¿Qué está haciendo Rusia con el grano robado a Ucrania?

Las fuerzas rusas han sido acusadas repetidamente de robar cereales a los agricultores ucranianos en las zonas ocupadas, así como otros cultivos como semillas de girasol, junto con fertilizantes y equipos agrícolas.

Moscú ha negado repetidamente las acusaciones hechas desde Kyiv*, pero este viernes confirmó que ha comenzado a enviar cereales desde el territorio ocupado en Ucrania. Un barco que transportaba 7.000 toneladas de cereales partió el viernes de la ciudad portuaria de Berdyansk, ocupada por Rusia, dijo un funcionario regional prorruso.

La BBC habló con agricultores, analizó imágenes satelitales y siguió datos de seguimiento para buscar pruebas de adónde va el grano robado.

A una docena de kilómetros del frente, el granjero ucraniano Dmytro describe cómo el negocio que construyó durante 25 años se perdió en cuatro meses de ocupación rusa.

La BBC trató de contactar a más de 200 agricultores cuyas tierras se encuentran ahora en territorio ocupado por Rusia. Dmytro (aunque no usaremos su nombre real para protegerlo de represalias) fue uno de los pocos dispuestos a reunirse con nosotros.

«Robaron nuestro grano. Destruyeron nuestras instalaciones, destruyeron nuestra maquinaria».

Imágenes de las cámaras de seguridad que muestran el momento en que los soldados rusos llegaron a una instalación de almacenamiento.

Imágenes de las cámaras de seguridad que muestran el momento en que los soldados rusos llegaron a una instalación de almacenamiento.

Dice que las fuerzas rusas ahora ocupan el 80% de las decenas de miles de hectáreas que cultiva y les acusa de robar granos y cereales a escala industrial.

Las cámaras de vigilancia de uno de los sitios de la compañía capturó el momento en que llegaron los rusos.

Hemos difuminado algunos de los alrededores para proteger las identidades de los propietarios de la granja.

Más adelante en la grabación, un soldado ve una cámara de seguridad y le dispara, pero falla.

Muchos camiones usados para transportar granos fueron robados.

Pero Dmytro dice que un par de ellos tenían rastreadores GPS instalados.

Pudimos usar estos datos para comprobar cómo habían viajado hacia al sur, hacia Crimea, un territorio que Rusia se anexó en 2014, y después de ese destino siguieron ruta hacia Rusia.

Ruta de los camiones de grano robados

Según los datos del GPS, ambos camiones se detuvieron cerca de una instalación de almacenamiento, identificada como un sitio para descargar y almacenar granos, en la ciudad de Oktyabrsky, en Crimea.

En una imagen de satélite del 14 de junio de este año, se puede ver una fila de camiones en la carretera junto a la instalación.

Podemos ver que la instalación de almacenamiento está al lado de una vía férrea, que se puede utilizar para transportar grano a Rusia o a los puertos del sur de Crimea.

La parte superior del sitio de almacenamiento también parece tener el símbolo Z, el emblema de la invasión de Rusia, en el techo.

Análisis visual del sitio de almacenamiento de granos de Oktiabrski

Colas en la frontera

Es muy difícil rastrear envíos individuales de grano robado, pero hay muchas pruebas de que gran parte va primero a Crimea.

Hay imágenes satelitales en dos puntos de entrada clave, en las ciudades de Chonhar y Armiansk, en las que se puede ver una acumulación de vehículos, que podrían usarse para transportar granos y otros productos.

Este nivel de tráfico por carretera en Crimea es inusual ya que Ucrania no ha tenido acceso al área desde que fue anexada por Rusia en 2014 y ha estado exportando granos y otros productos de otros lugares.

Podría ser posible explicar parte del volumen de tráfico como camiones vacíos que regresan de las áreas ocupadas después de haber entregado suministros a las tropas rusas.

Una imagen del punto de entrada de Chonhar tomada el 17 de junio muestra una fila de camiones de más de 5 km de largo.

Pero una interpretación obvia es que muchos de los camiones transportan granos u otros productos como semillas de girasol, tomados de agricultores ucranianos.

Camiones esperando

Las imágenes satelitales de la ciudad de Dzhankoy en Crimea muestran camiones esperando en una carretera junto a una instalación de almacenamiento de granos que está conectada a la estación de tren.

Las imágenes muestran trenes de carga, con vagones del tipo que se usa para transportar granos y otros productos, en la estación al lado de la instalación de almacenamiento.

Los trenes de Dzhankoy están conectados con los puertos de Sebastopol y Kerch, donde los productos pueden trasladarse a Rusia o al extranjero.

Terminal de granos de Dzhankói

¿Adónde se lleva el grano ucraniano después de Crimea?

«Primero llevan el grano a la Crimea anexada, donde lo transportan a los puertos de Kerch o Sebastopol, luego cargan grano ucraniano en barcos rusos y van al estrecho de Kerch», dice Andrii Klymenko, experto del Instituto de Estudios Estratégicos para el mar Negro en Kyiv, que supervisa periódicamente los movimientos de los barcos en Crimea.

«Allí, en el estrecho de Kerch [entre Crimea y Rusia], transfieren grano ucraniano de pequeños barcos a graneleros, donde se mezcla con grano de Rusia o, en algunos casos, navegan a esta zona solo para dar la apariencia de se están cargando con grano ruso».

Añade que todo ese cereal se exporta con certificados rusos que afirman que la procedencia es de Rusia.

A menudo, los barcos se han dirigido a Siria o Turquía.

El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo que el país investigó las afirmaciones de que el grano que se enviaba era de procedencia ucraniana pero que hasta ahora no habían encontrado ninguna evidencia de ello.

«Vimos en los registros que el puerto de salida de los barcos y el origen de las mercancías es Rusia», dijo.

Ruta de transporte de cereales

 

Volumen inusual de actividad en Sebastopol

Las imágenes satelitales de la terminal de granos de Avlita en el puerto de Sebastopol, en el oeste de Crimea, muestran un alto nivel de actividad a lo largo de junio.

Se ve cómo una mercancía amarilla, el mismo color que el del grano, se carga en una serie de barcos.

Revisamos las imágenes de la misma terminal en junio durante los últimos años, y la cantidad de actividad vista ahora parece ser inusualmente alta en comparación.

Algunos expertos con los que hablamos dijeron que esta actividad solo podía explicarse por el transporte de granos desde el territorio continental de Ucrania.

«En Crimea no se cultiva mucho grano para la exportación», dice Mariia Bogonos, experta en políticas agrícolas de la Escuela de Economía de Kyiv.

Tampoco tendría sentido geográfico que Rusia usara Sebastopol para exportar su propio grano.

Pero Mike Lee, un experto en agricultura de Green Square Agro que ha trabajado tanto en Ucrania como en Rusia, dice que algunos granos que salen de Crimea podrían ser parte de una acumulación de la cosecha del año pasado, almacenada debido a la guerra.

«Crimea está bajo control ruso, pero las cadenas de suministro también se han visto afectadas allí».

Grano recolectado de la cosecha del año anterior en Kharkiv

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Grano recolectado de la cosecha del año anterior en Járkiv.

Los barcos que apagan sus rastreadores

Desde Crimea, las autoridades estadounidenses y ucranianas y los informes de los medios han identificado nueve barcos que se cree que transportaron grano ucraniano robado al extranjero.

Usando datos de Lloyd’s List Intelligence, la BBC ha rastreado estos barcos en viajes entre Crimea y puertos en Turquía y Siria desde abril.

Lloyd’s List Intelligence dice que los barcos han utilizado lo que los especialistas marítimos describirían como prácticas de navegación «engañosas»: apagar sus rastreadores a bordo al ingresar al mar Negro o moverse alrededor del estrecho de Kerch cerca de Crimea.

Cuando sus rastreadores vuelven a estar en línea, los barcos navegan hacia el sur y muchos informan una profundidad más baja en el agua, lo que sugiere que cargaron mercancías durante el tiempo que estuvieron sin GPS.

La BBC mapeó los viajes de tres barcos: el Matros Pozynich y el Sormovskiy 48, propiedad de dos empresas en Rusia, así como el Finikia, propiedad de la Autoridad Marítima General de Siria.

Intentamos comunicarnos con los propietarios registrados en Rusia de estos barcos para preguntarles sobre los viajes, pero no obtuvimos respuesta.

No pudimos comunicarnos con los propietarios sirios.

A pesar de las lagunas en sus historiales de seguimiento, las imágenes satelitales han revelado dónde han estado algunos de los barcos.

Mapa de buques rastreados que transportan granos que viajan al extranjero desde Crimea

Las imágenes de Maxar muestran al barco Matros Pozynich en Sebastopol, Crimea, a mediados de mayo.

Durante este viaje, navegó hasta el estrecho de Kerch, mantuvo apagado su transpondedor durante cinco días y luego reapareció a cientos de millas al sur en el mar Negro.

Más tarde fue fotografiado en el puerto sirio de Latakia.

Pero de nuevo tenía desactivado el sistema de seguimiento.

Bajo la ley de Seguridad de la Vida en el Mar (SOLAS) de la ONU, los barcos deben tener sus rastreadores encendidos en todo momento, a menos que represente una amenaza para su seguridad, por ejemplo, de la piratería.

Michelle Wiese Bockmann, editora de mercado de Lloyd’s, cree que no existe una justificación para apagar los rastreadores cerca de Crimea o cerca de la costa siria.

«Esta práctica claramente no está relacionada con los riesgos de piratería», dice Bockmann.

«Otros barcos tienen sus transpondedores encendidos, así que ¿por qué ellos no?»

Un soldado ucraniano en su posición rodeado de plantas de trigo cerca del frente.

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES. Un soldado ucraniano en su posición rodeado de plantas de trigo cerca del frente.

Tácticas de Rusia

La BBC también obtuvo documentos elaborados por las autoridades de ocupación rusas que enumeran las granjas donde se les transferirá el grano.

Una investigación separada de los servicios ruso y ucraniano de la BBC ha demostrado que, en algunos casos, los rusos están obligando a los agricultores ucranianos a vender granos a precios muy por debajo de las tasas de mercado y firmar documentos para demostrar que se compraron «legalmente».

Aunque los primeros informes eran generalmente de robos directos por parte de las fuerzas rusas, los agricultores sugieren que ha habido un cambio en las tácticas a medida que los rusos se dan cuenta de que si no pagan nada, las futuras cosechas podrían ser saboteadas.

Los agricultores dicen que tienen que aceptar los precios bajos ya que no tienen alternativa y necesitan comprar combustible y pagar a los trabajadores.

Emilie Pottle, abogada de derecho internacional, le dijo a la BBC que estas acciones pueden violar las reglas de la Convención de Ginebra y la Corte Penal Internacional (CPI) que rigen a las potencias ocupantes.

También nos pusimos en contacto con las autoridades rusas para preguntar sobre estas acusaciones, pero aún no hemos recibido una respuesta.

*BBC Mundo ha decidido adoptar Kyiv cuando se nombra la capital de Ucrania para reflejar de manera más exacta la forma de su escritura original en ucraniano.

Imagen de portada: PLANET. Buque cargado con grano en el puerto de Sebastopol.

FUENTE RESPONSABLE: BBC News Por Nick Beake, Maria Korenyuk y el equipo de Reality Chek. 3 de julio 2022.

Conflicto Rusia-Ucrania/Seguridad alimentaria/Rusia/Ucrania/ Comercio

La verdadera razón por la que los humanos somos la especie dominante. Parte 2/2

En épocas medievales, sólo los reyes y nobles gozaban del estilo de vida abundante del que cada vez más de nosotros tiene hoy día.

Los que trabajaban largas horas en los campos naturalmente querían almacenar sus granos. Y luego estaban los que tenían las armas de metal que se llevan su tajada de esos graneros a manera de impuestos.

De hecho, durante miles de años, el estándar de vida de la gran mayoría de la gente en la Tierra no mejoró significativamente, a pesar de la abundancia producida por la agricultura.

«Las sociedades cazadoras recolectoras fueron las sociedades afluentes originales», dice Claire Walton, arqueóloga residente de la Antigua Granja Buster, un museo arqueológico al aire libre en Hampshire, Inglaterra. 

«Gastaban unas 20 horas a la semana en lo que se podría llamar puro trabajo».

En comparación, un granjero romano o sajón de la Edad de Hierro, Neolítica, tendría que gastar el doble de eso, opina.

Sólo los reyes y los nobles vivían ese estilo de comodidad del que cada vez más de nosotros gozamos hoy en día.

Se necesitaría un cambio contundente en el uso de energía para lograr eso, un cambio impulsado por combustibles fósiles.

Llegado el siglo XVIII, nuestras sociedades cada vez más pobladas empezaron a estrellarse contra los límites de la energía que los rayos de sol podían producir a diario.

El cohete, la locomotora diseñada y construida por George and Robert Stephenson

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

El cohete, como se llamó la locomotora diseñada y construida por George and Robert Stephenson.

La catástrofe malthusiana se cernía sobre nosotros. ¿Cómo podríamos cultivar comida lo suficientemente rápido para alimentar todas esas bocas o, en efecto, tener suficiente madera para construir nuestras casas y barcos, y producir el carboncillo para fundir todas nuestras herramientas de metal?

Así que empezamos a recurrir en cambio a una piedra negra que podríamos excavar y quemar en cantidades casi ilimitadas.

El carbón contiene la energía solar atrapada durante millones de años de los bosques fosilizados.

En el siglo XX, esa materia negra sería reemplazada por unos yacimientos geológicos aún más ricos en energía fotosintética: petróleo y gas natural.

Y con estos, todo tipo de actividades nuevas fueron posibles.

Los combustibles fósiles no sólo eran abundantes. También proporcionaban mayores fuentes de energía, liberándonos de nuestra dependencia de los animales.

Primero llegaron los motores de vapor, que convertían el calor del carbón en movimiento. Luego el motor de combustión interna. Después, la turbina de propulsión.

El cohete Saturno V: una máquina industrial extrema con millones de caballos de fuerza.

«Un caballo sólo te puede dar un caballo de fuerza», explica Paul Warde, un historiador ambiental de la Universidad de Cambridge.

«Ahora contamos con máquinas industriales que pueden darnos decenas de miles de caballos de fuerza y en su mayor expresión el cohete Saturno V: 160 millones de caballos de fuerza que puede lanzarte afuera de la superficie de la Tierra».

Los combustibles fósiles impulsan mucho más que nuestros vehículos.

Aproximadamente El 5% del suministro de gas natural mundial se usa para crear fertilizantes basados en amoníaco, por ejemplo, sin los cuales la mitad de la población mundial sufriría hambruna.

Convertir el hierro en acero consume 13% de la producción global de carbón.

Más o menos 8% de las emisiones de CO2 del mundo se generan del concreto.

Pero la quema de combustibles fósiles ha tenido un efecto increíble en nuestro estándar de vida.

Desde la Revolución Industrial nos hemos vuelto más altos, más saludables, nuestra expectativa de vida ha aumentado enormemente y, en el mundo desarrollado, estamos en promedio entre 30 y 40 veces mejor que antes.

Paneles de energía solar en Turquía

FUENTE DE LA IMAGEN – GETTY IMAGES

La humanidad podría regresar a depender del Sol para suplir nuestras necesidades energéticas.

Y todo eso es gracias a la revolución energética impulsada por combustibles fósiles, argumenta Vaclav Smil, de la Universidad de Manitoba, Canadá, un destacado experto en el papel de la energía en nuestras sociedades.

«Sin los combustibles fósiles, no hay transporte masivo rápido, no hay vuelos, no hay excedente de producción de alimentos para el consumidor, no hay teléfonos celulares hechos en China, transportados a Southampton en un buque gigante con 20.000 contenedores. Todo eso se debe a los combustibles fósiles», afirma.

Vivimos en una sociedad de combustibles fósiles, asegura Smil.

Pero, mientras nos han distanciado cada vez más del yugo agrario, y creado nuestra economía global y altos estándares de vida, el catastrófico cambio climático que están creando ahora amenaza con descarrilar esa sociedad.

Así como hace dos siglos alcanzamos los límites de lo que podía lograr la agricultura, ahora el calentamiento global nos está imponiendo un límite a lo que el carbón, el petróleo y el gas pueden hacer con seguridad.

Ha creado el mayor reto jamás enfrentado por la sociedad humana -el tener que regresar a depender de la entrada diaria de energía del Sol para suplir nuestras enormes demandas de energía de una población de 8.000 millones de personas que sigue creciendo.

Justin Rowlatt es productor de «A Pyrotechnic History of Humanity» (Una historia pirotécnica de la humanidad) que se transmitió por Radio 4 de la BBC.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: BBC News Por Justin Rowlatt & Laurence Knight – Marzo 2021

Economía/Sociedad y cultura/Seguridad Alimenticia/Historia/Evolución/Antropología/Cambio Climático/Arqueología/Industria petrolera/Biología/Agricultura/Ciencia/Energía.

La verdadera razón por la que los humanos somos la especie dominante. Parte 1/2

La excepcional relación de la humanidad con la energía empezó hace cientos de miles de años, con el descubrimiento del fuego.

Desde los primeros humanos que frotaron dos palos para hacer fuego, hasta los combustibles fósiles que impulsaron la revolución industrial, la energía ha jugado un papel central en nuestro desarrollo como especie. Pero la manera en que la consumen nuestras sociedades también ha creado el mayor reto para la humanidad. Uno que requerirá todo nuestro ingenio para resolver.

La energía es la clave del dominio mundial de la humanidad.

No solo se trata del combustible que impulsa los aviones y nos permite atravesar continentes enteros en pocas horas, o las bombas que construimos que pueden aplastar ciudades enteras, sino las enormes cantidades de energía que consumimos todos los días.

Considera esto: un ser humano en reposo requiere la misma cantidad de energía que una bombilla incandescente tradicional para sostener su metabolismo -unos 90 vatios (julios por segundo)-.

Pero lo que un humano promedio en un país desarrollado usa se acerca a 100 veces esa cantidad, si se suma la energía necesaria para movernos, construir y calentar nuestras casas, cultivar nuestro alimento y todas las otras cosas a las que se dedica nuestra especie.

El estadounidense promedio, por ejemplo, consume unos 10.000 vatios.

Esa diferencia explica mucho sobre nosotros, nuestra biología, nuestra civilización y el increíblemente próspero estilo de vida que llevamos, comparado, naturalmente, con los otros animales.

Cráneos de antiguos homínidos

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Los cerebros de los humanos modernos (el de arriba y el de abajo a la derecha) son más grandes que los de nuestros antiguos antepasados. 

¿Influyó el control del fuego en el crecimiento del cerebro?

Porque, virtualmente contrario a todas los demás seres de la Tierra, nosotros los humanos hacemos mucho más con la energía que impulsa nuestro metabolismo.

Somos criaturas de fuego.

La excepcional relación de la humanidad con la energía empezó hace cientos de miles de años, con el descubrimiento del fuego.

El fuego hizo mucho más que mantenernos calientes, protegernos de nuestros depredadores y darnos una nueva herramienta para la caza.

Una serie de antropólogos cree que el fuego realmente modificó nuestra biología.

«Cualquier cosa que permite a un organismo adquirir energía de forma más eficiente va a tener efectos enormes en la trayectoria evolutiva de ese organismo», explica la profesora Rachel Carmody de la Universidad de Harvard, en Cambridge, Massachusetts.

Ella cree que el desarrollo clave fue la cocina. La cocina transforma la energía disponible de la comida, arguye.

Los carbohidratos, proteínas y lípidos que aportan nutrientes a nuestros cuerpos se desenvuelven y son liberados cuando se calientan.

Eso facilita que nuestras enzimas digestivas trabajen más eficientemente, extrayendo más calorías más rápidamente que si consumiéramos la comida cruda.

Interprétalo como una manera de «predigestión» de la comida.

Un bombillo incandescente

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Un ser humano en reposo requiere la misma cantidad de energía que una bombilla incandescente para sostener su metabolismo.

La profesora Carmody y sus colegas creen que esa energía adicional garantiza la evolución de nuestros pequeños intestinos gruesos y relativamente grandes cerebros -hambrientos de energía- que nos distinguen de nuestros más cercanos parientes primates.

Y, a medida que nuestros cerebros fueron creciendo, se creó un círculo de retroalimentación positiva.

Cuando se añaden neuronas al cerebro mamífero, la inteligencia aumenta exponencialmente, indica Suzana Herculano-Houzel, neurocientífica basada en la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennessee.

Con cerebros más inteligentes, nos volvimos mejores para la caza y el forrajeo.

También encontramos mejores maneras de tener acceso a las calorías en la comida -al machacarla con una roca, molerla en harina, o simplemente dejar que se pudra- y, por supuesto, asarla sobre el fuego.

Al hacerlo, aumentamos aún más el suministro de energía para nuestros cuerpos.

Esto nos permitió evolucionar cerebros más inteligentes y el resultado de este círculo virtuoso impulsó nuestros cerebros al primer puesto de la clase.

Una pintura rupestre en España que se interpreta como una persona escalando un peñasco con cuerdas para recolectar miel de una colmena de abejas. Es posible que esté usando el humo de una tea para ahuyentar las abejas.

A lo largo de cientos de miles de años, el clima cambió constantemente, con capas de hielo que se extendían y luego se retiraban por todo el hemisferio norte.

La última Edad de Hielo terminó hace unos 12.000 años. Las temperaturas globales subieron rápidamente y luego se estabilizaron, y la humanidad se embarcó en su siguiente transformación energética.

Fue una revolución que vería al mundo alcanzar niveles sin precedentes de cambio tecnológico.

«En 2.000 años, por todo el mundo, en China, en Oriente Próximo, en Sudamérica, en Mesoamérica, hubo pueblos domesticando cultivos», dice el doctor Robert Bettinger, de la Universidad de California, Davis.

La plantación de cultivos fue prácticamente imposible durante la Edad de Hielo, opina, pero el nuevo clima cálido, junto con un gran aumento de dióxido de carbono (CO2), fue muy propicio para la vida vegetal.

El mono que cocinaba se convirtió también en un mono que cultivaba.

Mural de un cultivador en la tumba de Sennedjem, un artesano que vivió en antiguo Egipto

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Mural de un cultivador en la tumba de Sennedjem, un artesano que vivió en el antiguo Egipto.

Se requirió una gran inversión de energía humana en la forma de trabajo arduo y duro. A cambio, nuestros antepasados cosecharon un suministro de comida más abundante y fiable.

Piensa un instante sobre lo que hay que hacer para cultivar.

Los campos actúan como una especie de panel solar, pero en lugar de producir electricidad, convierten los rayos del sol en paquetes de energía química digerible.

Principalmente estaban los cultivos de cereales -granos domesticados como el trigo, el maíz y el arroz- que actuaban como una especie de moneda [o bien] de energía almacenada.

Ese bien se puede guardar en un silo para consumirlo cuando venga bien en los meses de invierno. O se puede llevar hasta el mercado para intercambiar por otros. O reinvertirlo plantando la siguiente cosecha.

O para engordar animales, que pueden convertir esa energía en carne, lácteos o fuerza de tiro.

Mohenjo Daro en Pakistán

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Después de la llegada de la agricultura, los humanos empezaron a experimentar con la convivencia en grandes y complejos asentamientos, como Mohenjo Daro en Pakistán.

Con el paso de los siglos, los animales y plantas domesticados en diferentes sitios del mundo se fusionarán en una especie de paquete agrícola, señala Melinda Zeder, una arqueóloga que estudia el desarrollo de la labranza pastoral en el Instituto Smithsonian.

Los cultivos alimentaron a los animales. Los animales trabajaron la tierra. Su estiércol alimentó a los cultivos. Y, dice la doctora Zeder, como paquete, aportaron una fuente de comida mucho más fiable y abundante.

Más comida significó más población, que podía expandirse a nuevos territorios y desarrollar nuevas tecnologías que producían aún más comida.

Fue otro ciclo virtuoso, pero esta vez impulsado por la energía solar captada a través de la agricultura.

El excedente de energía creado significó que podíamos sostener poblaciones más grandes y, lo que es más, no todos tenían que dedicarse al cultivo.

Las personas podían especializarse en la fabricación de herramientas, de casas, fundiendo metales o, si vamos al caso, diciéndole a otros qué era lo que debían hacer.

La civilización iba en desarrollo y con ella también hubo cambios fundamentales en las relaciones entre personas.

Las comunidades cazadoras recolectoras tienden a compartir sus recursos equitativamente. En comunidades agrícolas, en contraste, se pueden desarrollar profundas desigualdades.

Imagen de portada: Gentileza de GETTY IMAGES

FUENTE RESPONSABLE: BBC News Por Justin Rowlatt & Laurence Knight – Marzo 2021

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