«Vivimos en una sociedad que se hace cada vez más narcisista», por Byung Chul Han.

El ombliguismo crónico al que nos hemos visto conducidos y conducidas es causa directa de un sistema capitalista que entiende el éxito como un conjunto de metas que se alcanzan desde la individualidad y desde una desorbitada idea de productividad.

«La depresión es una enfermedad narcisista. Conduce a ella una relación consigo mismo exagerada y patológicamente recargada. El sujeto narcisista-depresivo está agotado y fatigado de sí mismo. Carece de mundo y está abandonado por el otro». Byung Chul Han.  

En tiempos recientes, se ha proclamado con frecuencia el final del amor. Se piensa que hoy el amor perece por la ilimitada libertad de elección, por las numerosas opciones y la coacción de lo óptimo y que, en un mundo de posibilidades ilimitadas, no es posible el amor.

También se denuncia el enfriamiento de la pasión. Eva Illouz, en su obra ¿Por qué duele el amor?, atribuye este enfriamiento a la racionalización del amor y a la ampliación de la tecnología de la elección. Pero estas teorías sociológicas desconocen que hoy está en marcha algo que ataca al amor más que la libertad sin fin o las posibilidades ilimitadas.

No solo el exceso de oferta de otros conduce a la crisis del amor, sino también la erosión del otro, que tiene lugar en todos los ámbitos de la vida y va unida a un excesivo narcisismo de la propia mismidad. En realidad, el hecho de que el otro desaparezca es un proceso dramático, pero se trata de un proceso que progresa sin que, por desgracia, muchos lo adviertan. 

El Eros se dirige al otro en sentido enfático, que no puede alcanzarse bajo el régimen del yo. Por eso, en el infierno de lo igual, al que la sociedad actual se asemeja cada vez más, no hay ninguna experiencia erótica. Esta presupone la asimetría y exterioridad del otro.

No es casual que Sócrates, como amado, se llame atopos. El otro, que yo deseo y que me fascina, carece de lugar. La cultura actual del constante igualar no permite ninguna negatividad del atopos. Comparamos de manera continua todo con todo, y así lo nivelamos para hacerlo igual, puesto que hemos perdido precisamente la atopía del otro.

La negatividad del otro atópico se sustrae al consumo. Así, la sociedad del consumo aspira a eliminar la alteridad atópica a favor de diferencias consumibles, heterotópicas. La diferencia es una positividad, en contraposición a la alteridad. Hoy la negatividad desaparece por todas partes. Todo es aplanado para convertirse en objeto de consumo. 

Vivimos en una sociedad que se hace cada vez más narcisista. La libido se invierte sobre todo en la propia subjetividad. El narcisismo no es ningún amor propio. El sujeto del amor propio emprende una delimitación negativa frente al otro, a favor de sí mismo.

Fotograma de Melancholia.

En cambio, el sujeto narcisista no puede fijar claramente sus límites. De esta forma, se diluye el límite entre él y el otro. El mundo se le presenta solo como proyecciones de sí mismo. No es capaz de conocer al otro en su alteridad y de reconocerlo en esta alteridad. Solo hay significaciones allí donde él se reconoce a sí mismo de algún modo. Deambula por todas partes como una sombra de sí mismo, hasta que se ahoga en sí mismo. 

La depresión es una enfermedad narcisista. Conduce a ella una relación consigo mismo exagerada y patológicamente recargada. El sujeto narcisista-depresivo está agotado y fatigado de sí mismo. Carece de mundo y está abandonado por el otro. Eros y depresión son opuestos entre sí.

El Eros arranca al sujeto de sí mismo y lo conduce fuera, hacia el otro. En cambio, la depresión hace que se derrumbe en sí mismo. El actual sujeto narcisista del rendimiento está abocado, sobre todo, al éxito.

Los éxitos llevan consigo una confirmación del uno por el otro. Ahora bien, el otro, despojado de su alteridad, queda degradado a la condición de espejo del uno, al que confirma en su ego. Esta lógica del reconocimiento atrapa en su ego, aún más profundamente, al sujeto narcisista del rendimiento. Con ello se desarrolla una depresión del éxito.

El sujeto depresivo del rendimiento se hunde y ahoga en sí mismo. En cambio, el Eros hace posible una experiencia del otro en su alteridad, que saca al uno de su infierno narcisista. El Eros pone en marcha un voluntario desconocimiento de sí mismo, un voluntario vaciamiento de sí mismo. Una especial debilidad se apodera del sujeto del amor, acompañada, a la vez, por un sentimiento de fortaleza que de todos modos no es la realización propia del uno, sino el don del otro.

En el infierno de lo igual, la llegada del otro atópico puede asumir una forma apocalíptica. Formulado de otro modo: hoy solo un apocalipsis puede liberarnos, es más, redimirnos, del infierno de lo igual hacia el otro.

Del mismo modo, la película Melancholia de Lars von Trier, comienza con el anuncio de un suceso apocalíptico, desastroso. Desastre significa, literalmente, no astro (lat. des-astrum). En el cielo nocturno, Justine descubre, en presencia de su hermana, una estrella resplandeciente de color rojo que más tarde se revela como un no astro.

Fotograma de Melancholia.

Melancholia es un desastrum con el que inicia su curso todo el infortunio. Pero allí hay algo negativo de lo que parte un efecto salvador, purificador. En este sentido, Melancholia es un nombre paradójico, en la medida en que produce una cura para la depresión como una forma especial de la melancolía. Se manifiesta como el otro atópico que saca a Justine del pozo narcisista. Así, florece realmente ante el planeta que trae la muerte. 

El Eros vence la depresión. La relación tensa entre amor y depresión domina desde el principio el discurso de la película. El preludio de Tristán e Isolda, que flanquea musicalmente la cinta, conjura la fuerza del amor. La depresión se presenta como la imposibilidad del amor. O bien el amor imposible conduce a la depresión.

Por primera vez, el planeta Melancholia concita en Justine la aspiración erótica. En la escena junto a la roca del río se ve el cuerpo desnudo de una amante envuelto en voluptuosidad. Llena de esperanza, Justine se tumba bajo la luz azul del planeta portador de muerte. En esta escena parece como si Justine anhelara el choque mortal con el atópico cuerpo celeste.

Ella espera la catástrofe que se aproxima como una unión dichosa con el amado. Nos vemos forzados a pensar en la muerte de amor de Isolda. Ante la muerte que se acerca, también Isolda se entrega con sumo placer al «todo que sopla en la respiración del mundo». No es ninguna casualidad que justo en esa única escena erótica de la película resuene de nuevo el preludio de Tristán e Isolda.

Tristán e Isolda de John William.

Este conjura mágicamente la cercanía entre Eros y muerte, apocalipsis y redención. De manera paradójica, la muerte que se aproxima da vida a Justine. La abre para el otro. Justine, liberada de su prisión narcisista, se aboca al cuidado de Claire y su hijo. La magia real de la película es la prodigiosa transformación mediante la cual Justine deja de ser una depresiva y se convierte en una amante.

La atopía del otro se muestra como la utopía del Eros. Lars von Trier intercala con clara intención conocidos cuadros clásicos para dirigir discursivamente la película y dotarla de una semántica especial. Así aparece, en la intro surrealista, el cuadro de Pieter Brueghel Los cazadores en la nieve, que sume al espectador en una profunda melancolía invernal. En el fondo del cuadro, el paisaje linda con el agua, lo mismo que la finca de Claire, insertada delante del cuadro de Brueghel.

Justine, después de una disputa con Claire, cae de nuevo en la desesperación, y su mirada se desplaza con desamparo a través de los cuadros abstractos de Malevic. Luego, en un ataque, arranca del estante los libros abiertos y los reemplaza ostensiblemente por cuadros que refieren, todos ellos, a pasiones abismales del hombre.

En este momento preciso suena de nuevo el preludio de Tristán e Isolda. Por tanto, de nuevo se trata de amor, deseo y muerte. Justine primero centra su mirada en Los cazadores en la nieve de Brueghel. Luego se dirige presurosa a Millais con su Ofelia y enseguida a David con la cabeza de Goliat, de Caravaggio, a El país de Jauja de Brueghel y, finalmente, a un dibujo de Carl Fredrik Hill en el que se representa a un ciervo que ronca en soledad. 

Ofelia de Millais.

La bella Ofelia, flotando en el agua, con su boca medio abierta y la mirada perdida en el espacio, semejante a la de un santo o un amante, sugiere de nuevo la cercanía entre Eros y muerte. Cantando igual a las sirenas, leemos en Shakespeare, muere Ofelia, la amada de Hamlet, rodeada de flores caídas.

Ella tiene una bella muerte, una muerte de amor. En la Ofelia de Millais puede reconocerse una flor que no se menciona en Shakespeare, una amapola, que alude a Eros, al sueño y la embriaguez. También David con la cabeza de Goliat, de Caravaggio, es un cuadro de deseo y de muerte. En cambio, El país de Jauja, de Brueghel, muestra una sobresaturada sociedad de la positividad, un infierno de lo igual.

Los hombres yacen con apatía aquí y allá con sus cuerpos repletos, agotados por la saciedad. Incluso el cactus no tiene ninguna espina. Es de pan. Aquí todo es positivo siempre que pueda comerse y disfrutarse.

Esta sociedad sobresaturada se parece a la mórbida sociedad de la boda de Melancholia. Es interesante que Justine coloque El país de Jauja inmediatamente junto a una ilustración de William Blake que representa a un esclavo colgado vivo por una costilla. El poder invisible de la positividad contrasta aquí con la violencia brutal de la negatividad, que explota y expolia.

Justine abandona la biblioteca justo después de haber extendido en el estante el dibujo Un ciervo que ronca, de Carl Fredrik Hill. El dibujo expresa de nuevo el deseo erótico o la añoranza de un amor, que Justine nota en su interior. También aquí se representa su depresión como la imposibilidad del amor.

El país de Jauja de Brueghel.

Sin duda, Lars von Trier sabía que Carl Fredrik Hill padeció toda su vida psicosis y depresión severa. Esta sucesión de cuadros presenta de manera intuitiva todo el discurso de la película. El Eros, el deseo erótico, vence la depresión. Conduce del infierno de lo igual a la atopía; es más, a la utopía de lo completamente otro.

El cielo apocalíptico de Melancholia se parece a aquel cielo vacío que para Blanchot representa la escena originaria de su niñez. Ese cielo le revela la atopía de lo completamente otro, cuando de pronto interrumpe lo igual:

“Yo era un niño de siete u ocho años de edad, me encontraba en una casa aislada, cerca de la ventana cerrada, miraba hacia fuera, y de pronto, ¡nada podía ser más súbito!, fue como si el cielo se abriera, como si se abriera infinitamente a lo infinito, para invitarme a través de este arrollador momento de apertura a reconocer lo infinito, pero lo infinito infinitamente vacío.

El resultado era extraño. El súbito y absoluto vacío del cielo, no visible, no oscuro —vacío de Dios: esto era explícito, y en ello superaba con mucho la mera referencia a lo divino—, sorprendió al niño con tal encanto y tal alegría, que por un momento se llenó de lágrimas, y —añado preocupado por la verdad— yo creo que fueron sus últimas lágrimas”.

El niño se ve arrebatado por la infinitud del cielo vacío. Es arrancado de sí mismo y des interiorizado hacia un afuera atópico, es des-limitado y des-vaciado. Este acontecimento desastroso, esta irrupción del afuera, de lo totalmente otro, se realiza como un des-propiar (expropiar), como supresión y vaciamiento de lo propio; a saber, como muerte: «Vacío del cielo, muerte diferida: desastre». 

Pero este desastre llena al niño de una alegría devastadora, es más, de una dicha de la ausencia. En eso consiste la dialéctica del desastre, que también estructura la película Melancholia. El infortunio desastroso se trueca de manera inesperada en salvación.

Los cazadores en la nieve de Brueghel.

Imagen de portada: Byung Chul Han

FUENTE RESPONSABLE: Cultura Inquieta. 3 de marzo 2023.

Sociedad y Cultura/Filosofía/Redes sociales/Pensamiento/Reflexiones

«VIVIMOS EN UNA DISTOPÍA ACCIDENTAL»

¿Alguna vez tras una búsqueda en Google sobre un producto acto seguido ha aparecido una publicidad de ese mismo producto en redes sociales? O ¿ha comprado  a través de Instagram o de Facebook? Este tipo de consumo por internet, adaptado tan perfectamente a sus gustos y necesidades, es posible gracias a todos los datos que las empresas tecnológicas recopilan de sus usuarios. 

Y también es uno de los aspectos de lo que Shoshana Zuboff ha denominado el «capitalismo de la vigilancia». Zuboff es la autora de tres importantísimos libros, todos adelantados a su época. Su más reciente libro es La era del capitalismo de la vigilancia‘, en el que relata cómo la información de las personas se ha convertido en la base para un nuevo orden económico mundial que amenaza la democracia.


«La institución económica dominante de nuestros tiempos». Es así como describes el «capitalismo de la vigilancia». ¿No es eso una exageración?

Quisiera que sí fuese una exageración. El capitalismo se ha transformado, algo que ocurre más o menos cada siglo. Pero ahora, en este siglo digital, lo que tenemos es una situación extraordinaria en la cual toda la estructura del capitalismo está basada en la comercialización del comportamiento humano. 

Eso nunca antes había sido posible. Yo digo que vivimos en una distopía accidental, pues hemos llegado a un punto al que nadie nunca hubiese escogido llegar y al que nadie quería llegar. Y aun así, aquí estamos. Vivimos en un mundo en el que todo lo que hacemos está monitoreado. Nuestras acciones son transformadas en datos, que son propiedad de las grandes empresas del capitalismo de la vigilancia [como lo son Google, Meta o Amazon]. A partir de esos datos, estas empresas pronostican nuestro comportamiento. Luego venden esos pronósticos. 

Todo el mundo terminará ganando más dinero si logran reducir la incertidumbre en sus negocios sabiendo con mucha certeza cómo vamos a comportarnos. ¿No es genial para las compañías de seguros médicos saber qué enfermedades vamos a contraer? ¿No es excelente para las aseguradoras de automóviles saber cómo conduciremos? Conocer las respuestas a preguntas como si pagaremos nuestro alquiler, o nuestra hipoteca o nuestras tarjetas de crédito son ahora las fuentes de ingresos para estas compañías. Y nuestros datos son vendidos al sector financiero, al de salud, y así poco a poco, se han dispersado por toda la economía.

Pero existen miles de millones de personas que parecen no querer ningún cambio. Escuchan música en Spotify, ven muy contentos el contenido que Netflix les recomienda y le dejan saber a Amazon exactamente lo que les gusta y cómo quieren comprarlo. Esas personas se sorprenderán por tu alarmismo porque están felices viviendo sus vidas, sabiendo que tienen nuevas herramientas que antes no existían y que es muy cómodo todo esto.

Y tienen razón. De hecho, esa es la gran injusticia. Pues nos merecemos estos servicios, nos merecemos los datos y el conocimiento que generan estos servicios. Deberían enriquecernos como individuos, familias, ciudades, naciones y, sobre todo, como una creciente civilización de información global. Pero eso no es lo que está pasando. 

Un documento filtrado de Facebook, empresa que ahora se conoce como Meta, demostró que para 2018 su centro de inteligencia artificial estaba procesando billones de datos al día para producir alrededor de 6 millones de pronósticos de comportamiento. Esa es la magnitud de la que estamos hablando. Y es algo muy difícil de comprender para cualquiera de nosotros.

Puede que te guste Spotify, Netflix, Google e incluso Facebook, pero estos procesos [de extracción de datos y de desarrollo de pronósticos] están diseñados para permanecer escondidos para los usuarios. Y es por eso por lo que hemos tardado tanto en darnos cuenta del problema. 

Es nuestra responsabilidad aprender sobre lo que está pasando y la de nuestros legisladores para así idear e implementar políticas que puedan prohibir estos procesos. La meta no es que dejen de existir estos servicios maravillosos, sino que todos los datos y el conocimiento profundo que generan nos pertenezcan, le pertenezcan a los líderes electos y a las instituciones que debemos crear para regular el ámbito digital. Hay mucho trabajo por hacer. Pero si no lo hacemos, la distopía accidental de hoy se convertirá en la realidad que domine este siglo.

Recientemente has argumentado que podemos tener una sociedad democrática o una sociedad de vigilancia, pero no las dos.

Cuando consideras cómo el capitalismo de la vigilancia se ha desarrollado en los últimos 20 años, es evidente que está destruyendo la democracia y debilitando tanto nuestras instituciones como nuestras habilidades colectivas e individuales. Por ejemplo, pensábamos que teníamos derecho al conocimiento, o lo que yo llamo «derechos epistémicos». William Douglas, quien fue juez de la Corte Suprema de los EE.UU., dijo hace muchos años que, según la Carta de Derechos de la nación, todo ciudadano estadounidense tiene la libertad de elegir qué se puede saber de ellos y qué debe permanecer privado.

Este es un planteamiento muy interesante porque demuestra que el capitalismo de la vigilancia se basa en la usurpación de derechos que siempre hemos considerado esenciales para vivir una vida libre, individual y moderna. Hemos llegado al punto en que necesitamos codificar estos derechos epistémicos. [Es decir, convertirlos en derechos jurídicos que puedan ser defendidos en nuestros tribunales y sistemas legales]. De lo contrario, un pequeño grupo de compañías seguirá teniendo todos los derechos sobre el conocimiento. Nos están arrebatando la idea de que las personas podemos elegir cómo se gobierna, con qué valores e ideales, con qué aspiraciones y derechos y bajo qué leyes. Los futuros que ofrecen el capitalismo de la vigilancia y la democracia no son compatibles. Estos dos órdenes institucionales están en un duelo a muerte. Ambos no pueden coexistir. Nos toca decidir cuál ganará. Y eso es lo que me preocupa tanto.

Has dicho que Facebook ha transformado la esfera pública. ¿A qué te refieres?

Tenemos a una compañía que controla los principales espacios de comunicación social en todo el mundo y la información que circula en ellos. Es decir, controla lo que se supone que sea nuestra esfera pública. Pero en realidad lo que tenemos ahora es un lugar donde la información de calidad está inversamente correlacionada con las ganancias. Mientras más corrupta es la información que circula en sus plataformas, más dinero gana la empresa Meta –antes conocida como Facebook–. En 2018, esta compañía transformó la manera en la que presentaba contenido a sus usuarios. Se comenzaron a basar en pronósticos sobre el tipo de contenido con el que las personas iban a interactuar. 

Los algoritmos empezaron a promover y a diseminar la información más corrupta, descabellada e inflamatoria, porque esa era la que obtendría más interacción. La interacción, por supuesto, impulsa la extracción de más datos, lo cual lleva al desarrollo de más pronósticos sobre nuestro comportamiento, lo cual lleva a mayores ganancias. Es como funciona. Y es por eso que ya no tenemos una esfera pública. 

Hasta que no logremos recuperar nuestros espacios de comunicación, debemos encontrar formas de cambiar estas compañías de manera fundamental o de hacerlas obsoletas. Así podremos reconstruir espacios que verdaderamente nos permitan comunicarnos libremente como una sociedad abierta y con los valores y el sentido común que a todos nos interesa.

Tú argumentas que los algoritmos de las grandes compañías no solo están diseñados para aumentar sus ganancias o moldear nuestro comportamiento individual, sino también para controlar nuestro comportamiento colectivo.

Vemos que estas compañías están siendo capaces de controlar nuestro comportamiento colectivo. Facebook es quizá el ejemplo paradigmático de esta tendencia, pero no es un caso único. Estas empresas pueden determinar, por ejemplo, si las personas de una sociedad se enojan o se polarizan con más frecuencia, si el discurso político se inclina más hacia el odio y hacia lo inflamatorio o si se vuelve más moderado. 

Y también pueden determinar si más personas van a vivir o morir. Hay investigaciones detalladas que demuestran que la manera cómo la información falsa sobre el covid-19 sobrepasó la información legítima en las redes sociales llevó a un mayor número de muertes durante la pandemia. 

Este fenómeno se volvió tan poderoso que el Dr. Robert Califf, quien dirige la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU., afirmó que la desinformación se había vuelto la principal causa de muerte en el país.  

Así que cuando pienso en un personaje como el dueño de Meta, Mark Zuckerberg, lo imagino en el cielo jugando con un teclado celestial. Si oprime unas teclas particulares, más personas en el mundo se enfadan. Si oprime otras teclas, más personas mueren.

Eres una de las 25 personas que pertenecen a lo que se conoce como «La verdadera junta de supervisión de Facebook». ¿Qué es eso y qué has logrado hacer allí?

En 2019, Facebook anunció que crearía una junta de supervisión. Se trataba de un grupo de personas seleccionadas y remuneradas por la empresa para supervisar las decisiones relacionadas a la moderación del contenido. Los líderes de lo que en ese momento era Facebook aseguraron que escucharían a los miembros de la junta, pero estos simplemente hablaban de cómo mantener y proteger la autorregulación en internet. 

Y la autorregulación es precisamente lo que nos llevó a este gran caos. Por otro lado, los reglamentos de esta operación no obligaban a Facebook a seguir ninguna de esas recomendaciones. Entonces, se trataba de una pieza de teatro gubernamental, que no tenía nada que ver con la transformación real. Es así como, liderados por Carole Cadwalladr, una de las periodistas británicas que destapó el escándalo de Cambridge Analytica, decidimos [crearla]. Somos un grupo de expertos. No tenemos ningún interés personal. 

Pero cada uno de nosotros sabe mucho sobre Facebook y cómo opera y creemos que nuestras críticas tendrán mayor impacto en el esfuerzo por mantener a esta empresa honesta que la junta de supervisión que ellos crearon. Así que monitoreamos las grandes decisiones de Facebook, hablamos con la prensa, publicamos opiniones y a veces organizamos eventos. Intentamos mantener la presión pública.

Una crítica que has recibido es que tus diagnósticos y tus críticas son muy detalladas, pero las soluciones que ofreces son muy genéricas. ¿Cómo reaccionas tú a esa acusación?

Siempre es frustrante. Porque cuando me propuse escribir El capitalismo de la vigilancia, mi meta era describir un fenómeno que nunca antes había sido descrito. Lo estábamos viviendo, nos estábamos ahogando en él, pero no había sido comprendido en detalle. Y no hay muchas personas, incluso entre los académicos, que estén dispuestas a pasar el número de años que yo pasé estudiando cada pedacito de evidencia para poder ofrecer un panorama claro de lo que es el capitalismo de la vigilancia y cómo funciona. Y habiendo hecho eso, terminé escribiendo 525 páginas. 

De hecho, la primera versión del libro tenía más de 1000 páginas. Pero tuve que tomar decisiones [sobre qué incluir y qué dejar fuera]. Sabía que, si ofrecía al público una comprensión detallada del capitalismo de la vigilancia, eso sería más poderoso que cualquier solución que pudiese ofrecer en ese momento. Desde que terminé el libro, he dedicado casi todo mi tiempo a conversar con legisladores y políticos en todo el mundo, a organizar eventos, a dar entrevistas y charlas y a escribir columnas de opinión. 

Acabo de terminar de escribir un ensayo muy amplio con el propósito de ir formalmente hacia la próxima etapa, que es «qué hacer y cómo hacerlo». Eso siempre fue parte de la agenda. Creo que no hay manera de contener un fenómeno si no se puede nombrar, si no se tiene un lenguaje para ello y si no se entiende a profundidad. Así que esa era la primera parte de mi trabajo y este continúa.

Si un genio te concediera el poder de hacer una sola cosa para mejorar esta situación, ¿qué decisión tomarías?

Detener la extracción masiva y silenciosa de datos personales, y decretarla ilícita. Desde cualquier punto de vista –moral, político o económico–, esa extracción es fundamentalmente injusta y malintencionada. En cualquier otro contexto, se le llamaría robo. Así que se cataloga como un robo y se detiene. En el momento que hagamos eso, algo mágico sucederá porque habremos acabado con el depredador. 

Los miles de millones de compañías que quieren entrar en el mundo digital y operar de formas que promueven los valores democráticos, por fin podrán competir en un entorno justo. Así que tenemos una oportunidad para recuperar el siglo digital y eso comienza con el exilio, la eliminación, la erradicación de ese poder que descaradamente asumieron las empresas sin preguntar. Pues es ese poder que les permite convertir nuestras vidas en productos para aumentar sus ganancias y su influencia.

Este contenido fue emitido en formato audiovisual por el programa de televisión *‘Efecto Naím’, una producción de Naím Media y NTN24. Forma parte de un acuerdo de colaboración de este programa con la revista Ethic.

Imagen de portada: Shoshana Zuboff. (Fortune Global Forum)

FUENTE RESPONSABLE: ETHIC. *Por Efecto Naim. 16 de febrero 2023

Sociedad y Cultura/Capitalismo Global/Redes sociales/Control/ Digitalización de datos/Regulación/Derechos/Pensamiento crítico/Internet de las cosas.

Pérez-Reverte ridiculiza la queja de la madre vegana al colegio de su hija por querer disfrazarla de pescadora: «Es intolerable»

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El escritor y académico escribió una serie de irónicos tuits sobre uno de los vídeos más virales de la semana.

Hay temas que para Arturo Pérez-Reverte son de obligada opinión. El escritor suele zambullirse en polémicas y comparte su opinión con sus 2,4 millones de seguidores en Twitter: lo hace con el lenguaje inclusivo (él, que es miembro de la Real Academia Española), con las inexactitudes históricas o con lo que él califica en ocasiones de «estupideces contemporáneas», como lo es el veganismo llevado al extremo.

En uno de los últimos tuits que ha publicado, Pérez-Reverte comenta las quejas que una usuaria de Tik Tok ha compartido sobre la fiesta de carnaval que se celebra en el colegio de su hija. Rocío, creadora del perfil @veganaynormal, se dedica a divulgar y denunciar cuestiones relacionadas con el veganismo y la discriminación que, en sus opinión, sufren las personas que siguen su estilo de vida. 

Y en un vídeo que se ha hecho viral, ha decidido oponerse y «elevar la queja» sobre los disfraces del colegio: su hija debe ir de pescadora.

@perezreverte

Es normal que esta madre se confiese «devastada». Duele tanta violencia contra la ética y la moral de su hija vegana de 8 años, a la que en el cole pretenden disfrazar de pescadora en carnaval. Aunque peor sería que la disfrazaran de pastora. Intolerable.

«Estoy harta de que siempre se nos diga a las personas que criamos en el veganismo que adoctrinar. Y una mierda», expresa la mujer en un vídeo que se ha hecho viral en las últimas horas y que ha llegado hasta Pérez-Reverte, que no tiene reparos en compartir varias reflexiones al respecto.

«Es normal que esta madre se confiese ‘devastada’. Duele tanta violencia contra la ética y la moral de su hija vegana de 8 años, a la que en el cole pretenden disfrazar de pescadora en carnaval. 

Aunque peor sería que la disfrazaran de pastora. Intolerable», ha comentado, en tono de humor, el periodista.

Después, ha decidido compartir un artículo suyo de 2012 en el que hablaba, con ingentes cantidades de sorna y sarcasmo, de una reunión escolar en la que los padres («y madres») se embarcaron en un ardiente debate sobre el disfraz de piratas de sus hijos («e hijas»), sobre los valores que transmitía dicho disfraz y sobre apoyar el uso de las armas de los bucaneros.

Junto al enlace al artículo, la reflexión del escritor: «Como ven, en materia de ser gilipollas por encima de nuestras posibilidades nos superamos a nosotros mismos. Lo malo es que ahora todavía es peor».

Imagen de portada: Arturo Pérez-Reverte, en la presentación de la serie basada en su libro ‘La piel del tambor’Gtres Online

FUENTE RESPONSABLE: El Debate. España. 11 de febrero 2023.

Sociedad y Cultura/Redes sociales/Polémica/Opinión.

Elogio a la desconexión.

Creo que fue en 1986 cuando dejé de trasnochar y empecé a levantarme a las cinco de la mañana. A esa hora me tomaba un café bien cargado y con la cabeza despejada escribía en silencio y sin interrupciones hasta las nueve de la mañana, momento en el que me sumaba a la corriente laboral de las personas normales. Recuerdo muy productivas aquellas horas de trabajo. 

El silencio y la ausencia de distracciones y estímulos facilitaba la concentración. Algunas veces, cuando la mañana se daba mal, dedicaba ese tiempo a leer. Y la lectura también me cundía, porque a esas horas no había nada fuera del texto que reclamara mi atención.

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Cuando dos años después me marché con una beca a Estados Unidos, aquel hábito de levantarme temprano me permitió escribir una novela sin descuidar la preparación de las clases ni los estudios de doctorado. 

No sé cuánto le debe aquella primera novela, tan española, al hecho de haberla escrito fuera de mi país, a la sensación de estar lejos de casa. Mi contacto con España se reducía entonces a los periódicos atrasados que llegaban a la hemeroteca de la universidad y a una radio de onda corta, en la que oía los partidos europeos del Real Madrid. 

Y a las cartas de los amigos. Recuerdo la ansiedad con la que esperaba todos los días la llegada del cartero, y el amor que sentía por aquel empleado cuando dejaba correspondencia en el mail box. Regresaba a España con la sensación de haberme marchado muy lejos y de haberme desvinculado de mi país completamente. 

Por eso me pregunto cuánto tuvo que ver en la escritura de mi primera novela no solo la saludable sensación de lejanía, sino también la agridulce constatación de que el mundo al que yo pertenecía había seguido girando en mi ausencia y me había dejado fuera.

Así era, me acuerdo perfectamente, el mundo desconectado.

La llamada revolución tecnológica empezó para mí en 1991, el año en el que envié mi primer correo electrónico. Lo sucedido desde entonces hasta hoy es bien conocido. 

Tras el correo vino el desarrollo de la World Wide Web y la implantación del móvil, que en estas décadas se ha desarrollado hasta convertirse más que un potente ordenador de bolsillo en una prolongación de nuestro cuerpo. Luego aparecieron los primeros clientes de conversación, los primitivos chats, y las sucesivas versiones del Messenger. 

A continuación Google irrumpió en nuestras vidas y aparecieron las redes sociales con Facebook y Twitter a la cabeza. Hoy cualquier información está disponible en cualquier momento y cualquiera puede acceder a casi cualquier dato desde casi cualquier parte del mundo. Pero no solo es la información lo que está disponible; también lo estamos las personas, que tuiteamos o colgamos fotos en el Instagram a cualquier hora, recibimos sin tregua llamadas al móvil, enviamos correos electrónicos sin descanso y estamos permanentemente localizables a través del Whatsapp o de los mensajes de texto.

En mi caso esta revolución de las comunicaciones ha empeorado muchos aspectos de mi vida. 

Me sigo levantando a las cinco de la mañana, pero ya no me pongo a escribir inmediatamente como hacía antes; primero leo la prensa digital, luego contesto correos electrónicos y si la mañana se da mal, no me pongo a leer, sino que escapo por la ventana de Google y no regreso hasta pasadas las nueve de la mañana, cuando ya es muy tarde para seguir escribiendo.

Algunas veces he conseguido no ser abducido por internet, y me he sentado a leer, pero mi relación con los libros tampoco es la misma: tengo menos paciencia, y a menudo, cuando un libro no me engancha, me sorprendo consultando el correo, o el Facebook, o el Twitter a intervalos alarmantemente cortos.

Ya sé que al hablar de este asunto es obligatorio decir, si no quieres que te tachen de hereje y de tecnófobo, que las-ventajas-de-la-revolución-digital-son-evidentes. 

Sin duda. Como todos los tópicos, este también tiene algo de verdad: ya no necesito ir a la Biblioteca Nacional para consultar su catálogo, y hasta puedo descargarme algunas primeras ediciones que antes solo podía consultar si me acercaba hasta allí. Puedo escuchar todas las canciones del mundo, y descargarme películas. También puedo comprar ropa y pagar las multas sin moverme de casa. 

Si me quedo tirado en la carretera puedo llamar a la grúa con mi móvil y ponerle un mensaje a mi familia para que no se preocupe. Además puedo abrir un blog y dirigirme a la humanidad entera: la publicación ha dejado de ser un privilegio para estar al alcance de cualquiera. Ah, y también hay que decir que en la llamada Primavera Árabe las redes sociales desempeñaron un papel tan importante como el que debió de desempeñar el boca a oreja en la Revolución francesa o el teléfono fijo en Mayo del 68, aunque estos medios de comunicación no han gozado del mismo prestigio que las convocatorias por Twitter.

Pero basta de ironía. Claro que el desarrollo de las comunicaciones y de los electrodomésticos ha hecho más cómodas nuestras vidas. Pero también es cierto que, como sucede con todos los cambios tecnológicos, la revolución digital se ha llevado por delante viejos hábitos del siglo XX, que echo de menos a comienzos del siglo XXI. 

A veces, por ejemplo, me gustaría estar ilocalizable. Ilocalizable quiere decir que la recepción de los mensajes de texto no sea obligatoria o que podamos ignorar una llamada de teléfono sin que el número entrante quede grabado en nuestro terminal y sin que la obligación de devolverla recaiga sobre nosotros. Y también echo de menos los viajes que hacía cuando el mundo estaba desconectado. 

Alejarme sin tener a mi disposición en todo momento y en cualquier lugar la radio, la televisión y la prensa de mi país. Y me gustaría recuperar la atenta lectura en silencio sin padecer ese síndrome de abstinencia que desde hace unos años se apodera de mí cada vez que leo en papel. 

Como si mi cerebro se hubiera acostumbrado a esa perversa estructura de estímulos permanentes con que se presentan los contenidos en internet, y ya no soportara una superficie de cristal o de papel sin pop-ups, sin mensajes entrantes, sin menciones en el Twitter o avisos del Facebook. 

Me gustaría también volver a levantarme a las cinco de la mañana como hace treinta años: sin correos electrónicos, sin noticias actualizadas, sin conexión, sin nadie.

Imagen de portada: Alberto Gamazo

FUENTE RESPONSABLE: Jot Down. Por Antonio Orejudo.

Sociedad y Cultura/Internet/Redes sociales/Tecnología/Desconexión.

El hilo de Twitter que retrata la precariedad laboral en España: «Ayer cumplí 34 años y jamás he tenido un sueldo de más de 1.100 euros al mes».

Lo de la precariedad laboral en España, especialmente entre los jóvenes, ya hace tiempo que dejó de ser noticia. Como tampoco es noticia que España es uno de los países con la tasa de paro juvenil más alta de toda la Unión Europea. Los datos y las estadísticas rubrican esa realidad inapelable. 

Los jóvenes la sufren a diario y cualquiera con un poco de perspicacia lo puede ver en su día a día. Sin embargo, muchas veces no te haces una idea de la realidad hasta que no te lo cuentan con detalle y con ejemplos concretos. Eso es lo que ha hecho un usuario en Twitter, @cismabrides, quien aprovechando que cumple 34 años, una edad ya importante laboralmente hablando, ha hecho balance de su vida laboral y lo ha petado. Dejamos aquí su hilo, que ya ha gustado a casi 7.500 tuiteros.

Hilo

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Conversación

Paco ۞

@cismabrides

Ayer cumplí 34 años y JAMÁS he tenido un sueldo de más de 1.100€ al mes. Tengo una carrera -en la que fui segundo de la promoción-, dos másteres, idiomas y experiencia desde la docencia a la difusión patrimonial, capaz de idear cosas, de tratar con chavales y transmitir pasión.

12:04 p. m. · 30 ene. 2023·1,6 M Reproducciones

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Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

Por culpa de contratos precarios aun no he hecho los cuatro años cotizados -me faltan 28 días-. Vivo en un país lleno de patrimonio, historia y turismo, pero nadie es capaz de ofrecernos algo que nos dé una mínima estabilidad que garantice el bienestar del sector cultural.

2

146

1.965

218 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

Si quieres trabajar en cultura tienes que elegir: o das tu vida -con sus festivos, fines de semana, etc.- por tres perras para «sentirte realizado» o vives con tus padres eternamente. Yo, como muchos otros, estoy en proceso de preparar unas oposiciones, la ÚNICA vía en España

5

138

1.610

209,2 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

Para los que hicimos una carrera de humanidades. Y aquí estoy, con los apuntes por delante, pensando que no hay futuro si no consigo -antes o después- una plaza. Y nadie va a mover un dedo, nadie va a hacer nada para mejorar esto, aunque la imagen de España sea gente como yo.

16

141

1.985

206 mil

JuanF Cózar

@JFCozar

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

A tu edad firmé mi primer contrato indefinido, tras estar en precario casi todo el tiempo anterior, con contratos de dos o tres meses. Te servirá de poco consuelo, pero ánimo, Paco, pronto llegarán las alegrías. Y sí, desgraciadamente la cultura importa poco a nivel laboral.

2

1

91

36,4 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @JFCozar

A ver cómo se porta 2023.

2

41

31,3 mil

Javi

@javithot

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

Mucho ánimo, es muy injusto.

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11

25,6 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @javithot

Gracias, Javi.

6

23,3 mil

La historia en violeta

@lahistenvioleta

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

Yo cobro algo más de lo que dices, a cambio de sacrificar TODOS mis fines de semana y festivos. No tengo vida social. Una carrera, dos másteres, cuatro idiomas, 12 años de experiencia laboral en trabajos precarios, parte sin cotizar. Y sin poder quejarme, que al menos curro

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17

349

102 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @lahistenvioleta

Ese es otro melón del mundillo: tragamos y soportamos lo indecible con tal de «trabajar de lo nuestro». Y lo saben y se aprovechan de ello. Anda que no he hecho yo cosas gratis…

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13

315

83,7 mil

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Roge

@Soyroge

·

30 ene.

En respuesta a @cismabrides

Muchos jóvenes empezando los 30 estamos en la misma situación, me atrevería a decir que la mayoría. Te entiendo y te acompaño. Pero lograremos estar tranquilos aunque se tarde un poco más.

1

5

40

34,6 mil

Paco ۞

@cismabrides

·

30 ene.

En respuesta a @Soyroge

Eso espero. Ánimo con todo.

Y siguen… lamentablemente.

En fin, que aquello que se suele decir sobre «la generación mejor formada de la historia», bueno, saquen sus propias conclusiones. No es oro todo lo que reluce.

Imagen de portada: Gentileza de Pinterest.

FUENTE RESPONSABLE: Publico. Por Tremending. 31 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/España/Redes sociales/Temor al despido/ Desempleo/Salud /Salud Mental/Psicología

Terror laboral y despidos masivos: la era Elon Musk de Twitter. Ahora lo sufre España.

La controvertida figura del multimillonario Elon Musk ha extendido su alargada y oscura sombra al mundo de las redes sociales con un cuestionable y polémico estreno como dueño de Twitter.

Elon Musk está iniciando despidos masivos en Twitter, reduciendo drásticamente la fuerza laboral de la empresa y dando inicio a su revisión general. El pasado jueves por la noche envió un correo electrónico a los empleados de la empresa notificándoles sobre los planes para eliminar puestos de trabajo. Los trabajadores han recibido un correo electrónico con el asunto: «Su papel en Twitter».

Aquellos que mantuvieran sus trabajos serían notificados en el correo electrónico de la empresa y, el resto, serían avisados por su correo personal.

elon musk twitter redes sociales sociedad 1Elon Musk en su primer día como dueño de Twitter.

“Equipo, en un esfuerzo por colocar a Twitter en un camino saludable, pasaremos por el difícil proceso de reducir nuestra fuerza laboral global el viernes”, se puede leer en una de las versiones del correo electrónico recopilada por The Washington Post.

“Reconocemos que esto afectará a varias personas que han realizado valiosas contribuciones a Twitter, pero lamentablemente esta acción es necesaria para garantizar el éxito de la empresa en el futuro. Reconocemos que esta es una experiencia increíblemente desafiante, independientemente de si le afecta o no. Estamos agradecidos por sus contribuciones a Twitter y por su paciencia a medida que avanzamos en este proceso”.

Esa fue la primera comunicación oficial de Musk con el personal. Desde que el millonario asumiera su cargo el 28 de octubre, Twitter ha despedido aproximadamente al 50% de sus empleados.

En los últimos días, varias empresas dijeron que pausarían temporalmente su inversión publicitaria en Twitter para ver cómo cambiaban las cosas bajo la propiedad de Musk. Los competidores de Tesla, General Motors y Audi, junto al titán de los alimentos General Mills se encuentran entre las empresas que han detenido su actividad con la compañía.

elon musk twitter redes sociales sociedad 2

A su vez, el gigante publicitario IPG aconsejó a sus clientes que pausaran temporalmente sus planes de medios de Twitter, aunque no está claro cuántos están siguiendo este consejo. 

Musk busca eliminar alrededor de 3.700 empleados de Twitter, lo que equivale a la mitad de su fuerza laboral, mientras intenta reducir costos e imponer una nueva ética de trabajo exigente, según planes internos revelados por algunos trabajadores. 

El personal que trabaja en ingeniería, comunicaciones o productos se encuentra entre los afectados por los despidos, según los tuits del personal de Twitter.  Algunos miembros tuitearon que perdieron el acceso al correo electrónico del trabajo y a los canales de Slack antes de recibir un aviso oficial, lo que interpretaron como una señal de que habían sido despedidos.

El equipo de curación de Twitter, responsable de destacar y contextualizar los mejores eventos e historias que se desarrollan en la empresa, también ha sido eliminado, junto al equipo de comunicaciones de la empresa en India, a los que se suma un equipo que se centró en investigar cómo Twitter empleaba algoritmos, un tema que era una prioridad para Musk.

elon musk twitter redes sociales sociedad 3

Twitter España despide al 80% de su plantilla: «Lo han hecho tan mal que nos pagan una pasta».

Solo quedan 5 empleados.

«Hoy nos han despedido a todos», cuenta uno de los afectados. Tras casi cuatro meses de incertidumbre, la plantilla se ha quedado reducida a solo cinco personas. Los demás se llevan 33 días de indemnización por año trabajado.

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Twitter España despide al 80% de su plantilla: «Lo han hecho tan mal que nos pagan una pasta».

«Hoy nos han despedido a todos», cuenta uno de los afectados. Tras casi cuatro meses de incertidumbre, la plantilla se ha quedado reducida a solo cinco personas. Los demás se llevan 33 días de indemnización por año trabajado

Twitter España ha despedido este martes a algo más del 80% de su plantilla, según ha podido confirmar este diario a través de varios afectados.

Tres meses y medio después de que Elon Musk se pusiera al frente de la empresa y comenzara un agresivo plan de ajuste, los recortes se han confirmado en su oficina en Madrid, que ya ha sido cerrada, aunque la firma seguirá teniendo cinco empleados, enfocados a ventas y negocio. 

De este modo, el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ha alcanzado a 24 de los 29 trabajadores y se hará efectivo el 8 de febrero. Eso sí, se han ido con una indemnización de 33 días por año trabajado, frente a los 20 que pretendía la empresa en un inicio. 

El proceso de ajuste ha sido tan caótico como todo lo que ha acompañado la gestión del multimillonario desde que el pasado 4 de noviembre se convirtiera en el dueño de Twitter. «Hoy nos han despedido por fin», celebra uno de los afectados, que prefiere mantenerse en el anonimato, en declaraciones a El Confidencial. «En el ERE no habían puesto una razón válida, solo que por productividad. Se les amenazó, han tenido que dar su brazo a torcer y no les ha hecho ninguna gracia. Esto lo ha tenido que firmar Elon Musk personalmente, porque tiene que ser así a partir de cierta cantidad», cuenta el ya exempleado, que recalca que el proceso de despido fue «muy traumático». «Me alegro de que ahora les hayan fastidiado, porque les hemos sacado lo que queríamos», incide.

El caso de la filial de Twitter en España dista mucho de lo que ha ocurrido en Estados Unidos o Reino Unido, donde los procesos de despido han acabado en los tribunales. No es el único entuerto judicial que tiene que resolver la red social.

De hecho, el acuerdo para finiquitar el ajuste en Madrid ha llegado casi a la par que la Crown Estate británica –conglomerado empresarial que gestiona propiedades de la Casa Real británica – demandara a la empresa de Musk por el impago de su sede en Londres. 

Es la consecuencia de la orden que dio Musk el pasado diciembre, cuando también dejó de pagar a varios proveedores. En España, el prestigioso bufete de abogados Sagardoy ha llevado la representación de Twitter. Tanto aquí como en el resto de países, la compañía ha tratado de actuar con los despidos lo más rápido posible, ya que a partir del 1 de febrero buena parte de la plantilla tenía que cobrar las stock options (pago en acciones), algo que Musk quería evitar a toda costa. Si eran despedidos antes, ese pago se anulaba al completo.

«Llegaron un par de días tarde para evitarlo. El proceso ha sido todo lo rocambolesco que te puedas imaginar», asegura el afectado, que remarca que finalmente también se han incluido todas las stock options que les correspondían. Otras fuentes consultadas señalan que la negociación con los abogados de Twitter ha sido impecable, pero hasta ellos tenían las manos atadas por las políticas establecidas por Musk. «Twitter lo ha hecho tan mal que si iban a juicio, como mínimo, nos daban el despido improcedente. Gracias a eso, la diferencia ha llegado a ser de 50.000 euros en el finiquito. En total, los despidos les han acabado costando unos 1,6 millones. Nosotros estamos muy contentos», asegura.

Las oficinas centrales de Twitter. (EFE / John G. Mabanglo)

La llegada de Musk a Twitter supuso echar a la calle a la mitad de la plantilla en todo el mundo, a lo que luego han ido siguiendo más recortes laborales. 

Uno de los episodios más polémicos se produjo cuando, semanas después, abrió un proceso de bajas voluntarias. Entonces, envió un correo a toda la plantilla en la que les daba un ultimátum de 36 horas: o aceptaban un modo de trabajo «extremadamente duro» o se iban a la calle. 

«¿Qué es eso de despedir por no pulsar un botón? Ni siquiera teníamos la opción de pulsar no, solo sí. Si no respondíamos, estábamos fuera», dice el exempleado, que detalla que la respuesta en Twitter España estuvo marcada por las tareas que desempeñaba cada cual. «Entre los ingenieros, solo una persona decidió continuar. La cosa cambiaba cuando se trataba de trabajadores dedicados a ventas, que sí aceptaron de forma mayoritaria.

Estuvieron currando durante las fiestas y los fines de semana para haber acabado igualmente sin empleo», lamenta, aunque celebra que la gestión de la tecnológica «ha sido tan horrible que hasta la intención de dar el mínimo posible les ha salido mal, por inútiles». 

Hace justo un mes, otro afectado contaba a este diario que el proceso estaba siendo «un limbo surrealista». «Los e-mails que nos llegan de EEUU no son vinculantes legalmente. Hasta que Musk, un abogado o alguien me envíe un burofax o una comunicación oficial de que estoy despedido, de aquí no me muevo», avisó entonces. Ese día, ha llegado.

Imagen de portada: Elon Musk (Reuters / Andrew Kelly File)

FUENTE RESPONSABLE: Cultura Inquieta (Pijama surf) 7 de noviembre 2022./ El Confidencial. Por Mario Escribano. 24 de enero 2023.

Sociedad y Cultura/Elon Musk/Twitter/Redes sociales/España/ Polémica/Desempleo/Pensamiento crítico.

Entrada relacionada: «El hombre ha perdido la capacidad de desobedecer», por el filósofo y psicoanalista Erich Fromm. 24/1/2023.

«Cuando se pasaron los síntomas de abstinencia, fue muy liberador»: cómo logré abandonar las redes sociales.

Cuando Gayle Macdonald alcanzó una cumbre en la cordillera de Sierra Nevada en España a principios de este año, no solo se detuvo para disfrutar del momento.

Esta mujer de 45 años hizo también lo que muchas personas harían: buscó el mejor lugar para tomarse una selfie para sus cuentas de redes sociales. Gayle incluso admite que se acercó peligrosamente al borde mientras lo hacía.

Fue después de ese momento, por el cual fue reprendida por su esposo, que decidió dejar las redes sociales.

«Pensé, ‘esto tiene que terminar'», recuerda Gayle, una expatriada británica que vive cerca de la ciudad española de Granada. «Tomar una foto fue lo primero que pensé cuando salí del auto».

«Pensar todo el tiempo en crear contenido y preocuparme por qué decir ocupaba demasiado espacio mental y me deprimía».

Una semana después, publicó en Facebook e Instagram que dejaría las plataformas. «Fue increíble cómo fue mi publicación con más me gusta en Instagram. Todos comentaban ‘Ojalá pudiera hacer eso’ y ‘eres tan valiente'».

Como dejar el alcohol

Gayle, quien trabaja como life coach (o entrenadora para la vida), especializada en ayudar a personas a dejar de beber, descubrió que pasaba alrededor de 11 horas a la semana, en promedio, en las redes sociales.

Ella dice que la idea de dejar las aplicaciones le resultó mucho más aterradora que, de hecho, dejarlas.

Facebook

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Facebook ha tenido que informar de un descenso de sus usuarios activos.

«Una vez que pasó la abstinencia inicial, ya no tuve deseos», dice. «Fue bastante liberador. Ahora tengo más de seis meses de sobriedad en las redes sociales y he recuperado algo de esa sensación de libertad y paz que experimenté cuando dejé el alcohol».

Adicción

Muchos de nosotros dedicamos una gran parte de nuestro tiempo a las redes sociales. Un estudio global en julio estimó que la persona promedio pasa dos horas y 29 minutos por día en este tipo de aplicaciones y sitios web. Eso es cinco minutos más que un año antes.

Mientras que algunas personas pueden pensar que este es un mal hábito que deberían eliminar, para otras es una adicción real que necesitan ayuda para superar.

UK Addiction Treatment (UKAT), una organización que dirige centros en Reino Unido para tratar la adicción a las redes sociales, dice que ha visto un aumento del 5% en el número de personas que buscan ayuda para el problema en los últimos tres años.

«Sin duda, la sociedad ha desarrollado una fuerte dependencia de las redes sociales e internet en general desde la pandemia», explica Nuno Albuquerque, consejero de UKAT.

Una mayor conciencia de estas preocupaciones ha llevado a que más personas como Gayle abandonen las redes sociales, o al menos pasen menos tiempo en ellas. Y los proveedores se están dando cuenta.

Hombre tomando una foto de su comida para subir a las redes.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Hay quienes publicitan cada cosa que hacen en las redes.

A principios de este año, el propietario de Facebook, Meta, informó que su número de usuarios activos diarios había disminuido por primera vez en su historia. Mientras tanto, un informe interno de Twitter filtrado el mes pasado decía que sus usuarios anteriormente más activos ahora tuiteaban menos. Twitter no negó la exactitud de la filtración.

Incluso el nuevo propietario de Twitter, el empresario multimillonario Elon Musk, especuló a principios de este año: «¿Twitter se está muriendo?» Y en los últimos días, su toma de control ha resultado en que algunas celebridades de Hollywood digan que abandonarán la plataforma, descontentas con las opiniones de Musk sobre la libertad de expresión y los planes para el servicio.

Libros, no redes

Pero volviendo al mundo real, ¿cuáles son las otras razones por las que las personas abandonan las redes sociales?

La emprendedora Urvashi Agarwal dejó Instagram anteriormente en 2014, pero eso solo duró alrededor de un año. En agosto de este año borró su cuenta personal por segunda vez y está convencida de que esta vez no habrá vuelta atrás.

«Definitivamente se he terminado para mí», dice la fundadora de la marca británica de bolsitas de té JP’s Originals, que vive en Londres.

Urvashi Agarwal

FUENTE DE LA IMAGEN – URVASHI AGARWAL. Urvashi Agarwal está decidida a abandonar Instagram para siempre.

«Cien por ciento. No solo es perder mucho tiempo, sino que parece que hay cada vez menos privacidad en el mundo. Todo lo que haces está constantemente ahí fuera».

Urvashi ya no usa Twitter ni Facebook, y lo encuentra liberador. «Me encanta. Ahora leo 15 páginas de un libro todas las noches».

Conciencia del tiempo perdido

Hilda Burke, psicoterapeuta y autora de «The Phone Addiction Workbook» (Libro de trabajo sobre la adicción al celular), dice que ahora hay una conciencia más generalizada sobre cuánto tiempo «desperdicia» la gente en las plataformas de redes sociales.

«Esto ahora es fácilmente cuantificable, ya que la mayoría de los teléfonos te muestran el desglose de cómo pasas tu tiempo en línea», dice.

«Ver cómo se suma todo puede servir como una poderosa llamada de atención. Muchos de mis clientes han expresado una correlación entre el uso intensivo de las redes sociales y la falta de sueño y el aumento de la ansiedad».

Ella aconseja que las personas que abandonan las redes sociales deben informar a todos sus amigos, para que no sigan tratando de contactarlos a través de los sitios. «Ofrece otras formas de ponerse en contacto… tal vez una llamada telefónica a la antigua podría ser mejor para la relación en ausencia de los mensajes directos».

Kashmir, quien se negó a dar su apellido, es una ejecutiva de relaciones públicas de 27 años de Rochester, Kent, Reino Unido. Dejó Instagram hace 10 meses, y anteriormente también se alejó de Snapchat.

«El principal impulsor fue mi salud mental», dice. «Hay mucha presión para estar a la altura de lo que hacen otras personas, lo cual no es realmente representativo o la realidad de esa persona».

Kashmir

Kashmir dice que su salud mental ha mejorado desde que dejó las redes sociales.

«Por la noche me quedaba mirando el teléfono y luego dormía mal, y me despertaba sin sentirme renovada. Ahora no estoy haciendo comparaciones en mi vida cotidiana, y realmente no sé qué están haciendo las celebridades».

«(El haber dejado las redes) me permite estar más presente, firme y comprometida con las decisiones que tomo en lugar de dejarme influenciar».

Kashmir agrega que no estar en Instagram y Snapchat no afecta su trabajo de relaciones públicas, y que todavía usa LinkedIn si alguna vez busca un nuevo trabajo.

«La vida es más que las redes»

Nuno Albuquerque, de UKAT, dice que las redes sociales pueden ser adictivas por muchas razones, la principal es que es una forma de escapismo, especialmente para la generación más joven.

«Es simplemente una forma de conectarse sin conexión, y para muchos es es algo que te da seguridad las 24 horas del día, 7 días a la semana Pero la adicción se alimenta del aislamiento, y si alguien pasa más tiempo viviendo en línea que en el momento, naturalmente se aislará y esto puede volverse una adicción».

Joven tomándose un selfie

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES¿Cuántos selfies a la semana publicas en las redes?

Él ve con buenos ojos el hecho de que más personas estén abandonando las redes sociales. «Es probable que eventualmente comencemos a darnos cuenta del daño que puede causar en nuestras relaciones, salud mental y nuestra experiencia de los momentos del mundo real».

Entretanto en España, Gayle Macdonald dice que es más feliz sin las redes sociales. «Es tan liberador sentarse y tomar una taza de té sin preocuparse por la imagen, el pie de foto y si debe ser o no una historia, un reel o una publicación. Realmente la vida es más que eso».

Imagen de portada: IAIN MACDONALD. Gayle Macdonald dice que ahora se da cuenta de que hay «más en la vida» que publicar en las redes sociales.

FUENTE RESPONSABLE: Suzanne Bearne; Periodista de Tecnología de los Negocios. 8 de noviembre 2022.

Sociedad y Cultura/Redes sociales/Adicción/Salud/Vida.

 

 

Cómo el emoji de la zanahoria se convirtió en un código secreto en internet para camuflar contenido antivacunas.

Grupos de Facebook usan el emoji de la zanahoria para evadir la moderación automática de contenidos antivacunas.

BBC ha observado varios grupos, entre ellos uno con cientos de miles de miembros, en los que aparece este emoji naranja en lugar de la palabra «vacuna».

Los algoritmos de Facebook tienden a enfocarse en palabras en lugar de imágenes.

En este tipo de grupos se comparten informaciones no verificadas de personas que supuestamente han sufrido daños o han muerto por las vacunas.

Eliminados y reaparecidos

Una vez que BBC alertó a Meta, la empresa matriz de Facebook, esos grupos fueron eliminados.

«Hemos eliminado este grupo por violar nuestras políticas de desinformación dañina y revisaremos cualquier otro contenido similar de acuerdo con esta política. Seguimos trabajando en estrecha colaboración con expertos en salud pública y el gobierno del Reino Unido para abordar aún más la desinformación de la vacuna contra la covid», indicó la empresa en un comunicado.

Los grupos, sin embargo, han reaparecido en nuestras búsquedas desde entonces.

Uno de ellos existía desde hace tres años, pero se renombró para enfocarse en historias de vacunas en agosto de 2022 (antes se dedicaba a compartir «bromas, apuestas y videos divertidos»).

Las reglas del grupo más grande de todos indican: «use palabras clave para todo».

Y agregan: «No use nunca las palabras que comienzan por c, v o r»: covid, vacuna o refuerzo.

Se creó hace más de un año y cuenta con más de 250.000 miembros.

Marc Owen-Jones, investigador especialista en desinformación y profesor asociado de la Universidad Hamad Bin Khalifa en Qatar, fue invitado a unirse.

«Eran personas que contaban historias de familiares que habían muerto al poco tiempo de haber recibido la vacuna de la covid-19», afirmó.

«Pero en lugar de las palabras ‘covid-19’ o ‘vacuna’ utilizaban emojis de zanahorias».

«Al principio estaba un poco confundido. Y luego entendí que se usaban como una forma de evadir, o intentarlo al menos, los algoritmos de detección de noticias falsas de Facebook».

Zanahoria

Moderación del riesgo

En 2021, los datos de la Oficina de Estadística de Reino Unido evaluaron un riesgo de uno entre cinco millones de morir por la vacuna contra el covid, en comparación con los 35.000 fallecimientos por la enfermedad de cada cinco millones de infectados sin vacunar.

Los gigantes tecnológicos usan algoritmos para rastrear sus plataformas en busca de contenido dañino.

Pero estos están preparados sobre todo para detectar palabras y textos, indicó Hannah Rose Kirk en un blog del Instituto de Internet de Oxford.

Rose Kirk formó parte de un equipo de investigación que creó una herramienta llamada HatemojiCheck: una lista de verificación para identificar áreas en las que los sistemas de inteligencia artificial (IA) no controlan bien los abusos en el uso de emojis.

«Pese a tener una comprensión impresionante de cómo funciona el lenguaje, los modelos de lenguaje de IA han visto muy pocos emoji», afirmó.

«Están entrenados con innumerables libros, artículos, sitios web e incluso la totalidad de Wikipedia en inglés, pero estos textos rara vez incluyen emojis».

Vacuna contra la covid-19

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

Ocultos a plena vista

Los emojis pueden tener múltiples significados además de los declarados oficialmente por Unicode, el consorcio que los gestiona.

La Agencia de Control de Drogas de EE.UU. emitió una advertencia sobre cómo se pueden usar emojis para hablar sobre drogas ilegales.

Y las plataformas de redes sociales ya han recibido críticas por no bloquear o eliminar emojis de monos y plátanos cuando se publican como expresiones racistas en las cuentas de futbolistas negros.

«Es una forma moderna de esteganografía: escribir y ocultar un mensaje a simple vista pero de tal manera que, a menos que se sepa dónde mirar, no se ve», afirmó el profesor Alan Woodward, experto en seguridad cibernética de la Universidad de Surrey.

«Lo que todo esto demuestra es la futilidad de intentar automatizar la moderación del contenido para evitar que se comparta material ‘dañino'», explicó, ya que las personas «desarrollan nuevos recursos con los que comunicarse».

Facebook anunció el año pasado que había eliminado más de 20 millones de contenidos con información errónea sobre el covid-19 o la vacuna desde el comienzo de la pandemia.

También aseguró haber borrado el contenido que afirma que las vacunas en general son más peligrosas que la enfermedad contra la que protegen, o que son tóxicas.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, criticó a los gigantes tecnológicos por no hacer lo suficiente para abordar la difusión de información falsa en la red sobre las vacunas.

Afirmó que esperaba que Facebook hiciera más para combatir «la escandalosa información falsa» sobre las vacunas contra el coronavirus que se difunde en su plataforma.

Imagen de portada: Grupos de Facebook usan el emoji de la zanahoria para evadir la moderación automática de contenidos antivacunas.

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 17 de septiembre 2022.

Sociedad y Cultura/Redes sociales/Fake noticias/Emojis

 

 

Una argentina reveló cuáles son los mejores países para migrar como turista y quedarse a vivir: se hizo viral.

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Cada vez son más las personas -sobre todo los jóvenes- en Argentina que buscan residir en otros países. Debido a los permisos requeridos, el idioma o la formación, algunos lugares son más fáciles para emigrar que otros.

Una muestra de esta «cultura de la migración» en el país es que en una reciente encuesta realizada por el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires a 939 alumnos y alumnas de 5° año de escuelas públicas y privadas, se encontró que 7 de cada 10 de los estudiantes porteños quieren irse del país

A la hora de tomar una decisión de esta magnitud, hay que tener en cuenta varios aspectos como el alojamiento, trabajo e ingresos, atracciones turísticas, cobertura médica, entre otros.

Es por eso que una argentina reveló cuáles son los mejores países a los que se puede emigrar como turista y luego quedarse a vivir.

¿Cuáles son los mejores países para migrar como turista y quedarse a vivir?

Desde su cuenta de YouTube, la Influencer Aye Cipriano cuenta que una de las preguntas más frecuentes que le suelen hacer es si se puede emigrar como turista a un país y quedarse a vivir allí. Y es por eso que la joven decidió subir un video en el que relata, con ejemplos, cuáles son los lugares más apropiados para hacer esto, cómo pueden regular su situación y cómo pueden estar legales, trabajar, residir e incluso obtener la ciudadanía europea.

Pincha el siguiente link; si deseas ver el vídeo.

✅Mejores países para EMIGRAR COMO TURISTA Y QUEDARSE A VIVIR 🙌 😎

«Empezamos por el primer país: Malta. Es un lugar al que uno puede emigrar como turista y conseguir trabajo. Básicamente allí pueden, desde su casa, ponerse a enviar CVs y a contactarse con las empresas, y las empresas pueden contratarlos a distancia. A veces es normal que pidan que ya estén residiendo en Malta para poder hacer el contrato laboral, y chequeos tanto de documentación como de salud, para conseguir el famoso DNI», comienza contando la joven.

«A Malta pueden emigrar como turista y allí buscar empleo. Los más solicitados son los que están relacionados con turismo y hotelería, porque es de lo que vive la isla. La mejor época es previa a la temporada de verano (mayo-junio), cuando empiezan a buscar gente y a prepararse para la temporada», relata.

Un dato a tener en cuenta es que es normal que el empleador se ofrezca a pagar todo lo que es visa de trabajo y a cambio de eso, el empleado tiene que trabajar un año. Una vez que expira la visa al año, pueden utilizar otro empleador por otros 12 meses y así renovar la residencia. Pueden estar así hasta 5 años. Un salario allí es de 750 euros para arriba.

«El segundo país es Andorra. Se destaca por los trabajos de temporada, especialmente de invierno… Los empleos más pedidos son mozo, limpieza, camarera, recepcionista, supervisores, trabajadores en pistas de esquí, todo relacionado con el turismo y hotelería y las pistas de esquí», dice sobre este destino.

Y agrega: «Cuando se llega lo primera vez a Andorra el principal objetivo es conseguir una oferta laboral. Es el empleador el encargado de gestionar todo lo que es la visa de trabajo. Necesitan llevar antecedentes penales, un CV y carta de recomendacion de antiguos empleadores. Una vez que se hace proceso le van a dar una green card que dependerá de la duración del contrato laboral. Andorra se mueve mucho con trabajo de temporada por eso es un poco difícil conseguir trabajo todo el año, y muchos se van durante los períodos que no son de temporada».

Portugal es uno de los destinos en los que es muy fácil residir

«El tercer país es Suiza. Es muy normal que tanto los que tienen ciudadanía como los que no la tienen vayan allí y una vez que consiguen una oferta laboral, aplican un permiso de residencia. Si son ciudadanos europeos y consiguen trabajo por menos de tres meses, no van a necesitar una visa, solo registrarse en el ayuntamiento o municipio en el que van a trabajar», cuenta la Influencer.

Y continúa: «Posteriormente a los tres meses, van a tener que recurrir a un permiso de trabajo que va a estar acatado por el tiempo que dure dicho empleo. Trabajadores altamente calificados son los puestos mas demandados y los que más rápido consiguen estas visas de trabajo. Por ejemplo, ingenieros, programadores, desarrolladores web, profesionales de la salud. Estas son las profesiones más fáciles para conseguir trabajo».

Finalmente, se refiere al Portugal como otro país en donde es muy fácil residir. «Portugal le da la posibilidad a todos los que no tienen ciudadanía europea de llegar como turista y comenzar el proceso para presentar la manifestación de interés y residir legalmente. Esta manifestación es la que le dicen que llegaron como turistas pero consiguieron trabajo y quieren quedarse como residente. Luego de una serie de pasos y de un tiempo determinado, les van a otorgar una residencia por 2 años con posibilidad extenderla por 3 años, y luego de 5 años de residencia legal y trabajo pueden aplicar para la ciudadanía», dice la Influencer.

«La contra es que la manifestación de interés son dos años. Durante ese período no van a poder salir de Portugal. Es muy burocrático y todo tarda mucho. Pero hay muchas ventajas: pueden llegar como turista y conseguir trabajo porque hay muchísima oferta laboral», agrega la joven. 

Imagen de portada: Gentileza de iProfesional.

FUENTE RESPONSABLE: iProfesional. 13 de septiembre 2022.

Argentina/Sociedad y Cultura/Ciudadanía europea/Redes sociales/ Influencer/ Recomendaciones.

 

 

 

El prestigioso científico francés que tuvo que disculparse por presentar una estrella que en realidad era un trozo de chorizo.

Un planeta rojizo, de nebulosas blancas y naranjas sobre fondo negro. Esa era la foto de la estrella más cercana al Sol, captada por el telescopio James Webb, que dos semanas antes había hecho los retratos más detallados que conocemos del Universo.

Étienne Klein, un científico francés que dirige el departamento de investigación en la Comisión Francesa de Energía Atómica, publicó la imagen en su cuenta de Twitter, que tiene 92.000 seguidores.

Hilo

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Conversación

Etienne KLEIN

@EtienneKlein

Photo de Proxima du Centaure, l’étoile la plus proche du Soleil, située à 4,2 année-lumière de nous. Elle a été prise par le JWST. Ce niveau de détails… Un nouveau monde se dévoile jour après jour.

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12:33 p. m. · 31 jul. 2022·Twitter for iPhone

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El tuit original, compartido aquí arriba, decía:

«Foto de Próxima Centauro, la estrella más cercana al Sol, ubicada a 4,2 años luz de nosotros. Fue captada por el JWST. Este nivel de detalle… Un nuevo mundo se revela día tras día».

La publicación obtuvo más de 14.000 me gusta y 2.000 retuits. Alcanzó tanta efervescencia en las redes sociales que Klein se sintió obligado a confesar la verdad.

En realidad, era la foto de un trozo de chorizo.

Aquella broma, por la que el científico se disculpó, era una forma de cuestionar la credibilidad que los internautas atribuyen a las voces expertas y la frágil verificación de los contenidos en las redes sociales.

«En vista de algunos comentarios, me siento obligado a aclarar que este tuit que muestra una supuesta instantánea de Próxima Centauro fue una forma de diversión. Aprendamos a desconfiar tanto de los argumentos de autoridad como de la elocuencia espontánea de ciertas imágenes….», publicó.

«Bueno, a la hora del aperitivo, los sesgos cognitivos parecen estar de moda… Así que ojo con ellos. Según la cosmología contemporánea, no existe ningún objeto perteneciente a la charcutería española sino en la Tierra», añadió.

Objetivo pedagógico

Klein, físico y filósofo de la ciencia, aclaró al portal francés Le Point cuál había sido la intención de su publicación: «Esta es la primera vez que hago una broma cuando estoy en esta red como una figura de autoridad científica. La buena noticia es que algunos entendieron enseguida el engaño, aunque también hicieron falta dos tuits para aclararlo».

Como si se tratara de un experimento, aseguró que la reacción «ilustra el hecho de que en este tipo de redes sociales, las noticias falsas siempre tienen más éxito que las noticias reales».

El científico opinó que si no hubiera relacionado la imagen del chorizo con el telescopio James-Webb, «no habría tenido tanto éxito».

La primera imagen del espacio profundo tomada por el telescopio James Webb

FUENTE DE LA IMAGEN – REUTERS

El telescopio espacial James Webb fue lanzado el 25 de diciembre de 2021 y es considerado como el sucesor del famoso telescopio espacial Hubble.

Se espera que haga todo tipo de observaciones del cielo, pero debe cumplir dos objetivos principales: tomar fotos de las primeras estrellas que brillaron en el Universo hace más de 13.500 millones de años, y detectar planetas lejanos para ver si podrían ser habitables.

Imagen de portada:ÉTIENNE KLEIN. Imagen de un chorizo, que el científico francés publicó en broma como si fuera una estrella captada por el telescopio James Webb.

FUENTE RESPONSABLE: Redacción BBC News Mundo. 6 de agosto 2022

Telescopio Espacial James Webb/Redes sociales/Ciencia