Guerra de Ucrania: Finlandia empieza a construir una valla en la frontera con Rusia para evitar la llegada de migrantes.

Finlandia comenzó a construir una valla de 200 km en un tramo de su frontera con Rusia, a fin de aumentar la seguridad fronteriza y evitar el ingreso masivo de migrantes rusos, según señalan las autoridades finlandesas.

Con una extensión de 1.340 km, Finlandia comparte la frontera más larga de toda la Unión Europea con Rusia. Una frontera que, actualmente, está mayoritariamente delimitada por cercas de madera ligera diseñadas para evitar que el ganado cruce hacia el país vecino.

Sin embargo, dado el aumento en el número de ciudadanos rusos que cruzan hacia Finlandia para escapar del servicio militar obligatorio (por el que se verían obligados a luchar en la guerra en Ucrania), Finlandia decidió levantar un muro.

La guardia fronteriza explicó que la pared, erigida en el sudeste -la zona más densa y boscosa de la frontera- será de metal y tendrá tres metros de altura, y estará rematada en la parte superior por alambre de púa.

En los sectores considerados más delicados se instalarán además cámaras de visión nocturna, focos de luz y altavoces.

3 metros de metal

Los trabajos de construcción se iniciaron el martes cerca de Imatra, una localidad de 26.000 habitantes en el sureste del país.

Soldados rusos

FUENTE DE LA IMAGEN, EPA

Allí se comenzó a talar el bosque para poder construir una carretera e instalar la valla, informó en un comunicado la Guardia Fronteriza. Se espera que este proyecto piloto de 3 km finalice en junio.

En este tramo, las autoridades llevarán a cabo un experimento para evaluar si la valla resiste las heladas de invierno, el peso de la nieve o el influjo de gente que podría llegar del este, reporta el medio The Odessa Journal.

La construcción de otros 70 km (también en el sureste) tendrá lugar entre 2023 y 2025.

Se estima que el costo total de los 200 km de muro será de US$400 millones.

Cambios

Si bien la frontera entre Finlandia y Rusia ha «funcionado bien» en el pasado, el general de brigada finlandés Jari Tolppanen le dijo a la agencia de noticias AFP que la guerra en Ucrania había cambiado «fundamentalmente» la situación de seguridad.

Finlandia aprobó nuevas enmiendas a su Ley de Guardia Fronteriza en julio de 2022 para permitir la construcción de vallas más sólidas.

Reservistas

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES. Tras el anuncio de Putin en septiembre de 2022 que convocaría a reservistas para luchar, muchos decidieron marcharse del país.

En septiembre de ese mismo año, comenzaron a llegar más rusos al país después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara la movilización de reservistas para luchar en Ucrania.

Estonia, Letonia y Polonia, que también comparten frontera con Rusia, han aumentado asimismo la seguridad en sus fronteras o están evaluando hacerlo.

Más cerca de sumarse a la OTAN

Tras la invasión a Ucrania el 24 de febrero del año pasado, tanto Finlandia como Suecia decidieron unirse a la OTAN lo más pronto posible, después de permanecer neutrales por años.

Este miércoles, el congreso de Finlandia aprobó por amplia mayoría su ingreso a la OTAN, con 184 votos a favor y 7 en contra.

Helsinki enfrenta menos dificultades diplomáticas que Estocolmo, y el gobierno quiere continuar avanzando incluso antes de que se celebren las elecciones generales del país en abril.

Entretanto, Finlandia y Suecia ya cuentan con el respaldo de casi todos los países miembros de la OTAN excepto dos.

Tan solo Turquía y Hungría aún tienen que aprobar su incorporación a la alianza militar.

Imagen de portada: GUARDIA FRONTERIZA DE FINLANDIA. Los trabajos de construcción se iniciaron el martes cerca de Imatra, una localidad de 26.000 habitantes en el sureste del país.

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 1 de marzo 2023

Sociedad y Cultura/Finlandia/Política/Suecia/Conflicto Rusia-Ucrania

Una asociación de exlegionarios presenta en instalaciones del Ejército un libro que alaba a Franco.

En pleno Madrid de los Austrias está la calle San Nicolás, 11, sede del acuartelamiento de San Nicolás. Allí se encuentran algunas secciones dependientes de la Jefatura de la Dirección de Acuartelamiento del Ejército de Tierra, así como el Patronato de Huérfanos. 

También está la Hermandad Nacional de Antiguos Caballeros Legionarios, donde ayer estaba prevista la presentación del libro ‘Franco, la hoja de servicios de un soldado’, más de 500 páginas de glosas de la carrera militar de Franco, incluida la Guerra Civil. elDiario.es ha preguntado al Ministerio de Defensa si conocía que el acto se iba a celebrar en instalaciones propias y qué opina al respecto, pero de momento no ha obtenido respuesta. La Ley de Memoria Democrática multa con hasta 150.000 euros los actos de exaltación franquista que humillen a las víctimas.

El libro en cuestión está publicado por SND Editores, sello tras el que está Álvaro Romero, patrono de la Fundación Francisco Franco y autor, a su vez, de “Tejero, un hombre de honor”, junto a otro libro de exaltación franquista. 

También tiene un canal en YouTube, ÑTV, que difunde contenidos franquistas, falangistas y antiabortistas. El autor es Francisco Torres, catedrático de instituto, que con este lleva ya cinco libros con “Franco” en el título, y también ha tratado favorablemente la figura de Blas Piñar, fundador de Fuerza Nueva.

No es el primer acto de presentación de la obra en Madrid, pero sí el primero en instalaciones públicas. 

En una entrevista del editor al autor el pasado diciembre publicada en el canal del primero, uno y otro se quejan de la “censura” y se muestran de acuerdo en que Franco era muy buen soldado, así como molestos con quienes pusieron en cuestión que realmente sufriese una herida de guerra. 

La obra no es una biografía sino una “documentación comentada”, explica el autor en un momento dado. Los interlocutores están acostumbrados a debatir sobre la figura franquista. En un momento de la charla, Romero recuerda a los espectadores que ambos intervienen en otro programa del canal dedicado a su figura. 

Hacia el final, el conductor se jacta de que está “intentando cerrar alguna presentación importante en Madrid” y el otro bromea, insinuando que si la revela se la pueden cancelar.

Las alabanzas a Franco tienen un mayor coste legal para sus adictos desde que el año pasado se aprobó la Ley de Memoria Democrática. Su artículo 62.1 considera falta muy grave, susceptible de una sanción de 10.001 a 150.000 euros, “la convocatorias de actos, campañas de divulgación o publicidad que por cualquier medio de comunicación pública, en forma escrita o verbal, en sus elementos sonoros o en sus imágenes, inciten a la exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial, cuando entrañe descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares”. 

La evaluación de lo que supone “humillación” corre a cargo de la Secretaría de Estado de Memoria de Democrática.

Imagen de portada: Bartolomé Ros: «Francisco Franco y Millán Astray abrazados mientras entonan cánticos legionarios. Cuartel de Dar Riffien». Fotografía de 1926.

FUENTE RESPONSABLE: elDIario.es Por Victor Honorato. 17 de febrero 2023.

Sociedad/España/ Política/Francisco Franco/Dictadura/Franquismo /Guerra Civil Española.

«El racismo fue el método que se inventaron las élites en América Latina para reemplazar la esclavitud»: José A. Figueroa, autor de «Republicanos Negros».

¿Fue el racismo un elemento crucial en la construcción de las repúblicas en América Latina, tras los procesos de independencia nacionales?

Esa pregunta tiene múltiples visiones y respuestas, pero lo cierto es que nadie en el continente americano tenía un concepto tan claro de lo que debía ser la igualdad o la libertad como las personas a las que se les había negado ese derecho: los esclavos.

Y para el antropólogo colombiano José Antonio Figueroa, no solo hubo un bloqueo total para que los afrodescendientes no participaran en la construcción de esas nuevas naciones, con sus ideas sobre lo que debía ser una república, sino que además hubo casos en que sus movimientos polìticos fueron aplastados y condenados a la desaparición.

Para demostrar esta premisa, Figueroa se adentró en dos eventos fundamentales: la guerra de Concha en Ecuador, que terminó con la represión violenta de movimientos de afrodescendientes, y el caso del Partido Independiente de Color y el diario Previsión en Cuba, que sufrieron la misma suerte.

Y con todas las ideas que surgieron de ambos movimientos, el antropólogo armó un complejo pero apasionante retrato que es la columna vertebral de su libro «Republicanos negros: guerras por la igualdad, racismo y relativismo cultural».

Hablemos primero de la idea de independencia según se forjó en el continente. ¿Por qué cree que, si Haití logró su independencia en 1803, luego los demás países de América Latina tuvimos que esperar 20 años para hacer lo mismo? ¿No lo queríamos hacer a su modo porque eran negros, no queríamos esa manera de independizarnos?

El tema de Haití es fundamental dentro de la historia política y cultural latinoamericana, pero a la vez es muy desconocido y maltratado.

Lo cierto es que la lucha de la independencia de Haití vino acompañada de una lucha también contra la esclavitud y ahí radica su diferencia, porque eso lo articularon dentro de una lucha militar que les permitió derrotar ni más ni menos que al ejército francés.

¿Qué fue lo que causó eso en el resto de América? Pues que se empezó a propiciar la imagen del miedo al negro.

Lo que se dio en los estados nacientes fue una temprana criminalización de la formidable acción militar hecha por los haitianos y, de hecho, en términos prácticos Haití sufrió uno de los procesos más brutales de aislamiento y de bloqueo en esos años.

Jose Antonio Figueroa

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES. El investigador José Antonio Figueroa, autor de «Republicanos Negros».

Y eso que Haití nos enseñó, que era esa idea de igualdad, fraternidad y libertad a partir de la ruptura con el esclavismo como punta de un proyecto de soberanía nacional y que podría haber sido un gran legado, se convirtió más bien en un motivo de radicalización y de expansión del miedo al negro.

Lo que pudo haber sido realmente una hazaña reconocida y valorada fue en cambio totalmente rechazada, sobre todo porque estaban los intereses de los esclavistas, quienes vieron con terror esa experiencia.

Y no olvidemos toda la ayuda que Alexandre Pétion, el padre de la patria en Haití, le dio a (Simón) Bolívar en su campaña libertadora, con la idea de acabar con la esclavitud, pero este prefirió realmente terminar apoyando la postura de los esclavistas que reclamaban por no perder sus intereses económicos.

¿Entonces lo que vemos es que la construcción de esas repúblicas tras la independencia se hizo con el racismo como uno de sus «valores»?

A ver, en el libro yo toco casos cubanos y del Ecuador y con ellos podemos hacer una lectura amplia de lo que ocurrió en América Latina.

El caso de la formación de la República de Cuba fue excepcional para los investigadores, porque ocurrió a finales del siglo XIX, por lo que hay una proliferación de fuentes que nos permiten concluir eso que usted señala: que el racismo ya tomaba un carácter profundamente sistemático, incluso el racismo se había convertido en una especie de credo científico, con ideas como las que planteaba Joseph Arthur de Gobineau en Francia en su escrito «Desigualdad biológica de las razas», que se había filtrado en las élites que estaban construyendo la República de Cuba en ese entonces.

Y no solo Gobineau, también estaba el racismo científico que proliferaba en Estados Unidos O sea, un sinfín de influencias que se metían en el pensamiento republicano de aquel entonces.

Estas ideas instalan un ideario en los nuevos países que nos permite concluir ahora que el racismo es realmente un sustituto de la esclavitud.

Y lo que hago en mi libro es dar una idea sobre cómo ese racismo instalado en la construcción de las repúblicas, caso Cuba y caso Ecuador, fue ampliamente rechazado y discutido por grupos intelectuales y militares que buscaban una igualdad y libertad completa, y no a medias como se dio en muchos países de la región.

En el centro de su libro están los republicanos negros de la época. ¿Qué es el republicanismo negro?

Partamos de lo básico: la construcción de la república es el modelo que va en contra de la construcción del modelo imperial o del modelo más fundamentado en las premisas reales.

Y esa idea se parte en dos: una república fundamentada en valores aristocráticos de élites, un republicanismo excluyente. Ese es uno.

Pero también hay otro, que se ha presentado desde la antigüedad, que podemos llamar popular, en el que la república se puede dar si y sólo si se reconocen los derechos de la igualdad para todos.

Getty- El racismo ha sido fundamental para el beneficio económico de muchos sectores en América Latina»

Cuando se estaban gestando estos procesos de independencia, este segundo concepto de republicanismo radical fue algo que resultó muy atractivo para los grupos de afrodescendientes, para la población negra, precisamente por las premisas de igualdad para todos.

Entonces estos grupos no solamente se apropiaron de este concepto, sino que lo radicalizaron. Esto queda en evidencia en el levantamiento en la provincia de Esmeraldas en Ecuador (en la llamada guerra de Concha») y por supuesto en los movimientos en Cuba, en donde se hacía una batalla directa contra los conceptos de racismo y desigualdad.

Entonces el republicanismo negro tiene como base ese concepto de igualdad, pero también está muy anclado en una crítica radical al racismo y a los legados de esclavitud que se vivían en estas dos regiones.

Tal vez no hubo en América Latina una idea tan profunda, usted la llama radical, sobre conceptos como la libertad y la igualdad como la que tuvieron los representantes de este republicanismo negro.

Bueno, primero hay que señalar que no hay material abundante, por obvias razones, del desarrollo intelectual de estos movimientos, pero de nuevo regresamos al punto de Haití, cuando promulga su Constitución y declara que «todos somos negros».

A partir de allí se genera una corriente de escritores, pensadores, de activistas negros como es el caso del cubano José Antonio Aponte, que imagina un modelo de república igualitario, que al final le cuesta la vida.

Pero lo que creo que vale la pena mencionar aquí es el proyecto del periódico Previsión, que se fundó en Cuba hacia principios del siglo XX, que, junto al Partido Republicano de Color, fue la respuesta de estos intelectuales negros, todos ellos veteranos de la guerra de independencia, al ver que las promesas de igualdad que se promulgaron durante la independencia cubana habían quedado sepultadas una vez comenzó la construcción de la república.

Y allí lo que se hace, de diversas formas, es expresar estos conceptos de los que hemos hablado, pero no se apropia de las palabras republicanas, sino que las hace reales: habla de su realidad, mucho más allá de la mera consigna, y por eso la profundidad de sus conceptos de libertad e igualdad.

Usted habla en su libro de que importantes intelectuales como Rubén Darío o Alejo Carpentier habrían ayudado a instalar esa idea de racismo dentro de la construcción de las nuevas repúblicas, ¿cómo fue eso?

Es que estos intelectuales y las élites en general de varios países en América Latina durante esos años seguían con la convicción de que no había una igualdad entre los negros y los blancos, o los blancos y mestizos, o lo que sea.

O sea, el que era negro era diferente, e incluso había una condición de «no humanidad».

Con el tiempo, esta noción se transforma: pasamos de la diferencia biológica a una desigualdad cultural y es aquí donde entran escritores como Rubén Darío o Carpentier.

Esclavitud

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES. «El racismo fue la forma en que se reemplazó la esclavitud en América Latina».

Por ejemplo, Rubén Darío lanza una gran diatriba contra las ideas promulgadas por William Du Bois, quien se oponía férreamente a las políticas racistas en el sur de Estados Unidos, y era citado y consultado por los autores del diario Previsión.

El caso de Carpentier es distinto y queda claro con su novela ¡Écue-Yamba-Ó!

Dejemos claro que Carpentier estaba muy metido dentro de esa especie de crítica al occidentalismo.

Él sigue esa teoría de la decadencia de Occidente y lo que hace es que empieza a tratar de imaginarse otros mundos que sean distintos a los que se han dibujado en Occidente, pero en el primer ejercicio demográfico que hace, que está plasmado en su primera novela, habla del tema de los negros, habla del republicanismo negro, pero utiliza exactamente el mismo criterio de la criminalización, que era el fundamento de la antropología biológica y que estuvo sostenido, por ejemplo, por gente a la que él fue muy cercano como el antropólogo cubano Fernando Ortiz.

Lo que hace Carpentier – influenciado por textos de Ortiz sobre el levantamiento negro en Cuba y el Partido Independiente de Color donde habla de negros brujos y negros esclavos- es revindicar a través de una premisa medio cultural las nociones de diferencias de carácter biológico.

Pero, sobre todo, y es lo que yo planteo en el libro, es que estas afirmaciones, donde prevalece el relativismo cultural, nunca hicieron nada por combatir esas teorías que sostenían las diferencias biológicas que eran la base de todo el racismo que se vivía en aquel entonces.

De hecho, hizo todo lo contrario: lo naturalizó a través de la cultura.

Al existir tantos casos que ejemplifican no solo el tema del republicanismo negro sino su lucha, ¿por qué escogió los dos que expone en su libro: la guerra de Concha en Ecuador y la historia del Partido Independiente de Color cubano?

A raíz del ataque del ejército colombiano contra el líder de las FARC Raúl Reyes, en 2008, me encontré por primera vez con la historia de Esmeraldas y a partir de allí comencé a investigar sobre lo que había pasado durante la guerra de Concha, con el levantamiento popular que se había dado allí y la masacre que ha marcado esta región por décadas.

Y es en esa investigación donde alguien me pasa un libro que habla del Partido Independiente de Color en Cuba y la posterior masacre y me doy cuenta de que estamos hablando de lo mismo. Del mismo registro. De la misma idea de republicanismo negro que se vivió en Esmeraldas y en Cuba en aquel entonces, donde los principales valores eran la lucha por la igualdad y la libertad con una matriz totalmente antirracista.

¿Por qué nunca quisimos a los negros en la construcción de nuestras repúblicas?

A ver, en el sentido estricto el racismo, y los legados del racismo, existe en tanto beneficia a un sector y ayuda a la construcción del privilegio blanco. O sea, le permite a un sector de la población acceder a terrenos, a una educación, ayuda a consolidar las diferencias económicas y políticas dentro de una nación.

Es sabido que muchos republicanos en Cuba, que estaban a favor de los procesos de emancipación del país, también estaban pensando cuáles debían ser las estrategias para evitar que la población afrocubana siguiera existiendo.

O sea, se pensaba en la deportación, en el genocidio. Se pensaba en el mestizaje como una forma de ir eliminando poco a poco a los afrodescendientes.

Todo bajo la premisa de que el otro sea marginado, que el otro sea excluido, para atraer o mantener los beneficios económicos de una parte de la población.

La acción del racismo efectivamente provoca beneficios para otros sectores y empresas. Por eso tal vez se haya implementado en la construcción de las naciones.

Independencia cubana

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Cuba fue uno de los últimos países en América Latina en independizarse de España.

Esa negación, ¿cómo cree usted que ha impactado en el presente de la región?

No creo que la pregunta sea cómo impactó, sino cómo esas estructuras aún continúan en la actualidad.

Y la evidencia sobre esa pregunta apunta a una situación preocupante: los niveles de criminalización, el deterioro de los derechos, están muy vinculados con las formas de discriminación racial.

Es decir, los sectores radicalizados son los sectores que siguen sufriendo el día de hoy las consecuencias más desastrosas de lo que es la desigualdad.

Pero veo intenciones que provienen de estas comunidades con las que uno puede interesarse en el futuro. Por ejemplo, lo que está haciendo la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, con el Ministerio de la Igualdad, es algo meritorio.

Y es que justamente las acciones políticas actuales deben ir encaminadas a corregir estos tremendos y nefastos legados provenientes de una larga tradición colonial, basados en la exclusión y la negación del otro.

Este artículo es parte del Hay Festival de Cartagena, un encuentro de escritores y pensadores que se realiza del 26 al 29 de enero de 2023.

Imagen de portada: GETTY IMAGES. Cuba logró su independencia en 1898.

FUENTE RESPONSABLE: Alejandro Millán Valencia. BBC News Mundo. 26 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/América Latina/Historia/Cuba/Política/ Ecuador/ Racismo/Hay Festival.

“Japón era el futuro, pero se quedó atrapado en su pasado”.

En Japón, las casas son como los autos.

Tan pronto como te mudes, tu nueva casa valdrá menos de lo que pagaste por ella y, cuando hayas terminado de pagar la hipoteca por ella, no valdrá casi nada.

Me desconcertó cuando me mudé aquí por primera vez como corresponsal de la BBC: 10 años después, cuando me preparo para irme, sigue siendo igual.

Es la tercera economía más importante del planeta. Es un país pacífico y próspero con la mayor esperanza de vida del mundo, la tasa de homicidios más baja, escasos conflictos políticos, un pasaporte poderoso y el sublime Shinkansen, la mejor red ferroviaria de alta velocidad del mundo.

Estados Unidos y Europa alguna vez temieron al gigante económico japonés de la misma manera que temen hoy al creciente poder económico de China. Pero el Japón que el mundo esperaba nunca llegó. A fines de la década de los 80, los japoneses eran más ricos que los estadounidenses. Ahora ganan menos que los británicos.

Durante décadas, Japón ha estado luchando con una economía lenta, refrenada por una profunda resistencia al cambio y un terco apego al pasado. Ahora, su población está envejeciendo y disminuyendo.

Japón está estancado.

El futuro estaba aquí

Cuando llegué a Japón por primera vez en 1993, lo que me llamó la atención no fueron las calles iluminadas con luces de neón de los barrios de Ginza y Shinjuku, en Tokio, ni la moda salvaje «Ganguro» de las chicas «Harajuku».

Varias personas vestidas con chaquetas llamativas, de color rojo, con estampado de leopardo y pelos estridentes y gafas de sol pasean ante la mirada de otras personas vestidas de modo más traidcional.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES. El distrito de Harajuku de Tokio ha sido durante mucho tiempo un imán para las subculturas y la moda alternativa.

Era lo mucho más rico que se sentía en comparación con cualquier otro lugar en el que había estado en Asia; lo exquisitamente limpio y ordenado que era Tokio en comparación con cualquier otra ciudad asiática.

Hong Kong había sido para mí un asalto a los sentidos: ruidosa, maloliente, una ciudad de extremos, desde mansiones llamativas en Victoria Peak hasta los talleres clandestinos «oscuros y satánicos» en el extremo norte de Kowloon.

En Taipei, la capital de Taiwan, donde estudié chino, las calles se abarrotaban con el sonido de las motos con motor de dos tiempos que arrojaban un humo acre que envolvía la ciudad en una capa de smog tan espesa que a menudo apenas se podían ver dos cuadras.

Si Hong Kong y Taipei eran los adolescentes escandalosos de Asia, Japón era el adulto. Sí, Tokio era una jungla de concreto, pero estaba hermosamente cuidada.

Una mujer se inclina frente a un refrigerador lleno de alimentos frescos.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES. A fines de la década de los 80, los japoneses eran más ricos que los estadounidenses. Ahora ganan menos que los británicos.

Frente al Palacio Imperial de Tokio, el horizonte estaba dominado por las torres de cristal de los titanes corporativos del país: Mitsubishi, Mitsui, Hitachi, Sony. Desde Nueva York hasta Sydney, los padres ambiciosos suplicaban a sus hijos que «aprendieran japonés». Me preguntaba si había cometido un error eligiendo chino.

Japón había emergido de la destrucción de la Segunda Guerra Mundial y conquistado la fabricación global.

El dinero volvió al país, lo que provocó un auge inmobiliario en el que la gente compró todo lo que pudo, incluso trozos de bosque. A mediados de la década de los 80, la broma que se decía era que los terrenos del palacio imperial en Tokio valían lo mismo que toda California. Los japoneses lo llaman «Baburu Jidai» o la era de la burbuja.

Luego, en 1991, la burbuja estalló. El mercado de valores de Tokio colapsó. Los precios de las propiedades cayeron por un precipicio. Todavía están por recuperarse.

Recientemente, un amigo estaba en negociaciones para comprar varias hectáreas de bosque. El dueño quería US$20 por metro cuadrado. «Le dije que la tierra forestal solo vale US$2 por metro cuadrado», dijo mi amigo. «Pero insistió en que necesitaba 20 dólares el metro cuadrado, porque eso era lo que había pagado en la década de los 70».

Si tienes en mente los elegantes trenes bala de Japón o la maravilla de la fabricación en línea de montaje «justo a tiempo» de Toyota se te perdonará que pienses que Japón es un ejemplo de eficiencia. No lo es.

Más bien la burocracia puede ser aterradora mientras se gastan enormes cantidades de dinero público en actividades de dudosa utilidad.

Tapa de alcantarilla con un diseño de un mamut y flores alrededor.

FUENTE DE LA IMAGEN. BBC. Estas impresionantes tapas de alcantarilla se pueden ver en todo Japón… Y cuestan una fortuna.

Un ejemplo es del año pasado, cuando descubrí la historia detrás de las impresionantes tapas de alcantarilla en un pequeño pueblo de los Alpes japoneses.

En 1924, los huesos fosilizados de una antigua especie de elefante fueron encontrados en un lago cercano. Se convirtió en un símbolo de la ciudad y, hace unos años, alguien decidió reemplazar todas las tapas de las alcantarillas por otras nuevas que tendrían una imagen del famoso elefante en la parte superior.

Esto ha estado sucediendo en todo Japón.

Ahora existe una Sociedad Japonesa de Tapas de Alcantarilla que afirma que hay 6.000 diseños diferentes. Entiendo por qué a la gente le encantan estas tapas. Son trabajos de arte. Pero cada uno cuesta hasta US$900.

Es una pista de cómo Japón terminó con la montaña de deuda pública más grande del mundo. Y la creciente factura no se ve favorecida por una población que envejece y que no puede jubilarse debido a la presión sobre la atención médica y las pensiones.

Japonesas vestidas al modo tradicional, con kimono y una pieza de abrigo por encima, caminan con sus celulares en la mano.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES. A menudo se describe como un país que se ha modernizado con éxito sin abandonar lo antiguo. Hay algo de verdad en esto, pero diría que lo moderno es más bien una fachada.

Cuando renové mi licencia de conducir japonesa, el personal exquisitamente cortés me llevó de la prueba de la vista a la cabina de fotos para pagar la tarifa y luego me pidió que me presentara en la «sala de conferencias 28». Estas conferencias de «seguridad» son obligatorias para cualquier persona que haya tenido una infracción de tráfico en los últimos cinco años.

Adentro encontré un grupo de almas de aspecto desconsolado esperando que comenzara nuestro castigo. Un hombre, vestido muy elegantemente, entró y nos dijo que nuestra «conferencia» comenzaría en 10 minutos y ¡duraría dos horas!

Ni siquiera es necesario que entiendas la conferencia. Yo no entendí muchas de las cosas que decían. Mientras la charla llegaba a su segunda hora, varios de mis compañeros de clase se quedaron dormidos y el hombre a mi lado completó un boceto bastante bueno de la torre de Tokio. Estaba aburrido, resentido y me parecía que el reloj en la pared se burlaba de mí.

«¿Cuál es el punto de esto?» Le pregunté a mi colega japonés cuando regresé a la oficina. «Es un castigo, ¿verdad?»

«No», dijo riendo. «Es un esquema de creación de empleo para policías de tránsito jubilados».

Una persona mira los paneles de salidas y llegadas en el aeropuerto de Tokio.

FUENTE DE LA IMAGEN.GETTY IMAGES.Cuando llegó la pandemia por Covid, Japón cerró sus fronteras incluso a quienes tenían ya residencia permanente, casa y trabajo en el país. «Son todos extranjeros», alegó el Ministerio de Exteriores.

Pero cuanto más vives aquí, incluso las partes frustrantes se vuelven familiares, incluso entrañables. Empiezas a apreciar las peculiaridades, como los cuatro empleados de la gasolinera que limpian todas las ventanas de tu auto mientras llenan el tanque y se inclinan al unísono cuando te vas.

Japón todavía se siente como Japón y no como una reproducción de Estados Unidos. Es por eso que el mundo está tan emocionado con todo lo japonés, desde la nieve en polvo hasta la moda. Tokio alberga restaurantes superlativos; Studio Ghibli hace la animación más encantadora del mundo (lo siento, Disney); sin duda el J-pop es horrible, pero Japón es sin duda una superpotencia de poder blando.

A los geeks y a los bichos raros les encanta por su maravillosa rareza. Pero también tiene admiradores de extrema derecha por rechazar la inmigración y mantener el patriarcado. A menudo se describe como un país que se ha modernizado con éxito sin abandonar lo antiguo. Hay algo de verdad en esto, pero diría que lo moderno es más bien una fachada.

Cuando la pandemia por el covid golpeó el mundo, Japón cerró sus fronteras. Incluso los extranjeros con estatus de residencia permanente no podían regresar. Llamé al Ministerio de Relaciones Exteriores para preguntar por qué los extranjeros que habían pasado décadas en Japón, tenían casas y negocios aquí, eran tratados como turistas. La respuesta fue contundente: «son todos extranjeros».

Ciento cincuenta años después de haberse visto obligado a abrir sus puertas, Japón sigue siendo escéptico, incluso temeroso, del mundo exterior.

El factor externo

Recuerdo un viaje a una pequeña localidad en la península de Boso, al otro lado de la bahía de Tokio. Estaba allí porque el pueblo estaba dentro de la lista de poblaciones en peligro de extinción, una de las 900 que hay en todo Japón.

Un granjero local camina entre una plantación.

FUENTE DE LA IMAGEN. BBC

La población local es muy reacia a los extranjeros, aunque sean residentes de larga data en el país. Esto es una de las cosas que está haciendo que los pueblos pierdan poco a poco gente.

Los ancianos, reunidos en el salón del ayuntamiento, estaban preocupados. Desde la década de los 70 habían visto a los jóvenes irse a trabajar a las ciudades. De las 60 personas que quedan solo hay un adolescente y ningún niño.

«¿Quién cuidará de nuestras tumbas cuando nos hayamos ido?» se lamentó un anciano. Cuidar de los espíritus es un asunto serio en Japón.

Pero a mí, nativo del sureste de Inglaterra, la muerte de este pueblo me parecía absurda. Estaba rodeado de arrozales de postal, colinas cubiertas por un denso bosque y con Tokio a menos de dos horas en coche.

«Este es un lugar tan hermoso», les dije. «Estoy seguro de que a mucha gente le encantaría vivir aquí. ¿Cómo se sentirían si trajera a mi familia a vivir aquí?»

De repente, el aire se podía cortar con un cuchillo. Los hombres se miraron entre sí en silencio y avergonzados. Entonces uno se aclaró la garganta y habló, con una mirada preocupada en su rostro: «Bueno, tendrías que aprender nuestra forma de vida. No sería fácil».

El pueblo estaba en camino a la extinción, pero la idea de que fuera invadido por «forasteros» era algo peor.

Un tercio de los japoneses tiene más de 60 años, lo que convierte a Japón en el lugar con la población más anciana del mundo, después del pequeño Mónaco. Se registran menos nacimientos que nunca y para 2050 podría perder una quinta parte de su población actual.

Sin embargo, su hostilidad hacia la inmigración no ha flaqueado.

Solo alrededor del 3% de la población de Japón nació en el extranjero, en comparación con el 15% en el Reino Unido. En Europa y Estados Unidos los movimientos de derecha señalan al país como un brillante ejemplo de pureza racial y armonía social.

Pero Japón no es tan étnicamente puro como podrían pensar esos admiradores. 

Están los ainu de Hokkaido, los okinawenses del sur, medio millón de personas de etnia coreana y cerca de un millón de chinos. Luego están los niños japoneses que tienen un padre extranjero, eso incluye a mis propios tres hijos.

Varios hombres de muy avanzada edad, sentados, frente a frente, con un juego de mesa.

Si quieres ver qué le sucede a un país que rechaza la inmigración como solución a la caída de la fertilidad, Japón es un buen lugar para comenzar.

Estos niños biculturales son conocidos como «hafu» o «mitades», un término peyorativo que es normal aquí. Incluyen celebridades e íconos deportivos, como la estrella del tenis Naomi Osaka. La cultura popular los idolatra como «más bellos y talentosos». Pero una cosa es ser idolatrado y otra muy distinta ser aceptado.

Si quieres ver qué le sucede a un país que rechaza la inmigración como solución a la caída de la fertilidad, Japón es un buen lugar para comenzar.

Los salarios reales aquí no han crecido en 30 años. Los ingresos en Corea del Sur y Taiwán han alcanzado e incluso superado a Japón.

Pero el cambio se siente distante. En parte se debe a una jerarquía rígida que determina quién tiene las palancas del poder.

Los ex samuráis

«Mira, hay algo que debes entender sobre cómo funciona Japón», me dijo un eminente académico. «En 1868, los samuráis entregaron sus espadas, se cortaron el pelo, se vistieron con trajes occidentales y marcharon hacia los ministerios en Kasumigaseki (el distrito gubernamental del centro de Tokio) y todavía están allí».

En 1868, por temor a que se repitiera el destino de China a manos de los imperialistas occidentales, los reformadores derrocaron la dictadura militar del shogunato Tokugawa y encaminaron a Japón hacia una industrialización de alta velocidad.

Pero la restauración Meiji, como se la conoce, no fue una toma de la Bastilla. Fue un golpe de élite. Incluso después de una segunda convulsión de 1945, las «grandes» familias sobrevivieron. 

Esta clase dominante abrumadoramente masculina se define por el nacionalismo y la convicción de que Japón es especial. No creen que Japón fue el agresor en la guerra, sino su víctima.

Mujer ve en una pantalla las informaciones sobre el funeral del ex primer ministro Shinzo Abe, asesinado en 2022.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES

La clase política dominante en Japón es esencialmente masculina, nacionalista y parte de una élite de tradición antigua. Las mujeres no tienen apenas cabida en ella.

Por poner un ejemplo, el ex primer ministro Shinzo Abe, asesinado el año pasado, era hijo de un ministro de Relaciones Exteriores y nieto de otro primer ministro, Nobusuke Kishi. El abuelo Kishi fue miembro de la junta de guerra y fue arrestado por los estadounidenses como presunto criminal de guerra. Pero se libró de la condena y a mediados de la década de los 50, ayudó a fundar el Partido Liberal Democrático (PLD), que gobierna Japón desde entonces.

Algunas personas bromean con que Japón es un Estado de partido único. No lo es. Pero es razonable preguntarse por qué Japón sigue reeligiendo a un partido dirigido por una élite que anhela desechar el pacifismo impuesto por Estados Unidos, pero no ha logrado mejorar el nivel de vida durante 30 años.

Durante unas elecciones recientes conduje por un estrecho valle fluvial excavado en las montañas dos horas al oeste de Tokio, el territorio del PLD. La economía local depende de la fabricación de cemento y la energía hidroeléctrica. En un pequeño pueblo conocí a una pareja de ancianos que caminaban hacia el colegio electoral.

«Votaremos por el PLD», dijo el esposo. «Confiamos en ellos, nos cuidarán».

«Estoy de acuerdo con mi esposo», dijo su esposa.

La pareja señaló al otro lado del valle un túnel y un puente recientemente terminados que esperan atraer a más turistas de fin de semana desde Tokio.

A menudo se dice que la base de apoyo del PLD está hecha de hormigón. Esta forma de clientelismo es una de las razones por las que gran parte de la costa de Japón está plagada de bloques de concreto y sus ríos están amurallados de este material. Es esencial mantener el bombeo de hormigón.

Estos bastiones rurales son cruciales ahora debido a la demografía. Deberían haberse reducido ya que millones de jóvenes se mudaron a las ciudades para trabajar. Pero eso nunca sucedió. Al PLD le gusta así porque significa que los votos rurales más antiguos cuentan más.

A medida que esta vieja generación fallece, el cambio es inevitable. Pero no estoy seguro de que signifique que Japón se volverá más liberal o abierto.

Los japoneses más jóvenes tienen menos probabilidades de casarse o tener hijos. También es menos probable que hablen un idioma extranjero o hayan estudiado en el extranjero, al contrario que sus padres o abuelos. Solo el 13% de los puestos gerenciales en Japón lo ocupan mujeres y ni tan siquiera 1 de cada 10 llega al poder como diputada.

Cuando entrevisté a la primera mujer gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, le pregunté cómo planeaba que su administración ayudara a abordar la brecha de género.

«Tengo dos hijas que pronto se graduarán de la universidad», le dije. «Son ciudadanas japonesas bilingües. ¿Qué les dirías para alentarlas a quedarse y hacer sus carreras aquí?»

«Les diría que si yo puedo tener éxito aquí, ellas también pueden», contestó.

Yo no pude evitar pensar: «¿Eso es todo lo que tienes para decirles?»

Y sin embargo, a pesar de todo esto, voy a extrañar Japón, que me inspira tanto cariño como habituales brotes de exasperación.

La Pagoda Chureito con vista al Monte Fuji.

FUENTE DE LA IMAGEN. GETTY IMAGES

«Me he acostumbrado a cómo es Japón y he llegado a aceptar el hecho de que no está a punto de cambiar».

En uno de mis últimos días en Tokio, fui con un grupo de amigos a un mercadillo de fin de año. En un puesto rebusque entre cajas de hermosas herramientas antiguas para trabajar la madera. A poca distancia, un grupo de mujeres jóvenes vestidas con hermosos kimonos de seda estaba charlando. 

Al mediodía nos metimos en un pequeño restaurante almorzar un menú del día compuesto de caballa a la parrilla, sashimi y sopa de miso. La comida, el entorno acogedor, la amable pareja de ancianos que se preocupaba por nosotros, todo se había vuelto tan familiar, tan cómodo.

Después de una década aquí, me he acostumbrado a cómo es Japón y he llegado a aceptar el hecho de que no está a punto de cambiar.

Sí, me preocupa el futuro. Y el futuro de Japón tendrá lecciones para el resto de nosotros. En la era de la inteligencia artificial, menos trabajadores podrían impulsar la innovación; Los agricultores ancianos de Japón pueden ser reemplazados por robots inteligentes. Grandes partes del país podrían volver a la naturaleza.

¿Japón se desvanecerá gradualmente en la irrelevancia o se reinventará a sí mismo? Mi cabeza me dice que para prosperar de nuevo, Japón debe aceptar el cambio. Pero me duele el corazón al pensar en perder las cosas que lo hacen tan especial.

Imagen de portada: GETTY IMAGES. La economía de Japón, la tercera más grande del mundo, lleva años estancada

FUENTE RESPONSABLE: Rupert Wingfield-Hayes, Corresponsal en Tokio, BBC News. 28 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/Japón/Economía/Política/Familia.

Ya no buscamos la verdad, solo queremos certezas, según Hannah Arendt.

La posverdad es ese terreno resbaladizo en el que los hechos objetivos influyen menos en la opinión pública que las emociones y las creencias personales.

Gracias a Jennifer Delgado.

Un ámbito en el que la realidad cede el paso a las sensaciones, intuiciones, emociones y, por supuesto, a la manipulación mediática, política y social. En ese terreno triunfa el relativismo mientras los límites entre la verdad y la mentira se difuminan peligrosamente.

Orson Welles en un encuentro con la prensa al día siguiente de la emisión, diciéndoles que nadie relacionado con la emisión tenía idea de que causaría el pánico. FOTOGRAFÍA DE ACME NEWS PHOTOS, WIKIMEDIA COMMONS

Sin embargo, no es un fenómeno nuevo. Mucho antes de que habláramos de post verdad o incluso concibiéramos ese concepto, Hannah Arendt ya había hecho referencia a la defactualización, que sería la incapacidad para discernir los hechos de la ficción y la mera opinión. En 1971 publicó un ensayo denominado “Mentiras en la Política”, que escribió – entre indignada y decepcionada – justo después de que salieran a la luz los 

Pentagon Papers sobre la administración de Nixon y su gestión de la guerra de Vietnam.

Entonces dijo: “Nuestra vida cotidiana siempre está en peligro de ser perforada por mentiras individuales o desgarrada por la mentira organizada de grupos, naciones o clases, así como por negaciones o distorsiones, a menudo cuidadosamente encubiertas por montones de falsedades o simplemente dejadas caer en el olvido”. Cualquier parecido con la realidad, no es mera coincidencia. sus palabras siguen resonando muy actuales.

Def Actualización, el riesgo de convertir los hechos en opiniones

“El sujeto ideal del gobierno totalitario no es el nazi convencido o el comunista devoto, sino las personas para quienes la distinción entre la realidad y la ficción y la distinción entre verdadero y falso ya no existen”, explicó Arendt.;

Por supuesto, «esa distinción no se erosiona de la noche a la mañana, sino que emerge a través, entre otras cosas, de la mentira continua: El resultado de una sustitución constante y total de la mentira por la verdad fáctica no es que las mentiras ahora se acepten como verdad y la verdad sea difamada como mentira, sino que se destruye el sentido mediante el cual nos orientamos en el mundo real, y la categoría de verdad frente a falsedad”.

Joseph Cotten, Orson Welles y Everett Sloane. Everett Collection

Arendt dice que la defactualización se produce cuando perdemos la capacidad para distinguir la realidad de la construcción, lo cierto de lo falso. De hecho, la filósofa establece una diferenciación importante entre la verdad, que se corresponde con la realidad y la refleja, y el sentido, que es relativo y está moldeado por nuestras interpretaciones subjetivas, las cuales a su vez dependen de nuestras creencias y expectativas, que pueden ser manipuladas.

Explica que “la necesidad de la razón no está inspirada por la búsqueda de la verdad sino por la búsqueda del sentido. La verdad y el sentido no son lo mismo. 

Es una falacia básica interpretar el sentido en el contexto de la verdad”. A menudo, lo que inspira la búsqueda no es la verdad sino el deseo de dar un sentido a lo que nos sucede, sobre todo en un mundo que se nos antoja demasiado caótico e inseguro.

Las certezas viven en el reino del sentido, no de la verdad. La propia noción de “hecho alternativo” es un concepto que genera certidumbre a expensas de la verdad. La propaganda política y la manipulación social a menudo se basan en la manipulación de los sentidos para generar esas certezas que tanto ansiamos.

Orson Welles. La guerra de los mundos

Arendt creía que esa es la razón por la que es tan fácil engañar a las masas.

En realidad, “la falsedad nunca entra en conflicto con la razón, porque las cosas podrían haber sido como el mentiroso dice que fueron. Las mentiras suelen ser mucho más plausibles, más atractivas para la razón, que la realidad, ya que el mentiroso tiene la gran ventaja de saber de antemano lo que su audiencia desea o espera escuchar. Ha preparado su historia para el consumo público con la mirada puesta en hacerla creíble, mientras que la realidad tiene la desconcertante costumbre de confrontarnos con lo inesperado, aquello para lo que no estábamos preparados”.

O sea, muchas veces el deseo de tener certezas y asideros a los cuales aferrarnos en situaciones de incertidumbre se convierte en el caldo de cultivo idóneo para que crezcan los “hechos alternativos” que dan paso a la mentira.

Esas falsedades cumplen una función: nos hacen sentir cómodos. Nos brindan seguridad. Eliminan las disonancias y nos permiten seguir con nuestra vida sin pensar demasiado. Sin cuestionarnos las cosas. Sin sentirnos mal.

Somos más propensos a creer en lo que queremos oír

“En circunstancias normales, el mentiroso es vencido por la realidad, para la cual no hay sustituto. No importa cuán grande sea el tejido de falsedad que un mentiroso experimentado construya, nunca será lo suficientemente grande para cubrir la inmensidad de la realidad”, apuntó Arendt.

Sin embargo, cuando se desata un conflicto bélico, vivimos una pandemia o atravesamos una crisis económica las “circunstancias normales” a las que hacía referencia Arendt se desvanecen para dejar paso a un nivel de incertidumbre elevado. En esa condición somos más vulnerables a la manipulación porque solemos priorizar la búsqueda de certezas sobre la verdad.

Somos más propensos a creer en esos “hechos alternativos” que alguien nos cuenta porque nos evita el arduo trabajo de buscar la verdad, asumir responsabilidades y afrontar consecuencias. 

Por tanto, para Arendt la defactualización no ocurre en un solo sentido, no es una mentira impuesta desde el poder sino una falsedad consensuada entre aquellos que no están dispuestos a participar en la obra del pensamiento crítico necesaria para llegar a la verdad, no quieren cambiar sus agendas personales, salir de su zona de confort o abandonar las creencias preexistentes. La defactualización, por tanto, se arraiga en la ignorancia motivada de muchos.

“Los hechos alternativos no son simplemente mentiras o falsedades, sino que hablan de un cambio significativo en la realidad fáctica compartida que damos por sentado […] Su fuerza corrosiva consiste en convertir el hecho en una mera opinión, es decir, una opinión en el sentido meramente subjetivo: un ‘me parece’ que persiste indiferente a lo que les parece a los demás”. 

La realidad se despoja de los hechos para entrar en el terreno de lo opinable y manipulable. Cuando se le da el mismo peso a las opiniones que a los hechos, no es extraño que estas terminen suplantándolos en el discurso social e incluso en la historia.

Por supuesto, existe un momento en el que esa defactualización se vuelve contra nosotros: “siempre llega el punto más allá del cual la mentira se vuelve contraproducente. Este punto se alcanza cuando la audiencia a la que se dirigen las mentiras se ve obligada a ignorar por completo la línea que distingue entre la verdad y la falsedad para poder sobrevivir.

“Cierto o falso deja de importar si tu vida depende de que actúes como si fuera cierto. Entonces la verdad en la que se puede confiar desaparece por completo de la vida pública y, con ella, el principal factor estabilizador de los asuntos siempre volubles de los hombres”. Hay poco más que añadir.

Si deseas profundizar en esta entrada; cliquea por favor adonde se encuentre escrito en color “azul”. Muchas gracias.  

Fuente: Arendt, H. (1971) Lying in Politics: Reflections on The Pentagon Papers. En: The New York Review. Gracias a Jennifer Delgago de El Rincón de Psicología. 

Imagen de portada: Hanna Arendt

FUENTE RESPONSABLE: Cultura Inquieta.

Sociedad y Cultura/Verdadero o Falso?/Medios de comunicación/Política/ Pensamiento crítico.

A qué niveles llegan la pobreza, la desigualdad y la corrupción en Estados Unidos y cómo se comparan con América Latina.

Todos sabemos el impacto que las preocupaciones sobre pobreza y corrupción tienen en las elecciones latinoamericanas.

Pero, ¿qué tan influyentes son estos dos factores en la política de Estados Unidos, que llega al momento crucial de las elecciones de mitad de período este martes 8 de noviembre?

Para responder esta pregunta, puede resultar útil primero establecer qué tan serio es el problema en Estados Unidos, comparado con lo que ocurre en América Latina.

Por lo general, los problemas de pobreza son de distinta magnitud en los países latinoamericanos, comparado con lo que se experimenta en Estados Unidos.

También es cierto que la percepción general de corrupción institucional es más seria en muchos de los países latinoamericanos, comparado con lo que ocurre en la nación norteamericana.

Pero, como le dicen varios expertos a BBC Mundo, esto no quiere decir que la ansiedad por la pobreza y la corrupción no estén influyendo también en elecciones en Estados Unidos.

Una persona mira su billetera con un dólar

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Ambos son vistos como problemas recurrentes que, en muchos casos, convencen a los estadounidenses a votar en un sentido o en el otro.

Órdenes de magnitud distintos

Es por supuesto complejo comparar la pobreza en Estados Unidos, la nación mas poderosa de la tierra, con la que se ve en los países latinoamericanos.

No es lo mismo ser considerado pobre en Estados Unidos que en otros lados.

De acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos, en ese país una familia de dos adultos y dos niños es clasificada como pobre si el ingreso familiar no pasa de los US$26.000 anuales. Aproximadamente un 12% de la población estadounidense entra en esa calificación.

Sin embargo, a manera de ejemplo, una familia colombiana que ganara ese mismo monto de dinero, equivalente a unos 10 millones de pesos colombianos al mes, sería considerada holgadamente como parte de la clase media en esa nación sudamericana.

Una persona duerme en la calle entre unas mantas

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Al intentar medir la pobreza estadounidense frente a la de los países latinoamericanos, los constantes cambios de valor de sus respectivas monedas, las diferencias en el costo de vida, la disponibilidad de ayudas estatales y otros factores socioeconómicos hacen que el solo monto salarial no sea la única variable a considerar.

El Banco Mundial ha intentado crear un índice que toma en cuenta algunas de estas diferencias en costo de vida y valor de las monedas para estimar qué porcentaje de la población vive con menos de US$2,15 al día, ajustados al poder adquisitivo de las distintas divisas.

Llegan de esa manera a una estimación del numero de gente enfrentando las dificultades de extrema pobreza en cada país.

Medido así, un 1% de la población estadounidense está en esa condición de pobreza absoluta.

Tienda en barrio pobre

AFP

Pobreza en Estados Unidos

  • 12%
  • Población en Estados Unidos viviendo en condiciones de pobreza

Fuente: Oficina del Censo

Según este método, hay menos pobres extremos en Chile, donde esta población vulnerable es el 0,7% del total.

En cambio, según el Banco Mundial, en México llegan al 3,1%, Guatemala al 9%, Colombia al 10,8%, Honduras al 12,7% y Haití al 29%.

Naciones Unidas tiene otro mecanismo, el del Índice de Desarrollo Humano, que, más allá del salario, examina qué tanto acceso tiene el grueso de la población a condiciones materiales de bienestar.

Una mujer camina frente a una tienda en Nueva York

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

En un índice de 0 a 1, donde el 1 refleja a las comunidades con mayor desarrollo humano, Chile, con un puntaje de 0.855, está muy cerca del 0.92 que obtiene Estados Unidos.

México, Brasil y Colombia obtienen 0.75. Mientras que Bolivia solo llega a 0.6 y Haití apenas alcanza 0.53.

Finalmente, está el prisma de la pobreza relativa y la desigualdad.

En muchos países, el impacto político de la pobreza está magnificado por la sensación de desigualdad.

Si los pobres consideran que los ricos tienen demasiado, es posible que aumente su sensación de indignación con el sistema.

El índice Gini mide el grado de desigualdad en una sociedad. Mientras más bajo sea el número, menos desigualdad hay.

De acuerdo con información del Banco Mundial, este índice llega a 41.5 para Estados Unidos. El mismo índice califica con 40.2 a Uruguay, una sociedad que, en esa medición, resulta más igualitaria.

En cambio, el índice Gini sube a 48.9 para Brasil, y a un 54.2 para Colombia, uno de los países peor librados en el mundo en ese sentido.

Un hombre participa de las elecciones de medio término en EE.UU.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

De modo que al hacer la comparación de pobreza y desigualdad entre América Latina y Estados Unidos, la primera aclaración que hay que hacer es: qué país en América Latina, una región de enormes diferencias internas en los resultados de la lucha contra la pobreza.

Los efectos en la política de EE.UU.

En cualquier caso, los expertos indican que la pobreza estadounidense, aunque muchas veces sustancialmente menor que en América Latina, tiene efectos importantes en la política.

Eso cree Shailly Barnes, directora de políticas en el Kairos Center, un centro de pensamiento basado en Nueva York que busca soluciones a la pobreza en Estados Unidos.

«La narrativa común que se maneja sobre los pobres en Estados Unidos es que no participan en las elecciones y no les interesa la política. Hemos encontrado que eso no es cierto. En 2020 un número cercano a 60 millones de personas de bajos ingresos votaron en las elecciones presidenciales», asegura Barnes en conversación con BBC Mundo.

Barnes usa el ejemplo de lo que ocurrió en las pasadas elecciones de 2020 en el estado de Florida para mostrar la relevancia del tema de la pobreza en el mundo político estadounidense.

Un hombre reparte comida en Texas

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Señala que fue un estado donde ganaron los republicanos, un partido cuyas políticas están tradicionalmente asociadas con más apoyo a los grandes empresarios.

Pero, recuerda Barnes, «ese mismo electorado de Florida aprobó en un referendo una medida que subía el salario mínimo vigente en el estado».

Sin embargo, a la experta le preocupa que muchas veces «nuestra política no responde a las necesidades o apremios de estas personas».

Advierte que al igual que pasa en muchos otros países, la ansiedad que puede estar generando la preocupación sobre la pobreza alimenta en Estados Unidos otros fenómenos políticos como el populismo.

«Hemos visto eso es la ultima década», explica Barnes, indicando, por ejemplo, el «uso de discursos racistas» por algunos políticos como respuesta a un electorado preocupado por el deterioro en sus niveles de bienestar material.

Las preocupaciones sobre la corrupción

Aparte de la pobreza, otro tema recurrente de discusión en la política latinoamericana contemporánea es la corrupción.

En general, pero no siempre, las mediciones sobre percepción de corrupción dejan mejor libradas a las instituciones de Estados Unidos que a las de los países latinos.

Pero nadie niega que es también un tema extremadamente del momento en la política del país norteamericano.

Una mujer lava la ropa en el campamento Necocli en Colombia.

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Transparencia Internacional es uno de los organismos que intenta calificar y comparar con un índice la percepción pública acerca del grado de corrupción prevalente en muchos países.

La más reciente versión del índice señala que Dinamarca es la nación con menor percepción de corrupción, con un puntaje de 88 sobre 100.

Estados Unidos alcanza la posición 27, con 67 puntos, un resultado que lo pone al mismo nivel de Chile, y superado por Uruguay, ubicado en el puesto 18 con 73 puntos.

En cambio, Colombia sale en el puesto 87 con 33 puntos. Argentina ocupa el puesto 96 junto con Brasil, Guatemala el 150 y Venezuela el 177, apenas superando en esta tabla a tres países: Somalia, Siria y Sudan del Sur.

La discusión sobre corrupción, en cualquier caso, sacude la política estadounidense tanto o más que a muchos países latinoamericanos.

Basta recordar que uno de los gritos de batalla de Donald Trump en su victoriosa campaña presidencial de 2016 fue su promesa de «secar el pantano», como el entonces candidato se refería a la corrupción en Washington, ciudad creada sobre un pantano.

En este año, la discusión se ha centrado muchas veces en temas de supuesta corrupción electoral, le dice a BBC Mundo Gabriel Sanchez, experto asociado al centro de investigación Brookings Institute de Washington y catedrático de la Universidad de Nuevo Mexico.

La polémica alrededor de las elecciones presidenciales de 2020 y la derrota de Trump ha marcado la percepción del público estadounidense sobre corrupción, pese a que nunca se han encontrado evidencias de fraude en dichas elecciones.

El barrio Petare en Caracas, Venezuela.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

«Estamos viendo niveles récord de información imprecisa dirigida a los latinos en este ciclo electoral, principalmente a los latinos hispanohablantes. Buena parte de ese contenido se enfoca en las continuas aseveraciones de Trump sobre el supuesto robo de las elecciones de 2020, lo que está ayudando a generar percepciones de corrupción entre algunos latinos», asegura Sanchez.

El experto identifica repercusiones de esta discusión en los comicios de mitad de período de este martes.

«Es evidente en sitios como Arizona, donde hay varios candidatos que se han aferrado al mensaje de campaña de Trump en el 2020 sobre corrupción electoral. Si ahora ocurre otra elección apretada, podría tomar varios días calcular los resultados, lo que podría alimentar las acusaciones de fraude electoral y generar mayor preocupación sobre la corrupción».

En un mundo interconectado e interdependiente, los discursos políticos de distintas partes del mundo se han vuelto más parecidos, incluso entre regiones tan distintas como Estados Unidos y América Latina.

Y pese a mostrar indicadores tan distintos en asuntos como la corrupción y la pobreza, la indignación ciudadana en torno a estos temas ayuda a explicar por lo menos algunos de los resultados electorales en ambos lugares.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Luis Fajardo; BBC Monitoring. 8 de noviembre 2022.

Sociedad/Economía/Pobreza/Política/América Latina/EE.UU.

Juan Pinilla: “La biografía de Saramago es la de los don nadies y los desheredados”.

El investigador y cantaor Juan Pinilla publica con la editorial Atrapasueños el libro ‘Saramago. El Nobel de lo imposible’, un laborioso y profundo estudio sobre el escritor portugués que llega a las librerías en pleno centenario de su nacimiento.

Indiscutiblemente, José Saramago es uno de los grandes nombres de la literatura universal. Su enorme legado sigue vigente y su extensa obra se revisa a diario en todo el mundo. Libros como Ensayo sobre la ceguera, El Evangelio según Jesucristo o La Caverna entre otros, son escritos clásicos que no solo han marcado a varias generaciones de lectores, sino que se han convertido en pertinentes metáforas sobre la condición humana y los comportamientos de nuestra sociedad contemporánea. 

El escritor granadino y cantaor de flamenco Juan Pinilla ha analizado en esta obra de reciente publicación la figura del escritor luso, siempre desde el respeto y la admiración, con intención didáctica y palabras llanas y certeras. Hablamos con él sobre la vida y obra del autor portugués, profundizando en este riguroso libro con ilustraciones de Joaquín López Cruces.

¿Por qué estimas que es necesario estudiar y reivindicar la figura de José Saramago?

Saramago se reivindica solo por la calidad incontestable de su palabra y de su obra, a lo que debemos sumar ese vastísimo conocimiento de la historia, la religión, la política, la ética, la filosofía y tantos campos del saber que lo convertían en un humanista, en un filósofo y adalid de la ética en pleno siglo XXI. Al margen de estas consideraciones, mi trabajo se puede entender como un gesto de agradecimiento y lealtad hacia una de mis principales fuentes de inspiración literaria, alguien que me empujó a leer con más avidez.

Has comentado en alguna ocasión que el libro busca una labor divulgativa. ¿En qué sentido?

La editorial Atrapasueños me pidió que fuese comprensible, que todo el mundo pudiera entenderlo; y yo me rompí la cabeza para que fuera así. Entiendo que se ha conseguido a juzgar por las opiniones que estoy recibiendo. Se trata de acercarse a un público que, bien por juventud o bien por otros factores, no conoce bien la obra de José Saramago.

Se trata de acercarse a un público que, bien por juventud o bien por otros factores, no conoce bien la obra de José Saramago.

¿Ha afectado de algún modo tu faceta de cantaor flamenco a la hora de conectar con el universo de Saramago?, ¿existe alguna relación?

No exactamente. No hay excesivas referencias a la música popular en la obra saramaguiana. Lo que sí estoy en condiciones de afirmar es que fue el flamenco lo que me permitió conocer personalmente a Saramago. Ocurrió a través del Festival 7 soles 7 lunas, con el que llevo colaborando casi dos décadas, y que el escritor portugués presidía a título honorífico.

En los últimos años hemos vivido en una especie de distopía que bien podría haber escrito Saramago, ¿verdad?

En la colección de cuentos Casi un objeto ya se acerca bastante a la triste realidad de nuestros días: personas dominadas y poseídas por las máquinas, por el afán de tener, de acumular. Saramago acuñó una frase que decía “El tener destruirá al ser”, muy en la línea de su pensamiento. Estamos viendo como ese afán de acumulación de la riqueza, la codicia y esa mal llamada “libertad económica”, están creando situaciones muy difíciles de las que solo salen reforzados los que más tienen.

Juan Pinilla en la Fundación José Saramago, junto a Pilar del Río | Foto cedida

“Otro mundo, José Saramago mediante, es posible”, dices en el epílogo de la biografía. ¿Qué mundo es este?

Un mundo más humano, más fraterno, más solidario, más equilibrado. Un mundo donde la cultura, la ética y el humanismo tengan un papel preponderante, donde hombres y mujeres alcancen la equiparación real, donde no exista ese tremendo dolor que existe en la infancia de los niños nacidos en países subdesarrollados. Un mundo más habitable, más limpio, más honesto, en definitiva.

¿Cómo ha sido el proceso de documentación y estudio de su vida y obra, y qué es lo que más te ha sorprendido de este?

Llevo muchos años acumulando datos sobre Saramago en forma de recortes de periódico, informaciones varias, entrevistas a personajes que lo conocieron, —especialmente a su familia—, opiniones de otros autores sobre él, anécdotas vividas entre ellos; lecturas y más lecturas. Pero ha sido sin duda este último año cuando me he ido a las fuentes primarias, a sus textos, y entonces he vuelto a leer su obra completa, he buscado y rebuscado en hemerotecas, en centros de documentación, he seguido sus huellas en Portugal, en España, en Argentina, Colombia, Chiapas o Palestina, entre otras latitudes. Y solo te puedo decir que ha sido una labor apasionante.

He seguido sus huellas [de José Saramago] en Portugal, en España, en Argentina, Colombia, Chiapas o Palestina, entre otras latitudes

Saramago tenía un estilo escribiendo muy peculiar, que aún siendo complejo finalmente se ha hecho universal. ¿Cuál crees que es el secreto de su universalidad?

Yo distinguiría varios. Quizá el uso de personajes muy de la calle, muy del barrio, del mundo obrero. Eso, por un lado. Por otro, el universo femenino, la psicología de sus personajes femeninos, casi siempre protagonistas, audaces, nobles. Y en otro orden de cosas, me atrevería a asegurar que el lirismo que recorre su narrativa convierte en poesía determinados momentos de su producción literaria, y eso enriquece los trabajos sobremanera. Y hay un factor clave: el desasosiego, ese que él mismo se atribuía: “Escribo para desasosegar”. Ese elemento de interrogación permanente que instalaba en el corazón de los lectores, sin duda, engancha.

La dimensión política de Saramago siempre fue acentuada y le trajo no pocos detractores, ¿cómo crees que influyó en su vida y obra y qué importancia te merece? ¿Le ha penalizado?

Pero ojo, también tenía legiones de seguidores, de lectores que, en el extremo opuesto de su pensamiento, valoraban su calidad como autor, sin tener en cuenta lo demás. Creo que, si bien tuvo enormes problemas que relato en el libro, algunos de mayor o menor gravedad, por su inquebrantable militancia política, la forma que tenía de ir por el mundo, su educación, el respeto y la cautela que empleaba en sus formas, en sus declaraciones, en sus comentarios, lo llevaron a ser respetado por un número mayor de personas ideológicamente opuestas que superaba con creces al de sus detractores.

Saramago era muy crítico con la “historia oficial” y siempre quiso dar voz a los que no tienen voz y a lo que muchos no se atreven a decir. ¿Dirías que la vida y obra de Saramago vive al margen de la historia oficial?

Si, sí. Su biografía es la de los don nadies, la de los desheredados, que diría su buen amigo Galeano. Saramago afirmaba también que toda la historia era ficción, porque la contaban siempre personas determinadas. En cualquier caso, él ponía el acento en el hecho de que la historia oficial cuenta una versión de los hechos que no siempre corresponde con la realidad.

Si tuvieras que elegir un único libro de Saramago para un lector que no lo conoce, ¿cuál sería y por qué?

He iniciado a algunos amigos jóvenes a través de Ensayo sobre la ceguera. El ritmo narrativo es muy grande y el lector encaja rápidamente en la magia del libro, en su trama. La idea del desasosiego cobra una importancia enorme ya que se ve claramente el mensaje, las crueldades y vilezas del ser humano frente a la bondad, la amistad, el sentido de la lealtad y la honestidad.

¿Qué valor le otorgas a la fundación José Saramago?

Apenas hace unos días he estado visitando y vengo impresionado. Animo a todo el mundo a que acuda y disfrute de las exposiciones, de ese fabuloso recorrido por la vida y obra de José, con tantos objetos personales y, si tienen la suerte de conocer a Pilar del Río, verán que es una trabajadora incansable y, al margen de haber sido su compañera de vida, es también una experta literaria en la obra de José con la que es realmente agradable conversar.

¿Cómo han coincidido los caminos del autor y la editorial Atrapasueños?

Joaquín Recio siempre tiene alguna propuesta interesante que hacerme. Me puso en el camino de Las voces que no callaron y, en esta ocasión, me empujó a bucear en este trabajo, que ha sido una alegría perpetua y un asombro constante. He disfrutado como hacía años que no disfrutaba en el proceso de elaboración de un libro. Finalmente, las ilustraciones de Joaquín López Cruces le han dado un toque de belleza al libro que lo convierten, según puedo apreciar por los comentarios de los lectores, en una pequeña joya por su diseño y resultado final. Estamos muy satisfechos.  

Imagen de portada: Juan Pinilla

FUENTE RESPONSABLE: Andalucia. España. Por Alejandro López Menacho. 26 de septiembre 2022.

Sociedad/Flamenco/Política/Literatura.

En el aumento de la desigualdad se puede ver el futuro.

Las raíces económicas del avance de la derecha y la ultraderecha

De la traumática crisis global de la pandemia no emergió un mundo mejor. Por el contrario, en estos años hubo una aceleración de tendencias previas de concentración de riquezas y ampliación de las desigualdades. Este proceso provoca el crecimiento de la derecha y la ultraderecha, expresión de la insatisfacción y deterioro de la calidad de vida de grupos sociales frágiles, en especial el de los jóvenes.

Si deseas profundizar en esta entrada; por favor cliquea adonde está escrito en “azul”. Muchas gracias.

El anuncio de la Organización Mundial de la Salud de que la pandemia está por terminar y el símbolo de que en Argentina ya no es obligatorio el uso de barbijos invitan a evaluar el saldo económico, social y político de esta crisis global.

Es evidente que después de esta debacle traumática que atravesó a los países no emergió un mundo mejor, como el pensamiento mágico imaginó en los primeros meses de la irrupción de un virus desconocido que provocaba miles de muertes a diario. Por el contrario, hubo una aceleración de tendencias previas de concentración de riquezas y ampliación de las desigualdades.

Este proceso tiene su reflejo en el espacio político con el crecimiento de la derecha y la ultraderecha, expresión del descontento y deterioro de la calidad de vida de grupos sociales frágiles.

Las élites siempre se han identificado con las corrientes conservadoras y excluyentes, incluso con vertientes violentas, pero ahora la ampliación de ese universo hacia otros sectores socioeconómicos tiene su origen, fundamentalmente, en la profundización de la desigualdad y la insatisfacción por la ausencia de expectativas de un futuro aliviado. Esta crisis global ha castigado con más intensidad en términos económicos, sanitarios, educativos y de seguridad personal a una porción amplia de la población.

La crisis ha castigado con más intensidad en términos económicos, de salud, educativos y de seguridad personal a amplios grupos vulnerables.

Discurso de odio clasista

De esta manera se puede comprender la naturalización de discursos de odio clasista en ámbitos públicos y mediáticos, que en otros momentos eran políticamente incorrectos manifestarlos porque había una mayoría que los rechazaba.

En las democracias occidentales, las derechas y sus derivadas ultra (libertarios) avanzan montadas en una desigualdad creciente de un sistema neoliberal que no da respuestas a las necesidades básicas de las mayorías desplazadas, en especial a los jóvenes.

En Europa, cada una de las últimas elecciones refleja esta dinámica, y en América latina Brasil es una referencia ineludible en este sentido.

Después de cuatro años desastrosos en casi todos los ámbitos de la administración pública y la vida social, Jair Bolsonaro mantiene el apoyo de poco más de un tercio del electorado.

Lo mismo sucede en Argentina con la alianza macrista-radical luego de transitar la experiencia de un gobierno con resultados pésimos y, pese a ello, retiene la adhesión política de un porcentaje importante de la población prometiendo sus dirigentes que van a hacer lo mismo, peor y con más violencia.

El desafío entonces es múltiple porque no es solamente impulsar políticas públicas eficientes que ofrezcan expectativas de mejoras materiales, sino que también se requiere de una estrategia efectiva para neutralizar la acción del dispositivo mediático y política que crece y se beneficia de un sistema económico que profundiza la desigualdad.

Las derechas y sus derivadas ultra (libertarios) avanzan montadas en una desigualdad creciente del sistema neoliberal.

Descontento social pese al crecimiento económico

El punto de partida en Argentina de la insatisfacción socioeconómica de un sector amplio de la población, en especial por la pérdida de un horizonte de progreso, puede ser motivo de controversia.

Pero no hay muchas dudas para quienes respetan la rigurosidad de las evidencias de que el actual período de deterioro general comenzó en el gobierno de Macri, al provocar una brutal transferencia de ingresos con una primera gran devaluación y medidas posteriores que ahondaron la desorganización familiar con tarifazos y aumento del desempleo.

La pandemia, pese al diseño de una red económica de protección de emergencia, no permitió comenzar a ordenar el cuadro social. Y la estrategia de recuperación post pandemia no está alterando esta tendencia.

Por ese motivo existen variables macroeconómicas positivas, como las del crecimiento económico, expansión industrial y reducción de la desocupación, pero sin alterar las bases de la desigualdad, que se agudizan por la elevada inflación, la consiguiente insuficiencia de los ingresos de los hogares y el creciente endeudamiento familiar.

El Indec informó que 2 de 3 empleos creados son precarios en el segundo trimestre de este año, alcanzando el 37,8 por ciento del total, el porcentaje más elevado desde fines de 2008. Imagen: EFE.

Claroscuros del universo laboral

Las recientes cifras del mundo laboral local muestran esta situación crítica: descendió el desempleo hasta el 6,7 por ciento en el segundo trimestre de este año, el nivel más bajo de los últimos siete años, con tasas record de empleo y actividad.

Pero estas cifras positivas están acompañadas de una mayor informalidad laboral (2 de 3 empleos creados son precarios, alcanzando el 37,8 por ciento del total, el porcentaje más elevado desde fines de 2008) y retribuciones al empleo por debajo de la línea de pobreza.

Además, la trayectoria salarial al interior del universo de trabajadores refleja una marcada heterogeneidad, siendo el empleo asalariado formal el que puede, en la mayoría de las actividades, empatar la evolución de la inflación, sin poder todavía recuperar la pérdida del período 2015-2019. Mientras, el ingreso promedio del empleo informal se ubica varios escalones por debajo de los aumentos de precios.

Un porcentaje importante de hogares entonces no puede sostener niveles mínimos de ingresos para una vida cotidiana desahogada con todos sus miembros adultos trabajando, lo que impulsa el pluriempleo. De hecho, según el último informe del Indec, en los últimos doce meses el indicador de las personas que declararon estar sobreocupadas aumentó de 26,9 a 27,4 por ciento, equivalente a medio millón de trabajadores más en esas condiciones laborales.

Así se va consolidando un escenario de desigualdad que va construyendo sentido respecto a la falta de respuesta que brinda el actual sistema económico y político a la mayoría de la población, que deriva en que una parte de ella rechace las propuestas tradicionales de promesa de que el crecimiento económico general redundará en desarrollo personal y familiar.

La pandemia ha causado un drástico aumento de la pobreza en todo el mundo. Imagen: Bernardino Avila.

El escenario mundial de la desigualdad

El informe de la ONG Oxfam «Cómo la Covid 19 ha provocado una explosión de las desigualdades» ofrece una precisa radiografía del estado de situación mundial para entender las actuales tendencias políticas globales –y también local- de la radicalización hacia la derecha de sectores populares.

Uno de los datos más impactantes de este reporte indica que la riqueza de una pequeña élite mundial formada por 2755 milmillonarios ha crecido más durante la pandemia que en los últimos 14 años juntos.

Se trata del mayor incremento anual jamás registrado y se ha dado en todos los continentes. Este aumento es el resultado del fuerte aumento de los precios de los mercados de valores (el retroceso en este año apenas reduce en el margen las ganancias acumuladas), el apogeo de las entidades no reguladas y el auge del poder de los monopolios (en especial, las tecnológicas, como Amazon, Google, Facebook) y la privatización, junto a la erosión de las normativas, las alícuotas impositivas a las personas físicas y las empresas, los derechos laborales y los salarios. 

Elon Musk, dueño de Tesla y ahora de Twitter, es el hombre más rico del mundo. Imagen: AFP.

Las cuatro clave de un mundo con ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres

La investigación de Oxfam ofrece cuatro frentes de evaluación acerca de la creciente desigualdad que está provocando un incremento de la protesta social por el descontento de la población, en especial entre los jóvenes.

1. Se estima que las desigualdades contribuyen actualmente a la muerte de cerca de 21.300 personas al día; dicho de otra manera, a la muerte de una persona cada cuatro segundos. Se trata de una estimación conservadora de las muertes ocasionadas por el hambre, por la falta de acceso a servicios de salud y los efectos del cambio climático en países pobres, y por la violencia de género, arraigada en sistemas económicos patriarcales y sexistas, a la que se enfrentan las mujeres. Millones de personas aún estarían vivas si hubieran recibido a tiempo una vacuna contra la Covid-19. Pero se les negó esa oportunidad, mientras las grandes empresas farmacéuticas continúan conservando el monopolio de estas tecnologías.

2. Las desigualdades afectan de forma desproporcionada a la mayor parte de las personas que viven en situación de pobreza, las mujeres y las niñas, y las personas racializadas y en situación de exclusión. La pandemia ha causado un drástico aumento de la pobreza en todo el mundo. En algunos países, las personas en mayor situación de pobreza tienen casi cuatro veces más probabilidades de perder la vida por la Covid-19 que las más ricas. Al respecto, Oxfam entrega una cifra escandalosa: 252 personas poseen más riqueza que los mil millones de mujeres y niñas de África, América latina y el Caribe.

3. La concentración extrema de dinero, poder e influencia en manos de unos pocos tiene efectos perjudiciales para el resto de la humanidad por las consecuencias del calentamiento global. Los países ricos son responsables del 92 por ciento del exceso de emisiones de carbono. El 1 por ciento más rico duplican las emisiones de carbono de la mitad más pobre de la población mundial.

4. El crecimiento descomunal de la riqueza de los milmillonarios no es indicativo de una economía sana, sino consecuencia de un sistema económico nocivo. Oxfam afirma que las desigualdades extremas son una forma de violencia económica en la que las decisiones legislativas y políticas a nivel sistémico y estructural, diseñadas para favorecer a las personas más ricas y poderosas, perjudican directamente a la amplia mayoría de la población mundial y, especialmente, a las personas más pobres.

El huevo de la serpiente transmite la idea de que la crisis económica y social, el miedo generalizado y la indiferencia ante la injusticia siembran la semilla de lo que vendrá.

Billonarios

A medida que la pandemia se extendía por el mundo, los bancos centrales inyectaban billones de dólares en las economías de los países para mantener a flote la economía mundial. Buena parte de este estímulo económico ha ido a parar a los mercados financieros, y de ahí al patrimonio neto de los milmillonarios.

Desde el inicio de la pandemia, los gobiernos han inyectado 16 billones de dólares en la economía global, lo que ha contribuido ampliamente a que la riqueza de los milmillonarios se incrementara en cinco billones de dólares, al pasar de 8,6 a 13,8 billones de dólares.

La riqueza actual de las personas extremadamente ricas y el ritmo al que están acumulando riqueza no tienen precedente en la historia de la humanidad. Oxfam afirma que en Estados Unidos la concentración de riqueza en manos de las élites sobrepasa el punto máximo de la Edad Dorada de finales del siglo XIX.

En el último año, apunta esta ONG, se ha visto a milmillonarios viajar al espacio cuando gran parte de la población mundial se enfrentaba a sufrimientos y aumento de la pobreza. Por caso, Elon Musk, dueño de Tesla y ahora de Twitter, ha recibido miles de millones de dólares en subvenciones públicas, mientras infringe la legislación laboral y socava los esfuerzos de los trabajadores y trabajadoras para organizarse sindicalmente. El mismo comportamiento reaccionario se observa en Jeff Bezos, dueño de Amazon, quien compite con Musk por ser el hombre más rico del mundo.

El descontento social

Hablar sobre desigualdad se ha puesto de moda entre dirigentes políticos y empresariales mundiales. Sin embargo, las medidas para dar respuesta a la gravísima crisis de desigualdad son insuficientes.

El huevo de la serpiente transmite la idea de que la crisis económica y social, el miedo generalizado y la indiferencia ante la injusticia siembran la semilla de lo que vendrá.

En concreto, lo que está viniendo es una corriente política y social de derecha y ultraderecha que no dará respuesta a la desigualdad, sino que la profundizará, aunque sí está ocupando el espacio de canalización del descontento social de un sector de la población vulnerable.

De este modo, sin recibir respuesta del sistema a las expectativas de mejoras en las condiciones de vida, una porción importante de estos grupos sociales terminan legitimando políticos y políticas que van en contra de sus propios intereses al abrazar a la derecha económica. 

 

Imagen de portada: La pandemia ha acelerado las tendencias existentes de concentración de la riqueza y desigualdad económica. Foto : Bernardino Avila.

FUENTE RESPONSABLE: Página 12. Por Alfredo Zaiat

Sociedad/Política/Ultraderecha/Concentración de riqueza/Desigualdad social/Pobreza/Morbilidad/Post Pandemia de Coronavirus.

¿Cómo es posible que se haya quedado sin agua potable una ciudad de 200.000 habitantes en EE.UU.?

El ejército de EE.UU. entregó este fin de semana más de un millón de botellas de agua a miles de familias en Jackson, una ciudad del estado de Misisipi en la que miles de personas se quedaron sin suministro de agua potable.

Se estima que los afectados son unas 200.000 personas. El problema comenzó hace cinco días, luego de que una serie de inundaciones inhabilitaran una planta de tratamiento de agua.

Las autoridades alegan que los trabajos para restaurar el suministro avanzan a medida que se acerca el festivo del Día del Trabajo, que se celebra este lunes.

La población, por su parte, pide una solución ante una fuerte ola de calor que afecta a la región. Bañarse, tirar de la cadena del baño o lavar les resulta un problema mayor.

«Ha sido horrible estar sin agua», le dice Shirley Barnes a la BBC mientras hacía cola para obtener más botellas el viernes.

Shirley Barnes, una residente de Jackson quien catalogó la crisis de agua potable como «horrible».

«Tratar de hacer tus rutinas normales, eso ha sido lo más difícil. Tratar de hervir agua. Lavarse la cara, bañarse, cocinar. Es como si viviera en los días de las cavernas».

«Nunca pensé que estaría en esta situación, pero aquí estamos», agregó.

Voluntarios como Debbie Upchurch se han sumado a la Guardia Nacional para repartir agua entre los ciudadanos que residen en Jackson.

Su hija, maestra en la comunidad, no ha podido dar clases en persona esta semana y, en cambio, ha ofrecido sus cursos en línea.

«En este momento no pueden reunirse para la clase porque no hay agua para cocinar o [para] los baños», dijo. «A veces esa es la única comida que tienen los alumnos, es lo que desayunan y almuerzan en las escuelas».

Un problema continuo

El teniente Román Ramírez de la Guardia Nacional de Misisipi le dijo a la BBC que su escuadrón contaba con 44 soldados que habían distribuido alrededor de 80.000 botellas para el mediodía del viernes.

«Hay muchas emociones en los ciudadanos aquí, pero nuestro trabajo es solo presentarnos y ayudar donde podamos, dar tanta agua como podamos», dijo.

teniente Román Ramírez

El teniente Román Ramírez afirma que su escuadrón ha repartido más de 80.000 botellas de agua en Jackson, Misisipi, ante la crisis de agua potable.

Ryan Bell, residente de Jackson, vive frente al recinto ferial estatal, donde se distribuye agua embotellada.

«Todos están pasando por esta crisis, todos en la ciudad de Jackson, todos estamos juntos en esto», dijo.

Incluso antes de las inundaciones que causaron el problema de suministro, algunos residentes de esta ciudad mayoritariamente negra no han tenido acceso confiable al agua de grifo.

«Ha sido un problema continuo», dijo Bell, quien dirige una empresa de construcción local.

«Tenemos una infraestructura envejecida siendo una ciudad muy antigua. Todo lo que pedimos realmente es ayuda, apoyo, comprensión y oraciones para la gente de Jackson».

No se sabe cuánto durará

El presidente Joe Biden ha declarado el estado de emergencia por la crisis en la ciudad sureña.

Voluntarios ayudan a repartir botellas de agua en misisipi

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS

Actualmente, algunos residentes ni siquiera tienen suficiente presión de agua para descargar los inodoros y tienen que usar baños portátiles ubicados en toda la ciudad.

Mientras tanto, se han formado largas colas fuera de los centros de distribución de agua a medida que las temperaturas superan los 32ºC.

El alcalde de Jackson dijo el viernes que había «progresos» en la reparación de la planta, pero aún no había un cronograma de cuánto tiempo durarán los problemas.

Se ha restablecido la presión del agua en las casas y los negocios cercanos a la planta de tratamiento, pero los edificios más alejados todavía tienen una presión de agua débil o nula.

Un militar carga una caja de agua potable para repartir en misisipi

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

A medida que aumenta la presión del agua, los funcionarios advierten que podría provocar la ruptura de tuberías en toda la ciudad.

Racismo ambiental

«Tenemos una instalación de tratamiento de agua obsoleta en la que nadie ha pensado durante años», comenta el profesor Edmund Merem, experto en planificación urbana y estudios ambientales de la Universidad Estatal de Jackson.

El profesor Merem también cree que hay otro factor que ha desviado la atención y la financiación de la infraestructura del agua en ruinas de Jackson: el racismo.

Una carretera inundada en misisipi

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS

Los expertos y activistas dicen que lo que está sucediendo en Jackson, y en ciudades como Flint, en Michigan, donde el suministro de agua está contamiando con plomo, es un legado directo de generaciones de discriminación y segregación racial.

«Esta es una situación profundamente asentada, de décadas de evolución», dice Arielle King, abogada y defensora ambiental.

«Creo que la historia de la segregación racial y las líneas rojas en este país han contribuido profundamente a las injusticias ambientales que vemos en este momento».

La llamada práctica de «líneas rojas» (redlining en inglés), afirma la abogada, comenzó en la década de 1940, cuando el gobierno negaba hipotecas y préstamos a personas negras porque se consideraban «demasiado riesgosos».

El programa duró más de 40 años y, como resultado, dice King, las comunidades predominantemente negras y de bajos ingresos se concentraron en áreas con industrias contaminantes como vertederos, refinerías de petróleo y plantas de tratamiento de aguas residuales.

Y esas áreas, señala, todavía existen.

Ella habla sobre áreas del país como el llamado Callejón del Cáncer. Una vez el hogar de las extensas plantaciones de Luisiana, el área a lo largo del río Misisipi es ahora una línea industrial de más de 150 refinerías de petróleo.

Durante décadas, los residentes predominantemente negros han sufrido algunas de las tasas de cáncer más altas del país debido a la contaminación.

King dice que el legado de este tipo de racismo ambiental, junto con décadas de inversión insuficiente en áreas de bajos ingresos, se está manifestando en Jackson.

«Pueden decir que hay diferentes factores que conducen a las inundaciones, pero las personas no estarían sujetas a áreas que son susceptibles a inundaciones sin una línea roja en primer lugar», opina.

Imagen de portada: GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 4 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/EE.UU./Política/Contaminación/Medio ambiente/ racismo

 

 

La investigación, minuto a minuto sobre el intento de asesinato a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner.

Diputados sesiona este sábado para repudiar el atentado.

Si deseas profundizar en esta entrada; cliquea donde se encuentra escrito en “azul”.

Los integrantes de Juntos por el Cambio (JxC) y otros espacios opositores aún no definieron si asistirán. La Legislatura porteña convocó a una sesión especial.

Un hombre de 35 años se acercó en el anochecer de este jueves a centímetros de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, accionó una pistola calibre 380 y el disparo o los dos disparos —podría ser un arma de doble acción— no salieron. 

El intento de magnicidio conmovió a toda la sociedad argentina y ocurrió cuando CFK estaba por ingresar a su vivienda y saludaba a los simpatizantes que la esperaban a su regreso, como todos los días desde que fue impedida de hablar en el juicio de Vialidad.

Un hombre intentó asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner cuando arribaba a su casa en el barrio porteño de Recoleta. El sujeto le gatilló a centímetros de la sien izquierda, pero la bala no salió. Fue retenido por los ciudadanos presentes y luego detenido por la Policía Federal.  

Por el brutal intento de homicidio hay un hombre de nacionalidad brasilera detenido por la Policía Federal, según confirmaron a Página/12 fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación. 

El momento exacto del ataque a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

El hombre sacó el arma a centímetros de Cristina Kirchner, mientras ella saludaba a los manifestantes que desde hace días la esperan para brindarle apoyo en el marco de la causa Vialidad. Voceros de la fuerza de seguridad indicaron que el hombre llevaba una pistola bersa calibre 22.

Todo lo que se sabe sobre el intento de asesinato a Cristin a Kirchner

Según datos del Ministerio de Seguridad, el hombre detenido por el intento de homicidio de Cristina Kirchner fue identificado como Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años y nacionalidad brasileña que residiría en el barrio porteño de Villa del Parque.

El arma con el que intentó dispararle a Cristina Kirchner es una pistola Bersa calibre .40. Tras el tenso momento, fue reducido por la Policía Federal.

Quién es el hombre detenido por intentar asesinar a Cristina Kirchner.

El hombre detenido por el intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Kirchner es un ciudadano brasilero identificado como Fernando Andres Sabag Montiel. Tiene 35 años y fue puesto a disposición de la Justicia por el ataque a la exmandataria cuando arribaba a su casa en el barrio porteño de Recoleta. Los videos causaron una enorme conmoción.

El atacante actuó cuando Cristina Kirchner llegaba a su casa en Juncal y Uruguay tras una larga jornada con reuniones en el Senado de la Nación. Mientras la vicepresidenta firmaba ejemplares de Sinceramente y saludaba a la militancia que desde hace más de diez días se acerca a su domicilio, un hombre burló la custodia y le gatilló a centímetros de la sien izquierda.

La vicepresidenta alcanzó a cubrirse el rostro con las manos y agacharse. El hombre de inmediato fue reducido y el arma cayó al suelo, según confirmó en declaraciones a IP Noticias el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. El abogado de Cristina Kirchner, Gregorio Dalbón, aseguró que «falló la custodia».

Según confirmaron fuentes del Ministerio de Seguridad a Página/12, el arma que utilizó Sabag Montiel fue una pistola Bersa calibre .40. Aunque nació en Brasil, el hombre de 35 años está radicado desde hace tiempo en la Argentina y según los datos preliminares vive en el barrio porteño de Villa del Parque y se dedica al rubro del servicio de transporte automotor.

En este sentido, los registros comerciales marcan que Sapag Montiel está inscripto como dedicado al «servicio de transporte automotor urbano y suburbano no regular de pasajeros de oferta libre, excepto mediante taxis y remises, alquiler de autos con chofer y transporte escolar (incluye servicios urbanos especiales como charters, servicios contratados», lo que confirmaría la versión de que sería habitual conductor de una popular aplicación de transporte vehicular.

“Todo el accionar fue de la custodia oficial. Después de los análisis se tendrá más información al respecto. Esperemos un poco para dar detalles sobre el arma”, afirmó el ministro Fernández.

Imagen de portada: Cristina Fernández de Kirchner

FUENTE RESPONSABLE: Página 12. Argentina. 3 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/Argentina/Política/Convulsión social/Intento de homicidio/Cristina Fernández de Kirchner