En una entrevista con la BBC, McCartney recordó un show de 1962 en una pequeña localidad de Gloucestershire donde tocaron para apenas tres personas.
El nombre «The Beatles« suele ser asociado con grandeza, excelencia y demás adjetivos positivos. Sin embargo, al igual que cualquier otra banda, durante sus primeros días el cuarteto conformado por John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison no se parecía en casi nada a su versión más reconocida.
Lejos de ser las grandes estrellas que el mundo luego conoció, en sus primera etapa como grupo los de Liverpool tenían problemas para conseguir fechas en las cuales tocar fuera de su ciudad natal. De hecho, cuando salían de Merseyside, los Fab Four tocaban en lugares como Mánchester o Londres, donde un puñado de personas los podían escuchar.
En 1962, más precisamente el 2 de marzo, Lennon y compañía dijeron presente en The Sub Glub en la tranquila ciudad de Stroud, en Gloucestershire, donde tocaron para tres personas por unas modestas 32 libras esterlinas en la que Macca luego calificaría como la peor actuación de su vida.
“Stroud fue bastante malo…”, aseguró el músico en un diálogo con la BBC, según recuerda Far Out Magazine. “Nunca habíamos oído hablar de eso, pero fuimos ahí y creo que aparecieron tres personas. Algunos de ellos eran Teds [personas de una subcultura caracterizada por hombres jóvenes con vestimentas inspiradas, en parte, por los estilos usados por los dandies de la época eduardiana, estilos que los sastres de Savile Row habían tratado de reintroducir en Gran Bretaña después de la Segunda Guerra Mundial] y comenzaron a tirarnos dinero, tirándonos centavos, así que simplemente lo tomamos y pensamos ‘eso es suficiente’«.
Acorde a Far Out Magazine, «se suponía que a los alborotadores Teds se les prohibiría asistir al show a pedido de las autoridades locales con un volante del evento que decía estrictamente: ‘A pedido del Consejo – No Teddy Boys and Ladies, por favor no usen tacones de aguja’. Sin embargo, necesitaban tantas personas a través de la puerta como pudieran, y se permitió que los Teds causaran estragos».
Por su parte, en 2016 el autor Richard Houghton buscó a las personas que estaban ahí esa noche y logró contactarse con Roger Brown, quien dijo: “Fueron catalogados como el grupo número uno de Liverpool, lo que no significó tanto para nosotros en Gloucestershire.John Lennon anunció una canción. Conociendo la calidad de los grupos normales de los sábados por la noche, esperé a que estropearan la canción. Pero vaya que me sorprendió. Lennon en la armónica fue realmente genial y su versión fue mejor que la original. Fui fan de ellos desde ese día”, sentenció.
El cantante interpretará al mítico integrante de la banda The Beatles.
Gracias a la magia de la caracterización, Paul McCartney se “apoderará” de Mijas Costa el próximo 18 de febrero, en el Teatro Las Lagunas, de la mano de José Luis Blanco, un policía local sevillano que es uno de los mejores imitadores del mundo del ex Beatle.
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El aforo está prácticamente vendido, habida cuenta de la importancia de esta especie de tributo a McCartney, al que Blanco venera. De hecho, pertenece al grupo musical “Los escarabajos”, que versionan los temas más emblemáticosdel extinto conjunto británico.
Imagen perteneciente al vídeo inédito de 1966: los Beatles, en Japón
El policía y cantante ha actuado con su grupo en diversas ocasiones en el mítico local The Cavern de Liverpool, donde se dieron a conocer The Beatlesa principios de la década de los sesenta. Un escenario al que tienen acceso solamente los mejores grupos del mundo que versionan los grandes temas de Paul, Ringo, George y John.
Y “Los escarabajos” está situado en el top ten de los imitadores actuales de tan carismáticos artistas. Blanco nos cuenta que han actuado en el citado local en unas diez ocasiones, ocho de ellas en otros tantos años seguidos, representando a España frente a otros conjuntos de características similares.
Imagen de portada: Paul McCartney, en la azotea de Apple La Razón
FUENTE RESPONSABLE: La Razón. España. 7 de febrero 2023.
Sociedad y Cultura/Música/The Beatles/Paul McCartney/Teatro/ Musical.
Las imágenes serán expuestas en la reapertura de la National Portrait Gallery de Londres y reunidas en el fotolibro 1964: Eyes of the Storm.
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Por más años que pasen, el material inédito de The Beatlesparece nunca acabar. Ya sean canciones, grabaciones, videos o fotografías, todos los años resurge algo jamás visto de los Fab Four para sorpresa de todos los fans. Ahora aparecieron una serie de fotografías sacadas por Paul McCartney a principios de los 60 que se creían perdidas. Dichas imágenes serán expuestas en la reapertura de la National Portrait Gallery de Londres y reunidas en el libro 1964: Eyes of the Storm.
La Beatlemanía en primera persona
La exposición tendrá el nombre de Paul McCartney Photographs 1963-64: Eyes of the Storm y, como adelanta su título, presentará fotografías tomadas entre diciembre de 1963 y febrero de 1964 que se creían perdidas y fueron redescubiertas recientemente. «La exhibición ofrecerá una perspectiva singularmente personal de lo que fue ser un Beatle al comienzo de la Beatlemanía«, dijo Nicholas Cullinan, director de la NPG sobre el nuevo proyecto.
«Las fotografías tomadas en este periodo captaron el momento mismo en que John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starrpasaron de ser la banda más popular de Gran Bretaña a convertirse en un fenómeno cultural internacional, desde los conciertos en Liverpool y Londres hasta la actuación en The Ed Sullivan Show de Nueva York», detalla la descripción de la exposición.
Según explica Cullinan, Paul se puso en contacto con la NPG en 2020 contándoles que había encontrado unas fotografías que recordaba haber tomado pero que creía perdidas. «Nos sentamos con él y empezamos a revisarlas. Las tomó alguien que estaba realmente, como alude el título de la exposición, en el ojo del huracán mirando desde fuera lo que estaba ocurriendo», expresó.
Como si fuera poco, McCartney anunció a través de sus redes sociales el lanzamiento de un libro con todas estas fotografías jamás vistas, coincidiendo con su cumpleaños número 81 en el mes de junio. Las 275 imágenes de la colección fueron tomadas con una cámara de 35mm en Nueva York, Washington, Londres, Liverpool, Miami y París.
Imagen de portada: Paul McCartney
FUENTE RESPONSABLE: INDIE HOY. Por Lucas Santomero. 26 de enero 2023.
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Al hijo del legendario artista, la canción le recuerda al abandono de su padre.
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El hijo de John Lennon, Julian, se ha sincerado sobre cómo “Hey Jude”, emblemático hit de The Beatles, se ha convertido en “un oscuro recordatorio” de una de las partes más traumáticas de su infancia. (vía NME)
El contexto es realmente importante para entender esta canción: Paul McCartney se la compuso a Julian en 1968, poco después de que su padre se separarse de su madre, Cynthia, abandonando el músico su unidad familiar.
Ahora, Lennon reconoce que está “agradecido” a McCartney por componerle la canción en aquel momento tan difícil. Sin embargo, le sigue recordando a esta triste y oscura etapa.
«Aunque estoy muy agradecido por el apoyo de Paul al haber escrito esa canción, mucha gente no se da cuenta de que también fue un oscuro recordatorio de lo que realmente ocurrió», dijo.
Sobre su madre, Lennon afirma: «Ella era el todo y el fin de la vida para mí. Todo se trataba de cuidarla y todavía se trata de hacerla sentir orgullosa».
Lennon, de vuelta a la vida
Hace algunos meses, Paul McCartney hizo varios “duetos” con John Lennon gracias a una tecnología creada por Peter Jackson, director de ‘El Señor de los Anillos’, mientras trabajaba en el documental ‘Get Back’.
En aquellos shows, tanto de su gira americana como de su participación en Glastonbury, McCartney tocó “I’ve Got a Feeling” junto a los tracks de voz aislados de su difunto compañero.
“Tengo una cosita especial aquí», dijo McCartney al presentar el tema. «Un día, Peter Jackson me llama y me dice que puede coger las voces de John y aislarlas para que puedas tocar en directo con John en la gira. Me dijo: ‘¿Te apetece?'».
Ahora, Julian Lennon afirma que, al ver la actuación por primera vez, se quedó en shock, pero también admite que le ha acabado gustando:
«Lo vi en YouTube, y me quedé como si fuera: ‘Errrr… no sé si me siento cómodo con eso » ‘, dijo Julian añadiendo: «Me impactó». Por suerte, con el tiempo, se acostumbró y hasta le llegó a gustar ver a su padre “volviendo a la vida”.
Imagen de portada: Julian Lennon (Youtube.com)
FUENTE RESPONSABLE: Rock FM. 10 de noviembre 2022.
Sociedad y Cultura/The Beatles/Julian Lennon/John Lennon/Paul McCartney.
Incluida en Abbey Road, esta canción comenzó a tomar forma a partir de una partitura que McCartney recibió de su hermanastra y que incluía un poema de Thomas Dekker.
En sus pocos pero prolíficos años juntos, los Beatles crearon y grabaron decenas de canciones, las cuales tuvieron diversas inspiraciones detrás. En el caso de “Golden Slumbers”, lo que condujo a Paul McCartney a escribir el track que formó parte de Abbey Road fue una partitura que recibió de su hermanastra en la que estaba incluido el poema “Cradle Song” de Thomas Dekker, de su obra Patient Grissel, la cual fue impresa por primera vez en 1603.
Según recuerda Far Out Magazine, en el libro de 1997, Paul McCartney: Many Years From Now, el ex Beatles comentó el escrito de Dekker: “Pensé que era muy relajante, una pista de cuna muy hermosa, pero no podía leer la melodía ni la música. Simplemente tomé las palabras y escribí mi propia música. No sabía en ese momento que tenía cuatrocientos años”.
Además, confesó que le “gustaron tanto las palabras” que quiso incorporarlas a su propia pista. “Recuerdo que traté de poner una voz muy fuerte, porque era un track muy suave, así que trabajé en la fuerza de la voz y terminé bastante satisfecho con él”, señaló.
El resultado final de los esfuerzos de McCartneyes un tema cuya letra tiene ligeras alteraciones a las palabras de Dekker, pero en el que se puede apreciar la base del poema. Por otro lado, cabe recordar que “Golden Slumbers” era una de las canciones de Abbey Road favoritas de George Harrison, quien describió el disco como “bastante bueno”: “Me gustan, no sé, me gustan muchos [temas]. Me gusta ‘You Never Give Me Your Money’ y ‘Golden Slumbers’, esas cosas”, reconoció el fallecido guitarrista británico.
Mucho ha vivido a lo largo de su vida de súper estrella del pop el músico Paul McCartney y es que la fama y el dinero ayudan mucho a cumplir fantasías que la gente de a pie jamás vivirá. Eso sí, todo cambió cuando Linda se cruzó en su destino.
El frenesí de los años 60 era una auténtica locura en el mejor de los sentidos. En Reino Unido los Beatles revolucionaban el concepto de música pop y eran pioneros (con permiso de Elvis en EE.UU) en el nacimiento del fenómeno fan.
Las chicas se rasgaban las vestiduras, gritaban alocadas y deseaban cada centímetro del cuerpo de aquellos cuatro chicos jóvenes de Liverpool. Mientras, en la misma década pero al otro lado del charco, más concretamente en Nueva York, Linda Eastman se ganaba un nombre reputado como fotógrafa.
El destino no les uniría hasta el año 1967 cuando Linda fue a Londres con 25 años y salió de noche con sus colegas del grupo ‘Animals’ para disfrutar del ambiente londinense. Así, Linda acabó en el club Bag O’Nails viendo un concierto de Georgie Fame and the Blue Flames.
Lo que ella todavía no sabía es que en esa misma sala estaba el hombre que la iba a amar hasta el último respiro de su vida. Es emocionante poder conocer su historia desde los inicios sabiendo que ella murió joven y sin pasar más de una sola noche (solo se separaron en una ocasión) sin dormir en casa con su marido Paul.
Pero, volviendo al 67, Paul estaba en ese mismo concierto junto a John Lennon, Stash de Rola y el diseñador Dudley Edwards. Cuando el Beatle entró el grupito de Linda ya estaba sentado y McCartney se sentó en la misma mesa, Linda lo recordaba así en su libro “Linda McCartney Sixties”: “Fue una de esas situaciones en las que nuestros ojos se encontraron. Cuando estaba a punto de irme, Paul se acercó y me invitó a ir con él a The Speakeasy, que no estaba muy lejos en Margaret Street. Ahí fue donde todos escuchamos Whiter Shade Of Pale por primera vez y nos enamoramos de la canción”.
Aquella noche el grupo se separó en varios vehículos y cada uno volvió a su casa sin más, pero la semilla del amor había sido plantada. Como Linda era fotógrafa especializada en grupos de rock, vio en Paul McCartney una buena oportunidad y le mostró su trabajo al representante que la invitó a la sesión fotográfica del grupo que iba a ser en su casa.
Linda McCartney era independiente y talentosa, eso cautivó a Paul (Photo by Bryn Colton/Getty Images)
Después de la sesión había una fiesta y, ¿adivinas quién invitó a Linda? fue Paul. Ella era la única mujer en la lista de los fotógrafos seleccionados así que todos los ojos estaban sobre ella, pero los de McCartney tenían un brillo especial.
Tras la fiesta Linda volvió a su hogar, Nueva York, pero algo
mágico había florecido en ella y al año siguiente, en 1968, los Beatles llegaron a su ciudad y Linda se apresuró a ir al Hotel Americana, donde Paul y los demás se hospedaban. Como era de esperar, había un aluvión de fans allí agolpados pero Paul logró divisarla.
Allí, justo antes de entrar a la NBC para ser entrevistado, Paul le pidió el teléfono y ella se lo apuntó como pudo en el reverso de un cheque y se lo lanzó. McCartney la llamó sin dudarlo al día siguiente y, como ya se iba hacia Londres, le dijo que por favor le acompañara en limusina aunque fuera hasta el aeropuerto para poder conocerse mejor.
Esa cita sobre ruedas fue la primera entre ellos. En aquel entonces Paul estaba saliendo con Jane Asher, una actriz con la que estuvo 5 años y a la cual habría sido infiel sistemáticamente además de tener otra ‘novia no oficial’ llamada Maggie McGivern.
Al mes siguiente de su ‘cita’ en Nueva York, Paul volvió a Estados Unidos y llamó a Linda para que fuese a su hotel de Beverly Hills. Aquello estaba lleno de amantes y es que la vida de Paul, era así.
Linda fue a verle pero se pago ella misma el billete de avión, ella, una mujer tan independiente y empoderada quedaba muy grande al lado de aquel chico rodeado de mujeres. De hecho, Paul sintió vergüenza de aquel harén y se inventó que no eran sus amantes. “Paul se apartó de aquel circo que le rodeaba y se llevó a Linda a un costado. Yo los miraba desde el otro lado de la habitación y de pronto vi que ocurría algo. Delante de mis ojos se enamoraron. Era como el rayo que mencionan los sicilianos, el flechazo del que los franceses hablan entre susurros, esa sensación que solo notarás una vez en la vida”, dijo Tony Bramwell, vicepresidente de Apple que estaba allí con el Beatle y las demás chicas.
Linda se marchó con McCartney y esa fue su primera noche de intimidad juntos, cuando él compuso además su canción ‘Blackbird’. Tras el affaire entre sábanas cada uno volvió a su vida, cabe recordar que Paul seguía con Jane aunque su relación estuviera sentenciada. El caso es que, tras liarse con infinidad de fans, se sentía siempre solo.
Pincha el siguiente link, para escuchar la melodia…
En Linda había encontrado a una mujer distinta, culta e interesante así que empezó a llamarla por teléfono a menudo. La confianza fue creciendo y el éxito de Linda como fotógrafa ya era abrumador siendo la primera mujer en fotografiar una portada para la revista Rolling Stone.
Ella tuvo la certeza de que se iba a casar con Paul, sin embargo, cuando éste le dijo que viniese a Londres con él, ella se mostró asustada porque “Tenía miedo de formar parte de su harén” según hizo público Nat Weiss, su abogado.
Linda se dejó convencer amistosamente y cogió el avión rumbo a Londres, nunca se separarían. Aquella misma noche Paul le cantó Blackbird, la canción compuesta en su primer encuentro y fue tal la conexión que su amor ya fue irrompible y el resto de mujeres, se esfumaron ante la mirada del Beatle porque solo tenía ojos para su Linda.
El propio McCartney dijo según recoge ‘Vanity Fair’: “Dios mío, esto es diferente a cualquier cosa que me haya pasado antes. Esto es más que un disco de éxito. Es más que el oro. Es más que cualquier cosa”, refiriéndose a su enamoramiento hacia aquella fotógrafa rubia y especial.
El músico y la fotógrafa durmieron juntos cada noche de su vida (a excepción de una) desde que se casaron en 1969 hasta que ella falleció en 1998. Así lo confesó el portavoz de Paul, Geoff Baker: “Puede que la gente no sepa que, exceptuando sólo una ocasión, Paul y Linda nunca pasaron una sola noche separados en los treinta años que se han amado mutuamente”.
Esa es la mayor muestra del amor y el respeto que siempre se tuvieron, una historia de amor de las más asentadas y hermosas del panorama celebrity y que se cocinó a fuego lento, desde la independencia y la admiración mutua.
Esta foto fue tomada en 1997, un año antes de que la muerte se cruzara en el camino de estos dos enamorados y 3 años después de que ella anunciara su cáncer (Photo credit should read JACK GUEZ/AFP via Getty Images)
El final fue trágico, Paul y Linda McCartney anunciaron que ella tenía cáncer de mama en 1995. Lucho contra la enfermedad pero en 1998, cuando parecía que todo iba bien, el cáncer atacó fuertemente al hígado y no pudo superarlo.
Lo positivo es que Linda fue feliz e hizo vida normal junto a su amado y sus 3 hijos, Stella, Mary y James hasta su último respiro. De hecho, dos días antes de fallecer, fue a galopar junto a Paul y tuvo, en ese instante, sus dos grandes pasiones, a su marido y a su caballo.
Imagen de portada: Paul McCartney se enamoró locamente de Linda McCartney y olvidó a sus amantes (Photo by Keystone/Hulton Archive/Getty Images)
FUENTE RESPONSABLE: Yahoo noticias. Por Anna Sanchez. 10 de septiembre 2022.
Sociedad y Cultura/Historias de Vida/Paul McCartney/Linda McCartney.
La canción formó parte del denominado White Album y fue escrita por el popular bajista.
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Durante su corto pero prolífico tiempo juntos, los Beatlescrearon música de muchos estilos y uno de los discos que más demostró la pluralidad sonora fue el comúnmente denominado The White Album. Dentro del mencionado proyecto discográfico se encuentra el tema “Rocky Raccoon”, una canción del género country y western que, lejos de pasar desapercibida, ha sido reinterpretada por artistas de la talla de Richie Havens, Ramsey Lewis, Jack Johnson, Andrew Gold, James Blunt, Phish, Jimmy Buffett, Maureen McGovern, Kingston Wall, Charlie Parr y Andy Fairweather Low.
Para la grabación del track, su escritor principal, Paul McCartney, dejó de lado el bajo y se colgó la guitarra acústica, dejando así la responsabilidad de las cuatro cuerdas a George Harrison. Por su parte, John Lennonse ocupó del armonio y la armónica, Ringo Starr de la batería y George Martin, el mítico productor de la banda, hizo lo propio con el piano honky-tonk. Aunque el resultado final fue digno de admiración, Macca describió a su propia creación como una “parodia” del género western.
The Beatles. Foto: Facebook de The Beatles
“‘Rocky Raccoon’ es peculiar, muy yo”, aseguró el ex Fab Four según recuerda Far Out Magazine. “Me gusta hablar de blues, así que empecé así, luego hice mi parodia irónica de un western y agregué algunas líneas divertidas. Solo traté de mantener la cosa divertida, de verdad; soy yo escribiendo una obra de teatro“. Además, acorde al citado medio, Paul afirmó que los temas y personajes centrales surgieron de su cabeza para luego ser plasmados en una hoja, llegando incluso a ser, en muchos sentidos, una aparente continuación de otros tracks del conjunto de Liverpool como “Eleanor Rigby” y “She’s Leaving Home”.
“Rocky Raccoon es el personaje principal”, contó McCartney. “Luego está la chica cuyo verdadero nombre era Magill, que se hacía llamar Lil, pero era conocida como Nancy. Hay algunos nombres que uso para divertir, como Vera, Chuck y Dave o Nancy y Lil, y hay algunos que quiero que sean serios, como Eleanor Rigby, que son un poco más difíciles porque no tienen que ser nombres en chiste. En este caso, Rocky Raccoon es un tipo con sombrero de mapache, como Davy Crockett”, reconoció.
La veraniega tarde del 6 de julio de 1957, John Lennon y Paul McCartney tuvieron su primer contacto, a partir del cual comenzaron a forjar una sólida alianza creativa que dio vida a Los Beatles y dejó como legado el más importante y revolucionario catálogo de la música popular contemporánea.
Ese día se realizaba una especie de gran kermesse familiar en la iglesia Saint Peter, ubicada en el barrio Woolton, de Liverpool, en donde vivían ambas futuras estrellas; y entre desfiles de carrozas y distintas actividades iba a haber algunos números musicales en vivo, entre ellos, el de The Quarry Men Skiffle Group, la amateur banda que había formado Lennon.
Se trataba de un numeroso combo integrado por sus mejores amigos del colegio Quarry Bank, con los que interpretaba los éxitos radiales de skiffle, un derivado del country que era la sensación musical del momento. Su gran popularidad entre los jóvenes radicaba en que solo era necesario una tabla de lavar y dedales de metal para los dedos, y una guitarra para interpretarla.
El grupo de Lennon estaba programado para actuar a las 16.15 y a las 17.45, en los jardines de la iglesia, a unos metros de donde se erigen varias tumbas, entre ellas la que tiene inscripto el nombre Eleanor Rigby. En tanto, a las 20 estaba previsto que volviera a hacer su número, pero en el baile que se realizaría en el salón cubierto del lugar.
McCartney había acudido especialmente para escuchar al grupo, por recomendación de un amigo en común, Ivan Vaughan. Algún día, su nombre debería salir del anonimato y recibir los honores correspondientes por parte del mundillo del rock solo por el hecho de haber facilitado este encuentro.
Lennon interpretó aquella tarde por primera vez el tema «Be Bop A Lula», de Gene Vincent; un dato no menor, debido a que puede leerse como un indicio de sus firmes intenciones de abocarse al rock and roll y abandonar de a poco el amateurismo del skiffle.
Sin embargo, a Paul, de acuerdo a lo que contó en varias oportunidades, le llamó la atención la versión de la canción «Come Go With Me», de Dell Vikings, porque Lennon había alterado la letra en el momento, debido a que desconocía la original. Esto era en parte porque el único medio que tenía para escuchar música era la radio y nunca llegaba a copiar las letras, y también por su pésima memoria para las líricas, algo que lo caracterizó a lo largo de toda su carrera.
«Ven conmigo a la penitenciaría», cantó John y esa ocurrencia fue una especie de epifanía para Paul, que ansiaba tanto ser músico como ser un compositor profesional, y percibió allí una creatividad a la cual podría asociarse. Al fin alguien no se limitaba a copiar y, lejos de desistir por falta de información, se animaba a crear sus propias letras.
Curiosamente, existen algunas fotografías de la actuación de John de aquella jornada, debido a que la hermana menor de uno de sus compañeros de grupo iba a desfilar en una de las carrozas, motivo por el cual el padre llevó una cámara fotográfica. Ellas pueden apreciarse actualmente colgadas en la pared del salón principal de la iglesia, exhibidas para los turistas que se acercan al lugar.
Precisamente, alrededor de las 19 de ese día, el grupo estaba en ese salón preparando sus instrumentos para el set en el baile nocturno. Acompañado por Ivan Vaughan, Paul ingresó al lugar y fue presentado a John. Hubo un saludo distante y un intercambio de palabras de compromiso. Ambos se estaban midiendo, de acuerdo al recuerdo que tendrían de esa jornada en entrevistas futuras.
Pero el hielo se rompió definitivamente cuando Paul tomó la guitarra de John y, con el mango invertido por ser zurdo, afinó algunas cuerdas que no estaban en su justo tono e interpretó a la perfección «Twenty Flight Rock», el éxito de Eddie Cochran.
John quedó fascinado por su habilidad para tocar la guitarra y su conocimiento de acordes que él mismo aún no había descubierto, pero también porque sabía afinar el instrumento y conocía las letras de las canciones de moda a la perfección.
Interesado por la manera en que Paul ubicaba los dedos en el diapasón de la guitarra, John se calzó los lentes -era miope pero en esos años evitaba usar anteojos en público-, y se apoyó en su hombro para estudiar su estilo. «Cuando puso su mano en mi hombro me di cuenta que estaba borracho», comentó Paul, años después.
Lennon invitó a su colega a que se quedara a ver el show que iban a dar a las 20, pero McCartney debía regresar temprano a su casa para cenar porque era el cumpleaños de su padre Jim y habría un pequeño festejo familiar. Sin embargo, ambos quedaron flechados y ya no pudieron dejar de pensar en ese encuentro en los días siguientes.
Finalmente, John invitó a Paul a sumarse al grupo, a sabiendas que ponía en juego su liderazgo absoluto, pero seguro que había llegado la hora de sumar talento a una banda en la que nadie más tenía capacidades reales para la música.
La historia detallada de lo que ocurrió ese día puede reconstruirse por los distintos testimonios brindados a lo largo de los años por John y Paul, pero también fue transmitido de boca en boca por algunos testigos que conocían a ambos del barrio. Uno de ellos se encargó de contarla a cuanto turista se acercara a la iglesia Saint Peter y, tras su muerte, continúa hasta hoy el legado una de sus colaboradoras que escuchó el relato infinidad de veces.
Lo que ocurrió a partir de ese momento es una historia mucho más conocida.
Imagen de portada: Lennon y McCartney en sus primeros tiempos.
FUENTE RESPONSABLE: Télam Noticias. Por Hernani Natale. 6 de julio 2022.
Cerró la segunda jornada del legendario festival inglés
El exBeatle dio un show de casi dos horas ante más de 100 mil espectadores. Tuvo invitados de lujo como Bruce Springsteen y Dave Grohl.
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A sus 80 años, los cumplió hace apenas unos días, Paul McCartney demostró una vez más que es inoxidable. Cerró la segunda jornada del legendario festival inglés de Glastonbury, con una presentación épica: hizo un dueto virtual con John Lennon y tuvo invitados de lujo como Bruce Springsteen y Dave Grohl. Casi nada.
Este fin de semana se celebró la edición 2022 del festival de Glastonbury y Paul protagonizó el show más convocante. En las casi dos horas que duró su presentación, el exBeatle cantó 36 temas y más de la mitad del repertorio fueron canciones del cuarteto de Liverpool.
Los invitados de Paul en el escenario fueron otras dos grandes figuras: Dave Grohl, el líder de Foo Fighters, y Bruce Springsteen. Con Grohl cantó «I Saw Her Standing There» y «Band on the Run», mientras que con Springsteen interpretó «Glory Days» y «I Wanna Be Your Man».
Sin dudas «El» momento emotivo de la jornada fue cuando McCartney cantó con John Lennon. Gracias a la magia de la tecnología, Paul y John volvieron a interpretar juntos «Something» y «I’ve got a Feeling». Imposible no lagrimear.
El cierre del espectáculo no se quedó atrás. Paul volvió a recibir en el escenario a Grohl y Springsteen, con quienes tocó «The End». El show fue multitudinario: los organizadores calculan que asistieron unas 100.000 personas, una de las más convocantes de la historia del festival.
Imagen de portada: Más de 100 mil personas vibraron con Paul en el festival de Glastonbury, Imagen: Bernardino Avila.
FUENTE RESPONSABLE: Página 12. Argentina. 27 de junio 2022
Sociedad y Cultura/Música/The Beatles/Paul McCartney/Aniversario