parkinson, algunos tipos de esquizofrenia y la depresión.

Uno de los focos de sus estudios más recientes sobre el placer ha sido la sorpresiva diferencia que existe en el cerebro entre gustar y desear.

Berridge se interesó en este campo un día que estaba en la escuela secundaria y leyó un libro que tuvo un profundo impacto en su vida: «El Imperativo Territorial» de Rebert Ardrey.

De ahí surgió su curiosidad por entender la relación entre la psicología, el cerebro y la evolución humana, que finalmente lo llevó a especializarse en los misteriosos recovecos de nuestra especie.

En esta entrevista nos cuenta qué nos enseña el cerebro sobre el placer.

¿Cómo se genera el placer en nuestro cerebro y qué tan determinante es en la manera en que experimentamos el placer?

El placer de una experiencia siempre se origina en el cerebro. Hay ciertas llaves que abren la cerradura del placer, como el sabor de lo dulce, que es algo placentero para muchas personas desde el momento que nacen.

Pero también es posible crear un aprendizaje relacionado con una aversión a esa experiencia, si nos hace sentir náuseas y nos parece que lo dulce es repulsivo.

De la misma manera, el sabor amargo suele ser naturalmente poco placentero, pero es posible aprender a disfrutarlo. La gente aprende a abrir estos bloqueos de placer en el cerebro.

¿Cuánto es biológico y cuánto es aprendido socialmente?

En el caso de los placeres sensoriales claramente se originan en el cerebro. Sabemos que hay ciertos puntos en el cerebro que son generadores de placer.

Se trata de una media docena de pequeñas áreas en el cerebro que cuando se interconectan, actúan como un solo grupo para activar placeres intensos.

Kent Berridge

FUENTE DE LA IMAGEN – SCOTT C. SODERBERG. Kent Berridge ha descubierto que el deseo y el gusto son diferentes.

Y estos puntos del cerebro que generan placer utilizan ciertos neuroquímicos naturales como opioides o versiones naturales de la heroína o la marihuana para estimular el cerebro y generar esos placeres intensos. Los llamamos los puntos calientes hedónicos.

Para otros tipos de placeres, como el placer de ver a alguien que queremos o experimentar placer con el arte o al escuchar música es distinto.

Si me lo hubieras preguntado hace 20 años, te habría dicho que esos placeres culturales aprendidos funcionan con un sistema cerebral completamente distinto comparado con los placeres sensoriales.

La evidencia nos ha mostrado que son las mismas zonas del cerebro las que generan placeres sensoriales o placeres aprendidos culturalmente.

¿Cómo estudia este tipo de conexiones cerebrales en su laboratorio?

Hacemos experimentos con neuroimágenes para medir la activación de determinadas zonas en el cerebro humano.

Eso nos ha permitido entender que se activan las mismas zonas, aunque sean distintos tipos de placeres.

Escáneres cerebrales

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Y para estudiar los generadores del placer en sí mismos, manipulamos los sistemas cerebrales de animales de manera ética y sin dolor.

Suprimimos la dopamina en ratones con medicamentos capaces de bloquear los receptores de dopamina en el cerebro y descubrimos que no disminuyó el placer que experimentaban con el sabor dulce.

Es decir, el gusto por el dulce, aún bloqueando toda la dopamina, seguía existiendo.

Desde hace unos 20 años hacemos experimentos con humanos, manipulando los niveles de dopamina en el cerebro, observando el placer y el deseo, y la diferencia entre desear y gustar.

¿Cuál es la diferencia entre gustar y desear?

Esa es la pregunta crucial. Yo pensaba que no había diferencia. Que el circuito cerebral de recompensa era el mismo, pero lo cierto es que se pueden separar.

Aunque queremos las cosas que nos gustan y nos gustan las cosas que queremos, no siempre es así.

Está el caso, por ejemplo, de una persona que quiere intensamente algo, pero no le gusta.

Mujer consumiendo cocaína

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Con mis colegas hemos propuesto una teoría para las adicciones: en algunos individuos sus sistemas cerebrales de dopamina son vulnerables a la neuro sensibilización.

Eso significa que se vuelven hiperreactivos a ciertas drogas. Esa hiperreactividad a los sistemas de dopamina los hace querer intensamente ciertos estímulos, independiente de si les gustan o no les gustan.

Se han hecho experimentos con consumo de cocaína o con pacientes con parkinson y hemos descubierto que la dopamina está relacionada con querer algo, con el deseo, más que con el gusto.

¿Cuál es la relación entre la inhabilidad de experimentar placer, conocida como anhedonia, y las enfermedades mentales?

La anhedonia puede ser un síntoma de algunas formas de esquizofrenia o depresión mayor.

Tal como ocurre con los pacientes con parkinson, se observa una falta de querer experimentar placer, pero no desaparece el placer en sí mismo.

Frasco de medicamento que dice dopamina

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

En muchos casos de esquizofrenia no se trata de la pérdida del placer, es la pérdida de la motivación por querer esas cosas. Pero el placer, el gusto, parece intacto.

En el caso de la depresión, se pueden perder las dos cosas: el deseo y el gusto.

¿Hay individuos más proclives a buscar placer que otros?

Sí, hay escalas de impulsividad y reacciones de recompensa. Algunos tienen esa especie de sello es sus personalidades y eso es un factor de vulnerabilidad para desarrollar cosas como las adicciones.

Ellos tienen un sistema cerebral que reacciona más a las señales que activan sistemas de recompensa. Eso puede ser algo bueno para encontrar motivaciones y placer en la vida, pero también puede llevarnos a una excesiva búsqueda de recompensas, de placer.

¿Qué aplicaciones tiene su investigación?

Ha habido aplicaciones en el campo de las adicciones al entender que éstas tienen más que ver con el deseo que con el gusto.

Es decir, las hiper reacciones a las sustancias adictivas pueden ser independientes del gusto por ellas. En ese sentido, la adicción no es solo la búsqueda de placer.

Persona con jeringa en la mano y un vaso de alcohol

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

También se pueden aplicar los resultados de nuestras investigaciones para tratar algunas condiciones mentales para ayudar a las personas a lidiar mejor con eso.

Usted escribió que al comprender los mecanismos cerebrales del placer, se puede entender mejor la naturaleza humana…

Habitualmente pensamos que los placeres y los deseos van siempre juntos.

Cuando vemos a un adicto podemos pensar que es adicto porque busca placer. Pero si comprendemos la esencia de las adicciones, podemos entender que puede existir un intenso nivel de deseo, un intenso nivel de tentación, que el resto de nosotros no experimentamos en nuestras vidas.

En 10 o 20 años, ¿que le gustaría haber logrado con sus investigaciones?

Mi experiencia ha sido una serie de sorpresas. A veces estas sorpresas son decepcionantes porque a menudo nuestras teorías están equivocadas.

Pero he aprendido que muchas de esas decepciones pueden ser muy gratificantes cuando el cerebro susurra sus secretos y nos sorprende.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Cecilia Barría; BBC News Mundo. 10 de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Salud Mental/Ciencia/Medicina/Adicciones.

 

 

Vivir apenas 150 años; un equipo de investigadores de Singapur cree que ese es el límite de la vida humana (y esta tratando de romperla).

Los seres humanos llevamos buscando el elixir de la eterna juventud casi desde que fuimos conscientes de la muerte misma. En el siglo IV antes de cristo, Herodoto ya hablaba de una mítica ‘fuente de la juventud’ que el rey de Etiopía enseñaba a los embajadores del rey de Persia y casi 2.000 años después, Ponce de León se lanzó a buscar la «fuente milagrosa» en un viaje que le llevó a descubrir la Florida y, paradójicamente, morir en el intento.

Si deseas profundizar en esta entrada; cliquea por favor adonde se encuentre escrito en “azul”. Muchas gracias.

Hoy por hoy, como somos menos dado a los viajes a través de la selva, los que buscan la inmortalidad lo hacen en los laboratorios, los hospitales y las start-ups. Y lo hacen pese a que otros tantos grupos de investigación llevan años tratando de encontrar los límites de esa longevidad humana.

Ahora, Nature Communications publica otro estudio que defiende que ese límite probablemente esté en torno a los 150 años.

Descubrir los límites para conseguir superarlos

Johnny Cohen

¿Qué es envejecer? Lo que ha hecho Singapur Gero es analizar cómo se recupera el cuerpo humano de enfermedades, accidentes o cualquier otra cosa que ejerza presión sobre sus sistemas biológicos. Recopilaron datos sanitarios de más de medio millón de personas de EEUU, Reino Unido y Rusia; y estudiaron los marcadores sanguíneos vinculados al estrés.

Lo que descubrieron es que, efectivamente, la recuperación tras los eventos estresantes se alargaba a medida que las personas envejecían. Según sus datos, de media, una persona de 80 años necesita tres veces más tiempo para recuperarse del  estrés que una persona de 40 años.

¿Cuánto podemos vivir? En esto, a diferencia de otras ocasiones, los investigadores son más modestos y hablan de probabilidades. Extrapolando sus datos, la gente de Singapur Gero ha encontrado que la resiliencia del cuerpo humano caería por debajo de lo viable entre los 120 y los 150 años. Es decir, en algún momento de esa horquilla el cuerpo humano perdería toda la capacidad de recuperarse de cualquier factor de estrés potencial.

¿Qué implica esto? En los últimos años, hemos conseguido por primera vez dar pasitos en la reversión de la edad biológica. Y este tipo de modelos, con todas sus limitaciones, nos ayudan a dibujar un mapa para un territorio ( el de la longevidad) en el que empezamos a adentrarnos.

Imagen de portada: Ravi Patel

FUENTE RESPONSABLE: XATAKA. Por Javier Jiménez. 27 de mayo 2021.

Sociedad y Cultura/Salud/Medicina/Estrés/Cuerpo Humano.

 

 

 

 

Llevamos siglos buscando los secretos de la longevidad. Hemos encontrado uno en el ARN de unos gusanos.

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Investigadores del Instituto Max Planck para la Biología del Envejecimiento han encontrado una mutación en un gen en gusanos (Caenorhabditis elegans) que los hace más longevos. Se trata de un gen que también está presente en los humanos. Pero sus mutaciones no nos traen longevidad sino problemas de salud.

Una mutación. “Hemos encontrado un gen en gusanos, llamado PUF60, que está involucrado en el empalme del ARN y que regula la longevidad” explica en una nota de prensa Wenming Huang, miembro del equipo y responsable del descubrimiento.

El espliceosoma (splicesome) es un mecanismo de “corte y empalme” del material genético dentro de nuestras células. Una de sus funciones es separar secuencias genéticas del ARN (los llamados intrones) de la cadena principal de ARN. Una vez “cortados” los intrones, el resultado es una cadena de ARN mensajero (ARNm).

El gen PUF60 toma parte en este proceso de cortar y pegar. Sus mutaciones implican fallos en el proceso, fallos que hacen que el producto final retenga los intrones en algunas áreas del ARN. Estas cadenas de ARN con ello son menos efectivas a la hora de generar ciertas proteínas.

mTOR. Las grandes afectadas de estos errores son proteínas mTOR, vinculadas al “sendero de señalización mTOR” (mTOR signalling pathway), un mecanismo encargado de regular el metabolismo celular. Los efectos de estas proteínas han sido estudiados en distintos campos, no solo en tratamientos contra el envejecimiento sino también en oncología.

El estudio del equipo del Max Planck confirmó, analizando células humanas, que la inactividad del gen PUF60 estaba vinculada también con una menor actividad en este “sendero” mTOR.

Efectos desiguales. Si los investigadores se mostraban sorprendidos en el artículo en el que daban cuenta de su estudio, publicado recientemente en la revista Nature Ageing. Y no es para menos. Pese a que el trabajo de la proteína mTOR haya sido estudiado profusamente en el área del envejecimiento y del cáncer, las mutaciones en el gen PUF60 suelen aparecer vinculadas a problemas en el desarrollo físico y cognitivo, pudiendo causar microcefalia, problemas cardiacos y de médula entre otras afecciones.

A este respecto, Adam Antebi director en el Instituto Max Planck y autor del estudio, señala que “hay también pacientes humanos con mutaciones similares en el gen PUF60. Estos pacientes tienen presentan defectos en el crecimiento y trastornos del desarrollo neurológico, Quizá en el futuro estos pacientes puedan ser ayudados administrandoles sustancias que controlen la actividad mTOR. Pero desde luego esto requiere más investigación.

De ratones a hombres. Esta divergencia entre cómo las mutaciones afectan de manera tan diversa a los gusanos y a las personas parece un buen ejemplo de un problema con el que la medicina topa constantemente: que lo que funciona en una especie de laboratorio no siempre funciona con las personas.

Por fortuna los laboratorios avanzan en desarrollar formas de evitar estos problemas, y entender los pormenores de las diversas funciones que genes y proteínas tienen en nuestras células es un importante pilar para esto. Sin embargo, aún hoy por hoy la única manera de cerciorarnos de manera fiable y segura de que un tratamiento pueda ser seguro y eficaz es la de los ensayos clínicos.

Aún quedan por tanto años de investigación hasta que un tratamiento (sea contra el envejecimiento, cáncer o con los trastornos vinculados a las mutaciones del PUF60) pueda convertirse en realidad. En cualquier caso, se ha dado un paso más en su desarrollo.

Imagen de portada: Instituto Max Planck para la Biología del Envejecimiento

FUENTE RESPONSABLE: XATAKA. Por Pablo Martinéz Juarez. 9 de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Medicina/Salud/Mutaciones.

Los telómeros, el posible secreto de la eterna juventud.

Diversas investigaciones científicas han determinado que la longevidad está directamente relacionada con la longitud de los telómeros. ¿Será esta la clave de la eterna juventud?

En 2009, las biólogas Elizabeth Blackburn y Carolyn Widney ganaron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina por “por su descripción molecular de los telómeros y la identificación del enzima telomerasa”. En su investigación, las científicas arrojaron luz sobre esa parte del cromosoma humano relacionada con el envejecimiento de las células, sumándose a los estudios sobre la relación entre la genética y la longevidad.

Qué son los telómeros

Los telómeros se encuentran en los extremos de los cromosomas y cumplen con la función de protegerlos y mantener la estabilidad cromosómica. En las investigaciones científicas se ha observado que la longevidad está directamente relacionada con la longitud de los telómeros. Estos, con cada división celular, se van acortando, lo que hace que envejezcan.

Pero, ¿qué factores influyen en este proceso? Se ha demostrado que fumar puede afectar directamente al acortamiento de los telómeros, ya que en los fumadores este proceso ese acelera. Una mala dieta también puede impactar sobre la capacidad de regeneración de los tejidos. Por otro lado, se sabe de la existencia de la telomerasa, una enzima que combate el acortamiento de los telómeros, cuya producción se puede ver alterada por el estrés.

Todas estas situaciones externas influyen directamente en el acortamiento de los telómeros, por eso, hay personas que por su estilo de vida pueden ser “viejas” a los 35 años, mientras que otras están en plena forma pasados los 100. Así pues, conocer la longitud de los telómeros puede ser muy importante para conocer la salud de las personas. Un test sanguíneo, desarrollado por la investigadora María Blasco y su equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), es capaz de medir la longitud de los telómeros y de predecir así el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la edad.

Nuevas investigaciones de la biomedicina

Más allá del estudio de los telómeros, la biomedicina explora otras vías para conseguir procesos que permitan rejuvenecer las células. La medicina regenerativa está investigando la “reprogramación genética”, un proceso mediante el cual se conseguiría reiniciar las células desgastadas para devolverlas a su estado embrionario. 

El premio Nobel de la Medicina Shinya Yamanaka lo consiguió manipulando los interruptores celulares (que le permiten activar unos genes y desactivar otros) para borrar la marca creada por la experiencia.

Estructura de ADN.. Foto: Istock

Otro ejemplo de los avances que se están dando en medicina antiedad es la transfusión de plasma sanguíneo de personas jóvenes. Esta vía se empezó a explorar en 2014, después de que Tony Wyss-Coray, investigador de la Universidad de Stanford, demostrara que los ratones viejos tienen un mayor crecimiento de neuronas y más memoria tras diez transfusiones de sangre de ratones jóvenes. 

Lo mismo pasa a la inversa: la sangre de ratones viejos rebana el nacimiento de nuevas neuronas en ratones jóvenes. De hecho, recientemente se han publicado algunos estudios que han reportado mejoras en la capacidad para recordar tareas esenciales en enfermos de Alzheimer tras recibir transfusiones de sangre de personas de entre 18 y 30 años.

Así, queda probado el enorme potencial de este campo de estudio en el que la ciencia avanza buscando la fórmula que nos permita vivir más años y conservar mejor nuestro estado de salud.

Imagen de portada: Los telómeros están en los extremos de los cromosomas. Cuando se acortan, el envejecimiento se acelera.Foto: Istock

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España.

Sociedad/Biología/Medicina/Cuerpo humanos/Científicos.

 

 

¿Podremos ser jóvenes eternamente?

Algunos biomédicos aseguran que, gracias a los avances de la ciencia y la tecnología, podremos llegar a vivir mil años gozando de buena salud. ¿Es esto una quimera o una realidad?

No estamos programados para envejecer. En nuestro cuerpo no existe ningún gen diseñado para que nuestros órganos se deterioren. El envejecimiento es, simplemente, el resultado de la acumulación de daños celulares que hacen que nuestros órganos y tejidos empiecen a fallar y que, con el tiempo, nuestro estado físico vaya menguando.

Aferrándose a esto, algunos biomédicos, criticados por parte de la comunidad científica, aseguran que la muerte de la muerte será posible cuando se encuentre una fórmula que consiga que las células permanezcan jóvenes durante más tiempo. Así, este proceso natural del cuerpo podrá revertirse y, en consecuencia, la esperanza de vida aumentará considerablemente.

La esperanza de vida aumentará cuando se encuentre una fórmula que consiga que las células permanezcan jóvenes.

Foto: Istock

La esperanza de vida aumentará cuando se encuentre una fórmula que consiga que las células permanezcan jóvenes.

Viviremos 1.000 años

Uno de los biomédicos convencidos de esto es Aubrey de Grey, tan conocido por su barba roja hasta el ombligo como por afirmar que viviremos mil años gozando de buena salud. De Grey es un gerontólogo biomédico inglés que dirige Estrategias para la Senescencia Negligible Ingenierizada (SENS, por sus siglas en inglés), una fundación financiada por mecenas que trabaja en el desarrollo de una estrategia de reparación de los tejidos afectados por el envejecimiento.

Para Aubrey existen siete tipos de daños que deben ser reparados con la ayuda de las tecnologías. Con una pastilla o una inyección de células madre se podrían reparar cientos de cosas a la vez. Así, siempre según su teoría, el cuerpo rejuvenecería y tendríamos una esperanza de vida indefinida.

Desde este punto de vista, muy criticado por parte de la comunidad científica, el envejecimiento, más que un destino inevitable, pasaría a la categoría de enfermedad. Y “curable”.

Tecnología contra el envejecimiento

Hay quien va más allá y pronostica que en las próximas dos décadas presenciaremos el final de la muerte. Es el caso de José Luis Cordeiro, fundador de la Singularity University, promocionada por Google y por la Nasa, que en sus conferencias suele decir que él no piensa morirse

Las bases para una afirmación tan tajante se encuentran en el concepto de singularidad tecnológica, que defiende que el desarrollo científico y tecnológico no es lineal, sino exponencial.

En los próximos años, según Cordeiro, la terapia génica, la inteligencia artificial y las técnicas de bioimpresión estarán tan avanzadas que podremos curar con antelación las posibles enfermedades. El envejecimiento, por lo tanto, será inexistente.

Otra teoría preconiza que, en 25 o 30 años, podremos tener copias digitales del ser humano que se podrán restaurar.

Las próximas generaciones podrían llegar a vivir 120 años.

Foto: Istock

Las próximas generaciones podrían llegar a vivir 120 años.

Empresas como Huawei, dedicada a la telefonía móvil, ya están explorando la perspectiva de la inmortalidad

Para Kevin Ho, presidente de la línea de productos de teléfonos móviles, en un futuro no muy lejano podríamos tener apps para chatear con nuestros familiares fallecidos, los cuales previamente habrían vaciado su conciencia en computadoras.

Al mismo tiempo, la medicina trabaja para que podamos superar los cien años de vida de media y que lleguemos a esa edad sin sufrir enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, demencia senil o diabetes. 

De conseguirlo, las futuras generaciones no solo llegarán a vivir 120 años, sino que lo harán con una mayor calidad de vida.

De todos modos, para lograr estos avances científicos y tecnológicos harán falta muchos recursos y años de investigación. Así, serán las próximas generaciones las que comprueben qué parte de todas estas teorías se acaban convirtiendo en una realidad.

Imagen de portada: Istock

FUENTE RESPONSABLE: National Geographic España. 

Sociedad/Salud/Medicina/Tecnología/Futuro

Tecnología: 10 inventos que usamos en la actualidad y nacieron durante la Segunda Guerra Mundial.

El conflicto bélico que marcó un antes y un después en el mundo en el que vivimos también dejó su huella en el mundo de la tecnología.

Las guerras traen muerte, hambre y destrucción, entre otros elementos caóticos, pero también generan el uso de nuevas tecnologías de las que se beneficia el futuro. Uno de estos casos es el de la Segunda Guerra Mundial: aún en la actualidad, muchos inventos generados entre 1939 y 1945 son utilizados.

Y abarcan no solo las grandes situaciones, los hechos de vida o muerte, sino también otros del día a día, mínimos, pequeños, pero importantes.

Hagamos un repaso por 10 inventos que nacieron durante la Segunda Guerra Mundial y seguimos utilizando en el presente.

Cabinas presurizadas

B-29 Este tipo de aviones contó con cabinas presurizadas (Bettmann/Bettmann Archive)

El sistema de presión en cabinas se creó para el B-29 Superfortress, en 1944. Las secciones de la cabina y la nariz eran unidas a la popa con un largo túnel presurizado. Antes de su existencia, los tripulantes de los aviones sufrían de hipoxia, mal de altura y enfermedades por descompresión.

Las Jerrycan (contenedores de plástico para combustibles)

Jerrycan Contenedores de combustible (Interim Archives/Getty Images)

De origen alemán (los aliados llamaban Jerry a cualquier alemán), estos contenedores de combustible fueron mejorados por los estadounidenses usando la ingeniería inversa. Gracias a los norteamericanos, se usó un plástico más grueso, sumándole asas (cuenta con tres) para ser llevados por más personas y un mecanismo de liberación para un vertido suave y preciso del contenido.

Penicilina

Penicilina La creación de Alexander Fleming salvó millones de vidas en la Segunda Guerra Mundial (Bettmann/Bettmann Archive).

El científico escocés Alexander Fleming la descubrió en 1928, pero Estados Unidos la produjo en masa durante la Segunda Guerra Mundial, ayudando a salvar a varios heridos con el tratamiento médico. El fármaco redujo el dolor, aumentó las posibilidades de supervivencia y facilitó la labor de enfermeras y médicos. Solo para el Desembarco de Normandía, Estados Unidos produjo 2.3 millones de dosis. Tras la guerra, los civiles también tuvieron acceso al medicamento.

Motores a reacción

Motor a reacción Fábrica en Inglaterra (Daily Herald Archive/SSPL via Getty Images).

Aunque el ingeniero inglés de la Royal Air Force, Frank Whittle, presentó la primera patente para el motor a reacción en 1930, los alemanes fueron los primeros en volar un avión a reacción, días antes de la invasión de Polonia en 1939. Para 1941, los aliados los implementaron, aumentando su velocidad, pero con dificultades de manejo y uso de combustible. Después de la guerra se mejoraron enormemente.

Computadoras electrónicas

Harvard Mark 1 de IBM La Harvard Mark I de IBM, la primera computadora electromecánica, contaba con 760 mil ruedas y 800 kilómetros de cableado, 3.300 relés y más de 175 mil conexiones. (PhotoQuest/Getty Images)

Estados Unidos comenzó a desarrollar máquinas para hacer cálculos de trayectorias balísticas, dejando a un lado a los programadores que trabajaban a mano, para apelar a las máquinas. La IBM ayudó mucho a la industria norteamericana, y la teniente Grace Hopper, luego contralmirante, programó la máquina Mark I en Harvard para desarrollar el primer lenguaje computacional.

Radares

Radar El invento sirvió para ubicar a aviones y naves enemigos (Boyer/Roger Viollet via Getty Images)

Inglaterra creó el primer sistema de radar práctico en 1935, y para 1939 construyó una red de estaciones de radar en sus costas sur y este. Ayudaron a detectar barcos y aviones enemigos, disminuyendo la efectividad de los aviones alemanes durante sus bombardeos, ayudando a los cazas británicos a derrotarlos. Tras la guerra se amplió su uso al mundo civil y a la prevención contra huracanes.

El super pegamento

Superpegamento Un hombre utiliza superpegamento para trabajar con tapices (H. Armstrong Roberts/ClassicStoc)

Utilizando el cianoacrilato, que probó sin resultados positivos para crear lentes transparentes para las miras de las armas, el doctor Harry Coover se dio cuenta de las propiedades adhesivas del químico. Así nació el super pegamento, que luego llegaría en forma de aerosol.

Transfusión de plasma sanguíneo

Plasma sanguíneo Un médico norteamericano trata a un soldado en Italia (Wever/Getty Images)

El cirujano estadounidense Charles Drew estandarizó la producción de plasma sanguíneo para uso médico, con el fin de administrarlo a cualquier persona, sin diferencia del tipo de sangre. Varias vidas se salvaron gracias a su creación. El plasma es el componente líquido de la sangre donde se encuentran los glóbulos rojos, los leucocitos y las plaquetas, formado por agua y sales minerales.

Caucho sintético

Trabajador con un caucho Firestone Fábrica en Ohio (Alfred T. Palmer/Getty Images)

Elemental para las bandas de rodadura de vehículos y maquinaria, además de calzado, ropa y equipamiento de soldados. Cuando los japoneses se quedaron con los árboles de caucho en Asia en 1942, los científicos norteamericanos estudiaron alternativas sintéticas. Para 1944, las plantas del país produjeron unas 800 mil toneladas.

Horno microondas

Horno microondas Foto de 1946 (Paul Popper/Popperfoto/Popperfoto via Getty Images)

Se basó en la tecnología del radar. Cuenta la leyenda que Percy Spencer, uno de los ingenieros creadores del radar, probaba una máquina cuando el chocolate que tenía en el bolsillo se derritió. Luego experimentó con otros alimentos y con longitudes de onda más cortas, naciendo así el horno microondas. Su uso se popularizó en los hogares para la década de los 70.

Bonus: Cinta adhesiva

Fábrica en Inglaterra El uso del adhesivo ayudó a la mayor protección de los objetos en cajas (Fred Ramage/Getty Images)

Vesta Stoudt, una trabajadora de una fábrica de municiones de Illinois, creó la cinta adhesiva. El Ejército de Estados Unidos sellaba sus estuches con cinta de papel permeable, así que Stoudt utilizaba plástico pegajoso y duradero.

Con datos de History Channel, History Hit y Expert Reviews.

Imagen de portada: Soldado norteamericano en Okinawa Segunda Guerra Mundial

FUENTE RESPONSABLE: Fayer Wayer. Por Kiko Perozo. 17 de septiembre 2022.

Guerra/Historia/Ciencia/Tecnología/Medicina.

 

Menopausia: qué es la terapia de reemplazo hormonal y cuáles son sus riesgos y beneficios.

Desde sofocos y niebla mental, hasta dolores articulares e insomnio.

Los síntomas que acompañan a la menopausia así como la transición a esta etapa de la vida reproductiva de la mujer son muchos.

Pero para las mujeres que padecen algunos de ellos y sienten que le generan un deterioro en su calidad de vida, existe la opción de la terapia de reemplazo hormonal (también llamada simplemente terapia hormonal o terapia hormonal sustitutiva).

Si estás pensando en esta alternativa, te ofrecemos esta guía de preguntas básicas para entender qué factores debes considerar o tomar en cuenta.

¿Qué es exactamente la terapia de reemplazo hormonal?

A medida que las mujeres se acercan a la menopausia, sus niveles de la hormona estrógeno fluctúan y disminuyen.

El estrógeno tiene muchas funciones: ayuda a regular los ciclos menstruales, contribuye a la fortaleza de los huesos e influye en la temperatura de nuestra piel.

Mujer con sofocos

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Los sofocos es quizás uno de los síntomas más conocidos de la menopausia.

A medida que los niveles de estrógeno se vuelven inestables, pueden presentarse una variedad de síntomas como sofocos, sudores nocturnos, ansiedad y dolor en las articulaciones.

La terapia hormonal aumenta los niveles de estrógeno en el cuerpo de una mujer y puede ayudar a aliviar estos síntomas.

Las mujeres que la toman generalmente no lo hacen para siempre, solo para ayudar con la transición a la menopausia, y muchas de ellas dicen que eso marcó una gran diferencia en su bienestar.

La terapia hormonal sustitutiva también puede tener algunos beneficios adicionales, como ayudar a prevenir la pérdida ósea y las fracturas. Para las mujeres menores de 60 años, también puede ofrecer cierta protección contra las enfermedades cardíacas.

Es posible que también hayas escuchado sobre otros beneficios potenciales, como proteger la salud del cerebro y mejorar la piel y el cabello, pero hasta ahora la evidencia de esto es limitada.

Menopausia

¿Cómo se administra?

El tratamiento viene en muchas formas y tamaños, desde píldoras y parches hasta geles y anillos.

El ingrediente principal es el estrógeno, pero una de las formas más comunes es la terapia combinada, en la que el estrógeno se administra junto con una versión sintética de la hormona progesterona.

Agregar progesterona ayuda a proteger el revestimiento del útero, ya que el estrógeno por sí solo a veces puede aumentar la posibilidad de cáncer de útero.

El mejor tipo de terapia variará de una persona a otra y dependerá de los síntomas y estilos de vida. Generalmente, se empieza con la dosis más baja posible.

¿Cuál es la más indicada para mí?

La mayoría de las terapias hormonales tienen un impacto en todo el cuerpo. Pero algunas -como por ejemplo la Gina 10, que es la que se ofrece en Reino Unido en la farmacia sin necesidad de consultar con el médico- se usan solo vaginalmente, para aliviar síntomas en esta parte del cuerpo.

Farmacia

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. En Reino Unido, ahora se puede conseguir Gina 10 en la farmacia sin necesidad de consultar con el médico

Esto minimiza la cantidad de estrógeno absorbido por otras partes del cuerpo, pero significa que esos tratamientos no alivian otros síntomas como por ejemplo los sofocos.

¿Cuánto demora el tratamiento en hacer efecto?

Puede tomar hasta tres meses sentir los efectos completos, y es posible que se necesite ajustar o cambiar la dosis y el tipo de terapia hormonal.

La mayoría de los expertos recomiendan comenzar la terapia hormonal sustitutiva cuando se presentan los primeros síntomas de la menopausia.

La evidencia es mixta y limitada cuando se trata de comenzar después de los 60 años, aunque algunas mujeres experimentan alivio de los síntomas persistentes.

No hay límite de cuánto tiempo puede tomarse. Algunos apoyan la idea de continuar con la terapia durante muchos años, pero la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos para el Cuidado de la Salud de Reino Unido recomienda usarla en la dosis más baja y durante el menor tiempo necesario.

¿Cuáles son los riesgos?

A pesar de que en el pasado esta terapia tuvo mala prensa, se estima que sus beneficios superan los riesgos.

Dos estudios publicados a principios de la década de 2000 sugirieron que tenía más efectos perjudiciales que beneficiosos. Esto obtuvo una amplia publicidad y se redujo su uso.

Mujer brindando

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Según la Sociedad Británica de Menopausia el riesgo de cáncer es menor que beber más de dos unidades de alcohol al día o tener sobrepeso.

Algunos todavía son cautelosos, a pesar de la creciente evidencia de que el tratamiento puede ser útil.

Algunos tipos de terapia se han relacionado con un riesgo ligeramente mayor de cáncer. La combinada, por ejemplo, se puede asociar con un pequeño aumento en el riesgo de cáncer de mama.

Pero la Sociedad Británica de Menopausia estima que es un riesgo menor que beber más de dos unidades de alcohol al día o tener sobrepeso. Y el riesgo se reduce gradualmente después de suspender el medicamento.

Existe un pequeño riesgo de que se forme un coágulo de sangre cuando se toma. Sin embargo, esto también depende de otras cosas, como fumar, el peso y la edad.

El riesgo es menor si se usan parches cutáneos o un gel en lugar de tabletas.

El riesgo de un coágulo de sangre es mucho menor comparado con tomar la píldora anticonceptiva o con el embarazo.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

Muchos efectos secundarios tienen lugar dentro de los tres meses posteriores al inicio del medicamento. Pueden incluir:

  • sensibilidad en los senos
  • dolor de cabeza
  • náusea
  • indigestión
  • dolor de estómago
  • sangrado vaginal

Es común aumentar de peso a medida que se acerca la menopausia, pero no hay evidencia de que la terapia hormonal esté detrás de esto.

¿Quién no debería usar esta medicación?

Puede que no sea adecuada en estos casos:

  • si has tenido cáncer de mama, de útero o de ovario
  • presión arterial alta no tratada
  • si tuviste coágulos de sangre
  • enfermedad hepática
  • o estás embarazada

¿Qué otra cosa puedo hacer?

Hacer ejercicio regularmente puede ayudarte a dormir mejor, puede reducir los sofocos y mejorar tu estado de ánimo.

Una dieta saludable, reducir el consumo de café, alcohol, comidas picantes y dejar de fumar también puede ayudar con los sofocos.

Mujeres corriendo

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Ejercitar regularmente ayuda a lidiar con los síntomas de la menopausia.

Los ejercicios con pesas, el senderismo, las caminatas rápidas o el tenis, también ayudan a mantener los huesos fuertes.

Otros medicamentos como Tibolona, ​​que funciona imitando la actividad del estrógeno y la progesterona, o ciertos antidepresivos pueden ayudar. Pero estos también pueden tener efectos secundarios.

Es posible que hayas escuchado hablar de las hormonas bioidénticas. El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, por ejemplo, no las recomienda porque no están reguladas y no está claro qué tan seguras son.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 13 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/Medicina/Salud/Salud de la Mujer.

 

Lo que una lágrima puede decir sobre nuestra salud.

Normalmente, consideramos las lágrimas como un fluido que sirve para mantener húmedo el ojo y transmitir sentimientos. Así, podemos llorar cuando hace mucho frío, cuando se nos mete algo en el ojo o cuando estamos muy tristes o muy alegres. También pueden faltar si padecemos el síndrome del ojo seco.

Estas son algunas de las circunstancias en las que las lágrimas nos dan información sin necesidad de analizarlas.

Sin embargo, cuando las examinamos con detalle utilizando todas las tecnologías que tenemos a nuestra disposición, como los análisis de proteínas (proteómica) o de las grasas que tienen disueltas (lipidómica), nos proporcionan importantísimos datos sobre el funcionamiento de nuestro organismo.

Incluso nos podrían ayudar a diagnosticar enfermedades de forma precoz.

Nuestro grupo de investigación, que trabaja en el sistema visual, lleva investigando las lágrimas desde hace más de 20 años. Ahora sabemos muchas cosas de ellas gracias a las técnicas antes mencionadas.

Una valiosa fuente de información

Aunque el componente fundamental de la lágrima es agua salada, contiene otras muchas sustancias disueltas; fundamentalmente, una capa grasa secretada en la base de las pestañas por las llamadas glándulas de Meibomio, que están en el interior del párpado y desembocan en la superficie ocular.

Este componente se mezcla con el acuoso, excretado por las glándulas lacrimales y, al parpadear, se organiza de tal forma que la grasa queda en la zona superficial. Eso impide la evaporación de la parte líquida.

Asimismo, la lágrima está en contacto con la superficie ocular gracias a unas moléculas denominadas mucinas, que anclan la lágrima a la córnea (la parte transparente del ojo). Precisamente, la córnea es la parte más inervada del organismo -es decir, a donde llegan más terminaciones nerviosas-, por lo que las lágrimas tienen un contacto casi directo con el sistema nervioso.

Y, por último, la conjuntiva (parte blanca del ojo) está muy vascularizada, tiene abundancia de vasos sanguíneos. Por eso, si se liberan sustancias del sistema vascular, las podemos detectar también en las lágrimas, que bañan esta parte del órgano visual.

En resumen, podríamos decir que la lágrima está en contacto con los sistemas vascular, nervioso y glandular. Una gran fuente de información, pero en un volumen muy reducido.

¿Qué es y para qué sirve un biomarcador?

Los biomarcadores son moléculas biológicas que se encuentran en la sangre u otros líquidos o tejidos del cuerpo, y su presencia avisa de si el organismo funciona normalmente o no. Por tanto, se utilizan para predecir enfermedades.

Cuanto antes tengamos información sobre la alteración de algún marcador, antes podremos corregir o curar lo que la causa.

Todos entendemos que unos niveles altos en sangre de glucosa pueden ser indicativos de diabetes; los de colesterol, de enfermedades cardiovasculares; y los de PSA, de problemas prostáticos.

Esta medición, hoy muy común, podrá realizarse en el futuro mediante métodos menos invasivos que la extracción de la sangre, como el análisis de las lágrimas.

Un cerebro con Párkinson.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. El párkinson podría ser una de las enfermedades detectadas de forma precoz analizando las lágrimas.

En la actualidad, uno de los objetivos de la investigación biomédica es descubrir nuevos biomarcadores y encontrar la manera de detectarlos de forma rápida y fiable.

Debemos tener en cuenta que pronosticar una enfermedad no depende de la presencia o ausencia de esos indicios biológicos, sino de la cantidad en la que se encuentren, como sucede con los niveles de glucosa, colesterol, PSA, etc.

Por ello, los dispositivos capaces de detectarlos, deberán, además, discriminar de forma fiable la cantidad en la que se presentan.

¿Podremos detectar enfermedades a través de las lágrimas?

La respuesta es sí. Cada vez se identifican en ellas más biomarcadores predictivos, con capacidad de determinar la cantidad de esa molécula presente en el organismo.

En estos momentos, el análisis de la lágrima está en desarrollo para disponer de lo que se denomina point of care (diagnóstico inmediato), dispositivos que permiten analizar de forma sencilla y rápida alguno de esos marcadores.

Todos hemos visto el desarrollo rapidísimo de los test de covid. En realidad, ese tipo de tecnología ya estaba disponible; lo que se hizo durante la pandemia fue adaptarla al marcador específico de la cubierta del virus que se quería detectar.

En el caso de las lágrimas, probablemente sea necesario analizar más de un marcador simultáneamente y cuantificar su presencia para asegurarse de que nos hallamos ante verdaderos indicadores de una dolencia.

También habrá que tener mucho cuidado con la forma en que se recoge la lágrima y se traspasa al dispositivo de análisis.

Indicios de párkinson, enfermedad coronaria y cáncer de mama

Recientemente se han publicado varios artículos sobre la posibilidad de predicción o diagnóstico precoz de enfermedades analizando el fluido que segregan los ojos.

Así, nuestro grupo de investigación acaba de publicar un artículo donde hemos detectado varias moléculas candidatas a ser biomarcadores de párkinson. La esperanza es explorar otras que nos permitan identificar precozmente más dolencias neurodegenerativas, como el alzhéimer.

Una mujer se somete a una mamografía.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Las lágrimas podrían servir para diagnosticar el cáncer de mama.

Además, la identificación de un factor de crecimiento (G-CSF), procedente de la sangre, podría ayudar a pronosticar la enfermedad coronaria arterial, junto con otros marcadores típicos de los trastornos cardiovasculares y la combinación de parámetros como la edad, el sexo o el grosor de la conjuntiva.

Y en el apartado oncológico, varias publicaciones recientes indican la posibilidad de analizar las lágrimas para diagnosticar el cáncer de mama.

Un paso importante en este campo ha sido el diseño de un tipo de lentillas que se colocarían sobre el iris (la parte coloreada del ojo) de la persona. Disponen de unos pocillos microscópicos donde se deposita el líquido y que permiten hacer el test diagnóstico directamente en el ojo.

Tras ponerse a prueba en el laboratorio con lágrimas de pacientes, los investigadores han identificado marcadores relacionados con el cáncer de mama, aunque no han sido testadas directamente en personas.

El diagnóstico precoz de enfermedades a través de biomarcadores podría marcar el futuro de la biomedicina, y las lágrimas nos pueden dar las claves para poder predecir dolencias de forma no invasiva, pero aún necesitamos más investigación.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Elena Vecino Cordero.*Elena Vecino Cordero es catedrática de Biología Celular en la Universidad del País Vasco. Esta nota apareció originalmente en The Conversation y se publica aquí bajo una licencia de Creative Commons.12 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/Medicina/Salud/Investigación médica.

 

Tenemos una nueva pista para rejuvenecer al cerebro en su lucha contra el Alzhéimer: el LCR

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Un experimento realizado en ratones ha abierto una nueva vía de investigación en la lucha contra enfermedades como el Alzheimer. Se trata de un estudio llevado a cabo por un grupo de científicos en Europa y Estados Unidos que han logrado reavivar la memoria en ratones, y han dado cuenta de los resultados en la revista Nature. Según explican, la respuesta puede estar en una simple proteína.

El Alzheimer, mucho camino por recorrer. El Alzheimer es una enfermedad que afecta a millones de personas mayores y de la cual se sabe poco si se tiene en cuenta la atención que ha recibido de la comunidad científica. Uno de sus rasgos más distintivos es que causa estragos en la memoria de los pacientes. Por eso, este estudio ofrece una importante esperanza.

El equipo de investigadores logró mejorar la memoria en ratones mayores (ratones de 20 meses) tras inyectarles líquido cefalorraquídeo (LCR) extraído de ratones más jóvenes (10 semanas). Comprobaron que los ratones que habían recibido la trasfusión respondían mejor a los estímulos planteados.

LCR, un líquido clave para el cerebro y para su desarrollo. El LCR, también llamado líquido cerebroespinal, es el líquido en el que está “sumergido” el cerebro. Es el principal encargado (junto con la sangre) de proporcionarle los nutrientes que requiera. También influye en su desarrollo y crecimiento, si bien no está claro su rol en el envejecimiento del órgano.

Precisamente al estar relacionado con el desarrollo, la composición del LCR cambia con la edad. Determinadas proteínas relacionadas con este crecimiento y desarrollo desaparecen y son sustituidas por otras moléculas que componen el líquido.

Todo gracias a una simple proteína. Tras comprobar el efecto del LCR en los cerebros envejecidos el equipo trató de averiguar qué componente era el responsable, hallando la proteína Fgf7 (por Factor de crecimiento fibroblástico 17). Comprobaron no solo que la proteína tenía un efecto positivo sobre la activación cerebral en ratones mayores sino que su bloqueo también era perjudicial en ratones jóvenes.

La proteína Fcf17 es una de las 23 moléculas conocidas que componen la familia de los factores de crecimiento de fibroblastos (FCFs) involucradas, entre otras funciones, en el desarrollo normal de las células de los animales.

Resultados prometedores, como tantos otros, Aunque los resultados sean esperanzadores los expertos sugieren cautela, y que es habitual que descubrimientos sobre el Alzhéimer en ratones no logren ser transferidos a los humanos, como explica al diario El País el investigador Jesús Ávila. Por ahora hay multitud de vías abiertas pero seguimos sin remedio para esta enfermedad.

Imagen de portada: Vlad Sargu

FUENTE RESPONSABLE: Por Pablo Martínez-Juarez. Actualizado 13 de mayo 2022.

Sociedad/Salud/Alzhéimer/Medicina/Cerebro/Adultos mayores.

 

 

 

 

Tenemos una nueva arma contra la pérdida de memoria: un “disco duro” externo en forma de prótesis cerebral.

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A menudo vemos la tecnología como una amenaza para procesos cognitivos como nuestra memoria. Pero quizá también sea a través de la tecnología que podamos mejorar nuestra capacidad para retener información en nuestro cerebro. Un equipo de investigadores estadounidenses ha mostrado que unos electrodos implantados en el hipocampo han mostrado ser capaces de mejorar la memoria.

Una década de preparación. Tras un largo trabajo teórico en el estudio de cómo el cerebro forma las memorias y una fase de experimentación animal, un equipo de investigadores estadounidenses ha anunciado los primeros resultados del estudio en el que se ha logrado mejorar la memoria de participantes a través de prótesis cerebrales. Estos resultados fueron publicados en la revista Frontiers in Human Neuroscience.

Electrodos para estimular el cerebro. La prótesis consiste en unos electrodos de tamaño milimétrico que se introducen en el interior del cerebro. Concretamente en el hipocampo, una estructura en la zona central de este órgano vital, con forma de herradura y que suele ser asociada al olfato, memoria y orientación espacial.

Los electrodos tienen una doble función: por una parte, registran los impulsos eléctricos que se dan en esta región cerebral cuando se crea una nueva memoria; por otra, replican ese mismo impulso para hacer que esta memoria regrese a nuestro cerebro.

Dos modelos… Los investigadores diseñaron dos mecanismos de recuperación de memoria. Por una parte, uno “sencillo”, el Modelo de Decodificación de Memoria (MDM) que puede ser descrito como en el párrafo anterior: el implante registra la actividad cerebral en el momento en que la memoria se forma y después replica el impulso cuando ha de accederse al recuerdo.

El modelo multi-input, multi-output (MIMO) introduce un paso intermedio para así replicar más fielmente los procesos que se dan en el hipocampo: la actividad eléctrica fluye entre distintas capas esta región cerebral antes de extenderse a otras zonas del órgano.

Los investigadores estudiaron ambos modelos a través de implantes cerebrales en 24 participantes. Estos participantes eran pacientes con epilepsia que a modo de tratamiento contaban ya con electrodos implantados en el cerebro. Algunos de estos pacientes padecían lesiones cerebrales que afectaban a su memoria. Esta metodología implica que se debe ser cauteloso a la hora de extrapolar resultados a poblaciones generales.

…Y muchos tipos de cerebro. Sin embargo ésta es solo una primera aproximación. Los implantes utilizados tan solo eran capaces de compilar la información de entre 40 y 100 neuronas. Para crear una prótesis funcional, los electrodos tendrían que recabar y transmitir información entre números mucho mayores, cientos o miles de neuronas.

Otra limitación con la que se encontró el equipo es la diversidad en el funcionamiento del cerebro de los participantes. Ésta implica que las señales eléctricas compiladas por los implantes variaban de participante a participante.

Muchos detalles aún por explorar. Además de estas cuestiones, implementar estas prótesis en la práctica requerirá resolver otras incógnitas. Por ejemplo la de si los aparatos deben estar compilando información en todo momento o si tan solo deberían activarse en los momentos en los que tengamos que recordar aspectos concretos de nuestro día a día.

En relación a esto, los investigadores también plantean la cuestión de si sería conveniente que los aparatos funcionaran en nuestras horas de sueño. Todo esto implica que el camino por recorrer es largo. Más si a esto añadimos que el uso de cualquier tratamiento requiere una serie de ensayos para determinar con precisión su seguridad, eficacia y eficiencia.

Lucha contra el Alzhéimer

Los desarrolladores de esta tecnología esperan que pueda ayudar a la gente con problemas de memoria inducidos por lesiones o enfermedades como el Alzhéimer. Uno de los resultados del experimento puede interpretarse como un indicio positivo en esta dirección: los participantes con peor memoria fueron los  que más mejoraron al utilizar el aparato. 

Los investigadores aún no saben exactamente el porqué de este resultado, pero especulaban con la idea de que simplemente podría deberse a que tenían más más margen de mejora gracias al aparato. Podría ser también una buena noticia para todos, puesto que la memoria es una habilidad que todo el mundo pierde que mayor o menor medida por la edad.

El Alzhéimer es una enfermedad que se calcula afecta a 44 millones de personas en el mundo, unos 6 millones en España. No tiene cura y las últimas noticias en la lucha por erradicar esta enfermedad no han sido positivas. Por ello la medicina se centra hoy en día en atajar sus síntomas, como es precisamente el caso de la pérdida de memoria.

Imagen de portada: Mart Producción

FUENTE RESPONSABLE: Xataka.Por Pablo Martínez-Juarez. 8 de diciembre 2022.

Sociedad/Cerebro/Salud/Medicina/Alzhéimer/Implantes.