Cómo el teléfono de un adolescente ayudó a desmantelar una red de traficantes.

Seis miembros de una banda fueron encarcelados por traficar drogas a través de un adolescente. En lugar de procesar al chico, los detectives persiguieron a los adultos que lo controlaban.

Esta es la historia de los teléfonos móviles que destaparon el caso.

Es febrero de 2021 y un adolescente envía mensajes de texto a un contacto al que llama «Hombre» preguntando por un trabajo. Recibe una respuesta casi instantánea en la que se le informa de que hay trabajo y que viene acompañado de un teléfono nuevo.

Captura de mensaje de textos

«Necesito trabajo lo santes posible ¿Tienes trabajo?» / «Y también tengo un dispositivo listo ya (en lenguaje coloquial)».

Puede parecer un intercambio bastante inofensivo, salvo que el trabajo consiste en traficar con drogas y que el empleador, Wesley Hankin, un hombre de unos 20 años, se encuentra a cientos de kilómetros de distancia del chico de 14 años, en una celda de la cárcel de Dorset.

Durante las dos semanas siguientes, el chico viajaría por todo el país a las órdenes de una banda de narcotraficantes que utilizaba un número de teléfono conocido como TJ Line para ponerse en contacto con sus clientes.

Recorrido por Reino Unido

Su primer viaje, organizado por Hankin, fue a Liverpool para recoger el flamante teléfono.

El Nokia 105 fue un primer indicio de que la vida de gángster podía no ser tan glamurosa como el adolescente esperaba: sin aplicaciones, sin un sistema operativo sofisticado, solo barato, con mucha batería y bueno para enviar mensajes de texto y almacenar contactos.

Pero sería suficiente para ayudar a allanar el camino para el mayor proceso en ese condado contra una banda de trata de niños, de acuerdo con la Ley de Esclavitud Moderna.

Apenas 15 días después de empezar a trabajar para la banda, el chico fue detenido en el norte de Gales por vender heroína y cocaína por valor de 20 libras (unos US$25) a un agente de policía encubierto. Llevaba consigo cientos de envoltorios de heroína y crack valorados en casi US$3.000.

Los agentes ya estaban sobre la pista de los traficantes, pero para demostrar que la banda había traficado necesitaban conocer los movimientos del chico. ¿Con quién estaba en contacto? ¿Quién le llevaba y le alojaba?

Sería un caso complicado. En todo momento, el adolescente se negó a responder a las preguntas de los agentes, así que recurrieron a sus teléfonos incautados para reconstruir los hechos.

Los dispositivos abrieron una ventana al sombrío mundo de un niño traficante de drogas, controlado y explotado por delincuentes adultos.

Víctima más que criminal

Los datos del teléfono revelaron que el chico había reservado un gran número de taxis mientras se movía por Wigan traficando. Entre tanto, la sección de notas del Nokia registraba sus ingresos, sus deudas y cuánta droga le quedaba por vender.

En el pasado, el adolescente -cuyo nombre no podemos revelar por motivos legales- habría sido procesado por delitos de drogas y, sin duda, habría sido sustituido por otro soldado de a pie dispuesto a colaborar con la banda.

La policía y los fiscales optaron por la vía más difícil, y quizá más controvertida: la de tratarlo como víctima y perseguir a quienes lo habían estado controlando.

«Se trataba de un joven que había sido víctima de la trata en todo el noroeste», explica el comisario Simon Williams, de la policía de Gales del Norte.

«Probablemente corría más riesgos de los que él mismo creía. Así que, en mi opinión, era una víctima, no un agresor».

Retrato de Simon Williams

El comisario Simon Williams dijo que considera el uso de jóvenes traficantes de drogas como «abuso infantil».

En este tipo de casos en los que están implicados menores, se anima a la policía y a los fiscales a que intenten comprender el relato de los hechos que hace el propio menor. Es lo que se conoce como «la voz del niño».

Pero como el chico no quiso cooperar, explica el comisario Williams, los teléfonos servirían como la voz del niño.

«Una vez que tuvimos los primeros indicios del tipo de cosas que estábamos viendo en el teléfono, y el nivel de explotación, se hizo evidente que estábamos tratando con un niño pequeño vulnerable», afirma.

Los agentes descubrieron que en febrero de 2021 el chico -que vivía en un centro de acogida- había publicado en una red social su disponibilidad para ser traficante de drogas.

A continuación, un hombre se puso en contacto con él diciéndole que utilizara la aplicación de teléfono Snapchat, en la que los mensajes se borran de forma automática una vez leídos.

Poco después, Wesley Hankin se puso en contacto con él.

Hankin era un delincuente profesional que cumplía condena en la prisión de Portland, en la costa sur, por conspiración para suministrar heroína y cocaína y lesiones. Enviaba mensajes desde un móvil que le habían metido en la celda.

Wesley Hankin

FUENTE DE LA IMAGEN – POLICÍA DE GALES DEL NORTE. Hankin no fue acusado de tráfico, ya que la policía no encontró pruebas de que supiera que estaba dirigiendo a un niño.

Ese mismo día, el adolescente se escapó de casa y acabó en Wigan. Allí pasó una semana en diferentes direcciones, las llamadas casas trampa, propiedades utilizadas para almacenar drogas y traficar con ellas.

Los videos de su propio teléfono parecen mostrarle glorificando el estilo de vida en el que se había metido. En uno de ellos agita un cuchillo largo con filo de sierra y una porra.

En otro, manipula billetes de 10 y 20 libras, el producto de su tráfico. Se acerca a docenas de envoltorios de heroína y cocaína.

Cuando se le acabó la droga, las pruebas del Nokia muestran que fue enviado de vuelta a Liverpool para recoger más, dirigido de nuevo por Hankin desde su celda.

Para entonces, el recluso ya utilizaba un segundo móvil ilícito. El primero había sido encontrado en el suelo de su celda después de que las autoridades penitenciarias detectaran una señal telefónica.

Vicky Bannister

Vicky Bannister fue condenada a 18 meses de cárcel por su participación en el tráfico de niños.

Otras pruebas del Nokia del chico muestran cómo una de las integrantes de la banda, Vicky Bannister -que vivía en una de las casas trampa de Wigan- le enviaba mensajes de texto.

En los mensajes, la mujer de 34 años se refería con frecuencia a su pupilo como «chaval» y en uno de ellos se quejaba de que no estuviera con los clientes.

Text messages

Una vez que el adolescente terminó su trato en Wigan, lo trasladaron de nuevo. En un periodo de 10 días, lo condujeron a Liverpool, luego a Bedford y de nuevo a Liverpool, antes de ser enviado a Gales del Norte.

Acabó en la ciudad turística de Rhyl, que en repetidas ocasiones ha sido objetivo de bandas de narcotraficantes de fuera de la ciudad que se aprovechan de personas vulnerables.

El chico volvía a ser dirigido por adultos que trabajaban en la TJ Line.

Pero la policía estaba tras ellos y ya había realizado varias detenciones.

Vigilaban las actividades de la línea telefónica y un agente encubierto se hizo pasar por cliente.

El miembro de la banda Michael Hill, uno de los manipuladores del chico, envió al agente y a otros cientos de clientes un mensaje de texto en el que anunciaba el precio y la disponibilidad de drogas de clase A.

Mensajes de texto.

«En 20 minutos 2 por 15. 3 por 20. Recibe los pedidos ahora».

Cuando el agente llamó a Hill con su orden, él respondió:

Mensajes de texto.

«Enviaré a los niños».

El chico y otro adolescente realizaron la transacción en una cabaña del paseo marítimo de Rhyl.

Ese mismo día, Hill, el cuidador del chico, preguntó por la recaudación de la jornada:

Mensajes de texto.

«Dime cuánto tienes, hermano» / «410».

Dos días después, el chico fue enviado a la reserva natural de Cob, en las afueras de Rhyl. Tras vender más droga al agente de policía encubierto, fue detenido.

Abuso de menores

Aunque el chico estaba ansioso por participar y fue detenido con drogas de clase A, la policía defiende su decisión de tratarlo como una víctima.

«Era más importante protegerle como víctima y perseguir a los que se beneficiaban de la delincuencia», afirma el comisario Williams. «Lo consideramos abuso de menores».

A medida que se acumulaban las pruebas, siete miembros de la banda admitieron su culpabilidad, entre ellos Michael Hill, que se declaró culpable de conspiración para traficar y suministrar cocaína y heroína.

Hill fue encarcelado durante siete años y dos meses en el Tribunal de la Corona de Caernarfon.

El detenido, Wesley Hankin, admitió los delitos de drogas pero no fue acusado de tráfico, porque no había pruebas de que supiera que estaba dirigiendo a un niño.

La jueza Nicola Saffman le dijo: «Le dejaste acumular una deuda en tu organización y le enviaste mensajes de texto amenazadores».

En uno de ellos, Hankin acusó falsamente al niño de «trabajar con los federales» [la policía], lo que, según la jueza, «habría sido aterrador para él».

Hankin fue condenado a 10 años y dos meses de cárcel. También se le impuso una orden de alejamiento de 15 años por riesgo de esclavitud y trata, que constituye un delito penal si se incumple y le impone límites.

Otras tres personas, entre ellas Vicky Bannister, fueron condenadas en el juicio, que los altos mandos policiales esperan que conduzca a más procesamientos por esclavitud moderna. Bannister recibió una condena de 18 meses de cárcel.

Hay que centrarse en «quienes causan más daño a nuestras comunidades», afirma la inspectora Lindsey Billany, del Centro Nacional de Coordinación de Líneas Comarcales, que reúne a expertos de todas las fuerzas del orden.

Reconoce que las fuerzas policiales no siempre adoptan un enfoque coherente. Algunos siguen prefiriendo la tarea más fácil de presentar cargos por drogas en lugar de por tráfico.

Esto último «lleva un poco más de tiempo», aseguró la inspectora Billany, pero «tenemos que tomarnos ese tiempo para comprender quiénes son los autores y quiénes son las víctimas, de lo contrario seguiremos viendo más víctimas».

Cuando el chico fue detenido, la policía alertó al Ministerio del Interior a través del Mecanismo Nacional de Derivación (NRM) de que era una víctima potencial de la esclavitud moderna.

Fue uno de los 1.729 niños que ese año fueron señalados como sospechosos de ser explotados por bandas de delincuentes.

Aunque evitó ser procesado, el comisario Williams afirmó: «necesitará protección continua. Yo no me sentaría aquí y diría que ahora está completamente resuelto en cuanto a sus vulnerabilidades».

¿Y sus perspectivas a largo plazo?

«Me gustaría pensar que en el fondo apoya las medidas que hemos tomado». 

Y añadió que espera que el chico pueda dejar atrás este tipo de actividad y llevar una vida normal y segura.

Imagen de portada: BBC News

FUENTE RESPONSABLE: Michael Buchanan & Steve Swann. BBC News. 1 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Reino Unido/Narcotráfico/Tecnología/Infancia.

Ayotzinapa: 4 preguntas para entender el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en México que fue calificado como «crimen de Estado».

En la noche del 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa desaparecieron en la ciudad mexicana de Iguala, en el estado de Guerrero, y jamás se supo de ellos.

Desde entonces han pasado ocho años y la polémica continúa retumbando ante acusaciones de impunidad, corrupción y vínculos al narcotráfico en el crimen.

A la desaparición de los 43 se le conoce como el caso Ayotzinapa y es uno de los escándalos más mediáticos en la violenta historia del país.

Las últimas investigaciones lanzadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo califican como «crimen de Estado» e implican a funcionarios del «más alto nivel del gobierno» en el delito.

BBC Mundo te explica el caso y sus últimas consecuencias en cuatro preguntas.

1. ¿Cómo se produjo la desaparición de los estudiantes?

El estado de Guerrero, y en particular la ciudad de Iguala, es una zona clave en el trasiego de drogas y otras actividades ilícitas. Esto ha hecho que los enfrentamientos y colusión de intereses entre grupos delictivos e instituciones hayan sido frecuentes en las últimas décadas.

La Escuela Rural Normal de Ayotzinapa, por otra parte, tiene una larga tradición de lucha social y suele albergar a estudiantes de pocos recursos de las zonas marginadas del estado de Guerrero y otras regiones del país.

Mural en memoria de los 43 estudiantes desaparecidos en la Escuela Rural Normal de Ayotzinapa.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Esta escuela fue elegida en 2014 como sede para organizar una movilización a Ciudad de México para participar en las marchas del 2 de octubre de 2014, en conmemoración de la matanza de Tlatelolco ocurrida en 1968.

La última versión del gobierno indica que el 26 de septiembre decenas de estudiantes de entre 17 y 25 años se trasladaron a Iguala para hacerse con autobuses que pudieran llevarles días después a la capital.

La policía municipal recibió reportes de supuestos secuestros de autobuses y altercados protagonizados por los estudiantes. Entonces se produjo la confrontación y agentes dispararon contra los vehículos que transportaban a los estudiantes.

En apoyo a los municipales de Iguala también acudieron policías de Cocula, Huitzuco y Tepecoacuilco.

Dos alumnos murieron esa noche y un tercero apareció también sin vida y con signos de tortura al día siguiente.

Decenas de jóvenes fueron detenidos y liberados después, pero jamás se supo qué pasó con otro grupo de 43 estudiantes.

Solo los restos de tres de ellos han sido identificados.

2. ¿Qué decía la primera versión del caso, conocida como «verdad histórica»?

Según la primera versión oficial de entonces, divulgada durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, los desaparecidos fueron entregados aquella noche por policías municipales al grupo criminal Guerreros Unidos.

De acuerdo a esta versión, miembros de Guerreros Unidos confundieron a los jóvenes con integrantes de los Rojos, una banda rival, y los asesinaron para después incinerarlos en el basurero municipal de Cocula en Guerrero.

La investigación que llegó a estas conclusiones fue liderada por el ex procurador general de la República Jesús Murillo Karam y el jefe de investigación Tomás Zerón.

Esta versión, titulada como «verdad histórica», apuntaba que los estudiantes no habían acudido a Iguala por los autobuses, sino que su propósito era boicotear un acto de María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del entonces alcalde de la localidad José Luis Abarca Velázquez.

Abarca y Pineda se encuentran hoy en prisión y fueron acusados por el exfiscal Murillo Karam de estar detrás de la desaparición de los estudiantes y de colaborar con grupos criminales.

Sin embargo, esta «verdad histórica» fue puesta en duda desde el comienzo por familiares de víctimas, organismos nacionales e internacionales y la administración de AMLO que arrancó en 2018.

3. ¿Por qué la «verdad histórica» fue cancelada?

La versión fue desestimada por el Grupo Independiente de Expertos Internacionales (GIEI), que durante casi dos años analizó el expediente del caso y realizó su propia investigación.

Y organizaciones como Amnistía Internacional estimaron que la «verdad histórica» no había «atendido adecuadamente la línea de investigación», demostrando la existencia de «una enorme red de complicidades que involucran a autoridades en todos los niveles del Estado mexicano».

Desde el inicio de su mandato en 2018, AMLO se comprometió a «encontrar la verdad sobre la desaparición de los estudiantes» y a los pocos días anunció la creación de la Comisión de la Verdad del caso Ayotzinapa (CVAJ).

AMLO durante un reporte sobre el caso Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2020.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

En julio de 2020 la «verdad histórica» fue cancelada y el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, solicitó la captura de 46 exfuncionarios bajo acusaciones de desaparición forzada y delincuencia organizada. Entre ellos, el jefe de la investigación Tomás Zerón, quien se encuentra fuera de México.

Contra algunas de estas personas existían elementos para presumir alguna responsabilidad en el caso Ayotzinapa, dijo entonces el fiscal Gertz.

Pero en los casi seis años de la desaparición hasta entonces, los expedientes no se habían procesado.

«Es necesario dejar muy claro que estos delitos no habían sido ni investigados ni judicializados en las diligencias que en su momento realizó la PGR», dijo el fiscal Gertz Manero.

Ya en esta nueva etapa se descartó por completo la versión de que los estudiantes fueron incinerados.

Barranca del Carnicero en Cocula, donde fueron encontrados los restos de uno de los estudiantes desaparecidos.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. De los 43 estudiantes desaparecidos solo se han podido identificar los restos de tres de ellos.

4. ¿Qué dice el nuevo informe sobre el caso?

Las conclusiones preliminares de la CVAJ fueron finalmente presentadas este jueves 18 de agosto por Alejandro Encinas, subsecretario de derechos humanos del actual gobierno.

El informe estableció que en el crimen «concurrieron integrantes delictivos del grupo Guerreros Unidos y agentes de diversas instituciones del Estado mexicano».

«La creación de la ‘verdad histórica’ fue una acción organizada del aparato del poder, desde el más alto nivel del gobierno, que ocultó la verdad de los hechos, alteró las escenas del crimen, ocultó los vínculos de autoridades con el grupo delictivo y la participación de agentes del Estado, fuerzas de seguridad y responsables de la procuración de justicia en la desaparición de los estudiantes», dice el informe de la CVAJ.

Las primeras consecuencias no se hicieron esperar y este viernes detuvieron en México al exfiscal de la República Jesús Murillo Karam «por desaparición forzada y tortura en el caso Ayotzinapa».

Ex fiscal general de México Jesús Murillo Karam.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Murillo Karam fue detenido este viernes en México tras revelarse las conclusiones preliminares de la Comisión de la Verdad del caso Ayotzinapa.

Además, la Fiscalía anunció que se libraron otras 83 órdenes de aprehensión en el estado de Guerrero contra mandos militares y personal de tropa, policías locales y estatales y autoridades administrativas y judiciales, así como contra miembros del grupo criminal Guerreros Unidos por su presunta vinculación con el caso.

Veintiséis personas clave vinculadas han muerto por ejecución, accidente o muerte natural a lo largo de la investigación, lamentó Encinas durante la presentación del informe.

Además de concluir que la desaparición de los estudiantes constituyó «un crimen de Estado», el informe también apunta que:

  • Autoridades federales y estatales del más alto nivel fueron omisas y negligentes, existiendo elementos de presunción respecto de alterar hechos y circunstancias para establecer una conclusión ajena a la verdad de los hechos.
  •  
  • En todo momento las autoridades federales, estatales y municipales tuvieron conocimiento de la movilización de los estudiantes desde su salida de la Escuela Normal Isidro Burgos hasta su desaparición, y sus acciones, omisiones y participación permitieron la desaparición y ejecución de los estudiantes, así como el homicidio de otras seis personas.
  •  
  • El grupo delictivo actuó con un amplio número de sicarios y halcones, a partir de un mando central y al menos tres células de halcones y sicarios, con el apoyo de distintas policías municipales y agentes del Estado.
  •  
  • Existen indicios suficientes para que la FGR (fiscalía general de la República) inicie o continúe las indagatorias para el deslinde de responsabilidades en contra de integrantes de Guerreros Unidos, funcionarios municipales y funcionarios federales.
  •  
  • No hay indicio alguno que los estudiantes se encuentren con vida. Por el contrario, todos los testimonios y evidencias acreditan que éstos fueron arteramente ultimados y desaparecidos

El resto de conclusiones y más detalles del informe fueron publicados en los canales oficiales del gobierno de México.

La BBC no se hace responsable del contenido de enlaces externos.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 20 de agosto 2022.

México/Violencia/Violencia en América Latina/Narcotráfico

 

«Ciudadanos como rehenes»: el recrudecimiento de la violencia contra civiles por parte del narco en México.

Asesinatos indiscriminados de ciudadanos, quema de vehículos y de negocios con clientes en su interior, bloqueo de carreteras…

Durante varias jornadas de la pasada semana, México presenció conmocionado el caos incontrolable causado por el crimen organizado en diferentes estados del país.

Primero sucedió en Jalisco y Guanajuato, aparentemente como reacción al intento de las autoridades de capturar a un cabecilla del Cartel Jalisco Nueva Generación. Después en varias ciudades de Baja California, como la fronteriza Tijuana.

Y entre medias, el crimen campó a sus anchas por Ciudad Juárez, tras una batalla originada en prisión entre grupos locales rivales que después se extendió a la ciudad y acabó con un saldo de 11 muertos en la que la que la población civil fue el principal blanco de esta masacre. El gobierno mexicano desplegó al ejército para restablecer la seguridad.

Ante el gran impacto generado en el país, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusó esta semana a opositores y medios de comunicación de utilizar lo ocurrido para generar incertidumbre y desestabilización entre la ciudadanía, y aseguró que con nada menos que 196 asesinatos de viernes a domingo en todo el país, el pasado «fue de los fines de semana, aunque parezca increíble, con menos homicidios».

De hecho, este tipo de actos violentos en los que el crimen organizado exhibe su poder sin tapujos tomando el control de ciudades enteras no es nuevo en México.

Lo que preocupa cada vez más es que, lejos de centrarse únicamente en enfrentamientos entre grupos rivales o con las autoridades, la población civil resulta cada vez más vulnerable al quedar prácticamente como rehén en el centro de estas disputas y ser objetivo directo de una violencia atroz e indiscriminada.

Civiles como blanco del narco

«(Es) algo que no se había presentado y ojalá no se repita, porque se agredió a la población civil inocente, como una especie de represalia. No fue sólo el enfrentamiento entre dos grupos», dijo López Obrador hace unos días para destacar lo inédito de la situación.

Sin embargo, este no fue el primer ataque indiscriminado contra ciudadanos inocentes en México. Tampoco el más sangriento.

En 2008, ocho personas murieron tras la detonación de dos granadas en pleno centro de Morelia durante la celebración del Día de la Independencia. El año pasado, el crimen organizado asesinó a sangre fría a 14 civiles en Reynosa, también en la frontera norte.

Tienda incendiada en Ciudad Juarez

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS. Diversos negocios fueron incendiados en los ataques de la pasada semana.

«Ya hubo eventos de este tipo en el pasado, pero lo que sí estamos viendo es un recrudecimiento de la violencia contra civiles. La semana pasada fue asesinado un niño, vimos cómo incendiaban negocios con gente dentro, quemaban camiones… es innegable que esa violencia se está agudizando», le dice a BBC Mundo Javier Oliva, especialista en seguridad.

Lo realmente inédito de los últimos ataques, coinciden analistas, es que tantos episodios violentos se registraran en tan poco tiempo y sembrando el terror en diferentes estados del país.

«Llama la atención la sincronía de los acontecimientos. No digo que estén relacionados, pero sí es una capacidad de organización llamativa la de estos grupos de delincuentes», añade el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.

«Calentar la plaza»

El objetivo o motivos de los grupos criminales para llevar a cabo estos ataques a civiles no es uno solo.

Según declaró este lunes el subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía, en los acontecimientos de la semana pasada hubo «un propósito de propaganda criminal para buscar generar psicosis social».

«Las organizaciones criminales quieren sentirse fuertes y generan situaciones de violencia donde, a manera de publicidad, puedan estar mandando sus mensajes que aún son fuertes», coincidió el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

Disparos en un negocio en Ciudad Juárez

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS

Los carteles saben que el impacto de un ataque contra la población es mucho mayor y lo aprovechan para crear un auténtico escenario de caos y descontrol en ocasiones en que, como la semana pasada, se sienten amenazados por un operativo contra sus líderes.

Lo mismo ocurrió en 2019 durante el conocido «Culiacanazo» por la captura del hijo de quien fuera líder del cartel de Sinaloa, Joaquín «el Chapo» Guzmán, y su posterior liberación ante los extremos niveles de violencia desatados en el municipio.

«Quieren lanzar un mensaje triple: a las autoridades de ‘a mí no me tocas, y si lo haces reaccionaré fuerte como para inhibir tu acción’; a otras organizaciones rivales y a la población para decirles que ‘aquí somos el único poder que controla la ciudad'», explica Guillermo Valdés Castellanos, exdirector del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional de México (CISEN) que dio lugar al actual Centro Nacional de Inteligencia.

A la práctica de sembrar este caos en territorios dominados por grupos rivales se la conoce en el argot del narco como «calentar la plaza». El objetivo es atraer la atención de las autoridades para que manden más efectivos y entorpezcan así las actividades criminales de sus enemigos.

Familiares se abrazan a las afueras del penal de Ciudad Juárez donde se originó la pelea que después extendió su violencia a las calles.

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS. La batalla entre dos grupos locales encarcelados fue el origen de la masacre trasladada después a las calles de Ciudad Juárez.

«La justificación del crimen organizado hacia la sociedad para este tipo de actos es decir que si les dejan en paz, ellos no hacen nada. Pero que si el gobierno reacciona contra ellos, entonces todos sufrimos», dice Alberto Islas, experto en seguridad.

«Es su manera de hacerse las víctimas y de decir que si el Estado les deja trabajar, todo estará tranquilo. Cuando vemos realmente que la población de lugares donde hay crimen organizado sufre a diario extorsiones, pagan piso, trata de mujeres… La ‘normalidad’ para ellos es tener a ciudadanos como rehenes», agrega.

Resultados del «abrazos, no balazos»

Según el gobierno mexicano, si los grupos criminales quisieron mostrarse fuertes con estos últimos ataques fue debido a su supuesto «debilitamiento» logrado por la estrategia de seguridad que López Obrador popularizó bajo el polémico lema de ‘abrazos, no balazos’.

Esta táctica, con la que el actual mandatario pretende poner distancia de la conocida «guerra contra el narco» del expresidente Felipe Calderón, prioriza sobre la acción punitiva el mejorar las condiciones de vida de la población como forma de evitar que se integren en las filas del narco.

«Eso lleva trabajo. No es nada más el tener los elementos suficientes, las leyes severas, las amenazas de mano dura, ‘no me va a temblar la mano’, no. Es, aunque no les guste, abrazos, no balazos. Es más inteligencia que fuerza», insistió este miércoles el presidente.

Para demostrar sus resultados, López Obrador volvió a ofrecer una comparativa de los homicidios en México durante el primer y último año de gobiernos anteriores, que aumentaron en más de 192% y 59% en los mandatos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, respectivamente.

AMLO presumió de que la cifra en lo que va de año es más de 10% inferior a la que se contabilizó durante el mismo período de su primer año de gobierno en 2019. «Pero calculamos que podemos llegar a 15% a finales de año de disminución», vaticinó.

Sin embargo, lo que el presidente no subrayó es que el pasado junio se superaron en su mandato el número total de muertes violentas registradas durante todo el gobierno de Calderón. Y teniendo en cuenta que no dejará el poder hasta finales de 2024, el de AMLO se perfila como el sexenio más violento de la historia del país.

AMLO

FUENTE DE LA IMAGEN – GOBIERNO DE MÉXICO. AMLO comparó las cifras de homicidios del primer y último año de gobiernos anteriores con los de su mandato.

De hecho, radicalmente opuestos a la interpretación del gobierno, oposición y empresarios aseguraron que los últimos actos violentos demuestran precisamente el fracaso de la política gubernamental, y no lo contrario.

«No veo que se hayan debilitado los carteles principales en estos tres años y medio de gobierno. El discurso del gobierno minimiza una realidad muy compleja al querer hacer creer que su estrategia es correcta cuando estamos viendo una capacidad operativa muy clara de las organizaciones criminales», cuestiona Valdés Castellanos.

¿Cambio de estrategia del gobierno?

Algunos analistas expresaron también sus dudas ante si estos eventos pudieran ser la reacción del crimen organizado a un hipotético cambio en la estrategia de seguridad del Ejecutivo.

Este supuesto endurecimiento -no declarado oficialmente- podría ser una reacción a anuncios recientes como el plan para que la Guardia Nacional -creada en 2019 bajo un mando civil para garantizar la seguridad ciudadana- pase a formar parte de la Secretaría de Defensa, o la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero, uno de los hombres más buscados por Estados Unidos.

Pero el propio gobierno negó esta posibilidad de viraje en sus políticas. «La estrategia federal está dando resultados y cuando algo está dando resultados, no tiene por qué cambiarse», dijo el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

Negocio incendiado en Ciudad Juárez.

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS

El analista Islas coincide. «La respuesta del crimen organizado la semana pasada fue dura porque había un operativo contra un objetivo concreto, como ya ocurrió otras veces. Eso no es un cambio de tendencia de política pública».

En su opinión, la «inexistencia de políticas públicas reales» para desmantelar el crimen organizado es visible en la poca capacidad de reacción de las policías locales ante los últimos sucesos.

O como cuando la propia alcaldesa de Tijuana lanzó un mensaje al crimen organizado la semana pasada para «que cobren las facturas a quienes no les pagaron lo que les deben, no a las familias». «Es un llamado de desesperación, cuando ella tenía que estar tomando las acciones para que esto no suceda», dice Islas.

El ejército y la Guardia Nacional patrullan en Tijuana

FUENTE DE LA IMAGEN – EPA. El ejército y la Guardia Nacional patrullaron en ciudades como Tijuana tras los sucesos.

«La lógica de estas organizaciones que quieren más territorio es aterrorizar a la población y matar inocentes si es necesario. Lo que no es lógico es que el gobierno no sepa cómo reaccionar y evitarlo», cuestiona Valdés Castellano.

Para el experto, el caos visto en México la semana pasada con la población civil como víctima «es síntoma de la permisividad generada por la política de seguridad del gobierno y demuestra que las organizaciones criminales se sienten cómodas y poco presionadas ante una reacción nula o muy tardía de las autoridades».

«Ojalá no sea así, pero las condiciones están dadas para que sigan sometiendo a la población civil», concluye.

Imagen de portada: REUTERS. La población civil fue la principal víctima de los múltiples episodios violentos que el crimen organizado llevó a cabo la semana pasada en México.

FUENTE RESPONSABLE: Marcos González Díaz. Corresponsal de BBC News Mundo en México. 2 horas.

América Latina/Violencia en México/Narcotráfico

La fuga de Pablo Escobar, 30 años de una afrenta del narcotráfico a Colombia.

La fuga hace 30 años del jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar, de La Catedral, la lujosa prisión que él mismo mandó construir en una montaña cercana a esa ciudad, es una de las mayores afrentas de Colombia, porque fue la demostración de que el narcotráfico permeó la política, la economía, la justicia, la Policía y el Ejército.

Así lo asegura en una entrevista con Efe el escritor Rafael Ballén, autor de La fuga de Pablo Escobar (Ícono Editorial), una novela que recoge ese episodio y que tiene como base una investigación que hizo cuando fue procurador delegado para las Fuerzas Militares.

En el libro podemos encontrar la «descripción de una sociedad corrupta como esa sociedad de los años 70, 80, 90. Fue una sociedad corrupta en todos los estamentos: las autoridades locales regionales y nacionales, en todas partes fue tocada esa sociedad por el dinero del narcotráfico», asegura el autor. 

En 270 páginas el autor también incluye la parte humana del líder político Luis Carlos Galán, asesinado en agosto de 1989, magnicidio atribuido por la justicia a una alianza del Cartel de Medellín con sectores políticos y agentes estatales contrarios a la figura de la extradición, que el político asesinado defendía. «Ahora, el jueves 21, se están cumpliendo los 30 años de la fuga, de esa afrenta que tuvo la sociedad y el Estado colombiano de ver cómo un señor había construido su propia cárcel, se había metido allí y vivía como un rey, con su gente, y hacía grandes bacanales y en el momento que quiso irse de La Catedral se fue«, dice Ballén.

El libro también recoge la relación de Pablo Escobar con las mafias de Estados Unidos, así como el cronograma de la fuga minuto a minuto, desde las 3.30 de la tarde del 21 de junio de 1992 hasta las 11.20 de la noche, todo contado por sus protagonistas.

Pablo Escobar Gaviria, el narcotraficante más temido de Colombia, se entregó a la justicia el 19 junio de 1991 y se fugó de La Catedral 405 días después, el 21 de julio de 1992. 

La Catedral, que antes era un centro de rehabilitación para drogadictos, fue ocupada por Escobar y nueve de sus más cercanos lugartenientes tras sellar un acuerdo con el entonces presidente colombiano, César Gaviria, por el que el jefe del cartel de la droga aceptó ir a la cárcel a cambio de que el Gobierno revocara un tratado de extradición con Estados Unidos.

Respecto a la fuga, «la opinión pública en este momento no sabe si fue a las 11 de la noche o fue al día siguiente, el 22. Realmente fue el día 21 a las 11 de la noche, cuando la neblina estaba muy espesa y se comía toda la luz de los faroles o de las bombillas que había alrededor de La Catedral», asegura Ballén, autor de más de una docena de libros entre ellos Cenizas, La vida ejemplar de Constantina y Travesías de sangre.

Tirofijo: De cuerpo entero y La fuga de Pablo Escobar hacen parte de una saga de cinco libros sobre el conflicto armado colombiano que Ballén, abogado y doctor en Derecho por la Universidad de Zaragoza, ha estudiado por más de 30 años.

Ballén recuerda que Escobar decidió dejar «su hotel de lujo» porque supo que el Gobierno colombiano lo iba a cambiar de sitio de reclusión al comprobar que seguía delinquiendo desde La Catedral, pues desde allí movía su emporio criminal, asesinaba a sus enemigos, recibía visitas de políticos, artistas, reinas de belleza y hasta jugadores de fútbol. 

La prisión, hecha a la medida del capo, le daba vista sobre Medellín, porque estaba en una montaña del caserío La Catedral, que hace parte de Envigado, ciudad cercana a la capital de Antioquía. Tenía lujosas habitaciones, múltiples salas de juegos, gimnasio, casas de muñecas, una cascada natural y hasta cancha de fútbol, todo con costosos acabados y cercada con malla electrificada, que hizo del lugar una fortaleza para el capo.

Según Ballén, antes de lo ocurrido en La Catedral, Colombia también sufrió otra afrenta, de la que se cumplen 40 años, pues sostiene que Escobar fue elegido congresista cuando se sabía que era narcotraficante, ya que en 1977 fue detenido por transportar 39 kilos de cocaína en el departamento de Nariño. 

Sin embargo, Escobar recorrió los pasillos del Congreso de la República al resultar elegido como suplente de Jairo Ortega, representante a la Cámara por el departamento de Antioquía (noroeste). «El país ha sufrido muchas afrentas (…) pero creo que la mayor humillación que tuvo Colombia en esos años fue su elección como congresista en el año de 1982», asegura Ballén.

Pese a las tres décadas de la fuga de Escobar y sus hombres, Ballén considera que los implicados en el caso deben decir la verdad de lo que pasó en esa época. «Muy bueno sería que se diga la verdad», subraya Ballén, quien insiste en que «la sociedad colombiana aguanta, acepta que se diga la verdad» para pasar esa oscura página de la historia con el compromiso de «trabajar por un Estado nuevo».

Imagen de portada: Pablo Escobar

FUENTE RESPONSABLE: Zenda. Apuntes, Libros y Cía. Editor: Arturo Pérez-Reverte. 25 de julio 2022

Sociedad y Cultura/Narcotráfico/Colombia

 

Kinahan, el cartel irlandés que es comparado con los grupos criminales más poderosos del mundo.

Fue en junio de 2021 cuando el Rey de los Gitanos lo confirmó en sus redes sociales.

«Recién cuelgo el teléfono con Daniel Kinahan. Me acaba de informar de que fue acordada la mayor pelea de la historia del boxeo británico».

Tyson Fury, conocido como el Rey de los Gitanos, campeón mundial de los peso pesados, confirmaba así su pelea con Anthony Joshua.

«Para los aficionados británicos del boxeo, no podía haber una mejor noticia. Los dos mejores boxeadores de peso pesado del mundo lucharían por ser el campeón mundial indiscutible», recuerda el periodista de la BBC Darragh MacIntyre.

«Pero Tyson Fury no solo había dado a los aficionados la noticia que querían oír. También había revelado uno de los secretos más oscuros del boxeo. El hombre al que dio las gracias tres veces en su video de 55 segundos es, supuestamente, uno de los principales mafiosos de Europa, cuyo cartel trafica con drogas, armas y asesinatos», añade MacIntyre.

El hombre mencionado por Tyson Fury era Daniel Kinahan, una de las siete personas sobre las que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones el pasado mes de abril por ser parte del cartel de Kinahan, una organización acusada por Washington de estar detrás de actividades ilegales en Irlanda, el Reino Unido, España y los Emiratos Árabes Unidos.

La prensa británica los ha comparado con la mafia italiana y con los Zetas en México.

Pelea de clanes

El subsecretario estadounidense de Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson, declaró que la banda «introduce en Europa narcóticos mortales, incluida la cocaína, y constituye una amenaza para toda la economía lícita por su papel en el blanqueo internacional de dinero».

Además de Daniel Kinahan, otros dos sancionados son su padre Christopher y su hermano del mismo nombre. Todos tienen sus tarjetas de crédito y débito congeladas en EE.UU., así como cualquier dinero que pudieran tener en bancos de ese país.

La Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA) también ha ofrecido recompensas de hasta US$5 millones por información que conduzca a la detención de cualquiera de los tres Kinahan.

Daniel Kinahan

FUENTE DE LA IMAGEN – SOLARPIX. Daniel Kinahan atribuye las acusaciones a su éxito en el mundo del boxeo.

Los medios de comunicación irlandeses han informado de que tiene prácticamente el monopolio de la importación de cocaína peruana a Europa y controla alrededor de un tercio del comercio total de la droga en el continente.

Pero no está en juego solo el tráfico de drogas. La comunicación del Departamento del Tesoro se refiere a este cartel como una «organización asesina».

Desde el año 2016, el grupo se ha visto envuelto en una sangrienta guerra con la banda rival Hutch en Dublín y España, con el resultado de al menos 18 muertos.

El incidente más recordado de este enfrentamiento ocurrió en febrero de 2016 en el hotel Regency de Dublín cuando un intento de asesinato contra Daniel Kinahan dejó un muerto y dos heridos.

El hotel era la sede elegida por la empresa deportiva de Kinahan dedicada al boxeo -MGM- para organizar un torneo pugilístico: «Choque de Clanes».

Un año después, según sus propias palabras, Kinahan habría terminado su vínculo con MGM -representante de varios boxeadores de primer nivel-, pero las palabras de Tyson Fury revelaron que el vínculo entre él y este deporte seguía vigente.

Sin condena

Tras el video de Fury, el programa Panorama de la BBC investigó la implicación de Daniel Kinahan en la cúpula del boxeo, lo que llevó a pedir una regulación más estricta.

Kinahan respondió que su éxito en el mundo del boxeo «ha provocado una mayor campaña» en su contra.

«Me he dedicado a mi trabajo en el boxeo durante más de 15 años. Me enorgullece decir que he ayudado a organizar más de una docena de grandes combates por el título mundial», dijo Kinahan y añadió:

«No formo parte de una banda criminal ni de ninguna conspiración. No tengo ninguna condena».

Tyson Fury y Anthony Joshua

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. La pelea entre Tyson Fury (izq.) y Anthony Joshua (der.) aún no se ha realizado.

El equipo de la BBC que produjo el programa recibió amenazas tras la difusión de la historia. Kinahan también negó estar vinculado con estas amenazas.

Panorama le preguntó a Fury si Kinahan seguía siendo su asesor, pero no obtuvo respuesta.

Redadas en España

En 1986, Christopher Kinahan, padre de Daniel, fue arrestado por tráfico de heroína.

«Él operaba desde una casa segura, un departamento lujoso que estaba en el centro de la distribución de heroína en casi todo Dublín», le dijo a la BBC Michael O’Sullivan, quien realizó el arresto.

Christopher Kinahan fue condenado en Irlanda a 6 años y luego siguieron otras sentencias en Países Bajos y Bélgica.

Pero como escribe el periodista de la BBC Darragh MacIntyre, ese tiempo fue utilizado por el padre de Daniel para «incrementar su lista de contactos, generando lo que sería conocido entre distintas fuerzas de seguridad como el Grupo Criminal Organizado Kinahan (KOCG por sus siglas en inglés)».

Para 2010, el KOCG había radicado sus operaciones en Marbella, sur de España. En mayo de ese año las autoridades de ese país -con la ayuda de la policía irlandesa, británica y holandesa- lanzaron una serie de redadas que derivaron en los tres Kinahan detenidos, varios asociados arrestados, casas y coches de lujo confiscados.

Daniel Kinahan arrestado

FUENTE DE LA IMAGEN – BBC / SOLARPIX. Daniel Kinahan deja un tribunal español en 2010.

Pero toda la operación española, que se extendió por 10 años, no derivó en ninguna condena para Daniel Kinahan.

Los periodistas Stephen Breen y su colega Owen Conlon llegaron a tener en sus manos una copia de los archivos policiales y escribieron The Cartel, un estudio sobre las actividades de los Kinahan.

«Sus redes de blanqueo de dinero eran globales e incluían propiedades por valor de más de 500 millones de euros en el norte de Brasil», dijo Breen a la BBC.

«El dinero se enviaba a Chipre, a Lichtenstein, a Suiza, a Panamá, todo para ocultar el dinero del cartel», añadió.

Sin pelea

¿Pueden las sanciones de Washington tener más posibilidades de terminar con las actividades de este cartel que las acciones de las fuerzas de seguridad españolas?

Para el editor de Seguridad y Crimen del diario The Irish Times, «es muy probable que continúen con su negocio internacional de drogas», pero algo sí puede cambiar.

«Ahora les será imposible, o ciertamente mucho más difícil, hacer tratos -incluso a título no oficial- para combates de boxeo muy lucrativos, porque la mayoría de ellos tienen un componente estadounidense, incluidos los tratos de transmisión», escribió Conor Lally.

«En resumen, cuando los estadounidenses ponen una recompensa de 5 millones de dólares por ti, te estigmatiza a nivel mundial. Será muy difícil para Daniel Kinahan seguir afirmando que sólo es un hombre de negocios que intenta abrirse camino en el mundo», concluyó el periodista.

Kinahans

FUENTE DE LA IMAGEN – PA MEDIA. El gobierno de Estados Unidos ha ofrecido una recompensa por información que lleve al arresto de tres Kinahans o que pueda afectar su organización.

La primera repercusión de las sanciones estadounidenses llegó pocos días después, cuando el gobierno de Emiratos Árabes Unidos decidió congelar los bienes vinculados a este grupo.

El primer ministro de la República de Irlanda, Micheál Martin, celebró la medida y dijo que ilustraba el poder del trabajo conjunto entre países «para poner presión a estos grupos criminales y reducir de forma significativa sus actividades».

Por último, la pelea entre Fury y Joshua no se ha realizado ni tiene fecha de realización.

Imagen de portada:AFP. El tiroteo en el hotel Regency de Dublin en 2016 puso al grupo Kinahan en la portada de los diarios del mundo.

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 20 de julio 2022.

Sociedad y Cultura/EE.UU./Irlanda del Norte/Narcotráfico/Boxeo

 

Aumentan los actos violentos por el «paro armado» del Clan del Golfo en Colombia.

Después de la extradición esta semana a Estados Unidos de alias Otoniel, la organización criminal que el lider narco dirigió, el Clan del Golfo, tomó represalias e inició un «paro armado».

En cuatro días que llevan los ataques violentos, se han reportado seis muertos y 180 vehículos atacados en diferentes carreteras del país.

En redes sociales han circulado fotos y videos de varias poblaciones en las que aparecieron grafitis alusivos a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), como también se conoce a la organización criminal.

La prensa local, por su parte, compartió partes del comunicado firmado por las (AGC), en el que anuncian que en los departamentos de Antioquia, Chocó y Córdoba «todas las actividades sociales, económicas, educativas y culturales quedan suspendidas» hasta el próximo 10 de mayo.

Durante los ataques conocidos en Colombia como «paros armados», los grupos criminales bloquean vías, restringen la libre movilidad y envían mensajes amenazantes que obligan el cierre de establecimientos comerciales y la suspensión de clases en colegios y universidades.

GETTY IMAGES. Han empezado a aparecer grafitis alusivos a la organización criminal.

En respuesta a los hechos, el ministro del interior, Diego Molano, asistió a consejos de seguridad regionales en las zonas más afectadas.

Molano reveló que Wilver Giraldo, alias ‘Sipoas’, y Jesús Ávila Villadiego, alias ‘Chiquito Malo», asumieron el liderazgo del grupo criminal después de la captura de Otoniel en 2021.

Molano anunció, también, que han aumentado la recompensa por cada uno de los cabecillas.

Aunque no ha habido garantía de seguridad para los habitantes de las zonas más afectadas, el Ejercito ha empezado a escoltar caravanas de vehículos en nueve carreteras del país, con el fin de evitar que sean atacados por la organización criminal.

El Clan del Golfo

También llamado Autodefensas Gaitanistas, Los urabeños o Clan Úsuga, el Clan es una de las principales organizaciones criminales de Colombia y se dedica al narcotráfico y la minería ilegal.

De acuerdo con un reporte de la Policía Nacional y la Fundación Paz y Reconciliación, la organización criminal tiene presencia en 211 de los 1.103 municipios que hay en el país.

Se estima que más de mil hombres actuaban bajo el liderazgo de alias Otoniel, la mayoría de ellos exmiembros de la extinta guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL) y las autodefensas.

Y eso tiene una explicación. El propio Otoniel hizo parte del EPL y, cuando este grupo guerrillero se desmovilizó en 1991, decidió cambiar de bando: se hizo miembro de las autodefensas que ocuparon la región de Urabá, en el noroccidente de Colombia.

Otoniel, cuyo nombre es Darío Antonio Úsuga David, fue extraditado esta semana a EE.UU y se declaró no culpable ante un fiscal federal en Nueva York, renunció a solicitar libertad bajo fianza y espera enfrentar un juicio con jurado.

Quién es Otoniel, el poderoso narcotraficante colombiano que fue extraditado a EE.UU.

GETTY IMAGES. Otoniel al ser extraditado a EE.UU.

Esta nota fue publicada con motivo del arresto de Otoniel en octubre de 2021 y actualizada ahora con su extradición a EE.UU.

raya

Este jueves, en su primera comparecencia en un tribunal tras ser extraditado a Estados Unidos, Otoniel, quien fuera el narcotraficante más buscado de Colombia, se declaró no culpable.

Dairo Antonio Úsuga David —su verdadero nombre—, el jefe del poderoso Clan del Golfo, está acusado entre otros cargos de «liderar una empresa criminal continuada» entre 2003 y octubre de 2021, cuando fue capturado en su país.

Y también de «participar en una conspiración internacional para fabricar y distribuir cocaína, a sabiendas y con la intención de que las drogas serían importadas ilegalmente a Estados Unidos».

Vestido con un mono de color naranja y con mascarilla y a través de su abogado, Arturo Hernández, renunció a solicitar su libertad bajo fianza mientras comienza el juicio y pidió que el proceso sea con jurado.

Otoniel, esposado y vestido con un overol de color gris, fue entregado este miércoles por la policía colombiana a agentes de EE.UU. y de la Interpol, que lo recibieron a bordo de un avión de ese país.

Fue detenido en octubre de 2021 luego de casi una década de intensa búsqueda.

«Colombianos, quiero informarles que ha sido extraditado Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel. Este delincuente es solamente comparable con Pablo Escobar, no solamente se trata del narcotraficante más peligroso del mundo sino de un asesino de líderes sociales, abusador de niños, niñas y adolescentes, asesino de policías y uno de los más peligrosos criminales del planeta», dijo este miércoles el presidente de Colombia, Iván Duque.

A Otoniel, de 50 años, lo detuvieron el año pasado en el municipio de Necoclí, en el noroeste de Colombia, en una operación conjunta en la que participaron más de 300 uniformados del Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional desplazados en más de una veintena de helicópteros.

«Es el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en nuestro país. Este golpe es solamente comparable con la caída de Pablo Escobar en los años 90», dijo entonces al celebrar la noticia el presidente Duque.

En 2015, las autoridades colombianas iniciaron un operativo para capturar a Otoniel en el que participaban unos 1.200 efectivos pertenecientes a los grupos élite mejor preparados del país, más del doble de los 500 que en su momento llegaron a estar rastreando a Escobar.

En cuanto al Clan del Golfo, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, dijo en octubre que se había convertido en los últimos años en «la mayor amenaza» debido a que «el mayor número de toneladas de coca que sacaba Colombia hacia mercados de EE.UU. y Europa era manejado y articulado» por esta organización criminal.

Según la prensa colombiana, contra Otoniel había una circular roja emitida por Interpol por homicidio múltiple, secuestro múltiple y concierto para delinquir, entre otros delitos. Además, es objeto de más de 120 procesos judiciales abiertos por todo tipo de delitos.

Otoniel subiendo al avión al ser extraditado

GETTY IMAGES. Hay más de un centenar de procedimientos jurídicos abiertos contra Dairo Antonio Úsuga David.

El traslado de Otoniel este miércoles a la base militar de Catam, anexa al aeropuerto internacional El Dorado, en Bogotá, tuvo características de espectáculo cinematográfico, con una caravana de tanquetas flanqueadas por decenas de policías en motocicleta.

Al bajar de una tanqueta en la pista aérea, se vio a un Otoniel esposado y encadenado de pies y manos, con chaleco y casco blindados, custodiado por decenas de agentes.

Una polémica extradición

La extradición fue posible después de que el Consejo de Estado, máximo tribunal de lo contencioso administrativo de Colombia, levantara una medida cautelar concedida a organizaciones de víctimas que querían impedir esa entrega a Estados Unidos, pues consideran que Otoniel debería responder primero por sus crímenes aquí.

Un militar junto a alias Otoniel.

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS. La captura de Otoniel requirió un enorme operativo de seguridad.

Después de su captura, «Otoniel» declaró varias veces ante la Justicia Especial para la Paz (JEP), que juzga los crímenes cometidos por los distintos actores del conflicto armado, y suministró más de 60 nombres de militares, políticos, funcionarios y empresas que supuestamente tuvieron tratos con los paramilitares.

Por esa razón, desde diversos sectores se reclamaba que el jefe del Clan del Golfo no fuera extraditado tan rápido a Estados Unidos, pues se considera que aún guarda secretos y tiene mucha información que puede aportar a la justicia colombiana para ayudar a esclarecer crímenes del conflicto.

«Que afán tan impresionante el del gobierno de extraditar la verdad de Otoniel a USA. Muertos del susto. Los colombianos tenemos derecho a saber quienes son los cómplices de todos sus crímenes», escribió en su cuenta de Twitter el exministro de Interior Juan Fernando Cristo.

Sin embargo, el presidente Duque dijo hoy que la extradición no impedirá que los crímenes queden impunes en el país, pues «deberá seguir colaborando con las autoridades colombianas que lo requieran en sus investigaciones y pesquisas».

«Este bandido fue extraditado para cumplir las penas de narcotráfico en los Estados Unidos pero quiero dejar claridad que, una vez cumpla estas condenas, regresará a Colombia a pagar por los crímenes que cometió en nuestro país», aseguró Duque.

Alias Otoniel fue entregado en Bogotá a agentes de Estados Unidos

GETTY IMAGES. Alias Otoniel fue entregado en Bogotá a agentes de Estados Unidos.

Una historia de violencia

La vida de Otoniel puede verse como una acumulación de capas geológicas de la historia de la violencia en la Colombia de las últimas décadas.

Nació en Antioquia a principios de la década del 70 y a los 16 años se sumó junto a su hermano a las filas del desaparecido movimiento guerrillero Ejército Popular de Liberación (EPL).

Luego junto a su hermano Juan de Dios Úsuga David, alias «Giovanni», se vinculó a las FARC y más adelante, en lo que parece un giro de 180 grados, a los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia.

En 2005 ese grupo se desmovilizó (dejó las armas), pero los hermanos se unieron a las filas del jefe narco Daniel Rendón Herrera, alias «Don Mario».

Don Mario, tras ser arrestado en 2009.

GETTY IMAGES. La captura de Don Mario dejó a los hermanos Úsuga David al frente del Clan del Golfo.

Cuando éste fue capturado en 2009, Otoniel y Giovanni quedaron a cargo de la organización.

Otoniel se convirtió en líder máximo cuando su hermano murió a manos de la Policía Nacional durante un asalto a una «narcofiesta» de fin de año, el 1 de enero de 2012.

De familia a cartel

Considerado como un gran cartel, el Clan del Golfo era conocido inicialmente como los Urabeños, por la región del Urabá donde opera, aunque sus tentáculos se extienden a gran parte del país y más allá (miembros del grupo han sido capturados en Brasil, Argentina, Perú, España y Honduras).

En su núcleo ha estado un clan familiar, los Úsuga, al que no solamente han pertenecido Otoniel y Giovanni sino también varios primos y otros familiares cercanos.

Helicóptero de la Policía de Colombia

GETTY IMAGES. La Policía de Colombia distribuía panfletos desde helicópteros para pedir ayuda a los ciudadanos para capturar a los líderes del Clan del Golfo.

Por ejemplo, Francisco José Morelo Peñata, alias «El Negro Sarley» (muerto en una operación policial en abril de 2013), tenía una relación sentimental con una de las hermanas de Otoniel, según la policía, y era el segundo de la organización tras la muerte de Giovanni.

La encargada de las finanzas del grupo era la pareja de Otoniel, Blanca Senobia Madrid Benjumea, alias «La Flaca», quien fue capturada en 2015.

Y quien era señalado por la policía como el contacto con los carteles mexicanos y el encargado de manejar la coordinación del tráfico de drogas hacia Centroamérica era un sobrino de Otoniel e hijastro de El Negro Sarley, Harlison Úsuga, alias «Pedro Arias», también apresado en 2015.

En agosto pasado, el gobierno de Colombia autorizó la extradición a Estados Unidos de Alexander Montoya Úsuga alias ‘El Flaco’, un primo de Otoniel que había sido capturado en 2012 en Honduras.

El departamento de Justicia de Estados Unidos ha calificado al Clan del Golfo como «una de las más importantes organizaciones de crimen organizado transnacional» que amenazan ese país.

Por otra parte, desde los tiempos en que eran conocidos como los Urabeños, el Clan del Golfo ha distribuido panfletos en los que se hacen llamar como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, lo que es considerado por la prensa colombiana como un ardid para ocultar sus verdaderos fines.

Permanente evasión

Los fuertes vínculos familiares, así como su firme implantación en una zona de Colombia que conocen bien son algunas de las razones por la cuales a las autoridades les había costado tanto capturar a Otoniel.

Dairo Antonio Úsuga, tras ser capturado.

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS. La detención de Otoniel requirió de la participación conjunta de varios cuerpos de seguridad del Estado.

En parte eso tiene que ver con la estrecha relación de su familia con Urabá.

Ellos son oriundos de la región, a la que los miembros del clan conocen bien.

Saben manejarse sobre su terreno y tienen poder sobre su población.

Tras la muerte de Giovanni, el clan decretó un paro armado que dejó estancada a la región por un par de días.

Pero Otoniel tenía también varios trucos para evadir a sus perseguidores.

Entre ellos, estaba el uso de perros criollos entrenados para que le den aviso cuando alguien extraño se aproxima, con tiempo suficiente como para poder escapar.

Iván Duque.

FUENTE DE LA IMAGEN – EPA. El gobierno de Iván Duque comparó la detención de Otoniel con la de Pablo Escobar.

En una de esas huidas tuvo que dejar atrás a uno de esos animales, un sabueso fino colombiano.

Los policías se lo llevaron, le dieron el nombre de Oto y lo entrenaron y lo usaron en el operativo de 2015 para que los ayude a buscar a su antiguo amo, cuyo olor se le hace inconfundible.

Además, de acuerdo con la prensa colombiana, Otoniel no usaba aparatos tecnológicos como teléfonos celulares para evitar ser rastreado, por lo que se comunicaba con los miembros de su organización enviando mensajes de voz que eran distribuidos en grabadores y memorias USB por correos humanos.

El temor a ser capturado lo llevaba también a cambiar constantemente el lugar donde pasaba las noches, usualmente en la selva y, con frecuencia, en chozas de madera.

Esas viviendas rurales contrastaban con los televisores de pantalla gigante, las bebidas costosas y los perfumes de lujo que las autoridades solían encontrar cuando le seguían los pasos.

Otro elemento distintivo de sus guaridas eran unos costosos colchones especiales, que le ayudaban a amainar las molestias de una hernia de disco.

Ahora que ha sido detenido no queda claro si podrá persuadir a las autoridades de que en la cárcel le permitan dormir en un colchón semejante.

Imagen de portada:GETTY IMAGES. Bus incinerado en Antioquia durante el primer día del «paro armado»

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. Mayo 2022

América Latina/Colombia/Narcotráfico/Justicia/EE.UU.

 

 

Cómo el captagon, la «cocaína de los pobres», se ha convertido en un multimillonario negocio en Medio Oriente (y qué papel juega Siria).

Por años, fue utilizada como antidepresivo de prescripción médica en Occidente, aunque luego pasó a estar prohibida cuando se demostró su elevado potencial adictivo.

Hasta hace no mucho, se denunció que su producción era una de las fuentes de ingresos del autodenominado Estado Islámico, por lo que se le llegó a llamar incluso la «droga de los terroristas».

Ahora, investigaciones aseguran que su producción y distribución a gran escala por el Golfo Pérsico y el Levante es un tema de Estado.

«Nuestro estudio mostró que el captagon se ha convertido en la principal fuente de ingresos para el gobierno sirio», dice a BBC Mundo Caroline Rose, investigadora del Newlines Institute for Policy and Strategy, un think tank con sede en Washington que recientemente publicó una exhaustiva investigación sobre la producción de la droga en Siria.

«Todo sugiere que personas cercanas a (el presidente sirio) Bashar Al-Assad, incluido su hermano menor, Maher al-Assad, que es el comandante de la Cuarta División Blindada del ejército (una unidad de élite), están detrás de este negocio que se ha convertido en el principal producto de exportación de Siria», agrega.

El gobierno sirio ha negado en numerosas ocasiones estar implicado en la producción de captagon y asegura que los numerosos reportes y estudios que lo señalan son falsos.

«Siria juega un papel importante en el apoyo a los esfuerzos de la comunidad internacional para combatir el crimen en general, especialmente la lucha contra el narcotráfico», escribió en diciembre pasado en Facebook el Ministerio del Interior del país.

El comunicado aseguraba que «Siria sigue desempeñando un papel importante en el apoyo a la comunidad internacional para combatir el crimen en general y las drogas, en particular».

El ministro de Interior de Siria, Muhammad al-Rahmoun, dijo al medio estatal Athr Press en octubre de 2021 que «Siria es un país libre de drogas», pero que su ubicación geográfica «lo convierte en un país de tránsito».

Sin embargo, el estudio del New Lines Institute for Policy and Strategy no es el único que ha señalado al gobierno sirio.

Reportes de la guardias costeras de varios países, incluidos Italia y Jordania, e investigaciones de The New York Times y The Guardian, del Proyecto de Reporte de Corrupción y Crimen Organizado (OCR) y del Centro de Análisis e Investigaciones Operacionales (COAR) también apuntan hacia Damasco.

«La carencia de actividades económicas convencionales ha aumentado el atractivo relativo de la especulación de drogas a escala industrial, que ha sido capturada y controlada en gran medida por narcoempresarios vinculados al régimen del presidente sirio Bashar al-Assad y los aliados extranjeros del régimen», indicó el COAR el año pasado.

Con la economía siria hecha añicos tras una década de guerra y sin capacidad de recuperación por las sanciones internacionales, el captagon se ha convertido en una industria multimillonaria, según las investigaciones.

«Las áreas en las que la producción de captagon es más pronunciada son las controladas por el régimen de al-Assad y por sus familiares cercanos», dice Ian Larson, analista del COAR.

«Es una conexión circunstancial, pero indicativa».

Las ganancias

De acuerdo con la investigación del New Lines Institute, solo en 2021 el mercado ilegal del captagon produjo ganancias valoradas en US$5.700 millones.

«No podemos tener certeza de cuánto de este dinero está yendo a manos del gobierno sirio, pero se podría afirmar que una parte significativa de estos ingresos probablemente se esté desviando hacia los bolsillos de estas personas», afirma Rose.

Decomiso de captagon en Arabia Saudita en marzo de 2022.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Decomiso de captagon en Arabia Saudita en marzo de 2022.

La investigadora asegura que tras la guerra de más de 10 años y las sanciones contra la economía siria, el captagon se ha convertido en «un flujo de ingresos alternativo para el Estado», pero también para actores no estatales.

«Muchos empresarios y miembros del sector agrícola y de desarrollo de Siria también parecen estar implicados, lo cual es una forma alternativa de ganancias para una economía que está devastada», señala.

De medicamento a droga prohibida

El captagon fue sintetizado por primera vez en la década de 1960 y se utilizó a lo largo del mundo como un antidepresivo que también se recetaba para otros problemas como el trastorno por déficit de atención o la narcolepsia.

«De ser una sustancia que se vendía por prescripción, pasó a estar prohibida y luego a ser una sustancia ilícita ampliamente difundida en el Medio Oriente.

Ahora se ha convertido en uno de los comercios ilícitos más definitorios y dominantes en esa región, particularmente en el Levante y el Golfo Pérsico», explica Rose.

De acuerdo con la investigadora, su popularidad en esa área del mundo se debe a que sus efectos no son tan negativos como los de otras drogas, pero principalmente a dos elementos que van desde la política hasta las características de la sociedad o la economía:

  • «En el mundo árabe, los tabúes que existen sobre las drogas son mayores que en Occidente. Como el captagon fue un medicamento lícito y conocido por mucho tiempo, esto ha hecho que su popularidad no haya mermado».
  • «También hay que tener en cuenta que en muchos de los países donde se consume, las condiciones económicas y políticas han hecho que sea muy difícil vivir, y el captagon es muy atractivo para aquellos que necesitan trabajar todo el día, escapar de los traumas o del hambre, por sus efectos y porque es muy barato», señala Rose.

Esto ha llevado a que la sustancia sea también conocida como la «cocaína de los pobres».

Y es que el captagon provoca que la persona que lo consume se sienta productiva. Además, quita el hambre y el sueño y da un impulso de energía, lo que la hecho popular también entre jóvenes como droga recreativa.

«Hay que tener en cuenta que el captagon también ha evolucionado de su fórmula, basado en la anfetamina, para abarcar dosis mayores de anfetamina y en muchas ocasiones también se le añaden otros agentes dañinos, como cobre, zinc, quinina, pseudoefedrina y otras sustancias», explica la investigadora.

captagon

FUENTE DE LA IMAGEN – AFP

Los estudios que llevaron a su prohibición mostraron además que podía convertirse en una sustancia adictiva y algunas investigaciones sugirieron que podría llevar también a comportamientos violentos, a hipertensión y a problemas cardiovasculares.

«El captagon tiene múltiples usos, por lo que se ha convertido en una sustancia muy interesante y fascinante que tiene múltiples y diferentes perfiles de consumidores», señala Rose.

El mercado sirio

Si bien el captagon se consumía en el mundo árabe mucho antes de la llegada de Estado Islámico o de la guerra en Siria, su producción en los últimos años ha alcanzado niveles récord.

Una investigación del finales de 2021 del diario estadounidense The New York Times mostraba que ese año se habían decomisado en el mundo más de 250 millones de píldoras de captagon, una cantidad 18 veces mayor que la incautada hace cuatro años.

De acuerdo con Rose, las estadísticas de lo que va de 2022 sugieren que el tráfico de captagon será incluso mayor.

«Existe una gran producción de la droga, que no implica solo al gobierno sirio, sino también a dueños de terrenos, hacendados y empresarios del mundo árabe que responden a la demanda de un creciente mercado», indica la experta.

«Pero lógicamente, no es lo mismo hacer esto por métodos individuales o de pequeños grupos que cuando eres un Estado y pones parte de tus fuerzas al servicio de la producción y la distribución de esta sustancia, lo que lo pone básicamente a un nivel industrial», agrega.

Rose asegura que su investigación, que realizó junto al analista Alexander Söderholm, mostró que en los últimos años las vías en las que el gobierno de al-Assad y el ejército sirio se han ido implicando en la producción y distribución del captagon se han vuelto más sofisticadas.

El presidente sirio y su hermano menor, Maher al-Assad.

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El presidente sirio y su hermano menor, Maher al-Assad.

El informe de New Line Institute señala que el gobierno sirio se ha implicado en este negocio desde la producción hasta la distribución de la sustancia.

«Encontramos que existen numerosos lugares donde se produce que están asociados al ejército sirio, pero las autoridades sirias también han facilitado la producción de captagon con laboratorios y fábricas pequeñas, medianas y, a veces, a gran escala», señala.

«Y luego, por supuesto, con el transporte de estas drogas a puertos clave de propiedad estatal o, a veces, puertos no oficiales a lo largo de la costa siria o la costa libanesa y a lo largo de los puntos fronterizos. Es una red tan compleja y tan dinámica que hacen de Siria probablemente el más moderno de los narcoestados, al menos por el tiempo en que se ha consolidado como tal», comenta.

Un cargamento de captagon valorado en US$100 millones fue decomisado en un puerto griego en 2020.

El buque había iniciado su viaje en el puerto sirio de Latakia, bajo el control del gobierno sirio, y la droga estaba escondida bajo café, especias y aserrín.

Una investigación de la OCCRP (Proyecto de Reporte de Corrupción y Crimen Organizado) señaló que que el propietario del buque era Taher Al-Kayali, un hombre sancionado por las autoridades italianas y supuestamente relacionado con Mudar al-Assad, primo del presidente sirio.

El Ministerio del Interior de Siria, por su parte, ha afirmado que «realizan los máximos esfuerzos para enfrentar a los narcotraficantes y promotores, y para confrontar y reprimir este fenómeno persiguiendo redes de contrabando y tráfico de drogas y decomisando sustancias estupefacientes».

Una nueva fuente de ingresos

El reporte de Newsline Institute señala que la droga ha sido un agujero por el que obtener dinero en el gran muro de sanciones que vive Siria como resultado de la guerra de más de 10 años.

«El régimen sirio ha encontrado en el captagon una laguna para contrarrestar y socavar los efectos de estas sanciones y de la crisis, pero fundamente aquellas que afectan a miembros individuales del gobierno, sus afiliados y sus aliados», señala.

Siria

FUENTE DE LA IMAGEN – AFP

Dado que el captagon se ha vuelto una sustancia muy rentable y muy popular tanto en el Levante como en el Golfo Pérsico y con la capacidad para alcanzar nuevos mercados de destino, la investigación señala que es probable que incluso el fin de la guerra en Siria no logre poner fin a su producción a gran escala.

Al menos no mientras al-Assad y su familia continúen en el poder.

«Proyectamos que este comercio continuará expandiéndose con el tiempo. Por supuesto, esto presenta no solo un desafío para la aplicación de la ley a nivel regional, sino también un desafío para la seguridad humana, ya que muchas personas seguirán consumiendo esta droga sin regulación ni supervisión, y más cuando hemos visto que su fórmula está siendo alterada», señala Rose.

Imagen de portada: AFP. Una vieja droga está de vuelta en el mundo árabe: el captagon.

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC Mundo. Abril 2022

Siria/Medio Oriente/Drogas/Narcotráfico.

La increíble historia del primer narcosubmarino apresado en Europa.

Javier Romero visitando el narcosubmarino para uno de los reportajes en su periódico, La Voz de Galicia.

Tres hombres corpulentos encerrados en un espacio minúsculo de tan solo un metro y medio cuadrado. Metidos allí durante 27 largos días. Navegando bajo el agua, respirando humedad y frío todo el tiempo. Sin apenas espacio para moverse. Turnándose para dormir sobre unos fardos en la bodega del sumergible en el que viajaban.

El batiscafo no tenía sistema de evacuación, así que hacían sus necesidades en una bolsa. Se alimentaban con latas en conserva, bollería industrial, barritas energéticas y latas de Red Bull, para mantenerse despiertos. Tenían llagas en la piel, provocadas por los trajes de neopreno impregnados de agua y grasa que llevaban puestos todo el tiempo. Y solo seis estrechas ventanas para mirar al exterior.

Esos tres hombres atravesaron entre octubre y noviembre de 2019 el océano Atlántico, recorrieron más de 3.500 millas náuticas entre Brasil y Europa a bordo de un pequeño y precario submarino artesanal fabricado con fibra de vidrio. Un cacharro que no disponía de grandes dispositivos electrónicos para la navegación. Tan solo estaba equipado con teléfonos satelitales convencionales, una brújula acoplada al salpicadero y un compás.

El submarino llevaba más de 3.000 kilos de cocaína.

En ese sumergible soportaron temporales terribles, olas pavorosas, averías de todo tipo y a punto estuvieron en una ocasión de ser arrollados por un barco. Varias veces pensaron que iban a morir.

Su objetivo era llevar a Europa una carga de 3.068 kilos de cocaína en ese sumergible y cobrar por sus servicios. Y a punto estuvieron de lograrlo. Durante varios días consiguieron burlar a los servicios policiales y de inteligencia especializados en narcotráfico de varios países. Pero al final perdieron la apuesta.

Una operación policial bautizada «Marea Negra», que pasará a la historia por haber apresado el primer narco submarino que llegaba a Europa desde América Latina, desbarató sus planes y concluyó con la detención de esos tres hombres.

Ahora acaban de ser juzgados en España. Se han declarado culpables, aunque ninguno de ellos ha querido colaborar con la justicia por miedo a que la organización de narcotraficantes que envió la droga y aquella a la que iba destinada pudieran tomar represalias contra ellos o sus familias. 

En breve se espera que salga la sentencia. Cada uno de ellos puede ser condenado a pasar en prisión entre 12 y 13 años de cárcel.

Las autoridades españolas incautaron el submarino en noviembre de 2019.

«Operación Marea Negra», un libro escrito por el periodista Javier Romero y publicado por Ediciones B, rememora ahora con detalle la increíble travesía de esos hombres que durante 27 días, y conviviendo con la inmundicia, trasladaron a ras de agua más de 3.000 kilos de cocaína en ese narcosubmarino. 

El libro, que recoge testimonios de policías, jueces, especialistas y testigos del suceso, traza con detalle la crónica de «Che», como fue bautizado el sumergible. Un sumergible diseñado para poder navegar con la mayor parte del casco sumergido, desplazándose a ras del agua y haciéndose así invisible entre las olas.

La tradición de los narcosubmarinos arrancó en Colombia en los años 90, de la mano de ex militares e ingenieros de la antigua URSS. El precursor fue Pablo Escobar, quien nunca ocultó que en su flota marina había dos de esos submarinos.

«Ahora son bastante habituales: cada año se interceptan en Colombia entre 30 y 40», asegura a BBC Mundo Javier Romero. «Y aunque numerosas informaciones policiales de expertos en narcotráfico señalaban desde hacía tiempo que los traficantes de droga estaban utilizando submarinos para cruzar el Atlántico, nunca hasta que se interceptó a «Che» se había conseguido apresar a ninguno», añade.

«Che» fue construido en un astillero clandestino en el Amazonas. El encargo de pilotarlo recayó en un excampeón de boxeo español y experto marinero llamado Agustín Álvarez. El resto de la tripulación lo componían dos primos ecuatorianos, también marineros: Luis Tomás Benítez Manzaba y Pedro Roberto Delgado Manzaba.

Operación Marea Negra

FUENTE DE LA IMAGEN – EDICIONES B – Portada de libro Operación Marea Negra.

«El precio acordado por los Manzaba era de 5.000 dólares por adelantado para cada uno y, si salía todo bien y la misión finalizaba con éxito, 50.000 dólares más por cabeza. 

A Agustín Álvarez no se sabe cuánto le iban a pagar, pero fuentes policiales estiman que entre 400.000 y 500.000 dólares», señala el autor de «Marea Negra». El Ministerio del Interior español, por su parte, calcula que el precio de la cocaína que trasportaba el narco submarino ascendería a 123 millones de euros.

Una vez cargado con 3.068 kilos de cocaína procedente de Colombia, distribuidos en 152 fardos, la noche del 29 de octubre de 2019 los tres tripulantes soltaron amarras y «Che» inició su viaje.

Primero navegaron río abajo por el Amazonas durante 12 horas, abriéndose paso entre la humedad, los mosquitos, los manglares y la exuberante vegetación. No se descarta que alguna embarcación les hiciera de punta de lanza, abriendo paso al narcosubmarino y evitando así que pudiera colisionar con alguno de los miles de troncos de todo grosor que flotan sobre la superficie del Amazonas hasta salir al océano Atlántico.

Javier Romero

FUENTE DE LA IMAGEN – Javier Romero es autor de libro «Operación Marea Negra».

A pesar de que «Che» no llevaba radar ni sistema automático de identificación ni radiobaliza ni nada que se le pareciera, todo iba bastante bien. Hasta el 5 de noviembre de 2019, octavo día de travesía, cuando llegaron los primeros nubarrones. «El buen tiempo se fue para no volver, los abandonó indefensos a su suerte. 

La siguiente vez que vieron brillar el sol, sobre cielo azul, fue mientras paseaban en el patio de la prisión gallega de A Lama», sentencia Romero.

A partir del 7 de noviembre, y hasta que el submarino llegó al punto acordado, tres fuertes temporales se cebaron, uno detrás de otro, contra «Che», deteriorándolo tanto que a punto estuvo de hundirse y obligando a sus tres tripulantes a vivir una auténtica pesadilla que duró ocho largos días. Sólo el 14 de noviembre el tiempo les dio un respiro.

Pero, al menos, los tres tripulantes del «Che» no habían sido encerrados en el narcosubmarino, como al parecer ocurría antes cuando estos sumergibles cruzaban el Atlántico cargados de droga. 

«Cerraban la escotilla por fuera con candados, u otro sistema, para que sólo se abriera al llegar al destino. No daban más opción a los tripulantes que terminar el viaje para sobrevivir. Eso o la muerte. Lo hacían por la desconfianza que había antiguamente con los receptores en Galicia, por si robaban mercancía», ha declarado a las autoridades españolas uno de los tripulantes del «Che».

submarino

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY. El «Che» fue el primer narco submarino apresado en aguas europeas.

Diecisiete días después de zarpar, y tras surcar aguas atlánticas a lo largo de 4.931 kilómetros, «Che» logró finalmente superar la principal meta del viaje: las islas Azores.

Desde ahí, los tres tripulantes pusieron rumbo al norte para llegar a las coordenadas pactadas en las que se haría el desembarco de la droga: 38º 14’47.4″; 14o52′ 01.1″. «Che» consiguió llegar a ese punto preciso, a 270 millas en línea recta de Lisboa, si bien bastante malogrado. 

Pero flotando y con su tripulación aún viva. Aunque, para entonces, la humedad y la mala alimentación prolongada ya habían causado mella en la salud de sus tripulantes.

Sin embargo, en la zona marcada en el mapa, en el lugar pactado para desembarcar la cocaína, nadie salió al encuentro de «Che». Desde hacía algún tiempo, en algún punto de la costa de Portugal había dos lanchas go fast -planeadoras diseñadas y equipadas únicamente para traficar grandes cantidades en el menor tiempo posible- preparadas para recoger la droga. Pero una de ellas sufrió un problema mecánico y no pudo zarpar.

submarino

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY

En Colombia es habitual que se intercepten submarinos artesanales que transportan droga. El de la foto es un submarino incautado en 2011.

La organización de narcotráfico, según la información recabada por la policía española, dio entonces instrucciones a la tripulación del «Che» para que navegara hacia Galicia, de donde es originario Agustín, el piloto. 

«En Galicia hay asentado un importante negocio de ‘narco lancheros’ que se dedican a hacer desembarcos de droga», apunta Javier Romero. A su vez, y visto que había fallado el plan inicial puesto en marcha por los profesionales del narcotráfico, Agustín decidió poner en marcha un Plan B y recurrir a dos amigos de infancia.

Para entonces el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC-N) ya estaba al tanto de que había una embarcación con varias toneladas de cocaína. Medios aéreos y marítimos se lanzaron en su búsqueda, pero no lo encontraron. 

Buscaban un pesquero, un velero, un buque de carga… Pero no un semisumergible. La investigación en España recuerda que «una patrulla de la Armada de Portugal y medios aéreos estaban sobre las coordenadas en tiempo real y no eran capaces de detectarla».

Javier Romero

FUENTE DE LA IMAGEN – CORTESÍA. Javier Romero con una patrulla de la Armada en Colombia durante la grabación del documental Operación Marea Negra: la travesía suicida, de Amazon Prime.

Las gestiones realizadas por la organización de narcotraficantes para desembarcar la cocaína no dieron resultado. Aunque mandaron un pequeño buque al sur de la llamada Costa da Morte, en Galicia, para tratar de recoger la mercancía, la Guardia Civil española había conseguido información, y un helicóptero y una embarcación se posicionaron en la zona en la que se iba a hacer el desembarco de la droga. 

El pequeño buque, al verlo, decidió no llevar a cabo la maniobra. Y el mal estado del mar permitió que el sumergible no fuera detectado.

Desesperados, sin comida ni agua potable, los tripulantes del «Che» decidieron entonces dirigir el narcosubmarino a la más pequeñas de las llamadas Rías Baixas, una zona de la costa gallega. En concreto, a la ría de Aldán, donde el piloto del «Che» pasaba de niño los veranos y que conocía bastante bien. «Con gran pericia, porque se trata de una zona complicada para la navegación, Agustín consiguió meter el submarino en esa ría y lo posicionó frente a una cala con unos 8 metros de profundidad», explica Javier Moreno.

En la madrugada del 24 de noviembre, la tripulación del «Che» abrió la espita y el agua comenzó a entrar en «Che» hasta hundirlo. Los tres tripulantes saltaron al agua, con la idea de volver a recoger la droga más tarde. Pero no hubo ocasión. Luis Tomás Benítez Manzaba fue detenido en la misma playa. Su primo, Pedro Roberto Delgado Manzaba, cinco horas después en una carretera cercana, con las manos abrasadas de manipular el narcosubmarino. El capitán, Agustín, fue apresado cinco días después en una casa cercana en la que se ocultaba.

acusados por el caso del narcosubmarino

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY. Los acusados están a la espera de su condena.

«Al comprobar aquella precariedad y ausencia de espacio, resultó asombroso que lograran llegar vivos a España», en palabras del sargento Basante, el primer policía en pisar el narcosubmarino. 

«Yo también he estado dentro de «Che» y la sensación de claustrofobia era enorme. Estar allí durante 27 días debió de ser una auténtica tortura psicológica para la tripulación», sentencia Javier Romero.

Los 152 fardos de cocaína fueron confiscados por las fuerzas de seguridad. Agustín y los primos Manzaba fueron llevados a prisión, y allí permanecen a la espera de que en breve salga su condena. También otras cuatro personas, los amigos con quienes contactó el piloto del narco submarino, han sido juzgados y están a la espera de que salga la sentencia.

Pero los dueños de la droga y los miembros de la organización de narcotráfico al que iba dirigida la cocaína siguen sin embargo libres. Y, probablemente, ya estén preparando otro envío.

FUENTE RESPONSABLE: Especial para BBC News Mundo. Por Irene Hernández Velasco. Enero 2022

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